martes, 19 de septiembre de 2023

El Corte Inglés vende en España su aceite de oliva virgen extra 14 euros más caro que en Portugal

 

 

El Corte Inglés vende en España su aceite de oliva virgen extra 14 euros más caro que en Portugal

Se trata del mismo producto, envasado en Jaén por Aceites del Sur-Coosur SA. FACUA ha puesto los hechos en conocimiento de Consumo. La ley prohíbe subir márgenes de beneficio en alimentos con el IVA rebajado.

TERCERAINFORMACION / 19.09.2023


FACUA-Consumidores en Acción ha detectado una diferencia de 14 euros en la garrafa de cinco litros de aceite de oliva virgen extra marca El Corte Inglés en función de si se compra en España, más caro, o en Portugal. La asociación ha puesto los hechos en conocimiento del Ministerio de Consumo, ya que desde el 1 de enero está prohibido aumentar márgenes de beneficio en los alimentos afectados por la rebaja del IVA.

El precio de este producto es de 41,95 euros en la tienda online de supermercados de El Corte Inglés de España. Por su parte, la misma garrafa de aceite se vendía hasta ayer 12 de septiembre a 27,89 euros en la tienda online de esta cadena de distribución en el país vecino. Este miércoles, la empresa le ha subido el precio en Portugal para igualarlo al de España antes de impuestos.

La asociación ha comprobado que se trata del mismo aceite de oliva virgen extra, con idéntico formato, envasado en ambos casos por Aceites del Sur-Coosur SA para El Corte Inglés, empresa con sede fiscal en el municipio jiennense de Vilches.

Es más, las garrafas que se venden en España y en Portugal incluso comparten el mismo EAN: 8433329060158. Este número es un código de barras europeo que se utiliza como identificador del producto.

En España, a día de hoy el precio de este producto es idéntico en El Corte Inglés y en Hipercor. Los seguimientos realizados por FACUA en Hipercor ponen de manifiesto que se ha encarecido un 51,8% entre enero y septiembre, pasando de 27,63 a 41,95 euros. La gran subida se ha producido este mes, nada menos que un 20,7% con respecto al precio de agosto.

IVA cero en Portugal

Como medida para luchar contra la inflación, Portugal aplica desde el pasado mes de abril el 0% de IVA a una serie de alimentos básicos entre los que se encuentra el aceite de oliva. Esta medida, en principio, se mantendrá hasta finales de octubre.

En España, el aceite de oliva también se encuentra entre los alimentos básicos a los que el Gobierno viene aplicando una rebaja del IVA desde comienzos de 2023. En el caso concreto del aceite, se ha pasado de un 10% a un 5% de IVA.

Los 41,95 euros a los que se vende la garrafa de aceite de oliva virgen extra El Corte Inglés se quedan en 39,95 euros antes de impuestos, por lo que la diferencia con el precio que tenía hasta ayer en Portugal es de 12,06 euros si no se incluye el IVA.

La misma marca de aceite de oliva virgen extra cuesta hasta un 45% más en función del supermercado

La misma marca de aceite de oliva virgen extra cuesta hasta un 45,0% más en función de la cadena de supermercados donde se adquiera, una diferencia que en euros representa nada menos que 4 por litro. Así lo pone de manifiesto un estudio realizado este mes por FACUA-Consumidores en Acción sobre 50 marcas de aceites de oliva virgen y virgen extra en ocho de las principales cadenas del país (ver tablas).

Las diferencias de precios entre las distintas marcas y establecimientos llegan a alcanzar los 5,31 euros por litro (el 68,1%) en el caso de la botella de un litro de aceite de oliva virgen extra.

FACUA reclama al Gobierno que investigue a fondo la escalada de precios que se está produciendo en el sector y aplique topes a los márgenes de beneficio en todas las fases de la cadena, ya que las subidas no son únicamente consecuencia de malas cosechas de aceitunas, sino también de la especulación. Además, la asociación recuerda que el real decreto ley por el que se aprobó la rebaja del IVA del 10 al 5% prohíbe desde enero cualquier subida que no sea consecuencia de incrementos de costes, por lo que representaría una práctica sancionable.

