lunes, 25 de febrero de 2019

VENEZUELA. JUANILLO GUAIDÓ, EL CRIMINAL ENCARGADO DE ORGANIZAR LA MATANZA ENTRE TRABAJADORES VENEZOLANOS, DE MOMENTO VA PERDIENDO POLÍTICAMENTE



FRACASA EL GOLPE DEL 23-F EN VENEZUELA, PERO SIGUE LA AMENAZA DE LA GARESIÓN MILITAR

Diario Octubre/ 24.02.2019
El 23 de febrero estuvo marcado por falsos positivos en la frontera, como la quema de camiones con “ayuda humanitaria”, ¿excusa para avanzar hacia la intervención militar?
La operación intervencionista orquestada por los Gobiernos de Colombia y Estados Unidos (EE.UU.) y dirigentes opositores venezolanos de este 23 de febrero ya fracasó. El plan contó con varios falsos positivos para culpar al Estado venezolano de “represión” y provocación, pero estos fueron desmontados y expuestos al mundo.
Sin embargo, los falsos positivos en la frontera podrían ser el pretexto para dar justificar la meta que persigue la derecha venezolana e internacional: la agresión militar directa.
El presidente colombiano Iván Duque anunció este sábado el regreso de los camiones con la supuesta “ayuda humanitaria” hacia Venezuela, tras intentar ingresarla a ese país de forma ilegal a través de las fronteras con Colombia y Brasil.



.@madeleintlSUR reporta que cerca de #Ureña, en el lado colombiano del Puente Francisco de Paula Santander queman camión con cajas de la #USAID, como parte de la operación de #FalsoPositivo para culpar al Gobierno Bolivariano de Venezuela.
#ManosFueraDeVenezuela 🇻🇪
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Reportan otro falso positivo en la frontera colombo-venezolana. Fueron incendiados camiones de la "ayuda humanitaria" de la Usaid en el puente Francisco de Paula Santander del lado colombiano y culpan a la FANB, pese a que no hay funcionarios de ese lado pic.twitter.com/UtrLJ0OjAz
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Duque ofreció las declaraciones la noche de este 23 de febrero, junto con el secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y el opositor venezolano Juan Guaidó, quien comete el delito de usurpar el Poder Ejecutivo venezolano tras autoproclamarse “presidente interino”, sin el voto popular.
Todos enfatizaron los señalamientos contra el Gobierno de Venezuela por los camiones incendiados con alimentos y medicinas, un falso positivo, puesto que los responsables de la quema fueron los grupos violentos en la frontera. Pero lo importante es repetir la mentira para que este hecho se use como como el pretexto perfecto para la intervención militar.
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ÚLTIMA HORA | Presidente Duque: "El mundo pudo ver como se quemaron hoy alimentos y medicamentos, que fueron incinerados y que seguramente hubieran podido salvar vidas en Venezuela" https://bit.ly/2PVmtO5 

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“Vimos como un hombre manda a quemar comida frente a hambrientos”, Guaidó sobre el primer “gran hecho” que van querer utilizar para el expediente de intervención a Venezuela.

En cuanto a Almagro, su papel en la rueda de prensa fue dar el balance falso que confirme el guion de la dictadura en Venezuela y la “necesidad” de intervención. Según él, hubo 285 heridos (255 venezolanos y 35 colombianos). El Gobierno venezolano informó de 42 heridos, entre ellos siete efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
“Ha sido un cruento día por la violencia paramilitar y fuerzas represoras”, dijo. Y así inicia la película de la intervención militar “justificada”.
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Nuestras condolencias por los muertos y heridos en Santa Elena, víctimas de un regimen usurpador represivo. Sus crímenes deben cesar de inmediato #OEAconVzla



Se orquesta la intervención militar
Juan Guiadó anunció que este lunes se reunirá con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y participará en la reunión del Grupo de Lima para discutir “acciones diplomáticas y otras medidas” contra Venezuela.
El opositor pidió a los países del Grupo de Lima “tengan todas las cartas sobre la mesa”.
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Los acontecimientos de hoy me obligan a tomar una decisión: plantear a la Comunidad Internacional de manera formal que debemos tener abiertas todas las opciones para lograr la liberación de esta Patria que lucha y seguirá luchando.

¡La esperanza nació para no morir, Venezuela!

