lunes, 31 de mayo de 2021

La nueva reforma de las pensiones: una nueva traición a los y las trabajadoras (cast/cat). [El dinero de las pensiones si nos dejamos de leches y piruletas pardas es dinero privado de los trabajadores ganado y no cobrado durante años que se lo dejamos al Estado, no para que nos robara, que de saber eso no se lo habríamos dejado, y además le habríamos mandado al cabo jefe de puesto de la Guardia Civil para que los enchiqueraran por chorizos. A ver, a ver…, explíquenme esto que no lo entiendo. ¿Cómo es esto de que gobierno, patronal y sindicatos me han traicionado? Si gobierno, patronal y sindicatos me han robado mi dinero será que gobierno, patronal y sindicatos me han robado, no? ¿Y un robo se puede legalizar? Y a todo esto, la seguridad jurídica que me protege contra los guripas gubernamentales, patronales y sindicales que me roban dónde está? Y a una mala, ¿si los que me han robado son mis representantes estos representantes por ser representantes se pasan por el forro de los cojones todas las leyes contra el robo mondo y lirondo? Yo a estas cosas le tengo que dar un meneo, porque es que no me cuadran, porque es que vamos, a mi no me ha traicionado nadie, a mí me acaban de robar, oiga. Yo le voy a llamar al robo pepinillos en vinagre que me gustan más y de paso para no ofendo a nadie (y no me digan ahora que esto no es compostura y bien quedar por mi parte). Pero que me acaban de robar que es a lo que voy. Y no llamo al guardia que me auxilie no sea que la jodamos del todo y encima me quite la cartera. ]

 

La nueva reforma de las pensiones: una nueva traición a los y las trabajadoras (cast/cat)

El gobierno español, la patronal y los "sindicatos" UGT y CCOO han cerrado un nuevo pacto para reformar el sistema de pensiones. El pacto se ha cocinado entre bambalinas y en secreto. De hecho, hoy, cuando lo han hecho público, siguen evitando dar ningún detalle concreto.

Por Comunicado Del Secretariado Permanente De La CGT De Cataluña Publicado el 30 May, 2021

kaosenlared

Hoy varios medios de comunicación han anunciado que el gobierno español, la patronal y los «sindicatos» UGT y CCOO han cerrado un nuevo pacto para reformar el sistema de pensiones. El pacto se ha cocinado entre bambalinas y en secreto. De hecho, hoy, cuando lo han hecho público, siguen evitando dar ningún detalle concreto.

Mientras los de siempre han negociado con nuestras vidas, al otro lado del pueblo, el conjunto de trabajadoras y trabajadores, tenemos motivos sobrados para estar indignados y para preocuparnos. Por experiencia sabemos que de las diferentes reformas de las pensiones que han pactado gobiernos anteriores, CCOO y UGT y las patronales, han surgido situaciones que nos han perjudicado: recortes en la cuantía de las pensiones, incrementos de las bases reguladoras y de los tiempos de cotización y retraso de la edad de jubilación.

Lo que llega del acuerdo parece que va en la misma línea. Por un lado nos ofrecerán migajas que nos venderán como una conquista, como es la revalorización de nuevo de las pensiones con el IPC (es decir, seguiremos sin ganar ni un céntimo de poder adquisitivo). Y, mientras, por detrás nos colarán los recortes. Estos recortes irán dirigidos principalmente, a obligarnos a jubilar cada vez más tarde: promoverán que atrasemos «voluntariamente» nuestra jubilación más allá incluso de los topes legales, dificultarán que nos jubilemos anticipadamente y que nos acojamos a modalidades de jubilación parcial. Es decir, quieren imponernos todavía más aquello de «vivir para trabajar»: pretenden que no tengamos otra salida que trabajar hasta que nuestro cuerpo ya no aguante más.

Precisamente cuando estamos viviendo una fase de desarrollo tecnológico inédita en la historia humana, donde con menos horas de trabajo se puede producir mucho más que nunca antes, es un insulto que nos obliguen a trabajar cada vez más años. En vez de repartir las jornadas laborales y erradicar el paro que sangra desde hace tanto tiempo a la clase trabajadora, nos imponen trabajar hasta viejos y que hayamos de renunciar a la posibilidad de disfrutar de una vida digna durante nuestra jubilación. Todo ello para promover planes de pensiones privados, para lucrarse también con nuestro derecho de jubilación.

Desde aquí hacemos un llamamiento a manifestar activamente nuestra oposición frontal y contundente a esta nueva agresión, a esta nueva reforma de las pensiones. Salgamos a la calle, movilicémonos en el barrio, en el pueblo y en los centros de trabajo. Señalemos a los responsables de este nuevo ataque. Si construimos una respuesta contundente, podemos hacer fracasar esta nueva traición.

 

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Una nova reforma de les pensions: una nova traïció als i les treballadores

omunicat del Secretariat Permanent de la CGT de Catalunya

Avui diversos mitjans de comunicació han anunciat que el govern espanyol, la patronal i els «sindicats» UGT i CCOO han tancat un nou pacte per reformar el sistema de pensions. El pacte s’ha cuinat entre bambalines i en secret. De fet, avui, quan l’han fet públic, segueixen evitant donar-ne cap detall concret.

Mentre els de sempre han negociat amb les nostres vides, a l’altra banda el poble, el conjunt de treballadores i treballadors, tenim motius sobrats per estar indignats i per preocupar-nos. Per experiència sabem que de les diferents reformes de les pensions que han pactat governs anteriors, CCOO i UGT i les patronals n’han sortit situacions que ens han perjudicat: retallades en la quantia de les pensions, increments de les bases reguladores i dels temps de cotització i endarreriment de l’edat de jubilació.

 

El que arriba de l’acord sembla que va en la mateixa línia. Per una banda ens oferiran molles que ens vendran com  una conquesta, com és la revalorització de nou de les pensions amb l’IPC (és a dir, seguirem sense guanyar ni un cèntim de poder adquisitiu). I, mentre, per darrera ens colaran les retallades. Aquestes retallades aniran adreçades principalment, a obligar-nos a jubilar cada vegada més tard: promouran que endarrerim «voluntàriament» la nostra jubilació encara més enllà dels topalls legals, dificultaran que ens jubilem anticipadament i que ens acollim a modalitats de jubilació parcial. És a dir, volen imposar-nos encara més allò de «viure per a treballar»: pretenen que no tinguem altra sortida que treballar fins que el nostre cos ja no aguanti més.

Precisament quan estem vivint una fase de desenvolupament tecnològic inèdita en la història humana, on amb menys hores de treball es pot produir molt més que mai abans, és un insult que ens obliguin a treballar cada vegada més anys. En comptes de repartir les jornades laborals i erradicar l’atur que sagna des de fa tant de temps a la classe treballadora, ens imposen treballar fins vells i que haguem de renunciar a la possibilitat de gaudir una vida digna durant la nostra jubilació. Tot plegat per promoure plans de pensions privats, per lucrar-se també amb el nostre dret de jubilació.

 

Des d’aquí fem una crida a manifestar activament la nostra oposició frontal i contundent a aquesta nova agressió, a aquesta nova reforma de les pensions. Sortim al carrer, mobilitzem-nos al barri, al poble i als centres de treball. Assenyalem els responables d’aquest nou atac. Si construïm una resposta contundent, podem fer fracassar aquesta nova traició.

 

Revitalización del pensamiento de Bakunin

 

Tal día como hoy de 1814 nacía uno de los más grandes revolucionarios del s. XIX: Mijail Bakunin. Anarquista, se definió como partidario convencido de la igualdad económica y social, amante fanático de la libertad y buscador apasionado de la verdad.

Revitalización del pensamiento de Bakunin

Capi Vidal

El Viejo Topo

30.05.2021

Los pensadores anarquistas, por lo general, resultan de mucho mayor actualidad y vitalidad que otras corrientes emancipatorias, como puede ser la marxista. Así, el pensamiento de alguien como Bakunin, aunque no todo, como es lógico en cualquier autor, ha resistido muy bien el paso del tiempo.

Hay que recordar, en primer lugar, que las ideas anarquistas está lejos de poseer una continuidad en el tiempo, de tal manera que el pensamiento de Kropotkin, posterior, no armonizará siempre bien con el de Bakunin. Kropotkin fue uno de los indudables padres del comunismo libertario, o al menos el que más aportó a esa corriente clásica del anarquismo. Bakunin, por el contrario, sentía una auténtica aversión por el término, hasta el punto de considerar que el comunismo constituía la «negación de la libertad». Bien es cierto que el gigante ruso identificaba exclusivamente el sistema comunista con la absorción de todos los poderes sociales en el Estado. Sin hablar de poder político, podemos decir que pensaba que comunismo era sinónimo de centralismo. Como es sabido, Bakunin se considera partidario del colectivismo, concepto paradójicamente rechazado por los herederos de Proudhon, que apostaban por el mutualismo. Vemos que las tres principales corrientes del anarquismo moderno, las que indudablemente deberíamos conocer en profundidad, precisamente para analizar la sociedad del siglo XXI y dilucidar qué es válido del rico corpus histórico libertario, no siempre concilian bien. Frente a cualquier sistema autoritario, proclive a un sistema cerrado, ortodoxo y monolítico, el anarquismo se compone de diversas aportaciones, es heterodoxo y abierto en su afán antiautoritario. En cualquier caso, volviendo al tema que nos ocupa, los estudiosos del anarquismo sí consideran que Bakunin constituye un punto de inflexión en la historia, hay un antes y un después de las ideas libertarias con este autor.

