sábado, 28 de marzo de 2020
CORONAVIRUS:¡DETENCIÓN INMEDIATA Y PUESTA A DISPOSICIÓN JUDICIAL DE LOS DIRECTORES DE LOS HOSPITALES MERCANTILES HM POR SABOTAJE A LA SANIDAD PÚBLICA Y NACIONALIZACIÓN INMEDIATA DE DICHOS HOSPITALES!, PERI SI EL CORONAVIRUS ES UNA BROMA, ENTONCES NO
Enseñanzas
del Coronavirus: La Sanidad Privada al Desnudo.
La nueva crisis socio-económica, derivada de la
pandemia del coronavirus (COVID-19) que azota a todo el mundo y, en particular,
a nuestro país, trae consigo una consecuencia que podríamos tildar de positiva
a pesar de la dureza del momento. Dicha consecuencia es la constatación, más
evidente aún si cabe, de que el sistema social fundamentado en el modo de
producción capitalista no puede dar respuesta a las verdaderas necesidades
sociales. Para muestra, un botón.
Según hemos conocido recientemente por informaciones
de eldiario.es, el grupo de sanidad privada HM Hospitales, el cual gestiona
cerca de (casualmente) una cuarentena de centros sanitarios distribuidos entre
la Comunidad de Madrid, Galicia, Castilla y León y Cataluña, está presionando a
parte de su personal para que abandone sus puestos de trabajo a través de
diferentes modalidades. Más en concreto, uno de los párrafos de la circular
dirigida a los trabajadores de HM Hospitales y a la que ha tenido acceso
eldiario.es reza así: «Se están barajando diferentes alternativas a las
cuales podéis acogeros si en vuestro ánimo está arrimar el hombro y colaborar,
y que vuestros responsables, supervisores y RR.HH. os han ido y os irán
trasladando: disfrute de vacaciones de forma rotatoria, posibilidad de permisos
o suspensiones de empleo y sueldo, periodos de excedencia temporales,
distribución irregular de la jornada con días a recuperar más adelante,
reducciones de jornada, etc. Todo ello con el ánimo de poder organizar adecuadamente
los recursos de que disponemos y adaptarnos a este escenario. Es
imprescindible».
Es decir, esta compañía persigue un recorte de
personal en el momento en el que ha quedado demostrado que los actuales
recursos sanitarios son insuficientes para hacer frente con éxito a la crisis
del coronavirus. ¿Por qué no poner a estos trabajadores y las instalaciones de
HM Hospitales al servicio de la sociedad en su lucha por la superación de la
presente crisis? Parece el mundo al revés, ¿verdad? Sin embargo, ¿qué es lo que
ocurre? Pues bien, parece ser que, a consecuencia de los efectos del estado de
alarma, se ha producido una disminución en el número de clientes de HM
Hospitales. Con objeto de mitigar la subsiguiente caída de su tasa de
beneficio, este grupo privado busca, como es lógico bajo la óptica capitalista,
la contención de sus costos de producción (más concretamente, de sus costes
laborales o capital variable). Así de sencillo.
En esta misma línea, otro ejemplo también ilustrativo
es el de Hospitales San Roque, uno de los buques insignia de la sanidad privada
en Canarias, que acaba de presentar un ERTE para el 20% de su personal. La
empresa se escuda en que son 158 trabajadores que no son sanitarios sino
personal de administración. Se da la circunstancia de que esta empresa se ha
enriquecido a manos llenas gracias a fondos públicos desde hace más de 40 años,
a través de los conocidos «conciertos sanitarios». Por ello sorprende el primer
párrafo de la carta que el presidente de la empresa dirige a la plantilla, en
la que comienza diciendo «Resulta doloroso tener que dirigirme a todos en las
circunstancias actuales dependientes de la pandemia por el COVID-19 que ha
venido a agravar una situación previa de precariedad económica de la empresa en
los dos últimos años que la ha llevado al borde de la supervivencia». Es
indignante que esta empresa haga un ERTE que por un lado se costeará en parte
con fondos públicos y que, por otro lado, debilita su propio funcionamiento en
un momento crítico para el sistema sanitario público, ya que tras el real
decreto por el que se declara el estado de alarma, los centros de titularidad
privada podrán ser intervenidos por el Estado.
