viernes, 17 de diciembre de 2021

Se amplía la brecha entre los trabajadores y dueños del capital

 

Se amplía la brecha entre los trabajadores y dueños del capital

DIARIO OCTUBRE / diciembre 16, 2021

Las mujeres han sido más duramente afectadas por la crisis; el empleo femenino se ha visto reducido en un 5 por ciento en el 2020, frente a un 3,9 por ciento de los hombres; además, el haber tenido que intensificar las actividades de cuidado y educación de los niños en el hogar ha provocado un aumento del tiempo de trabajo no remunerado.




En el contexto de la crisis mundial del capitalismo y del desate de la pandemia del Covid 19, la brecha que separa a la gran burguesía de los trabajadores y los pueblos se ha ampliado, esto por efecto de la mayor concentración y centralización de la riqueza en pocas manos, por un lado, y por el deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que el año anterior se perdió el 8,8 por ciento del total de horas de trabajo, el equivalente a las horas trabajadas en un año por 255 millones de trabajadores a tiempo completo; la mitad de estas horas se debió a la destrucción de fuentes de empleo. En relación a 2019, el empleo total se redujo en 144 millones de trabajadores; de no ser por la pandemia —señala la OIT— se habrían creado unos 30 millones de nuevos puestos de trabajo en 2020 en todo el mundo. Los índices de pérdidas de horas de trabajo se mantienen en cifras altas en lo que va de este año; el primer trimestre se observó un déficit de horas de trabajo totales del 4,8 por ciento y del 4,4 por ciento en el segundo trimestre, esto es, 140 millones de empleos a tiempo completo en el primer trimestre y 127 millones en el segundo trimestre [1] . Las regiones más afectadas son América Latina, Europa y Asia Central.

El incremento de la desocupación, la disminución forzada de las horas de trabajo, en unos casos, y el alargamiento de la jornada laboral sin reconocimiento en el salario, en otros casos por efecto del establecimiento del teletrabajo, la contracción del mercado interno de los países ha significado la caída de los ingresos y el incremento de la pobreza. Los datos que al momento se conocen respecto del comportamiento de los salarios muestran una presión a su disminución o a un incremento menos acelerado que en el período 2006-2019, es decir previo a la crisis. La OIT prevé para este año la creación neta de 100 millones de puestos de trabajo, que «seguirá siendo más bajo que su nivel previo a la crisis». Además, calcula que «el déficit mundial de puestos de trabajo inducido por la crisis se situará en 75 millones en 2021 y en 23 millones en 2022. El incremento del desempleo se mantendrá, pasando de 187 millones en 2019 a 220 millones en 2021. La recuperación sería algo más rápida en los países de ingresos altos.

Los trabajadores informales se han visto gravemente afectados por la crisis; en el año 2019 se calculaba que el 60,1 por ciento de la fuerza de trabajo mundial estaba constituida por estos, aproximadamente 2 000 millones de personas. «Los asalariados informales tenían tres veces más probabilidades que los asalariados formales, y 1,6 veces más probabilidades que los trabajadores por cuenta propia, de perder sus puestos de trabajo a consecuencia de la crisis». [2]

Las mujeres han sido más duramente afectadas por la crisis; el empleo femenino se ha visto reducido en un 5 por ciento en el 2020, frente a un 3,9 por ciento de los hombres; además, el haber tenido que intensificar las actividades de cuidado y educación de los niños en el hogar ha provocado un aumento del tiempo de trabajo no remunerado. Las mujeres han dejado de recibir 800 000 millones de dólares de ingreso a nivel mundial debido a la pandemia. Los ingresos perdidos en 2020 equivalen a la riqueza conjunta de 98 países.

Para millones de jóvenes, este período ha significado —también— la imposibilidad de incorporarse al trabajo productivo o se han visto obligados a aceptar empleos con salarios más bajos que los establecidos oficialmente, debido a que existen menos puestos de trabajo. Millones de ellos también se vieron obligados a abandonar sus estudios, debido a las dificultades económicas. De esta manera, ha crecido el número de jóvenes que no trabajan ni estudian.

Hay estudios que develan que cada minuto once personas mueren por hambre y malnutrición, superando la tasa de defunciones por Covid 19, que es de siete personas por minuto. Se calcula que, en la actualidad, 155 millones de personas en el mundo viven en situación de crisis alimentaria o peor, lo que supone 20 millones de personas más que el año anterior. Dos de cada tres de estas personas pasan hambre a consecuencia de la guerra o conflictos internos en sus países. El número de personas que viven en condiciones cercanas a la hambruna se ha multiplicado por seis desde el comienzo de la pandemia. La situación se tornará más compleja debido al aumento del precio de los alimentos en un 40%, el mayor aumento en una década.

El capitalismo ha llevado a que 1 300 millones de personas vivan, aproximadamente, con menos de 1 dólar al día nos lo dice todo.

La otra cara de la moneda es lo que ocurre con la gran burguesía, con los poderosos grupos monopólicos, para muchos de los cuales la pandemia ha sido una oportunidad para aumentar sus ganancias.

Los ingresos del 1% más rico duplican los ingresos del 50% más pobre; la fortuna de las 10 personas más ricas del mundo aumentó en 413 000 millones de dólares el año pasado; cifra que —según las Naciones Unidas— es suficiente para financiar 11 veces la totalidad de su asistencia humanitaria mundial.

Notas

[1] Perspectivas sociales y de empleo en el mundo. OIT. 2021. https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—dgreports/—dcomm/—publ/documents/publication/wcms_794492.pdf

[2] Ibid

FUENTE: pcmle.org

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Centenario de la fundación del PCE: Un homenaje mediático con trampa anticomunista

 

Centenario de la fundación del PCE: Un homenaje mediático con trampa anticomunista

Por Cristobal García Vera

KAOSENLA RED / DICIEMBRE 2021

 


Por la época en la que nos ha tocado vivir, y por la propia deriva ideológica del PCE, quizá no debería sorprendernos que el Centenario de la fundación de este histórico Partido esté siendo objeto de toda una suerte de programas y artículos en los medios de comunicación que, no por casualidad, son utilizados para reforzar, justamente,  la orientación política que lo condujo a perder su esencia -su propia razón de ser- e inició el declive que lo ha llevado a su actual estado de postrada inanición.

