domingo, 7 de agosto de 2022

España arde y no hablamos de las verdaderas causas

 

España arde y no hablamos de las verdaderas causas

 

TERCERAINFORAMCION.ES / 07.08.2022

 

El incendio se produjo en la sierra de O Careón, en el límite entre Lugo y A Coruña.

 Foto: Brigada de Marroxo.


El mapa de incendios de la Agencia europea Copernicus es devastador y refleja una realidad que ahora mismo toda España comenta, a veces desde la perplejidad y la tristeza, otras desde la oportunidad política. Y si miramos las estadísticas deberíamos preocuparnos ya que agosto es el mes en el que suceden más incendios Desde Fundación Global Nature buscamos soluciones para estos incendios, igual que para el resto de amenazas que ponen en peligro nuestros bosques en cualquier momento del año. Y para eso debemos analizar datos y proponer medidas; veamos, pues.

¡Atención, spoiler! La actual crisis que viven nuestros bosques es el resultado de un abandono tan secular como secular fue su uso, si bien, con la llegada de nuevos modos de vida el éxodo rural dejó huérfanos a nuestros montes.

Somos un país Mediterráneo y que el cambio climático afectaría a nuestros bosques ya se sabía, y eso fue lo que motivó hace años la puesta en marcha del LIFE ForestAdapt. Esta es una iniciativa que ayuda a afrontar desde el conocimiento científico técnico y a pie de campo, mano a mano con gestores públicos, privados y con la sociedad, una labor que no sucede en verano: la prevención y la extinción de incendios forestales, y la gestión de nuestros bosques como auténticos aliados en la lucha contra el cambio climático, nuestros escudos naturales. El abandono, en todas sus vertientes, es el verdadero causante de los incendios. Un abandono que puede ser por dejadez, por no saber cuidar o no saber aprovechar todo el valor del monte y, ante todo, por el desconocimiento de que hay más de dos millones y medio de hectáreas en sin dueños conocidos España (equivalente a la extensión de la Comunidad Valenciana) y sin posibilidad, por tanto, de realizar gestión alguna (y esa falta de gestión multiplica los riesgos de incendio).

El proyecto europeao LIFE Soria ForestaAdapt ha realizado material divulgativo que profundiza en las verdaderas amenazas de nuestros bosques.
Si vamos más allá de la punta del iceberg que pueden ser los incendios ahora en verano y entendemos la profundidad del problemas, podremos proponer soluciones soluciones.

Dentro del proyecto europeo LIFE ForestAdapt en el que se trata de poner el acento en las amenazas y las soluciones a nuestros bosques, también se ha creado una herramienta que nos permite tomar decisiones, y que ofrece soluciones que esperan llegar a oídos de todos: de quienes twittean desde el asombro, desde la pena o desde la política. Para ello, partimos de tres grandes premisas:

En primer lugar, aprender de nuestros errores es fundamental y la gobernanza es la clave. Motivar a los propietarios y movilizar a las empresas permite el retorno de unos usos fundamentales. Tal es el caso de la ganadería extensiva, actividad que no sólo crea paisajes y sirve para gestionar la biomasa, sino que crea empleo y alimentos de calidad para un mundo rural necesitado de alternativas rentables y atractivas. Fundación Global Nature cuenta con proyectos que ejemplifican cómo apoyar a los pastores que aún sobreviven y encontrar fórmulas para ese apoyo es uno de nuestros grandes objetivos estratégicos de aquí a 2030.

En segundo lugar, plantar no es la única opción, debemos prevenir la degradación de bosques que son mucho más que sumideros de CO2. Entender cómo gestionar esas masas arboladas maduras para que sobrevivan a los veranos cada año más caluroso permitirá que nos protejan y tenemos la herramienta de Adaptación Forestal ForestAdapt para luchar frente a esa vulnerabilidad y diagnosticar en cada caso.

En tercer lugar, poner en marchar las soluciones desde las políticas públicas y desde las privadas, haciendo que las estrategias de sostenibilidad (o ESG por sus siglas Environmental, Social & Gobernance) sean la forma de proteger esos sumideros. El mercado de carbono no es una solución única, tenemos la oportunidad de aplicar fondos públicos (ej. Next Generation) pero para eso necesitamos compromiso y seriedad políticas en los procesos de toma de decisiones. Y no sólo de los partidos que gobiernan en las diferentes regiones, también los CEO que gobiernan grandes empresas que operan en nuestro medio rural. No podemos seguir invirtiendo en energías renovables sin tener en cuenta el modelo social y territorial donde operamos; todas las grandes empresas, especialmente las que depende del capital natural, tienen esa gran oportunidad de vertebrar soluciones más allá de este verano. Es en invierno cuando debemos actuar.

Ojalá no seamos “el titanic” que sólo ve una punta de iceberg porque estamos más que a tiempo de evitar la devastación, el horizonte está lleno de oportunidades. Eso sí, hay que pasar a la acción.

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[Sevilla] “Los municipios estamos solos ante las obras de emergencia necesarias por la falta de agua”

 

FERNANDO RODRÍGUEZ VILLALOBOS · PRESIDENTE DE LA DIPUTACIÓN


“Los municipios estamos solos ante las obras de emergencia necesarias por la falta de agua”

·         El dirigente socialista señala que la subida de las materias primas paraliza el 10% de las obras en la provincia y apunta sobre su futuro en la Diputación que “me gusta ir partido a partido”

Villalobos posa para la entrevista en la terraza de la Casa de la Provincia, junto al Real Alcázar. / JOSÉ ÁNGEL GARCÍA


MANUEL RUESGA

DIARIO DE SEVILLA

07 Agosto, 2022

 

Cierra el curso político sacando pecho por la inversión presupuestaria y dejando en el aire su futuro al frente de la Diputación. Fernando Rodríguez Villalobos (La Roda de Andalucía, 1952) no le perdona lo más mínimo a la Junta de Andalucía, pide más infraestructuras al Estado y le preocupa la falta de agua en varios municipios de la provincia. Desde la Casa de la Provincia y antes de irse unos días de descanso a la costa, el dirigente socialista confía en recuperar la confianza de los sevillanos en las elecciones municipales tras el varapalo de las andaluzas.

–Termina el curso político, ¿cuál es el balance del año? 

–Con todo el volumen presupuestario y de carga de trabajo que hemos desplegado, este curso político que acaba de terminar podemos calificarlo como el año más prolífico de esta institución en toda su historia. Porque no en vano, hemos habilitado 470 millones entre los programas Contigo y Actúa, a los que hay que sumar la carga de los presupuestos ordinarios en cada ejercicio, que ascienden a otros casi 500 millones anuales. Es decir, que en lo que va de septiembre a junio, podemos afirmar sin mucho equivocarnos que hemos venido poniendo en carga en la provincia en torno a los mil millones de euros. Y lo hemos hecho porque, tras la pandemia, había que estar con los Ayuntamientos y no hemos defraudado.

–En nueve meses tocan las elecciones municipales con un PP lanzado en la provincia, ¿qué espera de las urnas?

–Ante los últimos comicios celebrados, que han sido las elecciones andaluzas, el resultado no admite excusas. Estamos ante el peor resultado en la provincia del PSOE de Sevilla. Pero si entramos un poco al análisis, veremos que se han concatenado una serie de factores que dan margen de maniobra para la rectificación de cara a las municipales. Por contra, resulta positivo que, a pesar de los malos registros, hemos mantenido un suelo similar a 2018 y, además, del 19-J extraemos una enseñanza capital, que toca trabajar desde la militancia, con unidad y sentido común para que esa tendencia de las andaluzas no se propague a las locales. Creo que para lo que tienen que servir las andaluzas es para usarlas como trampolín para volver a contar con la confianza mayoritaria de los sevillanos en las locales.

–¿Tiene ya definido su futuro político?

