sábado, 16 de marzo de 2019

SPANICH, ta, ti, to, tu o THE COÑO LA BERNARDA, YO, DECIR



Corea del Norte: comandos paramilitares en Madrid

TopoExpress
16.03.2019

Nota edición: Un comando paramilitar de la CIA de diez hombres encapuchados y armados asaltó la embajada de la República Popular Democrática de Corea en Madrid. Con esta grave acción EE.UU. ha violado la soberanía española y la Convención de Viena de 1961.
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Como si el poder imperial norteamericano quisiera recordar los límites de la libertad en España y en la Unión Europea, resaltar la vulnerabilidad de las legaciones diplomáticas en España, y señalar ante el mundo su abierto desprecio del derecho internacional, un comando paramilitar de la CIA, compuesto por diez hombres encapuchados y armados, asaltó el 22 de febrero pasado la embajada de la República Popular Democrática de Corea en Madrid.

El comando paramilitar norteamericano actuó con suma rapidez: se apoderó de todo el recinto de la embajada norcoreana, tomó como rehenes a los diplomáticos y empleados presentes, los ataron y les pusieron bolsas de plástico en la cabeza (como hicieron sus militares y mercenarios asesinos en los peores días de las torturas en Iraq, o como hacían los matarifes de las orgías de sangre en la Argentina de Videla), con el propósito de aterrorizarlos: una bolsa de plástico en la cabeza impide respirar. Después, empezaron a golpear y a torturar a los prisioneros, interrogándolos para obtener información, con la tácita amenaza de asesinar a quien se resistiese: los rehenes no podían pensar otra cosa, a la vista del feroz asalto a la embajada, donde los paramilitares permanecieron durante varias horas.

Estados Unidos, al igual que hace en muchos escenarios internacionales, actúa, de nuevo, como un Estado delincuente, violando el derecho internacional, despreciando la inviolabilidad diplomática de la embajada norcoreana, asaltando las oficinas consulares de otro país en la capital de uno de los miembros de la Unión Europea. Como delincuentes y ladrones furtivos, el grupo de paramilitares de la CIA maltrató y torturó a diplomáticos y empleados, añadiendo a la flagrante violación de cualquier norma civilizada de relación entre países, el robo de ordenadores y teléfonos móviles, con el evidente propósito de sustraer información, documentos, contactos y relaciones de la embajada norcoreana, sin duda para preparar posteriores acciones delictivas. Con esta acción, de una enorme gravedad, el gobierno norteamericano ha violado la Convención de Viena de 1961, cuyos pormenores obligan a todos los países, como si desconociese que ni siquiera en tiempo de guerra puede violarse un recinto diplomático. Esa agresión paramilitar y la actuación delictiva de Estados Unidos se iluminan a la luz de las negociaciones nucleares entre Washington y Pyongyang: la delegación norcoreana está dirigida por Kim Hyok Chol, el último embajador de la República Popular Democrática de Corea en España y responsable de la legación asaltada por la CIA hasta su expulsión de España. También, por la pretensión norteamericana, que se hizo patente en la fracasada cita de Hanoi entre el presidente Trump y el mariscal Kim Jong-un, de imponer condiciones sin atender a la seguridad de otros países, recurriendo al chantaje, la imposición, el robo y la violación del derecho internacional.

Ante la extrema gravedad de los hechos y la acumulación de indicios que apuntaban a la autoría de los servicios secretos norteamericanos, las primeras investigaciones de la policía española le llevaron a pedir explicaciones por el asalto a la estación de la CIA en Madrid. Los responsables de la agencia norteamericana negaron su participación en el ataque, aunque la policía española, ante las evidencias reunidas, consideró poco convincente su negativa. Con la soberbia habitual de los servicios secretos norteamericanos y la convicción de su impunidad, seguros de que ni la policía ni el gobierno español se atreverán a exigir responsabilidades y, mucho menos, a detener a los integrantes del comando paramilitar, la estación de la CIA en Madrid se comporta como un grupo de malhechores y criminales, recurriendo a la mentira, mostrando la feroz hipocresía con que Estados Unidos procede incluso con países que, como España, considera aliados.

