Irán y Rusia tienden una
trampa al hegemon en Palestina
DIARIO OCTUBRE / octubre 29, 2023
El presidente de Rusia Vladimir Putin, y el presidente de Irán, Ebram Raisi, en Teherán, julio 2022. BBC/News Mundo.
Pepe Escobar.— La asociación estratégica Rusia-Irán, con China entre bastidores, está tendiendo una trampa, propia de Sun Tzu, para el Hegemon en Asia occidental.
Aparte de
Israel, no hay ninguna entidad en el planeta capaz de desviar la atención, en
un instante, de la espectacular debacle de Occidente en Ucrania.
Los belicistas
a cargo de la política exterior estadounidense, no exactamente bismarckianos,
creen que si el Proyecto Ucrania es inalcanzable, el Proyecto Solución Final en
Palestina podría ser, en cambio, pan comido (limpieza étnica).
Sin
embargo, el escenario más plausible es que Irán-Rusia – y el
nuevo “eje del mal” Rusia-China-Irán- tengan todo lo necesario para arrastrar
al Hegemon a un segundo atolladero. Se trata de utilizar los propios
y desconcertados movimientos del enemigo para desequilibrarlo hasta el olvido.
La ilusión de
la Casa Blanca de que las Guerras Eternas en Ucrania e Israel están
inscritas en el “noble impulso de la democracia” y
que son “esenciales para los intereses de Estados Unidos” ya ha
resultado contraproducente, incluso entre su propia opinión pública.
Eso no
impide, que entre gritos y susurros, los
neoconservadores americanos, aliados de Israel, estén aumentando
el ritmo de sus acciones para provocar a Irán. Lo hacen mediante
una proverbial bandera falsa que conduciría a un ataque
estadounidense. Ese escenario de Armagedón encaja perfectamente con la psicopatía bíblica del Primer
Ministro israelí Benjamín Netanyahu.
Los vasallos
se han visto obligados a obedecer dócilmente.
En estos días
los jefes de Estados de la OTAN se han dirigido directamente a visitar
Israel para demostrar su apoyo incondicional a Tel
Aviv, incluidos Kyriakos Mitsotakis de
Grecia, Giorgia Meloni de Italia, Rishi Sunak de Gran Bretaña, Olaf
Scholz de Alemania, Emmanuel Macron de Francia y por supuesto, el senil
inquilino de La Casa Blanca
Vengar el
“siglo de la humillación” árabe
Hasta ahora, el
movimiento de resistencia libanés Hezbollah ha mostrado una moderación
extraordinaria al no morder ningún anzuelo. Hezbolá apoya a la resistencia
palestina en su conjunto, pese que hace unos años tuvo serios
problemas con Hamás en Siria. Por cierto, Hamas, aunque parcialmente
financiado por Irán, no está dirigido por los Iraníes. Por mucho que
Teherán apoye la causa palestina, los grupos de resistencia palestinos toman
sus propias decisiones.
La gran noticia
es que todos estos problemas se han superado ante la actual
emergencia vital. Esta semana tanto Hamás como la Jihad Islámica Palestina
(YIP) viajaron al Líbano para visitar en persona al secretario general de
Hezbolá, Hassan Nasrallah. Eso explica la unidad de propósito –o lo que el
Eje de Resistencia llama la “Unidad de Frentes”.
Aún más
reveladora fue la visita de Hamás a Moscú, que fue
recibida con una impotente furia israelí. La delegación de Hamás
estuvo encabezada por un miembro de su Politburó, Abu Marzouk y
un día despues el Viceministro de Asuntos Exteriores iraní, Ali
Bagheri, viajó desde Teherán para reunirse con dos de
los adjuntos del Ministro de Asuntos Exteriores ruso, los
diplomáticos Sergei Ryabkov y Mikhail Galuzin.
Eso significa
que Hamás, Irán y Rusia están negociando en la misma mesa.
Hamás ha
llamado a unirse a los millones de palestinos en la diáspora, así como
a al mundo árabe y a todas las tierras del Islam. De manera
lenta pero segura, se puede discernir un patrón: ¿podría el mundo árabe –y
grandes sectores del Islam- estar a punto de unirse para vengar su propio
“siglo de humillación” , tal como lo hicieron los chinos después de
la Segunda Guerra Mundial con Mao Zedong?
Beijing, a
través de su sofisticada diplomacia, ciertamente lo está insinuando, incluso
antes que se alcanzara a principios de este año el innovador acercamiento entre
Irán y Arabia Saudita, mediado por Rusia y China.
Esto por sí
solo no frustrará la obsesión
neoconservadora estadounidense por bombardear las infraestructuras críticas de Irán,
con un valor inferior a cero cuando se trata de ciencia militar.
