Pensaba yo que no pero ha
resultado que sí, que el ministro del PP antes que de Hacienda, señor Montoro,
es más chulo que un ocho y tiene verdadera madera de verdulera a prueba de
cañón. En lo de su preparación intelectual y de responsabilidad política yo no
entro, porque la verdad, es que no se la veo por ningún lado, y entretenernos
en valorar lo que no existe además de perder el tiempo, es tontería.
Discernir entre lo que es
público, o sea de todos los españoles, y lo que es privado, requiere una cierta
capacidad intelectual, que ya digo no es el caso. Y esto lo digo con todo el
amor de los amores y toda la consideración considerada hacia el señor Montoro,
ministro del PP antes que de Hacienda, por que si le supusiera un mínimo de
capacidad intelectual y una chispitilla de responsabilidad política, no tendría
mas remedio que decirle que es un potencial delincuente, porque hasta que un
tribunal no sentencie en tal sentido todos somos inocentes, incluido el señor
Montoro, porque los instrumentos de poder
que el Estado pone en sus manos no los puede utilizar para rentabilidades
políticas propias, como si es el caso.
Los inspectores y técnicos de
Hacienda que son muy comedidos y muy escrupulosos en la utilización del
lenguaje, como deber ser, dicen que el ministro del PP antes que de Hacienda,
señor Montoro, está bordeando la ley al airear datos reservados de los
contribuyentes. Contribuyentes que coinciden, ¡vaya por Dios!, con sus adversarios
políticos.
Si yo que no tengo nada ni de
inspector ni de técnico de Hacienda, y además tampoco quiero serlo, que es lo
más grave, o sea, que no soy nada comedido y trato el lenguaje a zurriagazo
limpio, traduzco la semántica de ellos al caso corriente y moliente del roba
gallinas, llego a la conclusión de que este antes de robar la gallina lo
primero que hace es “bordear” la tapia del corral para saltarla, o sea, ¡Ja, primo,
mismamente como el Montorico!
El Congreso de los Diputados que
para el caso es un corral, grande y por lo fino, o sea, como un salón de lujo,
en el que la inmensa mayoría de sus Señorías (las Suyas, no las mías) lucen su
escaso bagaje intelectual y hacen gala de sus respectivas simplezas mentales y
malas artes, el ministro del PP antes que de Hacienda, el señor Montoro, el que
bordea la ley antes de emprenderla a botijazos entre vomitina y vomitina, dijo
: “No estoy teorizando. No estoy lanzando veladas amenazas. Estoy diciéndole a
la sociedad que hay grupos políticos que no pagan fielmente los impuestos que
deberían pagar”, decir, que Montoro sabe que hay defraudadores fiscales (cosa
que ya sabíamos antes de que él dijera nada).
Sacándole algo de punta,
tampoco mucha, a esta afirmación de Montoro, no es difícil llegar a la conclusión de que conoce a quien
delinque pero no hace nada por detenerlo, lo cual, creo yo, es colaborar con el
delincuente, lo que por otra parte tampoco es que tenga mucho de particular,
puesto que el gobierno de Mariano Rajoy fue el primero en establecer una amnistía
fiscal en 2010 para que los delincuentes que habían defraudado a la Hacienda (entre
otros, el delincuente Bárcenas que durante 20 años campeó por las entrañas
jefaturizadas del PP sin que nadie se entera de que estaba trampeando, pagarán
menos para salvar lo defraudado.
Y todavía se entiende mucho
mejor que Montoro diga que sabe quién delinque, pero sin decir sus nombres y sin hacer nada para
que el delincuente pague lo que deba pagar, si tiramos más por lo derecho y al
bulto como es el caso de la financiación (ilegal con dinero negro que te quiero
negro con sobre sobre sobres llenaditos de dineros color castaño oscuro tirando
a negro) de la sede el PP en Madrid. Y
no es que lo diga yo, sino que lo dicen jueces y fiscales, además de Bárcenas, que
de lo delincuencial del PP sabe un rato.
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