martes, 31 de octubre de 2023

Más de un centenar de entidades agrarias, científicas y ecologistas reclaman al Gobierno leyes ambiciosas contra plaguicidas como el glifosato

 

Tercerainformacion / 31.10.2023

  • El próximo viernes, 3 de noviembre, se llevará a cabo una concentración y posterior entrega de una carta en el Ministerio de Agricultura para instar al Gobierno a que negocie en Bruselas un marco normativo robusto y ambicioso de reducción del uso e impacto de plaguicidas en el campo.
  • En la concentración se podrá hacer entrevistas a las y los portavoces de las organizaciones presentes, entre ellas Ecologistas en Acción.



Noviembre es un mes decisivo en lo que al futuro de plaguicidas se refiere. Por un lado, la Unión Europea decidirá si sale adelante —y en qué condiciones— la propuesta de Reglamento sobre Uso Sostenible de Plaguicidas. Su aprobación supondría la obligatoriedad de que los Estados miembros reduzcan el uso y el riesgo de estos químicos sintéticos en un 50 %, así como el uso de los más peligrosos en un 50 %, para 2030.

Por otro lado, se votará la propuesta de la Comisión Europea de renovar durante 10 años más la utilización de uno de los pesticidas más usados, el glifosato, calificado como “sustancia probablemente cancerígena” por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

España, que ocupa la presidencia del Consejo de la Unión hasta final de año, tiene la oportunidad de utilizar toda su influencia política para cerrar la puerta a este polémico herbicida, calificado como “sustancia probablemente cancerígena” por la OMS; y para que la normativa sobre pesticidas vea la luz en 2024.

Por todo ello, el próximo viernes, 3 de noviembre, se realizará una concentración frente al Ministerio de Agricultura para hacer entrega de una carta en la que se le insta a negociar en Bruselas un marco normativo robusto y ambicioso de reducción del uso e impacto de plaguicidas en el campo. Además, se le solicita que vote en contra de la propuesta europea de prorrogar el uso del glifosato durante otros 10 años más. También se presentará el manifiesto «La plaga de los plaguicidas», con un decálogo de propuestas concretas para fomentar una transición justa, sin dejar a nadie atrás.

¿Qué? Concentración y entrega de una carta en el Ministerio de Agricultura.

¿Cuándo? Viernes 3 de noviembre, a las 10:30 horas.

¿Dónde? Frente a la entrada principal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (paseo de la Infanta Isabel, 1, Madrid).

¿Quién? Las promotoras del manifiesto acuden en representación de las entidades firmantes y atenderán a los medios.

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La policrisis, de nuevo

 

El capitalismo ha entrado en una nueva fase, la de la policrisis. Cambio climático, aumento de la desigualdad, inflación, crecimiento imparable de la deuda… y ahora la guinda: la Inteligencia Artificial, de efectos aún difíciles de estimar.


La policrisis, de nuevo



Michael Roberts

 El Viejo Topo

31 octubre, 2023 



A principios de este año, escribí una nota sobre porqué el modo de producción capitalista atraviesa lo que algunos llaman una «policrisis», con varias crisis: económicas (inflación y recesión); ambientales (climática y pandemia); y geopolíticas (guerras y divisiones internacionales) que se han acumulado a principios del siglo XXI. La policrisis, la nueva palabra de moda en la izquierda, es en muchos aspectos similar a mi propia descripción de las contradicciones de la Larga Depresión de la década de 2010 que tienen que llegar a un punto crítico en la década de 2020.

Cuando las principales agencias económicas internacionales, el FMI y el Banco Mundial, se han reunido en Marrakech hace unos días, vale la pena actualizar lo que está sucediendo con estas tendencias o contradicciones que constituyen la policrisis del capitalismo.

Comencemos con el clima y el calentamiento global. Las temperaturas globales han aumentado a un nuevo récord en septiembre por un gran margen. Los científicos del Servicio de Cambio Climático de Copérnico han declarado que 2023 puede ser el año más caluroso registrado, después de que la temperatura global promedio en septiembre fuera de 1,75 grados C superior que en el período preindustrial de 1850-1900, antes de que el cambio climático inducido por el hombre comenzara a tener efectos.


El septiembre más caluroso registrado sigue al agosto más caluroso y al julio más caluroso, siendo este último el mes más caluroso jamás registrado. Septiembre de 2023 batió el récord anterior de ese mes por 0,5 °C, el mayor aumento de temperatura jamás visto. Este calor récord es el resultado de los altos niveles continuos de emisiones de dióxido de carbono combinados con un rápido cambio del fenómeno climático natural más grande del planeta, El Niño. Y este «mes extremo» probablemente ha hecho que 2023 tenga el «dudoso honor de ocupar el primer lugar» como el año más caluroso de la historia, con temperaturas de alrededor de 1,4 °C por encima de las temperaturas medias preindustriales.

El mundo está muy alejado de la hoja de ruta para hacer frente al cambio climático y sigue encaminado hacia un aumento de la temperatura de hasta 2,6 °C y debe tomar medidas urgentes, según la UNCTAD en su último informe sobre la economía global. La UNCTAD afirma que los países necesitaban ser «más ambiciosos en sus medidas» y establecer «objetivos más ambiciosos» para reducir las emisiones hasta el 43 por ciento requerido para 2030 y en un 60 por ciento para 2035 en comparación con los niveles de 2019, con el fin de evitar las terribles consecuencias de un planeta más cálido. Esto requeriría una transformación «radical» de los sistemas en todos los sectores, incluido un impulso a la energía renovable, la eliminación del uso de todos los combustibles fósiles sin las emisiones capturadas, la reducción del metano y otros gases de efecto invernadero, la eliminación de la deforestación y la mejora de la eficiencia energética.

Nada de esto está sucediendo en la medida necesaria. La Agencia Internacional de Energía (AIE) dice que la demanda de combustibles fósiles debe caer en más del 25 % para 2030 y en un 80 % en 2050. Y para 2035, las emisiones deben disminuir en un 80 % en las economías avanzadas y en un 60 % en los mercados emergentes y en las economías en desarrollo en comparación con el nivel de 2022. Pero las contribuciones actuales determinadas a nivel nacional no están en línea con las promesas de cero emisiones netas de los propios países, y esas promesas no son suficientes para poner al mundo en camino hacia unas emisiones netas cero para 2050. La «brecha de emisiones» consistente con la limitación del calentamiento a 1,5 °C en 2030 fue hasta 24.000 millones de toneladas superior a lo que debe ser.


