domingo, 14 de septiembre de 2014

UCRANIA: PARA ENTENDER LA GUERRA ACTUAL


GOLPE DE ESTADO Y LUCHA DE CLASES EN UCRANIA. CRISIS EN UCRANIA Y SUS RAÍCES PROFUNDAS

1/4




 Guennadi Ziuganov
Presidente del CC del PCFR
Sociología Crítica
14.09.2014

Hoy, a lo largo y ancho de las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk arden las llamas de guerra. Por primera vez desde la liberación de Ucrania de los fascistas hace 70 años las ciudades y poblados pacíficos son blanco de bombardeos de artillería y aviación. El saldo de muertos y heridos se calcula en miles, los refugiados, en decenas de miles. Se arrasan barrios residenciales, jardines de infancia y escuelas, policlínicos y hospitales, instalaciones de suministro de energía y agua. Están cercadas varias ciudades con centenares de miles de habitantes.

El poder de los seguidores de Bandera, sus protectores en Occidente y adeptos en el campamento liberal ruso está silenciando abiertamente los crímenes de guerra cometidos en Nueva Rusia. Puesto que la destrucción de las ciudades y poblados es una violación flagrante de las normas y las costumbres de guerra. Las convenciones de Ginebra de 1949 prohíben directamente el uso de la artillería y la aviación de combate contra los poblados habitados. Entretanto, la Junta que usurpó el poder en Kiev como resultado del golpe de estado lleva a cabo una estrategia vil y cobarde. Sus unidades punitivas pierden constantemente en un enfrentamiento abierto con los destacamentos de autodefensa de Nueva Rusia.

Las tropas y los ejércitos privados de los oligarcas están aniquilando conscientemente a la población civil. Es una limpieza étnica. La población rusohablante es echada de su patria histórica. Es un grave crimen de lesa humanidad.

Raíces históricas de los acontecimientos

La atención en Rusia hacia los acontecimientos en Ucrania y el dolor que experimentamos por la guerra de allí son legítimos. Ucrania no solamente es una parte del mundo eslavo. La tierra de Ucrania y su pueblo es una parte inalienable de la conciencia y la historia eslavas. La explicación radica en una profunda relación espiritual y cultural entre nuestros pueblos y su unión histórica inseparable. Cuando se trata de meter cizaña entre nuestros pueblos en intereses del Occidente se corta a lo vivo, se abre una profunda herida a la sociedad rusa y todos los ciudadanos de Ucrania. Pues solamente en unión con Rusia Ucrania puede alcanzar las alturas de prosperidad que muchos en Ucrania solamente ven en la alianza con Europa. La alianza que siempre trae desgracias.

Así fue siempre. En los siglos XII—XIV, cuando la llamada Rusia Roja que se extendía en torno a Lvov fue desgarrada en pedazos por sus vecinos occidentales. Y así fue en los siglos XVI—XVII, cuando la Polonia de la nobleza intentó erradicar en las tierras ucranianas con espada y fuego el mismo espíritu de la libertad y religión ortodoxa, la memoria de la gran unidad panrusa. Y en el siglo XVIII, cuando un puñado de traidores se reunieron en torno a Mazepa (a quién Pedro I quería en serio imponer la pesadísima “medalla de Judas”, medalla del traidor). También a principios del siglo XX, cuando los “autónomos” locales apostaron por las bayonetas alemanas. Todo ello convertía a Ucrania en la arena de sangrientas batallas. Sólo la salvaba la ayuda de Rusia.

Ahora también los temibles acontecimientos actuales confirman la idea de V. Lenin de que solamente con la unión de los proletarios de toda Rusia y Ucrania es posible una Ucrania libre, sin esa unión es inconcebible. Vale recordar aquí que todas las empresas grandes de altas tecnologías de Ucrania, no solamente en las provincias de Donetsk y Lugansk, sino también en las provincias de Járkov, Dniepropetrovsk y Zaporozhie y otras, se construyeron en la URSS con cargo al presupuesto nacional, aportando Rusia, los ciudadanos rusos, el 70 % de los gastos.

Así que, la unión fraternal en la época de las duras pruebas es nuestra causa y deber común.
Parece que la guerra civil en Ucrania estalló repentinamente. Apenas hace seis meses, era uno de numerosos Estados que afrontaba problemas económicos y sociales difíciles pero que mantenía la estabilidad política. El descontento de la población iba acumulándose. No había nada que presagiara convulsiones duras. Pero sería incorrecto considerar que la explosión social se produjo súbitamente como un trueno inesperado.
Es de reconocer que los dirigentes rusos respondieron de la forma muy adecuada frente a la amenaza al recuperar la península de Crimea para Rusia en vísperas del 70 aniversario de su liberación de los fascistas y al prevenir realmente el estallido de una gran guerra.

Para entender mejor las raíces de la tragedia de Ucrania es preciso ver las raíces históricas en su desarrollo, entender los mecanismos del surgimiento de la crisis muy profunda en el hermano país. Es necesario ver tanto las manifestaciones sangrientas externas de la guerra fratricida en Ucrania como las premisas históricas, económicas, clasistas, culturales, étnicas, religiosas y otras de esos acontecimientos. Solamente un análisis integral permitiría determinar correctamente las fuerzas motrices de la crisis en Ucrania, prever el desarrollo de los acontecimientos, elaborar la estrategia y la táctica de resolución de ese conflicto durísimo.

Para nosotros, los comunistas, lo acontecimientos en la hermana república no sólo tienen un interés teórico. No somos politólogos impasibles que observan el curso de acontecimientos. Nuestro deber es sacar lecciones de la agudísima lucha social en la que está sumido nuestro vecino. Es por ello que es necesario analizar los acontecimientos en Ucrania teniendo presente que algo semejante puede repetirse en una u otra forma también en Rusia.

