jueves, 13 de junio de 2019

ESPAÑA, LA OTAN Y SU FILIGRANA: EL 1,5% DE LA RIQUEZA QUE CREAN LOS TRABAJADORES ESPAÑOLES SE VA PARA FINANCIAR LA GUERRIPAZ-USA; VARIAS DECENAS DE MILLONES DE EUROS PAGAN LOS HERÓICOS TRABAJADORES ESPAÑOLES PARA PAGAR LA DEUDA PÚBLICA CONTRAIDA POR LOS EJÉRCITOS Xs (Oiga, que es que no se si el Ejercito español es español o no es español). ME PARECE GUAY QUE TE CAGAS TÍO, PORQUE YO NO ME METO EN POLITICA, QUE LO ÚNCIO QUE YO QUIERO SABER ES SI EN TODOS ESTOS GASTOS VA INCLUIDA LA CAMA O ES APARTE, Y QUE SI AL REY SE LE HA PASADO YA EL ENFURRUSCAMIENTO QUE COGIÓ PORQUE EN EL IZADO DE BANDERA EN SEVILLA QUE TIENE UN COLOR ESPECIAL, SE LE CRUZARON LOS ALAMBRES AL MÁSTIL O QUE ME SE YO QUÉ Y LA BANDERA SUBIÓ TODA ARRUGADA MOTIVANDO EL ENFURRUSQUE REAL, MOTIVANDO ELLO EL INCUMPLIMIENTO REAL AL LIARSE A HACER MOHINES CON LA BOCA Y A MENEAR LA CABEZA COMO SI SE LE HUBIERAN AFLOJADO LOS MÚSCULOS OCASIONALES (LOS QUE ENTRAR EN JUEGO EN ESA OCASIÓN), PORQUE EN LA POSICIÓN DE FIRMES, SEGÚN ME APRENDÍ YO CUANDO FUI RECLUTA, NO TE PODIAS MENEAR ASÍ SE TE COMIERAN LA NARIZ 415 MOSCAS, MÁS UNA QUE SE VIENE ACERCANDO. ¡AY, PÁJARO SI TE HUBIERA COGIDO POR BANDA EL SARGENTO PRIMERO QUE YO TUVE EN EL PRIMER BATALLÓN,CUARTA COMPAÑIA DEL C.I.R. DE ZARAGOZA!



IU da un “aviso a navegantes” al PSOE por la permisividad con EEUU en la base de Rota

  • Esto no afectará a las negociaciones de investidura o gobierno entre PSOE y Unidas Podemos
  • IU mantiene su postura contra la OTAN
 miércoles, 12 de junio de 2019


Maniobras militares en Rota. / EFE


La actual interinidad política y la complejidad parlamentaria que conlleva cualquier modificación del tratado bilateral de defensa que regula la presencia de tropas estadounidenses en España han aconsejado obviar el trámite parlamentario. Es la excusa que ha puesto el Gobierno, según informa el diario El País, para aceptar más tropas estadounidenses, con nocturnidad y alevosía, sin reforma previa de dicho convenio en la base militar de Rota.

Los cuatro buques USS Carney, USS Donald Cook, USS Porter y USS Ross, que fueron construidos a finales del siglo pasado y llegados a Rota entre 2014 y 2015, serán sustituidos por otros de la misma clase Arleigh Burke pero más modernos, dotados entre otras mejoras de helicópteros. La operación conlleva la llegada de seis helicópteros más, según la información del periódico del Grupo PRISA. Todo esto conllevaría a la llegada a Rota de 30 militares estadounidenses extra, entre pilotos y mecánicos.

Si el convenio, que permite en Rota un techo de 4.250 militares y 1.000 civiles estadounidenses, según El País, ha quedado desfasado en distintas ocasiones, es nuevo el que para ello el Ejecutivo, en este caso en funciones, no haya transitado por los trámites parlamentario. Por esto, han puesto el grito en el cielo distintas organizaciones de izquierdas y antimilitaristas. Entre ellas, IU.