El estudio de FACUA, cuya toma de datos se realizó el 4 de septiembre, compara 144 precios de aceites de oliva virgen y virgen extra a la venta en Alcampo, Carrefour, Dia, Hipercor, Eroski, Mercadona, Aldi y Lidl. En este análisis se han tenido en cuenta los aceites en envases de plástico de 1, 2 y 5 litros, en lata de 1, 2,5, 3 y 5 litros, y en espray de 200 mililitros.

Precio del aceite en envases de plástico

El precio medio del litro de aceite de oliva virgen extra en envases de plástico de 1 litro se sitúa actualmente en los 9,67 euros. De los analizados por FACUA, el más caro es el litro de virgen extra marca Maestros de Hojiblanca, a la venta en Carrefour a 13,10 euros. Por su parte, el más barato es de la firma Mar de Olivos, a 7,79 euros en Alcampo. La diferencia de precio entre uno y otro alcanza el 68,1%.

Entre los aceites vírgenes en formato de 1 litro, la diferencia llega al 53,4%. El más caro es de la firma Coosur Serie Oro, a 11,80 euros en Carrefour. El precio más barato es compartido entre las marcas blancas de Carrefour, Lidl y Aldi, a 7,69 euros el litro. El precio medio de esta variedad de aceite se sitúa en 8,91 euros.

Por su parte, la media de la garrafa de 5 litros de virgen extra es de 44,35 euros (8,87 euros por litro). El más caro es de marca Maestros de Hojiblanca, a 52,49 euros en Carrefour. El más barato es de Iznaoliva, a 33,99 euros en Alcampo. La diferencia de precio entre uno y otro alcanza el 54%. El oliva virgen, también en garrafa de 5 litros cuesta 39 euros de media. El más caro está en Carrefour, a 48,05 euros la marca Carbonell. El más barato en Alcampo, a 33,99 euros la marca Olivar Centenario.

El precio medio de la garrafa de 3 litros de virgen extra es de 27,10 euros (9,03 euros porl itro). El más caro es de marca Maestros de Hojiblanca, a la venta en Alcampo a 34,99 euros. Los dos más baratos, a 22,99 euros, son de las firmas Coosur y Olisone en Lidl. En virgen, la media de los aceites analizados es de 23,63 euros. El más caro, a 28,99 euros en Hipercor, es de marca Coosur Serie Oro. El más barato es una oferta temporal de la marca Carbonell, a 21,59 euros, en Eroski.

Precio del aceite en envases de lata

En lata, todos los aceites analizados por FACUA son virgen extra. El precio medio del formato de 5 litros es de 46,36 euros. La marca más cara es Parqueoliva DOP Priego de Córdoba, a 56,22 euros en Hipercor. La más barata es De Nuestra Tierra, que se vende en Carrefour a 40,95 euros.

En 2,5 litros, el precio medio se sitúa en 29,71 euros. El producto más barato es de marca Oro Bailén Arbequina, a 35,27 euros en Hipercor. El más barato es también de la marca De Nuestra Tierra, en Carrefour a 24,95 euros.

El precio medio de venta del virgen extra en lata de un litro es de 9,70 euros, cifra prácticamente idéntica a la media de un litro en plástico (9,67 euros). El más caro, en este caso, es la marca De Nuestra Tierra en Carrefour, a 11,25 euros, mientras que el más barato es una oferta de Eroski en la marca La Española, a 8,75 euros.

En espray, el precio medio para el formato de 200 mililitros es de 3,12 euros. El producto más caro de los seis recogidos en este estudio es de marca Maeva, a 3,80 euros en Carrefour. El más barato, la marca blanca de Mercadona a 2,80 euros.

