martes, 11 de junio de 2019

EN HONDURAS NO HAY COMUNISMO ASALVAJADO DE UÑAS, DIENTES Y QUE ¡TE COMO!



Honduras y la crisis invisible

tercerainformación
10/06/2019 



El país centroamericano atraviesa en este momento por una profunda crisis institucional, producto de la aplicación de un modelo que profundiza las desigualdades presentes desde hace décadas en una sociedad que ha tenido que ver, casi como espectador, que desde Estados Unidos se dictan las medidas que afectan las condiciones de vida de la población, mientras esta sufre una brutal represión que es premeditadamente ocultada por los medios vinculados al poder.

Existe un libreto desarrollado con el fin de aplicar la receta neoliberal que ha rendido frutos en la mayor parte de Latinoamérica. El postulado básico es todo se compra, todo se vende y, en la medida que todo es una mercancía, el mercado es el centro de toda lógica de poder.
Honduras, igual que todos los países de Centroamérica, vivió una sangrienta colonización, una dolorosa independencia y un siglo XX lleno de inestabilidad, revueltas y gobiernos de hecho; al final quedó una clase política ultraconservadora atornillada a un gobierno construido para cuidar los intereses de un poder local que siempre está a la sombra del poder norteamericano.

En 2009, cuando casi todo el continente miraba con esperanza hacia el progresismo y se construían grandes iniciativas integradoras que buscaban plantar cara al modelo desarrollado hasta la fecha, un presidente al que no podría ubicarse originalmente en términos ideológicos como un militante comprometido de la izquierda revolucionaria, sino más bien como un liberal reformista, decidió acercar a Honduras a los modelos de integración propuestos desde el progresismo sudamericano por medio de Petrocaribe.

Esto marcó el golpe que arrojó a Manuel Zelaya de la presidencia en una puesta en escena en que la comunidad internacional asistió como testigo mudo e impotente; la OEA no invocó la carta democrática en defensa de un gobierno elegido en las urnas, ni se ofreció una fuerza multilateral que buscara el restablecimiento de la democracia en ese país centroamericano, ya que las palabras usurpación e ilegitimidad no se habían descubierto en ese momento.

De ahí en adelante las cosas sólo pasaron a ser peores para el pueblo hondureño, el cual hoy tiene uno de los índices de pobreza más altos del continente. Caras & Caretas habló con Hernán Daffoncio, un uruguayo quien desde su participación en el movimiento estudiantil internacionalista en la década pasada se vinculó con Centroamérica y México, pero principalmente con Honduras y su dura realidad.

Para Daffoncio, el punto que marca un quiebre en la realidad en Honduras es el golpe contra Zelaya en 2009, no porque antes las cosas estuvieran mejor, sino porque la manera en que el establishment se ha sostenido desde entonces ha sido cada vez más abiertamente autoritaria y se preocupan cada vez menos por generar, al menos en las apariencias, un esquema republicano que simule una democracia.

En esta perspectiva todos los gobiernos que han continuado luego del golpe han cargado tras de sí una enorme impopularidad que han tenido que resolver por medio de elecciones las cuales, por lo menos en el caso del presidente en ejercicio, Juan Orlando Hernández, han estado marcadas por las denuncias de fraude que se han hecho a nivel nacional e internacional, obviamente sin respuesta.

El descontento popular ha estado a flor de piel debido a que este tipo de gobiernos no se mantienen por la fuerza con un carácter decorativo, se imponen para defender intereses particulares; desde esta perspectiva la última receta viene planteada en forma de un proyecto de ley que cambia el carácter de la prestación de los servicios de salud y educación en el país por un modelo privado y que termina siendo sancionado por la fuerza.

La manera en que el gobierno defiende su iniciativa es planteando que la población hondureña no se vería afectada, pues la administración en manos de privados no afectaría la gratuidad en la prestación de los servicios; en ese sentido, de acuerdo con Daffoncio, existe un franco inmovilismo por parte de las tres centrales sindicales del país, quienes no han logrado entablar un escenario de movilización que aglutine el descontento general en un llamado a la huelga general de tal manera que se logren revertir las medidas privatizadoras aprobadas por medio de decretos de emergencia, los cuales tienen un claro carácter antidemocrático y autoritario.

La respuesta más contundente se ha producido desde los gremios de la salud, y principalmente de la educación, reunidos en el Sindicato Profesional de Docentes Hondureños (Sinprodoh), que tiene un gran nivel de afiliación y ha sido determinante, no sólo en términos de movilización, sino a la hora de sustentar teórica y políticamente las razones del descontento general, que van más allá de la gratuidad en la prestación de los servicios y están vinculadas al modelo económico y el papel mismo del Estado.