La diputada de IU Roser Maestro advierte al PSOE, en declaraciones a cuartopoder.es, que «la política internacional debe tener una vertiente que no vaya a un sometimiento imperialista». En plenas negociaciones entre Unidas Podemos y PSOE para un «gobierno de cooperación», asegura que esto es un «aviso a navegantes». «Nos ha resultado escandaloso enterarnos por la prensa, una decisión de este calibre merece un trámite parlamentario como está estipulado», prosigue.

Maestro promete estudiar «cualquier cauce parlamentario para que el actual gobierno en funciones cumpla la legalidad, es necesario poner en relieve que el Gobierno tome conciencia del sometimiento al imperialismo«. «¿Hasta qué punto el PSOE está dispuesto a estar sometido a este tipo de políticas imperialistas?», se cuestiona.

Sin embargo, IU no pone en duda seguir con las negociaciones con los socialistas. «Nuestra postura es negociar alrededor de cualquier tipo de alternativa al respecto, como siempre nos hemos caracterizado dentro de IU», argumenta la diputada valenciana, quien recuerda la posición histórica de IU: «Denunciar el referéndum del 1986, en él, además, se comprometieron a no incrementar las tropas estadounidenses en España».

La formación de Alberto Garzón analiza que «esto supone supeditarse a los intereses geoestratégicos y económicos de Estados Unidos y de la OTAN» y que «forma parte de la deriva incendiaria y terrorista de Trump». «Con esta utilización de estas bases, pretende incrementar los conflictos, con todo lo que esto implica, como oleadas de refugiados. Vemos intereses imperialistas como en Yugoslavia, Siria, Libia o Irán y entendemos que es un aviso a navegantes a Irán y Rusia», continúa Maestro.

Por ello, apuesta por que, si se llegara a un gobierno de entendimiento entre PSOE y Unidas Podemos, «se replantease el modelo de seguridad de España», reforzando la postura de IU contra la OTAN. «Entendemos que España debe ser una zona de paz y no una plataforma para la guerra», valora la diputada, que reclama: «Salir de la OTAN y establecer convenios respetando la legalidad vigente y apostando por políticas de paz».

Adelante Andalucía tacha el episodio de «impresentable»

«Impresentable», así tacha el portavoz de Adelante Andalucía y coordinador general de IU Andalucía, Antonio Maíllo, este episodio que, permite, que «Andalucía siga siendo tierra de colonia de Estados Unidos». «Es una base que dejó de ser compartida desde hace tiempo, solo es de personal americano», prosigue. «Utilizaremos los mecanismos a nuestro alcance para que se rectifique ese acuerdo», promete Maíllo, que valora: «No puede ser que el suelo andaluz y nuestra soberanía se plieguen a los intereses militares de Estados Unidos».

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COSAS DE ROJOS. ¡MENTIRAS VAN!



Tiananmen y Chernobyl, del silencio comunista al espectáculo capitalista

Tercerainformación
12/06/2019



Foto: EFE 

Estos días hemos asistido al remember de dos acontecimientos históricos sucedidos en el mundo comunista del siglo XX: las protestas de Tiananmen y el accidente de Chernobyl. No es objeto de mi reflexión discutir sobre la información que disponemos de aquellos acontecimientos, y la precisión o no de nuestro conocimiento. Lo que creo que sí vale la pena es observar la capacidad que tiene el mundo occidental y su maquinaria de información/entretenimiento/ideológica de convertir en actualidad acontecimientos pasados cuando le interesan, presentar el formato más atractivo de la historia y lograr que su versión desplace a cualquier discusión, debate o investigación sobre los hechos.

En el asunto Tiananmen, lo más destacable es cómo para el ciudadano occidental el nombre de una plaza va unido inevitablemente a unos acontecimientos de protesta contra el gobierno comunista chino. Directamente los medios hablan de 30 años de Tiananmen, el tiempo que ha pasado desde la protesta, a pesar de que la plaza tiene cuarenta años más. Nadie piensa en la masacre de 300 estudiantes en Tlatelolco cuando los medios citan ese complejo de la ciudad de México. De modo que Tiananmen es la plaza de una masacre pero la plaza de las Tres Culturas, donde se desarrolló la masacre mexicana, es un complejo arquitectónico.