La quintaesencia del modo de producción capitalista es
la maximización de la tasa de beneficio. Por tanto, este es el objetivo primero
y último de todo capital, independientemente del sector en el que se invierta,
esto es, ya se invierta en la compra de deuda, en la producción de bienes de
consumo, en sanidad o en educación, por poner algunos ejemplos. Debemos ser
conscientes de que hechos como el protagonizado por HM Hospitales o por
Hospitales San Roque no corresponden a una mala gestión ni se resuelven en un
plano moral, como si verdaderamente se pudiese realizar ese concepto naíf
denominado capitalismo de rostro humano. Muy al contrario, resulta crucial
comprender que el criterio de maximización de la tasa de beneficio entra en
contradicción con la posibilidad de un proceso económico que satisfaga las
verdaderas necesidades sociales de un modo racional y equitativo. En los
ejemplos de HM Hospitales y Hospitales San Roque, esta idea se objetiva en la
imposibilidad de sostener la tasa de beneficio de las compañías y,
simultáneamente, dar apoyo a la lucha contra el coronavirus. En resumen, es
preciso articular un nuevo sistema sobre un modo de producción racional y justo
que garantice un proceso económico destinado a satisfacer el bienestar
colectivo, dado que el modo de producción capitalista, por definición, es
incompatible con tal objetivo. ¿Cuántas crisis sociales más necesitamos para
asimilarlo?
Iván López y Javier Delgado
*++
CORONAVIRUS. NO PONER TODOS LOS RECURSOS DISPOBLES, TANTO PÚBLICOS COMO PRIVADOS , EN LA LUCHA CONTRA EL CORANOVIRUS Y PARA GARANTIZAR LA SEGURIDAD Y TRANQUILIDAD DE LA POBLACIÓN, Y ESPECIALMENTE LA TRABAJADORA, DEBERÍA CONSTITUIR DELITO PENAL CON PROCESO SUMARÍSIMO, O SEA, A RESOLVER DENTRO DE UN MES, PARA LOS DIRIGENTES POLÍTICOS QUE NO LO HAGAN. CON LA SALUD PÚBLICA SE ESTADO JUGANDO Y MERCANTILAZÁNDOLA. ESO NO SE DEBE CONSENTIR NI UN SEGUNDO MÁS.
Hay que intervenir todos los recursos privados necesarios para ganar la
guerra contra el virus (y la desidia capitalista)
kaosenlared
Publicado el Mar 28, 2020
El crecimiento exponencial de los contagios por Covid-19 en
los últimos días, ha provocado que ya nos encontramos en la “fase de triaje”,
como en Italia. Ante la falta de respiradores y las plazas de UCI se está
abandonando a los enfermos más débiles a su suerte, por edad y condición
física, sin ofrecerles atención sanitaria para su recuperación. Es vital y
urgente intervenir la sanidad privada, el sector hotelero y reconvertir los
sectores industriales necesarios para fabricar masivamente los equipamientos
necesarios para enfrentar la pandemia.
Los datos de la pandemia en el Estado español, teniendo como
focos principales, de momento, la Comunidad de Madrid y Cataluña, están
creciendo exponencialmente por toda la geografía del país. Los últimos datos
señalan que España ya es el segundo país del mundo con más víctimas mortales de
coronavirus. Con 4.089 muertos, adelanta a China, donde se originó la epidemia
y donde han muerto hasta ahora 3.293 personas. Italia, con al menos 7.500, ya
ha duplicado la cifra. Mientras tanto, los contagios siguen aumentando
alcanzando los 56.188 y casi 2.000 personas se encuentran ingresadas en UCI
(datos a las 14.00 h del 26/03/2020).
La evolución en el desarrollo de los contagios ya supera el
ritmo de Italia. La evolución en el Estado español fue de 2 a 100 casos en la
primera semana, la siguiente de 100 a 1.000, y de 1.000 a 4.000 en cuatro días.