No es la primera agresión norteamericana, ni será la última: Estados Unidos, ignorando su obligación de informar y solicitar autorización para realizar cualquier actividad de hombres armados en España, ha pisoteado la soberanía española e insultado gravemente al pueblo español. Esa misma embajada norteamericana exigió que el gobierno español expulsase al embajador norcoreano de España, demanda que el gabinete de Mariano Rajoy cumplió, en septiembre de 2017, expulsando al embajador Kim Hyok Chol. Hace apenas un mes, el gobierno de Trump hizo un grosero chantaje al gobierno de Pedro Sánchez para que España apoyase el intento de golpe de Estado en Venezuela, forzándole a reconocer a Juan Guaidó como presidente venezolano, mientras sigue agrediendo al país y prepara una intervención militar encubierta.

Un ataque paramilitar de esas características tiene pocos precedentes en Europa, y es obvio que esa acción criminal no se hizo con desconocimiento de la embajada norteamericana en España, circunstancia que hace inexcusable que el gobierno español exija explicaciones oficiales a Estados Unidos, llamando a consultas al embajador español en Washington, y expulsando al embajador norteamericano en España, responsable último en nuestro país de los delitos cometidos por el comando paramilitar de la CIA. Estados Unidos ha violado la soberanía nacional española, ha sido capaz de lanzar un grupo paramilitar armado de delincuentes sin ninguna autorización a asaltar una embajada, y ha quebrantado gravemente las leyes y el territorio de un país, España, que no puede, ni debe, aceptar esa vergüenza.

Fuente: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/corea-del-norte-comandos-paramil

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VENEZUELA. LOS TRABAJADORES NO PODEMOS ESTAR SOMETIDOS A LA TIRANÍA, CADA VEZ MÁS DESCANADA Y DIRECTA, DE LA EXIGUA MINORÍA CAPITALISTA, SEA AMERICANA, RUSA, CHINA O PERNAMBUQUECA



¿Y ahora qué? EE.UU. afina nuevas estocadas contra Venezuela

CLAE / Rebelión
16.03.2019


Para el gobierno de Caracas, la próxima semana será difícil, ante el anuncio de EE.UU. de que intentará ingresar la “ayuda humanitaria” a territorio venezolano a la fuerza, por aire, mar y tierra, una decisión ya tomada por Washington, que como precaución pidió la evacuación de todos sus ciudadanos del territorio venezolano.
 
Mientras, sigue la guerra irregular, híbrida, multidimensional de EE.UU. contra Venezuela: el incendio que afectó a tres tanques de almacenamiento de petróleo en una instalación de la estatal Pdvsa en la Faja del Orinoco fue atribuido por el gobierno a una “acción terrorista” de Washington, al igual que el ataque cibernético contra la represa de El Guri, que generó un apagón de varios días a lo largo y ancho del país. 

El canciller venezolano Jorge Arreaza aseveró en la Comisión de Narcóticos de la ONU en Viena que el modelo multilateral se encuentra en riesgo a causa de las medidas coercitivas unilaterales impuestas sobre naciones soberanas, contando con el respaldo de “gobiernos satélites” que contradicen el sentido de espacios de diálogo internacionales. 

En Caracas, más de 30 organizaciones de Derechos Humanos exigieron a la misión de la Alta Comisionada de la ONU, (Michel Bachelet) que se pronuncie contra el bloqueo económico que pesa sobre Venezuela y solicitaron que abogue por no la no injerencia extranjera en el país. 

El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, aseguró el jueves en un video que su gobierno está “decidido” a ingresar ayuda humanitaria en Venezuela, a pesar de lo ocurrido el 23 de febrero, y prometió que seguirá trabajando con Brasil y Colombia para devolver la “democracia”. 

“Los muertos son una inversión a futuro”, dijo el autoproclamado Juan Guaidó cuando se le preguntó sobre las víctimas de una intervención militar en Venezuela. La frase es coherente con la rentabilidad con que EE.UU. y su cartel (aliados, cómplices) conciben la “ayuda humanitaria” que imponen a cualquier país del mundo, cuya economía han asfixiado y destruido, recuerda el profesor Earle Hrrera. Haití es un ejemplo cercano. 

Cuando EE.UU. armaba la “coalición” para la segunda Guerra del Golfo arágico-pérsico, George W. Bush advirtió que los que se negaran no tendrían parte en la reconstrucción de Irak, “un negocio capaz de generar miles de millones anuales durante muchos años”. Son las mismas fuentes de la Usaid, esa mampara imperial que pretendió introducir “ayuda humanitaria” en Venezuela un sábado sin gloria de fines de febrero. 