Una de las paradojas de las protestas de Tiananmen es que la foto más emblemática de la represión es precisamente un tanque que se detiene para no aplastar a un manifestante. Se me ocurren muchas movilizaciones y protestas en el mundo donde las fuerzas del orden no respetaron a un manifestante similar y no han pasado a la historia por sangrientas represiones como sucede con la plaza china. Desde el caracazo venezolano a la masacre de El Mozote en El Salvador. Y, por supuesto, creo que hay muchos países donde no hay que desplazarse 30 años atrás para encontrar represión y masacres de sus ejércitos.

El otro tema traído a la actualidad ha sido el accidente de Chernobyl gracias a una serie de HBO, del mismo título. Al igual que los acontecimientos de Tiananmen, Chernobyl ha sufrido por parte de las autoridades comunistas un gran secretismo, lo que ha permitido a occidente hacer sus propias interpretaciones y manejar los datos que ha considerado oportunos. Para empezar, en lo referente al número de víctimas que, en ambos casos,  se mueve en una horquilla amplísima. En el caso del accidente nuclear porque el cálculo supone no solo las muertes en el accidente, apenas unas decenas, sino los fallecidos como consecuencia de las radiaciones recibidas.

Lo que es evidente es que las lagunas respecto a lo sucedido, el secretismo que rodeó la tragedia, característico de una guerra fría que todavía coleaba, y la estigmatización del gobierno comunista de entonces eran ingredientes estupendos para un producto audiovisual con el formato de ficción en lugar del documental. No es mi intención justificar ni blanquear las responsabilidades de aquellos gobiernos, me limitaré a sospechar la oportunidad de tanta insistencia y en la forma en que se hace. Que una serie de ficción, con escenas dramatizadas, con algunos personajes creados especialmente para la serie (la física bielorrusa Ulana Khomyuk), sin ofrecer fuentes rigurosas, ni tampoco documentos sea la vía principal de conocimiento del accidente de Chernobyl para la población occidental de hoy no supone ningún avance de acercamiento a la verdad. No se puede comprender que la única persona que se molestase en investigar el motivo del desastre fuese una física de la república vecina de Bielorrusia que fuese a Chernobyl por su cuenta a entrevistar a los técnicos moribundos en el hospital. Y que, encima, terminase detenida por el KGB. Lo lógico es que el propio estado soviético, aunque no tuviese ninguna intención de transparencia, intentase saber lo ocurrido. Se me podría argumentar que solo es una serie, no pretenden presentarse como los investigadores y reveladores de una verdad, pero eso es irrelevante, la realidad es que la "documentación" que los ciudadanos tendrán de aquellos acontecimientos será la historia que han visto en HBO.

Uno de los principios éticos del periodismo televisivo es renunciar a la dramatización de las noticias, es decir, no contar una violación o un atraco a un banco mediante una teatralización de actores por lo que eso supone de manipulación de la emoción de las audiencias. Imaginen la reacción de unos espectadores ante un acusado de violación y asesinato si, en la información sobre el juicio, se exhibe la dramatización de ese crimen con todo tipo de detalles, sangre, terror en la víctima y maldad en los gestos del asesino. Pues eso es la serie de Chernobyl. En ella, la intencionalidad está cuidada al milímetro sin importar el rigor. Hasta la responsable de vestuario Odile Dicks-Mireaux reconoció que el director, Johan Renck, "dio la directriz de que quería un vestuario feo". Y reconoce tranquilamente que en la serie "han añadido algo de decadencia" y "la ropa es más de la URSS que la de entonces de Pripyat, donde se veían vaqueros, zapatos de colores y ropa que estaba llegando del extranjero". Si había que proyectar una imagen decrépita del comunismo pues se hacía. Pocos se dieron cuenta, y muchos menos recuerdan, que en la película La vida de los otros, el color se vuelve alegre y brillante o sórdido y apagado según las imágenes correspondan a los disidentes o a las autoridades, según se esté en la Alemania Occidental o en la Oriental.

