ANDALUCIA: EL MAYOR PRODUCTOR
ARROCERO DE ESPAÑA. UNA APROXIMACION A LA HISTORIA DE ISLA MAYOR, SEVILLA
La producción arrocera en España
se sitúa en torno a las 750.000 toneladas anuales, con tendencia a la baja
desde 2004.
España es el segundo productor arrocero
de la Unión Europea con el 28% del total, después de Italia con el 57%.
Superficie y producción de arroz en 2005
Hectáreas Toneladas % Superficie % Producción
Navarra 2.126 12.667 1,78 1,55
Aragón 12.475 47.354 1,04 5,81
Cataluña 21.569 126.203 18,10 15,50
Baleares
71 102 0,05 0,01
Castilla-La Mancha 333 2.031 0,27 0,25
Comunidad Valenciana 15.270 127.127 12,81 15,61
Murcia
496 2.980 0,41 0,36
Extremadura 27.275 178.814 22,89 21,96
Andalucía 39.499 326.836 33.16 40,14
TOTALES
119.114 814.114
Elaboración propia a partir de: El arroz
en España y en el Mundo. Alicia Langreo
El 97% del total de la producción se halla concentrada en cinco Comunidades autónomas: Aragón; Cataluña; Comunidad Valenciana; Extremadura y Andalucía. Destacando esta última de una manera singular sobre todas las demás Comunidades con el 33% de la superficie total y el 40% de la producción, donde, además, se dan los rendimientos más elevados.
Dentro de Andalucía la zona
arrocera se encuentra entre la margen derecha del Río Guadiamar (límite del
antiguo Coto de Doñana, hoy Parque Nacional del mismo nombre, Huelva, y la
margen derecha del bajo Guadalquivir, Sevilla), en cuyo centro está Isla Mayor,
pueblo en el que se encuentra la mayor extensión de producción arrocera.
Las empresas Herba y Sos Cuétara
dominan claramente la industria de la segunda transformación arrocera, junto a
Malcerías Españolas.
Un aspecto de considerable
importancia de las zonas arroceras, viene representado por su alto valor
medioambiental en sus respectivas áreas, sobresaliendo también en este sentido,
el mismo pueblo de Isla Mayor por su cercanía al Parque de Doñana.
ISLA MAYOR
Sevilla, Julio. Media tarde. El
sol comienza su descenso y el plomo derretido y vertido sobre la ciudad
durante todo el día deja el aire pesado, caliente, casi irrespirable. Y
toma uno el camino de Isla Mayor por el enredo de autovías nacidas al calor de la
Expo 2000 dirección Coria del Río, a la izquierda, para no tomar la de Huelva.
La metralla de la última
explosión urbanística ha herido cuando no matado del todo el paisaje. Se ha llevado por delante los naranjos que había, las cicatrices han quedado en forma de ladrillos amontonados, a uno y otro
lado de la calzada de dos vías que empieza en San Juan de Alnazfarache, a los
pies de la loma del monte, donde antaño estaba la leyenda en setos bien cuidados
de “Ave María”, visible desde el tranvía de Sevilla a Puebla a su paso por el puente metálico
de Tablada. Y es
que, la modernidad urbanística cansinamente monótona afea y encarece la vida de las ciudades innecesariamente.
Y puede que hasta injustamente.
Después de San Juan, Gelves, con
los restos restaurados de la antigua estación del tranvía que han quedado. Y hasta llegar a este último pueblo del que Isla Mayor
fue pedanía hasta lograr su independencia administrativa a primeros de los
noventa del pasado siglo, algo que años más tarde llegaría a
extenderse al resto de España: rotondas, para regular la velocidad de los
vehículos. También en esto los andaluces se anticiparon.
Algo menos de una hora de coche desde
Sevilla y después de dejar atrás Puebla del Rió a unos treinta
kilómetros de la capital, se gira al
izquierda en la Venta del Cruce, donde se rodaron escenas de la película “Un
caballero Andaluz”, y uno se topa con el mar de verdores de los arrozales de Isla
Mayor. Se abre la ventanilla despreciando el aire
acondicionado del interior para sacar la mano y notar el roce del aire
fresquito que llega de los arrozales, cuando el sol está medio escondido por el
Parque de Doñana.