Por otro lado es importante resaltar que, a pesar de los esfuerzos del gobierno de Hernández por deslegitimar las movilizaciones, buscando reducirlas a un ámbito sectorial y queriendo restar autoridad a quienes las dirigen por medio de acusaciones individuales, la crisis institucional en Honduras hoy es evidente. Una pequeña muestra de ello no sólo se ve en el volumen de movilización que rechaza las decisiones y mecanismos gubernamentales, sino en la violenta respuesta del gobierno contra cualquier expresión de inconformismo desde la perspectiva legal por medio de represión policial y judicializaciones sumarias violando los mínimos derechos de los sindicados, y paralegal por medio de expresiones armadas ilegales, pero amparadas por las fuerzas militares y policiales.

El modelo paramilitar en Honduras ha estado en auge desde el golpe por medio de asesinatos selectivos, masacres y una fuerte persecución en contra de las organizaciones, lo que ha cobrado vidas como la de la activista Berta Cáceres, quien cayó asesinada el 3 de marzo de 2016 en su casa.

La crisis institucional en Honduras es profunda y sin duda cada vez más crítica en la medida en que la injerencia norteamericana se ha hecho más notoria, pues las identidades ideológicas con el discurso neoliberal no resuelven las profundas grietas éticas que tiene la clase dirigente local, ya que los vínculos con el narcotráfico se han vuelto inocultables y tocan a la puerta misma del presidente Juan Orlando Hernández, quien ha estado en la mira de las autoridades con una investigación por narcotráfico que involucra a varios miembros de su familia.

Una muestra más de la fragilidad institucional es que un sector de los militares hondureños ha hecho un pronunciamiento en el que desconocen casi en su totalidad al Estado Mayor debido a sus vínculos con la ilegalidad, y llaman a los mandos medios a un recambio de dirección.

La situación en ese país centroamericano es profundamente grave por los niveles de inconformismo alcanzado por la población, el carácter represivo que tiene el gobierno de Hernández y porque, igual que en el caso de Haití, sufre de un tremendo cerco mediático impuesto desde los grandes emporios de la comunicación que de forma premeditada ocultan los estrepitosos fracasos del modelo, poniendo en riesgo la vida de miles.

*Carasycaretas

*++

PODEMOS-MULETA DEL PSOE DEJA DE SER LO QUE ERA O, LO QUE PARECÍA QUE ERA




Unidas Podemos: una proposición

Rebelión
Cuarto Poder
11-06.2019


Misión cumplida. Esto es lo que habrá dicho Pedro Sánchez a Merkel y a Macron. España ya es un país normal, un país plenamente europeo. Tenemos a la extrema derecha en las instituciones, Podemos se ha visto reducido a las dimensiones tradicionales de la izquierda no socialista y, como en Portugal, la socialdemocracia hegemoniza un mapa político que hasta hace bien poco nos parecería imposible. Tanta normalidad nos mata. 

Hasta ahora el debate real estaba en la dimensión de los adjetivos: resultados malos, malísimos, o simplemente desastrosos. No entraré en eso. La reacción de los aparatos de Unidas Podemos también la normal: repliegue y llamamiento a la unidad ante las previsibles dificultades de una negociación política con el Partido Socialista. Se han perdido, entre unas elecciones y otras, más de dos millones de votos y el papel de Unidas Podemos ya no es, ni de lejos, lo que fue. UP es una fuerza importante, influyente, ya no es determinante. Se puede explicar de una u otra forma, poniendo los acentos en dificultades internas o externas y, hasta se puede, rizando el rizo, considerar que son los resultados menos malos posibles. Lo decisivo, estamos en una “problemática IU” 

El repliegue no ayuda. El orgullo de partido es bueno, pero no debe servir como instrumento para ocultar un retroceso electoral que solo se puede definir como derrota. Hirschman nos lo enseñó hace muchos años: si no se promueve la “voz” de los inscritos, de los afiliados y afiliadas, lo que vendrá es la “salida”, a medio y a largo plazo, que ninguna lealtad podrá impedir. Reconocer la derrota y abrirse a un debate general, tomando la iniciativa y haciendo una lectura -lo más veraz posible- de unos resultados electorales malos y proponer, desde la humildad, elementos de una estrategia capaz de situarnos, de nuevo, en un lugar preferente en la vida pública española. 