Particularmente, considero que leer y releer a Bakunin, su obra tantas veces caótica, pero generosamente sistematizada por autores posteriores, resulta de un aporte energético extremadamente valioso. La gran pregunta, y a pesar de que ocupa su lugar enciclopédico, es si el pensamiento de Bakunin es lo suficientemente conocido. El innumerable arrojo de falsedades, como ocurre con el propio anarquismo, a la vez que lo poco cohesionado de una obra escrita debido a una vida tumultuosa, hace que se olvide a menudo que Bakunin poseía unos conocimientos enciclopédicos. Además, su inagotable energía individual, con incontables escritos tratando de coordinar los esfuerzos y tareas de diversos países, hace que se indentifique su enorme persona con poco menos que «una internacional». Existen muchas obras dedicadas a su vida, propia de la mejor ficción de aventuras, pero tal vez no las suficientes que analicen su pensamiento, su muy estimable aportación teórica, lo cual explica en parte que tantas veces se aluda a un pensamiento «destructivo», cuando es exactamente lo contrario. Hay que recordar su condena de la violencia, aun de la revolucionaria, algunas veces necesaria, pero siempre algo condenable y propio de la estupidez humana. Parece haber habido cierto afán en considerar a Bakunin como una especie de paradigma de la negación, recogiendo sus textos de maena sesgada, cuando la lectura que puede hacerse, si gustamos de esa terminología, es la de un autor que apostó fuertemente por profundizar en la democracia. Uno de los aspectos de más innegable actualidad es el llamado voluntarismo, que más tarde recogerá Malatesta, según el cual la transformación social es propia de todos, en una democracia militante en la que se asumen derechos y obligaciones.

Bakunin, en tantos aspectos, se adelantó a males posteriores, en una advertencia sobre el progreso, en su desconfianza sobre la ciencia y la tecnología. Estas, tantas veces ciegas y determinadas, no siempre llevan al bienestar de la humanidad y sí a la destrucción y el genocidio; desgraciadamente, su análisis resultó profético en el siglo XX. No pocas veces, se ha querido ver a Bakunin, pensador anarquista que a la fuerza habla una y otra de una concepción amplia de la libertad, como paradójicamente sumiso a alguna suerte de determinismo social. Es, tal vez, otro aspecto de su pensamiento distorsionado o mal interpretado. Frente a la confianza, tantas veces exacerbada, de Kropotkin en la ciencia y el progreso, que sí podrían hacer caer al ser humano en ese determinismo, Bakunin y Malatesta apuestan por la voluntad humana, solo limitada por las propias leyes naturales, pero bien armada gracias a la razón, el conocimiento y la ética. Para Bakunin, la libertad es para el ser humano una conquista, un ideal a convertir en realidad gracias a la voluntad, el compromiso y la vigilancia permanente. Es posible que sea el aspecto más cuestionable del pensamiento bakuniano, si lo observamos superficialmente, ese que habla de que el hombre viene a estar forzado a conquistar la libertad, como si formara parte de su naturaleza. No obstante, puede resolverse la contradicción al observar a un hombre esforzado en analizar las condiciones materiales de la existencia humana para alcanzar el mejor de los ideales. Desde este punto de vista, no hay naturaleza alguna en el ser humano, ya que Bakunin alude más bien a las leyes naturales (que identifica con la ciencia y el conocimiento), somos un producto del contexto social y tenemos la capacidad para cambiarlo.

El mayor obstáculo para la conquista de la libertad es para Bakunin el binomio compuesto por Dios y el Estado. Uno de sus mayores esfuerzos estará en acabar con la idea de Dios, algo que no realiza desde fanatismo alguno y sí desde un poderoso análisis y un fuerte armazón racional. La idea de la divinidad, como tantas otras demostradas falsas, solo se sostiene por su antigüedad y, todo hay que decirlo, un argumento habitualmente mencionado por sus defensores, por su extensión universal. Como tantos otros pensadores modernos, Bakunin consideraba que las religiones constituían un conjunto de creencias falaces que el tiempo haría desaparecer. Al mismo tiempo, pensaban que eran un fuerte obstáculo para la emancipación de los pueblos. Habrá quien observe este razonamiento como obsoleto, propio de otros tiempos, sin embargo, profundicemos también en esta cuestión. De forma parecida a Marx, Bakunin también pensaba que la religión era una especie de consuelo para los afligidos, una salida a una vida miserable. Otro escape para huir de la realidad era la taberna, algo que todavía podemos observar en la fuerte cultura adictiva, con una fuerte tendencia a la enajenación, que sufrimos.

La verdadera solución emancipatoria, para Bakunin, para esa existencia desgraciada es la revolución social. Algo en lo que debemos seguir insistiendo los anarquistas, es deseable y posible cambiar las cosas, la vida individual y social, necesariamente unidas, por una vía antiautoriaria y de constante crítica a la autoridad coercitiva. El Estado, para Bakunin, de alguna manera es producto de la religión; la subordinación a una autoridad sobrenatural y metafísica sería el cimiento para hacerlo igualmente a la autoridad política. ¿Cómo concibe Bakunin la revolución social, la nueva sociedad libertaria? La ausencia del Estado supone un federalismo en el que los trabajadores se organicen libremente y prime la solidaridad por encima de cualquier otro factor social. Recordemos que su concepción de la libertad individual se enriquece, no se limita, con la libertad colectiva, la de todos y cada uno de los integrantes de la sociedad. Todo esto lleva a considerar la libertad como necesariamente unida a la igualdad, económica y social, no solo política. Para establecer esa igualdad, debe darse la organización espontánea del trabajo y de la propiedad colectiva de las asociaciones de productores; estas, estarán federadas de forma libre en instancias superiores, que pueden recibir el nombre que se quiera, pero sin que tengan ninguno de los rasgos tutelares y autoritarios del Estado. Merece la pena estudiar con detenimiento el pensamiento de Bakunin, que afectó a todos los ámbitos de la vida en busca de la emancipación social e individual, ya que en él encontraremos con seguridad un legado muy valioso.

Texto publicado originalmente en el blog del autor Reflexiones desde Anarres.

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sábado, 29 de mayo de 2021

¿La pandemia significa el fin del neoliberalismo? [¿La pandemia significa el fin del neoliberalismo? Entre los muchos problemas que tenemos los trabajadores el primero es que los que saben y nos podrían enseñar empiezan por despistarnos, seguramente porque el que sabe empiece ya por estar despistado. ¿Qué es el neoliberalismo?, pues el liberalismo es una especie de jodienda con ventanas a la calle; el liberalismo es lo más chuli guay que Dios hizo y el liberalismo es tararí que te ví, súbete aquí que verás Madrid, y todo lo que se quiera que sea, porque hasta que no se diga que el modo de producción capitalista es una forma histórica de producir y de distribuir lo producido, que en la práctica y a medida que se desarrolla adquiere diferentes formas, una de ellas es ese denominado neoliberalismo, hasta que llegado un momento (¡el neoliberalismo!) su propio desarrollo lo bloquea y hace que su funcionamiento sea materialmente imposible (¡crisis de 2008!) y ello es lo que determina SU EXTINCION como modo de producción histórico, surgiendo así la necesidad de un nuevo modo de producción que lo sustituya (¡el socialismo! El PSOE no, Podemos no, Mariquita La yeyé tampoco. El socialismo). De modo que, efectivamente, el modo de producción capitalista se extinguirá, pero no por la pandemia, ni por esto y lo otro, ni porque yo lo diga, sino por las contradicciones generadas por el propio desarrollo del funcionamiento del modo de producción capitalista. Hasta que los trabajadores no sepamos esto, y esto lo tenemos que aprender y no los tienen que enseñar, porque esto no se aprende espontáneamente, el neoliberalismo puede ser también cuarto y mitad de la media ponderada de la raíz cuadrada de un alambre retorcido pero sin exagerar. Y, claro, ahora que parecía que ya estábamos en el final es cuando hay que volver al principio, que es: ¿Cómo FUNCIONA EL MODO DE PRODUCCIÓN CAPITALISTA? Sin saber esto, tal que si me toco los cojones para saber que día de la semana es]

 

La política dominante está absolutamente desconectada de la realidad. ¿Qué políticas públicas se deberían impulsar para la transformación social global en la era pos-pandémica? ¿La pandemia anuncia el fin del neoliberalismo?


¿La pandemia significa el fin del neoliberalismo?

Yanis Varoufakis

El Viejo Topo

29.05.2021

©SR. GARCÍA 

La pandemia ha sido más larga de lo que debería. Ustedes organizan un webinar internacional, a propósito de las políticas públicas para la transformación social global en la era post-pandémica, lo cual es materia muy urgente y de actualidad. Tenemos la necesidad de discutir esto y llegar a respuestas prácticas y de hecho, viables, porque hemos estamos viviendo demasiado en el ámbito de la retórica, retórica en ambos sentidos del espectro político. Si observamos la política dominante, está absolutamente desconectada de la realidad. Uno de los temas de la conferencia, que ha torturado muchas mentes, por ejemplo, es la cuestión: ¿La pandemia anuncia el fin del neoliberalismo? Déjenme partir de ahí.

¿Qué diablos es el neoliberalismo? Preguntarse esto no es nuevo… y es particularmente liberal. Además, y mucho más preocupante, si nos fijamos en la economía, la política y la filosofía detrás del neoliberalismo encontramos tanta conexión con la realidad de los últimos 30 años, como la tuvo Karl Marx con la Unión Soviética. En otras palabras, cero, nada. Sin conexión. Seamos sinceros: Si Karl Marx estuviera vivo en la Unión Soviética en la década de 1970, habría terminado en un gulag. Del mismo modo, la filosofía, economía y política neoliberales no tienen absolutamente nada que ver con el período histórico que vivimos.