Hasta un 45% de diferencia de precio en función del supermercado

La mayor diferencia de precios entre una misma marca según el establecimiento donde se vende se encuentra en la botella de un litro de virgen extra Carbonell variedad picual. El precio va desde los 8,86 euros en Alcampo hasta los 12,85 euros en Carrefour, lo que supone una diferencia del 45% (3,99 euros/litro).

Las 50 marcas analizadas en este estudio son Hacendado, Almazara del Olivar, Carbonell, Hojiblanca, Dcoop, Jaencoop, El Corte Inglés, Coosur, Oleoestepa, Abril, La Española, Oliva de Segura, Alcampo, Maestros de Hojiblanca, Campomar Nature, El Molino de Gines, Picualia, Betis, Mar de Olivos, Borges, Eroski, Urzante, Koipe, Mendia, Ybarra, Trujal Tudela, Carrefour, Retama, La Masía, Guillén, Conde de Benalua, Iznaoliva, Oleodiel, Fruto del Sur, Olivar Centenario, Valdezarza, Loxa, AOVE, Framoliva, Aromas del Sur, De Nuestra Tierra, Maeva, Oleocazorla, Parqueoliva, Oro Bailén, Olivo de Cambil, Palacio de los Olivos, La Organic Cuisine, Olisone y Olearia del Olivar.

Si bien la sequía y la falta de precipitaciones se argumenta como la causa principal de esta subida de precios en el aceite de oliva virgen y virgen extra, FACUA pide al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que lleve a cabo un mayor control de la cadena de producción e investigue si existe especulación por parte de las grandes cadenas de distribución u otros intermediarios a la hora de aplicar márgenes de beneficio a estos productos.

La asociación recuerda que el Gobierno puede fijar precios máximos o topar los márgenes de comercialización tal y como permite la ley del comercio. En su artículo 13, relativo a la libertad de precios, la Ley 7/1996, de 15 de enero, de Ordenación del Comercio Minorista, establece que «el Gobierno del Estado, previa audiencia de los sectores afectados, podrá fijar los precios o los márgenes de comercialización de determinados productos, así como someter sus modificaciones a control o a previa autorización administrativa».

Esta capacidad está prevista en varios supuestos, entre ellos «cuando se trate de productos de primera necesidad o de materias primas estratégicas» y «excepcionalmente y mientras persistan las circunstancias que aconsejen la intervención, cuando, en un sector determinado, se aprecie ausencia de competencia efectiva».

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Declaración final de la Cumbre G-77 y China

 

La reunión del Grupo de los 77 y China ha concluido con esta Declaración que aborda el papel de la ciencia y la tecnología como pilares del desarrollo, y el rechazo a leyes y regulaciones con impacto extraterritorial y todas las medidas coercitivas. La reunión del Grupo de los 77 y China ha concluido con esta Declaración que aborda el papel de la ciencia y la tecnología como pilares del desarrollo, y el rechazo a leyes y regulaciones con impacto extraterritorial y todas las medidas coercitivas.


Declaración final de la Cumbre G-77 y China

El Viejo Topo /  19 septiembre, 2023

 


DECLARACIÓN DE LA HABANA SOBRE “RETOS ACTUALES DEL DESARROLLO: PAPEL DE LA CIENCIA, LA TECNOLOGÍA Y LA INNOVACIÓN

Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros del Grupo de los 77 y China, reunidos en La Habana, Cuba, los días 15 y 16 de septiembre de 2023, a propósito de la Cumbre del Grupo sobre Retos actuales del desarrollo: Papel de la ciencia, la tecnología y la innovación, convencidos de la imperiosa necesidad de actuar unidos, reafirmamos nuestra adhesión plena al espíritu, principios y objetivos del Grupo de los 77 y China.

Reafirmamos, asimismo, el compromiso de fortalecer la unidad y solidaridad del Grupo en aras de lograr sus objetivos y de reforzar su papel en el contexto internacional actual. Ratificamos el pleno respeto de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional.