Algunos de nosotros hemos venido planteando, desde hace tiempo, elementos para un análisis crítico y autocrítico que los resultados electorales hacen hoy obligatorio. Lo primero y fundamental, una lógica de apertura frente a una lógica de repliegue, lo segundo, la centralidad de la política, de una política no politicista e implicación de la militancia en la solución de unos problemas que no pueden quedar en una élite dirigente alejada de los círculos. Lo que se pide es grandeza, pensar en grande, precisamente en los momentos difíciles y evitar que el debate democrático sea sustituido por descalificaciones, insinuaciones y, lo que es peor, atribuir a lógicas conspirativas lo que son legítimas posiciones políticas. 

Política y apertura a los mecanismos de voz. Se debería plantear con toda normalidad la necesidad de una asamblea extraordinaria en torno a octubre o noviembre de este año. Dar seguridad, a los hombres y mujeres que siguen creyendo en Podemos, que habrá un debate de verdad, riguroso, colectivo, con voluntad de integración. Pido perdón por adelantado, lo he propuesto muchas veces y sigo en ello: necesitamos unos estados generales para la alternativa. Hoy, más que nunca, hace falta un proyecto viable de país, capaz de suscitar adhesión y compromiso, dirigido a las mayorías sociales desde la voluntad explícita de que podemos cambiar una realidad para mejor y ofrecer futuro a unos jóvenes que hacen de la precariedad un modo de vida que les conduce a la pobreza. 

La audacia también en los métodos. Pablo Iglesias debería encabezar un manifiesto (lo podríamos llamar el manifiesto de los cien) como base para iniciar un debate de masas más allá de los límites actuales de Podemos y abierto a IU, al PCE, Equo y demás confluencias. Dicho manifiesto tendría una parte analítica especialmente rigurosa que intente explicar las causas de un retroceso político especialmente duro y, sobre todo, una propuesta-sintetizada en doce o trece ideas fuerza- que centrara el debate y ayudase a una síntesis final. Debate sí, y de masas, abierto a un espacio que se ha ido estrechando en los últimos tiempos, desde convicciones razonadas y razonables capaces de organizar una pasión justiciera. 

Otro elemento, en paralelo, sería la constitución de una “federación” de partidos, con normas comunes, con la vocación de traducir una coalición parlamentaria en una fuerza política viva, autónoma, vinculada a los territorios, a los lugares de trabajo y estudio. Se deberían constituir comités unitarios a todos los niveles y asambleas de base comunes. La discusión del manifiesto y la participación activa en los debates debería de ser un estímulo fundamental en busca de una dialéctica unitaria que se ha ido perdiendo (a veces dramáticamente) en los últimos tiempos. La idea clave es la de proceso, con la política en el puesto de mando y la creación de instrumentos que fomenten la solidaridad y el sentido de pertenencia a un proyecto común. 

Para terminar esta modesta proposición, la necesidad de construir un “sujeto político unitario” con voluntad de mayoría y de gobierno. Las dos cosas van unidas: una mayoría para gobernar desde un proyecto propio, solvente, viable social y políticamente. Ni programa máximo, ni programa mínimo, programa para la acción consciente que mueva a mayorías, que genere, lo repito, compromiso e ilusión. Tres ideas aprendidas del feminismo como estilo y método de trabajo: a) autoestima; b) reconocimiento y c) democratización sustancial del poder y de los tiempos sociales. 


*++

FEMINISMO BURGUÉS Y LUCHA DE CLASES




P O R
AUGUSTE BEBEL



Resulta que todas las mujeres, sin distinción de rango social, están interesadas, en su situación de sexo dominado y vejado por los hombres, en modificar este estado de cosas por reformas en el estado social existente, por medio de la revisión de las leyes. La inmensa mayoría de las mujeres tiene el mayor interés en modificar completamente esta situación. Es así que desaparecerán el esclavismo del salario, bajo el que sollozan la mayor parte de ellas, y el esclavismo sexual, que está íntimamente ligado a las condiciones de propiedad e industria.

Las mujeres que se ocupan del movimiento femenino burgués no comprenden la necesidad de un cambio radical semejante. Influenciadas por la situación privilegiada que ocupan en la sociedad, ven en el movimiento feminista proletario y sus diferentes aspiraciones y tendencias peligrosas y poco razonables que deben ser combatidas. Es así como la diferencia de clases, que origina un abismo entre los obreros y los capitalistas, hace igualmente sentir estos efectos en el movimiento feminista. Y estos efectos se vuelven más grandes en la medida que la situación se vuelve más tensa.

Auguste Bebel: La Mujer y el Socialismo .

*++

BANCO DE ESPAÑA, O BANCO EN ESPAÑA DE UNOS PARTICULARES PARA JODER A LOS TRABAJADORES?



