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50 años de un disco legendario

 

2 de marzo de 1975. El Teatro Olympia de París será testigo de uno de los acontecimientos culturales más relevantes del tardofranquismo y la transición española. El recital de Pablo Guerrero fue un episodio mágico.


50 años de un disco legendario


EL VIEJO TOPO /  2 marzo, 2025



PABLO GUERRERO EN EL OLYMPIA

Por Miguel Ángel Gómez Naharro y Manuel Cañada                                          

 

2 de marzo de 1975. El Teatro Olympia de París será testigo de uno de los acontecimientos culturales más relevantes del tardofranquismo y la transición española. El recital de Pablo Guerrero constituye uno de esos episodios mágicos que condensan las emociones y esperanzas de una generación y de una coyuntura histórica, un concierto que resonará en la memoria colectiva hasta nuestros días.

El acontecimiento, señala el filósofo Alain Badiou, es un engendramiento de verdad. Es el momento en el que emergen verdades nuevas u omitidas, el tiempo en el que toman cuerpo los grandes sueños diurnos. En el Olympia, Pablo Guerrero, con la sencillez y sinceridad naturales en él, pone en pie un ramillete de verdades y sujetos sin nombre: la Extremadura olvidada de los conquistados, los nuevos paisajes doloridos de los emigrantes, la irrupción de la juventud antifranquista, la unión de los anhelos de amor y libertad o el estrecho vínculo de la cultura y la tradición popular. En sus canciones se funden Picasso y la trilla de los campesinos, las utopías de mayo del 68 y la nostalgia emigrante a orillas del Rhin. Pero, además, ese fogonazo de ideas y comunidades relegadas se presenta con formas nuevas, sin recurrir al folklorismo sentimental ni al panfleto, con un trenzado inédito que une poesía y rebeldía, humildad y conciencia.

La canción francesa de posguerra, con Jacques Brel, Georges Brassens o Leo Ferré a la cabeza, es una de las principales fuentes de inspiración para la corriente de cantautores españoles que ha surgido en los años sesenta. París es en ese tiempo, además del epicentro de las revueltas universitarias, la indiscutible capital cultural del mundo. Y el Teatro Olympia es uno de sus grandes emblemas, una sala mítica en la que han actuado leyendas como Édith Piaf, Bob Dylan o Georges Moustaki. Por otra parte, Francia es uno de los países que tras la guerra civil acogió a un mayor número de exiliados españoles y que constituye ahora el lugar de destino para decenas de miles de emigrantes. Ese es el contexto en el que se produce la maravilla. Pablo Guerrero lo recordará así en 2010: ”Era un ciclo de  canción muy grande, que duró como dos años, que hicieron los exiliados españoles, apoyados por intelectuales. Pasamos por allí José Menese, María del Mar Bonet, por supuesto Paco Ibáñez, Xabier Ribalta… Y me llamaron a mí, un poco por ser de Extremadura, que era una nacionalidad que allí se conocía poco, pero que había mucha emigración y muchas chicas sirviendo que en aquella época iban a París”. Lluís Llach, los hermanos Parra, Raimon, Pi de la Serra o Manuel Gerena serán otros de los músicos que actúen en el Olympia. Pero dos de esos recitales permanecerán de modo especial en la memoria colectiva, los de Paco Ibáñez y Pablo Guerrero. El doble aldabonazo, la voz de los poetas y una nueva España en marcha en las canciones de Paco Ibáñez; la artesanía, la búsqueda incansable y la gente de mañana irrumpiendo a cántaros en las de Pablo.

Parece que por entonces la España franquista está dando las boqueadas. Pero ese régimen criminal sólo está dispuesto a morir matando. Justo un año antes del concierto del Olympia, en la mañana del 2 de marzo de 1974, Salvador Puig Antich y Heinz Chez fueron ejecutados por medio del garrote vil. Matando y amordazando la Dictadura continúa afanada en que la libertad sea sólo “una palabra escrita en la pared”.  Y a veces ni tan siquiera eso. Una palabra escrita en la pared le costará la vida por ejemplo a Javier Verdejo, un joven estudiante granadino de 19 años, asesinado el 14 de agosto de 1976 cuando la Guardia Civil le sorprendió realizando una pintada que incluía tres humildes palabras: Pan, Trabajo y Libertad.

En febrero de 1975, unos días antes del recital, en la ciudad de Cáceres sucede un hecho que ilustra -en este caso de forma grotesca y descabellada- la naturaleza paranoica del régimen: el cabo Piris, el miembro más antiguo de la Policía Local, ordena retirar del escaparate de la Librería Figueroa un cuadro de Goya, La Maja desnuda. “¡Vengo a quitar esa inmoralidad de ahí!”, exclama el probo funcionario, que recibirá días más tarde la felicitación unánime del Ayuntamiento. En cuarenta años el franquismo ha echado hondas raíces de alienación y miedo. Los que mandan en las instituciones políticas, pero también en las fábricas, en los cuarteles o en las universidades maniobran para reproducir su dominio. “Que este tiempo sólo de nieblas nunca consiga paralizar tus pasos”, canta Pablo por entonces, que confiesa que vivió aquellos años “con una gran intensidad, con una gran energía y una gran ilusión. Era un tiempo donde sobre todo los jóvenes vibrábamos en una misma dirección, que acabara ya el franquismo, ya eran sus últimos años y aquello parecía eterno, parecía que no se iba a acabar nunca”.

Miguel Ángel Chastang, que toca el contrabajo, y Nacho Saénz de Tejada –uno de los grandes amigos de Pablo durante toda su vida–, que hace lo propio a la guitarra, serán los dos músicos que le acompañen en la aventura parisina. Los tres, junto a Charo –Rosario Gómez Vinarás, su novia, con la que se casará un año después– se plantan en París. “Recuerdo un lío muy grande porque Miguel Ángel no tenía el pasaporte y pasar en aquella época era complicadísimo. Pero lo que hicieron los organizadores fue mandarnos programas del Olympia. Fuimos en tren, en el Puerta de Sol-París. Y cuando llegamos a la frontera dijimos: “Vamos a cantar al Olympia”, y enseñamos el papel con el carné de identidad. ¡Y nos dejaron pasar!”

Pablo confiesa que antes de comenzar el recital “estaba aterrado”. “Íbamos a empezar a cantar y el regidor nos llamó y nos dijo, como muy sabiondo, en un perfecto castellano: “Venid aquí, españolitos. Este teatro ha hecho grandes a Jacques Brel, a Bob Dylan, a Joni Mitchell, por aquí han pasado los mejores… Así que a ver qué hacéis, porque como lo hagáis mal os hundiréis en la miseria para siempre”. Y nos dejó hechos polvo literalmente, con la moral por los suelos. Pero, de repente, cuando íbamos a salir, Miguel Ángel dijo: “Se van a enterar estos franceses de lo que sabemos hacer”. Y, salimos a darlo todo, muy motivados, dimos un recital muy imperfecto, pero que tiene verdad y tiene magia”. Así recuerda el cantautor extremeño aquel día tan decisivo en su trayectoria musical.