Lamentamos profundamente las pérdidas de vidas humanas y materiales tras los recientes fenómenos naturales que impactaron a Libia y Marruecos. Trasladamos nuestras sentidas condolencias a los respectivos pueblos y Gobiernos y a los familiares y allegados de las víctimas en ambas naciones.

Notamos con profunda preocupación que los principales desafíos generados por el actual orden económico internacional injusto para los países en desarrollo, han alcanzado su expresión más aguda en la actualidad debido, entre otras cosas, a los persistentes efectos negativos de la pandemia de COVID-19, a pesar de que la OMS ha levantado la Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII) por COVID-19;  las tensiones geopolíticas; las medidas coercitivas unilaterales y las múltiples crisis actuales, incluidas las crisis económica y financiera; la fragilidad de las perspectivas económicas mundiales; el aumento de la presión sobre los alimentos, la energía; el desplazamiento de personas; la volatilidad de los mercados; la inflación; el ajuste monetario; la creciente carga de la deuda externa; el aumento de la pobreza extrema; el aumento de las desigualdades dentro de los países y entre ellos; y los efectos adversos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la desertificación, las tormentas de arena y polvo y la degradación del medio ambiente, así como las brechas digitales, sin que hasta ahora haya una hoja de ruta clara para hacer frente a estos problemas mundiales.

También expresamos nuestra profunda preocupación por la enfermedad, la muerte y la continua perturbación socioeconómica y devastación causada por la pandemia de COVID-19, que ha exacerbado aún más las marcadas desigualdades en y entre los países y las regiones, con un impacto desproporcionado en los países en desarrollo. Esta situación subraya la urgencia de reforzar la solidaridad mundial y la cooperación internacional con los países en desarrollo, así como el apoyo a los mismos, para prevenir, prepararse y responder a las pandemias y otras emergencias sanitarias, teniendo en cuenta las lecciones aprendidas de la pandemia de COVID-19.

Subrayamos la urgente necesidad de una reforma integral de la arquitectura financiera internacional y de un enfoque más inclusivo y coordinado de la gobernanza financiera mundial, con mayor énfasis en la cooperación entre los países, incluso mediante el aumento de la representación de los países en desarrollo en los órganos mundiales de toma de decisiones y formulación de políticas, lo que contribuirá a mejorar las capacidades de los países en desarrollo para acceder a la ciencia, la tecnología y la innovación y desarrollarlas.

Reiteramos la firme convicción de que todos los Estados y partes interesadas deben consagrarse colectivamente a la consecución del desarrollo mundial y de una cooperación para el desarrollo científico y tecnológico “que beneficie a todos”,  sobre la base de amplias consultas, contribuciones conjuntas y beneficios compartidos,  que puede aportar enormes beneficios a todos los países y a todas las partes del mundo en la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad.

Rechazamos la imposición de leyes y regulaciones con impacto extraterritorial y todas las demás formas de medidas económicas coercitivas, incluidas las sanciones unilaterales contra los países en desarrollo y reiteramos la urgente necesidad de eliminarlas inmediatamente. Subrayamos que tales acciones no sólo socavan los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, sino que constituyen un serio obstáculo para el avance de la ciencia, la tecnología y la innovación y la plena consecución del desarrollo económico y social, en particular en los países en desarrollo.

Además, hacemos hincapié en que las medidas coercitivas unilaterales tienen repercusiones negativas y devastadoras en el disfrute de los derechos humanos, incluidos el derecho al desarrollo y el derecho a la alimentación. Dichas medidas también obstaculizan el acceso de los países afectados a la asistencia sanitaria, la ayuda y suministros humanitarios y los bienes de propiedad de la nación.

Rechazamos los monopolios tecnológicos y otras prácticas desleales que obstaculizan el desarrollo tecnológico de los países en desarrollo. Los Estados que tienen el monopolio y el dominio en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, incluido Internet, no deben utilizar los avances de las Tecnologías de la Información y la Comunicación como herramientas de contención y supresión del legítimo desarrollo económico y tecnológico de otros Estados. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que fomente un entorno abierto, justo, inclusivo y no discriminatorio para el desarrollo científico y tecnológico.