ISLA MAYOR obtiene su independencia administrativa del pueblo
matriz, Puebla del Río, a partir del decreto de segregación firmado por la
Junta de Andalucía el 22 de Febrero de 1994, y a partir de entonces nace y se
mete en la historia oficial como municipio independiente después, después de un
largo conflicto político social de sus vecinos sin excepción con los poderes
públicos establecidos que dejamos para más adelante.
(Una de las manifestaciones de los vecinos de Isla Mayor por la independencia de Puebla del Río, previa a la ocupación que realizaron de la Catedral de Sevilla)
Los nombres que originalmente
tuvo Isla Mayor fueron los de “El Puntal”, hasta la visita que realizó el General Franco
en 1953 y a partir de entonces pasó a denominarse "Villafranco del Guadalquivir",
hasta conseguir su nombre actual, Isla Mayor, tras el largo y espinoso proceso
que le llevó a su independencia de Puebla del Río.
ISLA MAYOR se encuentra al suroeste de la Provincia de Sevilla, en
las marismas del bajo Guadalquivir, siguiendo su curso bajo, entre el triángulo
que forman las ciudades de Cádiz-Sevilla-Huelva-Cádiz.
La marisma sevillana tiene
112.136 hectáreas, de las que 29.770 (26,54 %) corresponden a la Isla Mayor.
Hace 5.000 años aquellas marismas
estaban sumergidas bajo el mar. Allí se unían el Mar Mediterráneo y el Océano
Atlántico, y el río Guadalquivir desembocaba en la actual Coria del Río, a una
docena de Kilómetros de Sevilla. Hoy desemboca a más de 100 Kilómetros de la
misma capital, en Sanlúcar de Barrameda, Cádiz.
La marisma se fue convirtiendo
por la desecación del lago que formó y que los romanos denominaron “Ligustino”,
en una tierra nueva, tierra de nadie, cuyos prados verdes dedicaban los árabes
del siglo IX para la cría de caballos para fines militares y para los primeros
ensayos del cultivo del arroz, que solían ser arruinados por las desmesuradas
crecidas del rió Guadalquivir que podía pasar de su caudal regular de 10
m3/seg. a los 10.000 m3/seg., comparable al río indio Ganges.
(Antiguo cauce del río Guadalquivir a su paso actual por Isla Mayor. Por aquí pasó Juan Sebastían Elcano en su vuelta al mundo/ Manuel Valderas Sánchez)
(Arrozales de Isla Mayor. Al fondo buque de contenedores navegando por el río Guadalquivir dirección Cádiz./ Diario.es)
El potencial económico que guarda
la Isla Mayor no pasa desapercibido para nadie. Arrebatada a los árabes pasa a
formar parte de Sevilla por concesión de Alfonso X en 1253 y en 1.272 a los
moradores de La Guardia, actual Puebla del Río. Desde entonces se utilizó en
provecho de todos los pueblos colindantes como explotaciones ganaderas, caza,
pesca, extracción de almajos para la fabricación del jabón y el vidrio.
Al finalizar el siglo XVIII se
proyecta vender la Isla Mayor para financiar las mejoras de navegación del río
Guadalquivir.
En el siglo XIX se pretende
arrendar la Isla para superar el déficit presupuestario que al Ayuntamiento de
Sevilla le ocasionó la Guerra de la Independencia, y a partir de 1830, aparece
en escena don Felipe de Riera, marqués de Casa Riera, con domicilio en París,
que pide para sí y sus sucesores la Isla Mayor del Guadalquivir, a lo que
accede Fernando VII, el rey Borbón más nefasto de la historia de España, contra
el sentir del Ayuntamiento de Sevilla que se defiende ante los tribunales de
justicia para no perder sus derechos, cosa que no consigue, quedando así, unas
20.000 hectáreas de la Isla como finca del marqués que pasará posteriormente
mediante compra-venta a manos de los ingleses,
y dando lugar a los primeros terratenientes, todos ellos personalidades
influyentes.
La Compañía Islas del
Guadalquivir o de los ingleses se funda en 1926 con capital suizo, inglés y
español, haciendo una inversión inicial de 20 millones de pesetas que ampliará
hasta los 40 para adentrarse en las marismas con 68 Km. de carreteras: 54 Km. de
ferrocarril de vía estrecha; 60 Km. de línea telefónica y 27 Km. de tendido
eléctrico de alta tensión, y la creación de pequeños poblados: Colinas, Rincón
de los Lirios, Alfonso XIII, El Puntal, Veta de la Palma y Reina Vitoria, donde se establecen los primeros asentamientos y diferentes instalaciones
desperdigadas por el campo.