En el concierto interpretará once canciones. Son pocas –a continuación ha de actuar otro cantautor, Xavier Ribalta– pero han sido escogidas con esmero. Seis de las canciones ya han sido incluidas en el disco A cántaros. Y, dos de las cinco nuevas, Extremadura y Emigrante, han sido expresamente prohibidas por la censura. La selección resume muy bien las dos primeras etapas de Pablo Guerrero, la primera, “de carácter claramente rural”, en la que retrata la vida del campesinado y del pueblo de Extremadura, y la segunda, de “integración ciudadana y de reivindicación frente y contra la dictadura franquista”, por decirlo con las palabras de uno de los principales investigadores de la canción de autor en España, Fernando González Lucini.

El repertorio apunta a cuatro temáticas, estrechamente entrelazadas. Tres canciones nos hablan de la unión más hermosa e indestructible, la que anuda el amor y la libertad. El erotismo y la aspiración a un mundo nuevo se dan la mano poéticamente en Buscándonos.

 Qué de temblor de risa

hay en tus manos

cuando vienen a mí

—buscándome, buscándome—

para exigir al mundo

nuestra ración de dicha.

Qué temblor de peces, de manantiales, de risa y de vida en la poesía musicada de Pablo. Como señalará Moncho Alpuente la canción, “alejada del tópico, cuenta en palabras distintas, pero sentidas y muy gráficas el temblor de dos amantes que se buscan y se encuentran”.

Hoy que te amo y Para huir de la muerte se inscriben en esa misma concepción que fusiona el amor y el compromiso con la lucha colectiva, en la que “la libertad se presenta como una única extensión, sin discontinuidades entre lo personal y lo social” (Luis Tórrego Egido).

Hoy que te amo, mujer, amiga y compañera,

vamos a creer que nuestras manos crecen,

y que tenemos mil dedos o diez mil, y que todos

son como antorchas que a la noche amanecen.

Francesco Alberoni describía el enamoramiento como “estado naciente de un movimiento colectivo de dos”. Y Mario Benedetti abundaba en esa idea: “en la calle, codo a codo, somos mucho más que dos”. Las canciones de amor de Pablo Guerrero en estos años comparten esa unión de lo individual y lo comunitario. Las metáforas eróticas -“las mejores fresas de tu huerto”, “el conjuro dormido de tus pechos”- caminan junto a las aspiraciones colectivas y a la denuncia irónica y sutil, a lo Chejov, como cuando nos retrata la atmósfera represiva en el país refiriendo el el modo en el que un diligente custodio apercibe a los amantes:

 Un hombre se acercaba, muy amable nos dijo:

«Está prohibido que estén aquí sentados».

En Para huir de la muerte aborda un tema clásico de la poesía. Es una canción que dedica a la memoria de Pablo Picasso y de Pablo Neruda. Cuando yo la hice aún vivían y ahora me gustaría que fuese un recuerdo. A Pablo Picasso porque hago referencia a sus palomas y a Pablo Neruda porque tengo el atrevimiento de robarle un verso de sus Veinte poemas de amor y una canción desesperada”. En la letra parecen resonar también el conocido poema de Miguel Hernández, Llego con tres heridas. La vida consigue zafarse de la muerte a condición de vivirla intensamente; amar -parece decirnos el cantautor y poeta- es la mejor forma de huir de ella.

ESPAÑA Y YO SOMOS ASÍ, SEÑORES

Ecos de sociedad apunta a otro de los ejes temáticos del disco, el retrato de la España reaccionaria, de la sociedad hipócrita que ha construido el franquismo y de la alianza de clases en la que se sustenta. 

Él iba luciendo su viril elegancia

su bigotito gris, su educación en Francia

y la fábrica azul de su suegro en Manresa.

 

Él iba orgulloso de su aristocracia

que le ha permitido, y no es una desgracia,

amarrarse al duro banco de una galera burguesa.                     

En Ecos de sociedad, la descripción burlesca de la boda de dos vástagos de la clase dominante nos muestra la trabazón de intereses económicos que se enmascara tras el “aleteo de sonrisas, medallas, tules, lazos, satenes y condecoraciones”. Es la España que Berlanga caracterizará en La escopeta nacional, el pacto fundacional del franquismo entre la aristocracia terrateniente y la burguesía rampante, siempre al amparo, claro está, de la Iglesia oficial; la España tridentina que condena a las mujeres a un papel ornamental y subalterno.

En Pepe Rodríguez el de la barba en flor Pablo ironiza sobre el ligón de guiris, presentándonos el fardón del landismo pero, eso sí, con un ligero toque europeo. “Es una especie de romance que cuenta las hazañas de un personaje mitad Cid Campeador, mitad Don Juan”. El Plan de Estabilización ha llegado a las playas y a los mesones, pero sin olvidar nunca que, como dice Fraga, Spain is different.

Pepe Rodríguez, el de la barba en flor,

sabe inglés que aprendió de noche en un mesón.

Llega pues y sonríe, un vino y ya ligó

!Oh! mío Pepe, el de la barba en flor.

“Todos conocemos o envidiamos a ese Pepe celtibérico que liga a extranjeras, que tiene éxito, que es europeo. Con gran sentido del humor, Pablo ironiza sobre esos Pepes y hasta se ríe de sí mismo. Sólo por eso demuestra una gran inteligencia. No hay que tomar las cosas a la tremenda”, escribe  Moncho Alpuente. Con ironía nuestro cantautor está pintando las consecuencias del turismo masivo y el cambio en las mentalidades que está produciendo: “Vives como en Europa y salvas la tradición”.

EXTREMADURA, LEVÁNTATE Y ANDA

Extremadura será otro de los grandes argumentos del disco. Tres canciones nos hablan del pasado y del presente de la patria del autor. La primera de ellas se arraiga en el folklore, en la cultura popular. Se trata de los Cantares de Trilla. Pablo Guerrero recuerda que en su pueblo, Esparragosa, “era frecuente pasar en la época de la vendimia por un viñedo y oir cantar a la gente que recogía, y lo mismo en la trilla. Yo viví en una zona muy aislada, donde este tipo de tradiciones se conservó hasta muy entrados los sesenta”. Los cantares de trilla que él interpreta recogen chascarrillos del mundo campesino, burlones, pícaros, con mordiente. La galvana del que está harto de trabajar, la viuda que busca “un nuevo dueño para su viña”, el recelo paterno frente a las jóvenes demasiado ventaneras, el elogio del vino o el inveterado y socarrón anticlericalismo.

Por la sierra de Lares

vienen bajando

veinticuatro mil frailes

tras un pan blanco.

En los cantares de trilla que tanto le gusta interpretar al poeta se presienten los ecos del carnaval, las letras rijosas del Arcipreste de Hita o la rica tradición de los romances.

El segundo de los temas en el que está bien presente Extremadura es en Emigrante. La canción aborda el desarraigo y el sufrimiento que ha supuesto la emigración para centenares de miles de extremeños y para millones de españoles. Una brutal hemorragia que ha desangrado y aún desangra Extremadura.