Observamos con preocupación que, a mitad de camino de la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el mundo, en particular los países en desarrollo, siguen estando muy lejos de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Observamos además que la ciencia, la tecnología y la innovación se han identificado como motores de transformación para acelerar el progreso en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y que su despliegue estratégico podría resolver y minimizar las diferencias entre los Objetivos y las metas, y reconocemos que la transferencia de tecnología a los países en desarrollo será fundamental para intensificar y acelerar la aplicación de la Agenda 2030.

Destacamos el importante papel de la ciencia, la tecnología y la innovación como pilares, facilitadores y catalizadores para apoyar el crecimiento sostenido, inclusivo y sostenible, acelerando la plena aplicación de la Agenda 2030 y la Agenda de Acción de Addis Abeba y, en este contexto, reafirmamos la necesidad de que la adopción de decisiones políticas en todos los niveles cree un entorno internacional propicio para el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación y tenga en cuenta, en primera instancia, los conocimientos científicos y la innovación disponibles, así como el uso y la promoción de las capacidades y los saberes tradicionales, locales, de afrodescendientes y autóctonos.

Reafirmamos la Agenda de Túnez para la Sociedad de la Información de 2005, en la que se reconocieron las necesidades especiales y específicas de financiación del mundo en desarrollo, y promovemos una estrecha alineación entre el proceso de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, destacando las contribuciones transversales de las tecnologías de la información y las comunicaciones a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones, y señalando que el acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones también se ha convertido en un indicador y una aspiración de desarrollo en sí mismo.

También hacemos un llamamiento a una estrecha concordancia entre el proceso de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información y la Agenda de Acción de Addis Abeba y otros resultados de los procesos intergubernamentales pertinentes, incluidos el Pacto Mundial Digital y la Cumbre del Futuro. Acordamos trabajar en pro de una posición sólida y concertada del G-77 y China para garantizar que el proceso de Revisión General de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI+20), el Pacto Mundial Digital y la Cumbre del Futuro contribuyan, entre otras cosas, al logro del desarrollo sostenible y a cerrar la brecha digital entre los países desarrollados y los países en desarrollo.

Reiteramos que la Agenda de Túnez y la Declaración de Principios y el plan de acción de Ginebra, establecerán los principios rectores de la cooperación digital.
Reconocemos la oportunidad que ofrecen la ciencia, la tecnología y la innovación para el pleno disfrute de todos los derechos humanos por todas las personas,  incluido el derecho al desarrollo. Instamos a avanzar en la inclusión digital, así como a lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas, y a reforzar su acceso y participación de forma plena, equitativa y significativa en estos ámbitos, incluida la participación de las mujeres en los procesos científicos y tecnológicos, como una vía para eliminar la brecha digital de género, hacer frente a los riesgos y desafíos derivados del uso de las tecnologías y garantizar que sus beneficios estén al alcance de todos, incluidas las mujeres y las niñas.
Convenimos en la necesidad de invertir más en ciencia, tecnología e innovación y de poner en marcha iniciativas a todos los niveles para el desarrollo de los recursos humanos en estos ámbitos. Subrayamos la importancia de formular estrategias encaminadas a combatir la fuga de cerebros de recursos humanos especializados formados en los países del Sur. Acordamos seguir promoviendo el interés de los jóvenes por los estudios científicos, incluido en la esfera educativa.

Reafirmamos nuestro compromiso con la colaboración científica abierta y equitativa, y reconocemos la importante contribución de la ciencia abierta al desarrollo de soluciones para enfrentar los desafíos globales. A este respecto, alentamos a que se adopten medidas para fomentar la incorporación de pruebas científicas en los procesos de formulación de políticas.