En cualquiera de las películas norteamericanas a las que estamos acostumbrados, los que sacrifican su vida o la ponen en peligro por los demás se presentan como héroes, en cambio esos mismos en la serie de HBO los vemos llevados al matadero por la dirección soviética. Militares, policías, bomberos y médicos mueren todos los años en muchos países del mundo cumpliendo con su trabajo y por las órdenes de sus superiores y, en última instancia, sus gobiernos. Sin embargo, en Chernobyl son presentados engañados y empujados por el gobierno comunista. Muchos de ellos eran profesionales que conocían bien el riesgo, difícilmente pudieron ser engañados, sin duda fue su sentido de la solidaridad lo que les motivó, como se aprecia en algunos momentos de la serie. A pesar de ello, esas decisiones heroicas y voluntarias nos las escenifican precedidas de miserables intentos de engaño por el gobierno.

Si la alternativa al ocultismo soviético es el espectáculo occidental de una serie de ficción, lo único que se ha demostrado es una mayor inteligencia para pastorear a los ciudadanos de unos que de otros. Resulta paradójico que quienes en su desenlace final en el último capítulo de la serie, hacen del rigor científico y de la verdad un baluarte, son sencillamente los creadores de una serie de ficción audiovisual sin aval científico ni documental. La frivolidad y el espectáculo imperante en occidente ha supuesto que un producto de ficción televisivo quiera darnos lecciones de historia y veracidad científica. Si lo del gobierno soviético fue un burdo comportamiento de quienes creían que con el silencio y la mentira podían engañar a un pueblo, lo de occidente es una brillante actuación de espectacularidad que pretende sustituir aquel silencio y mentira por exhibición y entretenimiento recurriendo a todos los recursos narrativos necesarios y audiovisuales con tal de que el resultado sea atractivo para los espectadores. Y lo que es peor, sentando cátedra sobre el valor del rigor y verdad.

Por supuesto, una buena narrativa requiere eliminar las partes que no interesan. La URSS no dejó nunca de homenajear a los liquidadores, todas las personas que se expusieron para paliar los efectos del desastre. Los diferentes monumentos en pie muestran que no hubo intención en olvidar lo sucedido. Y tampoco se quedó en meros homenajes, hace unos años un bombero ucraniano denunciaba que  "cuando existía la Unión Soviética, nos cuidaban, nos curaban, se ocupaban de nosotros. Ahora los gobiernos nos han olvidado". Hubiera sido un buen final de la serie, buscar cómo les va hoy a esos héroes, ya "liberados del yugo soviético".

También podrían haber investigado dónde fueron atendidos y asistidos durante años los afectados por la radiación y contar que, tras la caída de la URSS, 26.000 personas fueron a Cuba, un gobierno que seguía siendo comunista, a recibir tratamiento médico gratuito.

Pero contar todo eso hubiera supuesto visitar ahora los lugares, recoger testimonios y declaraciones y el resultado sería un riguroso documental en lugar de una atractiva serie de televisión con efectos especiales y dramas ficcionados. Demasiado aburrido para nuestra sociedad del espectáculo.


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SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, OTRO SACO DE MENTIRAS QUE NOS HAN ECHADO POR ENCIMA. y YA VEN, TAN FELICES, CREYENDO A LOS MISMO EMBUSTEROS QUE NOS SIGUEN ENGAÑANDO Y NOS LLEVAN AL PRECIPICIO. Y TAN FELICES, OIGA



La verdad que jamás se atrevieron a contarle sobre el desembarco de Normandía

Por Máximo Relti para Canarias Semanal
KAOSENLARED / 12.06.2019

En el 75º aniversario… por qué se ha falseado la importancia bélica del desembarco de Normandía



La versión presentada por los estudios cinematográficos de Hollywood sobre la trascendencia histórica del desembarco de Normandía – escribe nuestro colaborador Máximo Relti – cobra especial interés al cumplirse su 75 aniversario. Los guionistas y productores cinematográficos de Hollywood, carentes del más elemental rigor científico, escamotean en sus versiones fílmicas una verdad histórica que está avalada por decenas de miles de toneladas de documentos, y que nada tiene con la importancia crucial que se atribuye a aquel desembarco militar

 Se ha cumplido estos días el 75 aniversario del desembarco de lo Estados Unidos e Inglaterra en las costas de Normandía. Y una vez más, los intereses ideológicos y chovinistas vuelven a predominar,  tratando de sepultar la verdad histórica sobre lo sucedido.