Reportajes realizados por cadenas televisivas como La Sexta, en los que los “homenajes a la historia del PCE  se convierten,  simultáneamente, en otro homenaje a la mitificada Transición política española, y al  “buen juicio” del que supuestamente hicieron gala los dirigentes del Partido Comunista al hacer posible el advenimiento del Régimen monárquico  y la Constitución de  1978. Y en los que, como epílogo, se augura un buen futuro para esa organización si fuera capaz de seguir “adaptándose a las nuevas realidades sociales”, aunque ello sea a costa de renunciar, definitivamente, a cualquier recuerdo que aún pudiera conservar de su vieja identidad comunista y revolucionaria.

La participación en estos productos mediáticos de personajes cuyos juicios sobre el ayer constituyen una autojustificación de su integración actual en las instituciones del Régimen monárquico los convierten, en definitiva, en una aterradora ceremonia de la confusión que, como mínimo, requeriría recibir una respuesta contundente.

En primer término, porque supone un insulto a la memoria de las decenas de miles de militantes del PCE que, con independencia de la orientación que en su momento dictara la dirección de ese partido, lucharon y sacrificaron lo mejor de sus vidas -cuando no las perdieron- por una causa que queda totalmente desvirtuada por este tipo de mistificadoras revisiones históricas.

Y, en segundo lugar, porque esa relectura del pasado  que hoy se hace,  en perfecta sincronía con el discurso del postfranquismo, continuará actuando, mientras no sea recusada a cabalidad, como un obstáculo fundamental para la recuperación del hilo rojo  que fue alevosamente destruido por el pacto de silencio y desmemoria suscrito en el curso de la denominada “Transición”.

En Canarias, una de las expresiones más significativas de  esta interesada confusión ideológica  fue la entrevista recientemente concedida al diario “La Provincia” por José Carlos Mauricio, el ex secretario del PCC que desempeñó en las islas un papel similar en el proceso de desintegración del Partido Comunista al que jugara Santiago Carrillo a nivel estatal.

JOSE CARLOS MAURICIO

Para quienes lo ignoren, cabe recordar que Mauricio fue un político institucional, ya retirado en sus confortables cuarteles de invierno,  que acabó ejerciendo – en las filas del partido derechista Coalición Canaria-, como “conseguidor” en Madrid de las reivindicaciones de la burguesía isleña  y que, en la citada entrevista, no desaprovechó la ocasión para reiterar la versión oficial que presenta la política adoptada explícitamente en los 70 por el PCE, el denominado “eurocomunismo”, como el tránsito de   “un Partido Comunista ortodoxo, radical, prosoviético a un partido democrático, antisoviético, que atraía comunistas y no comunistas dispuestos a luchar de verdad contra la dictadura” (1).

UNA DEFENSA FURIBUNDA (E INFUNDADA) DEL EUROCOMUNISMO, SANTIAGO CARRILLO Y EL RÉGIMEN DEL 78

SANTIAGO CARRILLO

Pero este personaje, hoy justamente desprestigiado en la sociedad canaria, no ha sido el único que en estos días se aprestaba a defender en las Islas el proyecto eurocomunista. En otro artículo publicado también en el periódico La Provincia (2), el antiguo militante del PCE Emilio Díaz Miranda -muy próximo al propio José Carlos Mauricio durante los últimos años de la Transición– realizaba el 7 de diciembre una airada defensa de la corriente política carrillista y, de forma indirecta, del mismísimo Régimen monárquico español, permitiéndose descalificar a quienes -según él- “lo critican, con generalidades demagógicas”, y “consignas” y rechazando, incluso, esta denominación.

   “El llamado “Régimen del 78”, ¿cuándo empieza?  ¿Empieza cuando se aprueba la Constitución actual o cuándo Tejero irrumpe pistola en mano en el Parlamento y todos se tiran al suelo menos tres diputados, uno de ellos Carrillo?”– se pregunta retóricamente Díaz Miranda en su texto, sin aportar ningún razonamiento o aclaración ulterior (3).

Y es que, a decir verdad, el Sr. Díaz Miranda no ofrece en su artículo ni un solo argumento  teórico, ni de ningún otro tipo, para justificar sus posiciones políticas. En lugar de ello, intenta persuadir emocionalmente al lector, exaltando su propio valor como “viejo militante” e intentando desacreditar a “los críticos” porque, supuestamente, su juventud y el hecho de que no vivieran durante la dictadura franquista les incapacitaría para comprender correctamente lo sucedido en las postrimerías del Franquismo y el verdadero  valor de  la “democracia” españolaUn recurso falaz que de asumirse seriamente obligaría a suprimir la Historia como ciencia y a restringir toda consideración política a la propia contemporaneidad y que, por cierto -según me cuentan- muchos argüían también durante el franquismo contra los jóvenes revolucionarios que cuestionaban la dictadura, porque ellos  “no habían vivido la Guerra Civil”.

Se trata, en definitiva, de un texto que por su manifiesta vacuidad quizá no ameritara ninguna contestación. Esta se hace necesaria, sin embargo, por el aparente interés de su autor –residente en Alemania desde los años 80–  en convertirse ahora en una suerte de portavoz de la resistencia antifranquista en Canarias, ofreciendo charlas sobre  la “memoria histórica” y el “antifascismo” en las que reproduce, anecdóticamente, el interesado  relato oficial sobre la Transición.

EL EUROCOMUNISMO NO FUE UNA “DEMOCRATIZACIÓN ANTIESTALINISTA” DEL PCE

Al igual que sucede en sus charlas públicas,  el  Sr. Díaz Miranda no intenta ensayar en su artículo ninguna fundamentación teórica del eurocomunismo. Ni recurriendo a los desarrollos sofisticados que en su día popularizaron los dirigentes del Partido Comunista Italiano -falsificando, eso sí, las ideas del revolucionario Antonio Gramsci-, ni a la versión más tosca del propio Santiago Carrillo Solares, expuesta en su “Eurocomunismo y Estado”.

Coincidiendo con su ex jefe de filas José Carlos Mauricio, Díaz Miranda pretende, simplemente, presentar todavía esta tendencia política como una “democratización antiestalinista” del PCE.

Para ello hace poco más que recurrir a algún párrafo deslavazado, con el que expresa  también su “indignación” por el hecho de que los propios herederos del eurocomunismo paguen hoy con el “silencio sistemático o el olvido al que fuera Secretario del Partido desde 1960 hasta su voluntaria abdicación”.