–Aquí me permitirá que use un símil futbolístico para decirle que, en esto, como en casi todo en la vida, me gusta ir partido a partido. Y con esa filosofía, en lo único que estoy centrado ahora es en continuar remando fuerte para ejecutar esa carga presupuestaria de la que antes le hablé y que tenemos entre manos para reactivar la economía de nuestros pueblos tras la pandemia. Para ello, a los planes Actúa y Contigo ahora le sumaremos otro paquete nuevo, fruto de los remanentes de tesorería 2021, que tendrá unos 60 millones adicionales, con programas que refuerzan las políticas.

–¿Sigue afectando la crisis sanitaria por el coronavirus a los planes de su mandato?

–A día de hoy, la crisis sanitaria sigue afectando en servicios como urgencias y atención primaria. Y siempre, siempre, no podemos olvidar que la competencia en sanidad es un tema que compete a la Junta. Pero en plena pandemia, eso no se cumplió y, al vernos desamparados, tuvimos que echar mano de nuestros recursos presupuestarios para desinfección, cuando era un asunto del gobierno andaluz. Solo gracias a la supresión de las reglas fiscales por parte del Gobierno de España pudimos en aquel momento y estamos pudiendo dar respuesta a las necesidades que nuestros Ayuntamientos nos trasladan y, según los indicadores económicos, seguimos manteniendo el tipo.

–Las perspectivas económicas para la vuelta de las vacaciones no son nada halagüeñas... 

–Es cierto que todos los vaticinios apuntan a que el efecto de la inflación tendrá repercusiones a vuelta de verano tras la temporada estival, que siempre es fuerte en nuestro país y nos ayuda a mantener el tipo. Pero si me pregunta en clave provincial, lo que le puedo decir es que en la parte que nos toca vamos a continuar poniendo todo desde nuestros recursos y posibilidades, manteniendo el ritmo inversor que nos hemos fijado. Eso se traducirá en cientos de proyectos de obra que terminan propiciando empleo entre las empresas sevillanas de la construcción y de los servicios, además de las coberturas sociales de las iniciativas que los Contigo y Actúa contemplan en esa vertiente.

–¿Teme que Europa cierre el grifo de las ayudas?

–Europa ya ha dicho alto y claro que no titubeará a la hora de aplicar las medidas que sean necesarias para evitar desequilibrios y episodios como los de 2012 en torno a las deudas soberanas de los países miembro. Y en ese sentido, a esa firme determinación le va a continuar ayudando la importantísima apuesta que la Comisión hizo tras la pandemia con los fondos Next Generation. Por tanto, las ayudas van a continuar llegando y, en última instancia, son los países miembros y, dentro del nuestro, las comunidades autonónomas, las que deben darle celeridad a la aplicación de esas inversiones.

–¿Cómo marcha la ejecución de los distintos fondos europeos?

–Pues precisamente en relación con la pregunta anterior, aquí debo mostrar mi desilusión, porque a día de hoy la Junta de Andalucía mantiene una postura ambigua con el municipalismo a la hora de cómo se va a contar con las entidades locales para aplicar las ayudas de Europa. Lejos de esa indeterminación, necesitamos una respuesta clara desde San Telmo en este apartado, porque nadie mejor que la administración local conoce la realidad allí donde opera y, en esa línea, sería muy desilusionante que la Junta siguiese ignorando a los Ayuntamientos y Diputaciones para aplicar los proyectos de sostenibilidad y digitalización de los Next Generation.

"LAS ANDALUZAS TIENEN QUE SERVIR PARA USARLAS COMO TRAMPOLÍN PARA CONTAR CON LA CONFIANZA DE LOS SEVILLANOS”

–El turismo rural es la gran fortaleza como destino, ¿a dónde se puede mirar ahora?

–De esa fortaleza llevan hablando las cifras desde hace mucho tiempo. Y en relación con esa situación de vanguardia en clave de turismo interior hemos hecho un trabajo de años, junto con los Ayuntamientos, que nos ha conducido a ser una de las tres primeras provincias de España en predilección de turismo interior para los visitantes en la vuelta de la actividad turística tras la pandemia.

–¿Cuántas obras han parado por la subida de precios y la falta de materiales?

–Aquí tengo que decir que, como los empresarios de la construcción han recibido siempre una señal clara de compromiso por parte de la Diputación, la paralización de obras no ha sido de momento un problema en aquellos proyectos que estamos ejecutando con el Plan Contigo y los que hay previstos con el Plan Actúa. Es decir, que en aquellos programas que dependen única y exclusivamente de la Diputación, la paralización ha sido mínima, en torno al 10%. Pero no ocurre lo mismo en un programa que me preocupa especialmente, como es el de Fomento del Empleo Agrario (antiguo PER). Ahí, como sabe, la responsabilidad a la hora de sufragar el coste de los materiales es de la Junta en un 75% y de las entidades locales en un 25%. Y en esto, la Junta también mantiene un silencio inquietante, sin aclarar si va a incrementar sus partidas para que los proyectos de obra reflejen esa subida de los materiales y las empresas trabajen con garantías de solvencia.

–¿Se han puesto todos los remedios posibles para evitar de nuevo el virus del Nilo?

–LosAyuntamientos colaboramos, pero en ningún momento podemos asumir una responsabilidad mayor que la que ya asumimos. Por todo ello, desde la Diputación consideramos que sigue siendo necesaria la coordinación y el diálogo para establecer las bases y los ámbitos de actuación de cada institución.

"LA CRISIS SANITARIA SIGUE AFECTANDO EN SERVICIOS COMO URGENCIAS Y ATENCIÓN PRIMARIA”

–¿Cuáles son las cuentas pendientes de la Junta con la provincia?

–La principal, diría yo, es una tan elemental y básica como la de sentarse, escuchar y hablar con los Ayuntamientos. Esa, con ser relativamente fácil, todavía no la ha hecho el presidente de la Junta en cuatro años de gobierno que ha tenido. Prueba de ello es que, durante la pandemia, la Junta abandonó a su suerte a los ayuntamientos en asuntos tan vitales como el de la desinfección de los centros escolares o el Servicio de Ayuda a Domicilio. Junto a eso, pendientes hay grandes proyectos en los que el retraso empieza a ser muchas veces preocupante. Ahí podemos citar la mejora del firme de la autovía A-92, que llevaba décadas de retraso y donde ahora la Junta promete invertir 100 millones de euros en 2022 y 2023. Lo mismo se puede decir de la carretera de acceso norte a Sevilla desde La Rinconada, que se eterniza desde 2010, pese a su vital importancia para la entrada a la capital desde Brenes, La Rinconada, La Algaba y Alcalá del Río. Otra asignatura es la del Eje Ferroviario Transversal Andaluz, que iba a conectar con AVE las provincias desde Huelva a Almería y que quedó varado, aunque aquí la responsabilidad es a medias entre el Gobierno y la Junta.

–¿Y las del Estado?

–Aquí también hay cuentas pendientes. La más acuciante, quizá, es la de la ampliación del Puente del Quinto Centenario de la capital, que está en marcha. Y en el caso de la SE-40, de los 77 kilómetros de trazado quedan por hacer prácticamente la mitad. Otra para el debe, en este caso en el Aljarafe, es el enlace de Espartinas con la A-49 y la SE-40. Ahí, el Ministerio de Transportes aprobó a finales de 2021 el expediente de información pública y, el proyecto de trazado de la actuación, por lo que confiamos en nuevos pasos adelante en un futuro cercano.

–¿Los pantanos están sobre mínimos, ¿vamos tarde con la construcción de desaladoras?