Bush juró devolver a Irak a la edad de piedra, con la mentira de que tenía armas de destrucción masiva. Y no era una metáfora. 

Irresponsablemente, Guaidó siguió con su terrorismo tuitero : “No se puede hacer apología de la violación a la propiedad privada, pero tampoco se puede ignorar la desesperación de comunidades que están sin luz ni agua desde hace días y sin poder comprar lo que necesitan con urgencia”. 

“Sin luz, ni agua, ni comida, el desespero puede conducir a nuestro Pueblo a un estado límite por conseguir sustento para los suyos. Esos reportes de saqueos que llegan de varias ciudades son consecuencia de que el régimen usurpador siga impidiendo la solución a esta crisis”, añadió, azuzando la violencia.
Mercenarios, se busca 

Un informe del diario Últimas Noticias, basado en fuentes del Congreso estadounidense y el gobierno colombiano, señala que grupos paramilitares que hacen vida en ambos lados de la línea  fronteriza colombo-venezolana  pagan hasta mil 500 dólares a jóvenes de ambos países para que pasen a formar parte de sus filas, con miras a una incursión armada en Venezuela.

Añade que en virtud de que la comunidad internacional se niega a aprobar una acción militar en Venezuela, Washington apela al modelo utilizado en Siria: preparar y armar fuerzas paramilitares de choque para generar un conflicto civil, después que hasta la mayoría de los gobiernos del Grupo de Lima se ha decantado por una salida pacífica a la crisis y en “las cancillerías europeas campea la desconfianza a la política de la Casa Blanca hacia Venezuela”, tal como reseñó la agencia noticiosa-financiera Bloomberg .

Los grupos irregulares tienen en la mira a jóvenes, cuyas edades oscilen entre 18 y 25 años, desempleados y desafectos del gobierno. “En Colombia se habla de un pago cercano a los  1.500 dólares y en Venezuela entre 200 y 250 dólares, donde se incluye comida y transporte más allá de la frontera colombo venezolana”, precisaron los informantes.

La oposición en su laberinto 

La oposición interna, para poder aspirar a un cambio, debe elevar los niveles de organización y preparación de su base social para poder lograr una correlación de fuerzas favorable en el terreno concreto de la disputa, para que puedan llevar el plan a otro nivel de conflicto, en caso de no lograr la fractura institucional antes, lo cual parece poco probable. Pero tiene un gran déficit: la crisis de expectativas tras tantos fracasos y promesas incumplidas y sus divisiones. 

Sin una gran presión de calle, sin fuerzas de choque organizadas (están reclutando bandas (para el terror interno), no podrán configurar un escenario insurreccional que pueda implicar la caída del gobierno o un cuadro de violencia de tal magnitud que justifique la intervención extranjera, y por ello se ve obligada a concentrar esfuerzos en las disputas territoriales. 

La realidad indica que la crisis económica seguirá incrementándose, con las sanciones, bloqueos (en especial el petrolero) y pirateos (de fondos y recursos) de EEUU y sus cómplices, y también por la ineptitud del gobierno para generar soluciones. El apagón significó un duro golpe, superado, pero que afectó al ya deteriorado aparato productivo. Los estrategas de la oposición (o sus mandantes de Washington) señalan que el pico de la crisis se alcanzará antes de mitad de año. 

El oficialismo también está preocupado por la disputa territorial, pero sigue mostrando fisuras en los niveles organizativo y sobre todo el comunicacional, mientras se reorganizan las Milicias Bolivarianas y las Brigadas de Defensa Popular, las organizaciones de base y comunales. 

“Vamos a las prontas realización de un referéndum consultivo para resolver la tensión social y política del país” (…) “Solicitamos la renuncia inmediata del ministro Motta Domínguez debido a la grave situación del país”, dice la Alianza para el Referendo Consultivo, que integran incluso exchavistas, buscando pescar en río revuelto. 