Es lógico que nuestra atención y simpatías se dirigen en primer lugar a la lucha de la naciente Nueva Rusia. Pero no menos importante es entender los orígenes y las fuerzas motrices del oponente: el neofascismo renacido. Para ello se debe analizar el nacimiento y la formación del movimiento de Bandera como nacionalismo étnico ucraniano extremista. Hay que entender el fundamento ideológico de ese movimiento, cuyo nacionalismo junto con la rusofobia se alimentan hoy en Ucrania.

Orígenes del nacionalismo radical

Es cuestión de principios entender que exceptuando el período soviético Ucrania nunca tenía su propia estatalidad y la historia común para todo el pueblo ucraniano. A lo largo de los siglos, cuando se formaban las potencias europeas, Ucrania nunca fue Estado independiente y nunca fue un todo único formando parte de otros Estados. El territorio actual de Ucrania estaba dividido y repartido entre potencias europeas. A mediados del siglo XVII, como resultado de la unión voluntaria con Rusia su parte oriental se vio bajo la tutela de Rusia y así empezó la historia de la Rusia Pequeña y los territorios del occidente de Ucrania quedaron bajo el dominio de Polonia, y, luego, Austro-Hungría.

La política de Polonia respecto a la población ucraniana era muy cruel, incluso sadista. Los ucranianos occidentales dentro del Estado polaco eran considerados personas de calidad inferior. Es la causa clave de que precisamente en Ucrania Occidental se formó el nacionalismo ucraniano radical parecido parcialmente a las ideas de la exclusividad racial proclamadas en el Tercer Reich.
Los partidarios de Bandera no solamente formaron parte de la coalición táctica con los ocupantes fascistas sino que participaron muy activamente en operaciones punitivas incluyendo contra la población ucraniana autóctona. La misma táctica la continuaron ellos en clandestinidad en Ucrania Occidental terminada la guerra. En la lucha contra el movimiento de Bandera que continuó hasta mediados de los años 1950 cayeron más de 25 mil militares soviéticos y oficiales de seguridad estatal y más de 30 mil ciudadanos pacíficos ucranianos. También costó caro a los militantes de Bandera, más de 60 mil muertos.

La política de Bandera no se convirtió en la idea nacional-liberadora sino en una secta totalitaria de fanáticos dementes que asesinaban en primer lugar a los ucranianos. Las manifestaciones de semejante secta totalitaria son propias también de la Iglesia Unitaria Ucraniana occidental que pertenece al ramo católico. Es precisamente a ella que pertenecían los partidarios de Bandera que no querían tomar en consideración que la inmensa mayoría de los habitantes ucranianos profesaban la religión ortodoxa. La ideología de los adeptos de la Iglesia Unitaria en realidad está muy poco relacionada con el catolicismo. Es más pronto una forma sectaria extremista del protestantismo mezclada con el baptismo. No son casuales los vínculos de las figuras clave de la cúpula dirigente de Kiev con los sectarios: el baptista Turchinov, y Yatseniuk que tiene amistades con cientólogos.

Toda victoria del nacionalismo extremista zoológico es resultado de una profunda crisis del poder cuya enemistad percibe cada vez más la sociedad y reacciona de una manera radical ante las manifestaciones monstruosas. Y el único modo para ese poder de conservarse es la alianza con la ideología del nacionalismo radical gracias a la cual la cúpula anterior mantiene sus posiciones aparentemente bajo banderas nuevas.

La nueva “elite” con raíces en la anterior usa las armas de Bandera así como a sus partidarios como carne de cañón para embaucar una vez más a millones de personas al realizar un enroque de clanes dentro del poder. Como resultado, la oligarquía no sólo mantuvo sino también consolidó sus posiciones. La misma política económica, incluso más dura, la van a llevar a cabo bajo las banderas de Bandera. Y será bajo una rigurosa tutela del Occidente, o sea en la misma “alianza con el diablo” contra Moscú que significa para Ucrania la agudización, no la resolución de problemas.

Un análisis científico imparcial nos lleva a la conclusión que rehúyen de todos modos tanto los políticos occidentales como los actuales “reyezuelos” de Kiev que afanan cortar los lazos multiseculares con Rusia. La conclusión es que el pueblo de Ucrania Oriental y Central está relacionado mucho más con Rusia que con Ucrania occidental. Los intentos de hacer que Ucrania se ponga en la vía antirusa se dirigen no sólo contra Rusia sino también contra la mayor parte del pueblo ucraniano. Representan por si una acción antiucraniana, antinacional bajo el ropaje de la demagogia nacionalista.


Desde el punto de vista objetivo es así, aunque no todos los habitantes de las regiones occidentales y centrales de Ucrania lo entienden cabalmente. La historia del movimiento de Bandera ya ha puesto al descubierto esa paradoja trágica que se repite hoy en día por la cúpula de los nuevos dirigentes de Bandera que arribaron al poder. Como si defendiendo los intereses de todo el pueblo ucranio esos políticos pisotean los intereses de su inmensa mayoría que no pueden ser realizados fuera de los vínculos estrechos con Rusia. Es ello lo que no querían entender el mismo Bandera y sus correligionarios. Tampoco quiere prestarlo atención la elite actual de Ucrania que se guía por la mano de Washington.