–Aquí confío en que las palabras de Moreno Bonilla durante su discurso de investidura se plasmen en la realidad, cuando el presidente dijo que esta iba a ser la legislatura del agua. Quizá el gobierno andaluz tenga que hacer un profundo ejercicio de reflexión porque parece que, a partir de ahora, la meteorología será más extrema y, eso, en verano y en nuestra tierra, se traducirá en temperaturas más altas, en lluvias más esporádicas y torrenciales y, por tanto, en bajadas más acusadas del nivel freático en verano. Y ahí comienzan, en esa falta de lluvia y en las bajadas del nivel freático, los episodios de interrupciones y deficiencias en el suministro de agua. Por tanto, ese es el paradigma desde el que la Junta debe planificar el futuro en el que las desaladoras podrían jugar un papel clave.

"LA JUNTA DEBE PLANIFICAR EL FUTURO EN EL QUE LAS DESALADORAS PODRÍAN JUGAR UN PAPEL CLAVE”

–La falta de agua es un problema grave en varios municipios de la provincia.

–Lo es. Y aquí también tiene que quedar claro que desde los municipios nos estamos sintiendo bastante solos a la hora de afrontar las obras de emergencia necesarias que, este verano, se vienen notando con más fuerza ante la ausencia continuada de precipitaciones. En ese sentido, desde la Diputación venimos aportando fondos para la ejecución de distintos proyectos para el suministro en aquellas localidades que no están adscritas a los sistemas de abastecimiento y depuración de la provincia. Esos casos, principalmente, se localizan en las Sierras Norte y Sur y, ahí, estamos firmemente comprometidos.

–¿Cómo afecta a la Diputación la estabilización de las plazas de interinos?

–De la misma manera que al resto de administraciones del conjunto del Estado. Y ahí, como no puede ser de otra manera, estamos cumpliendo escrupulosamente con la ley y procediendo a la estabilización de nuestra plantilla.

–Algunos inmuebles de la provincia siguen sin uso. Por ejemplo, ¿cuáles son los planes para el antiguo psiquiátrico de Miraflores o el Cortijo del Cuarto?

–Aún no hemos tomado una decisión acerca del destino de los terrenos que albergaron antes el psiquiátrico de Miraflores. Pero existe una razón para ello y es que, tras la pandemia, nuestra prioridad absoluta ha pasado a ser la de contribuir junto con los Ayuntamientos a la recuperación económica y social de nuestra provincia, por lo que este tipo de planificaciones tendrán que esperar a que todo se normalice. Y respeto a los terrenos de Cortijo de Cuarto, estamos en coordinación con el Ayuntamiento de Sevilla para normalizar el uso actual de esta bolsa de suelo de casi 140 hectáreas mientras se decide el destino final de los terrenos. Porque ese destino final, como siempre he dicho, estará ligado a una justa conjugación de los intereses de los pueblos de la provincia –representados por la Diputación– y de la proyección urbanística de futuro de la capital.

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Una carnicería sin sentido. [¿Hay alguna guerra que no sea una carnicería (fundamentalmente sobre las costillas de los trabajadores) al tiempo que fuente de enriquecimiento para los cínicos y criminales consejos de administración del capital donde se organiza y dirige?]

 

Una carnicería sin sentido

 

DIARIO OCTUBRE / agosto 6, 2022

 


El ataque contra los suburbios de Donetsk, donde las tropas ucranianas llevan ocho años atrincheradas, ha comenzado finalmente con el ejército de la RPD y apoyo de la artillería rusa. Avdeevka está siendo atacada. Y también la localidad de Peski, que se considera clave para Avdeevka. Los destacamentos de asalto de Donbass ya han conseguido avanzar allí. A lo largo de la última semana, la población de Donetsk, que ha sido objeto de bombardeos desde Peski, ha podido ver las nubes de humo sobre ese lugar, una imagen que lleven ocho años esperando. Hace tiempo que no quedan civiles en Peski, que ha sido convertido en un área sólidamente fortificada.

 

La esperanza es que la línea del frente se aleje finalmente de Donetsk y que la población pueda dejar de tener miedo a salir. La seriedad de la ofensiva se puede juzgar por la reacción al otro lado. No por lo que diga el habitual contador de historias del régimen de Kiev, Oleksiy Arestovich, que parece la ambulancia de la televisión ucraniana, sino por lo que dicen quienes están en las trincheras de Peski, que califican estar allí como un infierno.

Esas son las impresiones de un soldado ucraniano, Serhiy Gnezdilov, que lucha en Peski. Su carta fue publicada en las redes sociales ucranianas (y ha sido confirmada por la irritada reacción de Kiev, que acusa al soldado de cobardía, pero que no niega lo que dice).

¿Qué más hay para perder, qué más me pueden quitar en este sexto día de infierno personal en Peski, a un kilómetro de la primera calle de la ciudad ucraniana de Donetsk? Los cuerpos de aquellos a los que quiero más que a mi familia se encuentran bajo el calor de las trincheras aplastados por proyectiles de 152 mm. Como escribí antes, 6500 proyectiles por cada pueblo en menos de 24 horas.

Es así desde hace seis días ya y es difícil saber qué número de nuestra infantería sigue vivo bajo este fuego.

No, no me quejo.

Dos morteros de 82 y 120 mm están trabajando de nuestro lado. A veces se despiertan dos cañones y aprietan hacia Donetsk.

Prácticamente no respondemos. No hay fuego de contrabatería, nada, el enemigo pone sus proyectiles de artillería en nuestras trincheras sin problemas y destruye las posiciones fortificadas con cemento en minutos, sin pausa y con descanso mínimo apretando nuestra línea de defensa.

Anteayer se destruyó la presa y el río arrastró muertos y heridos. No publicaré datos, está prohibido en nuestro país, pero no tienen ni idea del número y el porcentaje de nuestras bajas.

Es una carnicería en la que el batallón simplemente aguanta la invasión con sus propios cuerpos.

Durante casi una semana, hemos estado esperando al menos algún refuerzo para golpear la artillería enemiga porque, repito, nos están quemando con impunidad con todo aquello en lo que es rico el ejército ruso. Hoy ha trabajado la aviación.

Estoy orgulloso de que el liderazgo del batallón se haya quedado aquí con nosotros. Kombat está con nosotros, todos están con nosotros, los heridos leves, se ponen una venda y vuelven en un par de horas a sus posiciones, si es que se puede llamar así a los agujeros sin fondo.

Hay una guerra.

Pero sin contrabatería, resulta una carnicería sin sentido en la que enormes cantidades de nuestra infantería muere cada día.

¿Querían la verdad? Ahí está la verdad al desnudo.

Las reservas fueron a las posiciones para cubrir el avance, pero cinco minutos después, de quince hombres solo había uno sano.

Cuerpos tirados en el suelo. Si hay alguno leve, puede que tengas suerte y pueda salir andado.

Solo se llevaron a un hombre herido. Gritaba durante todo el camino: ¿Dónde están los refuerzos? ¿Dónde está la artillería? ¿Por qué nos han abandonado? ¿Por qué nadie nos cubre?

No lo sé, tío, no sé por qué nadie nos cubre. Me avergüenza seguir de una pieza y no haber tenido más que sordera un par de veces.

Tuve que vomitar, cagar -perdón por el lenguaje- y vuelta a las trincheras.

Todas las reservas se han gastado, el equipamiento militar salta en llamas y el enemigo se aproxima y toma nuestras posiciones sin problema después de otro bombardeo de artillería.

Ahora mismo, estamos perdiendo Peski, toda nuestra capacidad material y humana está casi agotada.

Denis, el hombre de Mariupol que me dijo “Bueno, creo a Arestovich, lo recuperaremos todo pronto”, está muerto. Resultó herido dos veces, le vendaron ahí mismo en las trincheras. Le dijeron: “Denchik, te tienen que evacuar”, pero respondió: “Chicos, no os voy a dejar”.

Resultó herido una vez y después de la segunda, siguió disparando.

