La ONU lanza nuevas alertas
por hambre en América Central y Haití
Por | 06/06/2023 | América
Latina y Caribe
Fuentes: Rebelión
Haití está en el máximo nivel de alerta por hambre, y El Salvador,
Guatemala, Honduras y Nicaragua suman “puntos críticos” de inseguridad
alimentaria, alertaron el 29 de mayo agencias de las Naciones Unidas en un
nuevo informe sobre la expansión de esa calamidad en varias regiones del globo.
Los conflictos,
los eventos climáticos extremos y las crisis económicas empujan a más y más
comunidades a situaciones de hambre, indica el reporte de la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
La inseguridad
alimentaria aguda –un paso antes de la hambruna- aumenta en escala y gravedad
en 18 puntos del planeta. Haití, Afganistán, Somalia y Yemen se encuentran en
el máximo nivel de alerta, en tanto que El Salvador, Guatemala, Honduras y
Nicaragua se consideran “puntos críticos”.
El número de
países con poblaciones hambrientas se eleva ahora a 22 y la FAO y el PMA urgen
a una acción internacional inmediata para salvar vidas y medios de subsistencia
en los lugares donde se prevé un empeoramiento del hambre aguda de junio a
noviembre de este año.
Qu Dongyu,
director general de la FAO, dijo que “debemos echar a andar intervenciones
agrícolas inmediatas y urgentes para ayudar a quienes están al borde del hambre
a reconstruir sus vidas, además de encontrar soluciones a largo plazo para
abordar las causas profundas de la inseguridad alimentaria”.
Por su parte,
la directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain, señaló que en la actualidad no
sólo hay más personas en más lugares del mundo pasando hambre, sino que su
agudeza es peor que nunca.
“Este informe
es claro: debemos actuar ahora para salvar vidas, ayudar a las personas a
adaptarse al cambio climático y prevenir la hambruna. Si no lo hacemos, los
resultados serán catastróficos”, recalcó McCain.
El informe
indica que, según los meteorólogos, hay 82 % de probabilidades de que el
fenómeno El Niño –aire caliente sobre Pacífico oriental, lo que altera ciclos y
dureza de lluvias y sequías en varias regiones del globo- se presente a
mediados de 2023, lo que tendría implicaciones preocupantes en varios puntos
críticos.
El Corredor
Seco de América Central –sobre todo en el norte del istmo- sería una de las
zonas que sufrirían con lluvias por debajo del promedio, y los eventos extremos
alcanzarían también a partes del Sahel (cinturón semiárido que cruza el centro
del continente africano) y el oriental Cuerno de África.
La FAO y el PMA
mantienen a Afganistán, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen en el nivel de
alerta de hambre más alto, en tanto que Haití, Burkina Faso, Malí y Sudán
fueron elevados al nivel más alto de preocupación.
Todos los
“puntos críticos” de nivel superior tienen comunidades que enfrentan o corren
el riesgo de hambruna o de caer en condiciones catastróficas. Esos lugares
requieren la atención más urgente, según el informe.
En Haití, país
de 12 millones de habitantes cruzado por múltiples crisis, casi cinco millones
de personas sufren “altos niveles de inseguridad alimentaria aguda”, según la
FAO, y de ellas 1,8 millones deben situarse en situación de emergencia.
El país sufre
los efectos socioeconómicos de la pandemia covid-19, los de la guerra en
Ucrania, un brote de cólera, fenómenos extremos como huracanes, inundaciones y
terremotos, y la violencia de las bandas y grupos armados que amenaza la
seguridad de las comunidades y dificulta su acceso a insumos agrícolas y
alimentos.
Otra crisis
destacada en el informe es la de Sudán, donde el conflicto armado por el poder
desde mediados de abril ha provocado desplazamientos masivos y hambre entre
quienes abandonaron sus hogares en busca de refugio y quienes los acogen.
Más de un
millón de personas han huido al exterior y otros 2,5 millones dentro de ese
país de 46 millones de habitantes enfrentarán hambre aguda en los próximos
meses.
Sudán ya acogía
a más de un millón de refugiados de naciones vecinas, y si el conflicto
persiste es probable que cientos de miles regresen a sus países de origen,
muchos de los cuales ya están luchando con crisis de refugiados prolongadas y con
fondos insuficientes, agravadas por problemas sociales, políticos y económicos.
Las rutas de
suministro hacia y desde Puerto Sudán, en el mar Rojo, son interrumpidas por la
inseguridad. Esas interrupciones harán escalar los precios y agotar las
reservas de divisas en varios países, particularmente en Sudán del Sur, que
también depende de esa terminal portuaria para su comercio.
El reporte
recuerda que las catástrofes meteorológicas y climáticas -inundaciones
extremas, calor y sequía- afectaron a millones de personas y costaron miles de
millones de dólares en 2022, al intensificarse los signos reveladores y los
efectos del cambio climático.
Entre los
riesgos socioeconómicos, persisten las consecuencias de la covid-19 y el
impacto de la guerra en Ucrania.
Finalmente, los
precios de los alimentos previsiblemente se mantendrán altos en los próximos
meses y se proyecta una recesión económica mundial en medio de un
endurecimiento monetario en los países de ingresos altos, lo que aumentará el
costo del crédito, debilitará las monedas locales y exacerbará aún más la
crisis de la deuda.