*++


UCRANIA: LA GRAN GUERRA QUE VIENE QUE LUEGO PARECERÁ QUE HA CAIDO DEL CIELO SIN NINGÚN ORIGEN


KIEV SE PREPARA PARA CONTINUAR LA GUERRA

 Tres especialistas analizan las perspectivas

Svobnaya presea
Sociología Crítica
14.09.2014




Traducido del ruso por Iñigo Aguirre. [Comité Amigos de la República Popular de Donetsk]

A pesar de la tregua, los militares ucranianos están incrementando su presencia en el Donbass.
Contrariamente a los acuerdos alcanzados el 5 de septiembre sobre el alto el fuego, en Kiev, por lo que parece, continúan preparándose para la guerra. El consejero del ministro del Interior Arsén Avákov,Zoryan Shkiryak, el 9 de septiembre en su página de Facebook, informaba que se estaba produciendo un reagrupamiento y refuerzo de divisiones ucranianas, y que en la zona de la denominada “Operación antiterrorista”, estaba llegando armamento pesado.

Shkiryak justificaba los hechos aduciendo que se preparan para un posible ataque por parte de Rusia. Claro que, durante toda la operación militar los militares ucranianos en sus informes han estado repeliendo casi a diario la “agresión rusa”, por supuesto sin presentar prueba alguna de esa “invasión”.

El jefe de Shkiryak, el ministro del interior Arsen Avakov, tampoco oculta, que se están reforzando. “Mariupol es y seguirá siendo ucraniana. Actualmente se está reforzando. Se han dislocado tropas de refuerzo, entre las que está la 1ª Brigada operativa de la Guardia Nacional”, escribía el 7 de septiembre.

Por parte de la milicia no dejan de llegar informaciones de que Kiev está enviando nuevas tropas a la zona de la “Operación antiterrorista”: En Debaltsevo han aparecido 32 nuevos tanques En la unidad de tanquistas de Artiomov, acompañando a la treintena de tanques han llegado 15 sistemas antiaéreos “Shilka”, 7 misiles “Tochka-U”, seis sistemas “Grad” y una unidad “Smerch”, informaron desde el Estado Mayor de la milicia, el 7 de septiembre.

Ambas partes se acusan mutuamente de estar violando el alto el fuego. Por ejemplo el 9 de septiembre, representantes de la RPD acusaban al ejército ucraniano de haber volado intencionadamente un puente al sur de la República de Donetsk. El Estado Mayor ucraniano, por su parte informaba de la violación del alto el fuego por parte de los milicianos en las localidades de Nizhnaya Krynka, Avdeyevka, Popasnoe, Nikishino, Mayorsk, Kirovskoe y Faschevka.

Tampoco podemos olvidar las recientes rimbombantes declaraciones del líder del “Bloque de Petro Poroshenko”, Yuri Lutsenko en las que afirmaba que Kiev habían alcanzado acuerdos con países de la OTAN para el suministro de armamento. Los representantes de los Órganos de Defensa occidentales desmintieron esa información, y el 9 de septiembre, el propio Lutsenko, afirmaba que no sabía de qué hablaba. Como dijo el presidente de la Duma, Serguei Naryshkin, al referirse a esta cuestión: “Cuando el rio suena…”

Las agresivas declaraciones de los políticos y la precaria situación en el Este, llevan a los expertos a hablar de que al Donbass le espera una nueva escalada del conflicto.
El experto militar Vladislav Shuryguin, considera que es algo que podría darse dentro de una semana.

·         Es vidente, que ninguna de las partes ha alcanzado los objetivos fijados durante el conflicto bélico, Kiev no ha podido establecer su control sobre las provincias rebeldes ni aplastar a lo que ellos denominan “formaciones armadas ilegales”. La RPL y RPD, tampoco han podido mantener todo el perímetro, ha perdido parte de su territorio y apenas estaban empezando a recuperarlo. Por eso ninguna de las partes está realmente interesada en la conclusión de la guerra. Se trata de una tregua temporal, para tomar aire y preparar la nueva etapa de las hostilidades militares.

¿Cuándo piensa que puede darse una nueva agudización de la confrontación?

·         Pienso que entre una semana y diez días.

¿Tan pronto?

·         Se da la circunstancia de que estamos en una situación que no se puede alargar mucho más. ES una carrera contra el tiempo, cada cual quiere movilizar a sus fuerzas e impedir que el adversario se refuerce.

¿A quién le ha venido mejor este respiro?

·         La tregua era más necesaria para Kiev, quien en la etapa anterior acababa de sufrir una derrota contundente sin obtener nada a cambio que no fuese enormes pérdidas. Por eso le era indispensable tomarse una pausa, para retirar todas las unidades vapuleadas. Ahora la parte ucraniana va a intentar tomarse la revancha. Para la milicia este alto el fuego no era tan necesario, aunque tampoco les ha venido mal tomarse un respiro. Para Rusia sí ha sido beneficioso, para demostrar que está a favor de la paz en la región y que hace todo lo posible para lograrlo.

¿Quién será el primero en romper el alto el fuego?

·         Lo más probable es que se dé una situación militar, en que una unidad tenga que entrar en combate. En realidad ya ahora hay enfrentamientos continuos, aunque de baja intensidad. Ambas partes, de momento se están conteniendo. Pero cuando llegue el momento propicio, aparecerá Poroshenko con el rostro sombrío y dirá que Ucrania ha hecho todo por mantener la paz, pero que le han impuesto la guerra, que los milicianos no atienden a razones, por lo que Kiev se ve obligado a reanudar las operaciones militares.

Aunque del mismo modo, tampoco excluyo en absoluto que sean los milicianos los que anuncien que se ven obligados a acometer operaciones militares que les han sido impuestas. En cualquier caso, tampoco es algo decisorio, es un casus belli. Occidente se agarrará a cualquier excusa para continuar su presión sobre Rusia.