                                            Un día cambió todo:

nuevos paisajes y los mismos dolores.

Las manos tienen callos, pero no de espigas,

y el corazón sin vino qué solo está y qué solo.

Pablo condensa de forma extraordinaria la rabia y la nostalgia, relatándonos el encuentro de dos emigrantes extremeños en Alemania, alternando y acoplando con maestría el aparente distanciamiento de unas estrofas con la calidez y ternura de otras. Es sin duda uno de los temas más hermosos que ha compuesto en su larga carrera, una canción con la que se han identificado miles de paisanos, “que salieron de nuestra tierra a Europa o a otras partes del país, a dejar allí su cultura y su trabajo”. Un acontecimiento es auténtico, señala Badiou, “en cuanto implica un encuentro traumático con un real no simbolizado”. Las criadas extremeñas, la clase obrera campesina que dejó el arado y la yunta y se deja ahora la piel en las obras y las fábricas de las ciudades, las vidas “de piedra despedida, de piedra golpeada, de piedra sola y dura” están retratadas en esta pequeña pero fabulosa historia. Unos meses después, en agosto de 1975, el diario Hoy recogía unas declaraciones de Tomás Pinto, un emigrante extremeño nacido en un pequeño pueblo de la Sierra de Gata que había asistido al recital del Olympia: “Aquello fue emocionante. Asistí con mis padres. Sin que esto parezca una novela rosa pero, de verdad, oyendo a Pablo cantar a Extremadura mucha gente Iloró”.

El cantautor conocía de cerca la emigración. Durante los meses de julio y agosto de 1970 había estado trabajando en una fábrica de envases en Heilbron (Alemania). “Sobre todo me pareció que la gente se encontraba sola, muy desarraigada de sus costumbres, de la luz, de su tierra y de su gente, aunque no había españoles, había muchos yugoeslavos”. Aquella experiencia contribuiría también a forjar su aguda conciencia social y política. Pablo recuerda que entonces interpretaba esta canción “con las tripas, y con la rabia que me daban los que tuvieron que dejar casa, familia, costumbres, idioma, por tener que emigrar a otros lugares, en busca de mejorar su suerte y la de sus hijos”.

Por último, dentro de este bloque temático, hay que destacar la canción Extremadura, que muchos consideramos el mejor y más auténtico himno que se ha hecho de la región, un canto a nuestra tierra y a sus gentes. En cinco breves y precisas estrofas, Pablo resume la identidad y las encrucijadas históricas de la comunidad extremeña.

 

Extremadura,

campo de toros heridos

que no braman.

¿Ocultarán el gemido

de su garganta?

 

Extremadura,

hombres que rezan a Dios

para que llueva.

Pero ¿quién les asegura

la cosecha?

 

Extremadura,

soledad llena de encinas

sobre campos con veredas,

¿por qué se fueron los hombres

de tu tierra?

 

Extremadura,

tierra de conquistadores

que apenas te dieron nada.

 

Ay, mi Extremadura

amarga.

Ay, mi Extremadura

levantáte y anda.

Extremadura, entonada a capella, suena “como una canción de pastoreo”. Es, en palabras de la periodista Merche Barrado “un poema casi gritado a golpes de guitarra, cuya interpretación choca mucho más cuando se escucha hablar a un Pablo Guerrero que se expresa en un tono de voz muy bajo, muy dulce, muy lento, que parece imposible de alterar”.

Pablo no manifiesta las ideas con abstracciones, sino con imágenes, con metáforas luminosas. La aparente resignación de los “toros heridos que no braman”, el sufrimiento contenido del pueblo, el dolor que no encuentra cauce. La identidad campesina de Extremadura y la incertidumbre que la acompaña, en la segunda estrofa. La herida que no cesa de la emigración, la paradoja insensata de que siendo tan grande y fértil sin embargo sus hombres y mujeres tengan que abandonarla. La historia manipulada que quema, la patraña mítica y autocomplaciente de los conquistadores. Y, por último, la necesidad de que ese lázaro cubierto de llagas se ponga en pie, luche y se libere de siglos de opresión. Imposible decir tanto y tan esencial de forma más sintética.

“Extremadura estuvo en el Olympia”. Días después del concierto así rezará el título de una de las noticias incluidas en Acordes, una sección musical del diario Hoy de la que se encargaban Jeremías Clemente y Manolo López. “La guitarra y la figura, entre tímida y segura, de Pablo Guerrero” rescataba aquella tierra olvidada y saqueada del suroeste español. La Extremadura rebelde del 25 de Marzo retornaba en su voz tras décadas de ostracismo.

ES TIEMPO DE VIVIR, DE SOÑAR Y DE CREER

El recital del Olympia consagrará a Pablo como uno de los grandes cantautores del país, que aparece con un perfil nítido, singular. Él es un poeta que canta, con un mundo propio, y con un discurso utópico muy elaborado que trasciende la coyuntura.

Pablo Guerrero aboga por una transformación profunda, social, política y cultural, en la economía y en los valores. “No solo cambiar la Historia, sino la vida”, afirmará en una entrevista para Triunfo en 1977. En sus canciones, según Haro Ibars, “hay una revalorización del deseo, del sueño y de su confrontación dialéctica con nuestra realidad cotidiana”. En la canción Planeó aparece con fuerza la crítica a las inercias que nos atan y nos hipotecan la vida.

Ahorcaría su corbata y dejaría clavado

su horario en la pared.

 

Y esa tela de araña que se metió en su frente

le dejaría, posiblemente, de doler.

 

Sentía ganas de luchar… yo que sé,

de hacerse una remuda en el alma cualquier sábado

y emprender una vida tan bella como cien

televisores apagados.

Una vida tan bella como cien televisores apagados. Ahí es nada. Nuestro poeta no arremete sólo contra el franquismo o contra la marginación de Extremadura, sino contra el sistema que hace posible esos y otros desmanes, contra la gris costumbre de la muerte en vida y  contra las quimeras del individualismo y del consumismo, en una línea que recuerda a lo que proponían por entonces intelectuales como Marcuse o Pasolini. Cantar en los setenta “era una militancia cultural”, le contesta a Victoria Prego, en una entrevista en 2003. La aspiración del movimiento popular construido en los últimos años, del que los cantautores constituían una pieza destacada, “era una revolución de costumbres, de forma de vida, de forma de ver el mundo, de enfrentarse a las cosas, de relacionarse con los demás y con uno mismo”.


Pero para lograr un cambio de esa envergadura se necesita un pueblo muy consciente, un sujeto social capaz de romper las amarras con el pasado. “Busca a la gente de mañana” representaba ese llamamiento a unir y unirse con todo lo realmente transformador, con la gente “que tiene en sus manos las olas de la vida”, en los centros de trabajo, en las universidades o en los barrios. “Buscó en tajos y talleres/ a los enteros/ y les habló/ de un mundo nuevo”, escribirá Gabriel Celaya por esas fechas refiriéndose a un militante antifascista infatigable, el panadero Simón Sánchez Montero. Reunir lo disperso, levantar la esperanza, organizar las soledades, de eso se trataba y se trata.