(Así era Isla Mayor en la segunda década del siglo pasado)
A pesar de las inversiones
realizadas por la Compañía Islas del Guadalquivir (más de 50 millones de
pesetas), del despliegue técnico realizado y del apoyo político de la Dictadura
de Primo de Rivera y del Rey Alfonso XIII, obtiene unos resultados económicos
catastróficos, lo que determina el abandono de todo su proyecto económico para tomar
el camino de la especulación, lo que constituye el primer fracaso colonizador de
las marismas.
(Molino arrocero construido por los "ingleses" en los años 20 del siglo pasado en el que se secaba (por medios naturales y mecánicos, en la parte posterior de la foto), pelaba y almacenaba en sacos el arroz. En primer plano, izquierda, la cascarilla del arroz pelado que servía como combustible en la fábrica de papel y donde se guarecían por la noche los trabajadores, muchos de los cuales murieron por asfixia)
(Instalaciones arroceras actuales de una Cooperativa de Isla Mayor)
Con la Primera República se
constituye una nueva sociedad mercantil: “Compañía de Valoración de Marismas,
S. A.” (19 de abril de 1.930), que retoma el camino emprendido por los
“ingleses”, y aprovechando el trabajo realizado por los mismos, se construyen
en Villa Guadiamar (hoy Alfonso XIII) 150 viviendas para colonos con sus correspondientes parcelas, pero debido a la
conflictividad social que se crea en la República, este segundo intento
colonizador constituye un fracaso y se paralizan todas las actividades,
volviéndose nuevamente a la actividad ganadera, lo que representa un claro
retroceso social.
Una nueva sociedad mercantil toma
el relevo, “Isla Mayor del Guadalquivir, S. A.” (ISMAGSA, 16 de junio de 1932),
que hace una desoladora valoración de sus nuevas pertenencias. Las
infraestructuras realizadas hasta esa fecha estaban notablemente deterioradas,
a lo que había que añadir los efectos y consecuencias de los tumultuosos tiempos que precedieron a
la guerra invicil de 1.936, y esta misma que también contribuyó a agravar la
situación.
Un exportador de aceitunas de
Alcalá de Guadaira, Sevilla, Rafael Beca, llega a la Isla Mayor de la mano del
general Quipo de Llano, después de arrendar 700 hectáreas a “Ismagsa” en
1937, cuyos accionistas estaban huidos
o desaparecidos como consecuencia de la guerra incivil de 1936
Franco visita la zona en 1.939,
fecha determinante para el despegue definitivo de la Isla Mayor con el proyecto
de poner en regadío 30.000 hectáreas y la construcción de una fábrica de papel
y la construcción, en algunos casos, la reconstrucción de cuatro poblados: Alfonso
XIII, El Puntal (actual Isla Mayor), San Isidro y Queipo de Llano, hoy
propiedad particular de un torero.
("La papelera". Fábrica de papel en Isla Mayor para el aprovechamiento de la paja del arroz, utilizando como combustible la cascarilla del grano de arroz. Década 40, siglo pasado)
El general Queipo de Llano
anuncia en una reunión con propietarios y terratenientes su intención de
establecer en Isla Mayor un campamento con diez mil hombres para llevar a cabo
el proyecto.
(Una de las decenas de cuadrilla segando arroz. Década 40-50 siglo pasado)
(Cosechando el arroz actualmente)
En 1.942 se constituye la Compañía
Rafael Beca, S.L. Industrias Agrícolas, que con una aportación de 2 millones de
pesetas se hace con todas las propiedades y las infraestructuras que quedaban
de “Ismagsa”, excepto algunos enclaves, como el Poblado Quipo de Llano.
La historia de la Isla Mayor
quedaría incompleta, como todas las historias, si solo se consideraran los
“grandes” personajes.
Es de verdadera justicia
reconocer que el verdadero motor objetivo de los arrozales fueron las dos
familias valencianas que llegaron a la Isla Mayor para cultivar los arrozales
en 1942 y 1943 y las treinta y cinco más que llegaron en 1.948, junto a las
miles de personas que trabajaron aquellas tierras para ponerlas en cultivo
desde los más diversos puntos geográficos de España y el extranjero.
Pero si la historia de Isla Mayor
quedaría incompleta sin los valencianos, de igual manera quedaría incompleta si
no se tuviera en cuenta a las miles de personas que llegaron a trabajar
aquellas tierras procedentes de los diferentes puntos de España y de Portugal.