Estos mismos neoconservadores ignoran por completo cómo
los iraníes podrían atacar -con precisión- a todas y cada una de
las bases estadounidenses en Irak y Siria, siendo el Golfo Pérsico un caso
abierto.
El analista
militar ruso Andrei Martyanov ha demostrado lo que podría pasar
con esas costosas bañeras de hierro estadounidenses en el Mediterráneo oriental
en caso de un ataque de Israel contra Irán.
Además, hay al
menos 1.000 soldados estadounidenses en el norte de Siria robando el
petróleo de este país, lo que también se convertiría en un objetivo
instantáneo.
Ali Fadavi, comandante en jefe adjunto
del CGRI (iraní), fue al grano: “Tenemos tecnologías en el campo militar
que nadie conoce, y los estadounidenses las sabrán cuando las usemos”.
Un ejemplo de
esto son los misiles hipersónicos Fattah iraníes, primos del Khinzal y el
DF-27, que viajan a Mach 15 y que son capaces de alcanzar cualquier
objetivo en Israel en 400 segundos.
Y añádase a
esto la guerra electrónica rusa (EW). Esto porque en Moscú hace seis
meses se confirmó la estrecha interconexión
militar ruso-irani. Los iraníes fueron a decirles a los
rusos: «Tendrán todo lo que necesiten, sólo pídanlo». Lo mismo se
aplica a la inversa: el enemigo mutuo es el mismo.
Se trata del
Estrecho de Ormuz
El meollo de la
cuestión – en la estrategia ruso-iraní – es el
Estrecho de Ormuz, por el que transita al menos el 20 por ciento del petróleo
mundial (casi 17 millones de barriles diarios) más el 18 por ciento del gas
natural licuado (GNL), lo que equivale al menos a 3.5 mil millones de
pies cúbicos por día.
Irán es capaz
de bloquear en solo un instante el estrecho de
Ormuz. Esto sería un acto de justicia poética
para un Israel que pretende engullir, ilegalmente, todo el gas
natural descubierto frente a las costas de Gaza:
ésta es, dicho sea de paso, una de las razones de la limpieza étnica de
Palestina.
Sin embargo, el
verdadero problema será el derribo
de la cuidada estructura de derivados de 618 billones de
dólares diseñada por Wall Street , como lo han confirmado los
analistas de Goldman Sachs y JP Morgan, así como los operadores independientes
de energía del Golfo Pérsico.
Entonces,
cuando las cosas se pongan feas – y mucho más allá de la defensa de Palestina y
en un escenario de Guerra Total – no sólo Rusia e Irán sino también actores
claves del mundo árabe a punto de convertirse en miembros de BRICS 11 –
como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos – tienen lo necesario para
derribar el sistema financiero estadounidense en el momento que
quieran.
Como subraya
un miembro del Estado profundo de la vieja escuela, ahora en negocios
en Europa Central:
“Las naciones
islámicas tienen la ventaja económica. Pueden hacer estallar el sistema
financiero internacional cortando el petróleo. No tienen que disparar ni
un solo tiro. Irán y Arabia Saudita se están aliando. La crisis de
2008 requirió 29 billones de dólares para resolverse, pero ésta, si ocurriera,
no podría resolverse ni siquiera con 100 billones de dólares en instrumentos
fiduciarios”.
Como me dijeron
los comerciantes del Golfo Pérsico, un escenario posible es que la OPEP
comience a sancionar a Europa, para luego extender las
sanciones a todos los países que están tratando al mundo musulmán como
enemigos y carne de guerra.
El Primer
Ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, ya ha advertido que el envío de
petróleo a los mercados occidentales podría retrasarse debido al
genocidio que Israel está perpetrando en Gaza. Por su
parte el Ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein
Amir-Abdollahian, ya ha pedido, oficialmente, un embargo total de petróleo y
gas por parte de los países islámicos contra las naciones –esencialmente
vasallas de la OTAN– que apoyan a Israel.
De modo que los
sionistas cristianos en Estados Unidos, aliados con el activo neoconservador
Netanyahu, que amenaza con atacar a Irán, tienen el potencial de derribar todo
el sistema financiero mundial.
Guerra eterna
contra Siria, remezclada
Bajo el volcán
actual, la asociación estratégica Rusia-China ha sido extremadamente
cautelosa. Para el mundo exterior, su posición oficial es la de
negarse a ponerse inmediatamente del lado de Palestina o de
Israel; pedir un alto el fuego por motivos humanitarios; exigir una
solución de dos Estados; y respetar el derecho internacional. Todas
sus iniciativas en la ONU han sido debidamente saboteadas por el Hegemón.