A cántaros, el tema con el que se cierra el recital, se convertirá en uno de los principales emblemas en la lucha contra la dictadura, “el parte meteorológico de las esperanzas democráticas que nos daba nuestro hombre del tiempo, Pablo Guerrero”, en palabras de Antonio Burgos. Un gran  himno de amor, solidaridad y aliento que expresa la necesidad, la promesa y la confianza en una explosión democrática, en una lluvia fuerte que acabara con el franquismo.

Pero tú y yo sabemos

que hay señales que anuncian

que la siesta se acaba

y que una lluvia fuerte,

sin bioenzimas, claro,

limpiará nuestra casa.

 

Hay que doler de la vida, hasta creer,

que tiene que llover

a cántaros.

«La canción nació de una forma un poco mágica, muy rápida. A la vez la música, la letra y la armonía, cosa que no me ha ocurrido nunca después. Hacía calor y no necesité repetirla para memorizarla. Llamé a mis mejores amigos y amigas de aquella época. Se la canté por teléfono. En el Festival de los Pueblos Ibéricos, celebrado en mayo de 1976, me estremecí, al ver que cincuenta mil personas la cantaban conmigo. Supe que permanecería en el tiempo”, recuerda Pablo. Es sin duda su pieza más popular. Ha sido llevada al jazz, a la salsa, al country y se ha convertido en un canto a la libertad y en una apelación contra la injusticia. En las plazas del 15M en 2011, y en los movimientos populares de la última década, ha vuelto a sonar con fuerza.

El recital en directo será editado como disco por Gong, un sello dependiente de Movieplay. Inicialmente Pablo y Nacho Sáenz de Tejada eran remisos a su publicación, porque les parecía que la grabación técnicamente estaba muy mal. Pero Gonzalo García Pelayo, el director de la empresa, les convencería de que “era un disco que estaba muy vivo, tocado con mucha veracidad y sentimiento”. La edición recibirá una acogida extraordinaria y convertirá aquel recital en un disco de culto.

Pablo Guerrero ha sido durante más de cinco décadas un referente ético y estético. El mejor letrista y el más avanzado de los cantautores españoles, como le gusta decir a Luis Mendo. Un buscador incansable de formas nuevas, un sorteador de lugares comunes. Y, al tiempo, un espejo de generosidad y coherencia donde mirarse.

“Sus canciones atravesaron el posmoderno purgatorio de la Transición. El seguía contando, reclamando lo común, el amor, el paisaje, las manos entrelazadas”, como explica Antonio Crespo Massieu. Mientras otros, mercaderes, traficantes al acecho de la presa negociaban en cada mesa maquillajes de ocasión, Pablo “seguía fiel a sí mismo, diciendo canciones que eran hermosos poemas, en voz baja, estremecida”.

Recordar, volver a pasar por el corazón la obra de Pablo, no es sólo un elemental deber de justicia y memoria, es también una forma de alimentar la esperanza, la dignidad y el coraje que necesitamos en el presente. Ahora más que nunca, cuando en el huevo de la serpiente se desperezan nuevos monstruos y tras el decorado de artificios se adivinan nuevos tsunamis y guerras, “es tiempo de vivir, de soñar y de creer”. Y que una lluvia fuerte, sin monóxidos ni neofascismo, claro, limpie el solar común que habitamos.

 Fotografías de Enrique Cidoncha

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Jefa de la Inteligencia de EE.UU. reacciona a la discusión entre Trump y Zelenski

 

Jefa de la Inteligencia de EE.UU. reacciona a la discusión entre Trump y Zelenski

 

DIARIO OCTUBRE / marzo 1, 2025

"Lo que has dicho [Trump] es absolutamente cierto: Zelenski lleva años intentando arrastrar a Estados Unidos a una guerra nuclear con Rusia", escribió Tulsi Gabbard en su cuenta de X.


Tulsi Gabbard habla en el Capitolio de EE.UU., Washington D. C., el 30 de enero de 2025. | John McDonnell / AP


La directora de la Inteligencia Nacional de EE.UU., Tulsi Gabbard, ha reaccionado a la discusión protagonizada el viernes por el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, en la Casa Blanca.

 

«Gracias, Donald Trump, por tu inquebrantable liderazgo en defensa de los intereses del pueblo estadounidense y de la paz. Lo que has dicho es absolutamente cierto: Zelenski lleva años intentando arrastrar a Estados Unidos a una guerra nuclear con Rusia/ la Tercera Guerra Mundial», escribió en un mensaje en su cuenta de X.

En este sentido, la jefa de la Inteligencia del país norteamericano asegura que nadie le he llamado la atención al respecto. «Gracias, vicepresidente James David Vance, por hablar con tanta fuerza y claridad sobre la necesidad de la diplomacia», concluyó.

·         El altercado verbal comenzó tras un desencuentro entre Zelenski y el vicepresidente estadounidense, J. D. Vance. En un momento dado, el líder del régimen de Kiev dijo que durante el conflicto armado todos tienen problemas, asegurando que, aunque ahora no lo noten en EE.UU., lo harán en el futuro.

·         «Eso no lo sabes», le interrumpió Trump. «Estamos tratando de resolver un problema. No nos digas lo que vamos a sentir, porque no estás en posición de dictar eso. Recuérdalo. No estás en posición de dictar lo que vamos a sentir. Nos sentiremos muy bien», añadió.

·         Cuando Zelenski le intentó replicar, el inquilino de la Casa Blanca afirmó que no tiene las cartas en este momento, reprochándole que esté jugando con las vidas de millones de personas y con la Tercera Guerra Mundial. «Lo que estás haciendo es muy irrespetuoso hacia este país», continuó.

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Fuente: actualidad.rt.com

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Los primeros 40 minutos y una explicación de los 10 siguientes

 

Los primeros 40 minutos y una explicación de los 10 siguientes

Diario octubre / marzo 2, 2025


 "El Lince" pardinus


Meili Yueguang, una muy amiga mía y de esta página, envía la versión china de lo ocurrido ayer en la azotaina que Trump propinó al bufón Zelenski. Merece la pena su lectura, mucho más completa de lo que se ha visto en Occidente.

 

«En una conversación de 50 minutos, los primeros 40 minutos estuvieron bien, entonces ¿por qué la situación se puso patas arriba de repente en los últimos 10 minutos?

El 28 de febrero, hora local, el presidente estadounidense Trump, el vicepresidente Vance y el presidente ucraniano Zelensky, quien estaba de visita en la Casa Blanca, tuvieron una feroz discusión frente a los medios de comunicación. A petición de EE.UU., Zelensky abandonó temprano la Casa Blanca con rostro sombrío. La conferencia de prensa conjunta originalmente planeada por ambas partes después de la reunión fue cancelada, y el acuerdo mineral entre Estados Unidos y Ucrania no fue firmado.