Muchas decenas que aquellas
personas que llegaron a Isla Mayor en busca de trabajo morirían asfixiados en
el enorme montón de cascarilla de arroz (de varios pisos de altura) que estaba en el molino arrocero, al que se acercaban en busca de cobijo para pasar la noche, o los que murieron
exhaustos mientras trabajaban haciendo las tapias de la fábrica de papel, o los
que murieron de paludismo por falta de tratamiento, o el que fue descuartizado
por las poleas del molino de arroz mientras trabajaba (Manolito, 18 años), o los que murieron
electrocutados en alguna casa bomba de las que se utilizaban para extraer agua
del Guadalquivir o para impulsarla canal abajo, o los que murieron de tétano
después de tener un accidente mientras realizaban trabajos de trilla, o los
que murieron ahogados en cualquier
canal, o la de aquellos otros sobre los que se cometieron verdaderas tropelías,
como la de aquel vecino que después de
cazar unos pájaros con costillas (cepos), fue sorprendido por la Guardia Civil que le
obligó a que se comiera uno de los pájaros cazados con plumas y todo.
De igual manera que tampoco
quedará completada la historia de Isla Mayor hasta que no quede registrada en la misma las historias
particulares de cada uno de aquellos primero habitantes, como la de Celestino
Sogas de Toro (Cabo del Segundo Tabor de Regulares, condecorado por destruir dos tanques en Guadalajara en la guerra incivil de 1936), natural de Dúdar, Granada, que no pudo asistir al entierro de su
hijo en Usagre, Badajoz, de donde es natural su mujer.
La mujer fue a Usagre en diciembre de 1947 con su hijo de corta edad a
pasar las navidades con su familia. Murió el niño y enterado el padre de su muerte se puso en
camino andando, pero las lluvias caídas borraron los camino. Se extravió por la alta vegetación de las marismas, y ello hizo que tardara dos días en recorrer la media decena de kilómetros que separan al pueblo
de la Venta del Cruce, donde comenzaba la carreta alquitranada hasta Puebla del Río, hasta que al cuarto día pudo llegar a Usagre, pero su hijo ya estaba enterrado en aquella localidad.
Villafranco del Guadalquivir (actual Isla Mayor) nombre que había sustituido al
original de El Puntal, en honor de la visita realizada por Franco, a primeros
de las década de los 60 no llegaba a los mil habitantes. Contaba con una
industria mecánica auxiliar de la agricultura importante como consecuencia de
la alta mecanización de las labores del campo que desde sus orígenes tuvo, y
dos cines con sesiones diarias, uno de verano y otro de invierno.
LA LARGA MARCHA DE ISLA MAYOR PARA SU INDEPENDENCIA
El sentimiento de independencia de los vecinos de Isla Mayor para
que el pueblo tuviera entidad propia estaba justificado desde todos los puntos de
vista. No sólo se trataba del alejamiento material de 25 km. del pueblo matriz,
Puebla del Río, sino que representando la mitad de su población total (13.000
habitantes) carecía de una mínima infraestructura urbanística, sanitaria,
cultural, servicios sociales, etc.
Desde la óptica económica, Isla
Mayor superaba a Puebla del Río en número de teléfonos; automóviles; motos;
bancos; tractores; remolques; cosechadoras: camiones; industrias;
cooperativas…, y de los 700 productores arroceros sólo 25 tienen su domicilio en
Puebla del Río.
Los vecinos de Isla Mayor tampoco
se sentían representados en el Ayuntamiento de Puebla del Río y comprobaban la
discriminación a la que se veíann sometidos. En este sentido el dato siguiente es
revelador: Puebla del Río tenía 700 agricultores e Isla Mayor
(antes Villafranco del Guadalquivir) 1.700 con una población
equivalente. Sin embargo, Puebla del Río recibía del P.E.R. 92 millones de
pesetas en tanto que Isla Mayor recibía 16 millones por el mismo concepto.
EL PRIMER EXPEDIENTE de segregación de la Puebla del Río es
promovido por Rafael Beca, arrendatario de aquellas tierras durante la guerra
incivil de 1936 y posteriormente convertido en administrador. El expediente lo
presenta en 1953 sin ninguna representación social y con defectos de fondo y
forma.