Tomemos algunos de los principios básicos del neoliberalismo: el Estado debe debilitarse, desaparecer y dejar su lugar al mercado; por otro lado, la competencia siempre es preferible a la acumulación/concentración, pues se trata de maximizar las ganancias. Por lo tanto, cualquier táctica, decisión que mejore la rentabilidad está al final “al servicio del interés público”, aunque nadie esté tratando de servir al interés público. Todos estos son principios del neoliberalismo. Sin embargo, miremos dónde estamos y adónde hemos estado desde hace mucho, mucho tiempo. Un ejemplo sería decirles cuándo mi mundo cambió; sigue cambiando todo el tiempo, pero especialmente en los últimos meses. Recuerdo que me desperté el 12 de agosto, hace dos meses, hace tres meses y me dije: ¿Qué? ¿Qué es [mi mundo]? Y darme cuenta con ello que el mundo se ha vuelto loco, porque permítanme recordarles lo que fue el 12 de agosto de 2020, desde una perspectiva británica, pero también reflejado en los Estados Unidos y el resto del mercado.

UNA HISTORIA PERSONAL DE UN PROCESO GLOBAL

El 12 de agosto, a las 9:05 de la mañana, salió en Londres la noticia en el Financial TimesThe TelegraphThe Guardian, y la BBC, que la economía británica se hundió como un globo de plomo durante los primeros siete meses de 2020; el PIB cayó alrededor del 21 o 22 por ciento. Alucinante. Una vez más, son las 9:05, luego las 9:11, es una coincidencia con el otro 11 de septiembre, pero son las nueve y once minutos. La bolsa de valores británica se disparó en más de un 2 por ciento. Pensé «sé lo que está pasando aquí», tenemos el peor colapso del capitalismo en la historia de los últimos 300 años. Y los mercados se están volviendo locos. Están subiendo. No tiene lógica, ¿verdad? Y sin embargo lo hacen. ¿Por qué las cifras aciertan? Porque si eres un financiero, estás sentado detrás de tu pantalla, está bien. Estás aquí a las 9:05 con la terrible noticia de que la economía se estancó. Y te estás preparando como empresario. Está bien. Quiero decir, instintivamente vas a vender para presionar el botón de vender. Pero luego tienes dudas…

Sí, pensé entonces que la economía del mundo se va a poner en “forma de pera” por no decir que se irá directamente al inodoro. Hay personas muy cercanas a mí en la ciudad de Londres, en el Banco de Inglaterra, que entraron en pánico. ¿Pero qué van a hacer los capitales? Van a poner en marcha las imprentas y producir mucho más dinero público a través de la flexibilización cuantitativa, lo que ha estado sucediendo desde 2008 en Occidente e incluso antes de eso en Japón después de la recesión de la década de 1990. Así que financieramente la lógica es que entonces se va a imprimir mucho dinero. ¿Qué van a hacer con este dinero? Se lo van a dar a los banqueros. Barclays, HSBC, Goldman Sachs, Deutsche Bank, Société Générale, Santander.

¿Y qué harán los bancos con eso? Habrá que prestar ese dinero a alguien. ¿A quién se lo van a prestar? No lo van a prestar a las pequeñas empresas, por supuesto. No le van a prestar dinero a la gente pequeña porque saben que la gente de las pequeñas empresas es insignificante. Entonces, lo que van a hacer es levantar el teléfono y llamar a Apple, a la gente de Amazon, a Exxon Mobil.

No importa lo que pase con el precio del petróleo. Estas son grandes corporaciones. Los banqueros les dirán a los directores ejecutivos: “Tengo algunos miles de millones aquí, dinero gratis, ya sabes, tasa de interés cero, si lo negociamos, una tasa de interés del uno por ciento”. Entonces ellos seguramente pensarán: “Ahora mismo, no quiero invertir este dinero porque ya estoy sentado sobre un montón de dinero en efectivo”.

Recordemos que estas empresas desde hace 12 años han acumulado mucho efectivo. Han estado ahorrando dinero porque tienen miedo de invertirlo, porque temen que la gente pequeña no tenga el dinero para comprar sus productos. No obstante dicen que sí al dinero gratis: “Está bien, lo tomaré”. Ya tienen ahorros, corporaciones dedicadas al ahorro. Corporaciones con ahorros para darnos cuenta de que hay algo profundamente mal en el capitalismo: las corporaciones no deberían ahorrar, son los hogares los que deberían ahorrar. Hablamos de corporaciones para pedir prestado. Correcto. Aún así, las corporaciones con cadenas montañosas de ahorros están entrando en un territorio difícil. Las empresas ya no requieren miles de millones para invertir porque tienen miedo de hacerlo.

Pese a ello, ¿qué van a hacer estos consorcios? Pues van a tomar ese dinero de los bancos e ir a la ciudad de Londres y comprar de nuevo sus propias acciones y tal vez las acciones de alguien más como ellos. Entonces, de repente, dicen que otro financiero presionó el botón de venta: “Estoy notando estas cosas. Hoy es un buen día porque la economía se va por el retrete. Voy a ganar mucho dinero comprando cosas antes que ellos.”

De tal forma llega la desconexión entre los mercados y el capitalismo. No es que no vivamos en el mundo neoliberal. El capitalismo sigue ahí. Pasando de crisis en crisis pero acumulando valor por igual. Quizás sea un valor falso, un valor ficticio. ¿Y qué? Hablamos de que los capitalistas son entes ficticios una vez que se realizan en los mercados monetarios. Entonces, tenemos esta gran desconexión. Ahora, veamos, tomémoslo un poco con calma y vayamos al comienzo de esta historia. O al comienzo de esta historia en particular para mí.

EL ORIGEN DEL SISTEMA BRETTON WOODS

Todo cambia alrededor de 1971 porque aquí es donde colapsó el sistema de Bretton Woods. El sistema de Bretton Woods fue un sistema muy interesante. Un sistema extraño si lo pensamos.

Después de la conferencia de Bretton Woods en 1944 en New Hampshire en el Hotel Mount Washington, el capitalismo se convirtió en una especie de plan central. Tenías la moneda común (el dólar esencialmente), que teóricamente estaba vinculado al oro, pero eso era irrelevante. Era una economía global dolarizada. Entonces, el dólar fue el ancla. Todos los tipos de cambio fueron fijos. Sólo cambiaron mediante negociación a través del Fondo Monetario Internacional (FMI). Ese era el punto clave del FMI. Puede que haya tenido alguna devaluación o revalorización ocasional, pero fue ocasional y fue parte de algún proceso político. Mientras tanto, había más o menos libre comercio. Increíblemente, los controles del capital impedían que los banqueros hicieran cosas, que tomaran dinero de un territorio y lo llevasen a otro, que invirtieran o apostaran el dinero de otras personas. Los bancos se habían transformado efectivamente en servicio público en esa época.

Usaron una especie de «Plan vainilla» financieramente y luego acudieron a intermediarios. Su papel en la economía era muy pequeño. Por eso los verdaderos dueños del universo entre 1950 y 1970, cuando los banqueros no eran los industriales, fueron Boeing, General Dynamics, Exxon, British Petroleum y Daimler; por tanto, no los banqueros. Esa fue la era dorada del capitalismo. Tuvimos la mayor disminución de la desigualdad porque había pleno empleo, desempleo mínimo, inflación mínima, estabilidad y alto crecimiento en el espectro de los países que estaban conectados a través del sistema de Bretton Woods (miembros del FMI, del Banco Mundial (BM), los miembros de la OCDE y así sucesivamente). Ese sistema, sin embargo, fue fundado en un supuesto que suponía que Estados Unidos seguía y seguiría como un país con superávit.

Por supuesto, después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos fue el único país con superávit, realmente la única nación acreedora, el único país que exportó mucho más, que es importante, y el único país que no quebró. A mediados de la década de 1960, esto cambió a causa de los dos pilares del sistema de Bretton Woods que los políticos estadounidenses habían apoyado con fuerza: Alemania y Japón. Los antiguos enemigos, los derrotados, se habían puesto al día en términos de productividad de sus fábricas y su sector manufacturero. Y en cuanto a su capacidad exportadora, se convirtieron en exportadores netos. Agreguemos a eso la Guerra de Vietnam, que le costó “un brazo y una pierna” literal pero también metafóricamente a Washington, D. C. Sumemos el intento de Lyndon B. Johnson de ensanchar la guerra de Vietnam mediante la creación de la “Gran Sociedad” y la lucha contra la pobreza en los Estados Unidos, que fue un programa muy costoso. Lo que tenemos hoy es una transformación de Estados Unidos de un país con superávit a un país con déficit porque todo el sistema, el sistema Bretton Woods, se basaba en los superávits de Estados Unidos, el país estaba circulando y reciclando capitales entre Europa y Japón.

Una vez que se acabaron tales excedentes, el sistema no pudo competir. Es por eso que el presidente Richard Nixon, el 15 de agosto de 1971, hizo estallar ese sistema cuando su administración sustentó: “El dólar es nuestra moneda, pero ese es problema de cada quien”. Eso dijo a los europeos su Secretario del Tesoro.

Entramos después de eso en una segunda fase de la economía capitalista de la Posguerra. Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha atravesado lo que estaba entonces experimentando el presidente Nixon, un déficit masivo. Con una diferencia, pues mi nuevo amigo AMLO se frenó inmediatamente. López Obrador ve por el Estado. Estados Unidos no lo hizo, ellos pisaron el acelerador y dijeron: “Está bien, lo conseguimos, tenemos un país deficitario. Bien, ahora vamos a tener un déficit enorme”. Hay que admirar la audacia de los yankees, pues su déficit comercial se volvió gigantesco. Estados Unidos conservó su hegemonía, la hegemonía que antes tenía sobre la base de los excedentes y ahora retuvo esa hegemonía y de hecho la amplió sobre la base de su déficit, porque su déficit se convirtió en una fuerza estabilizadora en todo el mundo.