EE.UU. amenaza de nuevo
Paralelo a los acontecimientos violentos en la frontera colombo-venezolana, el consejero de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, promovió la deserción de efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) y los instó a incorporarse a las maniobras intervencionistas.
“A los militares venezolanos se les otorga amnistía por el presidente interino Juan Guaidó. Ahora pueden estar orgullosos de trabajar en nombre de una Venezuela democrática, para la protección y las prosperidad de todos los venezolanos”, escribió en Twitter.
Asimismo, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, indicó en Twitter que “tomará medidas contra aquellos que se oponen a la restauración pacífica de la democracia en #Venezuela”. El político aseguró que “ahora es el momento de actuar” y condenó los ataques en la frontera “perpetrados por los matones de Maduro”. Se refería a los falsos positivos ya desmontados por periodistas en el área.
Mientras que el presidente de EE.UU., Donald Trump, se limitó a publicar en su Twitter: “¡Dios bendiga al pueblo de Venezuela!”. El inicio de la frase (Dios bendiga) es el mensaje que suele enviar el Gobierno norteamericano antes de una invasión.
Finalmente, el senador estadounidense, Marco Rubio, pretendió dijo en la red social que “los Estados Unidos ayudarán a Colombia a enfrentar cualquier agresión contra ellos”, tras imponer otro falso positivo de supuesta agresión armada desde Venezuela hacia territorio colombiano.
Falsos positivos en la frontera
La frontera de Venezuela con Colombia y Brasil fue escenario de una operación de bandera falsa para  justificar una “intervención militar extranjera” en el país.
1. En el Puente Internacional Simón Bolívar, varios militares tomaron dos vehículos blindados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y embistieron contra el cerco de seguridad fronterizo. Tras el atentado corrieron hacia el lado colombiano de la frontera, donde fueron recibidos por políticos opositores venezolanos. El ataque dejó dos heridos.
2. Opositores venezolanos incendiaron camiones con el cargamento de “ayuda humanitaria” en el Puente Internacional Francisco de Paula Santander. Nuevamente se intentó culpar a la GNB, pero imágenes tomadas por testigos desmontaron el falso positivo.
3. Por Paracaima, al norte de Brasil, intentaron acceder camiones hacia Santa Elena de Uairén, en el estado venezolano de Bolívar. Dirigentes opositores venezolanos y los presidentes de Colombia y Chile difundieron la noticia del supuesto ingreso exitoso de la “ayuda humanitaria”. Esto fue desmentido por periodistas en la zona.
4. El diputado opositor venezolano Freddy Guevara, anunció que un barco con “ayuda humanitaria” partió desde Puerto Rico y tenía previsto llegar a Puerto Cabello,  estado de Carabobo, al centro norte de Venezuela. Más tarde, el gobernador de Puerto Rico informó que dio instrucciones para que el supuesto barco abandonara el área. Nuevamente, el ingreso ilegal fracasó.
Violencia en la frontera
El protector del estado Táchira (fronterizo con Colombia), Freddy Bernal, informó que la violencia opositora en la frontera dejó 42 heridos. De la cifra total, detalló “dos de bala por criminales colombianos, tres incendiados vivos y el resto con objetos contundentes”.
Este sábado, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la ruptura de las relaciones políticas y diplomáticas con Colombia y dio 24 horas al personal diplomático colombiano para abandonar el país. La medida la dio a conocer durante una movilización de las fuerzas revolucionarias hacia el Palacio de Miraflores, en la capital venezolana, en defensa de la paz.


VENEZUELA. CRIMINAL MONIGOTE EN CARGADO DE ORGANIZAR LA MATANZA CIVIL ENTRE VENEZOLANOS TRABAJADORES, JUANILLO GUAIDÓ, CACHO CARNE CON OJOS, POLÍTICAMENTE VA PERDIENDO



Tras el fracaso, EE.UU., el Grupo de Lima y la oposición venezolana van por la solución militar

CLAE / Rebelión
25.02.2019


Fracasada la entrada del caballo de Troya de la “ayuda humanitaria”, el plan injerencista de EEUU y la oposición venezolana se intentará mantener ahora bajo el paraguas de la Organización de Estados Americanos (en realidad del llamado Grupo de Lima), que formaría una fuerza conjunta que entraría en Venezuela, similar a lo realizado en Haití en 2004.

