¿PERO QUÉ ESTÁ PASANDO EN BRASIL?
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Jaeme Luiz Callai
Sociología
Crítica
19.04.2016
Traducción:
Pedro A. García Bilbao para Sociología Crítica
Me he referido
antes al hecho de que el PT, en el gobierno, se había alejado de los
movimientos sociales y sindicales. Tal vez sea más apropiado decir que el
gobierno les ha cooptado, absorviendol a sus lideres o cuadros. Los intereses
políticos del partido, y en especial las exigencias políticas o económicas de
los movimientos sociales y los sindicatos gradualmente estaban siendo sometidos
a la lógica del gobierno, creandose así una especie de nomenclatura (perdón por
la palabra).
Añadamos a esta
situación, como se reconoce internamente en el PT y en el gobierno del PT, que
se puede constatar el hecho de que Dilma no es Lula. La presidente no tiene ni
el carisma, ni el liderazgo, ni la habilidad política que caracterizan a su
fundador (Lula).
Veamos ahora
otro orden de factores, entre ellos de forma destacada el entorno económico
internacional como más importante.
Brasil ha
experimentado un fuerte crecimiento económico en los dos períodos del
presidente Lula debido a una alineación muy favorable de las materias primas
(soja, carne, minerales). Las ventas en expansión, a precios elevados,
favorecieron una balanza comercial favorable. Con la crisis internacional de
2008, la imagen comienza a cambiar. Sin embargo, un gran mercado interno y la
expansión (reflejo de las políticas sociales vigentes) indujeron a que el
gobierno creyera erróneamente que la economía brasileña era inmune y estaba a
salvo de la crisis.
En 2008 el
presidente Lula se mostró inflexible sobre los efectos de la crisis financiera
global, allí, en los EE.UU., la crisis es un tsunami, aquí, si llega, no
será más que una pequeña ola … “(una «marolinha», al decir de los
brasileños). Los indicadores de la crisis económica eran cada vez más
evidentes, pero no cambió la perspectiva del gobierno (ahora con Dilma). En
2014, durante la campaña electoral, la candidatoa a la reelección (Dilma)
insistió en que la situación económica estaba bajo control y que no había
ninguna razón para temer o para realizar de cambios en la política económica.
Por desgracia, estas declaraciones han demostrado no ser más que puro
posicionamiento de marketing electoral. La candidata, contra toda evidencia
«vendió» optimismo y tranquilidad.
Al asumir su
nuevo mandato, la presidenta Dilma adoptó otra política económica, con lo que
el Ministerio de Hacienda fue a parar a un banquero que había servido el FMI y
el BCE (J.Levy). Este cambio de rumbo frustró a sus electores que se sintieron
traicionados. Al mismo tiempo las coincidencias y la línea de J. Levy —inicial
ministro de Hacienda — y Dilma, no alcanzaron a tranquilizar a los sectores
financieros y de negocios.
La corrosión de
las bases populares de apoyo, entre sus diputados y en los militantes del PT
fue inmediata. Que se mantuvieran en contra los partidos de la oposición y los
sectores que habían perdido la elección era algo previsible y se podría
administrar, pero lo que ha causado un efecto devastador y hasta ahora
impensable, es el «fuego amigo» dentro de las filas del PT. En las palabras de
un activista, «¿la política económica del gobierno es la de Dilma (es decir,
Levy) o es la del PT?».
Quiero llamar
la atención sobre el hecho de que los factores externos (crisis
internacionales), junto con una evaluación errónea de su naturaleza y unas
orientaciones de política económica equivocadas dieron como resultado el
estancamiento económico, el empleo y la disminución de los ingresos. Esta
situación de crisis económica intrena, la falta de apoyo parlamentario de los
partidos y de sus bases sociales es la que hace que el gobierno de Dilma se
debilite y la oposición se fortalezca.
Por último, se
está revelando la dimensión profética de las manifestaciones de un intelectual
respetado dentro y fuera del PT. Frei Betto, encarcelado y torturado por la
dictadura del régimen militar, militó en el PT desde los primeros años,
pertenecia a la pastoral de las comunidades eclesiales de base de la Iglesia
Católica, fundador del Programa Hambre Cero, y asesor personal del presidente
Lula en su primer mandato. En una entrevista en de mayo de 2015, dijo
«(…) El PT ha
escogido entre un proyecto de País y un proyecto de Poder. Ha cometido el grave
error de no apoyar su gestión en su principal base de apoyos, los movimientos
sociales. Ha preferido buscar los apoyos en el mercado y en el Congreso. El
resultado le ha convertido en un rehén de estas alianzas espurias».
«El PT se
equivocó al no promover la inclusión y la toma de conciencia política de la
población, por el contrario, ha contribuido a despolitizar a la nación, dando
la impresión de que ser un consumidor es más importante que ser un ciudadano.
«El PT al
surgir tuvo tres grandes banderas que le convertían en un referente claro: ser
el partido de los pobres; ser el partido de la ética; ser el partido que
luchaba por el socialismo en Brasil. Ha perdido las tres, por desgracia».
«Y, lo que es
aún peor, ha causado una gran desilusión con las posibilidades de cambio en el
país. extendiendo la sensación de que «otro mundo es [ya no es] posible».
«Lo que se
vislumbra para un futuro inmediato son los retrocesos y las pérdidas
económicas, sociales y políticas entre los sectores populares y el
recrudecimiento de la lucha social. Tal vez, sobre otras bases políticas, los
trabajadores, los pequeños agricultores, o los sectores más pobres y
marginados, logren el reto de retomar la lucha. Más que nunca, es tiempo de la
consigna del período de la lucha contra la dictadura militar, «la lucha
continúa».
Amigos,
preferiría no estar escribiendo todo esto. Brasil no se merece esta desgracia.
Tantos años de lucha en la construcción democrática, para este triste epílogo!
Vamos a tener que cantar de nuevo con Chico Buarque. “…. Hoy es usted quien
manda, quien habló y quien habla… Hoy mi gente está hablando a un lado y
mirando al suelo … (pero) a pesar de todo, mañana será otro dia.
Ijuí, 15 de
Abril, el año 2016
Jaeme Luiz
Callai
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