Las exportaciones netas de Alemania fueron sostenidas por la economía estadounidense, es decir, por el déficit estadounidense. Las exportaciones netas de Japón, igual. El déficit de Estados Unidos operaba como una aspiradora que succiona todo hacia su territorio. ¿Petrodólares, riqueza saudita? Eso fue resultado del déficit estadounidense. Hicieron que ese déficit se convirtiera en la base económica de Occidente y el privilegio desbocado del dólar se lo aseguró. ¿Qué consiguieron? Ganancias de las industrias alemanas, de los industriales japoneses, de los jeques de Arabia Saudita, de los empresarios que vienen de China…esas fueron sus ganancias, en realidad. No totalmente, pero alrededor del 70 por ciento de esa ganancia se recicló en Estados Unidos, a través de Wall Street. Ahora, para que Wall Street lo recicle, tuvieron que liberarse de las restricciones del sistema de Bretton Woods, de las restricciones de su propio “New Deal». Todas esas restricciones impuestas para los banqueros, de Roosevelt en adelante.

Wall Street iba a jugar este papel de reciclaje y también a través del financiamiento, creando capital ficticio. Actuaron sobre una base de derivados estructurados para dar una tasa más alta como «tasa de rendimiento» a los inversores alemanes, los japoneses, los industriales japoneses, los industriales chinos para que este notable circuito de reciclaje dinámico se pudiera cerrar fácilmente. Esto es el neoliberalismo: La ideología necesaria para quitar los grilletes, cadenas y restricciones del banco, de los banqueros. Pero es sólo un subterfugio. Es sólo una ideología con retórica vacía.

El propósito luego fue tener algún tipo de tratados políticos, teóricos y filosóficos detrás de la necesidad de que los banqueros se salieran con la suya. Entonces se creó este papel en el juego para cerrar el círculo entre el déficit comercial de Estados Unidos y la producción industrial, que estaba destinada a las exportaciones netas de Alemania, Japón y China así como a la necesidad de financiar a través de su propio mundo económico. Por un lado, el déficit estadounidense (comercial, en cuenta corriente,) pero también estaba el propio gobierno estadounidense. Estas cosas iban de la mano. Por eso no le prestaron mucha atención al neoliberalismo.

“NO CREO EN EL NEOLIBERALISMO”

No creo en el neoliberalismo, he dicho antes. Es como tratar de explicar lo que ha pasado en la Unión Soviética con Das Capital de Marx. Es irrelevante. Quiero decir, hablamos de ideología estatal en la Unión Soviética. Estaba ahí para justificar lo que sea que estuvieran haciendo en la práctica, lo cual no tenía nada que ver con Marx. Del mismo modo, en Hayek nada tiene que ver con el neoliberalismo de la llamada era neoliberal de la década de 1970 con la actualidad. Ahora, olvidémonos de él y de los neoliberales porque es simplemente un camuflaje, un camuflaje ideológico, que no tiene nada que ver con la realidad económica. La realidad económica fue este ciclo de reciclaje que acabo de describir. Ahora, el problema con esto es que el nodo era doble. En primer lugar, trabajar plenamente y bien; lo que se necesitaba junto con la liberación de limitaciones a los banqueros, era la miseria, la miseria constante de la clase trabajadora estadounidense. ¿Por qué? Pues era fundamental para esta nueva época que el capital extranjero, ya seas un mexicano ultra rico, un alemán o un japonés, chino, griego… no importa si eres rico, empezaste a serlo: se implementó cualquier incentivo para enviar tu dinero a Wall Street.

Para que la tasa de ganancia sea más alta, debe tenerse una tasa de salario que esté bajando. No es una casualidad que si nos fijamos en la media de los ingresos por hora promedio en los Estados Unidos, hoy son más bajos que en 1974. Entonces la clase trabajadora estadounidense sufrió efectivamente una gran discontinuidad con el “sueño americano”, que significa todo tipo de cosas para las personas. Pero una dimensión importante de esto fue que entre los años 1930 y 1970, las familias de la clase trabajadora en Estados Unidos tenían motivos para esperar que sus hijos estuvieran mejor que ellos. Y ese fue el caso sistemáticamente entre los años treinta y los setenta. Cualquiera con un trabajo dejaría a sus hijos un nivel de vida más alto que el que tenían, incluso en la Gran Depresión. Porque a pesar de que en la Gran Depresión los salarios cayeron, también los precios cayeron, incluso más rápido. Si se lograba tener un trabajo durante la Gran Depresión, el poder adquisitivo aumentaba. Ese no fue el caso después de 1975.

Ahora, ¿por qué digo esto? Porque es importante comprender la dimensión política de cada período. Si quieres entender por qué Donald Trump existe hoy, para explicar tanta fuerza, tanto apoyo político aprovechándose de la ira de la clase trabajadora blanca estadounidense, hay que entender que esto es algo que comienza en la década de 1970: la disminución de las perspectivas de la clase trabajadora blanca en los Estados Unidos. Ahora bien, ¿por qué no fue evidente la ira en las décadas de 1980, 1990, 2000? La razón de esto es porque hubo un segundo conflicto social que alrededor de 1980 reemplazó al primero, el primero fue el “sueño americano”. El salario [en 1980] iba a ser más alto el próximo año y así con la próxima generación. Pero la segunda entrada de juegos de conflicto social se fue todo sobre la vivienda. Vivienda y finanzas. Se hizo creer a la clase trabajadora estadounidense que estaba bien si su salario no aumentaba. Porque había dos formas en las que era posible mejorar su situación: tu esposa empezará a trabajar, así que habrá dos salarios; les irá mejor como familia y, lo que es más importante, su casa va a valer cinco veces más cuando seas viejo.

Se impulsaron nuevos instrumentos financieros. ¿Quieres tener una segunda hipoteca? Puedes comenzar a retirar parte del capital para comprar un automóvil. Puedes comprar unas vacaciones. Tu nivel de vida puede seguir aumentando aunque tu salario no lo haga. Sí, esa fue la promesa del financiamiento capitalista. Entonces, tenías financiamiento de la casa familiar y de las pensiones. Sobre la base de este financiamiento, los bancos (ahora libres) fueron directamente hacia los pobladores. Es a lo que Warren Buffett se refirió como “armas de destrucción financiera masiva”, a los llamados directores ejecutivos banqueros y sus castillos de papel. Esas casas de papel, mejor dicho, se estaban construyendo sobre la base de tal proceso.

Esa transición se estaba produciendo durante la cual, por un lado, Estados Unidos se hundía cada vez más en un déficit mientras se volvía cada vez más fuerte como país, tanto militar como políticamente y en términos de discurso. Estados Unidos y la clase trabajadora estadounidense se endeudaban exponencialmente y al mismo tiempo perdían una parte tras otra de sus ingresos reales. Todo el mundo, Europa y Asia, para ser precisos, dependemos cada vez más de los déficits de Estados Unidos y de los llamados “Estados del Muro” para completar este ciclo donde los excedentes alemanes, japoneses y chinos se convirtieron en capital financiero. Y al final, tanto parte del gobierno federal como del déficit por cuenta corriente lo financia Estados Unidos.

Esta es la nueva era. Cuando la gente habla de la era neoliberal, eso es lo que quiere decir. Pero no hay nada de liberal en eso. Se basa cada vez más en multas sobre la deuda y el Estado. Eso no es algo que los liberales defienden, ellos iban hacia una era nueva y mejor. Ahora, cuando construyes castillos de naipes, en algún momento viene el colapso, ¿ese colapso no trae un choque? ¿Y entonces qué pasó? Entonces entró Obama y se llevó a la misma gente que desató. Los financieros Larry Summers y Tim Geithner, le devolvieron el control del Tesoro y la Reserva Federal. ¿Qué hicieron ellos? De doce a quince billones de dólares para reflotar las finanzas; el sector financiero mediante el proceso al que me refería antes, de la flexibilización cuantitativa. Este proceso hizo lo contrario de lo que hizo el sistema de Bretton Woods. Se disparó la desigualdad. Creó un enorme desequilibrio entre liquidez e inversión. Nunca antes en la historia del capitalismo se habían tenido estas enormes montañas de dinero. En comparación con pequeñas cantidades de inversión, ¿qué sucede cuando los ahorros superan con creces la inversión? Las tasas de interés descienden por debajo de cero y hay fuerzas deflacionarias. ¿Y quién se beneficia políticamente de las fuerzas deflacionarias? Es el fascista quien triunfa. Al igual que en la década de 1920, es una repetición de eso. Nada nuevo. Nada nuevo aquí. Esa fue la situación entre 2009 y 2020.

ECONOMÍA MUNDIAL Y COVID-19: TRES PROPUESTAS

Luego tenemos la Covid-19. Cuando el sector empresarial ya está zombificado, y se depende al 100 por ciento de sus rentas económicas, ni siquiera de las ganancias de los bancos centrales. Hay bajos niveles de inversión, de salarios y de empleos. Al otro lado del mar, en China es diferente, pero no es suficiente para marcar la diferencia en todo el mundo y coordinar los ingresos en el mundo, lo cual es inhóspito en la historia de la humanidad.

¿Qué hacen las autoridades? Más de lo mismo, exactamente lo mismo. ¿Y esto qué es? Imprimir más dinero, dárselo a los financieros para que se lo den a las grandes corporaciones. No apoyar a la gente pequeña, a las pequeñas empresas y a los hogares. Reemplazaron parte de los salarios, pero solo una parte de los salarios, y eso aumenta la desigualdad notablemente, no solo la desigualdad de ingresos y riqueza, sino la desigualdad del miedo. Jeff Bezos te dio 80 mil millones en dos meses, Warren Buffet salió el otro día admitiendo que acaba de tener una ganancia inesperada de 30 mil millones. Warren Buffet y Jeff Bezos son grandes innovadores en su propio campo. Pero no ganaron 80 MMD y 30 MMD, respectivamente, porque son muy inteligentes. Su riqueza genera riqueza mientras duermen, no están haciendo nada para que crezca. Es lo que pasa cuando tienes este proceso que describí aquel 12 de agosto en la ciudad de Londres. El Estado imprime dinero que crea riqueza en papel para los ricos y precariedad para todos los demás. Esa es la situación. ¿Entonces qué hacemos al respecto? Esa es la pregunta.