Lo que calla el Banco de España (cast/cat)

Por Ricard Sánchez Andrés
Kaosenlared
11.06,2019

No hay mejor mecanismo de incremento de la desigualdad y herramienta más grande de beneficio para el capital que la reducción de impuestos.


El Banco de España, con esa entrañable sensibilidad suya, insiste en el último comunicado oficial en la necesidad de bajar las pensiones y alargar la edad de jubilación. Ya no se puede esperar más. España no puede. Y además añaden en el mismo comunicado un subtítulo denominado «Mutualización de riesgos económicos y fiscales», en que alerta que las familias pobres vuelven a vivir por encima de sus posibilidades. El comunicado del Banco de España, que siempre tan intuitivo y original no se explica la carencia de ahorro familiar, debe de ser que «planean, por nuestro bien», saquearnos de nuevo para rescatarnos de otra crisis? Lo ignoro, quién sabe lo que pasa por la cabeza de gente tan sensible con la clase trabajadora. No lo sé, quizás algún día nos sorprenderán con esa sensibilidad suya y harán un comunicado del incierto destino de los 60.000 millones de euros que las familias pobres prestaron en los bancos que vivían por encima de sus posibilidades. De eso ni pío.

Tengo claro que la lealtad a unos preceptos claramente capitalistas hace que salgan este tipo de comunicados. No deja de ser curioso que el Banco de España hable del papel del pequeño ahorrador y nunca hable ni lance comunicados sobre el papel de los impuestos, que es la manera de hacer caja y ahorro de un estado y de cómo las grandes fortunas los defraudan. Pensamos que para el trabajador el discurso que suele lanzar el capitalismo financiero de la reducción de impuestos puede resultar deseable. Todos fruncimos la nariz cuando llega el recibo del IBI o tenemos que hacer la declaración de la renta y nos sale positiva. Sin embargo, no hay medida más reaccionaria, regresiva y antisocial. Y no hay mejor mecanismo de incremento de la desigualdad y herramienta más grande de beneficio para el capital que la reducción de impuestos. Por eso se propone de manera sistemática, desde aquellos partidos que se autodefinen como liberales pero no son otra cosa que servidores del rico y del gran poder. Por al Banco de España se le ve de lejos con quién va cuando habla de alargar la vida laboral y de bajar las pensiones y no de subir los impuestos de manera escalonada al que más tiene y perseguir de manera seria el fraude fiscal. Los impuestos son una inversión para la clase trabajadora. Porque cada persona trabajadora con pocos recursos cuando paga el dos, el siete, el once o el quince por ciento de su salario no está tirando ni un solo de sus euros. Está invirtiendo en la única seguridad que sus salarios le permitirán. La de una sanidad, educación y pensiones que de otro modo solo están al alcance de los ricos. Cada persona de casa humilde tiene que defender los impuestos como la única manera que le puede garantizar que sus hijos dispongan de una educación pública de primer nivel. No hay ningún seguro privado de sanidad que pueda asegurar con el coste de un porcentaje mínimo de su salario que un enfermo tenga posibilidades de salir adelante, ni el coste de un tratamiento grave. Ningún banco le garantizará pagando un diez por ciento de su salario una pensión que le permita vivir con decencia en los merecidos años de la jubilación. Cada partido que prometa reducir los impuestos tiene que explicar que lo que propone es menguar estas únicas garantías para las clases populares.

Los impuestos son la seguridad en la casa humilde de una vida digna. La única herramienta existente para rebajar las amplias cotas de desigualdad es nada más y nada menos que justicia social. La alternativa a los impuestos son la privatización y la caridad y esto no es justicia social ni sostenible para una sociedad moderna y de democracia real. El relato liberal de la exención de impuestos como único medio justo de mejora social está basado en el perverso y profundo individualismo. Discurso que elimina la solidaridad del debate público para instaurar que lo que tiene es por tu propio esfuerzo y no por el conjunto y trabajo del colectivo. Por eso quieren eliminar el impuesto de sucesiones, porque entronca con un profundo pensamiento egoísta de perpetuación de la desigualdad. No tiene que aportar a lo común. Pero hay una cosa mucho mejor que un patrimonio en forma de piso y una pequeña herencia que legar a tus familiares. Si eres una persona humilde que solo aspira a vivir algo mejor y quieres dejar algo a tus hijos que los permita prosperar, defiende los impuestos y defiende que se suban de manera equilibrada sobre la renta y que se persiga al defraudador. Es perverso que en ciertos medios nos los vendan como héroes porque chuten una pelota, si no es porque son famosos de la TV. Nos jugamos los servicios públicos. Pero de esto el Banco de España no en habla.

*++