La financiación mundial para la acción climática alcanzó alrededor de 803.000 millones de dólares anuales en 2019-20, menos de una quinta parte de la inversión anual estimada de 4 billones de dólares en tecnología de energía limpia necesaria para limitar los aumentos de temperatura a 2 °C o 1,5 °C. Mientras tanto, los subsidios mundiales a los combustibles fósiles han alcanzado un máximo histórico de 7.000 millones de dólares en 2022, estima el FMI. Según el estudio del FMI, los subsidios para el carbón, el petróleo y el gas natural en 2022 equivalían al 7,1 por ciento del PIB mundial. Esto representó más de lo que los gobiernos gastaron en educación, y dos tercios de lo que se gastó en atención médica.

En la reciente reunión del G20, se ignoró una de las acciones políticas clave necesarias para salvar el planeta, a saber, el fin de la producción de combustibles fósiles. «Para tener alguna oportunidad de cumplir con el objetivo de limitar la subida de la temperatura a 1,5 °C del Acuerdo de París, las reducciones bruscas en la producción y el uso de todos los combustibles fósiles… son esenciales, y en ese tema, los líderes del G20 están ausentes a la hora de tomar medidas», según Alden Meyer, asociado senior de E3G, la consultora climática. Detrás de ese fracaso se encuentra el enorme y grotesco beneficio obtenido por los gigantes del petróleo y el gas en el período de inflación posterior a la pandemia. Su «renuencia» a «purgar» sus carteras de activos (es decir, no usarlos ni buscar más) no es una sorpresa.

¿Qué respuestas políticas han ofrecido las empresas y los gobiernos para poner fin al calentamiento global? En primer lugar, tenemos los ridículos esquemas de «compensaciones de carbono». Muchas de las empresas más grandes del mundo han utilizado «créditos de carbono» en sus esfuerzos de sostenibilidad del mercado voluntario no regulado, que creció a 2.000 millones de dólares (1,6 mil millones de libras esterlinas) en 2021 y vio aumentar los precios de muchos créditos de carbono por encima de los 20 dólares por compensación. Los créditos a menudo se generan sobre la base de que están contribuyendo a la mitigación del cambio climático, como detener la deforestación tropical, la plantación de árboles y la creación de proyectos de energía renovable en los países en desarrollo. Las investigaciones muestran que es probable que más del 90 % de sus créditos de compensación de la selva tropical, entre los más utilizados por las empresas, sean «créditos fantasma» y no representan reducciones genuinas de carbono.

Luego están los impuestos y los precios del carbono. Esta solución de mercado para disuadir el uso de combustibles fósiles es el principal plan del FMI para resolver el calentamiento global. Los esquemas de fijación de precios del carbono solo ocultan la realidad de que, mientras la industria de los combustibles fósiles y los otros grandes emisores multinacionales de gases de efecto invernadero sean intocables y no se adopte un plan para eliminarlos gradualmente, se pasará el punto de inflexión para un calentamiento global irreversible. En lugar de esperar a que el mercado hable, y para la «regularlo», necesitamos un plan global en el que las industrias de combustibles fósiles, las instituciones financieras y los principales sectores emisores estén bajo la propiedad y el control públicos.

Faltan dos meses para que los países se reúnan en Dubai en la cumbre climática de la COP28 de la ONU. Dado que esta conferencia internacional sobre el clima está siendo organizada por un importante productor de petróleo y gas, no hay que esperar ninguna acción radical sobre los combustibles fósiles.

A ello hay que añadir la pobreza y la desigualdad. En la reunión de esta semana, el Banco Mundial presentará un nuevo informe sobre la pobreza. Según el Banco Mundial, la pobreza mundial ha retrocedido a niveles más cercanos a los anteriores a la pandemia, pero esto todavía significa que hemos perdido tres años en la lucha contra la pobreza. La recuperación también es desigual: mientras que la pobreza extrema en los países de ingresos medios ha disminuido, la pobreza en los países más pobres y en los países afectados por la fragilidad, el conflicto o la violencia sigue siendo peor que antes de la pandemia.

Después de muchas críticas a su umbral ridículamente bajo para la pobreza a nivel mundial, el Banco Mundial ofrece ahora tres niveles. En 2023, se proyecta que 691 millones de personas (o el 8,6 % de la población mundial) vivirán en «pobreza extrema» (es decir, aquellas que viven por debajo de 2,15 dólares al día), que está justo por debajo del nivel anterior al inicio de la pandemia. En la línea de 3,65 $/día, la tasa de pobreza y el número de pobres son menores que en 2019. En el nivel más realista (pero aún muy bajo) de 6,85 $/día, una proporción más pequeña de la población mundial también vive peor que en comparación con antes de la pandemia. Pero debido al crecimiento de la población, el número total de pobres que viven por debajo de esta línea sigue siendo mayor que antes de la pandemia. Y cuando nos fijamos en los países más pobres, todavía tienen tasas de pobreza más altas que antes y no están «cerrando la brecha».

Estas tasas de pobreza son engañosas, como he demostrado aquí. Casi toda la reducción registrada de la pobreza mundial (cualquiera que sea el nivel utilizado) en los últimos 30 años se debe a que China ha sacado a alrededor de 900 millones de chinos de esos niveles. Si se excluye China, la pobreza mundial apenas ha disminuido ni en proporción ni de forma absoluta. De hecho, incluso incluyendo a China, todavía hay 3.650 millones de personas en el planeta por debajo de la línea de pobreza de 6,85 $/día, según el Banco Mundial.

En 2021, la Fundación Lloyd’s Register se asoció con Gallup y encuestó a 125.000 personas de 121 países, preguntando durante cuánto tiempo podrían cubrir sus necesidades básicas sin ingresos. El estudio encontró que la asombrosa cantidad de 2.700 millones de personas solo podrían cubrir sus necesidades básicas durante un mes o menos sin ingresos, y de ese número, 946 millones podrían sobrevivir durante una semana como máximo. El objetivo de la ONU de poner fin a la «pobreza» para 2030 es un espejismo.

El hambre mundial todavía está muy por encima de los niveles previos a la pandemia.Se estima que entre 690 y 783 millones de personas en el mundo se enfrentaron al hambre en 2022. Esto es 122 millones de personas más que antes de la pandemia de COVID-19. Se prevé que casi 600 millones de personas estén crónicamente desnutridas en 2030. Así que el objetivo de la ONU de cero hambre para entonces está muy fuera del objetivo. Más de 3.900 millones de personas en el mundo, o el 42 por ciento, no pueden permitirse una dieta saludable. En todo el mundo, en 2022, se estima que 148,1 millones de niños menores de cinco años (22,3 por ciento) sufrían retraso en su crecimiento, 45 millones (6,8 por ciento) padecían emaciación y 37 millones (5,6 por ciento) tenían sobrepeso.

