lunes, 13 de febrero de 2023

Bloquear a EEUU en el Caribe

 


Bloquear a EEUU en el Caribe


Por Gastón Pardo

KAOSENLARED

11 de febrero de 2023 

 

¿Cómo puede Rusia contribuir a la protección de la la soberanía de la América latina y obligar a Washington a mostrarse conciliador?

La crisis de los misiles de Cuba en 1962 demostró que existen límites más allá de los cuales Estados Unidos comienza a sentirse amenazado en su seguridad ontológica. El despliegue de misiles nucleares soviéticos en Cuba para responder a la presencia de misiles de EEUU en Turquía obligó a la administración Kennedy a hacer ciertas concesiones.

(Recordemos la necesaria conexión de esta primera parte de mi artículo basada en un comentario de Katehon (site geopolítico ruso) para hacer comparaciones operativas y señalar diferencias con la segunda parte basada en un artículo escrito por el analista canadiense de la geopolítica rusa Paul Robinson, aparecido en RT y en arrëtsurinfo (12.02.22), portal dirigido por la notable periodista suiza Silvia Cattori. Nota de Geostrategy.com.mx).

La situación puede ahora repetirse, dentro de una tensión menos dramática y sin la amenaza visible de una guerra nuclear. Y como la Casa Blanca no acepta las proposiciones de Moscú que procura establecer un marco de seguridad, el Kremlin queda con las manos  libres. Menudean las declaraciones mediáticas tendentes a intensificar la cooperación técnico-militar con asociados cercanos a las fronteras estadounidenses: Cuba, Venezuela y Nicaragua. Tres países con los que Rusia tiene añeja experiencia en cooperación militar y seguridad.

Las puertas de la economía están en la mira

Estados Unidos realiza una parte importante de sus operaciones de importación y exportación por las rutas del Golfo de México. Los puertos de Houston, Nueva Orleans, Mobile, y Miami en Florida cuentan con importantes cadenas de aprovisionamiento de mercancías y materias primas para la industria de EEUU, (sin faltar el tráfico de drogas. Nota de Geostrategy.com.mx) Y no se trata más que de los mayores puntos de carga y descarga; Hay unos veinte puertos marítimos o fluviales situados en el golfo de México que si fueran paralizados por una amenaza militar, las terminales de las costas del Atlántico y del Pacífico no podrían sostener la carga de aprovisionamiento, lo que sería desastroso para la economía estadounidense.

EEUU es bien consciente de esta perspectiva, y uno de los objetivos del embargo y las sanciones contra Cuba sería el de reducir su potencial industrial y de defensa. Además, una base militar de EEUU está situada ilegalmente en la provincia de Guantánamo, que permite a las fuerzas armadas estadounidenses llevar a cabo actividades de espionaje y vigilancia operativa. La ayuda de Rusia para lograr la retirada de los ocupantes de esta base sería invaluable para Cuba porque confirmaría el restablecimiento de la soberanía del gobierno de La Habana sobre todo el  territorio cubano. Además de los métodos legales, de los bloqueos y los medios de presión podrían situarse barreras de minas que impidieran al paso de navíos estadounidenses.

Ciberguerra

En la época de la guerra fría, Cuba albergaba un centro radio-electrónico en Lourdes (Cuba) para interceptar las informaciones de los satélites de comunicación de EEUU y de los cables de telecomunicaciones con Estados Unidos. Sin embargo, ha sido cerrado. Pero el centro radioelectrónico ruso GLONASS situado en Nicaragua sigue operando. La aparición de centros y de instalaciones y de interceptación de radio electrónica en Cuba y Venezuela crearía problemas adicionales al Comando Sur de Estados Unidos, en especial para la Marina.

Los ciberataques procedentes de estados vecinos podrían asimismo ser lanzados sobre el territorio de EEUU. México podría ser el sitio ideal, a la vista de las numerosas bandas criminales y cárteles de la droga actuantes; los ataques contra las infraestructuras de EEUU podrían ser oficialmente lanzados a nombre de la comunidad criminal en represalia por la actividad de las agencias de inteligencia de EEUU en México.

 Aviones supersónicos a lo largo de los litorales americanos

Entre las amenazas actuales a su seguridad, Estados Unidos coloca en todas partes su tecnología moderna, que incluye a los robots, la inteligencia artificial, la cibernética y los transportes supersónicos. Entre otras cosas, Washington reflexiona ya en la manera de contrarrestar la amenaza de las armas supersónicas.

Sin embargo, la RPDC ha probado recientemente con éxito sus armas supersónicas (no se puede excluir que se trate de la versión china), la que crea inquietudes adicionales a Estados Unidos.