Bajo la égida del vicepresidente estadounidense Mike Pence seguramente este Grupo alineado con Washington acordará otras sanciones en contra de Venezuela para cerrar ulteriormente el cerco financiero, a partir del “falso positivo” de cualquier tipo de violencia o de reacción negativa por parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). La reacción negativa es la de no obedecer sus órdenes.

Pero tienen un grave problema: la unidad mostrada por los militares venezolanos ha generado un “efecto rebote” en sus pares brasileños y, sobretodo, los colombianos. La denuncia de Maduro, de la confesión del mandatario colombiano Iván Duque a su mandante estadounidense Donald Trump en conversación telefónica de que los militares colombianos no estarían dispuestos a verse involucradas en un conflicto (al menos abierto) con Venezuela, constituye un obstáculo de mucho peso en la ruta de los halcones de Washington.
Su “hoja de ruta” no está funcionando, quizá porque a pesar de fabricar una realidad virtual, sigue existiendo una realidad-real, que obligó al Consejero de Seguridad Nacional John Bolton cancelara el viaje a Corea del Sur para tratar las “conversaciones nucleares” con Corea del Norte, tema básico para las aspiraciones reeleccionistas de Trump para noviembre de 2020.

Mientras, el representante especial para Venezuela, Elliot Abrams insiste en una operación como la que realizaron con la “contra” nicaragüense en épocas de Ronald Reagan, que se extendería en el tiempo y que no coincide con las aspiraciones reeleccionistas del presidente tuitero.

Barack Obama preveía una “solución final” del conflicto colombiano como prerrequisito para el ataque a Venezuela. Pero el conflicto colombiano está lejos de solucionarse y una solución como la planteada por Abrams solamente lo recrudecería.

El poder fáctico estadounidense, conformado por los ultraconservadores junto a las grandes trasnacionales de la energía, la farmacéutica y el armamentismo (entre otras), sabe que al no existir las mencionadas precondiciones en Colombia, una aventura de ese tipo conlleva altos riesgos de terminar desestabilizando a su “aliado carnal” antes que a Venezuela.

El otro problema es el grado de organización del chavismo, macerado durante estos últimos 20 años. Lo que no se cuenta de la historia en los diferentes puntos de la frontera es la resistencia partisana de las organizaciones populares, donde se involucraron hombres y mujeres desde jóvenes adolescentes hasta jóvenes de más de sesenta. Gran parte de la épica de la resistencia este 23 de febrero se la llevan juntos la FANB y las organizaciones populares.

El método de las invasiones e intervenciones ilegales

Hay que tener en cuenta que el principal objetivo de EEUU es evitar inmiscuir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que podrían frenar cualquier plan para una invasión, sabiendo de las presiones de Rusia y China para impedir una opción militar en Venezuela.

Es difícil que la OEA tome esta decisión (no hay mayoría, máxime cuando su secretario general Luis Almagro participó del acto en Cúcuta, lo que molestó a varios gobiernos), y es por eso que los presidentes de Chile y Paraguay, Sebastián Piñera y Mario Abdo viajaron a la frontera colombo-venezolana para respaldar el accionar de su par colombiano Iván Duque y el Grupo de Lima, que se reúne este lunes en Bogotá.

Almagro pasó a ser un problema por su permanente ansia de protagonismo: en nombre de la democracia impone una práctica o gestión dictatorial en la OEA, sin consultar a todos los países ni aplicar los estatutos y reglamentos de la organización panamericana. Ya la Comunidad del Caribe (Caricom) lo acusó -indirectamente- de autócrata y racista.

La idea de crear varios puntos de acopio de la ayuda humanitaria era la de distraer al gobierno de Venezuela y desgastarlo en cuanto a la movilización de fuerzas y recursos. La inteligencia venezolana evaluaba que el show de la entrega de ayuda por el (nunca inaugurado) puente "La Tiendita" sería un posible señuelo para entrar con fuerzas paramilitares por otras zonas poco controladas de una frontera de más de 2.200 kilómetros de extensión.

Los dirigentes opositores María Corina Machado y Roderick Navarro coordinaron las acciones de acopio de ayuda humanitaria en Panamá y Brasil, donde los gobiernos de esos países se encuentran divididos entre apoyar o no una intervención militar. En Panamá, los estadounidenses prepararon la logística para albergar la supuesta ayuda humanitaria en el Centro Logístico Regional de Asistencia Humanitaria de Naciones Unidas, que el gobierno quiere poner a disposición de la OEA.