De un total de 2,4 mil millones de personas en el mundo que se enfrentaron a la «inseguridad alimentaria» en 2022, casi la mitad (1.100 millones) estaban en Asia; el 37 por ciento (868 millones) estaban en África; el 10,5 por ciento (248 millones) vivían en América Latina y el Caribe; y alrededor del 4 por ciento (90 millones) estaban en América del Norte y Europa. Mil millones de indios no pueden permitirse una dieta saludable. Eso es el 74 % de la población. A la India le va un poco mejor que a Pakistán, pero está por detrás de Sri Lanka. El número correspondiente para China es del 11 %.

Y luego está la desigualdad de riqueza e ingresos. El último informe de Credit Suisse sobre la riqueza personal global mostró que en 2022, el 1 % de los adultos (59 m) poseía el 44,5 % de toda la riqueza personal del mundo, ligeramente más que antes de la pandemia en 2019. En el otro extremo de la pirámide de la riqueza, el 52,5% inferior de la población mundial (2.800 millones) tenía una riqueza neta de solo el 1,2 %.


En cuanto a la desigualdad de la riqueza dentro de los países, el coeficiente de Gini (la medida habitual de la desigualdad) para la riqueza fue de 85,0 en los Estados Unidos (recuerde que 100 significaría que un adulto posee toda la riqueza). De hecho, en los Estados Unidos, todos los índices sobre desigualdad han tendido una tendencia al alza desde principios de la década de 2000. Por ejemplo, la participación en la riqueza del 1% superior de los adultos aumentó del 32,9 % en 2000 al 35,1 % en 2021 en los Estados Unidos.

La UNCTAD informa que «Durante el período de mayor volatilidad de los precios desde 2020, algunas de las principales empresas de comercio de alimentos han obtenido ganancias récord en los mercados financieros, incluso cuando los precios de los alimentos se han elevado a nivel mundial y millones de personas se han enfrentado a una crisis del coste de la vida».


De hecho, la pandemia y el posterior aumento de la inflación han dejado su huella en los ingresos del hogar promedio. Por ejemplo, el Reino Unido: nunca en la memoria las familias trabajadoras han sido tan pobres, según el grupo de estudios, The Resolution Foundation. «Este periodo legislativo está en camino de ser, con mucho, el peor para los niveles de vida desde la década de 1950. Los ingresos típicos de los hogares en edad de trabajar están a punto de ser un 4 % más bajos en 2024-25 que en 2019-20. Nunca en la memoria las familias se han empobrececido tanto en una legislatura».


Ganador del premio Nobel (Riksbank) en economía (2015), Angus Deaton ha publicado un nuevo libro llamado Economics in America: an immigrant economist explores the land of inequality. En él, ataca el fracaso de la economía neoclásica para abordar los problemas de la pobreza y la desigualdad. Los principales economistas de los EEUU ignoran deliberadamente los crecientes niveles de desigualdad y el horrendo impacto de la pobreza, afirmando que esto no es asunto de la economía. Y, sin embargo, «los salarios reales se han estancado desde 1980, mientras que la productividad se ha más que duplicado y los ricos se llevan las ganancias. El 10 % superior de las familias estadounidenses ahora posee el 76 % de la riqueza. El 50 % inferior posee solo el 1 %». Se ha reforzado el sistema de clases y «la guerra contra la pobreza se ha convertido en una guerra contra los pobres».

Deaton señala que no se logrará más igualdad simplemente mediante transferencias de impuestos y ayudas sociales, difícilmente harán mella. La respuesta para él es el gasto estatal y la inversión en educación y empleos para todos. Deaton se opone a políticas más radicales: «No necesitamos abolir el capitalismo ni nacionalizar selectivamente los medios de producción. Pero tenemos que volver a poner el poder de la competencia al servicio de las clases medias y trabajadoras. Hay riesgos terribles por delante si seguimos manejando una economía que está organizada para dejar que una minoría despoje a la mayoría». Pero, ¿no es una pequeña minoría que despoja a la mayoría la esencia misma de las sociedades de clase y el capitalismo moderno? En mi opinión, la solución política de Deaton es tan utópica como la fiscal, ya que no aborda el control y la propiedad del capital de los medios de producción y la creación de empleos que aseguran que una pequeña minoría se quede con la gran mayoría de la riqueza y los ingresos, mientras que la sociedad en su conjunto no tiene suficiente para satisfacer incluso las necesidades básicas.

La pandemia y el posterior aumento de la inflación y las tasas de interés a nivel mundial han empujado a muchos de los países más pobres del mundo al impago de la deuda. Deben miles de millones a los acreedores, tanto públicos como privados, en el llamado Norte Global. Estos países solo pueden pagar recortando los servicios y cualquier gasto para satisfacer las necesidades de sus ciudadanos, y cada vez más no pueden pagar nada en absoluto.

La deuda mundial ha alcanzado un nuevo máximo según el Instituto Internacional de Finanzas (IIF). La deuda total, que abarca a los gobiernos soberanos, las empresas y los hogares, aumentó en 10.000 millones de dólares a alrededor de 307 millones de dólares en los seis meses de junio, o el 336 % del PIB mundial. El Banco Mundial estima que el 60 por ciento de los países de bajos ingresos están muy endeudados y en alto riesgo de impago del servicio de la deuda, mientras que muchos países de ingresos medios también se enfrentan a importantes desafíos presupuestarios.

Por lo tanto, los aumentos de las tasas de interés políticas de los bancos centrales también han aumentado drásticamente los costes de los préstamos, que actualmente pueden ser de hasta el 8 por ciento en el caso del FMI. La carga de pagar altas tasas de interés al FMI está empeorando. «Si se materializa el peor escenario del FMI de deterioro de las condiciones económicas mundiales, la demanda de apoyo del FMI aumentará aún más». ¡Así que una trampa de la deuda del FMI! El FMI en la reunión de esta semana advertirá que los gobiernos «deben tomar medidas urgentes para ayudar a reducir las vulnerabilidades de la deuda y revertir las tendencias de la deuda a largo plazo». ¿Pero cómo? No hay propuestas de los países ricos para cancelar estas deudas; o poner fin a los aranceles comerciales y a las restricciones a las exportaciones de los mercados emergentes; o, por supuesto, detener la enorme extracción de ganancias de los países pobres y ricos en recursos por parte de las empresas multinacionales.

Calentamiento global; pobreza y desigualdad globales interminables; desastre de la deuda: todas estas tendencias de la «policrisis» del capitalismo en el siglo XXI están conectadas a través de la emergente crisis económica.

El comercio mundial está cayendo a la velocidad más rápida desde la pandemia. Los volúmenes comerciales cayeron un 3,2 por ciento en julio en comparación con el mismo mes del año pasado, la caída más pronunciada desde los primeros meses de la pandemia de coronavirus en agosto de 2020, según CPB. El giro en los volúmenes de exportación es amplio, y la mayor parte del mundo informa de una caída de los volúmenes comerciales. China, el mayor exportador de bienes del mundo, registró una caída anual del 1,5 por ciento, la zona del euro una contracción del 2,5 por ciento y los EEUU una disminución del 0,6 por ciento. El CPB también informó que la producción industrial mundial cayó un 0,1 por ciento en comparación con el mes anterior, impulsada por las fuertes caídas de la producción en Japón, la zona del euro y el Reino Unido, y también ha bajado año tras año.