Solo el pasado martes hubo 4.946 casos más, la cifra más alta de lo que
llevamos de pandemia. Un crecimiento vertiginoso que está colapsando todas las
unidades hospitalarias y, sobre todo, las unidades disponibles de las UCI que
resultan imprescindibles para sacar adelante los casos de los enfermos más
graves.
Esto ha provocado que según fuentes de los propios hospitales
actualmente se está decidiendo a pie de emergencia, qué enfermos se destinan a
ser ingresados en UCI y cuáles se dejan en cuidados paliativos, a su suerte,
que con toda probabilidad terminaran falleciendo. Una auténtica infamia, una
inhumanidad y un despropósito del régimen capitalista, puesto que se podría
atajar esta problemática interviniendo y movilizando todos los recursos
necesarios que dieran respuesta a las necesidades existentes.
Al ritmo actual de incremento de más de 400 casos diarios
graves que necesitan plazas de UCI, como sucedió este martes- en concreto
fueron 417 casos más- supone que en 20 días tendríamos 8.000 casos graves más,
a los que habría que añadir aquellos que tengan otras patologías con necesidad
de UCI. Por lo tanto, es evidente que se exigen medidas mucho más contundentes
y expeditivas que harían necesario, como mínimo llegar a multiplicar por tres
las 4.404 plazas de UCI de las que se partía al inicio de la pandemia. Y aunque
es evidente que este número ya se ha visto incrementado, aunque no se dispone
de los datos exactos, dado que se están utilizando salas de reanimación y
quirófanos sin utilizar para implementar nuevas UCI, sin embargo, y como
demuestra la práctica que se está llevando a cabo en los hospitales del
denominado “triaje”, avalaría la tesis de que los esfuerzos realizados no son
los suficientes y suponen una auténtica ignominia para la población más
envejecida.
Además, hay que partir de que gran parte de los casos graves
permanecen muchos días en las UCI hasta que pueden abandonarlas una vez
recuperados, dato importante que no se ha facilitado por las autoridades
sanitarias, como es el número medio de días de estancia en las UCI de los
enfermos afectados por el Covid-19. Pues bien, además de esto hay que contar
con los casos que por enfermedad, accidente o síndrome de algún tipo (infartos,
accidentes caseros o de tráfico, etc.) tienen que utilizar las unidades de UCI
y que tampoco pueden abandonarse para atender en exclusiva a los pacientes de
Covid-19, y que también pueden necesitar de bastantes días de recuperación en
UCI. Además, de la necesaria separación física para no resultar contagiados
también del Covid-19.
Expropiación inmediata de toda la sanidad privada e
intervención de la industria hotelera
Mientras los hospitales públicos colapsan y se deja morir a
nuestros mayores en los pasillos, los recursos de la sanidad privada que según
el gobierno se iban a poner al servicio de la lucha contra el coronavirus sólo
se están utilizando al 20% y aún no se ha tomado ninguna medida seria para
utilizarlos plenamente. Al contrario, los verdaderos parásitos capitalistas que
dirigen de la sanidad privada aprovechan para recortar plantilla, vender test a
cientos de euros y cerrar centros en plena pandemia.
Al mismo tiempo, más de un millón de plazas hoteleras están
vacías, mientras los empresarios hoteleros que durante años se han “forrado”
con el boom del turismo, precarizando a sus plantillas y gentrificando los
barrios, se van de rositas con ERTEs que pagarán las arcas públicas al 70%.
Basta de contemplaciones con los capitalistas. Hay que
expropiar inmediatamente todos los recursos de la sanidad privada y
centralizarlos en un plan estatal bajo control de comités de trabajadoras y
trabajadores de la sanidad pública, comités médicos y usuarios, que haga
posible de facto la utilización de esos recursos con transparencia y mediante
un uso colectivo y democrático. Junto con ello, es necesaria la contratación
masiva y sin límites del personal y de las inversiones sanitarias necesarias
para hacer frente a la pandemia.
Del mismo modo, hay que reabrir inmediatamente todos los
hoteles e intervenirlos sin indemnización alguna y bajo control de sus
trabajadores y trabajadoras -en su mayoría hoy despedidos, licenciados sin goce
de sueldo y con ERTEs- para que sus habitaciones se pongan al servicio de un
plan centralizado para ampliar las camas disponibles ante la emergencia,
garantizando condiciones óptimas de seguridad e higiene.