 O expresado de otra manera: la versión  presentada  por los estudios cinematográficos de Hollywood, integrados y dirigidos por equipos de propagandistas pronorteamericanos, carentes del más elemental rigor científico, vuelve a escamotear decenas de miles de toneladas de documentos, de testimonios personales, de estadísticas, de cartas militares, de mapas, de pruebas fílmicas y documentales, de memorias…   en aras de una narración color rosa que nada tiene que ver con lo que realmente sucedió durante los últimos 11 meses de la Segunda Guerra Mundial. 

 A través de los medios de comunicación se nos está queriendo presentar el 6 de junio de 1944, el archiconocido «Día D» del desembarco aliado en Normandía, como la clave estratégica a través de la cual  se decidió la suerte de la 2ª Guerra Mundial. Sin embargo,  los registros históricos  sobre el valor real  que tuvo aquella operación militar  sitúa  a la narración que nos ofrecen  los medios justamente  en sus antípodas.

¿POR QUÉ SE PRODUCE EL DESEMBARCO A TAN SOLO 11 MESES DEL FINAL DE LA GUERRA?

 La verdad es que los alemanes no le prestaban por aquellas fechas una excesiva atención a su peculiar Frente Occidental, un flanco territorial en el que no sucedía nada que les provocara razones para estar inquietos. Desde que la vertiginosa conquista de Francia convirtiera la invasión de ese país en un mero «paseo militar», el interés de Hitler no estaba centrado en aquellos enemigos ubicados a sus espaldas. El alto mando alemán era  perfecto conocedor de que los estadounidenses esperaban que Alemania derrotara a la Unión Soviética  y, también, de que Inglaterra y los Estados Unidos habían desoído reiteradamente los llamamientos urgentes de Stalin para que estos dos países  procedieran a atacar a Alemania  desde el Oeste,  abriendo así un nuevo frente  que obligara a la Wehrmacht a reducir sus divisiones en el Frente Oriental.

 La verdad es que el interés prioritario de los Estados Unidos desde que comenzó la guerra era que los alemanes destrozaran a la Unión Soviética y acabaran, de paso, con el sistema político comunista. Y aunque hoy deliberadamente se trate de ocultar, los grandes hombres de negocios estadounidenses estaban especialmente interesados en que este hecho efectivamente se produjera. Esa es la razón por la que sin ocultarlo habían estado apoyando económicamente a la Alemania de Hitler con cuantiosas inversiones.

 Que esto fue así no sólo lo ratifica la voluminosa documentación histórica existente, sino también los diversos testimonios verbales de personalidades relevantes de la vida social y política norteamericana. Por ejemplo,  el del industrial norteamericano Henry Ford, que en 1941 no se ruborizaba cuando se atrevía a proclamar que:

 ”Ni los Aliados, ni tampoco el Eje deberían ganar la guerra. Los Estados Unidos deben proporcionar los medios para que ambas partes sigan luchando hasta que se produzca el colapso de ambos contendientes».

 Pero no sólo fue este poderoso industrial de la extrema derecha norteamericana el que pensaba de esa forma. El que luego sería presidente  de los Estados Unidos, Harry Truman, dijo en  1941 con el mismo cinismo que lo había hecho Ford:

   «Si Alemania gana, debemos ayudar a Rusia.  Y si Rusia gana, debemos ayudar a Alemania, para que se produzcan el máximo de bajas en cada lado».