   “Si lamentable era la política estalinista -escribe el Sr. Díaz – también es a mis ojos lamentable,  sin llegar a la brutalidad estalinista, la constante omisión del nombre del que es, guste o no guste, uno de los “padres de nuestra Democracia (Carrillo)” (4).

   “Recordemos  -añade el Sr. Díaz Miranda rebelándose contra dicha omisión – como en marzo de 1977, tres meses antes de las primeras elecciones generales españolas tras la muerte de Franco, comenzó la cumbre eurocomunista entre Enrico Berlinguer del PCI, el dirigente del Partido Comunista Español, Santiago Carrillo y Georges Marchais por el Partido Comunista Francés. Tres partidos comunistas europeos que condenaban públicamente la invasión de un país socialista, Checoslovaquia, por las tropas del Pacto de Varsovia encabezadas e impulsadas por la Unión Soviética en 1968″.

Aunque cuatro décadas de trayectoria política sirvieron para dejar en evidencia la naturaleza real de la tendencia política eurocomunista que aún sigue defendiendo el Sr. Díaz, lo cierto es que  ya en la propia década de los 70 se podían encontrar aproximaciones teóricas tan rigurosas al fenómeno del eurocomunismo como las del filósofo Manuel Sacristán quien, en un célebre ensayo, apuntaba que, al contrario de lo que pretendían sus promotores, el eurocomunismo:

no es una estrategia hacia el socialismo, sino  el último repliegue del movimiento comunista“, y que “su presentación eufórica como vía al socialismo implicajustamentela voluntad de ignorar dicho repliegue y el abandono de toda noción seria, no reformista-burguesa, de socialismo” (5).

Por aquellas mismas fechas, otros teóricos marxistas, como los editores de la revista Monthly Review, Paul M. Sweezy y Harry Magdoff advertían también que:

    “Los partidos comunistas tradicionales de los países capitalistas centrales estaban siguiendo los mismos pasos que habían seguido los partidos socialdemócratas de la de la II Internacional, que renunciaron primero a cualquier perspectiva revolucionaria para acabar luego apoyando las aspiraciones expansionistas de sus respectivas burguesías durante la I Guerra Mundial” (6).

Obviamente, se precisaba la perspectiva temporal para constatar fácticamente que ese era, en efecto, el camino que ya habían comenzado a transitar los partidos adscritos al eurocomunismo. Organizaciones otrora tan poderosas e influyentes como el PCI o el Partido Comunista Francés (PCF), que pronto pasaron de prometer “vías graduales y pacíficas al socialismo” integrarse plenamente en el sistema capitalista contribuyendo a su gestión incluso en su fase neoliberal,  en un proceso de degradación ideológica y moral que condujo, de una u otra forma,  a su propia autoliquidación.

En el Estado español la naturaleza del eurocomunismo también se puso crudamente de manifiesto con la participación del PCE en la llamada “Transición a la democracia”. La operación de restauración de la Monarquía borbónica que daría lugar al Régimen político  “del 78”.

El eurocomunismo no fue, en definitiva, ningún proceso de “democratización antiestalinista” de los PCs, ni un proyecto de “socialismo en libertad”, sino un proceso de socialdemocratización que ya contaba con antecedentes históricos,  de progresiva pérdida de identidad comunista,  que se ha prolongado hasta la actualidad con herederos que en el Estado español se encuentran hoy aplicando, desde el Gobierno central y junto con sus socios del PSOE, las directrices únicas del proyecto neoliberal de la Unión Europea.

El CONFLICTO POLÍTICO NO ES GENERACIONAL: CONTRA LOS JÓVENES MILITANTES ANTIFACISTAS, EN DEFENSA DE LOS JÓVENES MINISTROS 

EL PRESIDENTE PEDRO SÁNCHEZ Y LA VICEPRESIDENTA YOLANDA DÍAZ, REPRESENTANTES DEL GOBIERNO DE COALICIÓN

No es extraño, por tanto, que el Sr. Díaz Miranda se manifieste también en su artículo como un ferviente defensor de este Gobierno socio-liberal que se nos presenta como “el más progresista de la Historia”.

En su ataque contra quienes, desde la izquierda, se atreven a criticar las políticas del Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, el Sr. Díaz reconoce que -junto a un artículo del historiador Santiago Lupe– “el segundo motivo indignante” (7) que le ha incitado a escribir es:

   “otro artículo de la misma trinchera de valientes francotiradores que hablan del “carrillismo monárquico-democrático” y despotrican de que en el Acto de celebración participarán, “aparte del secretario general PCE y diputado de UP, Enrique Santiagolos líderes de CC.OO y UGT, Sordo y Álvarez, dos centrales, de entreguismo, traiciones, y firma de convenios deplorables, así como la ministra Yolanda Díaz, que no para de elogiar a la socialdemocracia” (8).

Y, en defensa del ex vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, sigue exponiendo que:

   “Los que así escriben son de la misma suerte que los que hace poco interrumpieron con gritos insultantes a Pablo Iglesias en uno de los actos de de celebración previos al Homenaje Central. Los insultos se adornaban con “palabras anti-represivas” de tipo antifascista, gritando que los del Gobierno progresista actual “amplían las leyes represivas” (9).

Para concluir diciendo, con idéntico tono descalificador:

  “¿Si son tan rrevolucionarrios (con muchas erres) por qué no van a los mítines de VOX o del PP? ¿O si tan antifascistas son por qué no aparecieron en los actos claramente fascistas que se celebraron en el Cementerio madrileño en homenaje a la División Azul que Franco mandó contra la Unión Soviética al lado de las tropas de Hitler? ¿O es que tienen miedo?” (10).

Quizá alguien podría presumir que el Sr. Díaz Miranda desconoce -por haber pasado los últimos 40 años viviendo en Alemania y dedicado a realizar actividades tan “revolucionarias” como el “coaching”– que los miembros del Movimiento Antirrepresivo de Madrid a los que se refiere son activos militantes que luchan, entre otras cosas, por la amnistía para todos los presos políticos del Estado español, como su compañero comunista Pablo Hasel.  O que ignora, igualmente, que, además de tener que lidiar habitualmente en las calles de la capital con grupos fascistas, sin tener que acudir para ello “a mítines de Vox”, estos jóvenes sufren a menudo la represión de los cuerpos policiales dirigidos por el Gobierno “progresista” de Coalición.