La enorme red hotelera del Estado que, según datos del INE de
enero de 2020, alcanzan los 14.818 establecimientos hoteleros, con un volumen
de 1.462.507 plazas, podría integrarse a un plan para la creación de miles de
UCI que incrementen drásticamente la capacidad de respuesta ante los casos
graves, evitando así miles de muertes. Y al mismo tiempo, estos recursos
podrían servir para construir centros residenciales para todas estas
necesidades habitacionales y sociales urgentes, o para los casos de mujeres que
estén en situación de violencia de género, en vez de hacinar a miles de
personas en campamentos infames como el que se ha creado en la Fira de Barcelona.
Asegurar la producción de kits para test masivos tras el
fiasco de la compra del gobierno
Tras el escándalo de la compra de test rápidos fallados, que
no sólo llegaron tarde, sino que proceden de una empresa sin licencia -según
advirtieron a España las autoridades chinas-, es urgente tomar medidas.
El Gobierno dice que ya ha encontrado nuevos proveedores para
los kits, mientras está estudiando cómo producir los siguientes tests en el
país, pero están a la espera de que alguna empresa se haga cargo. No se puede
seguir perdiendo tiempo valioso con compras fraudulentas y material que escasea
en los lugares donde más se lo necesita. El estado español lidera la tasa de
contagios entre trabajadores sanitarios: 6.500, más del 13% del total de
infectados.
Si los test que se pueden realizar ahora son PCR es
perentorio que se capacite de forma inmediata a miles de estudiantes de
medicina, técnicos e investigadores para poder realizarlos en la próxima
semana, sumándose a la red sanitaria estatal en condiciones dignas y seguras de
trabajo.
Es urgente que se intervengan todas las empresas químicas y
farmacéuticas que sea necesario para ponerlas bajo control de sus trabajadores,
reclutando miles de científicos y técnicos disponibles, para que se fabriquen
en serie cientos de miles de nuevos kits que permitan hacer un testeo masivo de
la población, tal y como lo pide la OMS.
Junto con esta medida, toda la producción e investigación
farmacéutica debe intervenirse bajo control de sus trabajadores y comités
científicos independientes, para, de manera coordinada y centralizada, lograr
tratamientos y una vacuna lo más rápido posible y libres de patentes.
Intervención de la industria para reconvertirla y fabricar
todo lo necesario para derrotar la pandemia
La crisis exige medidas inmediatas y drásticas. Hay que
utilizar todos los recursos disponibles y poner inmediatamente a todas las
industrias que por su capacidad productiva y su tecnología, con las necesarias
adaptaciones de ingeniería, se podría poner a producir masivamente respiradores
artificiales, tubos endotraqueales, monitores cardio-respiratorios, y otros
elementos necesarios para dotar a las UCI de los equipamientos necesarios.
Por poner sólo un ejemplo, el sector del automóvil en el
Estado español, que actualmente tiene su producción totalmente paralizada,
tiene una enorme capacidad de producción. En concreto, en 2019 se ensamblaron
2,82 millones de vehículos de turismo, con un volumen de trabajadores con
capacidad para producir de 219.100 trabajadores. Siendo por volumen de producción
la segunda de Europa y la novena del mundo.
Fabricación que cuenta con elevados niveles de tecnología,
con sistemas de regulación informática y miles de robots de producción que,
junto con las y los trabajadores que podrían desarrollar ese trabajo, podrían
producir cientos de miles de respiradores, monitores de presión arterial,
oxímetros de pulso, tubos endotraqueales, y, en general muchos de los elementos
necesarios para el funcionamiento de una UCI. Todo ello, lógicamente tras las
correspondientes adaptaciones de ingeniería y tecnología adecuadas, pero que,
en poco tiempo se podrían realizar dada la capacidad de adaptación y
flexibilidad de la tecnología productiva existente.
Los capitalistas, cuando está en su interés, son capaces de
hacer esto y mucho más. Así sucedió en la Primera y Segunda Guerras Mundiales,
cuando gran parte de las fábricas se destinaron a la producción de material
bélico (tanques, cañones, etc.) sin que su uso previo tuviera esa finalidad.