Un tiempo durante la cuarentena medité sobre ello. Es muy interesante discutir a propósito de esto. La primera idea es sacar al intermediario del cuadro, al intermediario que son los bancos comerciales. Recordé cómo analicé lo que sucede cuando el Banco Central quiere imprimir dinero para sacar a flote los distintos barcos que se han hundido. Les dan dinero a HSBC, Deutsche Bank, Citibank, Citigroup, Bank of America, y luego, con suerte, esos bancos van a prestar el dinero a la gente. Ahora, tenemos que sacarlos del juego, porque cada vez que pones un banco comercial entre el Banco Central y las empresas o las personas, pierdes energía y suceden cosas terribles.

Hay dos formas de impulsar la inversión directa, una es similar a lo que hicieron los estadounidenses cuando intervinieron con el Plan Marshall en Europa y se creó la Organización de Cooperación Económica Europea, que luego se convirtió en la OCDE. Das dinero que se ha recaudado a través de instrumentos financieros públicos para invertir directamente en cosas que la sociedad necesita. A finales de 1940 y 1950, lo que la sociedad europea necesitaba era reconstrucción. Ahora, lo que se necesita es energía verde. Empleos de energía verde de buena calidad, transición verde, tecnologías, etc.; sea en México, Grecia y Alemania o en todas partes.

Así que se propugna otro Proyecto Manhattan, donde se convoca a científicos, técnicos, ingenieros y en sí, a empresas que puedan realizar estos proyectos. Además construyes una unión entre países en Centroamérica (como ocurrió en Grecia al otro lado del Mediterráneo con la Unión Europea) para crear lazos de energías sostenibles. Se necesita mucho dinero para hacerlo, pero es un dinero que genera energía limpia y trabajos de alta calidad, no trabajos precarios. ¿Y cómo haces eso? A tu manera. Entonces, creas el equivalente de la OEEC (luego OCDE) que podría ser un banco de inversión pública que emitió sus propios bonos. El Banco Central anuncia que esos bonos se compran en mercados secundarios si es necesario. Si se hace ese anuncio, se hará todo lo necesario para comprarlos. Porque entonces, hay tanta liquidez en el sector financiero que la gente con eso los venderá como pan caliente y luego, de repente, un gran fondo va directamente a inversiones, ¿verdad? Esta es la idea número uno.

La idea número dos es hacer dinero para ponerlo en la cuenta bancaria de todos (“dinero de helicóptero”). El gobierno de Hong Kong lo hizo en marzo de 2020. Dieron de doce a 1250 dólares estadounidenses. El gobierno australiano hizo esto en 2009. Es por eso que Australia fue el único país que nunca pasó por una recesión después de 2008. Esta es la idea número dos. Estoy en contra de la renta básica universal que juega a la contra de las personas. Financiar mediante impuestos es divisivo, pues los trabajadores dicen ante ello: «Espera un segundo, me vas a cobrar impuestos para dar dinero a los ricos o al vagabundo que se sienta en casa viendo la televisión». Entonces eso es contraproducente y no lo necesitamos porque la mayor parte del dinero en estos días está siendo acuñado por los bancos. Bueno, pues dale ese dinero a la gente que se queda lejos de las imprentas del Banco Central. Esa es la segunda propuesta.

La tercera idea es volver a Bretton Woods y hacer algo que no hicieron. Conectar con la realidad actual. La idea de que Alemania se proclame líder de una posible “Unión Internacional de Compensación”, me ha hecho trabajar bastante. Hice una propuesta muy concreta de que esto debería estar en la Unidad Nacional de Contabilidad Digital, es lo que llamo COSMOS. Puedes llamarlo como quieras. Puedes llamarlo Tequila. Estará bien para mí. Y ya saben, el comercio mundial y las transferencias de capital mundiales deberían denominarse en esta moneda común. Esta moneda común no debe imprimirse. La gente no debería tener dinero en el bolsillo.

El comercio entre nuestros países y bloques económicos debe estar denominado en esta moneda internacional, esta sería la moneda nacional. Estas unidades deben tener un tipo de cambio de libre flotación con nuestras monedas. Entonces, no habría tipos de cambio fijos. Tipos de cambio flotantes, ¿qué cambiará eso? Hasta ahora nada. Pero imagínese si tuviéramos un acuerdo en el que todos los déficits comerciales que superen el 2% del PIB se graven con impuestos. Entonces, algunas unidades de COSMOS se retienen de la cuenta que tienen todos estos países o bloques económicos con el FMI, que podrían estar manejando este negocio en comercio internacional y transferencias de capital en proporción o simétricamente tanto a déficits como a superávits. Entonces, si tiene un gran superávit como el de Alemania o China, no creo que allí lo tengan más. Si se aplicara un impuesto, mantendría algunas de estas unidades de COSMOS en fondos de capital global.

Y de manera similar, cuando hay un aumento de capital, cuando el dinero llega demasiado rápido a México o se va demasiado rápido, como si tuvieras un recargo de Uber. Bueno, ¿qué hay de tener un recargo cada vez que hay un aumento de capital de una jurisdicción a otra? Una parte se retiene en el fondo de renta variable, en el fondo de renta variable global. Y luego este dinero se puede utilizar para invertir en el mundo en desarrollo en empleos verdes y de buena calidad. Entonces, estas son tres ideas que van más allá de la retórica, políticas que pueden marcar la diferencia. Lo cual se puede sustentar en diferentes perspectivas políticas, geográficas e ideológicas. No olvidemos, para negociar, que la idea del “dinero de helicóptero” viene de la derecha. Pero, por supuesto, tiene sus orígenes en Thomas Paine, quien fue un partidario muy progresista de la Revolución Francesa. Creo que es posible. La dificultad será lograr que los políticos y el proceso político sigan esa discusión. Hoy, cuando el proceso político es completamente usurpado por las grandes empresas, por las grandes finanzas y por las grandes tecnologías.

Síntesis de la conferencia de Yanis Varoufakis el 11 de noviembre de 2020 en el ciclo de conferencias «Políticas públicas para la transformación social global en la era pos-pandémica” organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS)

Publicado en Revista Tlatelolco.

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La suerte de Protasevich, Navalny y Leopoldo que no tienen ni los palestinos ni los colombianos. [¿Qué cuantas son 3 más 2? Y, oiganme, ¿no me podrían hacer una pregunta más dificilita? Es que esa pregunta se la saben hasta los niños chicos de teta de mi pueblo. O es que no saben ustedes que las cosas dependen de todo lo dependible y un poco más. ¿Qué se piensan que todo es llegar y enchufar?, y ¡Hala!, a otra cosa mariposa. No hombre no, seriedad por favor, que aquí las cosas tienen sus cosas. 3 + 2 si yo voy a pagar son 4; pero claro, si yo voy a cobrar 3+ 2 son 6 y no falla. Así que, a ver si nos vamos enterando y no nos creemos las cosas a pie juntillas, que luego pasa lo que pasa. Y no va más, de momento.]

 


 

Por Karen Méndez / Venezuela

Rebelión 

 28/05/2021   

Fuentes: Rebelión

Tres acontecimientos han conmocionado a buena parte del mundo durante este mes de mayo, pero solo uno logró una respuesta firme y unánime de la Unión Europea. Solo uno fue calificado por ellos como un «escándalo internacional»: el supuesto aterrizaje forzoso de un avión en Bielorrusia.

Entre el 10 y el 21 de mayo, el Ejército israelí asesinó a unos 248 palestinos en la Franja de Gaza en su lucha contra milicias palestinas, que tras el lanzamiento de misiles acabó con la vida de unos 12 israelíes. Del total de víctimas mortales palestinas, una cuarta parte de ellos eran niños y menores de edad.

Sumado a eso, el Ejército israelí bombardeó escuelas, hospitales, laboratorios, estructuras de saneamiento y edificios residenciales y de la prensa internacional. Los ataques, además, se daban contra un territorio que lleva ya 14 años bloqueado por el Estado de Israel y que incluso en plena pandemia, se ha negado a vacunar a los palestinos, violando sus responsabilidades como potencia ocupante, y a su vez obstaculizado la entrada de vacunas contra el coronavirus adquiridas por las autoridades palestinas.

En plena escalada violenta, el Gobierno israelí argumentó que ejercía su derecho a la legítima defensa, pero organizaciones internacionales, activistas y distintos gobiernos del mundo denunciaron que no se trataba de un hecho aislado porque cada cierto tiempo Israel hace un uso desproporcionado de la fuerza, comete crímenes de guerra al atacar objetivos civiles y viola de forma constante los derechos del pueblo palestino.

Mientras la emergencia humanitaria se recrudecía en Gaza, en otro extremo del mundo, los colombianos denunciaban que las fuerzas de seguridad del Estado los estaba matando. Organizaciones defensoras de los derechos humanos de ese país han contabilizado más de 40 asesinatos por parte de la Fuerza Pública desde que iniciaron las protestas el 28 de mayo y más de 400 desaparecidos. Además, se ha denunciado la instalación de casas para descuartizar a personas y la existencia de fosas comunes.

Pero ni lo que ha sucedido en Colombia ni en la Franja de Gaza ha provocado una condena contundente de la Unión Europea que permitiera frenar la masiva violación de los derechos humanos en esos dos países.