La entrega del petróleo 

La agencia Reuters publicó un documento legislativo hecho por el equipo de Juan Guaidó, en el que se buscaría revertir la nacionalización de la industria petrolera, permitiendo a las compañías privadas petroleras ejercer un rol clave en los campos de Venezuela y reduciendo el tamaño de la estatal PDVSA. La propuesta apunta a lograr apoyo para Guaidó por parte de las compañías extranjeras (en especial las petroleras) que podrían financiar una reconstrucción, después de que la producción de crudo cayera a un mínimo en siete décadas.
Así, "las empresas privadas podrían optar por manejar las operaciones rutinarias en los campos petroleros venezolanos, un cambio brusco desde la era de Chávez, que limitó a las firmas extranjeras a ser socias minoritarias sin control operativo (…) "Algunos de sus activos serían transferidos y subastados por un nuevo regulador independiente similar al que llevó adelante la profunda reforma energética de México, que puso fin a 75 años de monopolio". 

En Houston y Washington, el equipo de Guaidó está proponiendo una amplia variedad de contratos de exploración y producción que permitirían a las empresas privadas operar individualmente campos en Venezuela y postularse para operar refinerías e instalaciones de la cadena minorista de combustibles del país, según el borrador de la propuesta. 

Daniel Kiener, embajador alemán en Caracas, fue expulsado del país luego de ir a recibir a Juan Guaidó al aeropuerto de Maiquetía. “Se trata de una decisión incomprensible que agrava la situación y no contribuye a rebajar las tensiones", declaró Heiko Maas, el ministro de Asuntos Exteriores alemán. ¿Incomprensible? ¿Qué estaba buscando Kiener con su sobreexposición? 

Lo que es realmente incomprensible es que, cuando se detectan en EE.UU.los límites geológicos y financieros de la explotación del gas y petróleo no-convencionales, con vasta repercusión geopolítica, geoeconómica y estratégica; cuando arrecian presiones con posturas de confrontación de guerra fría contra el gasoducto Nord Stream 2 y cuando Trump califica a la industria automotriz alemana de "amenaza a la seguridad nacional de EEUU", Maas abra fuego diplomático contra Venezuela, señala el analista mexicano John Saxe-Fernández. 

Ideas fijas 

La administración de Trump repite la estrategia de castigo colectivo –usada en los 90 en Centroamérica- con un embargo financiero desde agosto de 2017 y otro comercial desde enero último. El primero, al inmovilizar y/o piratear los fondos provenientes de las ventas petroleras, impidió al gobierno adelantar planes contra la hiperinflación y por la recuperación económica. El financiero fue aplicado para impedir la importación del 60% de los productos provenientes del exterior, incluyendo alimentos y medicinas.

Son medidas en apoyo a los planes de lograr un golpe militar, una rebelión militar o una guerra civil (fracasadas hasta ahora) y que, según las máximas autoridades de EEUU, seguirán hasta que sea derrocado el presidente Nicolás Maduro.

Durante una audiencia en el Subcomité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, el senador Marco Rubio alertó que Venezuela iba “a entrar en un período de sufrimiento que ninguna nación ha confrontado en la historia moderna” . 

En un intento por desmentir la participación del gobierno estadounidense en el magnicidio fracasado del presidente Nicolás Maduro, la cadena CNN mostró nuevos videos caseros sobre el atentado realizado con “drones comerciales, comprados en línea y ensamblado a mano con explosivos militares en su interior”. Los videos, tomados con celulares, mostaron incluso vuelos de práctica en los llanos colombianos. 

El entrevistado admitió que el complot pudo haber matado a muchas otras personas además de su objetivo. Cabe recordar que al día siguiente del atentado, el asesor nacional de seguridad de EEUU., John Bolton, advirtió que pudo haber sido fingido para darle al gobierno de Maduro una “excusa”, quizás para poner mano dura. 

El atacante asegura que se reunieron con varios funcionarios del gobierno de EEUU tras el ataque. “Ellos concertaron tres reuniones, imagino que para recopilar información que les permitiera estudiar el caso, pero no pasó de allí. Querían obtener datos y nosotros pedimos cosas a cambio. Tomaron nota de eso, y preguntamos si podían ayudar. Entonces simplemente se fueron con sus apuntes y nunca más aparecieron”, relata el supuesto jefe de la operación a CNN.

Será una semana dura, en un país jaqueado, hackeado, sancionado, embargado, bloqueado, pirateado por las potencias occidentales, y con serias amenazas de una invasión externa. Mientras va recuperando la luz, el pueblo venezolano aguarda, expectante, preparado, por una batalla más en su lucha por la defensa de la soberanía. 

Álvaro Verzi Rangel  Sociólogo venezolano, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la
 
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La Tronada, (LA RONDA DE BOLTAÑA)

Canto a la libertad (Labordeta)