La aparición de un arma a la vecindad de las fronteras estadounidenses volvería su sistema de alerta oportuna prácticamente inútil y obsoleto. En términos prácticos, eso podría hacerse por los atajos de algunas opciones. La primera, y más simple, consiste en equipar con misiles supersónicos los navíos y submarinos que estarían en alerta en puntos del litoral americano. Los vuelos de rutina de aviones estratégicos rusos en visita amistosa a Venezuela o a Cuba podrían agregar una dimensión adicional al modelo.

Régimen de proliferación

Sin embargo, el golpe más sensible a Estados Unidos sería la transferencia de ciertos sistemas de armas para sus socios en la región. El régimen de no-proliferación siendo una prioridad estratégica para Estados Unidos, su antípoda provocaría una reacción inmediata de la Casa Blanca con su plan.

Lo mismo que la venta de sistemas S-400 a Turquía se ha transformado en un escándalo mayor y ha enfriado las relaciones entre Ankara y Washington, el aprovisionamiento de armas rusas a países de América latina equivaldría a una ducha fría para los funcionarios de la Casa Blanca y del Departamento de Estado. Si Rusia ya ha suministrado armas a Venezuela, Nicaragua y Cuba, el nuevo dispositivo podría sugerir un acercamiento diferente. No sólo la geografía puede tener consecuencias en detrimento, por ejemplo, de Argentina, sino los principios de entrega, que podrían ser modificados.

¿Y si los sistemas de armas supersónicas rusas se concentraran en Cuba, Nicaragua o Venezuela en las nuevas relaciones bilaterales? Por ejemplo, una forma particular de arrendamiento será elaborada con el concurso de especialistas rusos. Oficialmente, no habrá bases militares rusas en los países citados, sino sólo consejeros militares y personal de mantenimiento, lo cual se inscribe en el marco de la interacción con esos países.

Finalmente, las maniobras y los ejercicios regulares en la región del Caribe podrían servir de base a la presencia efectiva de fuerzas armadas rusas en la región. Y la implicación de los partidarios de la multipolaridad, como China e Irán, sería una señal para Washington

Fuentes: wsws, dedefensa.org, arrëtsurinfo, geostrategy.com.mx

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Congresistas de EE.UU. preparan un plan que “va a enfurecer” a China. [Preparación y avance de la nueva guerra “ucraniana” ampliada, como corresponde a los intereses de los grandes capitales, enemigos declarados de hecho de la sociedad entera a partir de la crisis de 2008, que como antecedente más inmediato en la historia, marca el inicio histórico de la conversión del capitalismo en elemento esencial del progreso social y desarrollo histórico a elemento esencial del regreso social (fascismo financiero de por medio). Este regreso social partir de 2008 durará tanto cuanto los trabajadores tardemos en comenzar al deslegañe personal, social y político, como paso previo para ver y comprender la situación (que pinto, pinto gorgorito el que no la ve es que no la quiere ver) que manda y obliga a tener que cambiar las relaciones de producción capitalistas por las nuevas relaciones históricas de producción socialistas. Hala ver que pasa]

 

Congresistas de EE.UU. preparan un plan que “va a enfurecer” a China

 

Diario octubre / febrero 13, 2023

 

Esta medida es "increíblemente importante" para mostrar que Washington apoya a Taipéi, señaló el congresista Rob Wittman.

Yasin Ozturk / Gettyimages.ru


El Comité especial de competencia estratégica con China de la Cámara de Representantes del Congreso de EE.UU., creado en enero, examina enviar una delegación de congresistas a Taiwán, señaló este domingo a Nikkei el miembro sénior del Comité, Rob Wittman.

 

Sabemos que eso va a enfurecer a los chinos“, afirmó Wittman. “Pero creo que hacerlo es increíblemente importante para nosotros, porque tenemos que enviar la señal de que estamos firmemente al lado de Taiwán”, explicó.

Además, dijo que no se sabe la fecha exacta de la visita, agregando que la delegación podría tener una audiencia en Taiwán.

Mientras tanto, el presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., Kevin McCarthy, dijo a los periodistas el 1 de febrero que también quiere visitar la isla. “No creo que China pueda decirme a dónde puedo ir en cualquier momento, en cualquier lugar”, añadió.

A su vez, el jefe del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, Michael McCaul, encabezará una delegación bipartidista a Taiwán la próxima primavera. Manifestó que la visita estará enfocada en fortalecer las alianzas en la región Asia-Pacífico.

Las tensiones entre China y EE.UU. se intensificaron a principios de agosto pasado, como consecuencia de la visita a Taiwán de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, porque China considera la isla parte de su territorio y condenó las acciones de la legisladora.