¿En caso de que se reanuden las operaciones militares, podrán los países de la OTAN armar Kiev, como anunciara Yuri Lutsenko?

Occidente lleva ya tiempo suministrando todo tipo de pertrechos, cascos, chalecos antibala, medios de transporte. Lo siguiente será armamento, puesto que Ucrania casi ha agotado sus reservas y se está viendo obligada a echar mano de sus arsenales de armamento de 4ª o 5ª categoría. La UE comenzará a recopilar por toda la Europa Oriental los restos del armanento soviético, y los EEUU correrán con los gastos. Será un negocio muy rentable.

El que los países de la OTAN renieguen de las declaraciones de Lutsenko es comprensible. Nadie quiere que lo pillen fuera de juego y reconocer que están suministrando armamento a Ucrania, significa ponerse al Kremlin todavía más en su contra.

¿Cuánto podría durar esta nueva etapa de confrontación militar?

Ucrania no tiene fuerzas para una guerra prolongada. La etapa anterior duró dos meses, pero pasando por todas las etapas: desde un conflicto de baja intensidad, recurriendo a fuerzas semipoliciales y de castigo, para acabar en una guerra a gran escala, en la que Kiev ha sufrido una derrota sin paliativos. Ahora si están recibiendo nuevo armamento, puede que les dé para otro mes de combates, aunque todo dependerá del mando. Hasta la fecha la comandancia ucraniana ha demostrado su absoluta incompetencia y su “capacidad” para acabar con una enorme cantidad de sus propias tropas y armamento. Si se mantiene el mismo mando militar, todo podría acabar en tres semanas.

Pienso que la próxima tregua podría ser definitiva. Al acuerdo actual no ha fijado las fronteras de Novorossia, pero el próximo acuerdo de paz podría hacerlo.

El analista militar ucraniano Denis Selezniov, también se muestra convencido de que antes de que llegue el frio, Kiev acometerá un nuevo intento de aplastar a la milicia.

-Aunque no conozco al detalle la biografía de Shkiryak, recuerdo como hace unos años, aparecía en todas las vallas publicitarias de Kiev prometiendo unas calles limpias y unas vallas pintadas. No llego a entender cómo ha terminado en el ministerio del Interior. Es un embaucador, aunque no deja de representar el estado de ánimo de la institución que representa. Y si él anda haciendo esas declaraciones, significa que siguen pensado en la guerra y en la victoria. No es algo que pueda sorprendernos, puesto que la situación actual no satisface para nada a Kiev. Lo más probable es que antes de que llegue el frio, asistamos a un nuevo asalto de las operaciones militares, que podría comenzar antes de dos semanas.

¿Qué pueden estar planeando los militares ucranianos?

Más o menos está claro donde pasarán a la ofensiva. Intentarán cortar el avance de los milicianos en la zona de Mariupol, conquistar Telmanovo y abrirse paso hasta la frontera con Rusia. También lanzarán una ofensiva al norte de Lugansk, seguirán lanzando proyectiles contra la ciudad, volverán a intentar ocupar la zona de Metalist, pensando sobre todo en que allí los milicianos siguen siendo bastante débiles. El tercer frente sería en Debaltsevo: van a intentar mantener ese campo de operaciones y mantener todas las ciudades circundantes bajo su línea de fuego.

¿Hay alguna esperanza de que se conserve el conflicto tal y como está ahora?

La propaganda de guerra de los medios ha convencido a la gente de que es necesario continuar la guerra. La gente piensa, que allí se encuentra el ejército ruso, al que hay que aplastar, pulverizar. Durante todo el verano han estado alimentando a la población con promesas de una pronta victoria. Bajo la influencia de esos relatos victoriosos, en Kiev se han creído de verdad que se pueden imponer por la vía militar.

Sobre esa base política, han comenzado a avanzar, lanzando al combate sin descanso toda su gente y armamento. Si continúan recurriendo a esa táctica, podrían lograr algún éxito en determinados puntos. Por ejemplo, cortando el avance parcialmente de la milicia, y volver a sus posiciones de partida en Lugansk, ampliar su presencia frente a Donetsk y anunciar eso como una gran victoria, haciéndolo coincidir con las elecciones parlamentarias.

El problema es que con una nueva ofensiva así, Kiev podría quedarse sin ejército. O más exactamente, sin armamento pesado, y veríamos a los militares, en el mejor de los casos, montados en jeeps, como en Somalia. Kiev no ha llegado en realidad a tener una estrategia militar, han ido avanzando, lanzando todo lo que tenían.

¿Podría Kíev lograr un éxito duradero, en el caso de que lance una nueva ofensiva?

Si se deciden a lanzar una nueva ofensiva, perderán. Es algo que puede verse atendiendo a cómo ha finalizado la campaña anterior. Si para entonces los milicianos han conseguido acumular nuevas reservas, podrán lanzar una ofensiva sobre las regiones de Zaporozhie o Járkov. Al fin y al cabo, Kiev no solo tiene carencias en armamento, también en personal. Están concentrando fuerzas que ya han estado combatiendo los meses anteriores, como las brigadas 72 y 79. Están formando lo primero que tienen a mano. Pero detrás de estas tropas ya casi no hay nada. En caso de que cayesen en algún cerco y fuesen aniquiladas, los milicianos podrían elegir la región que quisieran para atacar.

No sé qué pasaría después. Probablemente una nueva crisis política, nuevas revueltas y la probable descomposición de Ucrania. Esta operación es la última oportunidad de Ucrania, pero no llego a entender en qué confían. Probablemente en que las operaciones militares se alarguen en el tiempo, entren en una fase de indefinición, llegue el invierno, ocurra algo.