Todavía no hemos recogido el cuerpo. Yace en las ruinas de Peski, con los brazos extendidos y la mirada fija. Pide venganza. ¿Cómo puedo rechazar su último deseo? ¿Cómo podemos todos dejar a Denis?

Confío en que sobreviviera al final. Porque no puede haber muerto, acaba de volver del hospital, acaba de pedir matrimonio a su novia. Dicen que después de una de las visitas simplemente desapareció. Enterrado bajo un montón de tierra. Pero creo que es un error y que está vivo. Una esperanza ingenua.

Sé que a nuestro gobierno no le gusta pensar en voz alta. Pero no me ha quedado otra opción en el contexto de esta apología de la victoria y arestovichismo. La verdad no se debe escuchar, no se debe susurrar en conversaciones de salón. Por supuesto, recibiré una bala especial por esto, porque ¿cómo puede un Gobierno mentir a sus propios ciudadanos?

No me sorprendería si hoy alguien dijera “El agente del Kremlin Sirozha ha escupido un brillante plan para la victoria en el frente de Donetsk, pongámoslo en Mirotvorets”.

Estoy cansado de decir que todo está bajo control. Ahora, en Peski, todo está bajo control, pero, por algún motivo, la situación está empeorando.

Suenan las alarmas mientras nosotros cubrimos Peski con nuestros cuerpos.

Suficientes cañones para Donetsk

Esta carta del otro lado del frente requiere una aclaración. El soldado ucraniano afirma que no disponen de suficientes cañones. Sin embargo, Donetsk continúa siendo bombardeada y lo es tanto con proyectiles como con minas (en las que resulta herida la población civil). Ucrania tiene suficientes cañones.

No me gusta juzgar el verdadero estado del frente por una carta en las redes sociales. Sin embargo, lo que describe de Peski es una situación típica. Durante casi seis meses, la columna vertebral del principal ejército profesional de Ucrania ha sido golpeado. Quedan escasas unidades con capacidad de combate y en las que dominen los profesionales y en el frente se encuentran fundamentalmente reservistas movilizados reclutados en las calles y las playas. Muchos son de Ucrania occidental. Y no tienen ni la capacidad ni la voluntad de luchar.

Ahora, la situación es similar en los alrededores de Soledar y Artyomovsk. Aquí, la RPL y las tropas rusas han empujado lentamente a la primera línea de defensa ucraniana, se han aferrado a las ciudades y se lucha ya dentro de Soledar. Pero eso no significa que Ucrania no responda. Sus tropas intentaron contraatacar cerca de Artyomovsk. Tres batallones, con el apoyo de tanques y artillería se dirigieron a la localidad de Pokrovskoe. En un día, 300 soldados ucranianos murieron allí contra el muro de la compañía privada Wagner y las fuerzas aliadas. Después, los restos de los batallones ucranianos fueron expulsados, perdiendo seis tanques, cuatro blindados, vehículos de infantería y drones.

La superioridad de la artillería rusa es, en gran parte, gracias a Kiev. Zelensky ha trasladado parte de la artillería de Donbass a Jerson. Hay unos planes de ofensiva que ya todo el mundo conoce. Pero si esa aventura ocurre, Zelensky sufrirá un fracaso y las bajas serán en una escala más trágica que en Artyomovsk.

Hay rumores de que el general Zaluzhny, comandante de las tropas ucranianas, ha exigido a Zelensky la vuelta de la artillería a Donbass para no perder los puntos clave en la defensa. Se refiere tanto a Avdeevka como a la línea Seversk-Artyomovsk, tras la que hay una vía directa a Slavyansk.

Al mismo tiempo, Zelensky afirmo que Ucrania no puede revertir la ventaja de artillería y personal de Rusia en Donbass. Es una afirmación medida para que se escuche en Occidente: una plegaria por más HIMARS, artillería autopropulsada CAESAR y obuses M777. Sin embargo, en personal, Ucrania tiene superioridad, eso no es ningún gran secreto aquí. Es más, en algunos frentes es muy superior. Por ejemplo, cuando la planta eléctrica de Uglegorsk fue liberada, el enemigo tenía tres veces más efectivos. Esto dice algo de la experiencia, entrenamiento y arte militar de las fuerzas aliadas, algo de lo que carecen las unidades ucranianas sin experiencia.

FUENTE: Alexander Kots

VÍA:slavyangrad.es

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Declarar una recesión y echar la culpa a las tasas de interés

 

Declarar una recesión y echar la culpa a las tasas de interés


Michael Roberts 

sinpermiso

06/08/2022



Las últimas cifras del PIB de EEUU para el segundo trimestre de 2022 han vuelto a plantear el debate sobre si la economía estadounidense estaba en recesión o no. El PIB real se contrajo en el segundo trimestre de este año en una tasa anualizada del 0,9 % (o un 0,2 % trimestre tras trimestre). Eso significa que la economía estadounidense se ha contraído dos trimestres sucesivos, por lo que "técnicamente" (según esa definición) esta en recesión. El PIB real ha aumentado ahora solo un 1,6 % desde el segundo trimestre de 2021. Y la inversión empresarial se está desacelerando, solo un 3,5 % con respecto a esta época el año pasado, la tasa más lenta desde el final de la crisis del COVID en 2020.

Pero que la economía estadounidense está en "recesión" ha sido negado por los poderes fácticos, como el presidente Biden, la jefa de la Reserva Federal Jay Powell y muchos economistas convencionales que señalan que el desempleo sigue estando cerca de mínimos históricos y que el gasto de los consumidores es fuerte. Además, es probable que esta primera estimación del PIB se revise, y por lo general es así. Además, si elimina el crecimiento de existencias y del gasto público de las cifras del PIB, entonces el PIB "básico" no cayó en el segundo trimestre. La mejor forma de medir este "núcleo" es el valor de las ventas (después de la inflación) realizadas a los estadounidenses, es decir, las ventas finales reales a compradores nacionales privados. En este índice, el PIB se congeló en el segundo trimestre, mientras que seguía aumentando un 1,7 % en comparación con el segundo trimestre de 2021.

Pero incluso según este índice, la economía estadounidense se dirige a una recesión, si no está ya. Pero, ¿qué pasa con el desempleo? es la respuesta. Esta casi en mínimos históricos. Pero el desempleo es un indicador tardío de la salud de una economía. Las personas comienzan a perder puestos de trabajo solo cuando los empleadores dejan de contratar y comienzan a despedir y no lo hacen hasta que están seguros de que las ventas están cayendo, las ganancias ya no están aumentando lo suficiente o en absoluto; y luego recortan la inversión en nuevas fábricas, equipos, etc. Por el momento, los datos de empleo en EEUU muestran solo el comienzo de una situación de debilitamiento.

Las reclamaciones iniciales de desempleo (el número de personas que solicitan prestaciones porque están sin trabajo) están ahora en constante aumento.

Y el número de nuevos puestos de trabajo disponibles (llamados JOLTS) ha alcanzado su punto máximo.

Entonces, ¿cuáles son los principales indicadores de una recesión? Desde el punto de vista marxista, son los beneficios y la inversión. Después de alcanzar máximos históricos, los márgenes de beneficio han empezado a caer.

Y la inversión fija (empresarial) no inmobiliaria se estancó en el segundo trimestre. El gran éxito fue la compra de viviendas (llamada inversión fija inmobiliaria). El aumento de las tasas hipotecarias afectó gravemente a la vivienda el trimestre pasado. Hasta ahora, las transferencias de ingresos personales reales y el consumo personal real no han disminuido, pero se están estancando. Y los ingresos salariales del estadounidense medio se están hundiendo en términos reales a medida que la inflación se dispara.

Los poderes fácticos dicen que no se puede llamar recesión a esta situación a menos que los "sabios" de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER) lo hagan y aún no lo han hecho. Por alguna razón insondable, los economistas del NBER se han convertido en árbitros de las recesiones oficiales y tienen en cuenta, no solo el PIB, sino también todos los demás factores mencionados anteriormente.

