lunes, 21 de enero de 2008

QUE QUÉ DE QUÉ, LISTILLOS

No es el comunismo ni el contubernio internacional judío masónico del que nos hablaba Franco, el que nos informa de la presencia de Unión Europea en Afganistán.
Es el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), el que informa y alerta de que la Unión Europea en Afganistán, lejos de solventar la situación que justificaba su presencia en aquella zona la está agravando
Lo que antes parecía imposible, dice el ECFR: la “derrota occidental” hoy se “ha convertido en un escenario realista.”
Se pide ahora que la Unión Europea incremente sus efectivos en la zona para poder concluir su misión: 2.500 militares más de la OTAN, aumentar los fondos para la reconstrucción, y un cambio en la estrategia y tácticas políticas: finiquitar la fracasada política antinarcotráfico y convencer a los talibanes moderados con vistas a poder “contar con un partido talibán que defienda sus postulados en un entorno democrático.”
Si esa fuera la solución (que estoy convencido que lo seria si la democracia fuera democracia y no la democracia que le interese a mis bolsillos) parece evidente que no puede dejarse en manos de los que actualmente han organizado, dirigido y están dirigiendo el batiburrillo actual en Afganistán. Causando muertos y destrucción allí e induciendo aquí, en la “sociedad occidental,” un empeoramiento paulatino de las condiciones de vida de los ciudadanos, incluida la inseguridad ciudadana.
O sea, que menos declaración y propaganda oficial, menos repiqueteo de tambor, menos acción mediática en la información, y más datos, datitos concretos de nombres, apellidos, cargos que se ocupan y cantidades de dineros que cobran los responsables de realizar una misión que no se realiza. Salvo los muertos y la destrucción material que se producen.
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