¿Volviendo a la milicia, no podría ser que fueran ellos los que rompiesen la tregua?

No sería descartable. Algunos comandantes han mostrado su insatisfacción por el hecho de que la mitad del Donbass no esté en sus manos y en general se han mostrado en desacuerdo con los acuerdos alcanzados con Kiev. Ahora juegan con ventaja. Si antes Kiev contaba con una gran ventaja en el número de tropas, ahora esa correlación de fuerzas es como mucho del doble.

Y luego hay otra circunstancia más a tener en cuenta. Desde un comienzo, se trataba de que las tropas ucranianas se retirasen a una distancia determinada de las ciudades, como proponía Vladímir Putin. Pero lejos de hacerlo, han intentado, escudándose en la tregua, reforzar sus posiciones. Pienso que los milicianos están solo esperando el primer ataque por parte del ejército ucraniano.

¿Significa eso que excluye usted la posibilidad de nuevas negociaciones?

El problema está en que el actual plan de paz de Poroshenko en nada se diferencia del ultimátum que presentase en abril Turchinov al Donbass. Desde ese momento, el ejército ucraniano ha perdido, sin exagerar, la mitad de su armamento pesado. Pero incluso tras esas pérdidas, Poroshenko lanza un nuevo ultimátum, como su estuviésemos en abril. Esa política deja ver la disposición que hay a continuar la guerra. Ellos están convencidos de que pueden vencer, así que volverán a acometer otro intento.

El Redactor jefe de la revista “Defensa Nacional”, Igor Korótchenko, considera que Occidente también está interesado en la solución militar para el Donbass y seguirá ayudando a Kiev, con armamento ligero y pesado, aunque no con armas de alta precisión.

Todos los que defienden una postura normal, están por supuesto interesados en una tregua estable. Pero hay circunstancias capaces de que Kiev viole las obligaciones a las que se ha comprometido. A menudo es algo que ya estamos viendo por parte de determinados batallones que no están obedeciendo la orden de alto el fuego y se dedican a lo mismo que han venido haciendo: atacar objetivos civiles.

Poroshenko se ha visto obligado a negociar, porque Ucrania ha sufrido una notoria derrota militar. Pero no todos lo han aceptado. Está el “Partido de la guerra” empeñado en llevar a cabo la operación contra el Donbass. Ahí habría que incluir al Ministerio del Interior de Ucrania. Les recuerdo que la Guardia Nacional está bajo la dirección del ministro del Interior, por eso Avakov y sus consejeros no están interesados en la tregua. Necesitan la guerra.

¿Qué tiene que ocurrir para que en Kiev se imponga el “Partido de la paz”?

A decir verdad, ese “partido” no existe en Ucrania. Cuantos mayores sean los golpes que reciba el ejército ucraniano, mayor disposición habrá a negociar por parte del Kiev oficial. Esos golpes ya los han recibido, pero los responsables de los ministerios de fuerza insisten en la guerra. Solo una derrota a gran escala podría obligarles a aceptar la realidad en la que se encuentra Ucrania. El país se encuentra en un estado de descomposición, por el que la población civil deberá pagar un alto precio.

¿No puede Occidente influir en Kiev?

Occidente no influirá sobre Kiev, puesto que está interesado en una Ucrania unida, integra, que se convierta en un futuro en miembro de la OTAN. No necesitan una RPL y RPD con un estatus especial, quieren una operación militar lo más dura posible para acabar con la disidencia. Por supuesto que no van a combatir por Poroshenko, pero no van a cejar en empujarle por todos los medios posibles para que continúe la guerra. Otra cosa es que queden muy pocos recursos para continuar con la campaña militar.

¿Va Occidente a suministrar armas a Ucrania?

Ucrania ya está recibiendo por canales secretos, viejo armamento soviético de los países del antiguo Pacto de Varsovia. Esos envíos se están produciendo, pero nadie va a suministrar armamento moderno a Poroshenko, porque los militares ucranianos no saben utilizar el nuevo armamento de alta precisión. Apenas se las arreglan para manejar el armamento soviético de hace 30 años. Ya estamos viendo lo poco eficaz que es en sus manos ese armamento. Ucrania simplemente no está preparada para utilizar armamento moderno, no tiene ni los cuadros necesarios, ni la base material requerida.



*++

UNIÓN EUROPEA. ¿PARA ESTA COBACHA DE POLÍTICOS TRAIDORES Y CORRUPTOS SE VOTA AL PP - PSOE Y COLINDANTES?



La Comisión Europea rechaza la petición ciudadana de recoger firmas en contra del tratado comercial UE-Estados Unidos (TTIP)

#Acampadasol
Rebelión 
13.09.2014

La Comisión Europea rechaza la petición ciudadana de realizar una recogida de firmas en contra del tratado comercial UE-Estados Unidos (TTIP)