Ya sería demasiado suponer, sin embargo, que el Sr. Emilio Díaz ignore también el reiterado incumplimiento de las principales promesas electorales efectuadas por los miembros de la citada Coalición -como la relativa a las contrarreformas del mercado laboral (12) – o las operaciones cosméticas de marketing político-institucional con las que han tratado de ocultar este sistemático incumplimiento.

Difícilmente podría ignorar el Sr. Díaz Miranda, por ejemplo, la defensa del cumplimiento de “los compromisos de España con la OTAN” (13) que recientemente realizaba el  Secretario General PCE y diputado de UP, Enrique Santiago, o de la permanencia de las bases militares de EE.UU. efectuada por el ministro de Consumo, dirigente del PCE y coordinador de IU, Alberto Garzón, porque  -según él – “generan puestos de trabajo” (14).

Como es difícil que pueda ignorar la  denuncia efectuada por la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones (COESPE) sobre la contrarreforma privatizadora que pretende imponer el Gobierno de Coalición, con la complicidad de Unai Sordo (CC.OO.) y Álvarez (UGT), y que, a corto plazo, supondrá un empobrecimiento aún mayor de millones de pensionistas del Estado español (15).

No parece, en suma, que el radical desacuerdo político que el Sr. Emilio Díaz Miranda manifiesta en su escrito con los jóvenes a los que trata de descalificar tenga nada que ver con algún tipo de “conflicto generacional”. La suya es, más bien, una elección política que le lleva a optar por los también jóvenes ministros que pisan suaves y mullidas moquetas, gozan de imponentes sueldos y prebendas, se entrevistan con “el Santo Padre”  y se desplazan en coche o avión oficial. Del mismo modo que otros muchos veteranos militantes, que no han perdido la brújula ideológica que los orienta hacia los intereses de su clase social, se solidarizan con los antifascistas que se baten el cobre en las calles y en no pocas ocasiones siguen pagando su compromiso político con la prisión.

LA GUINDA QUE CORONA EL PASTEL:  ÁNGELA MERKEL, “UNA GRAN DAMA QUE SE DESPIDE”

Pero es en la parte final de su artículo, en una encendida loa a la vicepresidenta Yolanda Díaz por su defensa de “una Matria cuidadosa de la convivencia, que acoja todas las identidades y diferencias y permita  llegar a puntos de encuentro en vez de imponer”, (16)  donde el Sr. Díaz Miranda ofrece el indicio más definitivo sobre la magnitud de su extravío ideológico, al sostener que:

   “No se trata de eliminar a la derecha, sino de alcanzar un clima y unas conductas que permitan una convivencia plural y pacífica aunque antagónica en doctrinas y opiniones” (17).

Un consejo de “moderación” institucional que cobra todo su sentido al leer otro artículo suyo titulado  “Notas difusas: una gran dama se despide; fin de la era Merkel” (18) publicado por el Sr. Emilio Díaz en fechas cercanas a sus reflexiones sobre el PCE. En él, don Emilio regala un particular y emocionado homenaje a la principal responsable de las políticas de “austericio” impuestas en la UE y de los planes de ajuste  sufridos principalmente por países del Sur del continente como Grecia o España. 

ANGELA MERKEL, LA “GRAN DAMA” DEL SR. EMILIO DÍAZ MIRANDA

Una “gran dama” de la que el Sr. Díaz destaca tanto “su gratitud y humildad” como “los muchos avances que a nivel internacional ha facilitado – en su opinión – su amistad con el Presidente Macron” (19).

Y es que, para  el Sr. Emilio Díaz, la responsable de afianzar en el continente el proyecto neoliberal e imperialista de la UE es una política   “que ha representado la valía y la capacidad de las mujeres en un mundo político dominado por los hombres” (20).

Estas consideraciones, que algunos interpretarían, sin duda, como un desvarío monumental de Don Emilio, podrían entenderse también, más racionalmente, como una expresión de hasta qué punto el articulista puede haber hecho suyo el espíritu de la “gran coalición” alemana que permitió a los capitalistas de ese país imponer sus agresivos planes expansionistas, a costa de la mayor parte de la clase trabajadora del continente europeo. O, para utilizar una terminología que acaso sea más grata al Sr. Díaz Miranda, que permitió a sus representantes en el Bundestag, con su “Gran Señora” a la cabeza, defender los intereses de la “democracia” germana.

Huelga decir, suponemos, que como cualquier otra persona, el Sr. Díaz está en su perfecto derecho de defender aquellos partidos, proyectos, ex secretarios generales o cancilleres derechistas con los que sienta cualquier tipo de afinidad.  No es posible, sin embargo, admitir que los mismos que defienden abiertamente la institucionalidad establecida pretendan a la vez exhibirse ante las nuevas generaciones como representantes de un legado de lucha comunista del que, aunque alguna vez formaran parte sin que ello se deba demeritar, es evidente que se alejaron hace mucho tiempo, hasta el punto de llegar a olvidar su significado más elemental.

Y no, obviamente, por ninguna suerte de “purismo” ideológico que deseemos proteger, sino porque la urgencia de rearmar un proyecto de verdadero cambio social, provocada por un sistema que pone en peligro la misma supervivencia de la humanidad y que no es posible reformar, exige someter a una crítica radical la propia historia de las organizaciones que nacieron con ese propósito transformador, pero fueron engullidas, a lo largo del camino, por el formidable poder de cooptación del capital.

Notas y referencias bibliográficas:

(1) Entrevista a José Carlos Mauricio, exsecretario del PCC y ex diputadoLa Provincia. Diario de Las Palmas. 14 de noviembre de 2021.

(2) “Cien años del PCE: años de soledad y años silenciados. La Provincia. Diario de Las Palmas”. Emilio Díaz Miranda. 7  de diciembre de 2021. También publicado en Canarias Ahora, el 29 de noviembre.

(3) Ibídem.

(4) Ibídem.

(5) “A propósito del eurocomunismo”. Manuel Sacristán. Panfletos y materiales III. Icaria Editorial, S.A. Pág. 199.

(6) “Debate sobre el PCI y el eurocomunismo”. C. Marzini, M. Gordon, H. Magdoff y P.M. Sweezy. Monthly Review. Vol.1 7. Noviembre 77.

(7)  “Cien años del PCE: años de soledad y años silenciados”. Emilio Díaz Miranda. La Provincia. Diario de Las Palmas. 7  de diciembre de 2021. También publicado en Canarias Ahora, el 29 de noviembre.

(8) Ibídem.

(9) Ibídem.