Cuando los medios estadounidenses en la Oficina Oval de la Casa Blanca publicaron el video completo de casi 50 minutos, el panorama completo de la disputa quedó mejor presentado al público.

Trump y Zelensky se mostraron educados al principio, pero Zelensky inmediatamente mostró impaciencia cuando escuchó a Trump mencionar a Putin. Cuando Zelensky interrumpió a Trump por primera vez, su refutación ya había «sentado las bases» para el argumento posterior. Cuando tuvieron su primera discusión por diferencias de opinión, los dos hombres sonrieron y se miraron fijamente; cuando Zelensky fue «preocupado» por los periodistas de los medios estadounidenses debido a su vestimenta, Trump tuvo la amabilidad de «ayudarlo».

Ante los discursos de Trump, Zelensky siguió mostrando impaciencia e incluso desdén durante un tiempo, pareciendo bastante deprimido. Vale la pena señalar que, en retrospectiva, en vísperas de una gran pelea, un miembro del personal sentado detrás de Zelensky le había susurrado muchas veces, como si le transmitiera alguna información, y Zelensky parecía muy ansioso después de escuchar, y luego incluso siguió sacudiendo la cabeza, las piernas y el cuerpo.

Al final, el mundo fue testigo de esta «pelea sin precedentes» que estalló en la Oficina Oval de la Casa Blanca. A juzgar por el contenido de la reunión, la pelea de los últimos 10 minutos fue un estallido total de la «acumulación de energía y grandes movimientos» de los primeros 40 minutos. Tal vez esta reunión entre Trump y Zelensky estaba destinada a terminar mal desde el principio.

Poco después de las 11 de la mañana de ese día, la comitiva de Zelenski atravesó la puerta norte de la Casa Blanca y llegó al ala oeste de la Casa Blanca. Trump lo saludó en la puerta y ambos entraron juntos en la Oficina Oval. Como es habitual, los líderes de ambas partes hicieron comentarios de apertura a los medios de comunicación y respondieron brevemente sus preguntas.

Al principio, el ambiente en el lugar era muy armonioso. Después de que todos se sentaran, Trump tomó la palabra. Presentó a Zelenski a los medios de comunicación presentes y dijo que ambos eran «viejos conocidos» y que habían cooperado muy felizmente en su trabajo en nombre de los dos países. En ese momento Zelensky también sonrió y asintió cortésmente. Sin embargo, cuando Trump mencionó las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia y al presidente ruso Vladimir Putin, Zelensky comenzó a mostrar cierta impaciencia.

TRUMP: Lo diré, y lo diré delante de ustedes, y me han escuchado decirlo miles de veces: si yo fuera presidente, esta guerra nunca habría sucedido. Podríamos haber negociado un trato para usted y no tendría que pasar por lo que pasó. Sin embargo, sus soldados han actuado con gran valentía y les hemos proporcionado buen equipamiento, pero alguien tiene que usarlo, y les damos un gran crédito, y esto debería haber terminado pronto, pero ya han pasado tres años. Así que le doy un enorme crédito a sus hombres y a sus hombres porque fue una batalla muy dura y ellos eran excelentes soldados y desde ese punto de vista tienen que estar muy orgullosos de ellos. Pero ahora hemos llegado al final. Ya es suficiente.

Así que es un honor verte aquí. Muchas gracias por estar aquí, y firmaremos el acuerdo en una reunión en el Salón Este de la Casa Blanca más tarde después de la cena. Almorzaremos juntos y discutiremos algunas otras cosas. Apreciamos que todos hayan venido y es un momento emocionante, pero el momento realmente emocionante es cuando dejan de disparar y llegan a un acuerdo, y creo que estamos muy cerca de ese momento. Es un honor tenerte aquí, si quieres decir algo, por favor.

ZELENSKY: Muchas gracias, señor presidente, gracias por invitarme. Realmente espero que este primer documento sea el primer paso hacia una seguridad real para Ucrania, para nuestro pueblo, para nuestros niños, y realmente tengo grandes esperanzas en ello. Por supuesto, esperamos que Estados Unidos no deje de apoyarlo. Para nosotros es muy importante seguir apoyándolo. Me gustaría hablar de esto en detalle en nuestra próxima conversación, incluyendo, por supuesto, el tema de la infraestructura y la seguridad, porque a día de hoy, entiendo lo que Europa está dispuesta a hacer y, sin duda, quiero hablar con usted sobre lo que Estados Unidos está dispuesto a hacer. Espero con mucho interés su postura firme para detener a Putin. Una vez dijo que la guerra debe terminar y creo que es muy importante poder decir estas palabras a Putin al comienzo de la guerra, porque al comienzo de la guerra, él es un asesino y un terrorista.

Espero que podamos unir fuerzas para detenerlo, es muy importante para nosotros salvar nuestro país, nuestros valores, nuestra libertad y democracia, por supuesto no hay compromiso con el asesino en el tema del territorio. Por supuesto, lo que quiero, ya sabes, hablamos contigo por teléfono sobre la producción de drones. Nuestra producción de drones es muy buena, y creo que la mejor del mundo en estos momentos, debido a la guerra.

Por supuesto, necesitamos urgentemente una defensa aérea, y ustedes tienen la mejor defensa aérea del mundo, y de hecho nos ayudaron con los ataques rusos. Quiero hablar sobre cómo podemos intercambiar licencias, estamos dispuestos a compartir las licencias de todos nuestros drones con ustedes y por supuesto con los Estados Unidos. Necesitamos una licencia para la producción rápida de defensa aérea. Incluso después de la guerra necesitamos que nuestro país mantenga la calma y nos mantenga seguros, por eso necesitamos esta barrera aérea.

Por supuesto que quiero hablar sobre el despliegue de tropas, y creo que Francia y el Reino Unido han hablado con ustedes sobre eso, y sé que Europa está preparada, pero sin Estados Unidos no serán tan fuertes como necesitamos que sean. El último punto es sobre la comunicación, sobre nuestra gente y nuestros niños. Ya sabéis que estos locos rusos han robado 20.000 niños ucranianos, han cambiado los nombres de los niños, han cambiado las familias y los parientes, y ahora están en Rusia y queremos traerlos de vuelta. Es realmente un gran sueño, una gran tarea y un objetivo para mí y para nuestros combatientes.

Después de decir esto, Zelenski pasó al tema «la gran cantidad de soldados ucranianos encarcelados por Rusia». Para que Trump entendiera mejor la situación, sacó las fotos que había preparado de antemano, se las compartió y acusó a la parte rusa de «maltratar» a estos soldados ucranianos. Zelensky luego agradeció nuevamente a Trump y Trump dijo: «Queremos terminar con esto».

Posteriormente, la escena entró en la sesión de preguntas de los periodistas. El primer reportero preguntó sobre el acuerdo mineral entre Estados Unidos y Ucrania, a lo que Trump respondió. Repitió alardes anteriores sobre el valor del acuerdo mientras criticaba a la administración Biden por su incompetencia y acusaba a Europa de brindar muy poca ayuda a Ucrania.