Sobre el caso palestino, el portavoz de Exteriores de la Unión Europea, Peter Stano explicó que «nadie en la Unión Europea puso sobre la mesa la opción de sanciones» contra Israel porque ese es un instrumento que se emplea «cuando falla todo lo demás». Por eso su apuesta era «resolver la escalada bélica por la vía diplomática».

Pero ¿si es un último recurso que se emplea, por qué se han impuesto de manera tan fácil medidas coercitivas unilaterales, llamadas por ellos sanciones, contra países como Venezuela, Rusia o Bielorrusia?, ¿acaso con esos países se agotaron las vías diplomáticas?

Contra Venezuela se han impuesto sanciones por supuestas violaciones a los derechos humanos, sin mencionar a los ciudadanos chavistas que han sido asesinados e incluso quemados vivos por opositores, y hasta por la realización de las elecciones presidenciales de 2018. Además, se hicieron serias amenazas de aplicar más medidas si la Justicia tomaba acciones contra el exdiputado Juan Guaidó, quien se autoproclamó presidente en 2019 en una plaza de Caracas. Las medidas coercitivas se han mantenido contra el país bolivariano a pesar de los «efectos devastadores» que ha provocado en la población, tal como lo alertó la relatora especial de la ONU, Alena Douhan.

A Rusia le han impuesto sanciones por apoyar a la población del Este de Ucrania, por recuperar el territorio de Crimea tras la petición de sus ciudadanos, por la supuesta injerencia en las elecciones de Estados Unidos, por ciberataques no probados y por el supuesto envenenamiento, tampoco probado, del opositor Alexey Navalni.

Contra Bielorrusia se han impuesto también duras sanciones por la realización de las elecciones presidenciales de 2020, que el bloque europeo consideró fraudulentas, y recientemente por, supuestamente, haber forzado el aterrizaje en Minsk de un avión que viajaba de Atenas a la capital lituana y que tenía como tripulante a Román Protasevich, uno de los promotores de las manifestaciones que desconocían la victoria de Lukashenko.

Para el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el aterrizaje del avión en Bielorrusia se trató de un hecho «inaceptable» y para la Unión Europea de un «escándalo internacional». No pasaron ni 48 horas, aún no estaba claro lo que había sucedido, cuando el Consejo Europeo aprobó una batería de sanciones contra el Gobierno bielorruso. Además, exigieron la liberación inmediata de Protasevich.

Poco importó la revelación del audio de la conversación entre el piloto del avión y los controladores aéreos que evidenciaría que el aterrizaje fue acordado tras la advertencia que llegó desde Suiza sobre una posible bomba que podría detonar al llegar a Vilna, capital lituana.

Algunos podrán decir que fue un exabrupto el aterrizaje del avión, que fue una maniobra para detener a Protasevich, esta bien, cada quien puede tener su opinión, pero ¿por qué la Unión Europea no dijo lo mismo cuando pusieron en riesgo la vida del entonces presidente boliviano Evo Morales cuando varios países europeos le impidieron aterrizar o sobrevolar sobre su territorio por una sospecha infundada de que Edward Snowden viajaba con él?, ¿por qué no alzan la voz con la misma contundencia cuando masacran al pueblo palestino o al colombiano?, ¿acaso unas vidas valen más que otras?, ¿por qué defienden individualidades como a Leopoldo López, Navalny y Potrasevich mientras callan ante las masacres en Colombia y los crímenes de guerra cometidos por Israel contra los palestinos?, ¿quién toma las decisiones en la Unión Europea?, ¿por qué se escandalizan de que en Venezuela, Rusia o Bielorrusia la Justicia actúe contra quienes han llamado a derrocar a esos Gobiernos si en sus propios países mantienen encarcelados hasta a cantantes simplemente por el contenido de unas canciones?, ¿por qué repartir sanciones con tanta ligereza contra algunos gobiernos y ser tan cautos con otros?, ¿realmente defienden los derechos humanos? O ¿acaso utilizan el discurso de los derechos humanos para aplicar medidas violatorias a la Carta de la ONU y así asfixiar a Gobiernos incómodos para los intereses de Estados Unidos?

Son muchas las preguntas y demasiadas las contradicciones, demasiado doble rasero.

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viernes, 28 de mayo de 2021

Juventud: del hedonismo europeo a la revuelta latinoamericana. [Hay jóvenes que ya son viejos, muy viejos. Y hay viejos que son jóvenes desde hace 30, 40 o 50 años. Cuestión de conciencia]


El ciclo de rebeldía juvenil se agotó en Europa. La peste afectó al cerebro juvenil europeo. Protestan contra el cierre de bares y playas. En cambio en Latinoamérica los jóvenes luchan con encanto. Luchan sin renunciar a la alegría.


Juventud: del hedonismo europeo a la revuelta latinoamericana



Yezid Arteta Dávila

El Viejo Topo

28 mayo, 2021 

Más de un centenar de estudiantes sufrieron coma etílico y fueron llevados a urgencias, me dijo la jefa de seguridad privada de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Era una mujer colombiana de pelo teñido, corpulenta, lucía el uniforme de empresa. Lleva más de veinte años en España. Hablaba a sus subalternos a través de un walkie talkie. La noche anterior hubo una macrofiesta en el campus de la UAB en Bellaterra. Cientos de botellas vacías, condones usados y sin usar, servilletas untadas de mierda, vómitos aún frescos y restos de comida regados en el campus, eran la impronta de una noche frenética. Era el otoño del 2010. La juventud española y europea vivía en una especie de hedonismo hasta que, seis meses después, estalló el 15-M. Cientos de miles de jóvenes españoles que, hasta entonces vivían de espaldas a la realidad, pasaron de espectadores a protagonistas principales en el gran teatro de la política. La crisis económica de 2008 fue el detonante.

Cuando se cumplen diez años del 15-M los jóvenes colombianos se tiran la calle. Están protagonizando su propia primavera. No tienen nada que perder, pero si mucho que ganar. Exponen hasta la vida misma para hacerse oír. Me siento como un parasito, dice un chico a sus padres que lo sostienen económicamente. Me importa un comino si la policía me mata, dice una chica a su recatada pareja. Como ocurrió en el 15-M español, los jóvenes colombianos no quieren que otros hablen por ellos. No quieren verse representados por sindicalistas barrigones que hace años depusieron el espíritu de lucha o por redomados politiqueros que buscan transiciones elitistas. No se trata de una disputa generacional sino de un choque entre los que se cansaron de luchar y los que quieren luchar. Los yayos españoles (tercera edad) esgrimieron coraje y combatividad durante el 15-M. Los jóvenes chilenos consiguieron lo que no pudo la burocracia política: demoler la cultura pinochetista. Podemos, a pesar de su declive, fue el resultado del 15-M. La nueva constituyente chilena es derivada del estallido social ocurrido entre finales de 2019 y principio de 2020. Los resultados de la revuelta colombiana están por verse.

El ciclo de rebeldía juvenil se agotó en Europa. La peste realizó una especie de lobotomía en el cerebro juvenil europeo. Las protestas juveniles en Madrid, Londres, Berlín, Barcelona o Ámsterdam son contra el cierre de los bares y las playas. Cientos de jóvenes borrachos se enfrentan a la policía. El espíritu del 15-M está muerto. La extrema derecha 2.0 aprovecha el momento de lujuria y desenfreno juvenil para escalar posiciones mediante un discurso transgresor en oposición a la retórica “liberticida”. El resultado de las recientes elecciones en Madrid son un claro ejemplo. La derecha ganó con un discurso libertino. Lo ocurrido en Madrid puede extenderse a varias capitales europeas. La Unión Europea destinará 1.8 billones de euros para palear los efectos de la peste. El dinero circulará. Algunas migajas llegarán a los bolsillos de los jóvenes. Podrán comprar cerveza y ropa barata, viajar low cost y broncearse en las playas. Viene un ciclo hedonista para Europa. Son ciclos: ciclos de lucha y ciclos de apatía. Olas, las llama un amigo analista.

En Latinoamérica, en cambio, el palo no está para cucharas. La peste ha devuelto al barro a millones de personas que habían mejorado sus ingresos en las dos últimas décadas. Cada país está remando en la dirección que cree mejor. Cuando no hay rumbo todos los vientos sirven. La integración latinoamericana que impulsó el coronel Hugo Chávez Frías fue desarticulada por los gobiernos de derecha. Ahora se están pagando las consecuencias. Con instituciones regionales solidas se puede capotear una crisis como la pandémica. Pero nada de esto existe. América Latina: 650 millones de habitantes distribuidos en un archipiélago de 20 islas piloteadas, en su mayoría, por charlatanes, mercachifles y corruptos. Razón tienen los jóvenes de Latinoamérica para rebelarse contra todas las instituciones que han degradado sus vidas, hasta convertirlos en una carga para el propio sistema. El problema de fondo es la repartición de la riqueza. Las revueltas son por la mala repartición. Los jóvenes latinoamericanos de estos días no pierden la gracia. Luchan con encanto. Cantan, bailan, ríen. Luchan sin renunciar a la alegría.

La juventud colombiana, querido Comején, no puede perder esta oportunidad. La revuelta si no se transforma en política quedará como mero poema épico. La rebeldía hecha política. Lo consiguió el 15-M en España, lo está consiguiendo el estallido social en Chile, lo podrá conseguir Colombia sí…

Texto publicado originalmente en El Comején.

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Joan Baez - No nos moverán (HD)

Un terremoto político sacude Chile. [En Chile los trabajadores han dejado de discutir si lo mejor para pescar es la caña galga o la podenca con mango perimetral, llegado a la conclusión que más vale pez en mano que seis palabras de rumbo y tronio, por lo que han empezado a echarse al agua a mojarse el culo en primera persona y en primer culo, que es la única forma de tener peces sin trampa ni cartón]

 

Un terremoto político sacude Chile

Por Pablo Torres

Rebelión

Fuentes: Izquierda Diario

25/05/2021 

Las llamadas “mega-elecciones” produjeron un terremoto político en Chile, y también repercutieron en el conjunto América Latina.