http://noalttip.blogspot.be/2014/09/la-comision-europea-rechaza-la-peticion.html

La campaña “No al Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión” acusa a la UE de intentar silenciar las voces opuestas a dicho acuerdo secreto
La Comisión Europea ha rechazado hoy la propuesta para realizar una Iniciativa Europea Ciudadana contra los acuerdos comerciales UE-Estados Unidos y UE- Canadá (conocido como TTIP y CETA, por sus siglas en inglés respectivamente). Esta decisión impide a la ciudadanía recoger un millón de firmas para obligar a la Comisión Europea a que revise su política comercial y a que se celebre una audiencia pública en el Parlamento Europeo sobre la materia.
Las negociaciones por parte la Unión Europea de dos peligrosos tratados con Estados Unidos y Canadá, a espaldas de la población, han provocado una fuerte oposición en Europa, los EE.UU. y Canadá. Porque estos tratados proporcionarían un poder sin precedentes a las empresas multinacionales y el capital financiero. Los riesgos serían: la pérdida de más de un millón de empleos directos, mayores recortes salariales, una ola de privatización de los servicios públicos y la eliminación de normas ambientales así como un ataque a los derechos de las y los trabajadores.
Para expresar esta oposición, una alianza de más de 230 movimientos sociales, sindicales y organizaciones ciudadanas que luchan por la justicia social y ambiental, de 20 países europeos, registró la Iniciativa Ciudadana Europea. El objetivo es contribuir a un debate público y democrático sobre las negociaciones y sus consecuencias. También se quería conseguir la suspensión de las negociaciones de los tratados UE-Estados Unidos y UE- Canadá.
La Iniciativa Ciudadana Europea es una de las pocas posibilidades para que la ciudadanía tenga el derecho formal de presentar peticiones sobre los procesos de toma de decisiones de la UE que a menudo son absolutamente antidemocráticos. La Iniciativa Ciudadana Europea debería recoger por lo menos un millón de firmas de 7 o más Estados de la UE para obligar a la Comisión a responder formalmente a su solicitud y realizar una audiencia pública en el Parlamento Europeo.
“La decisión de la Comisión Europea es escandalosa. Estos tratados comerciales ya se enfrentan a la oposición sin precedentes por su secretismo y opacidad, pero ahora se nos niega incluso el derecho de petición. Lo que muestra el carácter antidemocrático de las instituciones de la UE que solo representan el poder económico y financiero” denuncia la campaña “No al Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión”.
Pero advierten: “Nada podría mostrar mejor que estas negociaciones comerciales son un desastre para la democracia y la población. La oposición y el poder popular no temen al poder corporativo ni a las instituciones de la UE – vamos a luchar en contra de esta decisión, y vamos a derrotar a estos acuerdos comerciales”.

Se puede leer la negativa de la Comisión Europea de la Iniciativa Ciudadana Europea: http://ec.europa.eu/citizens-initiative/public/initiatives/non-registered/details/2041

PARA UNA ALTERNATIVA AL PP - PSOE

ESTUDIO INTRODUCTORIO AL TEXTO CLÁSICO:

1/5

Polanyi, Karl (1947): “Our Obsolete Market Mentality”, Commentary, número 3, páginas 109-117. Posteriormente reeditado en Dalton, George. (Ed.) (1968): Primitive, Archaic and Modern Economies. Essays of Karl Polanyi, Boston: Beacon Press, páginas 59-77.
Nuestra hegemónica mentalidad de mercado. Actualidad y límites (democráticos) del pensamiento político de Karl Polanyi.

Arturo Lahera Sánchez
Universidad Complutense de Madrid

En 1947 Karl Polanyi (1886-1964) publica en la revista Commentary1 el artículo “Our Obsolete Market Mentality”, en el que difunde sus propuestas de interpretación sobre el desarrollo de la sociedad de mercado recogidas en su obra más conocida y paradigmática (por su innovador enfoque sustantivista): The Great Transformation (1944). En ese artículo, recogido a continuación en una traducción original para este número de la revista Sociología Histórica, se sintetizan los principales argumentos del programa de investigación social, antropológica, económica y cultural de Polanyi, pero como un llamamiento de acción política, de pensamiento para la acción (Lahera Sánchez, 1999): esta vez, con la esperanza de que, tras la barbarie de la II Guerra Mundial, pero también de las experimentaciones sociales del New Deal estadounidense y de la planificación económica probada en el esfuerzo bélico, se estuviera comenzando a gestar una domesticación política de la esencia ‘destructora de la sociabilidad humana’ que había supuesto la estructuración social de la economía capitalista devenida en sociedad de mercado.

1 La revista Commentary fue fundada en 1945 por el American Jewish Committee, estando dedicada a la reflexión política y cultural, desde una perspectiva liberal en los Estados Unidos de América, es decir, izquierdista y antitotalitaria (antiestanilista), al menos durante sus primeras dos décadas de publicación, sustentando a partir de finales de la década de 1970 una perspectiva neoconservadora, que sigue defendiendo dominantemente en la actualidad, aunque de manera pluralista: Balint, B. (2010): Running Commentary: The Contentious Magazine that Transformed the Jewish Left into the Neoconservative Right, Nueva York: Public Affairs. Su último número publicado es de noviembre de 2013. SOCIOLOGÍA HISTÓRICA (SH)

Polanyi vuelve a comenzar señalando en este artículo el carácter ‘artificial’ de los valores del mercado, de la imposición disciplinaria de las instituciones culturales liberales que definen las prácticas económicas del capitalismo, sus instituciones económicas utilitaristas (individualismo, egoísmo, deseo ilimitado autónomo respecto a lo ‘social’…) y la gestión de la escasez como objeto único de los procesos económicos, como si toda posible organización económica de la producción, la circulación y el consumo de los bienes de sustento sólo pudieran serlo a través de la economía formalista del mercado (solipsismo económico). Frente a esta propuesta, su apuesta epistemológica es acercarse a través de un enfoque sustantivista a las formas de (integración y) organización de los procesos económicos realmente socializados e institucionalizados por diferentes sociedades y grupos sociales (Polanyi, 1994).