Después de responder a esta pregunta, Trump estaba a punto de pedirle al segundo periodista que le hiciera una pregunta, pero Zelensky de repente gritó «lo siento», interrumpiendo el proceso y queriendo agregar algo a la pregunta anterior. Este detalle puede haber sentado las bases para la «dramática disputa» posterior, ya que Zelensky estuvo más o menos en desacuerdo con la respuesta de Trump.

Zelensky no estuvo de acuerdo con la afirmación de Trump de que «el apoyo de Europa fue demasiado poco» y dijo que Europa sí brindó ayuda y siguió siendo un amigo y socio.

TRUMP: Pagué mucho, pero ellos pagaron mucho menos.

Zelenski: No.

TRUMP: No es suficiente.

Zelensky: No, no.

Los dos continuaron hablando sobre este tema, pero sus expresiones faciales aún mostraban sonrisas, como para aliviar la atmósfera incómoda. Los reporteros de los medios de comunicación de los alrededores estallaron en risas. En ese momento, Zelensky extendió sus manos en señal de impotencia, mientras Trump seguía señalándolo.

TRUMP: No discutas conmigo.

Los dos tuvieron su primera discusión, que terminó con una sonrisa.

Después de decir esto con una sonrisa, Trump se giró para buscar al segundo periodista para hacerle preguntas, y su expresión de repente se volvió fría, como si no estuviera contento. Lo que no sabía es que Zelensky lo interrumpiría más tarde.

Periodista: Presidente Trump, usted ha calificado repetidamente de histórico el acuerdo con Ucrania. Como Presidente de los Estados Unidos, usted toma decisiones históricas sobre otros asuntos que afectan a Estados Unidos y al mundo. Entonces, ¿qué lugar quieres ocupar en la historia mundial? ¿Con qué personajes históricos famosos se le ha comparado?

Trump: Sí, yo diría que Washington y Lincoln. Puedo decir que soy mucho mejor que Washington y Lincoln. Ya sabes, estoy bromeando porque cuando digo eso, los medios de noticias falsas se volverán locos y dirán que él piensa que es mejor que Washington. No me comparo con nadie, solo estoy aquí por un trabajo. Hemos tenido 35 días estupendos, o poco más de un mes, y hemos conseguido mucho. No sólo eso, sino que podemos detener la guerra y hacer que vuelvan a la normalidad, lo que sería un gran logro. Creo que va a suceder, tuvimos muy buenas negociaciones por ambas partes, como sabes, pero en general creo que hicimos un muy buen trabajo. Si miras todas las cosas que hicimos en 30 días, dicen que ningún presidente ha tenido un comienzo como este, ningún primer mes ha tenido un primer mes como el nuestro, y eso es algo muy importante, y esta es una de las cosas muy importantes para mí porque hay una tremenda muerte sucediendo mientras hablamos, y no quiero eso, piensen en los padres de las personas, ya sea que estén en Rusia o en Ucrania, piensen en los padres de todas estas personas inocentes que han sido asesinadas.

Zelensky: Fueron ellos los que vinieron a nuestro territorio…

TRUMP: No debería haber comenzado. Si yo fuera presidente nada de esto habría comenzado.

REPORTERO: Presidente, ¿continuará enviando ayuda militar a Ucrania después de que Estados Unidos y Ucrania firmen este acuerdo? La pregunta al presidente Zelensky es: ¿cree que Estados Unidos está de su lado? ¿El presidente Trump le apoya en este momento?

TRUMP: Quiere saber, ¿crees…? Es una pregunta un tanto estúpida. Si no lo apoyara, no estaríamos aquí.

Zelensky: Creo que Estados Unidos ha estado de nuestro lado desde el comienzo de la ocupación. Creo que el presidente Trump también está de nuestro lado. Por supuesto, creo que el Presidente de Estados Unidos no dejará de apoyarnos, lo cual es de vital importancia para nosotros. El Presidente habló de la gente y de los soldados que están muriendo, pero son ellos los que vinieron a nuestro territorio y comenzaron esta guerra y tienen que parar, y creo que ese es realmente el tema más importante. ¿Podrá el presidente Trump, junto con algunos de los otros aliados, detener a Putin y lograr que retire a estos enemigos, nuestros enemigos, que retire estas tropas de nuestra tierra? Espero que sí. Creo que preguntaste sobre la historia, y si el presidente hubiera detenido a Putin, si el presidente Trump hubiera traído la paz a nuestro país, creo que estaría en este muro.

TRUMP: Tuvimos una muy buena conversación.

Reportero: Presidente, el presidente Zelensky acaba de decir que no llegará a acuerdos con Putin. Me gustaría preguntarles a ustedes dos, en primer lugar: ¿creen que el presidente Zelensky tendrá que hacer concesiones? Presidente Zelensky, ¿ha considerado alguna opción que pueda ofrecer o llevar a la mesa de negociaciones, como por ejemplo elecciones? Gracias.

Trump: Creo que siempre hay que hacer concesiones, y no se puede llegar a ningún acuerdo sin ellas. Por lo tanto, por supuesto, él (Zelensky) tendrá que hacer algunos compromisos, pero esperemos que esos compromisos no sean tan grandes como algunos piensan, y eso es todo lo que podemos hacer.

Estoy actuando aquí como árbitro, como mediador, en cierta medida, entre dos partes muy hostiles, que son muy hostiles entre sí. Es una guerra brutal, en un terreno muy llano, y esas balas vuelan, y como he dicho muchas veces, y lo hemos discutido con Pete (el Secretario de Defensa de Estados Unidos Hegseth), muchas veces lo único que detiene esas balas es un cuerpo humano, y generalmente el cuerpo de una persona joven detiene la bala. Era un terreno llano, una buena tierra de cultivo, pero había muy poca protección para las personas y las cosas que eran alcanzadas por las balas que salían de allí. Entonces, lo que puedo hacer es ver si puedo lograr que todos se sienten juntos y lleguen a un consenso, y creo que eventualmente llegaremos a un acuerdo, de lo contrario, tal vez no estaría aquí hoy.

Más tarde, un periodista le preguntó a Zelensky sobre su vestimenta, ¿por qué no usaba traje en una ocasión tan formal y de alto nivel?

Zelensky: Usaré un traje después de esta guerra, sí, tal vez haya uno como el tuyo, o mejor, o más barato, no lo sé, gracias.

Después de decir esto, era evidente que Zelensky se sintió ofendido por el periodista y fue tomado por sorpresa, y su respuesta pareció un poco molesta. Trump respondió a la pregunta de un periodista sobre si seguiría prestando ayuda a Ucrania. Su respuesta fue «espero que no sea demasiada ayuda» y «espero que la guerra pueda terminar lo antes posible».