La mayor preocupación venezolana sobre lo que iba a escenificarse en Cúcuta era que el espectáculo artístico (con 500 mil espectadores según los organizadores y apenas 30 mil según periodistas europeos), con artistas internacionales, presidentes y prensa, pudiera derivar en actos violentos, como forma de ejercer presión sobre los militares venezolanos.

Entre las informaciones con que contaba la inteligencia venezolana era la posibilidad que ante actos de violencia entrara en acción un destacamento de francotiradores extranjeros con perfecta visibilidad desde zonas elevadas cercanas a "La Tiendita" y dispararan contra los voluntarios (generando los llamados falsos-positivos al que son tan afectos los gobernantes colombianos).

El mismo modus operandi sangriento utilizado durante el golpe de estado a Hugo Chávez en abril de 2002.

El poder paralelo

Pequeñas estrategias forman parte del entramado mayor para construir un poder paralelo en Venezuela. Ésta en una guerra de Quinta Generación, en un contexto de guerra mediática y fake news, para implantar (muchas veces, lamentablemente, con éxito) un imaginario colectivo de que en Venezuela hay guerra civil, que la gente se muere de hambre en las calles, que el gobierno asesina opositores a diestra y siniestra.

Configurados casi al dedillo, creados a partir de estrategias repetidas en otros escenarios, los discursos asociados a la oposición venezolana –desde EEUU, Colombia y otros países- s iguen el mismo patrón de retórica mesiánica copiado por Juan Guaidó  de su mentor Donald Trump. No muestran nada nuevo, ni pretenden romper esquemas.

E ntender sus lógicas, desarticular sus estrategias de manipulación y falsedades , donde el elemento común es la falacia y la mentira de permanente manipulación por medios y redes digitales, significan un camino fundamental para quebrar el poder comunicaciones al que también aspira la oposición en Venezuela.

Es habitual encontrar en varios medios frases sobre cómo Nicolás Maduro impide el acceso de la ayuda humanitaria, “porque niega que la nación esté enfrentando una crisis”. Esa es una de las ideas más repetidas, pese a que en múltiples ocasiones el chavismo ha reconocido la existencia de serios problemas económico-sociales en el país, provocados en un gran por ciento por las fuertes restricciones financieras impuestas por Estados Unidos.

Mientras tanto, el uso siniestro de valores universalmente reconocidos y apoyados, como la libertad, la democracia o el humanitarismo, implica un intento porlegitimar la violación de la legalidad, el desapego a la Constitución y el olvido de las más elementales normas de convivencia política.

El exvicecanciller ecuatoriano Kintto Lucas cuestionó las intenciones de líderes de la derecha internacional y los grandes medios de comunicación, sobre todo de EEUU, al utilizar a la población como un escudo humano, estimulando enfrentamientos La excusa de la ayuda humanitaria "no significa nada": no serviría siquiera para unos pocos días.

"Si quieren ayudar a Venezuela desbloqueen sus cuentas, no compliquen más la posibilidad de sus compras y ventas en el exterior, no le hagan un boicot petrolero", añadió.

“Es ingenuo pensar que Estados Unidos quiere restablecer la democracia en Venezuela”, señaló el excanciller brasileño Celso Amorim, quien alertó que la interferencia ilegítima y la amenaza del uso de la fuerza por Washington, con la colaboración del gobierno de Jair Bolsonaro, puede llegar mañana a Brasil.

Los cambios políticos deberán llegar por el diálogo y no por gestos unilaterales, con fuerte inspiración de intereses exógenos, motivados por intereses geoestratégicos. No se puede olvidar que Venezuela tiene la mayor reserva probada de petróleo del mundo, alertó.

“Brasil no puede aceptar un proyecto de ´cambio de régimen´ patrocinado por la mayor superpotencia, basado en una concepción ultrapasada de seguridad hemisférica, en una reedición de la Doctrina Monroe, objeto de referencias laudatorias del primer secretario de Estgado del gobierno de Trump, Rex Tillerson. Eso no significa obviar las críticas al gobierno de Maduro”, añadió.