El Banco Mundial acaba de emitir un informe antes de la reunión de esta semana en el que considera que Asia se enfrenta a una de las peores perspectivas económicas en medio siglo. Los anteriormente llamados «tigres asiáticos» de Corea, Taiwán, Singapur, Hong Kong, etc. se expandirán a una de las tasas más bajas en cinco décadas, ya que el proteccionismo de EEUU y los crecientes niveles de deuda suponen un lastre económico. El Banco Mundial pronosticó que el crecimiento de China se ralentizaría hasta el 4,4 por ciento en 2024, la tasa más baja en décadas, aunque todavía más del doble de la tasa de cualquier economía del G7. El empeoramiento de las previsiones también refleja que gran parte de la región está empezando a ser afectada por las nuevas políticas industriales y comerciales de EEUU en virtud de la Ley de Reducción de la Inflación y la Ley de Microchips y Ciencia.

El último informe de la UNCTAD sobre la economía mundial se considera que la economía mundial se ha estancado y que los riesgos durante el próximo año están aumentando. La UNCTAD pronostica que «el crecimiento tambaleante para el período 2022-24 estará por debajo de la tasa anterior al Covid en la mayoría de las regiones de la economía mundial. Las cargas de la deuda están aplastando a demasiados países en desarrollo. El servicio de la deuda de la deuda pública externa en relación con los ingresos públicos aumentó de casi el 6 % al 16 % entre 2010 y 2021».

Hay mucho optimismo en los EEUU de que la economía logrará un «aterrizaje suave», es decir, la tasa de inflación pronto volverá a la tasa objetivo del 2 % anual sin que el PIB real se contraiga en una recesión. He discutido la probabilidad de eso en una nota anterior. Incluso si ese resulta ser el caso, el «aterrizaje suave» no se aplica al resto de las principales economías capitalistas avanzadas. La zona euro se está contrayendo, al igual que Canadá, el Reino Unido y varias economías más pequeñas como Suecia, mientras que Japón les aventaja.

De hecho, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en su último informe, pronostica que el crecimiento mundial en 2024 será más bajo que en 2023, cayendo del 3 % este año al 2,7 % en 2024. A pesar de que la economía mundial resultó ser «más resistente de lo esperado» en los primeros seis meses de 2023, las perspectivas de crecimiento «siguen siendo débiles». El crecimiento real del PIB en las economías capitalistas avanzadas se ralentizará del 1,5 % este año a solo el 1,2 % en 2024 y el PIB per cápita estará cerca de la contracción.

Los economistas de la OCDE calculan que la inflación no volverá a los niveles anteriores a la pandemia a corto plazo, por lo que los bancos centrales deben mantener las tasas de interés altas. De hecho, el FMI también pide a los bancos centrales que mantengan la presión sobre el servicio de la deuda en la «guerra contra la inflación». Sin embargo, como he argumentado, debido a que la mayor inflación es un problema del «lado de la oferta», el endurecimiento del dinero del banco central hace poco para reducir la inflación y es solo una receta para la «estanflación».

Y hay otras dos tendencias en la policrisis del siglo XXI que todavía tienen que desarrollarse. Es el debilitamiento del dominio de EEUU en los asuntos mundiales. La «globalización» del comercio y las finanzas en los últimos 40 años bajo la hegemonía de los EEUU ha terminado.


La capacidad del capital estadounidense para ampliar los recursos productivos y mantener la rentabilidad ha ido disminuyendo. Esto explica su esfuerzo intensificado para estrangular y contener la creciente fuerza económica de China y así mantener su hegemonía en el orden económico mundial. Un estudio reciente de Sergio Camera muestra «un estancamiento prolongado» de la tasa de ganancias de EEUU en el siglo XXI. La tasa general de ganancias fue del 19,3 % en la «edad de oro» de la supremacía de los Estados Unidos en las décadas de 1950 y 1960, pero luego cayó a un promedio del 15,4 % en la década de 1970; la recuperación neoliberal (que coicidió con una nueva ola de globalización), empujó esa tasa de nuevo al 16,2 % en la década de 1990. Pero en las dos décadas de este siglo, la tasa media cayó a solo el 14,3 %, un mínimo histórico.

Eso ha llevado a un menor crecimiento de la inversión y la productividad en la década de lo que he llamado la Larga Depresión de la década de 2010, de modo que, en palabras de Sergio, la «base económica de EEUU se ha debilitado gravemente». Esto está erosionando la posición hegemónica del capitalismo estadounidense en el mundo. Ahora hay lo que se describe como una «fragmentación geopolítica», es decir, el aumento de bloques alternativos que intentan romper con el bloque imperialista liderado por los Estados Unidos. La invasión rusa de Ucrania pone de relieve esta «fragmentación».

Lo que el mundo necesita es cooperación global para superar la policrisis del capitalismo. En cambio, el capitalismo se está fragmentando, ya que es inherentemente incapaz de la unidad internacional y la planificación global. Se han medido los costes económicos de esta fragmentación: en el comercio, de hasta el 7 % del PIB mundial; con la adición del desacoplamiento tecnológico, la pérdida de producción podría alcanzar el 1-12 % en algunos países.

A más largo plazo está la creciente irrupción en las economías del aumento de la IA. Los economistas de Goldman Sachs calculan que si la nueva tecnología de IA cumpliera sus promesas (lo cual está en duda), implicaría una «disrupción significativa» al mercado laboral, exponiendo el equivalente a 300 millones de trabajadores a tiempo completo en las principales economías a la automatización de sus puestos de trabajo. Calculan que aproximadamente dos tercios de los puestos de trabajo en los EEUU y Europa están expuestos a algún grado de automatización de la IA, según los datos sobre las tareas que se realizan normalmente en miles de empleos.

La humanidad y el planeta se enfrentan a una crisis existencial debido al calentamiento global y el cambio climático; pero ¿será el trabajo humano reemplazado por máquinas pensantes incluso antes de la catástrofe climática, ampliando así las desigualdades y aumentando la riqueza para los propietarios de máquinas (capital) y la pobreza para los miles de millones de personas (mano de obra)? La policrisis del capitalismo en el siglo XXI no ha hecho más que empezar.

Publicado originalmente en el blog de Michael Roberts. Traducción de G. Buster en Sin Permiso.