En la situación actual, sin embargo, preocupados sólo por sus
beneficios, los capitalistas son incapaces de organizar un plan racional para
poner todo el aparato productivo al servicio de derrotar la pandemia. De hecho,
miles de empresas cuya producción no es esencial para enfrentar la crisis, siguen
obligando a sus trabajadores a trabajar sin las mínimas condiciones de
seguridad produciendo mercancías inútiles, solo para salvar sus ganancias y no
la salud de la población.
Por ello son los propios trabajadores y trabajadoras quienes
tienen que tomar el control, para decidir qué empresas deben cerrar y cuáles
deben permanecer abiertas, con condiciones de seguridad y turnos de trabajo
seguros, para reconvertirse y fabricar todos los equipamientos necesarios para
ganar la guerra contra el virus (y contra la desidia capitalista).
*++
CORANOVIRUS. POR EL CRIMEN DEL SAQUEO DE LOS RECURSOS DE LA SANIDAD PÚBLICA PARA DÁRSELO AL NEGOCIO MERCANTIL DE LA SANIDAD PRIVADA, DURANTE MÁS DE UNA DÉCADA, CON RESULTADO DE MUERTE Y DESTROZO DE LA ECONOMÍA NACIONAL (SI ES QUE EL CORANOVIRUS COMO DICEN, AUNQUE MIENTAN COMO BELLACOS, ES EL ORIGEN DE LA NUEVA CRISIS ECONÓMICA), TODAVÍA NO HA SIDO PROCESADO JUDICIALMENTE NINGÚN PRESIDENTE O EXPRESIDENTE ESPAÑOL COMO PRIMEROS Y DIRECTOS RESPONSABLES
Rosa Medel: “Desde 2008, se ha recortado para
hospitales públicos y no para privados”
- Entrevista con la portavoz sobre sanidad de Unidas Podemos en el Congreso
Cuartopoder.es
El sábado, 28 de marzo de 2020
Rosa Medel, portavoz de sanidad de Unidas Podemos. /
Podemos
Rosa Medel
(València, 1957) es la portavoz de temas sanitarios en el Congreso de los
Diputados de Unidas Podemos. Diputada por la provincia
valenciana, obtuvo el acta de diputada cuando Héctor Illueca tomó posesión como secretario de estado de
Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Medel es oftalmóloga de
profesión, en el Hospital Universitario Doctor Peset en València. Destaca por
haber sido activista en defensa de la sanidad pública. También es licenciada en
Geografía e Historia.
- Ayer
conocíamos el dato del mayor número de muertos por covid-19 desde que comenzó
esta crisis. ¿Qué valoración hace de la gestión del Ministerio de Sanidad de la
crisis?
- La gestión es
correcta. Estuve escuchando la intervención del ministro en la comisión de
Sanidad del Congreso, a la que no pude asistir por estar en casa y en mi lugar
fue mi compañero Rafa Mayoral. Creo que la relación que hizo de cómo se afrontó
la crisis desde el primer momento fue un relato fiel a lo que ha sucedido. Creo
que el Ministerio ha seguido lo que les ha recomendado la OMS desde el
principio, desde que se identificó al coronavirus.
Es una
situación grave, día a día va cambiando y hay que cambiar los protocolos y esto
requiere muchas veces improvisaciones en las soluciones. Eso hay veces que
tiene mucha dificultad. La primera, ¿cómo conseguir material para proteger fundamentalmente
al personal sanitario y las personas de riesgo? En estos momentos, el mercado
está totalmente anárquico, no hay regulación, todos los países están comprando
materiales al mismo tiempo. No teníamos ninguna reserva de ese material, eso te
obliga a comprarlo fuera y nos encontramos con un problema de desabastecimiento
y también de acaparación por parte de algunas empresas de material.
"Son los epidemiólogos los que tienen que decidir"
Creo que la
gestión es la que toca. A fin de cuentas, en una situación así son el personal
técnico, los epidemiólogos, los que tienen que decidir. Son los que entienden,
los que saben las medidas que hay que tomar para aplanar la curva
epidemiológica. Se trata de esto, de aplanar la curva para que el sistema
sanitario pueda absorber el mayor número de enfermos para rebajar el número de
muertos lo máximo posible. Considero que en eso está el Gobierno.