Tal como están
las cosas, Washington no ha dado la luz verde para la invasión
terrestre israelí de Gaza. La razón principal es que Estados
Unidos necesita ganar algo de tiempo para expandir la guerra a Siria,
“acusada” de ser el punto de tránsito de las armas iraníes hacia
Hezbollah. Esto también significa reabrir un viejo frente de
guerra contra Rusia.
En Moscú
no se hacen ilusiones. El aparato de inteligencia sabe bien
que agentes israelíes del Mossad han estado asesorando a
Kiev, mientras Tel Aviv suministraba armas a Ucrania bajo las
presiones estadounidenses. Esto enfureció a los siloviki y
pudo haber constituido un error fatal de Israel.
Los
neoconservadores han decidido no parar. Están lanzando una
amenaza paralela: si Hezbolá ataca a Israel con algo más que unos
pocos cohetes, la base aérea rusa Hmeimim en Latakia será “eliminada” como
una “advertencia” a Irán.
Esto no
debe considerarse como un juego de niños .Después de los ataques
israelíes en serie contra los aeropuertos civiles de Damasco y Alepo, Moscú ni
siquiera pestañeó antes de ofrecer sus instalaciones de Hmeimim a Siria, con
autorización para los vuelos del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de
Irán (CGRI). Según algunas fuentes de inteligencia rusas Netanyahu no
desea bombardear totalmente la base aérea rusa ya que está posee la
defensa A2/AD (anti-acceso/denegación de área).
Moscú también
ve claramente lo que podrían estar haciendo esas costosas bañeras de hierro
estadounidenses en el Mediterráneo oriental. La respuesta ha sido rápida:
los Mig-31K están patrullando el espacio aéreo neutral sobre el Mar Negro las
24 horas del día, los 7 días de la semana, equipados con Khinzals hipersónicos,
que sólo tardarían seis minutos en visitar el Mediterráneo.
En medio de
toda esta locura neoconservadora, el Pentágono ha desplegado una
formidable variedad de armamento y activos “no revelados” en el
Mediterráneo oriental, ¿su objetivo? : Hezbollah, Siria, Irán, Rusia
o todos los anteriores juntos. En este
escenario China y Corea del Norte –parte del nuevo “eje del
mal” inventado por Estados Unidos- han indicado que no serán meros
espectadores.
La Armada china
está, a todos los efectos prácticos, protegiendo a Irán a distancia. Aún
más contundente ha sido una declaración del primer ministro Li Qiang,
algo muy poco común en la diplomacia china:
«China seguirá
apoyando firmemente a Irán en la salvaguardia de su soberanía nacional,
integridad territorial y dignidad nacional, y se opondrá firmemente a cualquier
fuerza externa que interfiera en los asuntos internos de Irán».
Nunca olvidemos
que China e Irán están unidos por una asociación estratégica
integral. Mientras tanto, el primer ministro ruso, Mikhail Mishustin, ha reforzado la
asociación estratégica entre Rusia e Irán en una reunión con el primer
vicepresidente de Irán, Mohammad Mokhber.
Recuerda a esos
comedores de arroz de Corea.
Las milicias
pro-Irán a lo largo del Eje de Resistencia mantienen un grado cuidadosamente
moderado de confrontación contra Israel, cercano a las tácticas de la
guerrilla. Todavía no participan en ataques
masivos. Pero esta apuesta será cancelada si Israel
invade Gaza. Está claro que el mundo árabe, a pesar sus enormes
contradicciones internas, simplemente no tolerará la masacre de civiles.
Sin rodeos, en
la incendiaria coyuntura actual, la potencia hegemónica creen
haber encontrado una salida a su humillación en
el Proyecto Ucrania. Piensan erróneamente que la misma vieja Guerra
Eterna reavivada en Asia occidental puede ser “modulada” a voluntad. Y
si estas dos guerras se convierten en un lastre
político, (como con seguridad sucederá) ¿qué pueden
hacer el hegemon a continuación ? Simplemente iniciará una nueva
guerra en el “Indo-Pacífico”.
Nada de eso
engaña a Rusia-Irán y su gélido seguimiento de un agitado
Hegemón. Es esclarecedor recordar lo que ya predecía Malcolm X en 1964 :
“Unos hombre
y mujeres comedores de arroz lo echaron de Corea. Sí, comedores
de arroz con nada más que chanclas , un rifle y un plato de
arroz se tomaron sus tanques y derrotaron todas esas
otras acciones que se supone que Estados Unidos
debía realizar para cruzar el rio Yalu. ¿Por qué? Porque no
se pueda ganar una guerra solo bombardeando a un pueblo
indefenso, como siempre se debe ganar con las botas sobre
el territorio ”.
FUENTE: observatoriocrisis.com
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