Reconocemos las importantes contribuciones que el conocimiento producido por las actividades de investigación e innovación puede aportar al diseño de mejores políticas públicas, así como la necesidad de fortalecer la colaboración y los intercambios entre los formuladores de políticas y las comunidades científicas y tecnológicas para tal fin.

Alentamos la promoción de una gestión de gobierno basada en la ciencia y la innovación, tanto a nivel nacional como local, así como la inclusión de esta perspectiva en las estrategias nacionales de desarrollo como elementos integrales y transversales.  Llamamos asimismo, al fortalecimiento de ecosistemas de ciencia e innovación que conecten los gobiernos nacionales y locales, los sectores público y privado, la academia, los centros de investigación y la sociedad civil, teniendo en cuenta las legislaciones y los contextos nacionales.

Expresamos nuestra disposición a apoyar la ampliación de modelos de ciencia abierta en todos los niveles, con el fin de garantizar el acceso de los ciudadanos a los resultados de las investigaciones y a la información científica, de modo que la ciencia y el conocimiento estén al alcance de todas las personas.

Abogamos por un desarrollo y uso de la ciencia, la tecnología y la innovación de manera ética y responsable, así como por el fortalecimiento y ampliación de las infraestructuras para la investigación y el desarrollo.

Reconocemos que los derechos de propiedad intelectual deberán contribuir a promover la innovación tecnológica, de modo que favorezcan el bienestar social y económico, teniendo en cuenta las legislaciones nacionales e instamos a que se apliquen, cuando proceda, las flexibilidades consagradas en las obligaciones jurídicas internacionales pertinentes en materia de derechos de propiedad intelectual.

Reconocemos la contribución de la ciencia al desarrollo de tecnologías y soluciones innovadoras para avanzar hacia patrones de producción y consumo más sostenibles. En ese contexto, instamos a que se faciliten a los países en desarrollo los medios de implementación necesarios para reforzar sus capacidades científicas y tecnológicas. Tomamos nota, además, de la necesidad de sensibilizar sobre el desarrollo y los modos de vida sostenibles, de conformidad con los compromisos recogidos en la Agenda 2030. A este respecto, nos comprometemos a seguir promoviendo estrechos vínculos y asociaciones entre los responsables políticos, el mundo académico, los centros de investigación y el sector privado, según proceda.

Reconocemos además la contribución de la ciencia, la tecnología y la innovación al desarrollo industrial de los países en desarrollo y como fuente fundamental de crecimiento económico, diversificación económica y adición de valor.

Exhortamos a la promoción de nuevas investigaciones, el desarrollo y la transferencia de las tecnologías necesarias y el acceso a las ya existentes en las esferas de la alimentación y la nutrición, la salud, el agua y el saneamiento y la energía, a fin de contribuir a la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones y al logro de un crecimiento económico sostenido, inclusivo y equitativo, del bienestar humano y del desarrollo sostenible.

Tomamos nota del papel central de los gobiernos, con la contribución activa de las partes interesadas del sector privado, la sociedad civil, el mundo académico y las instituciones de investigación, en la creación y el apoyo a un entorno propicio en todos los niveles, incluidos marcos normativos y de gobernanza propicios, de conformidad con las prioridades nacionales, para fomentar la ciencia, la innovación, el espíritu empresarial y la difusión de conocimientos y tecnologías, en particular a las micro, pequeñas y medianas empresas, así como la diversificación industrial y el valor añadido a los productos básicos.

Destacamos la importancia de la investigación y el desarrollo y la transferencia de tecnología en la esfera de la salud humana, teniendo en cuenta el aumento de las enfermedades transmisibles y no transmisibles emergentes y reemergentes, incluidos sus factores de riesgo.