 Esa  doble y cínica política estadounidense solo tuvo su punto final cuando el pueblo soviético hizo doblar la cerviz a Hitler en Stalingrado. A partir de entonces, el Ejército Rojo inició un demoledor avance que no paró hasta llegar a la misma capital del Tercer Reich. Sólo después de  apercibirse de que el Ejército soviético está en condiciones de ganar la guerra por sí mismo, los Estados Unidos reaccionan y se apresuran  a cambiar las tornas. Ahora sus intereses en Europa les exigen  cambiar el letargo por la premura.  Fue sólo entonces cuando se propusieron iniciar, de verdad, el desembarco en Normandía, es decir, apenas once meses antes de que en mayo de 1945 concluyera la Segunda Guerra Mundial en Europa.

EL «ENEMIGO PRINCIPAL» DE ALEMANIA

 La escasa importancia que para los nazis tenía hasta entonces el sosegado Frente Occidental  lo prueba el hecho de que Hitler tuviera tan sólo 60 divisiones de su Ejército ubicadas en él.  En cambio,  había desplazado más de docientas divisiones al Frente Oriental, a luchar en contra  de lo que él estimaba como «el enemigo principal», la Unión Soviética.  Es evidente, pues,  que los esfuerzos militares de la Wehrmacht estaban concentrados a combatir con intensidad en el «infierno del frente ruso».

 El  auténtico punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial se produjo con la contraofensiva soviética de 1942, en la batalla deStalingrado. Posteriormente sería redondeado, aún más, con  el resultado decisivo de la batalla de Kursk. El Ejército Rojo había lanzado una poderosa ofensiva desde finales de diciembre de 1943, que  aplastó toda la resistencia militar que trató de interrumpir su arrolladora marcha sobre Berlín. El Ejército Rojo hizo retroceder a las fuerzas alemanas a lo largo de toda la Europa Oriental. Con clarividente razón, Wiston Churchill, un hábil pero furibundo enemigo de los bolcheviques, tuvo  que rendirse ante la  evidencia  y reconocer públicamente que los soviéticos habían  logrado «destrozar las mismas entrañas del Ejército alemán» en Stalingrado.

¿CUÁL FUE EL VERDADERO OBJETIVO DEL DESEMBARCO DE NORMANDÍA?

 El hecho es que tanto ingleses como norteamericanos habían subestimado  el enorme potencial  humano, moral y militar de la Unión Soviética. Por  esa razón, ingleses y estadounidenses terminarían encontrándose con el Ejército Rojo en las mismas puertas de Alemania. Y, muy probablemente, si  el  llamado «Día D» se hubiera retrasado aún más, se lo hubieran  terminado encontrando en las costas del norte de Francia, justo allí donde ellos iban a desembarcar.

 La verdad histórica es muy  distinta, pues,  de aquella narración idílica que intenta presentarnos el desembarco de Normandía como la«operación militar decisiva» que puso fin a la Segunda Guerra Mundial . La realidad es que aquel desembarco no fue  otra cosa que  la apertura tardía de  un segundo frente, cuando  ya la Alemania de Hitler  se encontraba desvencijada, agotada y  próxima a la derrota.

 El siempre aplazado desembarco de  norteamericanos e ingleses en las playas de Normandía tuvo como  principal objetivo impedir que,  tan sólo un año antes de finalizar la contienda, el Ejército soviético pudiera obtener en solitario la victoria militar  en el territorio continental europeo.

 Pero, pese a haber tenido lugar aquel desembarco en el norte de Francia, fue en el Frente Oriental donde continuaron  librándose  las batallas decisivas de la Segunda Guerra Mundial. Y, además, con una particularidad que resulta  interesante agregar:  mientras  las tropas aliadas en su  avance por Europa occidental  fueron  derrotadas  por los maltrechos ejércitos  alemanes en dos importantes batallas  – las Árdenas y en el Market Garden -, el Ejército Rojo mantuvo imparable, victoria tras victoria, su avance ininterrumpido hacia Berlín. Esa es una incontrovertible verdad histórica que nunca Hollywood será capaz de relatarnos.

 Pero con Hollywood o sin Hollywood, eso fue lo que realmente sucedió, aunque  a través  su factoría  de construcción de ensueños  haya logrado convencer a millones de personas de que la historia fue otra cosa distinta.


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