Maestro tuvo que ser. José
González Millán, natural de Alcalá del Río, alcalde de Puebla del Río, se opone
con el respaldo de propietarios y labradores al expediente de segregación
presentado por Rafael Beca, llegándose a enfrentar al Marqués de Soto Hermoso,
a la sazón presidente de la Diputación Provincial, que era el principal valedor
de Rafael Beca para la segregación.
El Alcalde José González Millán
es obligado a dimitir en diciembre de 1.955, pero milagrosamente había logrado frenar
la pretensión de Rafael Beca y dejado a la Isla Mayor como Entidad Local Menor
(18 de Mayo de 1953).
En la década de los años sesenta
las faenas del plantero del arroz, arrancado del mismo, escarda, plantación,
siega, trilla, secado y envasado, en las que son empleados miles de
trabajadores son sustituidas por la introducción de aviones para la planta y
escarda; grandes cosechadoras adaptadas a las características del terreno para
la siega y trilla y modernos secaderos para el secado, envasado y manipulación,
todo lo cual determina un profundo cambio en el pueblo: los cientos de casas
diseminadas por el campo se concentran en el mismo, dando lugar a los
correspondientes problemas urbanísticos y sociales, a la vez que aparece el
fenómeno desconocido allí hasta entonces: el paro y el fantasma
de la emigración.
NACIMIENTO DE UN NUEVO SECTOR ECONÓMICO EN ISLA MAYOR: LA PESCA.
Por indicación del profesor
Avault de la Universidad de Louisiana es señalado el enclave ideal para la cría
del Cangrejo Rojo la propiedad particular del vecino Rafael Grau, y así, en su
finca de Casablanca se introducen 500 Kg. de dichos cangrejos el día 10 de mayo
de 1.974.
El Sector pesquero con sus
exportaciones en vivo a países europeos y la creación de industrias derivadas:
congelados y preparados precocinados, creó centenas de puestos de trabajo que
supusieron un alivio del paro como consecuencia de la alta e intensa
mecanización a que se vio sometido el cultivo del arroz, produciéndose a veces
enfrentamientos entre los pescadores y los arroceros. Hoy resueltos definitivamente.
(Pescador de cangrejo isleño. La pesca, transformación y comercialización del cangrejo rojo es hoy un sostén económico y social fundamental para Isla Mayor, que entre el chirigoteo ecológico y las charlotadas políticas ineficientes tienen en peligro. Cuando el pueblo despierte se acabarán todos los males a este respecto/ foto ABC)
(Pescador de cangrejo isleño. La pesca, transformación y comercialización del cangrejo rojo es hoy un sostén económico y social fundamental para Isla Mayor, que entre el chirigoteo ecológico y las charlotadas políticas ineficientes tienen en peligro. Cuando el pueblo despierte se acabarán todos los males a este respecto/ foto ABC)
SEGUNDO EXPEDIENTE de segregación. Maestra tuvo que ser. Esther Vicente Lara. Los
canales que cruzan el pueblo con vertidos de gasóleo y basuras representan un
peligro para la salud, y especialmente para los niños. El colegio tenía las
instalaciones de calefacción inutilizable, como consecuencia de la puesta en
regadío de una nueva zona arrocera surgen conflictos…
Son “las mujeres de Maquique”, un
barrio de Isla Mayor, con Esther a la cabeza las que intentan responder y
canalizar las acciones encaminadas a dar respuesta a los problemas sociales que
se van detectando y que empiezan a calar en la conciencia de los vecinos. Es un
movimiento social que surge sin planificación previa, que a veces no sabe como
actuar ante determinados problemas y que en un principio no es valorado
positivamente por todo el pueblo. Pero se hace camino al andar.
“Las mujeres de Maquique” hacen
públicas las denuncias en la radio, prensa y televisión. Se reúnen con las
diferentes autoridades del momento, consiguen una clase de “Educación de
Adultos” a la que acuden habitualmente 14 mujeres, realizan asambleas, se
concentran en el Ayuntamiento, realizan cortes de carretera…, avivan las llamas
de la segregación de Puebla del Río, y así, es presentado el Segundo expediente
de segregación por Juan Grau Galve que es archivado por defecto. Lo que no
quedó archivado fueron los deseos de independencia de los vecinos de Isla
Mayor.
TODA LA MAQUINARIA POLITICA-ADMINISTRATIVA PESADA CONTRA LA
ISLA.