(10) El contenido del escrache a Pablo Iglesias en el que, contrariamente a lo afirmado por el Sr. Díaz Miranda, no hubo insultos, sino una interrogación pública al ex vicepresidente sobre sus promesas de “cambio” y “progreso”, se puede constatar en el vídeo adjunto al artículo “¿Escrachearon provocadores de la derecha a Pablo Iglesias?”. La explicación política de dicho acto de protesta se puede escuchar en el vídeo de la entrevista concedida por el Movimiento Antirrepresivo de Madrid a Canarias-semanal.

(11) “Cien años del PCE: años de soledad y años silenciados”. Emilio Díaz Miranda. La Provincia. Diario de Las Palmas. 7  de diciembre de 2021.

(12) “Yolanda Díaz: Dijimos que vendía humo y no nos equivocábamos. La derogación de la reforma laboral era un “fetiche”. Tita BarahonaCanarias-semanal.

(13) “Enrique Santiago sobre la OTAN: Si formamos parte de una organización internacional hay obligaciones”. El Común.

(14) “El ministro Alberto Garzón: Bases militares yanquis, de “entrada, sí”. Cristóbal García Vera. Canarias-semanal.

(15) “Los dirigentes sindicales negocian con el PP la aprobación de la contrarreforma de las pensiones”. Entrevista a Eduardo Luque, analista político y miembro de COESPE.

(16) “Cien años del PCE: años de soledad y años silenciados”. Emilio Díaz Miranda. La Provincia. Diario de Las Palmas. 7  de diciembre de 2021.

(17) Ibídem.

(18) “Notas difusas: una gran dama se despide; fin de la era Merkel”. Emilio Díaz Miranda. Canarias ahora.

(19) Ibídem.

(20) Ibídem.

https://canarias-semanal.org/art/31769/centenario-de-la-fundacion-del-pce-un-homenaje-mediatico-con-trampa-anticomunista

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La izquierda española -y la europea- sufren desde hace años una parálisis que les impide centrar el discurso político y social alrededor de sus propuestas. [ESTE SPOT INFRINGE LAS NORMAS COMUNITARIAS DE FACEBOOK (que debaría decir "las normas particularísimas de facebboK", nada de norcoreaos. ¡Viva la libertad de expresión! ¡Viva mi Tía Frasquita!)]

 

La izquierda española -y la europea- sufren desde hace años una parálisis que les impide centrar el discurso político y social alrededor de sus propuestas.


El Deseo, la Realidad y nuestra incapacidad para construir hoy el relato hegemónico

 

Juan Rivera

El Viejo Topo

17 diciembre, 2021 



Permíteme que encabece esta reflexión personal con un guiño a Cernuda y otro a Gramsci. Dos alusiones para explicitar la tesis: en la Izquierda española –situación a mi juicio extrapolable a la europea– sufrimos desde hace años una parálisis que nos impide centrar el discurso político/social alrededor de nuestras propuestas.

Hay una distancia sideral entre nuestro deseo de transformar la sociedad para construir una nueva y la realidad de nuestra práctica cotidiana en instituciones o movimientos sociales. De ahí la referencia al poeta sevillano[1]

También empacho a la hora de predicar la necesidad de lograr “hegemonía”[2] (añadiendo como adjetivo “gramsciana”) y a renglón seguido cruzarnos de brazos y esperar a ver si ocurre el milagro y llega por si sola.

Obviando que nuestro comunista italiano de referencia otorgaba una gran importancia a la ideología y la dirección política cultural cuando pensaba en la categoría de “hegemonía” y que sin olvidar el papel central de la Economía, consideraba que no serían solo las contradicciones propias del Capitalismo las que conducirían a su derrumbe sino que en la transformación de la sociedad tendrían un rol decisivo las ideas y la cultura. Para lograr la meta propuesta es imprescindible ligar la concepción teórica a la práctica.

No podemos teorizar sobre el “ asalto a los cielos” y luego que nos dé pereza jugar a la comba para saltar 15 cm. Como subraya el título del libro póstumo de nuestro querido y añorado Julio[3] debemos predicar con el ejemplo, vivir como hablamos. Única manera de protagonizar el relato que pasa por luchar para conseguir no solo la “potestas”[4] sino que esta venga acompañada de la “auctoritas”[5],esa credencial ética que acompaña a ciertas personas o instituciones y logra que amplios grupos sociales acaten de manera espontánea las ideas o planteamientos por ellas emitidos. Traducción pedestre ( en su acepción de “llana, vulgar”): tener la credibilidad suficiente para vender un coche usado sabiendo que las características dichas son las reales, no se deja espacio al engaño y la persona que lo compra tiene fe ciega de que no lo engañas…

Las fechas que se acercan a velocidad de crucero, las Navidades, son por si mismas una metáfora en negativo de lo hasta ahora expresado. La Iglesia, una estructura de poder absoluto asentada en mitos fácilmente rebatibles desde la Historia y el Conocimiento impregna en estas semanas ( o meses si empezamos a contar desde el primer alumbrado y la estúpida pugna de Ayuntamientos a ver quien consigue cegar más a su vecindario con el dinero público) a toda la Sociedad su sistema de creencias sacando la cara amable con la leyenda del Dios niño.

No les afecta que la conmemoración sea burda copia de fiestas ya existentes en el mundo clásico como las Saturnales[6] -en las que se encendían luces, intercambiaban regalos y celebraban opíparos banquete- o apropiarse de fechas consolidadas como el 25 de diciembre, día del Sol Invicto o nacimiento de Mitra[7].

Siendo honestos, hay que reconocer a los apologetas y padres de la iglesia una hercúlea capacidad para “sostenella y no enmendalla”[8].Esa “virtud” los ha acompañado a lo largo de la Historia y unida a la capacidad de vender las falsificaciones como material original ( o que se dice “poner los dientes largos”a los vendedores de bolsos de “marca” de los mercadillos ambulantes), la entereza al mentir con aplomo y la diligencia en borrar huellas, explica – sin necesidad de hacerse más pajas mentales- la “hegemonía” del sistema de valores llamado Cristianismo. Aunque venga bañado de consumismo y no haya dios – nunca mejor dicho – capaz de reconocer el mensaje de pobreza y solidaridad en el que en teoría se sustenta.

La evidencia de la falsificación da con largueza para que a coro gritásemos “el rey va desnudo”. Por eso nos duele tanto la afonía, el silencio, la soledad y que nos preguntemos: “¿ qué hacemos mal?”.