En respuesta a las preguntas sobre si seguiría ofreciendo garantías de seguridad a Ucrania, Trump enfatizó repetidamente que no quería hablar de cuestiones de seguridad, solo quería llegar a un acuerdo y que la seguridad era solo una pequeña parte del problema, quizás solo el 2%. También mencionó que países europeos como Gran Bretaña y Francia pueden garantizar la seguridad en Ucrania, y Estados Unidos aún no ha asumido ningún compromiso, pero también se puede considerar. En resumen, ante cuestiones de seguridad, Trump siguió enfatizando que quería llegar a un acuerdo, mientras que Zelensky, que estaba junto a él, siguió moviendo la cabeza y expresó débilmente su desacuerdo.

Después de que Trump respondió una pregunta sobre las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, Zelensky dijo que tenía algo que decir antes de que el siguiente periodista preguntara. Trump acudió al rescate de Zelensky y le dijo: «Me gusta tu ropa».

Trump elogió el atuendo de Zelenski ante los medios y lo «salvó».

Trump: Aunque creo que él (el periodista que hace la pregunta) también es un buen tipo, no sé si ustedes dos se caen bien, pero creo que él (Zelensky) está vestido muy bien.

Zelenski: Tengo cosas más serias por delante que responder a esas preguntas. Si es posible, responderé a preguntas más serias.

En lo que respecta a las garantías de seguridad y a un alto el fuego justo, no podemos limitarnos a hablar de un alto el fuego y seguir hablando de ello. Eso no funcionará. Un simple alto el fuego nunca funcionará. Tengo esta experiencia como presidente, y no me pasa solo a mí en Ucrania, pero antes de convertirme en presidente, a partir de 2014, Putin violó su firma 25 veces, rompió el alto el fuego 25 veces.

TRUMP: Pero él nunca me desmintió. Nunca me desmintió.

ZELENSKIY: En 2016, usted era presidente, señor presidente, por supuesto que no estaba en el cargo al mismo tiempo que usted, pero durante ese período mantuvo negociaciones con nuestra parte, tuvimos las conversaciones de Normandía, ya sabe, Francia, Alemania, Ucrania y Rusia, y las rompió 25 veces.

Por eso nunca aceptaremos un simple alto el fuego, un alto el fuego no funcionará sin garantías de seguridad, tal vez el presidente tenga razón sobre este documento y otras cosas, pero este documento no es suficiente, un ejército fuerte es suficiente, cuando seamos lo suficientemente fuertes, los soldados de Putin tendrán miedo, si no somos lo suficientemente fuertes, estamos vacíos, si nuestras reservas están vacías, no podemos defender nuestra tierra.

Hoy él sabe, todo el mundo sabe que tuvimos conversaciones, por qué usó misiles balísticos, Putin usó misiles balísticos contra nuestros hospitales y escuelas hoy, claramente misiles balísticos, él sabe que estamos aquí, y el presidente Trump realmente tiene la intención de detener esta guerra. Ahora que has escuchado el discurso del presidente, ¿por qué sigue usándolo? Así que él no quiere parar, no quiere, pero espero que podamos hacerlo, lo haremos.

Pero cuando hablamos de garantías de seguridad, cuando los europeos se preparan para contingencias, necesitan el respaldo de Estados Unidos, y sin Estados Unidos nunca tendremos ninguna contingencia, contingencias fuertes de Europa, y eso es de lo que queremos hablar, y es muy importante.

Y existe la defensa aérea, en realidad tenemos grandes lagunas en todos los sistemas, y hay que proporcionarla, la necesitamos mucho, de lo contrario Putin nunca se detendrá y seguirá profundizando cada vez más. Él nos odia ¿lo sabes? No tiene nada que ver conmigo, él odia a los ucranianos, piensa que no somos un país y comparte esa visión. Creo que tal vez habló con su equipo, no lo sé, pero siempre dice en los medios a todos los europeos, tanto oficialmente como extraoficialmente, que «no existe tal país», «no existe tal nación», «no existe tal idioma» y «no hay vida como la ucraniana», realmente no tiene ningún respeto por todos los ucranianos, quiere destruirnos.

Tiene razón señor presidente, la seguridad es solo del 2%, este documento y quizás otros documentos son un buen comienzo, muy bueno, pero no es suficiente para detener a este hombre (Putin).

Cuando los periodistas en el lugar continuaron haciendo preguntas, Zelensky los interrumpió directamente.

Zelensky: Éstas son las reglas de la guerra, éstas son las reglas de la guerra, a lo largo de todos los siglos, a lo largo de toda la historia, éstas son las reglas de la guerra. ¿Quién inició este dolor? Era una regla que él tenía que pagar por todas las renovaciones. Por supuesto, tenemos algunos activos rusos en Europa, alrededor de 300 mil millones de dólares, y podemos usarlos, y también podemos usarlos para comprar apoyo militar estadounidense, y podemos hacerlo, pero no es suficiente.

En la sesión de preguntas y respuestas que siguió, Trump volvió a afirmar que permanecía neutral entre Rusia y Ucrania y que sólo quería resolver el problema. En cuanto a si se comprometería a seguir desplegando tropas en el lado oriental de la OTAN, elogió a Polonia por su inversión en gasto militar. Cuando un periodista le preguntó: «¿Qué pasa con los países bálticos?», Trump parecía no estar preparado y dijo vacilante que Estados Unidos sigue comprometido con la OTAN, pero que hay que fortalecerla y que Europa debe hacer más. “¿Por qué Estados Unidos tiene que pagar más dinero y otras cosas que Europa?”

Después de escuchar esto, Zelensky negó con la cabeza una y otra vez, e incluso exhaló suavemente, emitiendo un sonido similar a «No estoy de acuerdo», y su expresión parecía muy deprimida.

Trump siguió burlándose de Biden y se jactó de haber puesto fin a muchas guerras, y Zelensky una vez más interrumpió la pregunta de un periodista y dijo que los ucranianos eran los más ansiosos por un alto el fuego, pero las partes en guerra eran Ucrania y Rusia. Cuestionó las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia y destacó la importancia de Ucrania y Europa en las negociaciones.

Un periodista le preguntó a Trump si visitaría Odessa, Ucrania. Trump dejó claro que no lo haría y recalcó que solo quería hablar de acuerdos y de paz. Y Zelensky volvió a interrumpir a Trump.

Zelensky: Tiene que venir, señor presidente, tiene que venir y verlo. No, no, no, tenemos ciudades muy buenas, sí, muchas cosas fueron destruidas pero la mayoría de las ciudades están vivas, la gente está trabajando, los niños van a la escuela, pero todavía estamos vivos, Ucrania está luchando, Ucrania está viva y esto es muy importante. Tal vez Putin compartió la noticia de que nos destruyó, no, perdió 700.000 soldados, perdió todo.

Cuando el periodista le hizo preguntas sobre Putin, Trump volvió a elogiar a Putin y volvió a criticar a Biden. Zelenski, por su parte, arqueó las cejas y quedó claro que «despreciaba» lo que decía Trump.

En la siguiente pregunta, el periodista mencionó a Trump al primer ministro británico Starmer, y el contenido no tenía mucho que ver con Ucrania. Al mismo tiempo, un miembro del personal que estaba detrás de Zelensky le susurró algo. En cuanto a esta pregunta, Trump pidió al secretario de Estado estadounidense, Rubio, y al vicepresidente Vance que la respondieran uno tras otro.