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Irán y Rusia tienden una trampa al hegemon en Palestina

 

Irán y Rusia tienden una trampa al hegemon en Palestina

 

DIARIO OCTUBRE / octubre 29, 2023



El presidente de Rusia Vladimir Putin, y el presidente de Irán, Ebram Raisi, en Teherán, julio 2022. BBC/News Mundo.

 

Pepe Escobar.— La asociación estratégica Rusia-Irán, con China entre bastidores, está tendiendo una trampa, propia de Sun Tzu, para el Hegemon en Asia occidental.

 

Aparte de Israel, no hay ninguna entidad en el planeta capaz de desviar la atención, en un instante, de la espectacular debacle de Occidente en Ucrania.

Los belicistas a cargo de la política exterior estadounidense, no exactamente bismarckianos, creen que si el Proyecto Ucrania es inalcanzable, el Proyecto Solución Final en Palestina podría ser, en cambio, pan comido (limpieza étnica).

Sin embargo, el escenario más plausible es que Irán-Rusia – y el nuevo “eje del mal” Rusia-China-Irán- tengan todo lo necesario para arrastrar al Hegemon a un segundo atolladero. Se trata de utilizar los propios y desconcertados movimientos del enemigo para desequilibrarlo hasta el olvido.

La ilusión de la Casa Blanca de que las Guerras Eternas en Ucrania e Israel están inscritas en el “noble impulso de la democracia” y que son “esenciales para los intereses de Estados Unidos” ya ha resultado contraproducente, incluso entre su propia opinión pública.

Eso no impide, que entre gritos y susurros, los neoconservadores americanos, aliados de Israel, estén aumentando el ritmo de sus acciones para provocar a Irán. Lo hacen mediante una proverbial bandera falsa que conduciría a un ataque estadounidense. Ese escenario de Armagedón encaja perfectamente con la psicopatía bíblica del Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu.

Los vasallos se han visto obligados a obedecer dócilmente. 

En estos días los jefes de Estados de la OTAN se han dirigido directamente a visitar Israel para demostrar su apoyo incondicional a Tel Aviv, incluidos Kyriakos Mitsotakis de Grecia, Giorgia Meloni de Italia, Rishi Sunak de Gran Bretaña, Olaf Scholz de Alemania, Emmanuel Macron de Francia y por supuesto, el senil inquilino de La Casa Blanca

Vengar el “siglo de la humillación” árabe 

Hasta ahora, el movimiento de resistencia libanés Hezbollah ha mostrado una moderación extraordinaria al no morder ningún anzuelo. Hezbolá apoya a la resistencia palestina en su conjunto, pese que hace unos años tuvo serios problemas con Hamás en Siria. Por cierto, Hamas, aunque parcialmente financiado por Irán, no está dirigido por los Iraníes. Por mucho que Teherán apoye la causa palestina, los grupos de resistencia palestinos toman sus propias decisiones.

La gran noticia es que todos estos problemas se han superado ante la actual emergencia vital. Esta semana tanto Hamás como la Jihad Islámica Palestina (YIP) viajaron al Líbano para visitar en persona al secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah. Eso explica la unidad de propósito –o lo que el Eje de Resistencia llama la “Unidad de Frentes”.

Aún más reveladora fue la visita de Hamás a Moscú, que fue recibida con una impotente furia israelí. La delegación de Hamás estuvo encabezada por un miembro de su Politburó, Abu Marzouk y un día despues el Viceministro de Asuntos Exteriores iraní, Ali Bagheri, viajó desde Teherán para reunirse con dos de los adjuntos del Ministro de Asuntos Exteriores ruso, los diplomáticos Sergei Ryabkov y Mikhail Galuzin.

Eso significa que Hamás, Irán y Rusia están negociando en la misma mesa.

Hamás ha llamado a unirse a los millones de palestinos en la diáspora, así como a al mundo árabe y a todas las tierras del Islam. De manera lenta pero segura, se puede discernir un patrón: ¿podría el mundo árabe –y grandes sectores del Islam- estar a punto de unirse para vengar su propio “siglo de humillación” , tal como lo hicieron los chinos después de la Segunda Guerra Mundial con Mao Zedong?

Beijing, a través de su sofisticada diplomacia, ciertamente lo está insinuando, incluso antes que se alcanzara a principios de este año el innovador acercamiento entre Irán y Arabia Saudita, mediado por Rusia y China.

Esto por sí solo no frustrará la obsesión neoconservadora estadounidense por bombardear las infraestructuras críticas de Irán, con un valor inferior a cero cuando se trata de ciencia militar. Estos mismos neoconservadores ignoran por completo cómo los iraníes podrían atacar -con precisión- a todas y cada una de las bases estadounidenses en Irak y Siria, siendo el Golfo Pérsico un caso abierto.

El analista militar ruso Andrei Martyanov ha demostrado lo que podría pasar con esas costosas bañeras de hierro estadounidenses en el Mediterráneo oriental en caso de un ataque de Israel contra Irán.

Además, hay al menos  1.000 soldados estadounidenses en el norte de Siria robando el petróleo de este país, lo que también se convertiría en un objetivo instantáneo.

Ali Fadavi, comandante en jefe adjunto del CGRI (iraní), fue al grano: “Tenemos tecnologías en el campo militar que nadie conoce, y los estadounidenses las sabrán cuando las usemos”.

Un ejemplo de esto son los misiles hipersónicos Fattah iraníes, primos del Khinzal y el DF-27, que viajan a Mach 15 y que son capaces de alcanzar cualquier objetivo en Israel en 400 segundos.

Y añádase a esto la guerra electrónica rusa (EW). Esto porque en Moscú hace seis meses se confirmó la estrecha interconexión militar ruso-irani. Los iraníes fueron a decirles a los rusos: «Tendrán todo lo que necesiten, sólo pídanlo». Lo mismo se aplica a la inversa: el enemigo mutuo es el mismo.

Se trata del Estrecho de Ormuz 

El meollo de la cuestión – en la estrategia ruso-iraní – es el Estrecho de Ormuz, por el que transita al menos el 20 por ciento del petróleo mundial (casi 17 millones de barriles diarios) más el 18 por ciento del gas natural licuado (GNL), lo que equivale al menos a 3.5 mil millones de pies cúbicos por día.

Irán es capaz de bloquear en solo un instante el estrecho de Ormuz. Esto sería un acto de justicia poética para un Israel que pretende engullir, ilegalmente, todo el gas natural descubierto frente a las costas de Gaza: ésta es, dicho sea de paso, una de las razones de la limpieza étnica de Palestina.

Sin embargo, el verdadero problema será el derribo de la cuidada estructura de derivados de 618 billones de dólares diseñada por Wall Street , como lo han confirmado los analistas de Goldman Sachs y JP Morgan, así como los operadores independientes de energía del Golfo Pérsico.

Entonces, cuando las cosas se pongan feas – y mucho más allá de la defensa de Palestina y en un escenario de Guerra Total – no sólo Rusia e Irán sino también actores claves del mundo árabe a punto de convertirse en miembros de BRICS 11 – como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos – tienen lo necesario para derribar el sistema financiero estadounidense en el momento que quieran.

Como subraya un miembro del Estado profundo de la vieja escuela, ahora en negocios en Europa Central:

“Las naciones islámicas tienen la ventaja económica. Pueden hacer estallar el sistema financiero internacional cortando el petróleo. No tienen que disparar ni un solo tiro. Irán y Arabia Saudita se están aliando. La crisis de 2008 requirió 29 billones de dólares para resolverse, pero ésta, si ocurriera, no podría resolverse ni siquiera con 100 billones de dólares en instrumentos fiduciarios”.

Como me dijeron los comerciantes del Golfo Pérsico, un escenario posible es que la OPEP comience a sancionar a Europa, para luego extender las sanciones a todos los países que están tratando al mundo musulmán como enemigos y carne de guerra.

El Primer Ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, ya ha advertido que el envío de petróleo a los mercados occidentales podría retrasarse debido al genocidio que Israel está perpetrando en Gaza. Por su parte el Ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian, ya ha pedido, oficialmente, un embargo total de petróleo y gas por parte de los países islámicos contra las naciones –esencialmente vasallas de la OTAN– que apoyan a Israel.

De modo que los sionistas cristianos en Estados Unidos, aliados con el activo neoconservador Netanyahu, que amenaza con atacar a Irán, tienen el potencial de derribar todo el sistema financiero mundial.

Guerra eterna contra Siria, remezclada  

Bajo el volcán actual, la asociación estratégica Rusia-China ha sido extremadamente cautelosa. Para el mundo exterior, su posición oficial es la de negarse a ponerse inmediatamente del lado de Palestina o de Israel; pedir un alto el fuego por motivos humanitarios; exigir una solución de dos Estados; y respetar el derecho internacional. Todas sus iniciativas en la ONU han sido debidamente saboteadas por el Hegemón.

Tal como están las cosas, Washington no ha dado la luz verde para la invasión terrestre israelí de Gaza. La razón principal es que Estados Unidos necesita ganar algo de tiempo para expandir la guerra a Siria, “acusada” de ser el punto de tránsito de las armas iraníes hacia Hezbollah. Esto también significa reabrir un viejo frente de guerra contra Rusia.

En Moscú no se hacen ilusiones. El aparato de inteligencia sabe bien que agentes israelíes del Mossad han estado asesorando a Kiev, mientras Tel Aviv suministraba armas a Ucrania bajo las presiones estadounidenses. Esto enfureció a los siloviki y pudo haber constituido un error fatal de Israel.

Los neoconservadores han decidido no parar. Están lanzando una amenaza paralela: si  Hezbolá ataca a Israel con algo más que unos pocos cohetes, la base aérea rusa Hmeimim en Latakia será “eliminada” como una “advertencia” a Irán.

Esto no debe considerarse como un juego de niños .Después de los ataques israelíes en serie contra los aeropuertos civiles de Damasco y Alepo, Moscú ni siquiera pestañeó antes de ofrecer sus instalaciones de Hmeimim a Siria, con autorización para los vuelos del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI). Según algunas fuentes de inteligencia rusas Netanyahu no desea bombardear totalmente la base aérea rusa ya que está posee la defensa A2/AD (anti-acceso/denegación de área).

Moscú también ve claramente lo que podrían estar haciendo esas costosas bañeras de hierro estadounidenses en el Mediterráneo oriental. La respuesta ha sido rápida: los Mig-31K están patrullando el espacio aéreo neutral sobre el Mar Negro las 24 horas del día, los 7 días de la semana, equipados con Khinzals hipersónicos, que sólo tardarían seis minutos en visitar el Mediterráneo.

En medio de toda esta locura neoconservadora, el Pentágono ha desplegado una formidable variedad de armamento y activos “no revelados” en el Mediterráneo oriental, ¿su objetivo? : Hezbollah, Siria, Irán, Rusia o todos los anteriores juntos. En este escenario China y Corea del Norte –parte del nuevo “eje del mal” inventado por Estados Unidos- han indicado que no serán meros espectadores.

La Armada china está, a todos los efectos prácticos, protegiendo a Irán a distancia. Aún más contundente ha sido una declaración del primer ministro Li Qiang, algo muy poco común en la diplomacia china:

«China seguirá apoyando firmemente a Irán en la salvaguardia de su soberanía nacional, integridad territorial y dignidad nacional, y se opondrá firmemente a cualquier fuerza externa que interfiera en los asuntos internos de Irán».

Nunca olvidemos que China e Irán están unidos por una asociación estratégica integral. Mientras tanto, el primer ministro ruso, Mikhail Mishustin, ha reforzado la asociación estratégica entre Rusia e Irán en una reunión con el primer vicepresidente de Irán, Mohammad Mokhber.

Recuerda a esos comedores de arroz de Corea. 

Las milicias pro-Irán a lo largo del Eje de Resistencia mantienen un grado cuidadosamente moderado de confrontación contra Israel, cercano a las tácticas de la guerrilla. Todavía no participan en ataques masivos. Pero esta apuesta será cancelada si Israel invade Gaza. Está claro que el mundo árabe, a pesar sus enormes contradicciones internas, simplemente no tolerará la masacre de civiles.

Sin rodeos, en la incendiaria coyuntura actual, la potencia hegemónica creen haber  encontrado una salida a su humillación en el Proyecto Ucrania. Piensan erróneamente que la misma vieja Guerra Eterna reavivada en Asia occidental puede ser “modulada” a voluntad. Y si estas dos guerras se convierten en un lastre político, (como con seguridad sucederá) ¿qué pueden hacer el hegemon a continuación ? Simplemente iniciará una nueva guerra en el “Indo-Pacífico”.

Nada de eso engaña a Rusia-Irán y su gélido seguimiento de un agitado Hegemón. Es esclarecedor recordar lo que  ya predecía Malcolm X en 1964 :

“Unos hombre y mujeres comedores de arroz lo echaron de Corea. Sí, comedores de arroz con nada más que chanclas , un rifle y un plato de arroz se  tomaron sus tanques y derrotaron todas esas otras acciones que se supone que Estados Unidos debía realizar para cruzar el rio Yalu. ¿Por qué? Porque no se pueda ganar una guerra solo bombardeando a un pueblo indefenso, como siempre se debe ganar con las botas sobre el territorio ”. 