A lo que podríamos responder parodiando a Carville[9]: “Es la Enseñanza ¡estúpido!”. Resulta lamentable que algo tan evidente pase delante de nuestras narices y que apenas le hagamos caso. Al igual que tampoco le dimos importancia a los tejemanejes de Steve Bannon[10] en su afán de crear una internacional negra donde paradójicamente las palabras estrella son “ democracia “ o “libertad” con la previsible excepción de España, donde los planteamientos franquista o fascistas, -como es sabido- ni pagan peaje político ni requieren disimulo y se puede hacer carrera sin renunciar a la herencia genocida de la guerra civil.

La infiltración de las ideas ultraconservadoras en cuerpos de seguridad y judicatura no sería suficiente si no fueran acompañadas del sempiterno privilegio que ha tenido  la jerarquía eclesiástica a la hora de controlar las mentalidades a través de la Enseñanza, privilegio que en la historia contemporánea española arrancó con Bravo Murillo y el Concordato de 1851, se mantuvo y aumentó en el Concordato franquista de 1953 y llega hasta nuestros días con los acuerdos Iglesia/Estado de 1979 ampliada por el regalo de la LODE de Maravall[11] que abrió las compuertas para la actual inundación que amenaza con llevarse por delante la Enseñanza Pública con el deterioro y cierre de unidades mientras que se preserva y blinda desde los gobiernos nacional y autonómicos la Enseñanza concertada a cargo de los presupuestos generales, ¡Todo el poder a los soviets! Perdón, a los curas.

Y mientras que el universo extremista avanza delante de nuestras narices desde la Izquierda renunciamos a dar la batalla para jugar a una guerra de guerrillas sin planificar. Como si estuviésemos en la escena de “ Toma el dinero y corre” de Woody Allen y nos ufanásemos por golpear repetidamente nuestra nariz con la rodilla del rival.

Nos escandalizamos ante el avance de los neofascismos ( término manido pero que les escuece cuando se les lanza) pero o desde la Izquierda ofrecemos una alternativa de sociedad o entregamos la cuchara en el bulevar de los sueños rotos. No podemos predicar una enmienda total al Sistema para, a la hora de la verdad, dedicarnos a poner parches a las deficiencias más llamativas.

Para conseguir credibilidad hay que definir un criterio claro tipo: ¿Dónde vamos?, ¿A qué tipo de sociedad aspiramos?

Últimamente trufados de pesimismo parecemos vírgenes necias que se han quedado sin aceite para alumbrar[12].O nos sumamos al descontento por venir o lo hará otros.Y esos serán los movimientos europeos que rezuman bilis negra porque lo tienen fácil. Les basta con señalar al culpable: el inmigrante, el pobre, el diferente…

Debemos tener claro el alto precio de ser copartícipes cuando nos embarcamos en aventuras institucionales y ponemos de libro de cabecera el “ Manual de lo Posible” olvidando el refrán de que “tetas y sopas no caben en la boca”.

Es mucho más importante marcar las líneas rojas de las propuestas irrenunciables,  nuestros pilares, pero para ello hay que dar el paso previo de renunciar al cainismo que tanto nos llena, fijando nítidamente el combate ideológico que nos permita distinguir quién es el enemigo y qué es simplemente un matiz de un pensamiento común. Lo que llamábamos antaño «estar en la misma trinchera». En ese caso dejemos los cuchillos enfundados.

Nadie nos va a poner fácil conseguir hegemonía ideológica. Del cielo no va a caer y solo la conseguiremos con esfuerzo y trabajo de calle y con una presencia social que nos haga inmunes al trabajo de zapa que día sí y al otro también encabezan los medios de difusión. Tarea ardua la de evitar la erosión y que difícilmente se logra. En la Europa de las últimas décadas pocos movimientos políticos de la Izquierda lo han conseguido. Puede que el antiguo PCI y en nuestro ámbito el mundo de Bildu, antes Euskal Herritarrok, Batasuna…

Reconocer nuestra actual debilidad no es un elemento negativo “ per se” si tenemos claro que el primer paso es la resistencia para desde ella dar el segundo hacia el crecimiento. Siempre sin caer el abatimiento del “ no nos comprenden”.

Para que cuando intentemos poner en práctica nuestros objetivos políticos los llevemos apuntados como la lista de la compra al supermercado. Que no se nos olvide el alimento esencial y así evitar llenar el carrito de chuches.

Conseguir hegemonía es poner en primer plano nuestra agenda para que el debate se centre en la precariedad, explotación, desigualdades, injusticias…y para ello es esencial la presencia en la calle.

Construir algo más que castillos en el aire.

¡Io Saturnalia![13]

Notas

[1] Luis Cernuda: La Realidad y el Deseo (1924/62) Obra completa.

[2] El término hegemonía puede provenir del griego eghesthai que significa conducir, ser guía, ser jefe, o tal vez del verbo eghemonero que significa guiar, preceder, conducir, y del cual deriva estar al frente, comandar, gobernar.

[3] Julio Anguita: Vivo como hablo. Utopía Libros.

[4] En Derecho romano, poder socialmente reconocido imbuido por tanto de capacidad legal para hacer cumplir su decisión.

[5] La auctoritas hace referencia a la personalidad de un individuo y a su formación. Cuando alguien tiene una forma de ser carismática y lo que dice y hace transmite unos valores, los demás le otorgan una cierta autoridad moral.

[6] Fiestas romanas que se celebraban el 17 de diciembre y que fueron ampliándose hasta el 24, relacionadas con el solsticio de invierno y de las que tenemos constancia documental desde el 497 a.C.

[7] El establecimiento del 25 de diciembre como día oficial del nacimiento de Cristo fue establecido durante el pontificado del papa Julio I (337-352) aunque otros investigadores lo sitúen bajo el mandato del papa Liberio. En el imperio romano el culto en honor del Sol se consolida con el emperador Aureliano( 274) y en el 308 Diocleciano en Carnuntum asimila Sol Invicto a Mitra benefactor del Imperio.

[8] La expresión define la actitud de quien persiste empecinadamente en errores garrafales, incluso a sabiendas,aunque mantener lo dicho o realizado provoque más daño que el rectificar.

[9] James Carville, estratega de la campaña electoral de Bill Clinton en 1992, señaló que este debía enfocarse sobre cuestiones más relacionadas con la vida cotidiana de los ciudadanos y sus necesidades más inmediatas y popularizó el término; “La Economía, estúpido”.