Mientras el periodista seguía haciendo preguntas, el miembro del personal que estaba detrás de Zelensky se inclinó hacia delante nuevamente y le susurró algo. El propio Zelensky escuchó el susurro del miembro del personal con una expresión ansiosa en su rostro: frunciendo el ceño, sacudiendo su cuerpo, respirando profundamente, sacudiendo sus piernas… mostrando que estaba preocupado por algo. Después de eso, Zelenski no volvió a hablar. Trump fue el único que habló en el lugar hasta que el vicepresidente Vance indicó que también quería decir algunas palabras sobre el tema.

A estas alturas, las palabras de apertura y la sesión de preguntas y respuestas de la reunión con los medios de comunicación habían durado 40 minutos, y todo lo que ocurrió en los siguientes 10 minutos ya era conocido por todo el mundo…

Xiong Chaoran  

Todos los psicópatas europeos han salido en tromba a defender al bufón, con reunión mañana en Londres para reafirmarse en ello. El bufón anda retuiteando los mensajes de apoyo que le llegan de estos psicópatas del zombi europeo, pero no se ha dado cuenta de algo: son el mismo, repitiendo las mismas palabras uno tras otro. Alguien lo ha hecho por él.


Quienes sigáis esta página recordaréis que en alguna ocasión he dicho que mi especialidad académica son las relaciones internacionales, en concreto el Derecho Internacional Público. Sobre eso hice el doctorado. Y lo ocurrido ayer no se había visto nunca en la etapa moderna de las relaciones internacionales. Por lo tanto, voy a dar una explicación del por qué.

Lo que ha enviado Meili lo refleja muy bien, lo que da una idea del nivel de cómo se cuentan las cosas en China. Mi interpretación es que el bufón Zelenski hizo lo que hizo porque quería hacerlo. Decidió interrumpir el discurso del vicepresidente Vance y comenzó a plantear directamente una serie de preguntas que, en teoría, deberían hacerse en las conversaciones a puerta cerrada. Desde el punto de vista de la estrategia y el juego de las negociaciones, esto significa que no tenía ni interés ni confianza en el acuerdo actual y en las negociaciones con EEUU. Lo que me ha llamado la atención del relato chino del follón es las veces que un asesor le decía cosas a Zelenski en medio de todo. Eso tiene una explicación: el bufón sabía, o así se lo transmitieron, que hacer las preguntas y comentarios que hizo si los hubiese hecho a puerta cerrada no tendrían ningún efecto sobre el país 404, antes conocido como Ucrania y, de rebote, en el zombi europeo.

La moneda de cambio de Zelenski es llegar hasta el final. No se da por acabado. Desde la perspectiva de la situación, es razonable: el país 404 ya no tiene ninguna baza con la que negociar o hacer concesiones, porque cualquier concesión debe utilizar a Zelenski personalmente como moneda de cambio y precio (como dijo Putin, Zelenski está vencido); por lo tanto, Zelenski tiene que jugar, utilizando varios métodos para indicar que solo hay un camino para llegar al final.

Desde el punto de vista de la estrategia, esta es definitivamente la peor para el país 404; pero para Zelenski personalmente no porque al menos su reputación puede preservarse, por supuesto a costa del país 404. Zelenski cree que el pais 404 es el niño mimado del mundo (según su experiencia previa) y que puede hacer todo lo que quiera. Porque así ha sido estos tres años.

Cabe la posibilidad de pensar que el zombi europeo, viendo cómo ha reaccionado, convenciese al bufón de volar todos los puentes con Trump garantizándole protección y que Zelenski actuase así porque las visitas previas de Macron y Stramer a Trump no condujeron al objetivo principal: que EEUU proporcionase garantías de seguridad a las «fuerzas de paz» británico-francesas en Ucrania. En su loca cabeza, un hipotético ataque ruso a esas fuerzas obligaría a EEUU, como garante, a atacar a Rusia. Es más que probable que a eso fuera a lo que refería Trump cuando acusó al bufón de provocar la III Guerra Mundial. Trump será un bocazas, pero no es un imbécil. Y menos quienes le asesoran. De ahí también que Trump hubiese dicho, antes y después, que las «fuerzas de paz» son asunto de Europa.

Como mínimo, Macron y Starmer querían obligar a EEUU a interrumpir las negociaciones bilaterales con Rusia. Esa fue otra de las pretensiones del bufón ayer, como queda muy bien retratado en el relato chino que os ofrezco. No es casualidad que Trump se comunicara con Macron y Starmer de una manera manifiestamente poco ceremoniosa, especialmente a Macron, a quien no recibió sino que fue una empleada del servicio de protocolo. Y a Stramer le espetó, también públicamente, que si la valiente y audaz Gran Bretaña podría enfrentarse sola a Rusia.

Por supuesto que el conflicto no ha terminado. Mañana veremos una prueba de ello en la reunión de Londres. Biden dejó a los neonazis armas suficientes para un tiempo, y este ha sido, sin duda, el plan del país 404 y el zombi europeo. Creen que Trump se verá obligado a dar marcha atrás cuando el año 2026, en las elecciones intermedias para el congreso y el Senado, los demócratas tengan mayoría. Al zombi europeo y al Partido Demócrata de EEUU les interesa ahora provocar un conflicto a Trump para bloquearle gradualmente porque ha lanzado un desafío existencial a las élites europeas y al llamado estado profundo estadounidense. Esta es su salvación. Mañana lo veremos.

Mientras tanto, la lógica de las cosas indica que aumentará la presión estadounidense al país 404, por mucho que cuente con el apoyo del zombi europeo. La cuestión es qué herramientas se utilizarán para implementarlo. Es poco probable que sean sanciones contra los dirigentes neonazis o del cierre de Starlink: eso sería demasiado obvio. Pero una investigación minuciosa sobre la eficacia del uso del dinero estadounidense por parte del país 404 sería una muy buena opción. Aquí el nivel de presión es fácil de controlar: cuanto más alto sea el estatus de los funcionarios condenados por corrupción, menos tiempo tendrá Zelenski para encontrar un traje decente y regresar a Washington.

En cualquier caso, Trump no puede simplemente retirar a EEUU del conflicto en el país 404 y trasladar todo a Europa: eso sería su derrota como la de Biden en Afganistán. Sobre todo porque o Trump acelera en su presión o se arriesga a que el país 404 y Europa no cumplan nada de lo que acuerden EEUU y Rusia. Ya pasó con los acuerdos de Minsk y no estaba EEUU por medio.

¿Hay alguna solución a la situación actual? A corto plazo, todo depende de la reunión de mañana del zombi europeo, de los cálculos geopolíticos de Rusia y de sus capacidades en el campo de batalla. Mientras tanto, a buen seguro este fin de semana el vodka correrá a raudales en Rusia.

El Lince

Fuente: elterritoriodellince.blogspot.com