Armas para Guaidó y Colombia

¿Quién inspeccionó qué hay dentro de las cajas de la llamada “ayuda humanitaria que llegaron de EEUU? ¿Alimentos, raciones deshidratas, medicinas? ¿Armas? Estas especulaciones toman dimensión ante la reiterada oposición de la Cruz Roja Internacional a inmiscuirse en la operación.

Las empresas -que según la vocera de la cancillería rusa, María Zarajova- están involucradas en el traslado de armas y municiones para la oposición venezolana son la estatal fabricante de aviones Antonov de Ucrania y Air Bridge Cargo ABC, precisaron fuentes de inteligencia. Las armas y municiones provenientes de Polonia, llegarían a principios de marzo a Colombia.

Air Bridge Cargo es una filial de Volga-Dnepr, el grupo de transporte de carga aérea que moviliza equipos como locomotoras, helicópteros y hasta otros aviones. Es de capital ruso y su sede está en Moscú aunque tiene operaciones y oficinas de ventas en EEUU, Gran Bretaña y la Unión Europea. Volga-Dnepr ha sido un proveedor de servicios de la ONU y del comando de transporte del Pentágono (Ustranscom), con el que ejecutó unas 13 mil misiones con equipos militares entre el año 2000 y 2014.

Según fuentes de inteligencia, en agosto de 2015 Volga le pagó al general Michael Flynn más de 11 mil dólares por una conferencia el ex militar era miembro del equipo de campaña de Trump y previamente, hasta 2014, había sido director de la DIA, la agencia de inteligencia militar. En enero de 2017, Trump lo designó consejero de seguridad nacional, aunque sólo estuvo 24 días en el cargo, tras comprobarse que había recibido pagos de entidades rusas como parte de la supuesta interferencia de Rusia en la campaña para evitar el triunfo de Hillary Clinton

En la trama está de por medio el conflicto de Rusia y Ucrania que ha dificultado el mantenimiento de los aviones Antonov (herencia soviética) y por otra parte el rol de Air Bridge que al usar aviones Boeing 747-8 ha permitido la supervivencia del gigante de la aviación de EEUU.

Colofón

Pese a todo el despliegue del terror mediático internacional, quedó en claro que hay un solo gobierno en Venezuela, el constitucional de Nicolás Maduro, y un pueblo organizado y decidido a defender la Revolución Bolivariana, pese a la grave crisis económico-social y más allá de los errores y falencias de sus actuales gobernantes.

Ningún cargamento con la supuesta ayuda humanitaria estadounidese pudo ingresar este sábado a Venezuela desde la fronteras con Colombia, Brasil, Curazao o Puerto Rico.

Juan Guaidó, el autoproclamado presidente interino, pudo sacarse una foto (sin bajarse de la tarima) con otros mandatarios como Sebastián Piñera, Iván Duque, Mario Abdo y los altos funcionarios estadounidenses en Cúcuta, con quienes compartió la frustración de una operación made in USA. ¿Volverá a Venezuela o ahora se autoproclamará presidente en el exilio?

Había declarado el 23 de febrero como un "día-D" venezolano, cuando la “ ayuda humanitaria” estadounidense entraría en el país y el cambio en el poder estaría cerca. Lla realidad: nada de eso ocurrió.

¿Defensa de la democracia? Nadie puede creer en ese cuento. Los europeos quitaron su apoyo a la operación cuando se convencieron que no llevaba a ninguna salida electoral, como ellos reclamaban. Y de allí la anulación de las operaciones desde las islas del Caribe y el repliegue brasileño.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, expresó el domingo que los días de Maduro "están contados”. "Las predicciones son difíciles. Elegir los días exactos es difícil", señaló Pompeo en CNN. "Confío en que el pueblo venezolano garantizará que los días de Maduro están contados", señaló, tratando de morigerar el fracaso.

No es de descartar que la oposición radical vuelva a intentar el terror callejero, como en 2002, 2014 y 2017 (con su secuela de cientos de muertos), creando el imaginario colectivo de la necesidad de intervención de fuerzas extranjeras. El gobierno colombiano parece seguir decidido a continuar prestando su territorio para una operación injerencista, a cambio de millones de dólares para el Plan Colombia.

