lunes, 16 de junio de 2014

¿DE TAL PALO TAL GALLARDÓN, PERO HARTO DE VINO?

Entiendo que por razones de economía y práctica corriente y moliente, este asunto de Gallardón hijo de Gallardón que se da a la fuga después de un accidente de tráfico, más nos valdría dejarlo como está y aceptar que si se ha fugado bien fugado está y a otra cosa mariposa, que también Esperanza Aguirre salió corriendo para que no la trincara la policia municipal al más puro estilo de Gila: ¿Sí, he sido yo, y qué pasa?, porque si nos ponemos a tirar de la hebra que nos lleve al ovillo  vamos a terner que terminar por pedir la dimisión inmediata del gobierno en plan chiquillo, patalenado y revolcándonos por los suelos, y no porque Rajoy sea un corrupto o la monarquía sea la prolongación de la corrupción real del Rey Juan Carlos, que esto es cosa sabida y no estamso ahora para liarnos en perder el tiempo, sino porque los guarda espaldas del Gallardón, hijo del Gallardón, tienen menos vista que un gato de yeso, al responderles a la policía que ellos se llamaban Andana y que no habían visto entrar al garage el coche fugitivo en el domicilio de Gallardón, donde estaban de gaurdia guardándole las espaldas al Gallardón hijo de Gallardón. ¡Agua! Dos guarda espaldas que les pasa el coche por encima para entrar al garage y no lo ven.
Porque claro, si dos morlacos dados al oficio de guardar espaldas no ven que coche entra al garage que están guadando, cómo van a ver la campaña psicológica preparatoria por la jefatura del PP, para montar tenderete estilo Capriles contra Maduro en Venezuela si llegado el caso, como es más que probale, de que gane las próximas elecciones alguien no afin a las politicas que la troika dicta y que nos imponen PP-PSOE como buenso capataces, cada uno a su manera.
Y ya ni les cuento la pajarraca que se podría montar si nos diera por calcular cuantos metros por segundo se incrementan las ganas de darse a la fuga por grado de vino de más entre pecho y espalda, porque ello implicaría la entrada en escena de la antropología de la borrachera o alcohométrica, para determinar si el a-mi me gus-ta el vi-piri-vi-pipí de lá bota empinar, para-va- pa-pá, es cosa que la produce la cercanía ideológica a las distintas jefaturas del PP, o si por el contrario, es verdad eso de que de raza le llega al galgo, lo que llevaría de cabeza y antes que nada, al análisis alcohómetrio-idelológico del siguiente video: