lunes, 22 de julio de 2013

MARIANO RAJOY, ESTAS MAS ACABAO QUE ANTONIO MACHIN, DIMISIÓN, FARSANTE


RAJOY CAE, LA DEMOCRACIA NO HA LLEGADO

Madrilonia
REBELION
 20-07-2013

Dos imágenes pueden servirnos para anunciar el actual cambio de fase institucional. Las sucesivas portadas de el periódico El Mundo sobre Baácenas que culminan en la colección de SMS enviados por Mariano Rajoy; y la declaración de Rubalcaba en la que declara la ruptura con el gobierno y pide a Rajoy que dimita, todo ello acompañado con una posible (si bien apenas anunciada) moción de censura.

En este momento es transparente para cualquiera que el gobierno, si no todo el aparato del Estado, es una institución-mafia que sostiene no sólo al Partido Popular, amén del resto del arco electoral, sino también todo un modelo económico ligado directamente al boom inmobiliario y sus intereses. Si abrimos un poco la mirada y atendemos al caso de los EREs andaluces vemos este modelo de institución-mafia sostenido en este caso sobre las ayudas públicas y las redes clientelares vinculadas al sindicato UGT. Algo similar podríamos hacer con el caso Palau, etc. Hablar de corrupción como un fenómeno particular, aislado, sin conexión con las formas de gobierno de los últimos 35 años y en concreto de la expansión del ciclo inmobiliario es, simplemente, falso. En todos los casos, se trata de formas de gobernabilidad apuntaladas en el territorio y que hoy están sometidas a la implosión interna y el acoso externo.

Esta aceleración de la crisis institucional es fruto de, al menos, cuatro factores. En primer lugar, la creciente preocupación en las élites del país para encontrar recambios y nuevas narrativas que sean capaces de servir a la recomposición de los consensos sociales; una capacidad hoy por hoy arruinada. El segundo es el enfrentamiento entre dichas élites por ocupar un lugar en ese nuevo marco narrativo de la “regeneración democrática”. El tercero tiene que ver con la «independencia», siempre parcial, de la magistratura, en relación con las acusaciones populares o partidistas así como el papel de determinados jueces y juezas. Y el cuarto y más importante, es la presión constante, creativa y desbordante de la gente en las redes y en la calle sea en forma de «Rodea el Congreso», sea mediante toma de viviendas o escraches, Mareas, etc.

De esos cuatro factores sólo el que se desarrolla en las calles, las redes y las plazas tiene capacidad real de impulsar la discusión sobre un nuevo marco democrático capaz de superar del régimen del 78. Dicho de otra forma, los elementos de «regeneración democrática» que hoy se colocan encima de la mesa apuntan más bien a un intercambio de caras dentro de una misma élite. Nos proponen un escenario de control interno de la corrupción dónde habrá, es probable, más transparencia, pero no vivienda; dónde los políticos responderán por sus casos de corrupción, pero sin un sistema de sanidad o una educación realmente universales y públicos; y, sobre todo, dónde los avances en términos de democracia real directa y participada seguirán siendo subsidiarios al pago de la deuda.

La caída de Rajoy, que políticamente puede conjugarse ya en tiempo pasado, es una buena noticia, como lo son todos los momentos en los que el régimen político expone abiertamente su fragilidad, pero la democracia no está aquí todavía. Sus enemigos, el actual bloque de poder, van a tratar de esquivarla, una vez más, acelerando los tiempos de la recomposición.

Más organización social, más presión del abajo hacia el arriba, más conexiones entre los espacios, más desborde, han sido los elementos de toda esta fase destituyente. Lo que viene ahora es el desafío de la revolución democrática hecha por la gente, desde la gente, sin mediadores, sin tutelas.

Ya hemos demostrado que podemos. Se acercan tiempos interesantes.

Fuente: http://madrilonia.org/2013/07/rajoy-cae-la-democracia-no-ha-llegado-todavia/ 

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MARIANO RAJOY, MAFIOSÍN DESPISTADETE, DIMISIÓN


LAS FACCIONES DE LA MAFIA PEPERA SE AJUSTAN CUENTAS 

(Personal del PP con trajes de faena nacional)

ALERTADIGITAL.COM 
22.07.2013

Por Enrique de Diego.- Adelanté desde Alerta Digital que estamos ante el caso PP y que el PP había entrado en un proceso autodestructivo. El proceso es muy acelerado. Ya es un clamor que se ha pasado del caso Bárcenas al caso PP y es una evidencia que primero José María Aznar, y luego Esperanza Aguirre están en la demolición de Rajoy. 

Pedro J Ramírez no ha aportado mucho más respecto a lo publicado por el diario El País, aunque sí ha presentado parte de los originales de la contabilidad, lo que desmonta el estúpido argumentario del PP de que se trataba de “meras fotocopias” y luego ha dado algunos detalles del modus operandi de la trama corrupta de Génova, porque, pequeño detalle, Bárcenas era ni más ni menos que el gerente y tesorero del PP durante veinte años, al que el PP elogió en comunicado oficial como “profesional ejemplar”..

La relevancia de que Pedro J Ramírez haya entrado en liza es que es público su alineamiento con Esperanza Aguirre, de cuyo aparato de propaganda forma parte El Mundo, junto con Federico Jiménez Losantos y una Intereconomía desahuciada de su sede y los estadios últimos de su demolición. Pedro J Ramírez no ha tenido un arrebato de ética, ni de regeneración, sino que su ataque viene después de reiteradas peticiones de ayudas públicas para la prensa, que han sido negadas. Y ello en medio de una crisis pavorosa de Unidad Editorial. Se trata, pues, en el vomitivo esquema de la casta parasitaria, de un ajuste de cuentas interno, de lucha entre facciones por un negocio menguante. Incluso es probable que Pedro J esté intentando blindarse ante los requerimientos cada vez más apremiantes de sus socios italianos respecto a una mejora de los resultados de la empresa que vive de ERE en ERE, con las cuentas como un agujero negro de pérdidas constantes.

El beneficioso efecto de demolición de Rajoy, el PP y el sistema, no evita mostrar la obviedad del interés manifiesto de esta pugna entre la mafia pepera, que deteriora a todos como las cruentas guerras entre familias mafiosas. Por de pronto, Aznar no queda fuera de sospecha sino que cae por completo dentro de ella, pues el sistema de sobres –Rajoy los recibía en cajas de puros habanos, detalle propio de El Padrino- se inició con Aznar y se hacía entre los miembros más destacados de sus Gobiernos. Quedan tocados, sino hundidos, destacados miembros del sector esperancista como Ángel Acebes o Jaime Mayor Oreja. Es una indignidad añadida que los dirigentes del PP se corrompieran mientras los etarras asesinaban a Miguel Ángel Blanco por militar y defender unas siglas tan corruptas. 

A rebufo de Pedro J, como era previsible, ha entrado en tromba Esperanza Aguirre que, la pobre, no está para tirar la primera piedra. La expresidenta de la Comunidad de Madrid –donde nació y creció Gürtel, Esperanza es la madre nutricia de la corrupción pepera- no abre boca en los órganos nacionales y se reserva para su territorio, cuando está rodeada de sus fieles, en la ejecutiva de Madrid. Un gesto de cobardía impropio de una presunta lideresa.

Aunque Esperanza Aguirre resulta demoledora para un autista y silente Rajoy, en su función de antilíder, cuando los indicios de su corrupción personal adquieren dimensiones de certeza, la facción esperancista tiene demasiado lastre en las alas para engañar a estas alturas a nadie. Esperanza Aguirre accedió al poder en la ola negra de corrupción del tamayazo y, como he indicado, es la madre nutricia de la cloaca gurteliana. Donde tomó cuerpo la trama corrupta fue en pueblos como Boadilla del Monte, Pozuelo de Alarcón, Majadahonda, Guadarrama, Galapagar y toda la sierra norte de Madrid, directamente controlada, a las órdenes de Esperanza Aguirre, y de los Aznar-Botella, por la actual delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, con un control absoluto de las listas electorales. Esperanza Aguirre echó a un alcalde honrado de Pozuelo –el sistema ha perseguido y expulsado a los honrados- para poner a Jesús Sepúlveda, el exesposo de Ana Mato, pieza clave entonces del partido y de Gürtel. Es escándalo reciente que la Comunidad de Madrid financió campañas electorales del PP, que esas campañas las organizaba Gürtel, que en ellas estaban implicados hasta tres consejeros de Esperanza Aguirre, que también hubo pagos de actos madrileños desde la trama levantina. Que el nivel de corrupción ha sido tan alto en el Gobierno de Esperanza Aguirre que los vicepresidentes se espiaban para ver si se quitaban el uno al otro los clientes de las mordidas. Añádase que todo el Consejo de Administración de CajaMadrid y Bankia fue nombrado por Esperanza Aguirre, con los conocidos efectos de saqueo y estafa de las preferentes o los detalles nepóticos de colocar a su benjamín como asesor del Ministerio de Economía y a su hermana como asesora del Ayuntamiento madrileño, o el nivel abrumador de corrupción en las llamas privatizaciones –se construyen hospitales con dinero de todos y luego se entregan a los amigos a precio de saldo-, para comprender que si se trata de pedir perdón Esperanza Aguirre necesitaría más vidas que una gata para llegar a un saldo equilibrado. 

Los lacayos de Rajoy tras defender a Bárcenas, tras repetir lo de las fotocopias como un estribillo estridente y gastado, ahora la emprenden contra el tesorero como si hubiera sido un infiltrado. El aparato de propaganda de Esperanza Aguirre también hace aguas. El agónico final de Intereconomía obligada a abandonar su sede por desahucio, tras reiterados impagos, con unos trabajadores que no cobran desde hace seis meses, reducidos al nivel de los esclavos, abre una brecha importante, que dañará al mantenido Losantos, en su parasitismo de Intereconomía y del trabajo esclavo. Pedro J está celebrando su propio entierro vikingo con Bárcenas en su pira funeraria. Hay algo estomagante y nauseabundo en este ajuste de cuentas con navajas cabriteras enmohecidas, en el que la mierda removida lo es a manos de la impostura y con dosis superlativas de cinismo e hipocresía. El sistema está muerto y la lucha es cruenta por los botes salvavidas. El PP se autodestruye, pues, con virulencia, sin estética ni decencia. 

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