Exhortamos a la comunidad internacional y a los órganos pertinentes del sistema de las Naciones Unidas a que adopten medidas urgentes para promover el acceso sin trabas, oportuno y equitativo de los países en desarrollo a las medidas, productos y tecnologías relacionados con la salud, necesarios para hacer frente a la preparación y las respuestas actuales y futuras en materia de prevención de pandemias. Ello incluye la financiación, el fortalecimiento de los sistemas de salud, el desarrollo de capacidades, la garantía de la sostenibilidad de las cadenas de suministro, la transferencia de tecnología y los conocimientos técnicos para la fabricación y producción local y regional de contramedidas médicas, incluidos medicamentos, vacunas, terapias, diagnósticos, tecnologías sanitarias y otros productos sanitarios en los países en desarrollo.

Reconocemos el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación para identificar y enfrentar los desafíos planteados por el cambio climático, cuyos efectos impactan de manera desproporcionada a los países en desarrollo. Reconocemos que todas las barreras tecnológicas, entre ellas las señaladas por el IPCC, limitan la adaptación al cambio climático y la implementación de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) de los países en desarrollo. En tal sentido, reiteramos la necesidad de dar una respuesta eficaz a la amenaza urgente del cambio climático, especialmente mediante el aumento de la financiación, la transferencia de tecnología y el desarrollo de capacidades sobre la base de las necesidades y prioridades de los países en desarrollo, de conformidad con los principios y el objetivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y su Acuerdo de París, incluida la equidad y las responsabilidades comunes pero diferenciadas y las capacidades respectivas, así como sobre la base de los conocimientos científicos más avanzados disponibles.

Reconocemos que las tecnologías de la información y la comunicación son un catalizador clave y facilitan el desarrollo sostenible. Reafirmamos la visión de construir una sociedad de la información inclusiva, centrada en las personas y orientada al desarrollo. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional y a los órganos pertinentes del sistema de las Naciones Unidas para que adopten medidas urgentes encaminadas a reducir las brechas digitales y las desigualdades en la generación, infraestructura y accesibilidad de datos en y entre países y regiones, así como entre países desarrollados y en desarrollo, prestando especial atención a los más pobres y vulnerables. Instamos a crear las condiciones necesarias para proporcionar a los países en desarrollo una conectividad asequible y fiable, destinada, entre otras cosas, a promover el acceso y la inclusión digitales, incluso para las personas de comunidades remotas y rurales, así como a garantizar un desarrollo, acceso y  uso ético, fiable y más equitativo de la inteligencia artificial.

Notamos con profunda preocupación las disparidades existentes entre los países desarrollados y los países en desarrollo en cuanto a las condiciones, posibilidades y capacidades para producir nuevos conocimientos científicos y tecnológicos. Llamamos a la comunidad internacional, al Sistema de las Naciones Unidas y a las Instituciones Financieras Internacionales a apoyar los esfuerzos de los países del Sur encaminados a desarrollar y fortalecer sus sistemas nacionales de ciencia, tecnología e innovación. Instamos a los países desarrollados a movilizar urgentemente medios de implementación tales como la transferencia de tecnología, la asistencia técnica, el desarrollo de capacidades y la financiación, a través de recursos nuevos, adicionales y predecibles en relación con las necesidades de los países en desarrollo en esta esfera, de conformidad con sus necesidades, políticas y prioridades nacionales.

Reconocemos que no deben imponerse restricciones al acceso de los países en desarrollo a los materiales, equipos y tecnologías de las Tecnologías de la Información y la Comunicación para mantener un desarrollo sostenible.

Reconocemos además la importancia de ayudar a los países en desarrollo a enfrentar los desafíos y oportunidades relacionados con el uso de Internet y el comercio electrónico para desarrollar, entre otras, sus capacidades de comercio internacional.

Apoyamos el fomento y la aplicación de políticas de innovación específicas y focalizadas destinadas a impulsar el crecimiento económico sostenible y la creación de nuevas oportunidades de empleo para las generaciones actuales y futuras.

Reiteramos el papel crucial de la Asistencia Oficial para el Desarrollo en el apoyo a las necesidades de desarrollo de los países del Sur e insistimos en la urgente necesidad de que los países desarrollados cumplan su compromiso histórico en este sentido.