Pero el NBER siempre ha declarado una recesión, en la larga línea de recesiones estadounidenses durante el último siglo, mucho después de que ya haya comenzado. Y vale la pena señalar que las recesiones de EEUU han ocurrido justo cuando la gente afirma que no están sucediendo y, lo que es más importante, incdependientemente de que la Reserva Federal esté subiendo los tipos de interés o no. En 1957, 1973 y 1980-2, se produjeron recesiones cuando la Reserva Federal estaba subiendo los tipos, como lo es ahora, pero también hubo recesiones cuando no fue así, como en 2007 antes de la Gran Recesión.

Eso plantea la cuestión de si los bancos centrales tienen alguna influencia o efecto significativo en la economía, ya sea para mantener el crecimiento y el empleo y evitar crisis; o para controlar la inflación. Esa cuestión se ha debatido a través de dos nuevos libros que se han publicado recientemente o de próxima aparición. El primero es del expresidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, que coincidió con la Gran Recesión de 2008-9. En él, Bernanke afirma que la Reserva Federal salvó el día en 2008-9 bombeando crédito para los bancos y también logró mantener la inflación baja. Bernanke argumenta que la "flexibilización cuantitativa" (inyecciones monetarias y compras de bonos por parte de la Reserva Federal) no causó inflación como muchos monetaristas y economistas de la escuela austriaca aseguraron que lo haría. Así que los bancos centrales funcionan. Por supuesto, no explica por qué hubo una crisis financiera tan grande y la consiguiente recesión en 2008-9, a pesar de la buena gestión de la Reserva Federal. Aparentemente, ese "pánico" financiero, como él lo llama, estaba fuera del control del banco central y se puede culpar de ello a la falta de regulación.

En el otro extremo del espectro, el economista de la escuela austriaca Edward Chancellor en su próximo libro, The Price of Time: The Real Story of Interest, presenta los argumentos a favor de situar la causa de las crisis y las caídas en la Reserva Federal y, en el caso de la Gran Recesión, en el propio Ben Bernanke. Chancellor asegura que "bajo Bernanke, la Reserva Federal tomó la decisión deliberada de ignorar las burbujas de activos hasta que estallaran, viendo su trabajo como simplemente reparar el daño. De hecho, la burbuja inmobiliaria estalló, causando bastante más de daño de lo que la Reserva Federal parecía esperar. La Reserva Federal bajo Greenspan y Bernanke olvidó (o ignoró) las lecciones que se remontan a Bagehot en la Inglaterra del siglo XIX".

La escuela austriaca parte de la premisa de que la "economía de mercado" funciona bien y ofrecerá una tasa de interés natural o neutral que equilibrará la oferta y la demanda. Y entonces las cosas avanzarán sin problemas. Ocasionalmente, debido a la incertidumbre de hacer inversiones a largo plazo, las tasas de interés se desequilibrarán con las necesidades de inversión, y habrá "mala inversión", lo que generalmente conducirá a una recesión o a una inflación. Sin embargo, estos "ciclos económicos" se auto corregirán solos con una dosis de desempleo y la liquidación de activos improductivos. Pero cuando los bancos centrales interfieren para tratar de controlar las tasas de interés, distorsionan la tasa "natural" y simplemente empeoran las cosas y provocan "burbujas de crédito" innecesarias que solo pueden estallar con graves daños a la economía de mercado que de otro modo estaría funcionando perfectamente.

Así que para Bernanke, el problema es conseguir que las tasas de interés sean correctas para gestionar la economía; para el Chancellor, evitar que los bancos centrales interfieran con las tasas de interés y permitiendo que la economía de mercado funcione. Desde un punto de vista marxista, tanto el semikeynesiano Bernanke como el neoclásico Chancellor de la escuela austriaca se equivocan porque solo miran a las tasas de interés y no al verdadero determinante de la economía capitalista, las ganancias y la rentabilidad. Esto último afecta a la inversión y al crecimiento mucho más que los tipos de interés de los préstamos.

Un banco central controla solo un componente de la tasa de interés que ayuda a determinar el diferencial al que los bancos pueden prestar, pero no determina las tasas a las que los bancos prestan a los clientes. Simplemente influye en la extensión. Apuntar al supuesto "control" de la Reserva Federal sobre las tasas de interés malinterpreta cómo los bancos realmente crean dinero e influyen en la producción económica.

Marx negó el concepto de tipo de interés natural. Para él, el rendimiento del capital, ya sea en los intereses devengados por prestar dinero, o en los dividendos por la tenencia de acciones, o los alquileres de la propiedad inmobiliaria, proviene de la plusvalía apropiada del trabajo de la clase trabajadora y apropiada por los sectores productivos del capital. Los intereses son solo una parte de esa plusvalía. Por lo tanto, la tasa de interés fluctua entre cero y la tasa media de ganancia de la producción capitalista en una economía. En tiempos de auge, se movería hacia la tasa media de ganancia y en las crisis caería hacia cero. Pero el motor decisivo de la inversión es la rentabilidad, no el tipo de interés. Si la rentabilidad fuera baja, entonces los titulares de dinero acumularían cada vez más dinero o especularían en activos financieros en lugar de invertir en activos productivos.

Lo que importa no es si el tipo de interés de mercado está por encima o por debajo de algún tipo "natural", como afirman los seguidores de la escuela austriaca, sino si es tan alto que está exprimiendo cualquier beneficio para la inversión en activos productivos. En realidad, el austriaco Knut Wicksell admitió este punto. Según Wicksell, la tasa natural "nunca es alta o baja en sí misma, sino solo en relación con las ganancias que las personas pueden obtener con el dinero en sus manos, y esto, por supuesto, varía. En los buenos tiempos, cuando el comercio es rápido, la tasa de ganancia es alta y, lo que es de gran importancia, generalmente se espera que siga siendo alta; en períodos de depresión es baja y se espera que siga siendo baja".

Y la evidencia empírica refuta la afirmación tanto de Bernanke como de Chancellor de que la fijación de las tasas de interés es clave, no los beneficios. De hecho, la propia Reserva Federal de los Estados Unidos concluyó en su propio estudio reciente que: "Un principio fundamental de la teoría de la inversión y la teoría tradicional de la transmisión de la política monetaria es que los gastos de inversión de las empresas se ven afectados negativamente por las tasas de interés. Sin embargo, un gran cuerpo de investigaciones empíricas ofrecen evidencia mixta, en el mejor de los casos, de un efecto sustancial de la tasa de interés en la inversión..., encontramos que la mayoría de las empresas afirman ser bastante insensibles a las disminuciones de las tasas de interés, y solo ligeramente más sensibles a los aumentos de las tasas de interés". Pero no son insensibles a la rentabilidad de sus inversiones.

La economía estadounidense está entrando en recesión porque la rentabilidad está cayendo y la inversión productiva se está estancando. Por supuesto, la economía no se ve favorecida por el aumento de las tasas de la Reserva Federal al mismo tiempo, pero si las ganancias y la inversión fueran bien, las tasas de interés podrían aumentar sin dañar la economía.

Es la misma historia con el crecimiento económico a más largo plazo. La clave para un crecimiento sostenido del PIB real a largo plazo es una productividad del trabajo alta y en aumento. El crecimiento de la productividad se ha estado desacelerando hacia cero en las principales economías durante más de dos décadas y, en particular, en la Larga Depresión desde 2010. La productividad laboral de EEUU está disminuyendo actualmente y en su punto más débil en 40 años.