 Álvaro Verzi Rangel: Sociólogo venezolano, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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FRANCIA. SE BUSCA ENCARGADO GENERAL PROVISIONAL ELEGIDO EN ASAMBLEAS DE BARRIOS Y PUEBLOS PARA PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, MIENTRAS SE JUZGAN A DIRIGENTES POLÍTICOS, POLÍTICOS DE POR SU NATURAL, TÉCNICOS ASESORES DE POLÍTICOS, COMILONES Y COMILONAS VARIOS Y VARIAS, PERIODISTAS DEL MERECUMBÉ, PRESIDENTES Y PRESIDENTAS DE BANCOS Y AL GATO DE LA PORTERA, RESPONSABLES DE LAS ALTERACIONES DEL ORDEN SOCIAL QUE ESTA CAUSANDO LA MANADA ANTES DICHA Y LA MANADA QUE NO SE DICE



Chalecos amarillos y sindicatos en Francia: ¿Hacia una huelga general?

Rebelión
23.02.2019



Ante la movilización espontánea de los chalecos amarillos, los sindicatos han pasado de su desconfianza inicial a intentos de acercamiento incompletos. 
El martes 5 de febrero lanzaron una huelga general que juntó a más de 300.000 personas en las calles del país. Esa movilización demostró la voluntad de unirse de la base de ambos. Ahora se habla de otra gran movilización en marzo, cuando acabe el “Gran Debate Nacional” del presidente Macron. Esa convergencia se construye discretamente al nivel local después de un invierno 2018 marcado por relaciones bastante frías entre los chalecos amarillos y los sindicatos.
El surgimiento de los chalecos amarillos ha cogido por sorpresa tanto al gobierno y sus aliados como al conjunto del bando progresista. Por el lado de los sindicatos, la reacción inicial ha sido de desconfianza. De hecho, el contexto no parecía propicio a la acción sindical. Aunque tanto las demandas de justicia social y fiscal como el perfil mayoritariamente popular de este movimiento recuerdan la base histórica del campo sindical, la movilización se ha desarrollado fuera del mundo empresarial y ha sido testimonio de pequeños empleadores y sus trabajadores colaborando codo con codo, junto con una infiltración –relativa pero segura– de la extrema derecha. En cualquier caso, este movimiento plantea a los sindicatos el papel que deben jugar mientras que la construcción de la huelga general hubiera sin duda permitido una unión de estos actores, dando un fuerte impulso al movimiento.
Un encuentro de un nuevo tipo
Hombres y mujeres de amarillo fluorescente invaden las rotondas del país. No presentan un color político claro, pero traen con ellos reivindicaciones defendidas desde hace tiempo por los sindicatos. Estos últimos, desorientados, han respondido con desconfianza antes que probar paso a paso un acercamiento. A finales de octubre, ciudadanos, a veces cercanos de la extrema derecha, llamaron a manifestarse el 17 de noviembre de 2018. La unión sindical Solidaires (Solidarios) publica un comunicado denunciando una “manipulación” de la extrema derecha mientras que Philippe Martinez interviene en France Inter para resolver que: “Es imposible imaginar a la CGT desfilando al lado del Frente Nacional”.
Con más de 280.000 personas en 2000 bloqueos y una movilización muy fuerte en Reunión, la primera jornada de los chalecos amarillos acaba convenciendo los políticos de izquierdas. La amplitud del fenómeno consigue en este momento modificar –¡tímidamente!– las directrices de las organizaciones sindicales. En efecto, la CGT y Solidarios acaban por llamar a la movilización, pero sin enfocar a los chalecos amarillos. Reconocen la legitimidad de las reivindicaciones sociales y progresistas, mientras que se limitan a invitar al movimiento a venir a su encuentro en lugar de intentar ir a su encuentro. Finalmente, no son los chalecos amarillos que los que van a ver a los sindicatos, sino al revés. La CGT Química, Sur Industria y FO Transporte deciden respaldar oficialmente el movimiento. Es el segundo acto, el sábado 24 de noviembre, que resonará para los sindicatos como la confirmación de una compatibilidad con sus reivindicaciones y modos de acción. A nivel local, los sindicalistas aportan a veces soporte material y logístico. En una tribuna de “sindicalistas contra la vida cara” publicada en Mediapart unos sesenta de ellos afirma que “es posible involucrarse colectivamente en esta batalla”, pero recordando que “ninguna agresión, ninguna violencia racista, sexista u homófoba es tolerable, sea la que sea o venga de donde venga”.