Se inicia el tercer y definitivo expediente de segregación. Las
distintas administraciones públicas no aportan soluciones para los problemas
socio-económicos que se padecen ni razones que hagan desistir a Isla Mayor los
deseos independentista que tiene. Y a falta de razones, todas las trabas y
argucias legales posibles, descalificaciones, intimidaciones y chantajes
económicos. Pero no hace quien quiere, sino quien puede. Y los vecinos de Isla
Mayor pueden y además, quieren.
Oficialmente se solicitan del
Ayuntamiento de Puebla del Río los correspondientes certificados para iniciar
el expediente de segregación el 12 de Julio de 1.983, cuyos certificados son
demorados. El primer pleno del Ayuntamiento de Puebla del Río para tratar y
denegar la segregación de Isla Mayor se hace el 12 de diciembre de ese mismo
año. Y esta será la tónica que se impondrá a los largo de los años que durará
todo el proceso segregacionista de Isla Mayor.
Las denuncias de los problemas y
las acciones y movilizaciones para resolverlas que inician las “mujeres de
Maquique” han tomado cuerpo y prendido en Isla Mayor.
Isla Mayor entera se moviliza
ante la pasividad y dejadez de unas administraciones públicas insensibles a los
problemas que se padecen, que no solo no aportan soluciones, sino que además
obstaculizan el camino hacia ellas.
Un hecho insólito en toda la
historia de Isla Mayor: no poder plantar arroz por falta de agua en la campaña
1.983-84, será el que va a marcar en lo sucesivo tanto la manifestación
colectiva de pueblo como la toma de conciencia de que cuando la montaña no
viene es mejor ir a la montaña.
La sequia de 1.983 que impide la
plantación de arroz tiene una solución: agua, y el agua necesaria para esos
casos no se puede conseguir más que con un pantano. Conseguir el pantano es
posible, el problema reside en que el pantano está en la “montaña” y la montaña
no viene. Pues a la montaña que van a por el pantano los vecinos de Isla Mayor.
Por el pantano se moviliza el
pueblo entero ocupando y encerrándose en el Ayuntamiento del propio pueblo.
Interviene la Guardia Civil foránea para detener a 13 vecinos. El resto del
pueblo bloquea con vehículos y tractores todas las entradas y salidas del
pueblo para que los 13 detenidos no sean llevados a Sevilla. Al final la
Guardia Civil logra salir del pueblo por un camino, pero al desconocer el
terreno se extravían por los campos. Los vecinos ganan después de largos días
de movilizaciones. En las páginas interiores del Correo de Andalucía del 21 de
enero de 1.984 se puede leer: “La Isla
Mayor consiguió que el pantano del Guadiamar se construya este año.”
El difícil y escabrosos proceso
de segregación sigue su curso después de ir salvando una y otra vez todos los
obstáculos administrativos, y a veces incalificables, incluso cuasi “mafiosos”
que va imponiendo una y otra vez el alcalde de Puebla del Río para impedir que
Isla Mayor tenga su propia identidad y administración como pueblo.
Un nuevo hecho aparece en Isla
Mayor que va a ser determinante en todo su devenir histórico, en el difícil y
escabroso proceso de segregación y en el desbloqueo económico al que le tiene
sometido el Ayuntamiento de Puebla del Río. Se trata de la “Agrupación
Electoral por la Segregación de la Isla Mayor” (AEPIMG), con la pretensión de
ganar las elecciones municipales de 1987 y conseguir una mayoría en el
Ayuntamiento de Puebla del Río y el objetivo de conseguir definitivamente la
independencia administrativa del mismo.
El resultado de las elecciones
municipales de junio de 1987 fue el siguiente: PSOE 9 Concejales; AEPIMG 7
Concejales; IU 1 Concejal. Políticamente el asunto de la segregación está
resuelto sobre el papel, y mucho más si se tiene en cuenta que de los nueve
Concejales del PSOE son vecinos de Isla Mayor y contrariamente a su partido
están de acuerdo con la segregación, con lo que los votos a favor de la misma
serían como mínimo 10 votos a favor más 1 de IU contra los 6 votos del PSOE de
Puebla del Río.
Pero cuando la política es
entendida de forma particular, muy particular, como fue el caso del alcalde en
funciones de Puebla del Río, se empieza por boicotear la constitución del nuevo
Ayuntamiento, para lo cual no se excluye ningún medio, como fue buscar y
promover el enfrentamiento entre dos pueblos que hasta aquel momento podría
haberse considerado un mismo pueblo.