Destacamos la importancia de fortalecer la cooperación Norte-Sur, incluido el cumplimiento de los compromisos en materia de Asistencia Oficial para el Desarrollo con el fin de apoyar las necesidades de desarrollo de los países del Sur.  Al propio tiempo, acordamos seguir trabajando en el desarrollo de la ciencia y la tecnología en los países en desarrollo mediante el fortalecimiento de la cooperación Sur-Sur, que es necesaria para optimizar nuestro potencial y complementar nuestros recursos y conocimientos especializados, al tiempo que ofrece caminos viables para hacer frente a los desafíos comunes de los países en desarrollo y, entre otros, acelerar el progreso en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Alentamos los debates sobre las posibilidades de establecer nuevas plataformas para la cooperación Sur-Sur y los intercambios en materia de ciencia, tecnología e innovación.

Alentamos además la promoción de proyectos y programas de cooperación triangular destinados a mejorar el acceso de los países en desarrollo a más y mejores recursos para la implementación de iniciativas técnicas y científicas. Reconocemos que la cooperación triangular tiene por objeto facilitar, apoyar y mejorar las iniciativas Sur-Sur, mediante la provisión, entre otras cosas, de financiación, desarrollo de capacidades, transferencia de tecnología y otras formas de apoyo, a petición de los países en desarrollo, en consonancia con los principios de la cooperación Sur-Sur, y que debe ser liderada por los países del Sur.

Reconocemos que debe considerarse un marco tecnológico internacional que incluya el Pacto Mundial Digital, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que brinde acceso preferencial a los países en desarrollo a las tecnologías avanzadas pertinentes, desarrolle sus capacidades productivas, ponga fin a las restricciones discriminatorias y se centre en la investigación y el desarrollo mundiales sobre los avances científicos que guarden relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Reconocemos el papel de las alianzas pluripartitas para fomentar la inversión estratégica a largo plazo en apoyo del desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación en los países en desarrollo, entre otras cosas mediante una financiación innovadora.

Ratificamos nuestra decisión de retomar el trabajo del Consorcio de Ciencia, Tecnología e Innovación para el Sur (COSTIS), e instamos a los miembros del Grupo a evaluar y trazar estrategias para garantizar su funcionamiento efectivo.

Acordamos que nuestros Ministros y Altas Autoridades de Ciencia, Tecnología e Innovación se reúnan periódicamente, según proceda, para realizar un balance del papel de la ciencia, la tecnología y la innovación en las agendas de desarrollo aprobadas en las Naciones Unidas y fortalecer la cooperación Sur-Sur en estas esferas.

Instamos a las Comisiones Regionales, Organismos, Fondos y Programas de las Naciones Unidas, en particular el PNUD, la UNESCO, la UNCTAD, la ONUDI, la UIT y la Oficina de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur, en el marco de sus respectivos mandatos, a realizar esfuerzos adicionales para apoyar a los países en desarrollo en el fortalecimiento de los marcos institucionales y las políticas públicas relacionadas con la ciencia, la tecnología y la innovación.

Acordamos solicitar al Presidente de la Asamblea General que convoque, en el contexto del Octogésimo Período de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, una Reunión de Alto Nivel sobre Ciencia, Tecnología e Innovación para el Desarrollo, centrada en particular en las medidas que deben adoptarse para atender las necesidades de los países en desarrollo en estos ámbitos.

Reafirmamos nuestro compromiso de aplicar en los planos nacional e internacional las medidas concretas contenidas en la presente Declaración.

Acordamos declarar el 16 de septiembre como el Día de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en el Sur.

Manifestamos nuestro agradecimiento al gobierno de la República de Cuba, Presidente del Grupo de los 77 y China, por la organización y desarrollo de esta Cumbre.  Confiamos en que esta reunión marque la pauta de nuestras acciones en estos tiempos de enormes desafíos y nos permita avanzar hacia la realización de nuestras legítimas aspiraciones de desarrollo.

Fuente: ACN/Eerumen Latinoamericano.

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