Las organizaciones sienten la transformación y se muestran más abiertas al movimiento. El uno de diciembre, día tradicional de movilización de los desempleados, orquestra el acercamiento de estas dos facciones de la movilización. En su comunicado del 27 de noviembre, Solidarios invita a dedicar este día al encuentro entre diferentes movimientos y modos de acción: el Colectivo Rosa Parks, parados y paradas, huelgas en los puestos de trabajo y movilización de los chalecos amarillos para “los camaradas y ciertos sindicatos de Solidarios”. Además, la CGT aprovecha esta fecha habitual para fortalecer la llamada a los chalecos amarillos, sin nombrarlos, concluyendo que “todos los ciudadanos, asalariados activos y jubilados”, se unan a las manifestaciones del uno de diciembre. Junto con la jornada del 8 de diciembre, estos dos “actos” de los chalecos amarillos conforman el apogeo de la movilización tanto en París como fuera.
Algunos acercamientos y un inicio de unión
La fractura del sindicalismo francés alrededor de los chalecos amarillos no ha tardado en aparecer. Los sindicatos reformistas han mantenido distancias claras desde el inicio del movimiento. El 13 de diciembre, después de una reunión nacional de sus organizaciones, el comité nacional de Solidarios publicaba una declaración llamando a una jornada de huelga interprofesional el 14 de diciembre y a participar en la manifestación de los chalecos amarillos del 15 de diciembre. Esta llamada confirma la orientación tomada por el sindicato y lo sitúa definitivamente del lado de los apoyos al movimiento. En este contexto, la CGT se mantiene indecisa. La firma por parte de la CGT de un comunicado agrupando a los principales sindicatos –exceptuando Solidarios– ilustra las dudas de la Confederación. Mientras que internamente la CGT defendía el acercamiento con el movimiento, este comunicado del 6 de diciembre llama a “entablar el diálogo” y a la “negociación” con el gobierno, condenando “toda forma de violencia en la expresión de las reivindicaciones”.
Las reacciones no se hacen esperar. La Federación Química habla de “una puñalada por la espalda” mientras que la CGT Haute-Garonne “denuncia” el comunicado como un “repudio” a las luchas en curso. Aunque el comité confederal intenta tranquilizar a su base publicando un comunicado unilateral algunas horas más tarde para denunciar la violencia del gobierno y rehusar la invitación del ministro Pénicaud, es demasiado tarde. El incidente ilustra las vacilaciones y la pérdida de referencias de la CGT respecto al movimiento.
Localmente, los sindicatos van a las manifestaciones del sábado o a los bloqueos entre semana, no existe reciprocidad. La llamada sindical a manifestarse el 14 de diciembre no sobrepasará el entorno sindical, con algunos miles de manifestantes presentes en París. No será hasta la llamada del 5 de febrero cuando se verá la primera manifestación en la que se mezclen Chalecos Amarillos y Chalecos rojos –como se llaman a sí mismos ciertos sindicalistas–.
Situación de debilidad
2018 no habrá conocido ninguna huelga general. Este hecho lleva a reflexionar sobre el rol y el poder de los sindicatos. Aunque la invocación de la “huelga general” no sea suficiente, una llamada clara a una huelga interprofesional se ha echado mucho de menos. Con un 11% de afiliados, el sindicalismo francés se caracteriza por una tasa de afiliación mucho más baja que en otros países europeos. Dejando de lado las diferentes herramientas de medida, los sindicatos no han obtenido ninguna victoria decisiva a nivel nacional o en sectores importantes desde la derrota ante la reforma de las pensiones en 2010. A esto se añaden las reformas del derecho laboral y de la representación que vuelven aún más compleja la acción sindical.
Este contexto, ampliamente desfavorable al sindicalismo de lucha, parece suscitar una pérdida de confianza en el seno de las organizaciones sindicales. Esta pérdida de confianza podría explicar, en parte, sus dudas y su timidez. Jean-Louis Peyren, secretario general de la CGT de Sisteron Mourenx condena en una carta a la CGT estas dudas como un factor aislante más de los sindicatos. En su respuesta al comunicado del 6 de diciembre, concluye: ‘“¿Hemos, de hecho, sorprendernos por haber sido superados por el inicio de la revuelta del 17 de noviembre, producida sin nosotros? Pues no. Hoy en día, la CGT paga por todos estos años de reflexiones al estilo de “¿Vamos o no?”, “¿Estamos listos?”’