FUENTE: observatoriocrisis.com

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lunes, 30 de octubre de 2023

Convocan a 7 días de huelga en H&M

 

Convocan a 7 días de huelga en H&M

 

TERCERAINFORMACION / 30.10.2023

Desde CGT, esperamos devolver la dignidad a nuestro puesto de trabajo con la convocatoria de 7 jornadas de huelga de 24 horas en las fechas más importantes de beneficios para H&M.



Barcelona a 30 de octubre de 2023.

En julio de 2022, la sección sindical de CGT H&M desconvocamos una huelga de 24 horas por haber llegado a un acuerdo con la directiva de H&M Customer Services. El acuerdo fue un incremento salarial del 3.5% a cuenta de convenio, y la negociación de diferentes medidas tanto de mejora salarial, como de conciliación y beneficios sociales.

La directiva cumplió, porque no le quedaba más remedio, el 3.5% a cuenta de convenio. Desde entonces, CGT, hemos presentado a la plantilla y a la directiva una plataforma reivindicativa con 54 medidas a negociar.

Esta segunda parte del acuerdo inicial, la empresa se la ha saltado a la torera. No tienen tiempo para revisar nuestras reivindicaciones, no son una prioridad.

Para esta, nuestra directiva, la prioridad es rescindir contratos (18 despidos en junio de este año y más de 20 modificaciones unilaterales) y aumentar la carga de trabajo de la plantilla para la época del año con más ventas, sin nuevas contrataciones en el horizonte.

La prioridad es denegar vacaciones y horas de exceso, la prioridad de esta nuestra directiva es hacer que nuestra profesión se precarice cada día más.

La prioridad de la patronal es congelar salarios y recortar beneficios, y al que no le guste, ahí tiene la puerta.

La plantilla reivindica mejoras en salarios revalorizados con el IPC, por pérdida del poder adquisitivo durante en la pandemia, el reconocimiento de las categorías profesionales tras las promociones internas, la sustitución del plus voluntario por el plus de responsabilidad, la implantación de pluses por la naturaleza del trabajo tras ir asumiendo año a año más tareas sin que éstas sean remuneradas, la eliminación de los contratos temporales y utilización de los contratos fijos discontinuos, el aumento de las horas complementarias para las contrataciones parciales y mejoras en la conciliación personal tras la implantación de un sistema informático de gestión de turnos que solo tiene en cuenta el exprimir los recursos humanos a costa de la salud de las personas trabajadoras, entre otras reivindicaciones incluidas en la Plataforma. Por nuestra parte, desde CGT, esperamos devolver la dignidad a nuestro puesto de trabajo con la convocatoria de 7 jornadas de huelga de 24 horas en las fechas más importantes de beneficios para H&M:

El Día del Diseñador 9 de Noviembre

Black Friday 24 de Noviembre

Navidad 23 y 27 de Diciembre

Año Nuevo 30 de Diciembre y 2 de Enero

Reyes 5 de Enero

Sabemos que estamos en lo cierto. Este esfuerzo, que vamos a hacer como plantilla, renunciando a 7 días de salario, servirá como ejemplo de lucha, ya que hemos aprendido que solo con la acción y la organización se conquistan los derechos. Convocamos 7 días de reivindicación y huelga, contra los abusos de las grandes multinacionales como H&M, que explotan, contaminan y empobrecen.

¡Su Black Friday, nuestro Black Future!

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Afganistán, la revolución olvidada

 

Entrevista a José Luis Martín Ramos sobre Afganistán. La última revolución del siglo XX “Nunca he considerado una invasión la intervención de la URSS en Afganistán. Fue una intervención que se produjo desde el primer momento de acuerdo con una de las dos partes del PDPA.”

 

Afganistán, la revolución olvidada


Salvador López Arnal

El Viejo Topo

30 octubre, 2023  



José Luis Martín Ramos (Barcelona, 1948) es catedrático emérito de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona. Entre sus principales publicaciones cabe citar aquí: Rojos contra Franco. Historia del PSUC, 1939-1947 (2002); La rereguarda en guerra. Catalunya, 1936-1937 (2012); El Frente Popular. Victoria y derrota de la democracia en España (2016); Historia del PCE (2021); La Internacional Comunista y la cuestión nacional en Europa (2022).

Recientemente ha publicado en El Viejo Topo, Afganistán. La última revolución del siglo XX. En este último ensayo centramos nuestra conversación.


Sorprende el título de tu libro: Afganistán. La última revolución del siglo XX. ¿Qué revolución fue esa? No suele hablarse a día de hoy de la revolución afgana. Es un olvido interesado para muchos. El 30 de abril de 1978 el Partido Democrático Popular, comunista, tomó el poder en Afganistán; el proceso de transformación revolucionaria acabó 14 años después. ¿Desde cuándo que existe Afganistán como nación, como Estado-nación si me permites la incorrección?

Desde el último tercio del siglo XIX, cuando se afirma un poder regional pastún, con sede en Kabul, frente a la dominación británica en la India y en el límite de los avances del Imperio Ruso en el Sur de Asia Central.

El estado afgano –que difícilmente puede considerarse estado-nación– se consolidó cuando el emir Amanulah Khan, aprovechó el fin de la Gran Guerra para conseguir emanciparse del protectorado británico y proclamar luego, en 1926, el Reino de Afganistán.

 

Comentas que Afganistán fue un territorio olvidado por el movimiento comunista hasta después de la Segunda Guerra Mundial, que no constituyó objeto de ninguna consideración particular en los debates de la Internacional Comunista sobre la cuestión colonial, ni en el Congreso de los Pueblos de Oriente desarrollado en Bakú en septiembre de 1920, ni en los debates sobre la cuestión colonial desarrollados entre el segundo y el quinto congreso de la IC. ¿Cómo puede explicarse ese olvido?

Más que olvido, desconocimiento. La representación exterior de Afganistán estuvo en manos británicas hasta el final de la Primera Guerra Mundial; y dentro del país no había ningún germen de movimiento revolucionario. Por otra parte, el estado soviético consideró a Amanulah Khan como un aliado nacionalista frente al imperialismo. De hecho, la primera intervención del Ejército Rojo en Afganistán se produce en 1929 para ayudar a Amanulah Khan contra el golpe contra él promovido por el Imperio Birtánico.

 

¿Qué posición mantuvo Afganistán durante la II Guerra Mundial?

De no intervención en el conflicto, aunque un sector de la Corte y de la elite de Kabul se inclinó por el Eje, como reacción al antiguo dominador británico.

 

¿Cuándo y cómo se formó el Partido Democrático Popular de Afganistán (PDPA)? ¿Fue propiamente una formación comunista?

Lo fue desde el primer momento, por más que no lo explicite su denominación, que se inspiró en la del comunismo iraní (el partido Tudeh, partido De las Masas populares).

Se formó por la fusión de diversos grupos marxistas en 1964, oficializada en congreso en enero de 1965.