Los resultados

Pese a la alta abstención (votó un 43% del padrón electoral, con voto voluntario) la primera cuestión clave es que se trató de la derrota electoral más grande de la Derecha (Chile Vamos) y la ex Concertación (Unidad Constituyente) en los últimos 30 años de “transición democrática”.

Chile Vamos, coalición de Piñera (20,56%), obtuvo 37 constituyentes electos. Muy lejos de sacar “un tercio” (52 constituyentes) que les aseguraba el “bloqueo” de todas aquellas medidas que estuvieran en contra [1]. La derecha obtuvo su peor resultado electoral desde 1964. La Concertación, que iba como “Lista del Apruebo”, quedó en cuarto lugar (14,46%) obtuvo 25 constituyentes. La vieja Democracia Cristiana obtuvo solo 2 escaños y quien mejor resistió la debacle fue el Partido Socialista con 15 constituyentes (aunque 5 son “independientes” dentro del pacto).

Las listas “independientes” por un lado (con 48 escaños) y por el otro, la coalición “Apruebo Digno” del Partido Comunista (PC) y Frente Amplio (FA), con 28 escaños, fueron los principales ganadores. Dentro de las listas independientes y ubicadas en la izquierda, la principal irrupción la tuvo la “Lista del Pueblo” que sacó 27 constituyentes. De listas de los “movimientos sociales” hay 7 escaños (entre ellas de la Coordinadora 8 marzo). “Independientes no neutrales” mucho más ligados a sectores del viejo régimen, obtuvieron 11 escaños.

En el caso del pacto entre el PC y el FA, bajo la lista “Apruebo Digno”, obtuvieron (18,74%), superando a la vieja Concertación con 28 constituyentes, repartidos de la siguiente forma: PC 7 escaños; Revolución Democrática (FA) 9; Convergencia Social (FA) 6; Comunes (FA) 1; FRVS 4 y 1 Partido Igualdad. Además, el bloque del “Apruebo Digno” ganó alcaldías en comunas claves de la región metropolitana y del país [2].

Las elecciones expresaron los alcances y límites de la rebelión popular. Por un lado, la derrota de los partidos del viejo régimen y en particular de la derecha que no logra conseguir el tercio para bloquear. Desde este punto de vista, la regla de los “dos tercios” queda virtualmente en jaque, a menos que la propia mayoría quiera rescatarla para los “consensos”. Esta sola cuestión pone de nervios a importantes sectores de la clase capitalista nacional y del capital financiero extranjero en el país. La caída del IPSA (bolsa local) y la corrida con la moneda los primeros días de la semana, expresó la incertidumbre que volvió a capear en el gran capital.

Desde ese punto de vista, los resultados de la convención no han cerrado la etapa política abierta el 18 de octubre en la rebelión, y continuará la crisis política abierta, trasladándola, junto con el relativo “estado de movilización”, a las alturas de la Convención constitucional, así como a las elecciones parlamentarias y presidenciales de noviembre. Un clima de altas expectativas en lo que pueda hacer la Convención se ha abierto, sumado al re-impulso de la candidatura de Daniel Jadue del PC y de Gabriel Boric del FA, que competirán en primarias los próximos meses para ver quien encabeza la candidatura de un gobierno “popular” y de “transformaciones”.

Con la situación de pandemia y crisis social las expectativas en la convención se han profundizado, y la propia convención actuará como una caja de resonancia de las contradicciones sociales. Genaro Arriagada, un viejo político burgués demócrata-cristiano, ve con preocupación el escenario creado.

¿Cómo llegamos hasta aquí?

El 18 de octubre del 2019 la rebelión popular sacudió Chile desde sus cimientos. Fue un cuestionamiento al Chile heredado de la dictadura militar, y uno de los procesos de lucha de clases más profundos en la historia nacional. El punto más alto de la rebelión fue el 12 de noviembre con la huelga general y la movilización de calles que puso en jaque al Gobierno de Piñera. Frenéticamente, después de varios días de negociaciones en los pasillos del parlamento, los partidos del viejo régimen de la derecha y la Concertación, esta vez junto al Frente Amplio, firmaron a las 2 de la madrugada del 15 de noviembre el llamado Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución que abrió el actual proceso constituyente. A esto se le llamó “la cocina”. El Partido Comunista no firmó el Acuerdo pero desde la CUT (principal central sindical del país) desarrolló una tregua y desmovilización mientras pedían “negociaciones” con el gobierno.

Este acuerdo de salvataje a Piñera intentó impedir que el paro se desarrollara hacia la huelga general y entrara la fuerza de la clase trabajadora para que cayera el gobierno criminal, que a ese momento tenía en su haber más de 30 muertes, cientos de personas con ojos mutilados, y miles de presos. Con ese acuerdo, que marcó un “punto de inflexión”, se intentó canalizar el descontento “de las calles al palacio” abriendo un proceso constituyente tutelado por el viejo régimen. Además del poder de veto de los dos tercios, sus reglas plantean el respeto a los tratados internacionales, la revisión de sus decisiones por la Corte Suprema, y que no puede interferir con ninguna de las prerrogativas de las instituciones existentes del viejo régimen, como el gobierno de Piñera, el parlamento o el poder judicial. Vale decir, no es soberana.

Con la pandemia se abrió una crisis social, y el descontento se ha agudizado contra el gobierno de Piñera que está virtualmente liquidado, con menos del 10% de aprobación popular, así como frente a los viejos partidos, y se ha agudizado el descrédito de las viejas instituciones. Esta crisis ha empujado no obstante, a importantes eventos en la lucha de clases, sobre todo frente al “retiro” de las pensiones para enfrentar la crisis social [3].

Con la situación de pandemia y crisis social las expectativas en la convención [4] se han profundizado, y la propia convención actuará como una caja de resonancia de las contradicciones sociales.

Pero justamente porque no se ha resuelto aún ninguna de las grandes demandas de octubre, es que este episodio no cierra la etapa que se abrió en octubre. La salud precaria con la pandemia ha estado al borde del colapso y en las poblaciones la gente se muere esperando listas de atención; las pensiones de miseria encuentran el odio nacional contra las AFP; más de un millón de empleos perdidos y cientos de miles suspendidos. Las causas por las cuales millones salieron a las calles a decir “no son 30 pesos son 30 años” siguen más vigentes que nunca.

La irrupción de la Lista del Pueblo y el Bloque Anti-neoliberal PC-FA

La principal novedad fue la irrupción de los “independientes” y en particular de la “Lista del Pueblo” que conquistó 27 escaños en la convención. Nacieron al calor del proceso a la convención constitucional, formando “listas de independientes” que una reforma constitucional les habilitó en estas elecciones. Usando un golpe mediático con las franjas televisivas, el despliegue del apoyo de numerosos rostros del mundo de la cultura y las artes, y lideradas sus listas por figuras carismáticas como “Tía pikachu” [5] y conformada por sectores heterogéneos surgidas de “plazas” y calles, en un sentido fueron quienes más capitalizaron la ruptura con la vieja casta política de los partidos tradicionales y la búsqueda de nuevos referentes independientes y “populares”.

Con un discurso muy fuerte contra “los partidos” (en un momento de descrédito general), se ubicaron a la izquierda del bloque PC-FA denunciando el acuerdo de paz del 15 de noviembre de 2019, y por la positiva su discurso estuvo centrado en la recuperación de los derechos sociales con un programa moderado muy parecido al PC-FA, hacia la conquista de un “Estado constitucional, ambiental, igualitario y participativo” de convivencia entre “el Estado y el mercado” y que avance a garantizar derechos sociales. Por ahora se trata de la emergencia de un nuevo fenómeno político de base “popular” que estará presionado por izquierda y por derecha.

¿Cuál será su rol en la convención? Por ahora las apariciones de su vocero nacional plantean que no negociarán con la derecha ni con el PC ni el FA, sino con “personas que estén con las demandas del pueblo” y que no negociarán mientras sigan existiendo presos políticos de la rebelión. Sin embargo, su constituyente más votado también dijo que está a favor de “acuerdos mínimos” con todos los sectores.

Gabriel Boric, que representará al FA en estas primarias presidenciales enfrentando a Jadue del PC (del cual saldrá un candidato presidencial común) es uno de los principales artífices de la “cocina”, es decir, del Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución del 15 de noviembre del 2019, que salvó a Piñera. Jadue es alcalde de Recoleta, y el PC dirige la principal central sindical del país, la CUT, que ha sido clave en establecer la tregua con el gobierno y desmovilización.

Si bien este bloque buscará hacer política, como ya lo han señalado, sobre la Lista del Pueblo y los independientes, será para llevar todo a los brazos de la “unidad de la izquierda y la oposición” para “derrotar a la derecha” y por un gobierno “transformador” o “popular”. Este camino es con una alianza con sectores social-neoliberales de la vieja concertación como el Partido Socialista, que encabezó 3 de los 6 gobiernos de estos últimos 30 años. El propio PC ya fue parte junto a la Concertación de la coalición llamada “Nueva Mayoría” en el segundo gobierno de Bachelet, que incluso llegó a asesinar a un obrero minero en una huelga del cobre. Todo su objetivo se trata de “desmontar el modelo” hacia un Estado de derechos sociales y que democratice las instituciones, en los marcos del capitalismo.

Si bien por ahora, por razones secundarias, no se alcanzó un acuerdo con el PS para las “primarias”, todo el objetivo del bloque PC-FA es gobernar junto a ellos, un partido clave de la profundización de las herencias de la dictadura, con las privatizaciones de recursos estratégicos, de la educación y la salud, con el endeudamiento a los estudiantes con los bancos, con la represión y asesinatos al pueblo mapuche, con la impunidad a los genocidas y un largo etcétera.