Enfatiza así su argumentación de que el análisis formalista de la teoría económica ortodoxa (clásica, neoclásica, marginalista… de la escasez) sólo sería veraz bajo sociedades que hubieran organizado sus procesos de obtención de sustento realmente mediante las instituciones económicas del mercado, por lo que no sería teórica ni empíricamente cierto que la única, natural (y divina), más eficiente y más ordenadamente pacífica forma de organizar las relaciones económicas de producción del sustento sea el mercado, junto con el comercio basado en la obtención del beneficio: recuperando multitud de ejemplos etnográficos e históricos en que el incentivo del hambre y el incentivo de la ganancia estaban proscritos o limitados socialmente, en el que las motivaciones para la producción y el consumo no estaban exclusiva o íntimamente basadas en racionalidades materiales sino en sistemas axiológicos y culturales orientados a la protección de la colectividad social frente a las relaciones agonísticas del mercado (como institución cultural).

A través de los ejemplos del sistema kraal de los kaffir, de la sociedad de los kwakiutl, del complejo intercambio kula de los trobriandeses, o de las propias experiencias monacales o feudales europeas, en “Nuestra obsoleta mentalidad de mercado” se desarrolla no únicamente una crítica metodológica sobre cómo abordar económica y antropológicamente los comportamientos para la producción y el consumo de los sujetos (enmarcados o embebidos en la estructura social), para su comprensión científica (el paradigma institucionalista de la propuesta sustantivista de Polanyi frente al paradigma formalista de la economía ortodoxa), sino que, lo que es mucho más importante en el objetivo de ese artículo, también permite defender que esas experiencias históricas y culturales no-mercantiles justifican empíricamente la posibilidad de organizar la economía y el orden social de manera (políticamente) alternativa

En definitiva, otra economía y otra sociedad son posibles, ya que, como demuestran esas formas históricas distintivas, “si las llamadas motivaciones económicas fueran naturales al ser humano, habríamos de juzgar a todas las sociedades antiguas y primitivas como absolutamente contranatura” (Polanyi, 1947: 112), lo que es empíricamente falaz para el propio Polanyi. La falacia económica de la universalidad atemporal y espacial de la forma de integración del mercado no sólo supone la victoria política de una ideología (del liberalismo del laissez-faire ), sino un intento de bloquear cualquier propuesta de reconstrucción de la sociabilidad humana y de los procesos culturales de la economía al margen del mercado, de desarrollar democráticamente una economía social alternativa (delimitada socialmente) que evitara la destrucción de la humanidad y de la naturaleza que, para Polanyi, había provocado la “herejía” y el “trauma” del mercado como origen de nuestro tiempo, como origen de la violencia totalitaria y de las guerras mundiales.

Esa herejía suponía para nuestro autor señalar la ingente cantidad de recursos políticos, económicos, empresariales, educativos, disciplinarios, violentos o represivos que habían sido necesarios históricamente, como explicitó en la La Gran Transformación (la creación forzada y violenta de mercados de trabajo), para socializar los valores asociados al mercado como institución, para hacer pasar como ‘natural’ una apuesta ideológica y cultural que ‘formateó’ un modelo de pensamiento (y de prácticas cotidianas) interiorizado educativamente, socializado como consciencia colectiva basada en una dominante y hegemónica mentalidad de mercado (“el hambre y la ganancia entronizadas”).

Desvelar la construcción e imposición política o disciplinaria del mercado se configura así, también en este artículo, como la principal apuesta científica de Karl Polanyi para abogar por un proceso político de socialización alternativa de una organización socioeconómica que permitiera superar los desastres del mercado, la violencia social, la desigualdad del capitalismo liberal industrial (“la civilización industrial todavía puede destruir al ser humano”, Polanyi, 1947:

Es imprescindible no desestimar las perspectivas críticas a la obra de Polanyi, que señalan su ‘romanticismo’ e ‘idealización’ de las sociedades y humanos ‘primitivos’, en las que se minimiza el conflicto social, la agresividad, la violencia, el sexismo, la crueldad, el belicismo, la superstición…: el buenismo rosseauniano de su (obsoleta) mentalidad anti-mercado (Cook, 1966: 68). Véase también la recensión de una nueva edición de The Great Transformation: Clark, G.: “Reconsiderations: The Great Transformation by Karl Polanyi”, en The New York Sun, 4 de junio de 2008. SOCIOLOGÍA HISTÓRICA (SH)

Se trata de lograr políticamente la obsolescencia de la mentalidad de mercado, de su sustento exclusivo en el materialismo como única (sesgada y falsa) explicación (liberal y marxista) de las prácticas de los sujetos: “el ser humano no es un ser económico, sino social. No pretende salvaguardar su interés individual en adquisición de posesiones materiales, sino más bien asegurar una benevolencia social, un estatus social y recursos sociales” (Polanyi, 1947: 112). El objetivo político sería dejar de forjar nuestros pensamientos y valores en el molde de la innovación que supuso la socialización de la mentalidad del mercado, de encontrar un nuevo modelo de pensamiento (como reza el subtítulo del texto que ahora presentamos), una nueva moral sobre la que construir una nueva sociedad y, por tanto, una nueva economía, nuevas instituciones (culturales) económicas: “Nosotros mismos nos encontramos anquilosados por la herencia de una economía de mercado que nos ha transmitido perspectivas simplificadas de la función y el rol del sistema económico en una sociedad. Para que la crisis pueda ser derrotada, deberíamos recuperar una visión más realista del mundo humano y dar forma a nuestros objetivos comunes a la luz de ese reconocimiento” (Polanyi, 1947: 109).