En su libro, Chancellor sostiene que esta débil productividad se debe a la interferencia del banco central. Explicó por qué en la entrevista de la semana pasada: "Al perseguir agresivamente un objetivo de inflación del 2 % y vivir constantemente horrorizados incluso por la forma más leve de deflación, no solo nos dieron unas tasas de interés ultrabajas con sus consecuencias no deseadas en términos de la Burbuja de Todo. También facilitaron una mala asignación de capital de proporciones épicas, crearon una sobrefinanciación de la economía y un aumento del endeudamiento. Todo esto sumado, crearon e instigaron un entorno de bajo crecimiento de la productividad".

Según Chancellor, las tasas de interés ultrabajistas condujeron a una "mala inversión" y, por lo tanto, a una baja productividad. Es cierto que gran parte de la inversión realizada en los últimos 20 años no se ha destinado a los sectores productivos y, en su lugar, se ha trasladado a activos financieros, lo que ha dado lugar a "burbujas" del mercado de valores y bonos. Pero seguramente la razón de eso no son las tasas de interés artificialmente bajas, sino la baja rentabilidad de la inversión productiva, ahora cerca de los mínimos históricos posteriores a 1945 junto con el crecimiento de la productividad.

Michael Roberts 

 

habitual colaborador de Sin Permiso, es un economista marxista británico, que ha trabajado 30 años en la City londinense como analista económico y publica el blog The Next Recession.

Fuente:

https://thenextrecession.wordpress.com/2022/07/31/calling-a-recession-and-blaming-it-on-interest-rates/

Traducción:

G. Buster

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De Calera León a Vericasses: un recorrido por las no políticas del agua

 

De Calera León a Vericasses: un recorrido por las no políticas del agua

 

Por Olivia CarballarDani Domínguez

Rebelion / España

05/08/2022 

 

Fuentes: La Marea [Foto: Un campo en Ayllón, Segovia (ÁLVARO MINGUITO)]


La sequía, la contaminación y el saqueo ilegal de pozos son los tres principales problemas, amplificados por la crisis climática, que están dejando a la península sin reservas.

Saliendo desde Sevilla tempranito, en el camino que lleva a Calera de León por la Ruta de la Plata, las ventanillas bajadas ya no sirven para paliar los primeros síntomas del calor. El coche empieza a calentarse con la subida de las temperaturas, que andan corriendo hacia la primera ola de calor de junio. La aguja de la gasolina, con 20 euros recién repostados, baja sin embargo a una velocidad de vértigo.

El aire acondicionado se impone en la autovía, y en la radio, que va saltando de frecuencia, bromean con las cosas que se hacen en la tele, por ejemplo, cuando se manda a un reportero en agosto a Toledo porque hace 40 grados. “Pues como todos los años, lo normal”, ríen en la COPE. En la SER están hablando de bocadillos de pulpo, de bikinis y de que está aceptado popularmente comerse un bocata de nocilla con chorizo. Se habló primero, eso sí, de la resaca del primer debate electoral andaluz –qué lejos queda ya esa estampa tras la mayoría absoluta del PP de Juanma Moreno–, donde se amplificaron más los exabruptos del “fanatismo climático” enarbolado por la ultraderecha que las propuestas para combatir la crisis climática. En la prensa, en el Hoy de Extremadura, venía por la mañana que había focos de langostas destrozando los cultivos en tres zonas de la Serena, también en la provincia de Badajoz.

Lo que se escucha aquí, en este pueblito pacense de apenas 940 habitantes, como si hubiera un altavoz potente colgado en cada calle, es el canto sinfónico de los pájaros. Parecen vencejos. Pero un vecino, sentado con otros parroquianos en un banco junto al majestuoso Convento de Santiago Apóstol, dice que no, que los vencejos son más planos, que aquello que trina sobre nuestras cabezas son aviones. “Como esta sequía, ninguna”. “Ni llovió el año pasado ni ha llovido este. Pues se ha juntado una con la otra”. “El pantano se ha quedado chico”. “Y no llueve, qué va”. “Lo que se ha dejado venir…”. Son los comentarios que hace el grupo, en su mayoría hombres jubilados, sobre un tema que tiene preocupado al pueblo, a la comarca de Tentudía. Y que no es nuevo: la falta de agua. En la hemeroteca, cualquiera que rastree puede leer reportajes muy parecidos a este.

Foto: Entrada a Calera de León, en Badajoz (O. CARBALLAR)


“Hombre, cómo vamos a usar la piscina y vamos a cortar el agua para beber”, dice el camarero de un bar de la plaza. En solo un minuto, un hombre ha pedido un vaso de agua, otro ha pedido un café y, con un acento plagado de eses, pide también un “botellín de agua”. Varios jóvenes descargan cajas de agua embotellada de un coche y las introducen en el Ayuntamiento, alojado en el convento de los siglos XV y XVI, en el que hay crucifijos, pero no milagros.

“Ay, que he ido por el agua, ¿molesto?”, pregunta la limpiadora, que entra al despacho de la alcaldesa con un cubo y una fregona justo cuando va a dar inicio esta entrevista. “Tampoco han pasado tantos años desde que se empezaron a utilizar las redes de abastecimiento como para que dejemos de darle importancia a eso. Es decir, todavía tenemos el testimonio de los mayores que pueden contar que tenían que ir a buscar el agua a las fuentes, a los pozos. Y le hemos dejado de dar importancia al hecho de abrir un grifo en casa con tanta facilidad y que salga agua”, reflexiona Mercedes Díaz, la alcaldesa de Calera y presidenta de la Mancomunidad de Tentudía, que agrupa a doce municipios alrededor de la presa, del mismo nombre.

¿Qué niño o niña no sigue preguntando, así pasen los años y lleguen los algoritmos y se multipliquen las pantallas, de dónde viene el agua cuando, como si fuera magia, sale el chorrito –incluso caliente–? En este momento, en esta zona de Badajoz tienen activada la fase 2 del plan de emergencia por sequía, lo que quiere decir que hay cortes en el extrarradio.

«España afronta el verano con sequía meteorológica», dice el titular de una nota de prensa que envía el Gobierno. En el texto, señala que el pasado mayo ha sido el mes más cálido de los últimos 58 años. «La temperatura media de la primavera fue de 12,8ºC. Esto supuso un valor superior en 0,7ºC al promedio normal del período de referencia 1981-2010, lo que la convierte en una primavera bastante cálida. En concreto, fue la duodécima más cálida desde 1961 y la novena más cálida del siglo actual», detalla el documento.

En esta comarca, explica Díaz, la falta de agua tiene un doble origen: la sequía en sí misma y un problema estructural. “Nuestro embalse se hizo a finales de los 80 y ahora ese pantano se ha quedado pequeño, tiene cinco hectómetros cúbicos. Y aquí hay empresas, los bares, las peluquerías y, sobre todo, las fábricas de embutidos, las explotaciones agropecuarias… Necesitan el agua para funcionar. Y en cuanto no llueve un invierno, al año siguiente ya estamos notando esa falta de agua”, resume la alcaldesa, del PSOE. “Yo entré en la mancomunidad en el año 2011 y ya se estaba luchando por esto”, recuerda como un problema que nunca ha dejado de existir.

Foto: La presa de Tentudía (O CARBALLAR)


La solución que les aporta el Gobierno no les convence: un trasvase del pantano de los Molinos, que también ha sufrido mermas en estos años. Los municipios piden la construcción de un nuevo embalse. “Pero habría que construirlo en zona protegida y no se puede. Lo que yo me pregunto es hasta qué punto se puede conservar el medio ambiente si conviertes la zona en un desierto”, analiza la alcaldesa con un deje tristón, entre la incredulidad y el abatimiento que genera pelear prácticamente en soledad y sin recursos ante un problema de Estado. Con más de 1.200 represas, España es uno de los países más embalsados del mundo. Copado por Iberdrola, Naturgy y Endesa, el sector está principalmente en manos privadas.