Para empezar, la construcción de una movilización general necesita que se ponga en marcha el conjunto de la estructura de un sindicato. La CGT incluye más de 130 organizaciones, mientras que Solidarios es una unión sindical que descansa sobre el consenso y el derecho a veto de cada uno de los sindicatos que la componen. Esta estructura vuelve a las estructuras nacionales dependientes de las tendencias de sus diferentes sindicatos. De este modo, el sindicato Solidarios Finanzas públicas ha denunciado los ataques y bloqueos de delegaciones del Ministerio de Finanzas por parte de los chalecos amarillos. Según este sindicato, 134 centros en 55 provincias han sido objetivo a finales de noviembre, lo cual explica la lentitud de esta Unión sindical en su unión al movimiento. El debate interno y la convergencia de los intereses de cada sector es un factor a tener en cuenta.
Una necesidad de impulso
Durante el movimiento, sindicalistas de diferentes sectores y regiones han intentado adecuar la máquina sindical a los chalecos amarillos a través de plataformas reivindicativas, como en la Haute-Loire, o a través de llamadas a la huelga, como en la CGT Servicios públicos que llama a apoyar la lucha de los “chalecos amarillos, chalecos rojos, sin chalecos”Sin embargo, estas iniciativas locales no pueden sustituir el trabajo de movilización en el interior de las empresas para construir la huelga. Este trabajo se puede hacer por iniciativa de la base, pero necesita de un impulso nacional.
El “interruptor” huelga general no existe, naturalmente. Pero una huelga interprofesional no puede venir sólo de las llamadas de la base, y esto al mismo tiempo que el dirigente de la CGT declaraba, en la Midinale de Regards del 30 de noviembre: “Nuestra responsabilidad es poner todo el mundo en huelga”. Se instala entonces un juego de espejos en el cual la base y la esfera nacional esperan una señal del otro, un impulso. Las federaciones o los sindicatos han lanzado señales, ¿pero eran suficientes? Al parecer no, si nos fiamos de las dudas de las estructuras nacionales. No obstante, un impulso nacional habría podido ayudar a extender la movilización a los sectores aún dudosos.
En Solidarios el impulso se hizo con la declaración del 13 de diciembre llamando a la huelga interprofesional para el día siguiente. Desde finales de noviembre, la Unión sindical invitaba a sus compañeros a una reunión intersindical con el objetivo de plantearse una movilización general. Sin embargo, Solidarios, un sindicato minoritario y presente sobre todo en el sector público, no puede convocar por sí mismo a una huelga general. Por el lado de la CGT, las oscilaciones del comité confederal no han permitido dar un impulso suficientemente claro y fuerte para pasar de iniciativas locales a la movilización general. Esto es a lo que apuntan algunos integrantes de la CGT en su llamada del 13 de diciembre, que afirma que la CGT “se encuentra en un cruce de caminos, o da la espalda a este movimiento y a la mayoría de trabajadores que lo componen o intentamos converger”, antes de concluir: Siguiendo el ejemplo de algunas de nuestras estructuras CGT, debemos participar en la movilización en curso y buscar convergencias, no solo discursivamente sino también organizándolo realmente”. Las organizaciones como Solidarios y la CGT –su secretario general llama a “volver a empezar” desde la vuelta al trabajo en 2019– no han dicho su última palabra. A pesar de su relativa ausencia en el movimiento en invierno de 2018, la llamada a la huelga del 5 de febrero puede suponer el inicio de una alianza entre estos dos actores de la lucha social del momento.
Sea cual sea la continuación del movimiento amarillo fluorescente –vuelta a las movilizaciones, participación en las elecciones, etc.– este último ha recompuesto en parte el campo de batalla. Además, ha mostrado las dificultades de larga duración de las organizaciones sindicales. Para los sindicatos está en juego definir su rol ante movimientos sociales de un tipo nuevo, pero también y sobre todo llegar a contactar o hasta organizar estas categorías de trabajadores que han asaltado las rotondas, saliendo así del silencio, y, momentáneamente por lo menos, de su aislamiento.

Arthur Brault-Moreau, licenciado en filosofía y sociología, milita en el sindicato Solidaires y trabaja como asistente parlamentario en Francia Insumisa.


Traducción: Alexi Quintana

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