Así, pues, los vecinos de Isla
Mayor han de resolver la segregación, el ahogamiento económico al que le tiene
sometido el Ayuntamiento de Puebla del Río con el Apoyo del PSOE y la
constitución del nuevo ayuntamiento, que el Alcalde en funciones boicotea una y
otra vez. Se recurre por carta al propio presidente del Gobierno, Felipe
González, para que medie en un conflicto social que cada vez se hace más agudo
y grave, pero como la política cuando se interpreta de forma particular resulta
muy particular, y de este modo la Secretaría particular del presidente responde
unos meses después con una escueta respuesta de salutación.
El segundo intento de constituir
el nuevo Ayuntamiento de Puebla del Río es suspendido el 2 de julio de 1.987.
Se impide que accedan al mismo los Concejales de Isla Mayor bloqueando los
accesos. La Guardia Civil interviene produciéndose “Más de veinte heridos en
los incidentes de Puebla del Río”, según el titular en portada de El Correo de
Andalucía del 3 de julio de 1,987. Entre los heridos estaba la alcaldesa
pedánea de Isla Mayor. Acontecimientos estos que para el alcalde en funciones
de Puebla del Río, según sus propias declaraciones en el mismo diario
constituyen un “triunfo”.
Aparece la primera aprobación del
expediente de segregación, pero el reparto de los términos es tan injusto, que
incluso el Cementerio de Isla Mayor queda en el término de Puebla del Río; más
de 5.000 hectáreas de las propuestas sin incluir y todos los accesos al río
Guadalquivir cortados, lo que lleva a que se inicie en el ayuntamiento del
pueblo un nuevo encierro y una huelga de hambre del Alcalde, cuatro Concejales
y varios vecinos en protesta por tan injusto reparto de municipios. Una de las
pancartas alusivas al hecho y en tono humorístico rezaba: “Llo como Pino no zé
dividí”. Pino es el Presidente de la Diputación Provincial de Sevilla, el mismo
que amenazará públicamente años más tarde, en 1991, con dejar sin inversiones
públicas al pueblo por no haber logrado todavía que Isla Mayor acepte las
condiciones injustas que se le quieren imponer en relación al reparto de
términos municipales.
La montaña sigue si aparecer por
Isla Mayor. No hay más remedio, hay que salir en su búsqueda. Y eso hacen de
madrugada los vecinos: salir con unos doscientos tractores en dirección a
Sevilla para tomar el Prado de San Sebastian como protesta y para denunciar lo
que ellos consideran un engaño de la Administración. Son detenidos a la altura
de Gelves produciéndose un corte de la autovía hasta las ocho de la tarde.
Tras los tractores siguen 5.000 vecinos en autobuses y vehículos particulares
que fueron detenidos a la altura de la
Venta del Cruce y continuaron la marcha a pie.
El 15 de Noviembre de 1988 unos
1.500 vecinos se manifiestan ante la Delegación del Gobierno exigiendo el pago
de casi 45 millones de pesetas del PER que permanecen bloqueados desde el mes de
julio, recorren varias calles sevillanas y terminan en un encierro estratégico
en la Catedral de Sevilla.
Las protestas, denuncias y
manifestaciones se suceden en Sevilla. Interviene la policía para desalojar a
los que ocupan la catedral, produciéndose una auténtica batalla campal entre los antidisturbios y vecinos de Isla Mayor, resultando heridos como consecuencia de ello, siete de ellos
policías. El cabildo y comercios de la zona denunciaron los daños
indiscriminados que produjo la policía en el exterior del templo en su
intervención.
El proceso de segregación sigue
su curso por los intrincados renglones de la ley cuando la política es
entendida de forma muy particular, y no como servicio a la sociedad,
produciéndose su suspensión en el 2 de agosto de 1.988 y anulándose el 4 de
abril de 1.992, aprobándose definitivamente el 22 de febrero de 1.994, fecha en
la que Isla Mayor entra en su historia oficial como tal pueblo, sin que la
división de su término municipal satisfaga a sus habitantes.
Quedan atrás las denuncias,
recursos y querellas interpuestas por los vecinos de Isla Mayor contra el
Alcalde en funciones de Puebla del Río y contra la propia Junta de Andalucía
por falsificación en documentos. Permanece el trabajo, sudor y lágrimas (y
sangre, porque los trabajadores muertos tenían sangre) de miles de
trabajadores.