Sin abastecimiento, sin piscinas

Las primeras cuatro noticias que salen en el buscador de Google al teclear la palabra sequía son estas: “El campo burgalés habla de 144 millones de pérdidas por sequía”, dice el Diario de Burgos. «Formentera puede entrar en prealerta por sequía este verano», informa el Diario de Ibiza. «Los pueblos salmantinos reclaman apoyo de las instituciones ante la sequía», titula La Gaceta de Salamanca. «Los ganaderos temen que haya que recurrir a cisternas por la sequía», cuenta La Voz de Galicia. La falta de una planificación concienzuda y efectiva en las distintas estrategias políticas en torno a un recurso básico, vital y un derecho humano como es el agua es uno de los principales problemas a la hora de abordar el asunto, con o sin sequía, según indican las diversas fuentes consultadas.

Es decir, si el agua fuera un barco, podría decirse que no siempre hay alguien controlando el timón, y que la travesía dependerá de la suerte y los azares de la naturaleza. ¿Qué ocurre? Que estas predicciones, las que atañen a la naturaleza, no son buenas. Y lo que es peor: estamos advertidos. Y lo que es aún peor: seguimos sin tomarlo en serio.

Las sequías serán cada vez más frecuentes, más severas, más duraderas y cubrirán más territorio. Esta tendencia podría agravarse en las próximas décadas debido al calentamiento global. Y el futuro de España, según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), está asociado a la sequía si no se ponen remedios urgentes.

Foto: el agua estancada del año anterior en la piscina, que no abrirá (O. CARBALLAR)


Uno de los miles de informes estudiados indica que la falta de agua nos cuesta cerca de 1.500 millones de euros al año. Ese mismo documento alerta de que hasta el 80% de las tierras de la región mediterránea experimentarán un aumento de la frecuencia de sequías si no se reducen las emisiones, con múltiples pérdidas económicas debido a la disminución de rendimientos agrícolas. Otro estudio citado por el IPCC es aún más pesimista y calcula que los daños relacionados con la sequía en España aumentarán un 250% si las emisiones continúan aumentando.

El sonido del verano bombea ya, aun sin haber terminado el cole, junto a la piscina de Calera de León: hay avispas bailoteando en torno a una masa de agua verde y sucia, que aún perdura desde el año anterior. La cancela de entrada está cerrada. Y las malas hierbas deslucen el césped lozano de otros años. Dice la alcaldesa que solo queda agua para un mes y medio, a lo sumo dos, antes de que se tengan que iniciar los cortes a la población. Las reservas en los pantanos de toda España estaban ese día de junio al 49% de su capacidad total. Solo dos años antes, llegaba al 66,2%. Y la media de los últimos diez años es del 69,7%. El de Tentudía estaba al 20%, según el Boletín Hidrológico semanal del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

“Antes tampoco teníamos piscina. Yo me acuerdo que le decía a mi cuñada que, ay, si nos pudiéramos traer el agua de la playa…”, ríe la limpiadora. La alcaldesa insiste también en la función igualitaria y el bienestar que ha supuesto que pequeños pueblos como este, donde el mar queda lejos, construyeran su propia zona de ocio acuática para pasar el verano. Mujeres mayores que solo habían pisado los arroyos para lavar la ropa, comenzaron a comprarse bañadores, una prenda impensable entonces en un cajón de la cómoda. Muchas han aprendido a nadar con canas.

Cerrar la piscina es un golpe también para el turismo rural, para la economía de la zona. «Habrá familias que este verano decidan no venir», lamenta la alcaldesa, que ve en la ausencia de políticas claras en torno al agua el principal riesgo para que a esta zona también haya que llamarla «España vaciada» en poco tiempo.

Mientras tanto, todos los recursos que están usando para paliar la situación son propios y cuentan puntualmente con ayuda de la Junta de Extremadura, como las obras impulsadas en la estación depuradora, que han aumentado el rendimiento en un 90%.

“Todo va sumando. Se aprobó en diciembre el plan especial de sequía y las primeras medidas de las primeras fases de emergencia eran intentar disminuir el consumo, el lavado de coches, el riego de parques y jardines, las fuentes ornamentales. Luego vino la fase dos, con los cortes en el extrarradio. Y con todo ello hemos ahorrado un 14% de lo que se consumía anteriormente. Tenemos un pozo nuevo que se ha incorporado directamente desde donde está a la estación de depuración, y pasa a la red automáticamente. Y tenemos tres pozos más que se van a incorporar próximamente», explica al detalle Díaz, mientras gestiona por otro lado actuaciones musicales para el verano. «Si consumimos del pantano, pasaríamos a la fase tres, porque ahora tenemos, además, la evaporación con el calor. Cada municipio está muy sensibilizado con este tema y llevamos muchos años poniendo de nuestra parte para mejorar esa red de abastecimiento», insiste. «Pero si no se estudian los problemas de cada territorio, dime qué hacemos», concluye.

Los planes de las palabras

En la otra punta del mapa, en Vericasses (Barcelona), el municipio que estos días está saliendo en los medios como el pueblo catalán de las 2.000 piscinas, llevan con cortes desde mayo. Los pozos se han secado. Y el Ayuntamiento ha admitido que no hay “ningún plan” para paliar la sequía a corto plazo. De momento, en los grandes planes lo que predominan son las grandes palabras, como el plan España 2050, presentado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a bombo y platillo hace ya más de un año.

«A lo largo del siglo XX, España, como la mayoría de los países desarrollados, adoptó un patrón de crecimiento económico basado en el uso abusivo y lineal (extraer, producir, consumir y tirar) de los recursos naturales. Este patrón ha causado una degradación medioambiental sin precedentes en nuestro territorio y ha precipitado una crisis climática que podría tener efectos catastróficos en el futuro cercano. La España de 2050 será más cálida, árida e imprevisible que la de hoy. Si no adoptamos medidas contundentes con celeridad, las sequías afectarán a un 70% más de nuestro territorio, los incendios y las inundaciones serán más frecuentes y destructivos, el nivel y la temperatura del mar aumentarán, sectores clave como la agricultura o el turismo sufrirán daños severos, 27 millones de personas vivirán en zonas con escasez de agua, y 20.000 morirán cada año por el aumento de las temperaturas”, repite el plan, como los estudios del IPCC y como la realidad nos está mostrando cada día, por ejemplo, con los incendios que llevamos ya este verano.

Foto: Una botella de agua a las puertas de una casa, en el pueblo pacense (O. CARBALLAR)


Y continúa: “Para evitar este escenario, tendremos que convertirnos en una economía circular y neutra en carbono antes de 2050, tomar medidas que nos permitan minimizar los impactos del cambio climático, y transformar el modo en el que nos relacionamos con la naturaleza. Esto implicará, entre otras cosas, cambiar radicalmente la forma en la que generamos energía, nos movemos, y producimos y consumimos bienes y servicios. Habrá que aprovechar toda nuestra riqueza en fuentes de energía renovable, electrificar el transporte, reinventar las cadenas de valor, replantear los usos que hacemos del agua, reducir al mínimo los residuos que generamos, apostar por la agricultura ecológica, e impulsar la fiscalidad verde. Esto deberá hacerse en un tiempo récord, sin reducir la competitividad de nuestra economía, y sin dejar a nadie atrás”.

Pero el tiempo pasa y, a la vista de los acontecimiento y las quejas de los municipios, las palabras y las previsiones no pasan del papel: la demanda de agua ha sido de 30.983 hectómetros cúbicos al año entre 2015 y 2019. La previsión para 2030 es una reducción del 5%: 29.434. Para 2040, del 10%: 27.885. Y para 2050, del 15%: 26.335. Diversas fuentes, expertos en gestión hídrica y grupos ecologistas, desconfían del cumplimiento de estos cálculos cuando se están permitiendo políticas que aumentan el regadío y el intensivo.