¡No puede sesionar la Convención si hay presos políticos de la rebelión!

Una de las cuestiones de por qué no es un “triunfo histórico” es que aún quedan cientos de presos políticos de la revuelta. Las y los protagonistas de la rebelión, de la primera línea, luchadores en muchísimos casos bajo montajes de la policía y del Estado siguen con cientos de compañeros en las cárceles del Estado, sin mencionar los presos mapuches. Y esto mientras continúa la impunidad a los represores, responsables políticos y materiales de muertes, mutilaciones, torturas, abusos.

La Convención Constitucional no puede sesionar mientras existan presos y procesados políticos de la rebelión. La primera medida de la Convención cuando se reúna debe ser declarar una amnistía general a todos ellos, excluyendo a los represores y responsables políticos de la represión que deben pagar por sus crímenes.

La derecha y la ex Concertación no tienen poder de veto como sí lo tienen al interior del Parlamento. Pero tienen los poderes reales del Estado como Fiscalía, Poder Judicial, Gobierno, Carabineros o PDI, que se opondrán a ello.
El PC-FA le pide a Piñera un indulto, como si este fuera a otorgarlo, y ni siquiera convocan a las movilizaciones; un saludo a la bandera. La Lista del Pueblo lo ha señalado como exigencia en la convención. Para que se conquiste se debe impulsar desde ya la movilización y la organización de la clase trabajadora y el pueblo, exigiendo esta lucha también a las organizaciones sindicales como CUT (dirigida por el PC) y Unidad Social, portuarios, sindicatos y organizaciones sociales, y preparar un paro nacional en esa perspectiva, con miles en las calles, apenas inicie la convención. Esta no puede sesionar con presos de la lucha.

Esta es una primera batalla que se debe pelear en base a la movilización y constituyendo comités y coordinadoras amplias por la libertad de los presos. Los ejemplos de la Coordinadora Intersindical de Antofagasta o la Coordinadora Antirrepresiva de Puente Alto, donde participamos desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios y también han participado candidatos de la Lista del Pueblo, entre decenas de sindicatos, organizaciones políticas y sociales, pueden ser una base para desarrollar nuevos comités y coordinadoras donde miles podamos agruparnos para esta pelea. Es fundamental coordinar esta lucha.

¡La convención debe asumir todos los poderes! ¡Abajo las reglas del Acuerdo por la Paz! ¡A desarrollar la movilización y auto-organización para terminar con toda la herencia de la dictadura!

Pero hay que ir más allá. Gabriel Boric del FA dijo que ahora ya no hay excusas para los cambios porque no hay el tercio de la derecha. Recordemos que eso siempre fue la clave del chantaje concertacionista, que como no había mayoría ni dos tercios para cambios, no se podía hacer nada.

Si se suman los resultados de las listas del PC y el FA (28), la Lista del Pueblo (27), Movimientos Sociales e Independientes (8) se obtienen 63 escaños. Según varios sectores si se suman los cupos de pueblos originarios, que según varios analistas serían parte de este bloque, se podría alcanzar la mayoría simple de la convención.

La pelea por la amnistía a los presos por luchar y el juicio y castigo a los represores debe ser parte de la lucha por la exigencia para que la Convención asuma todos los poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) mientras funciona, y que se rompa con todas las reglas del Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución. Por supuesto que esto implicaría un choque con los poderes “constituidos” del viejo régimen. Por ejemplo, con los presos políticos de la rebelión, porque implica cuestionar a todo el poder judicial y estatal y su función de meter presos a los cabros que luchan en las calles. Y así, con todas las demandas de octubre, como el juicio y castigo frente a los represores, pensiones y No + AFP, Salud y Educación pública gratuita, terminar con la precarización laboral, no pueden quedar bajo las reglas de la cocina de los «Acuerdos de Paz». Y más allá, estableciendo medidas que terminen con los grandes poderes de este país, como sería la nacionalización de los grandes recursos naturales y estratégicos, sin indemnización, y ponerlos al servicio del pueblo bajo la gestión de los trabajadores y las comunidades.

De tomar medidas de fondo, los “poderes reales” que siguen gobernando día a día van a buscar resistirlas, como lo han hecho históricamente los grandes empresarios, los medios de comunicación, los militares, etc. Por eso la única garantía para llevarlas adelante y conquistar nuestras demandas es mediante la movilización y auto-organización de la clase trabajadora y el pueblo, construyendo comités como lo fue en Antofagasta durante la rebelión el Comité de Emergencia y Resguardo, y expandiendo formas de coordinación entre trabajadores, jóvenes, pobladores, mujeres.

Los compañeros de la Lista del Pueblo plantean una perspectiva de transformar y democratizar el propio Estado bajo el capitalismo, que en Chile lo corporizan las grandes empresarios, las empresas imperialistas y las FFAA asesinas. Nosotros creemos que solo con una transformación revolucionaria, anticapitalista, con un gobierno de trabajadores, se podrán lograr nuestras demandas de fondo. Por esto fuimos en listas separadas en las elecciones.

Pese a estas diferencias, nos parece una tarea de primer orden impulsar estas coordinadoras, que deben apuntar a transformarse en verdaderas instancias de coordinación obrera y popular desde donde luchar por todas las demandas de la rebelión y lograr imponer la huelga general a las direcciones sindicales.

Estas organizaciones para la lucha tienen que unir a las organizaciones de la clase trabajadora, sus bases, con las poblaciones y sus asambleas, funcionando de forma democrática. Sin la fuerza organizada de la clase trabajadora, como la que mostraron los portuarios en la última lucha por el 10% o como se tendió a expresar en la huelga general del 2019, no tendremos la fuerza y el poder necesarios como para quebrar el poder del Estado y la clase dominante, que continuó ejerciéndolo desde la dictadura de Pinochet. Es la única base para conquistar un gobierno de las y los trabajadores de ruptura con el capitalismo.

De avanzar la clase obrera y el pueblo de forma independiente, enfrentará la resistencia del gran capital, como ya mostró en otros eventos históricos; nada menos que en 1973. Por eso debemos prepararnos desde ya formando comités y coordinadoras para luchar por nuestras demandas, como la que intentamos hacer en la rebelión en Antofagasta, que cumplió un papel fundamental en la ciudad minera durante la rebelión de 2019. Que la situación profundice sus rasgos pre-revolucionarios dependerá en gran parte de si las altas expectativas se traducirán en fenómenos de lucha o procesos de organización con peso de la clase trabajadora. Eso es lo que apostamos.

La pelea por un partido revolucionario de la clase trabajadora

Desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR) participamos en las elecciones para defender las banderas de la rebelión de octubre y la necesidad de sacar a este gobierno con la huelga general y planteando con claridad que la Convención Constitucional fue pactada en la “cocina” del Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución, desde la UDI al Frente Amplio, para salvar a Piñera, algo que no hubiese sido posible si el Partido Comunista, desde la CUT, no le hubiese declarado una tregua en las calles. Un programa totalmente independiente de los grandes empresarios y sus partidos, para terminar de raíz con este régimen y toda la herencia de la dictadura. Planteamos la necesidad de acabar con el saqueo de estos 30 años, poner fin a las AFP, la educación y salud de mercado, nacionalizar el cobre, el agua y el litio bajo gestión de los trabajadores.

Presentamos listas en 8 distritos del país. Con 52.340 votos, presentándonos como partido en la convención y sumando 87.083 votos con concejales y gobernador. En Antofagasta, capital minera del país y uno de los centros de concentración de la clase trabajadora chilena, Lester Calderón, como candidato a gobernador regional, emergió como uno de los principales referentes políticos del movimiento obrero en la región, con 21.387 votos (12,78%). A nivel de convencionales constituyentes, nuestra lista encabezada por Daniel Vargas obtuvo cerca de un 7% e incluso superó a varios partidos individualmente como el PS y el PC. En las poblaciones obreras y combativas del norte de la ciudad sacamos miles de votos. En la misma ciudad, Natalia Sánchez, organizadora de las brigadas de salud en la rebelión y del Comité de Emergencia y Resguardo, salió electa como concejal por la comuna de Antofagasta conquistando una banca municipal. En la categoría de concejales, la lista del PTR obtuvo 13.356 votos presentándose en solo 3 comunas del país: Antofagasta, Santiago y San Miguel. Nuestra tarea es desarrollar una alternativa política independiente de los trabajadores y construir un partido de combate para la revolución socialista.

Otras organizaciones como el Movimiento Internacional de Trabajadores (sección chilena de la LIT) se sumaron oportunistamente a la marea «independiente» y «contra los partidos», entrando a la Lista del Pueblo con un programa sin delimitación de clase, ni socialista, que a pesar de las importantes expectativas que este atrae, no se diferencia del programa del PC-FA. Ir a la elección con banderas claras y sin ocultar nuestra perspectiva de la construcción de un partido revolucionario de la clase trabajadora es clave para preparar las peleas que se vienen.

En un mes más, la Constituyente debería abrirse. Tendrá un año para su redacción. Se abrirá así un año de mucha disputa y agitación política. Se avecinan tiempos de duras crisis y luchas. Se abre una etapa de experiencia de las masas y la clase trabajadora con la propia Convención y el reformismo, dentro de la etapa pre-revolucionaria abierta el 18 de octubre. Para ayudar a acelerar esa experiencia hay que dirigir reclamos y exigir a la Convención todas nuestras demandas que peleamos en octubre, impulsando la movilización, coordinación y auto-organización, apuntando a la huelga general para sacar a Piñera y acabar con todo este régimen podrido, y no “renovarlo” como pretende el reformismo.

Fuente: https://www.laizquierdadiario.com/Un-terremoto-politico-sacude-Chile

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