LOS "TALIBANES DE LA ENERGÍA EÓLICA" LEVANTAN LA CABEZA EN ALEMANIA"
DIARIO OCTUBRE / 21.12.201
Alemania es el
gran campeón de las políticas verdes. En materia seudoecologista los europeos
hablamos alemán y traducimos “Energiewende” por transición energética, que no
es otra cosa que una reestructuración del nervio industrial a medio plazo.
La energía
eólica es un estandarte de lo que llaman “renovables”, “limpias” y de
“emisiones cero”, pero décadas después de las primeras instalaciones, la eólica
se enfrenta actualmente a una crisis muy grave en Alemania, como constata el
periódico financiero Handelsblatt: “Primero fue la esperanza que despertó la
‘Energiewende’ pero ahora el mercado alemán corre el peligro de colapsarse”
(1).
Es el viejo
cuento de la lechera, la frustración entre lo que quieres y lo que consigues.
Cuando las realidades chocan con los planes, como ocurre siempre con las
tonteorías, un materialista debería tener claro lo que está ocurriendo. Sin
embargo, la verborrea no descansa porque todas las declaraciones retóricas nos
hablan del futuro, de ilusiones y grandes esperanzas, mientras que al echar un
vistazo al pasado se descubre el vacío.
En Alemania los
aerogeneradores instalados han crecido en los últimos veinte años pero ahora la
tendencia se ha invertido. El desarrollo de la energía eólica está en su nivel
más bajo en veinte años porque el abismo entre lo que quieres y lo que
consigues se ha ido abriendo progresivamente. Lo que quieres te lo marcan las
subvenciones públicas; lo que tienes aparece en la contabilidad privada.
El punto de
inflexión se inició en 2016, cuando el gobierno reformó la Ley de Energías
Renovables para cerrar el grifo de las subvenciones porque no había más dinero
y porque el sector había llegado a una situación de madurez, según decían.
Querían promover la competencia capitalista y consiguieron lo contrario: los
monopolios empezaron a bajar la persiana. El maná ya no es lo que era y los
seudoecologistas se echan a llorar.
La Federación
Alemana de Energía Eólica anuncia la pérdida de miles de puestos de trabajo
(2). El fabricante de aerogeneradores Senvion, que cotiza en bolsa y cuenta con
4.400 trabajadores, se declaró en quiebra en 2017. En agosto anunció que echaba
el cierre y 4.400 trabajadores se van a la calle. “Nosotros no somos más que la
punta del iceberg, los primeros en caer, pero no los últimos”, advirtió Yves
Rannou, el gerente.
Otro monopolio
de la construcción de aerogeneradores como Enercon, que se encuentra entre los
cinco primeros fabricantes de aerogeneradores del mundo con una facturación de
5.000 millones de euros, lamenta la pérdida de miles de puestos de trabajo.
Nordex busca nuevas oportunidades en otros países después de despedir a cientos
de trabajadores.
La crisis del
sector se ha llevado por delante 26.000 puestos de trabajo, más que el cierre
de las minas de carbón. “Está en entredicho el éxito de la
transición energética en Alemania”, lamentó Hermann Albers, presidente de la
Federación Alemana de la Energía Eólica.
Al mismo tiempo
empezaron a aparecer los problemas, en primer lugar con los vecinos de los
aerogeneradores. “Alemania era el paraíso de le energía eólica hasta que los
alemanes empezaron a odiar los molinos de viento” (3). Han surgido más de 600
iniciativas ciudadanas contra los parques eólicos. Nadie quiere un
aerogenerador al lado de su casa. Los llaman “Verspargelung”, que se puede
traducir por “contaminación con espárragos gigantes”. Los alemanes son muy
ecologistas pero no quieren tener un aerogenerador en movimiento al lado porque
son ruidosos y devalúan el precio de las viviendas. Se han disparado los
pleitos judiciales contra los parques eólicos y con ellos la concesión de los
correspondientes permisos de instalación.
El gobierno
quiere prohibir la instalación de turbinas a menos de un kilómetro de la
urbanización más cercana. En Baviera la distancia entre una turbina eólica y la
primera vivienda debe ser 10 veces la altura del mástil, pero la estructura
demográfica del estado no permite tanto espacio: o viviendas o aerogeneradores.
La polémica ha
pasado a los partidos políticos. El SPD (socialdemocracia) y la Alianza 90 /
Los Verdes presionan para que la energía eólica se siga desarrollando (o sea,
subvencionando). A mediados de noviembre el vicepresidente de Alianza 90 / Los
Verdes en el Bundestag calificó a los críticos como los “talibanes de la
energía eólica” (3). Pero como a los alemanes ya no les gustan los molinos de
viento, en las elecciones regionales de setiembre en Brandenburgo los neonazis
de AfD convirtieron la batalla contra la energía eólica en uno de sus
principales temas de campaña.
Es el famoso
“auge de la ultraderecha”. El mes pasado en Turingia los verdes se hundieron al
tiempo que los neonazis levantaron la cabeza con los molinos de viento como
materia estelar de la campaña electoral.
¡Menudo dilema!
En Europa pretenden forzar a elegir entre los pijos (proeólica) y los marrones
(antieólica), otra cortina de humo para escamotear el fondo del asunto, que no
es complicado de resumir y que no tiene nada que ver con la morralla
seudoecologista.
El sector
enérgético no es sólo un capítulo económico más, como los otros, sino que tiene
un carácter estratégico. Es el corazón que mueve toda la industria.
Como
consecuencia de ello, las fuentes energías se deben diversificar de tal manera
que haya alternativas, como la eólica, por lo que las subvenciones son
imprescindibles.
Las nuevas
fuentes de energía se fundamentan en técnicas emergentes que acaban de surgir y
que en una sociedad capitalista no pueden competir con monopolios asentados
desde hace décadas, por lo que las subvenciones son imprescindibles.
Las nuevas
técnicas de generación de energía permiten pequeñas instalaciones y formas de
autoabastecimiento que quiebran el mercado monopolista, mientras que las
políticas de “transición energética” reproducen las políticas
capitalistas, subvencionando las grandes instalaciones de las empresas y no las
pequeñas, ni las formas de autoabastecimiento.
(1) Die
deutsche Windbranche steht vor einer schweren Krise, Handelsblatt, 12 de
augosto de 2018
(2) Die internationale Windbranche schaut besorgt nach Deutschland, Handelsblatt, Katrin Witsch, 25 de mayo de 2018
(3) https://www.xataka.com/energia/alemania-era-paraiso-le-energia-eolica-que-alemanes-empezaron-a-odian-molinos-viento
(4) Erbitterter Streit: Politik für ‘Anti-Windkraft-Taliban’?, https://www.morgenpost.de/wirtschaft/article227687711/Windkraft-Altmaier-verteidigt-Plaene-fuer-Mindestabstand.html
(2) Die internationale Windbranche schaut besorgt nach Deutschland, Handelsblatt, Katrin Witsch, 25 de mayo de 2018
(3) https://www.xataka.com/energia/alemania-era-paraiso-le-energia-eolica-que-alemanes-empezaron-a-odian-molinos-viento
(4) Erbitterter Streit: Politik für ‘Anti-Windkraft-Taliban’?, https://www.morgenpost.de/wirtschaft/article227687711/Windkraft-Altmaier-verteidigt-Plaene-fuer-Mindestabstand.html