Lo dice rotundamente en una entrevista en páginas posteriores la cofundadora de la Fundación Nueva Cultura del Agua Nuria Hernández-Mora: «En España tenemos un problema de usos ilegales del agua. Se junta una falta de recursos personales y técnicos de los organismos de las cuencas hidrográficas o del Seprona para perseguir estos usos ilegales, pero también una falta del respaldo político para pararlo. Existe una insumisión hídrica desde hace décadas a la cual no se pone coto».

El ejemplo claro es el de Doñana, donde la denuncia, durante décadas, de la utilización ilegal de los pozos para el regadío está esquilmando el parque natural, al que afectó también uno de los mayores incendios registrados en España. El último gobierno del PP y Ciudadanos votó a favor de una propuesta en esa dirección con el apoyo de Vox y la abstención del PSOE de Andalucía –en contra del ministerio dirigido por la socialista Teresa Ribera y de las directrices de Europa–.

Según explica el director del Consejo de Participación de Doñana, Miguel Delibes de Castro, en una entrevista en estas mismas páginas, el presidente andaluz, Juanma Moreno, recién elegido presidente con mayoría absoluta, le ha asegurado que si la propuesta es mala para el parque no se llevará a cabo. Y no es que sea mala, es que una locura, como expresa Joan Corominas, ingeniero agrónomo y especialista en Hidrogeología, Regadíos y Planificación Hidrológica. Entre el año 2000 y 2008 fue, además, secretario general de Aguas en Andalucía y director-gerente de la Agencia Andaluza del Agua. Sostiene que estas decisiones atienden a “demandas más o menos populistas” que solo buscan una mayor rentabilidad pero “que no resuelven nada”: “En el caso de Doñana, además del daño medioambiental, que es obvio, el gran problema es que no hay agua para regar todas las hectáreas que pretenden legalizar. La propuesta es una auténtica locura”.

El saqueo del agua

Según un informe de WWF, el regadío es el gran consumidor de agua de España y su superficie no ha dejado de crecer en las últimas décadas. En aquellas comarcas donde no existe agua disponible en ríos y embalses, se hace uso del agua subterránea, lo que ha llevado a que España sea el país con mayor sobreexplotación de Europa, argumenta la organización. Y esto sin contar el agua que se consume de forma ilegal. Los cuatro puntos negros del saqueo son, además de Doñana en Andalucía, las Tablas de Daimiel (Castilla-La Mancha), Mar Menor (Murcia) y Arenales (Castilla y León). Cuatro lugares emblemáticos y de gran valor ambiental.

Foto: Balsas de riego en el entorno de Doñana (WWF)


«La clave para entender el robo del agua está en que la Administración no sabe cuánta agua se extrae de pozos por encima de lo autorizado, porque no tiene capacidad de medir todas las extracciones, ni suficientes medios humanos para controlar estos recursos subterráneos. En algunos casos tampoco está claro cuánto se ha autorizado por encima de los recursos disponibles”, explica el estudio. Además, denuncia que la continua expansión de cultivos en regadío, promovida con ayudas públicas, ha alimentado expectativas que han llevado a esta situación, puesto que, en sus trámites y autorizaciones, la administración agraria no ha exigido a los agricultores solicitantes presentar el derecho de uso de agua concedida. “La propia Administración alimenta esta sobreexplotación del agua ya que ha concedido derechos de uso por encima de lo que puede dar según lo establecido en el Plan HIdrológico de cada cuenca”, concluye WWF.

Y volviendo a Extremadura, el caso de Tierra de Barros, asegura el experto Corominas, es parecido: “No es razonable aumentar el riego cuando lo que tienes alrededor son embalses vacíos y restricciones”. Se refiere al embalse de Alange, en Badajoz, por debajo del 20% de su capacidad. La cifra es algo menor que la del año pasado por estas mismas fechas pero, sobre todo, está muy por debajo que la media de la última década en esta época del año: 53,74%. Y las reservas que merman causan cada año estragos en el campo.

Al este, en la comarca de La Serena, los agricultores ya conocen las consecuencias de la falta de agua. La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha otorgado a la zona regable de Orellana un 24% de la dotación que le correspondería en un año hidrológico normal, lo que impide la puesta en marcha de determinados cultivos. “Las pérdidas van a ser brutales, porque aquí producimos el 80% del arroz de toda Extremadura y se va a quedar en blanco este año”, se quejaba recientemente, en conversación con lamarea.com, el presidente de los regantes de la zona, Miguel Leal.

Al oeste, en la denominada Tierra de Barros, los planes son radicalmente diferentes. La Junta de Extremadura sigue trabajando en un proyecto cuyo objetivo es la transformación de más de 15.000 hectáreas en tierras de riego, y cuyo plan de obras ya fue aprobado el pasado año con la oposición de organizaciones como Ecologistas en Acción al considerarlo “insostenible”. Desde la Consejería de Agricultura de la comunidad, sin embargo, no creen que la actual sequía suponga un problema para el proyecto porque se trata de “una situación puntual”: “Este momento coyuntural no afecta a la evolución del proyecto de regadío de Tierra de Barros”, aseguran.

La trampa de los intensivos

Desmontando falacias sobre agua y cambio climático es el título de una iniciativa llevada a cabo por la Fundación Nueva Cultura del Agua. En uno de sus artículos sostiene que el ahorro hídrico asociado a la modernización de los regadíos es un argumento tramposo. Según la organización, la innovación en el riego no implica necesariamente gastar menos agua: “El ahorro de agua consiste en gastar menos agua. […] En cambio, los proyectos de modernización del riego a menudo van seguidos de procesos de intensificación que conducen a aumentos en la producción de cultivos, como cultivos dobles y cultivos más intensivos en agua”, advierten.

Foto: Una acequia de regadíos (DANI DOMÍNGUEZ)


Así, cada vez más olivos centenarios de secano, separados entre ellos, son arrancados de la tierra para dar paso a hileras de cientos de estos mismos árboles que se rozan entre sí. Son los conocidos como cultivos superintensivos, mucho más productivos y, aparentemente, más rentables. “Para determinados agricultores puede ser interesante convertir sus tierras en explotaciones intensivas de regadío, pero al final eso acaba siendo perjudicial para el conjunto del sector, porque, si bajan los precios, es la ruina para quienes mantienen el secano o el riego tradicional”, explica Corominas. Asimismo, el especialista en planificación hidrológica sostiene que “el discurso de la necesidad de aumentar la producción es falso”, ya que en la actualidad hay una sobreproducción de olivos y viña.

Desde la fundación proponen, por tanto, “reducir la superficie de regadío, particularmente de los intensivos”, principalmente en las cuencas y territorios donde su expansión ha alcanzado “un valor muy por encima de lo sostenible”. Para Corominas, nuevos proyectos de riego son “una entelequia”: “Hace falta una etapa en la que podamos serenarnos y, sin aspavientos y discursos fáciles, tomar las decisiones que haya que tomar”.

Porque está, además, el problema de la calidad. La contaminación es especialmente preocupante en Catalunya. La propia Agencia del Agua de la comunidad lo advierte de este modo: “La presencia de compuestos nitrogenados, especialmente nitratos, es el problema de contaminación difusa más importante en las aguas subterráneas de Catalunya y el principal responsable del mal estado de las masas de agua subterráneas. Afectan también a las aguas superficiales y, de manera local, a algunas masas de agua costeras”. La ACA indica que esta presencia se debe principalmente a las prácticas derivadas de las actividades agrícolas y ganaderas, como el uso excesivo de fertilizantes nitrogenados y amoniacales, y de las deyecciones ganaderas. El caso del Mar Menor es paradigmático.

Este reportaje se realizó durante el mes de junio y forma parte del dossier de #LaMarea89. Puedes adquirirla aquí.

Fuente: https://www.lamarea.com/2022/08/04/de-calera-leon-a-vericasses-un-recorrido-por-las-no-politicas-del-agua/

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