miércoles, 1 de octubre de 2008

NOBLEZA OBLIGA, DON MARCELINO IGLESIAS, PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE ARAGON



Don Marcelino no me voy a dirigir a usted en un plano de igualdad, porque yo me considero hombre y comprenderá que par hablar entre iguales, es necesario otro hombre al que poder dirigirme. Me va usted comprendiendo, no?

Digo esto, porque cuando un hombre compromete su palabra, la cumple, y aquí no me voy a entretener muchos, porque de esto de cumplir palabras está usted pez. Cierto es, que a veces la palabra dada no se cumple, pero sólo por que no se pudo, en cuyo caso, se dice porque no se pudo cumplir y aquí paz y allá gloria, pero ya le digo, no le voy a dar mas vueltas a esto de no cumplir la palabra.

Me dirigiré a uste d, pues, con las debidas distancias, para que cada cual quede en su sitio. Usted como Presidente del gobierno de Aragón, y yo como un ciudadano corriente y moliente, con derecho a exigirle a usted, no como hombre, que así no le estoy tratando, que cumpla con su trabajo porque para eso yo le estoy pagando.

A primeros del pasado Septiembre se reunión usted con el Alcalde de Aliaga, en cuyo pueblo una empresa, NeoElectra, lleva ocho años, ocho, don Marcelino, realizando una actividad económica, con un representante de esta empresa y con un funcionario de medio ambiente de su gobierno, actuando usted como Presidente del gobierno de Aragón, o sea, originándole usted a la Comunidad Aragonesa los gastos correspondientes de gasolina de su coche oficial (que por cierto, un tornillito de esa coche oficial es mío, no me lo mal gaste, por favor), su o sus guardaespaldas correspondiente y el tiempo que gasto usted en hacer el viaje, que como bien sabe, seguramente bastante mejor que yo, es caro, usted no tiene como sueldo el salario mínimo interprofesional.

Pues bien, actuando usted como Presidente en esa reunión, para tratar lo relativo a los permisos administrativos corres pendientes con el objeto de que NeoElectra, después de ocho años, ocho, de actividad en Aliaga, no tenga que abandonarlo, empeñó su palabra de que se solventarían todos los trámites legales, y creyendo en usted, el Alcalde de Aliaga así se lo comunicó a sus vecinos. Y es fácil suponer como estos vecino de Aliaga recibieron la noticia, al saber por su Alcalde que el Presidente de Aragón, don Marcelino Iglesias había dado su palabra de solventar todos los problemas legales (o que a lo mejor no son tan legales) que rodean a NeoElectra.

Pues, bien, don Marcelino, no hace falta que yo le recuerde que ha incumplido su palabra, obviamente, el primero en saberlo ha sido usted que no la ha cumplido, y el incumplimiento de su palabra para Aliaga y su sus vecinos, a medio plazo, supone su extinción. Extinción de la fauna esa que se llama habitantes del medio rural aragonés, (mucho más importantes que los cangrejos y quebrantahuesos, que por cierto ya no hay) ¿capta lo que le quiero decir, verdad?

Yo le exijo el cumplimiento de su palabra dada los vecinos de Aliaga, que junto a ellos somos más que usted, o bien sus disculpas ante los mismos, y la explicación de los motivos que le han llevado a no cumplirla, motivos políticos, de asesoramiento o de favor, en fin, los motivos para no cumplirla que haya tenido usted, aunque esto último, lo de pedir disculpas, en realidad, lo he escrito por escribir, dado que es uno a esto de escribir, porque lo de cumplir la palabra es cosa de hombre enteros y ya he dicho al principio que no le estaba tratando como tal.

NeoElectra, por fin, se va de Aliaga, lo cual es motivo de contentura para su Consejero de Medio Ambiente, señor Boné, que ve cumplida una premonición que él hizo cuando dijo hace tiempo que por sus cojones NeoElectra no funcionaria, cosa que yo no creo, lo de los cojones del ser Boné, para mí que no han de ser muchos, tendrá, a todo tirar dos, como cualquiera que tenga cojones, porque bien se podría dar el caso que por ache o por be no tuviera. Lo que si ha tenido el señor Boné a su disposición es una seri de instrumentos legales y económicos para servir a la comunidad aragonesa, lo repetiré otra vez, no sea que ande uste también mal de lectura, para servir a la comunidad aragonesa, cosa que no ha entendido bien, para la comunidad aragonesa.

Pero NeoElectra se va también de Aragón y sobre todo, porque usted que podía hacer que se quedara con tan solo cumplir su palabra no la ha hecho.

NeoElectra va a iniciar un proceso legal contra el gobierno aragonés para reclamarle daños y perjuicios, y yo que no tengo cojones como el señor Boné ni soy presidente como usted, estoy seguro que acabará ganándolo y, por consiguiente, que todos los aragoneses terminaremos pagando por la “cojonada” de Boné y la falta de cumplimiento de su palabra, por lo que ami me parece, como idea se lo digo, que no estará de más trabar embargo preventivo en las edificaciones que se ha hecho el señor por aquellos parajes en terrenos rústicos para hacer frente a las indemnizaciones que en su día, y a mi juicio, habrá de hacer el gobierno aragonés a la empresa NeoElectra.

De este asunto y hasta que no compruebe sobre el terreno otra vez de forma mas concienzuda las construcciones del señor Boné, la voladura de un cerro para hacer pasar la carretera de acceso a dichas construcciones, et., y releer, también, con más atención todos los permisos obtenidos por el señor Boné para sus construcciones, no hablaré más.

Y, para finalizar y aprovechando que estamos en esto del incumpliendo de palabras, le escribiré al Rey una carta para decirle que la palabra que usted le dio de llevarle el primer caviar que saliera de la factoría de Aliaga no la va a cumplir, y apara tranquilizar a Su Majestad, le añadiré que no se preocupe, que usted aquí, en Aragón, que es donde debe cumplir lo que dice tampoco cumple.

Aquí un súbdito del Rey (mal avenido, pero súbdito) y un plebeyo suyo, a lo que mande, don Marcelino.

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