[10] Stephen («Steve») Kevin Bannon, estratega político de Donald Trump en su llegada a la casa Blanca y durante sus primeros 7 meses se ha convertido en el “santo patrón” de los movimientos políticos de la Derecha extrema y de la Extrema derecha entre los que se incluyen Vox y otro atajo de “mantenedores de la esencia filofascista” como el Frente Nacional francés, Fidesz húngaro, Alternativa para Alemania,Demócratas de Suecia, Partido por la Libertad de Holanda,Liga Norte de Italia, Partido de la Libertad de Suiza…

[11] Ley Orgánica Reguladora del Derecho a la Educación (LODE, 1985).

[12] Mateo 25: Entonces el Reino de los Cielos será como diez vírgenes, que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco prudentes; pero las necias, al tomar sus lámparas, no llevaron consigo aceite; las prudentes, en cambio, junto con las lámparas llevaron aceite en sus alcuzas. Como tardaba en venir el esposo, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: «¡Ya está aquí el esposo! ¡Salid a su encuentro!» Entonces se levantaron todas aquellas vírgenes y aderezaron sus lámparas. Y las necias les dijeron a las prudentes: «Dadnos aceite del vuestro porque nuestras lámparas se apagan». Pero las prudentes les respondieron: «Mejor es que vayáis a quienes lo venden y compréis, no sea que no alcance para vosotras y nosotras». Mientras fueron a comprarlo vino el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas y se cerró la puerta. Luego llegaron las otras vírgenes diciendo: «¡Señor, señor, ábrenos!» Pero él les respondió: «En verdad os digo que no os conozco». Por eso: velad, porque no sabéis el día ni la hora.

[13] ¡Io Saturnalia!, es decir ¡Felices Fiestas!

Texto publicado originalmente en el blog del Colectivo Prometeo.

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Retos de la izquierda asturiana para la construcción de un frente amplio que sume

 

Retos de la izquierda asturiana para la construcción de un frente amplio que sume

 

Por Alonso Gallardo

Rebelion / España

 15/12/2021 

 

Fuentes: Rebelión [Imagen: Yolanda Díaz impulsora del frente amplio en un acto en Gijón en defensa de las pensiones públicas previo a ser ministra de trabajo]


La crisis en Asturias y su decadencia, tiene tantos años como tiempo llevamos de posfranquismo o lo que es lo mismo, de dictadura democrática del capital nacida de la alianza entre las oligarquías herederas del feudalismo y la financiera e industrial, con la nueva socialdemocracia liberal surgida en Europa dirigida por Felipe González y Santiago Carrillo, todos bajo la tutela de la iglesia católica y los poderes fácticos del franquismo en la judicatura, la policía y el ejército, para impedir el libre ejercicio del estado de derecho de la democracia burguesa y de la gobernabilidad por la izquierda, utilizando las armas de cuarta y quinta generación, que el fascismo internacional y el imperialismo han puesto en sus manos, bajo un control mediático que impiden que la sociedad tenga una visión política de conjunto, de lo que realmente sucede en España y el mundo.

Solo desde este pacto antinatura de la transición y de la hegemonía mediática y cultural de la clase dominante, es comprensible que en Asturias siga gobernando el PSOE de Barbón, en nombre de la izquierda y que sectores de la izquierda que en Asturias pretenden estar representados por el frente amplio, colaboren con ellos bajo un entreguismo sin proyecto de izquierda o bien, confrontando con ellos sin programa ni táctica política, siendo doloroso para cualquier mentalidad progresista, porque los referentes nacionales de IU y Podemos en Asturias, tienen un acuerdo progresista de gobierno con el PSOE de Pedro Sánchez. Absurdo reforzado en este reino de taifas de diecisiete comunidades en España, donde gobiernan fuerzas neoliberales de derechas y socialdemócratas, que confrontan con los acuerdos del gobierno progresista o los boicotean en nombre de la «libertad», sencillamente porque las derechas facciosas y socialdemocracias neoliberales, prefieren una España rota antes que una España unida, fuerte y soberana, gobernada por la izquierda.

La crisis asturiana proviene del abandono del estado como la del resto de la España vaciada, pero aquí, por un proceso de desindustrialización apresurado y sin alternativa de desarrollo, iniciado en los ochenta bajo el principio liberal de líbrese quien pueda. Desde entonces, miles de jóvenes han migrado en busca de trabajo y derechos, como sus abuelos y abuelas lo hicieron bajo la dictadura en los cincuenta y sesenta, mientras ahora en esta democracia limitada, fue bajo el gobierno liberal de la socialdemocracia en España y Asturias, apoyados o con pactos con la izquierda de IU-PCE y los sindicatos de clase. Hoy estamos a punto de bajar del millón de habitantes, perdiendo por el camino más de trescientos mil sin contar los nacidos fuera de Asturias. Definir al PSOE de Asturias como el responsable político del desastre económico y social asturiano, está en el hecho de que esto sucedió bajo su responsabilidad y que el actual gobierno de Barbón, sigue perpetuando su abandono con el apoyo de la mayoría de IU. La ruptura del acuerdo de gobierno con el PSOE por parte de IU y la confluencia de toda la izquierda en un frente amplio con un programa de defensa de las condiciones de vida y trabajo para la clase obrera, es la condición única para que en las próximas elecciones, la derecha y el fascismo no gobierne en Asturias como en Madrid o Andalucía.

Desaprovechar la táctica del pacto progresista nacional en Asturias por las fuerzas de izquierda fue un error, cuando el PSOE asturiano nunca lo aceptaría en los mismos términos progresistas, porque rompería el reparto de prebendas con la patronal asturiana y el fin de la corrupción en el gobierno, como la condena a la UGT demuestra o los sobrecoste de las obras faraónicas del muselón, variante de Pajares o el tunelón de Gijón gritan y la prensa y fiscalía callan y así la izquierda no avanza. IU de Asturias, sigue con la estela llamazarista de pactos sin saber cómo salir del bucle de derrota tras derrota y sin entender, que el acierto de Unidas Podemos estuvo en haber sido capaz de ser gobierno y no comparsa por un plato de lentejas y que el único sobresaliente de los ministerios, es aquel que tiene competencias reales y las ejerce arropadas en un pacto de gobierno, a cumplir sí o sí y no del resto sin competencias, ni tampoco del silencio ante la gestión neoliberal y corrupta acostumbrada del llamazarismo. En cambio Podemos Asturias, nunca entendió que es una fuerza reformista, que no es un partido revolucionario con una estructura capaz de intervenir en las organizaciones de masas de la clase obrera allí donde trabaja, vive y estudia, que es lo que nos dota de la capacidad de practicar la lucha de movimientos. Podemos solo tiene capacidad de dar las batallas de posiciones, porque solo dispone de votos y de la inteligencia individual de cada cuadro o dirigente y con eso, la única batalla que puede dar está en las instituciones, justo lo que estos años ha despreciado. Por eso su utilidad social como la de IU decae día tras día. Participar en y de los movimientos sociales está bien, pero estos movimientos los conforman grupos de amigos que para nada construyen hegemonía social, la cual solo es posible hacerla desde las organizaciones donde participan las grandes masas y ahí nadie interviene de forma organizada. Por desgracia ni los revolucionarios.

