lunes, 20 de julio de 2009

¿HASTA CUANDO?

(El pajarito Kadirov de Chechenia)

El miércoles último se había cometido un crimen. Habían asesinado a una mujer y la noticia la leyó Sir Holmes en la prensa de la mañana.
Observaba como el humo de su pipa ascendía lentamente y con el seño fruncido preguntó: ¿Hasta cuando, mi querido Watson, cree usted que se seguirán cometiendo crímenes? Sin duda –contestó resuelto-, se seguirán cometiendo crímenes hasta tanto los motivos de los mismos no desaparezca. Elemental, querido Watson, respondió Sir Holmes.
Quien quiera que haya sido el desgracias que asesinó el miércoles último a Natalia Estemirova, mujer propulsora de los derechos humanos en Chechenia, no importa tanto como el de los promotores que han propiciado ese mismo crimen. Sus verdaderos responsables.
Dedos autorizados
[1] señalan como responsables del asesinato de Natalia Estemirova al presidente checheno Kadirov, y de refilón, a su valedor personal Vladimir Putin y al presidente ruso Medvédev.
El presidente checheno, Kadirov, dráculo en sus horas libres, debe ser un buen pajaruelo. Afirma el hombre, sin que por ello le pase nada ni lo enchiqueren: “La sangre me chorrea por los codos y no me avergüenza. He matado y mataré a la mala gente. Luchamos contra los enemigos de la república.”
[2]
Natalia Estemirova por lo que se ve era una mala persona, muy mala, y por eso la han asesinado, igual de mala que otros periodistas y abogados desafectos a la tiranía asesinados a tiros igual que ella por las buenas gentes del patriotismo ruso y checheno. Querían estos asesinados la democracia y los derechos fundamentales de las personas que son algo más que palabritas de bien quedar.
Mira que te digo, zagal Kadirov, criminal, lucha por la república chechena todo lo que puedas, pero sobre todo deja a los chechenos que se pinten la república como ellos quieran y no tú, y si quieres más lucha, vente a España, que también hace falta que luchemos por la república, pero asesino, no mates a nadie ni mandes matar, mala bestia.
El presidente ruso, Dimitri Medvédev, pajaruelo que parece no estar muy alejado del asesinato de Natalia Estemirova, ha dicho el hombre que el crimen de esta no quedará impune, lo que no entiendo bien es si ha querido decir que no quedará impune, porque ya ha quedado, al igual que el resto de asesinatos.
Le tengo dicho, mi querido y fiel amigo Watson, que para desenredar todo lo que rodea a la comisión de un asesinato, es menester pensar al revés de lo que dicen los indicios que del mismo nos presentan. Es decir, si nos dan la primera letra del abecedario, la A, para desentrañar los misterios del crimen, prestos hemos de irnos a la última letra del abecedario, a la Z, porque es seguro que empieza por Z y no por A, puesto que de la Z nada nos dijeron.
Elemental, Sir Holmes, le respondió Watson.
*
[1] Vladimir Lukin, Defensor del Pueblo de la Federación Rusa; Liudmila Alexéieva, Presidenta del Grupo de Helsinki y Oleg Orlov, Director de Memorial. El País, 17.07.09, hoja 2.
[2] Pilar Bonet, Moscú, El País, 17.07.09, hoja 2.

CARTAS DE AMOR

(7)

(Al pie del almacén de Sierra, el secadero natural, donde estaba la trilladora fija, y al fondo, el Poblado Queipo de Llano)