- Se critica
mucho al Ministerio de Sanidad la compra de los tests fallidos o defectuosos
comprados en los últimos días.
- El ministro
explicó que el problema este no es de los mayores, pueden suceder cosas peores.
La partida de tests defectuosos tenía homologación europea para la compra y
comercialización en todo el espacio comunitario. Encima, no se compró en China,
fue un proveedor nacional, que lo ha traído de China a través de una empresa
que no constaba en la lista de proveedores del Gobierno chino. Quiero decir que
esa compra es independiente del resto de compras que ha hecho el Gobierno de
España al chino.
De hecho, no se
utilizó. El Instituto de Salud Carlos III analizó toda la documentación
aportada por la empresa, no había ninguna alerta en la Agencia Española del
Medicamento. Aún así se testó, se hicieron dos pruebas en paralelo y se
comprobó la baja sensibilidad, por lo que se retiró. Estas cosas pueden pasar.
El Gobierno, si el producto tiene la homologación que toca, lo compra.
- Otra crítica
contundente contra el Gobierno viene por la falta de material de protección y
prevención para el personal sanitario. ¿Qué valoración hace de estas críticas?
"Tenemos que aprender de esta situación"
-
Efectivamente, no hay material. Hay que importarlo y eso ocasiona que no haya
suficiente como para prevenir el contagio. ¿Qué ha pasado? Que el personal
sanitario se ha contagiado. Ahora parece que está llegando. Tengo información
de que al Hospital Universitario Doctor Peset de València ya está llegando el
material.
Claro, si no te
puedes abastecer, no puedes defenderte. El problema no es que no haya dinero
para comprarlo, es que no llega el material. Es difícil, están todos los países
del mundo comprando al mismo tiempo. Esto nos alerta para que si estas
situaciones se pueden volver a repetir en el futuro, hay que tenerlo en cuenta,
ahora nos ha pillado de improvisto. Tenemos que aprender de esta situación.
- ¿Cuáles
deberían ser los siguientes pasos, según Unidas Podemos, para gestionar esta
emergencia?
- Creemos que
en cuanto se tengan los tests rápidos, se tienen que aplicar al personal
sanitario y de alto riesgo para detener la cadena de contagios. No solo son las
medidas de confinamiento, los tests son imprescindibles.
Además, creo
que en el día a día, la situación de cada momento irá modificando el protocolo,
no puede ser un protocolo rígido. Y son los epidemiólogos los que tienen que
decidir esto, los expertos en epidemiología. Ellos son los que dicen por dónde
tenemos que ir cada día. A la gente le preocupa este cambio de normas, pero las
normas han de cambiar en situaciones que no controlamos totalmente. Estamos en
un sistema que por mucho que cierres barreras e inmovilices a la gente hay
factores que se escapan.
Pensamos que,
en general, la primera barrera de contención de la enfermedad ha de ser en
atención primaria. Esto es así porque el 80% de los casos son leves y no deben
ir al hospital, deben quedarse en sus domicilios, tratados y controlados por el
profesional de atención primaria. Eso hace una barrera para los hospitales que
deben tratar los casos moderados que precisan ingresos, así como los casos
graves que precisen o no asistencia en UCI. Para eso están los hospitales.
Hay veces que
eso no puede ser posible. Yo no sé si habría casos en los que la atención
primaria se tendría que restringir para abastecer de ese personal sanitario a
los hospitales. Si se puede, la mejor barrera es la primaria, desde ahí se
derivarán los casos necesarios a los hospitales. Esa es nuestra recomendación.
- Cuando se
declaró el estado de alarma, el Ministerio de Sanidad adquiría la capacidad de
poner los recursos de la sanidad privada al servicio del Gobierno para afrontar
la epidemia. ¿Se han puesto todos los recursos de la sanidad privada necesarios
a tal efecto?