Unir Cádiz con Huelva bordeando
Isla Mayor supondría desarrollar económica y socialmente aquella zona, y constituiría un reconocimiento de lo que la Patria España debe a los isleños e isleñas. Pero las
montañas no van por sí solas a pueblo alguno. Hay que salir a buscarlas, y eso lo ha sabido
hacer Isla Mayor.
(Isla Mayor 2009)
Manuel Sogas Cotano
Zaragoza 28 Septiembre
2009
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BIBLIOGRAFIA:
C. P. Florentina Bou 25 Aniversario 1974-1999. Sevilla.
El arroz en España y en el Mundo entero. Alicia Langreo
Navarro. Internet.
Fotos en blanco y negro: del Blog: historiasdeislamayor.com.
Trabajo de campo.
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Los últimos conquistadores españoles están en Isla Mayor, Sevilla
(Crónica de Aragón) 3. noviembre 2015 | Por Manuel Sogas |
Con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural (15 de Octubre) el Área de Igualdad del Ayuntamiento de Isla Mayor organizó un Foro-Debate acerca de la historia local que se celebró el 29 de octubre en el salón de actos del I.E.S. Lago Ligur para los estudiantes de Cuarto de ESO.
En el acto estuvieron representadas las dos generaciones que fundaron el pueblo: los abuelos y padres en la mesa de ponentes, agentes directos y vivos de la historia moderna de Isla Mayor, y los nietos como público asistente que constituyen la tercera generación descendientes de las dos primeras.
La historia de cualquier pueblo es la suma y la interrelación de las historias particulares de cada individuo y de las generaciones anteriores a ellos desaparecidas. En el caso concreto de Isla Mayor nos encontramos la singular particularidad de que las tres generaciones que lo habitan (no hay generaciones anteriores a ellas) tienen que ver directamente con la historia del pueblo que empieza en el primer tercio de siglo pasado.
(Así era Isla Mayor en la segunda década del siglo pasado)
De que fue una conquista empezada por los primeros que llegaron (andaluces de diferentes puntos de la región, canarios, portugueses, presos políticos de la guerra del 36, valencianos…) a sus tierras y sus sucesores no hay ninguna duda. Las armas que portaban para la conquista fueron el Trabajo, el Trabajo, el Trabajo… y el Trabajo.
El enemigo a abatir, unas tierras resecas y salitrosas o inundadas por las lluvias y crecidas del río Guadalquivir a unos cuarenta kilómetros al sur de Servilla, cuyos habitantes originarios eran los armajos, mosquitos, fiebres, paludismo, sanguijuelas…, y por la noche, descansando, había que luchar contra los chinches y las pulgas.
Y, de que fue concluida hay todavía menos dudas, como bien de manifiesto lo ponen los resultados obtenidos: más de treinta mil hectáreas de arrozales en toda la comarca, que la hacen la primera productora de arroz, en cantidad y calidad, del Estado español y una de las primeras en Europa.
Los ponentes fueron exponiendo resumidamente sus “retazos” de las historias particulares vividas; de cómo llegaron junto a sus padres con la maleta de madera (la maleta se ve en el centro de la imagen de los ponentes) y lo puesto. Otros llegaron sólo con lo puesto, sin maletas, y no faltaron quienes al llegar a Isla Mayor lo hicieron con menos de lo puesto al salir de sus lugares originarios, porque al hacer 60, 80 ó 120 kilómetros caminando por sierras, pedregales, caminos o trochas, deshacían zapatos, botas y alpargatas, y había que tirarlos antes de llegar.
Se hicieron comparaciones entre cosas que ni de broma son comparables, como las escuelas donde algunos de los ponentes aprendieron sus primeras letras: la m con la a, ma; la m con la e, me… (que otros no fueron a escuela alguna) y la forma de llegar a ellas por entre los barrizales.
No faltó el toque de atención a los estudiantes para que aprovecharan los medios para aprender que tenían a su disposición, ni el apunte de que la historia, tanto la personal como la general, es la síntesis de todo lo vivido anteriormente hasta el presente, razón por la cual mientras más y mejor se conozca el pasado mejor se explica el presente, y en mejores condiciones se está para vislumbrar y actuar sobre el futuro, que si algo de específico tiene actualmente es su incertidumbre.
El último que tomó la palabra fue el alcalde de Isla Mayor, Juan Molero, para agradecer a todos los ponentes sus diferentes exposiciones, recomendando a los estudiantes que hicieran cuantos esfuerzos pudieran para formarse.
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