 

¿Cómo consiguió el poder el PDPA? ¿Fue en algún momento una formación comunista al servicio de los intereses geopolíticos soviéticos?

Mediante la insurrección de una parte del ejército, vinculada al PDPA, apoyada por los militantes del partido.

Fue una formación comunista alineada con la URSS, no al servicio de ningún interés geopolítico sino de lo que consideraban el interés de los pueblos de Afganistán.

 

Hablas de “una división histórica” del PDPA. ¿Qué división fue esa? ¿Por qué fue importante en términos políticos e históricos?

La división sobre los ritmos y los objetivos del proceso revolucionario, sobre si desarrollar un programa democrático popular o un programa de construcción inmediata del socialismo, sobre cuál había de ser la base social de la revolución. Temas todos ellos presentes a lo largo de la historia del marxismo revolucionario.

Tenía antecedentes en las diferentes orientaciones tácticas en los sesenta y setenta y se agravó con la toma del poder.

 

¿Es correcto afirmar, como tantas veces se ha hecho, que la URSS soviética invadió Afganistán como años interviniera en Checoslovaquia para aniquilar la Primavera de Praga? ¿Por qué intervino? ¿Pulsiones imperiales o fue otra cosa?

Nunca lo he considerado una invasión, sí una intervención que se produjo desde el primer momento de acuerdo con una de las dos partes del PDPA.

La razón de la intervención fue el más que previsible colapso de la RDA ante la política sectaria de Amin. La intervención, que se preveía limitada en su presencia territorial y en su actividad, tuvo que ampliarse ante la debilidad del ejército afgano frente a la rebelión islamista apoyada y financiada por EEUU.

No veo pulsiones imperiales en ningún momento.

 

¿Qué interés tenía Estados Unidos en Afganistán? ¿Desde cuándo intervino en los asuntos políticos del país?

Aunque la CIA está presente desde los años cincuenta el interés explícito de EEUU se produce en 1978, impulsado inicialmente por la esperanza de generar dificultades en la frontera sur de la URSS y orientar a la población musulmana de la URSS contra el estado soviético. Lo hizo ayudando a la rebelión islamista antes de que se produjera la intervención militar soviética y se mantuvo reforzada tras ella con el objetivo de arrastra a la URSS a un conflicto de larga duración, a una “trampa para osos”, como la llamó un agente de los servicios secretos pakistaníes, intermediarios fundamentales de esa intervención.

 

¿Tiene sentido afirmar que la guerra en Afganistán fue también una guerra por delegación entre Estados y la URSS en el marco de la guerra fría?

Solo por parte de EEUU. La URSS no interviene para luchar contra la influencia de EEUU, que no existía apenas en el país; EEUU sí interviene a través de la rebelión islamista para desequilibrar a la URSS.

 

¿Hay alguna duda a día de hoy sobre la ayuda política, económica y militar de Estados Unidos a los rebeldes islamistas con el objetivo de erosionar a la URSS?

Ninguna en absoluto.

 

¿Qué balance haces del papel político que ha tenido Babrak Karmal en la historia de Afganistán?

Pienso que en la pugna que lo enfrentó a Taraki primero y a Amin tenía razón. Su proyecto de revolución democrática popular era el adecuado. Otra cosa es si tuvo la firmeza y la capacidad suficiente para desarrollarlo a partir de 1980, o si los vaivenes de Gorbachov se lo permitieron.

 

¿Por qué se retiró la Unión Soviética en tiempos de Gorbachov de Afganistán? ¿Fue una decisión correcta en tu opinión? ¿Se tenía que haber producido antes tal vez?

Correspondió al giro de la política exterior soviética por parte de Gorbachov, de retirada del apoyo a los movimientos revolucionarios en el Tercer Mundo. Fue una decisión compleja –para mí negativa- imposible de resumir en cuatro líneas.

 

¿Colapsó la República Democrática tras la retirada de la URSS?

No inmediatamente, no tras la retirada militar, que es la que ordena Gorbachov; en 1990, Yeltsin amplió la retirada a todo apoyo político, financiero y de suministros militares y a pesar de ello el colapso tardó año y medio en producirse.

 

Te cito: “La República de Afganistán desapareció en medio del caos. Con ella acabó el proyecto de reforma revolucionaria iniciado en abril de 1978, recuperado en enero de 1980 y suspendido en espera de un proceso de transición a la paz, que nunca llegó, a partir de 1987. El futuro, en los siguientes treinta años, no volvería a ver una propuesta popular reformadora semejante, el estado afgano fue derivando hacia un estado fallido y la polarización cultural, ideológica, fue dominada finalmente por las versiones extremas del islamismo político, mientras que la narcoeconomía siguió dominando la producción para el mercado e interfiriendo en beneficio de sus mafias, y las internacionales, en todos los ámbitos de la sociedad y de la política afgana”. ¿Esa es aproximadamente la situación de Afganistán a día de hoy?

Sin duda.

Te vuelvo a citar: “La segunda conquista de Afganistán por el movimiento talibán, permitida -como mínimo- por el gobierno de EEUU y consumada el 15 de agosto de 2021…”. ¿Permitida como mínimo, alentada por el gobierno de EEUU? ¿Por qué?

No tengo la respuesta exacta; sí la sospecha de que Biden decidió soltar el lastre de un país que nunca interesó por sí mismo a EEUU.

 

Una pregunta inapropiada tal vez: ¿cuál es la principal aportación de tu ensayo?

Espero que sea superar el olvido.

 

¿Qué sentido tuvo, si lo tuvo, aquella dura y prolongada discusión entre comunistas afganos y no-afganos en los primeros años ochenta en nuestro país (y creo también en otros países próximos)? ¿De qué discutíamos exactamente? Ser afgano era más o menos como ser estalinista, dogmático y antidemocrático.

Esa sí fue una polémica por delegación. No se discutía de la situación afgana, que desconocíamos, sino de nuestros propios problemas y de los de la relación del comunismo europeo con la URSS.

 

¿A quién interesa hoy lo que sigue sucediendo allí? ¿Cuál es la situación de la mujer en estos momentos? Hace pocos días mujeres afganas han hecho un llamamiento a la “comunidad internacional” para que las liberen de la esclavitud y la tortura que están sufriendo de nuevo desde agosto de 2021.

A casi nadie. Y esa situación -muchísimo peor que la de la mujer en Irán- no se originó en 2021, sino en la derrota de la revolución afgana en 1992. Nadie se acuerda, ni parece querer acordarse, del importante movimiento por la emancipación de la mujer que acompañó a la revolución, liderado por Anahita Ratzebad.

 

¿Sigues estudiando, sigues investigando sobre Afganistán?

No. Intento seguir lo que está pasando, pero la información que nos llega es prácticamente nula.

 

Muchas gracias por tu amabilidad y por tu libro.

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