*++

UCRANIA: LOS MISMOS QUE NOS MIENTEN DE AQUÍ NOS MIENTEN DE UCRANIA

LAS DOCE CLAUSULAS DE LA TRAICIÓN


Mikhail Belyaev
Sociología Crítica
13.09.2014

¿Alguna vez se han preguntado cómo luce una traición completa e incondicional? ¿Cómo luce un cuchillo cuando esta sujetado por una mano firme entre medio de los omóplatos en un abrazo amistoso? ¿Cómo luce el veneno cuando es mezclado en un vaso con agua que se le da a un hombre muriendo de sed? Pues resulta que, todo esto parece mucho más ordinario y prosaico de lo que incluso la imaginación humana más pobre y empobrecida podría retratar. Pues resulta que, la traición es simplemente dos hojas de papel con una fila de firmas al final de una columna de párrafos enumerados.

El texto publicado del acuerdo de alto al fuego firmado en Minsk es como realmente luce una traición. La traición de todo aquello por lo que los milicianos de Novorrusia lucharon y murieron. La traición de Novorrusia en si misma, porque, basado en el texto, no hay lugar vislumbrado para Novorrusia, para los milicianos o algún “estatus especial” para las Repúblicas Democráticas.

Todo lo que este denominado acuerdo de alto al fuego otorga es una estatus temporal de auto-gobierno local en ciertas áreas de las regiones de Donetsk y Luganks. Incluso eso esta condicionado a la eliminación completa de la milicia y la liberación de los prisioneros de guerra ucranianos. Mas aun, los milicianos esta obligados no solo a deponer las armas, sino también a dejar el territorio ucraniano. A cambio, Ucrania promete amnistía a las partes del conflicto, dialogo nacional, y ciertas medidas encaminadas a mejorar la situación humanitaria en Donbass. La RPL y la RPD no son siquiera mencionadas en el texto del acuerdo, y sus representantes lo han firmado sin ningún titulo o rango.

¿Independencia y condición de Estado? ¿Novorrusia? Un estatus especial temporal en ciertas áreas de las regiones de Donetsk y Luganks — eso es todo lo que tiene Novorrusia de independiente. Allí esta toda su libertad y soberanía. Podras escribir esas palabras miles de veces, imprimirlas, y luego empujarlas por la garganta. En cualquier caso, muerte por estrangulación es mucho mejor que muerte por vergüenza. Ucrania ni siquiera pretende dar autonomía a las Repúblicas Populares. Ni siquiera se digno en mencionar esas Repúblicas en el acuerdo. Auto gobierno temporal en ciertas áreas — esa es la extensión de la generosidad ucraniana para la Donbass rebelde.

¿Los milicianos? De acuerdo con el acuerdo ellos ahora son exiliados y deben dejar Donbass. Por siempre. Sí, la parte ucraniana misericordiosa se compromete a perdonarlos y no enjuiciarlos penalmente. Pero sólo después de deponer las armas y alejarse del territorio de Ucrania. Después de todo, según el acuerdo, todas las formaciones militares ilegales (es decir la milicia) deben ser retiradas inmediatamente más allá de las fronteras de Ucrania.

¿Los prisioneros de Guerra? Solo la milicia esta obligada a liberarlos. El texto del acuerdo solo se refiere a los rehenes y las personas detenidas ilegalmente, y, desde el punto de vista de la Ley Ucraniana, la detención de los milicianos es perfectamente legal. Como con los terroristas. Después de todo, esta es la etiqueta que el estado ucraniano les ha colocado.

Esto no es siquiera el nuevo Khasavyurt. Por lo menos de conformidad con el Acuerdo de Khasavyurt, Rusia no se comprometió a formar parte de la República Chechena de Ichkeria y no acordó expulsar su propio ejército del país. Este acuerdo es algo incomprensible y más allá de los límites; sigue siendo un misterio en cuanto a cómo los representantes de Novorrusia podrían haber firmado esta obra maestra de la arrogancia y la vanidad de Ucrania.

Cumplir con este acuerdo es escupir-lascivamente y con gran deleite en el rostro de cada miliciano y civiles asesinado en el conflicto; escupir en la cara de los que fueron quemados vivos en la Casa de los Sindicatos de Odessa ; escupir en la cara de la “Madonna de Gorlovka” y su hijo asesinado; escupir en la cara de todos los que han quedado discapacitados, todos los que, en su mejor momento, se quedaron sin brazos, sin piernas, sin ojos, todos los que hasta el final de sus días ahora están lisiados a causa de esta guerra. Y entonces, es escupir en la cara de los que vivían en los hogares devastados por la artillería y la fuerza aérea ucraniana. Todos aquellos que perdieron sus medios de vida, el techo sobre sus cabezas y sus vidas familiares. Todos aquellos que lo perdieron todo durante varios largos meses enterrando amigos, familiares y seres queridos —enterrando a sus maridos y a sus hijos. Los que no vivieron, pero sobrevivieron, después de la guerra que estalló en su tierra.

Si, la paz se necesita. Se necesita para ambas Novorrusia y Ucrania. Esta guerra ha cobrado demasiadas vidas y traído demasiado sufrimiento. Pero, lo que se necesita es una tratado de paz de verdad y la subsecuente división en dos Estados separados. Y los documentos firmados en Minsk no representan un tratado de paz. Estos contienen un acto de rendición incondicional que no tiene otro análogo en el mundo que no sea la anexión de un bando derrotado.

Así que con mucha esperanza de que este acuerdo sea ignorado en las lineas del frente —que esto sea olvidado como con una pesadilla, y Novorrusia continué su lucha. Una lucha por paz real, hasta que la libertad y la independencia estén aseguradas. Después de todo, haciendo honor de este acuerdo Novorrusia, con sus propias manos, comete suicidio.

*++