"Todo tiene que estar supeditado al interés público"
- Sé que hay
parte de la sanidad privada que se ha puesto al servicio de la crisis. También
sé, por lo que he leído en prensa, que ha habido hospitales privados que se han
acogido a los ERTE y están cerrados. Claro, no sé cuáles son las
características de esos hospitales. La empresa que ha cerrado siete
establecimientos en Madrid por tiempo indefinido y porque su personal no está
en primera línea de lucha contra la pandemia, según dicen…
Claro, yo no sé
si estas clínicas se dedican a cirugía plástica o a qué y si tienen la
capacidad de formar parte del sistema de salud, no sé si cuentan con los
medios. Pero, lo que sí pienso es que ese personal podría pasar al sistema
público de salud, se necesita. Esta es una opinión, pues no sé qué
características concretas tienen estas clínicas, pero todo tiene que estar, en
estos momentos, supeditado al interés público. El Ministerio de Sanidad tiene
que ser quien lo gestione.
- Lanzó hace
unos días un hilo en Twitter muy duro con la gestión de la Sanidad
en la Comunidad de Madrid a raíz de que la portavoz del PP en el Congreso,
Cayetana Álvarez de Toledo, aplaudiera la gestión del PP de la Sanidad de la
Comunidad de Madrid. Hablaba de tres modelos de los hospitales en Madrid. ¿Cómo
funciona el primer modelo, el de financiación privada?
- Es una copia
del modelo inglés, que se llama así. La gestión es privada, es una empresa.
Normalmente son distintas empresas que se asocian, construyen el hospital y
gestionan el hospital. Pero en este modelo el personal sanitario es público. En
Madrid, no pertenecía al sistema nacional de salud, sino a seis empresas
públicas. En 2016, la fase del personal pasó al sistema público.
- Habla de un
segundo modelo, el de las concesiones administrativas.
- En este, el
personal laboral es contratado por la empresa privada. En el primero, corre a
cargo el personal del sistema público, aunque sea a través de una empresa
intermedia. En este segundo modelo, el personal sanitario corre a cargo de la
gestión privada.
- El tercer
modelo sería el caso de la Fundación Jiménez Díaz. La concesión de un área
sanitaria pasa a depender de un hospital privado.
- Ahí fue
sencillamente que la Comunidad de Madrid cedió un área sanitaria de 200.000
habitantes con dos ambulatorios, se cedió a la Fundación Jiménez Díaz y se le
encarga. No hay que construir hospital ni nada, simplemente un área de salud es
gestionada por una empresa privada.
- Parece que el
mantra de que “lo privado funciona mejor que lo público” se está desmontando…
"Es más barata la gestión pública"
- Claro, es que
no es verdad ese mantra. De hecho, hay montones de estudios que se han hecho
comparando la gestión pública con la gestión privada. Yo he seguido,
concretamente, el caso de la privatización en la Comunidad Valenciana, soy de
València y pertenezco a Acdesa, la asociación de defensa de la sanidad pública,
que pertenece a la Fadsp, la federación estatal. Ellos editan una revista en la
que hay muchos estudios comparando, estudios incluso de la Generalitat
Valenciana que gestionaba el PP, que reconocían que era más barata la gestión
pública. Además, la gestión privada, no solo no es más barata, sino que la
empresa privada ha de llevarse un beneficio. Entonces, ese dinero no recae
nunca en los pacientes ni en los servicios.
No solo eso. En
el periodo desde la crisis económica del 2008, se ha recortado el dinero para
los hospitales públicos pero no para los privados. De hecho, en muchas
ocasiones, se ha aumentado, porque la ganancia de esas empresas tenía que ir en
aumento. Eso es lo que no entendió la señora Cayetana Álvarez de Toledo.
Efectivamente, había aumentado la partida a la sanidad madrileña, pero ese
dinero no iba a la inversión pública, iba a los hospitales privados que tenían
que seguir teniendo su tasa de beneficios. Parece que Álvarez de Toledo no se
dio cuenta de ese detalle.
Lo que se está
financiando es el beneficio de las empresas privadas, empresas que tienen los
clientes asegurados, los enfermos, el dinero asegurado… Así cualquiera tiene
una empresa privada: sacar dinero público para las manos privadas, para que
unos señores se forren. Eso ni siquiera es una privatización, si lo analizas en
profundidad es un fraude.
*++
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