Aquella noche la pasó usted en lo de Sierra. No sé la razón. Quizás fuera porque le andaban trasteando a la trilladora fija, grande, de madera, gris, que estaba a uno de los costados del almacén grande, Juan, el mecánico de Las Cabezas de San Juan, que hacia poco había llegado de su pueblo, junto a otros hombres y usted.
Puede que fuera también, porque acababan de instalar una especie de teleférico, como en las películas, para que la paja que salía trillada se transportará aéreamente con una parihuela que colgaba y se deslizaba por un cable desde la trilladora a la esquina del secadero, la que daba a la carretera que venía de Isla Mayor y continuaba hasta el Poblado.
A Juan el mecánico y a su familia le dieron la casa que estaba al lado de la nuestra en Santa Rita. Al otro lado, al izquierdo de nuestra casa, estaba la casa de Vicente Bisbal, el capataz valenciano. De esto si me acuerdo, pero de por qué pasó usted la noche en lo de Sierra no.
De lo que sí estoy seguro, y para mí que usted también, es que fue aquella misma noche la primera que pasé fuera de casa (sin contar aquellas otras que en el Grupo Beca, mamá me ponía el pijama y me venía a buscar la mujer de Miguel, que entonces eran novios, para dormir con ella, porque yo era muy niño, tanto que ahora mismo no recuerdo con seguridad el nombre de la novia de Miguel, y por eso no cito su nombre, no sea que ahora al cabo de los años la vaya a liar, dando un nombre por otro).
Pero no sólo fue mi primera noche fuera de casa. Fue también la primera noche que dormí sólo, y lo que fue más importante para mí: revuelto con los trabajadores que venían de otros pueblos a la temporada del arroz.
Tampoco sé si todo esto se lo contó usted a mamá, yo desde luego no. No por nada, sino porque si no lo sabía no me pondría reparos otros días para ir solo a lo de los Sierra. Eso al menos fue lo que yo pensé. Y funcionó.
Por supuesto que recuerdo que me costó Dios y ayuda para convencerle de que me dejara dormir solo en el almacén grande.
Los hombres se acostaron en el suelo del almacén, sobre fardos de sacos vació que había. El hijo pequeño de Sierra y yo nos subimos para dormir a lo alto de los sacos apilados llenos de arroz. Esto no se la dije.
Desde lo alto de los sacos, casi sin ponernos de pie, podíamos tocar las crucetas del techo del almacén, y cuando llegamos arriba asustamos a dos gatos, y ellos a nosotros, o por lo menos a mí.
*

ENCIERRO Y EN HUELGA DE HAMBRE DE 25 TRABAJADORES EN LA CATEDRAL DE SEVILLA.

(Foto tomada el 19 de Julio de 2009 en la puerta de la Catedral de Sevilla. Texto del cartel: "Llevamos 147 días de movilizaciones y 25 días en huelga de hambre. Mineros de Boliden")

No es sensacionalismo periodístico ni ficción bananera. Es una vergüenza para todo aquel que la tenga (quedan excluidos de tener vergüenza en este caso concreto, los políticos de la Junta de Andalucía) y real.
Veinticinco trabajadores de la empresa Boliden de Aznalcollar, Sevilla, llevan encerrados y en huelga de hambre en la Catedral de Sevilla desde el pasado 25 de Junio.
Me van a perdonar el que sea reiterativo, porque es que a veces no me expreso bien, a veces me viene como un ataque de mala leche transversal, que hace que se encabrone la bolita del bolígrafo y no deja salir lo que yo diría si me expresara bien, por esta razón voy a repetir.
Los que se han encerrado en huelga de hambre en la Catedral de Sevilla son veinticinco trabajadores de Boliden, no la Junta de Andalucía, para exigir que la Junta de Andalucía cumpla el compromiso que en su día adquirió con ellos con respecto de sus puestos de trabajo y sueldos, cuyo acuerdo está escrito y firmado, porque los compromisos que adquiere la Administración con sus administrados se hacen para no cumplirlos, compréndanlo, por favor.
No me atosiguen a la Administración, porque son nuestros servidores y nuestros representantes, dicen ellos (esto de que los servidores de la Administración son nuestros representantes, no me negarán que es un buen chiste) los que han de vivir por encima de sus posibilidades, sin trabajar, por supuesto, y cobrando bien, por supuesto, con nuestros dineros, por supuesto, por supuesto, mientras que nosotros los trabajadores que al fin y al cabo no hacemos más que trabajar y crear con nuestro trabajo cuanta riqueza existe, como estos 25 trabajadores de Boliden, para conseguir lo que es suyo se tienen que encerrar y ponerse en huelga de hambre.
La cosa está más clara que la sopa de un asilo, me parece a mí. Hay que exigir, que ya está bien de tomaduras de pelo, que a estos 25 trabajadores en huelga de hambre se les de lo suyo de forma inmediata, y que los irresponsables de la Junta de Andalucía, del primero al último, que hayan tenido que ver algo, poco o mucho, con el incumplimiento de lo pactado con los trabajadores encerrados se vayan a la puta calle, para exigirles después ante los tribunales que respondan del daño causado, porque no sé si sabían ustedes que comer en imprescindible, y que los trabajadores de Boliden para exigir sus derechos están recurriendo a lo más serio y grave que se puede recurrir, a dejar de comer, o sea, a la huelga de hambre, por culpa de esos políticos irresponsables que son como mulos obcecados con sus respectivos sillones.
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