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Informe de la ONU
El mundo, dirigido al desastre por la desidia
climática
Marta Montojo
VIENTOSUR
26.11.2019
Para contener
el calentamiento por debajo de 2 ºC sobre niveles preindustriales, la ambición
climática global de las naciones deberá triplicarse. Para limitarlo a 1,5
ºC, deberá ser hasta cinco veces mayor. Así lo asevera un nuevo informe de
la ONU sobre la brecha de emisiones “The Emissions Gap 2019”, hecho público
este martes [ver el enlace al resumen del informe de la ONU al final del
artículo] . Es la décima edición de estos documentos que retratan la diferencia
entre la acción climática necesaria y la que están llevando a cabo los
gobiernos.
Pese a las
advertencias científicas, las emisiones globales de gases invernadero se han
incrementado en la última década a un ritmo de 1,5% por año. En 2018 se
marcó un nuevo récord de emisiones. Ese año, el sector de la energía –el mayor
responsable del calentamiento–, aumentó un 2% sus emisiones.
El informe
concluye que, incluso si los países cumplieran con sus NDCs —los compromisos de
reducción de emisiones que cada nación propone en el marco del Acuerdo de
París—, el 1,5 ºC sería sobrepasado antes del año 2030. Esto es: setenta
años antes de lo que debería para evitar los efectos más catastróficos de la
crisis climática. Para finales de siglo, la temperatura estaría 3,2 ºC por
encima de niveles preindustriales.
Y eso en un
escenario optimista, en que los gobiernos respeten sus promesas. “Tal y como
están las cosas, cabe esperar que las temperaturas aumenten entre 3,4 y 3,9 °C
este siglo, lo que traerá consigo impactos climáticos de gran alcance y
destructivos”, advierte la ONU.
Pero todavía
hay una solución. Para que el calentamiento no supere a 1,5 ºC, en la próxima
década las emisiones deberían disminuir en un 7,6% cada año. Para que no
sobrepase los 2 ºC, la reducción anual necesaria sería del 2,7%.
Justicia climática
El informe pone
también de manifiesto la desigualdad en el reparto de las emisiones de gases de
efecto invernadero. Asegura que los países del G20 —que
comportan el 85% del producto bruto mundial— son responsables del 78% de
todas las emisiones globales. Sin embargo, siete de estos países ni siquiera
cuenta con las políticas para lograr sus compromisos nacionales de reducción
(sus NDCs).
Bajo el
principio de justicia climática contemplado en el propio Acuerdo, la ONU
recuerda que los países en desarrollo todavía “tienen el derecho” de
incrementar sus emisiones, aunque también tendrán que reforzar sus
promesas. Al mismo tiempo, los países industrializados deberán acelerar su
reducción de emisiones, y esto pasa por acabar con la deslocalización de la
producción: “Los países desarrollados no pueden limitarse a reducir sus
emisiones nacionales exportando la producción de contaminación por carbono a
las economías emergentes. Las huellas tienen que caer, lo que implica
cambios en el estilo de vida”, sentencia.
Electrificación y renovables
Algunas de las
claves para frenar el aumento de temperatura están en la forma en que
producimos y consumimos energía. La ONU recalca que cambiar el modelo
energético hacia uno basado en fuentes renovables podría reducir las
emisiones de CO2 derivadas del sector energético en 8,1 Gt en 2050. También
resalta el potencial de la electrificación tanto en el sector de la
construcción como en el del transporte. En este sector, la medida podría
recortar las emisiones hasta un 72% en 2050.
Por otro lado,
destaca el ejemplo de “refuerzo constante de los planes de mitigación” que es
la Unión Europea, donde desde el informe de la brecha de emisiones de 2015 se
ha observado una tendencia a la baja en las previsiones actuales de
emisiones de aquí a 2030. Con todo, recomienda algunas medidas como
reformar el Régimen de comercio de derechos de emisión (ETS) para rebajar las
emisiones procedentes de la industria.
La semana que
viene las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático se darán cita en Madrid (COP25). El
objetivo es terminar de cerrar el contenido del Acuerdo de París. El pacto
se implementará en 2020 y pretende que, de aquí a finales de siglo, el
aumento de temperatura global no supere los dos grados centígrados o, a ser
posible, el grado y medio. Si los líderes no multiplican su ambición, tendremos
que vivir con las consecuencias del fracaso.
26/11/2019
Resumen del
informe de la ONU: https://wedocs.unep.org/bitstream/handle/20.500.11822/30798/EGR19ESSP.pdf?sequence=17
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