Pero la responsabilidad de la situación política, social y económica no es sola del institucionalismo, la clase obrera y el pueblo organizado en el movimiento sindical y vecinal, tampoco han estado a la altura de la organización de la resistencia en defensa de los derechos y las industrias que teníamos, estando más pendientes unos de llegar a pactos sociales sin más sentido y contenido, que obtener subvenciones que les permitieran mantener la abultada burocracia sindical en sindicatos y directivas vecinales y otros, protestando en una resistencia sin programa ni alternativa política y mucho menos táctica y lo más doloroso, es que en la lucha contra la reconversión y la defensa de Asturias, estos sectores de la izquierda política y sindical, legaron niveles de lucha y organización muy superiores a sus fuerzas, en cambio hoy, quitamos delante de la vista a la burocracia sindical y política que va de izquierda y quedan sin capacidad de crítica ante una derecha, que en nombre de la clase obrera y la libertad individual, nos quitarán los pocos derechos que aún nos quedan.

En Asturias, la ofensiva política de los sectores que representan a la clase obrera y al pueblo, como partidos de izquierda, sindicatos de clase y movimiento vecinal, pasa obligadamente por la defensa de los servicios públicos que nos garantizaban el estado de bienestar como sanidad, enseñanza o los servicios sociales, porque de nada sirven buenos salarios y pensiones, si después todo lo tenemos que gastar en atención médica, medicinas o en geriátricos para nuestro mayores, a los cuales en su cuidado, en nombre del socialismo neoliberal que gobierna en Asturias, nos endeudan quedándose con las propiedades duramente adquiridas. Solo ver como bajo la pandemia destruyen la sanidad pública asturiana con la privatización de la atención primaria y especialista, este gobierno neoliberal de derechas, tenía que ser combatido por la izquierda política, sindical y social, siendo la ruptura política con el gobierno socialista asturiano para la militancia de IU, una necesidad imperiosa para ser una alternativa creíble mañana de gobierno.

Sumemos a esto el proceso de privatización y externalización de la enseñanza pública, el abandono del IMSERSO hoy ERA privatizado en su mayoría, también por el abandono del transporte público como el tren asturiano, para enriquecimiento del transporte privado por carretera en manos de la multinacional ALSA, que sus gestores son los que realmente remodelan el Área Central de Asturias, junto la patronal de la construcción, hostelería y banca, la cual se reinventa todos los días, para seguir obteniendo beneficios con reconversiones y prejubilaciones de empleados a costa del erario público, la evasión de impuestos y el abandono a la atención ciudadana, obligada por la ley a tener cuenta en un banco para cobrar una nómina, pensión o subsidio por la que cobran. Añadiremos la pretensión de crear una macrociudad en la zona central asturiana, abandonando la periferia oriental, occidental y sur, menos la costera para el turismo. Plan urdido por las empresas privadas y las multinacionales, para someter al control de la población los ámbitos de la movilidad, alimentación, consumo y al conjunto del sector de servicios, ante el futuro distópico que nos acecha. Motivos para la ruptura del gobierno asturiano por IU y para la confluencia de la izquierda en un frente amplio.

Pero no solo es esto, también es que en España nuestro enemigo principal, la oligarquía financiera, controla todos los resortes del poder del estado burgués y la anulación de leyes como la mordaza o la laboral, que reprimen y precarizan a la clase trabajadora y al pueblo, solo la podemos tumbar con la unidad y la movilización de la clase obrera y el pueblo español transformando el estado. No hay otro camino ante un enemigo único y por eso, el programa de organización y movilización de la clase trabajadora, debe ser único para todo el estado y tiene que situar bien claro, que la propuesta de derechos y deberes es la misma en todas las partes de España, con la exclusiva excepción de las medidas económicas y sociales necesarias, con las zonas de la España vaciada por las políticas del neoliberalismo y si queremos ganar elecciones, debemos dejar claro que no es el reconocimiento de las identidades las que nos libera, que lo único que puede liberar a la clase trabajadora y a la mujer obrera es el trabajo con derechos en el horizonte socialista, cualquier otra medida la esclaviza más, no al hombre como interesadamente dice la prensa neoliberal, sino al empresario y al capital.

Lo mismo con el derecho a otras lenguas españolas, donde todo el mundo en su ámbito geográfico tenga derecho a hablarla, pero no a costa de los impuestos y de la lengua materna de los demás, que también debe ser obligatoria para todas aquellas personas que lo pidan. Recordar a los que ponen las fronteras del viejo feudalismo como su derecho, que la España moderna de hoy se construyó durante los siglos XIX y XX, con la migración forzosa de millones de personas, multiplicando el número de habitantes de las comarcas y ciudades en desarrollo como las de Vizcaya, Barcelona o Madrid, beneficiadas con las inversiones de un capital logrado con la sobreexplotación de la clase trabajadora y la expropiación de tierras y bienes de las familias campesinas, siendo su expulsión el inicio de una España vaciada durante cuarenta años de franquismo, por la misma élite burguesa que ahora reclaman derechos feudales históricos, como derechos nacionales identitarios de los pueblos, lo que implica en la práctica una nueva recolonización sobre la clase trabajadora, después de haber sido forzados por el hambre cuando no expulsados sin más, de sus lugares de nacimiento. Sin el reconocimiento de estas personas y sus derechos nunca gobernará en España la izquierda, porque le ha cedido a la derecha y al fascismo la defensa de su identidad, como parte del pueblo español.

Alonso Gallardo de los círculos comunistas de Unidas Podemos

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