Pekín afirmó que su presencia allí socavaba la soberanía de Pekín y anunció una serie de contramedidas y sanciones contra Pelosi. Además, China realizó ejercicios militares masivos alrededor de la isla, incluido el lanzamiento de misiles balísticos.

Asimismo, a principios de febrero el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, pospuso su viaje a China tras el incidente con el globo chino detectado en espacio aéreo norteamericano y luego derribado.

FUENTE: actualidad.rt.com

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Sánchez “reivindica” la sanidad pública y le crece la nariz como a Pinocho

 

Sánchez “reivindica” la sanidad pública y le crece la nariz como a Pinocho

 

 

DIARIO OCTUBRE / febrero 13, 2023

 

La sanidad pública gestionada por partidos e instituciones burguesas nunca estarán al servicio real de la ciudadanía, sino del capital, como sucede en otras materias

 

No sólo es el PP quien está desmantelando la sanidad pública para dejarla en manos privadas, interesadas más en hacer dinero que en atender debidamente los problemas de salud de la población. También el PSOE ha hecho prácticamente lo mismo. Los dos partidos (y otros) han sido responsables de que eso que vienen a llamar sanidad pública sea absolutamente desastrosa. Y ejemplos para señalarlo existen por doquier.

Además, hablemos claro, la sanidad pública gestionada por partidos e instituciones burguesas nunca estarán al servicio real de la ciudadanía, sino del capital, como sucede en otras materias. Para el gran capital y sus agentes políticos las personas no somos más que pura mercancía.

Dicho esto, que ahora el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, reivindique la defensa de la sanidad pública “digna, de calidad y universal” frente al «modelo del Partido Popular que es del que se cure quien pueda” no es más que pura demagogia.

Sánchez ha ejercitado la demagogia en el acto de presentación del candidato socialista a la Alcaldía de Málaga, Daniel Pérez. El presidente español ha pedido “no olvidar cuán importante” es tener una sanidad pública «gratuita, universal y de calidad» en España, más tras los momentos tan «complejos» de la pandemia.

Y, desprovisto de vergüenza, ha añadido: “Por eso, ante el modelo del Partido Popular, que es el que se cure quien pueda, con sus privatizaciones y con sus recortes a la sanidad pública, nosotros defendemos una sanidad pública digna, de calidad, gratuita y universal”.

Sánchez miente; le crece la nariz como a Pinocho.

FUENTE: insurgente.org

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¿Adiós a Europa?

 

Europa ha iniciado el camino hacia su autodestrucción: económica, militar, social… un camino semioculto bajo el aluvión de propaganda que impulsada por sus gobiernos y seguida acríticamente por los grandes medios de comunicación ha caído sobre nosotros.


¿Adiós a Europa?


Boaventura de Sousa Santos

El Viejo Topo

13 febrero, 2023 

 


Un nuevo-viejo fantasma se cierne sobre Europa: la guerra. El continente más violento del mundo en términos de muertes en conflictos bélicos en los últimos cien años (para no retroceder en el tiempo e incluir las muertes sufridas en Europa durante las guerras religiosas y las muertes infligidas por europeos a los pueblos sometidos al colonialismo), se encamina hacia un nuevo conflicto bélico que puede ser aún más fatal, ochenta años después del conflicto hasta ahora más violento, con cerca de ochenta millones de muertos: la Segunda Guerra Mundial. Todos los conflictos anteriores comenzaron aparentemente sin una razón fuerte, era opinión común que durarían poco tiempo y, al comienzo, la mayoría de la población acomodada siguió haciendo su vida normal, yendo de compras y al cine, leyendo la prensa, disfrutando de las vacaciones y de amenas conversaciones en terrazas sobre política y cotilleo. Siempre que surgía un conflicto violento localizado, la convicción dominante era que se resolvería localmente. Por ejemplo, muy poca gente (incluidos los políticos) pensó que la guerra civil española (1936-1939) y quinientos mil muertos serían la antesala de una guerra mayor, la Segunda Guerra Mundial, a pesar de que las condiciones estuviesen presentes. Aun sabiendo que la historia no se repite, es legítimo preguntarse si la actual guerra entre Rusia y Ucrania no es el preludio de una nueva guerra mucho mayor.

Se acumulan señales de que un peligro mayor puede estar en el horizonte. A nivel de la opinión pública y del discurso político dominante, la presencia de este peligro se presenta mediante dos síntomas opuestos. Por un lado, las fuerzas políticas conservadoras no solo detentan la iniciativa ideológica, sino también una presencia privilegiada en los medios de comunicación. Son polarizadoras, enemigas de la complejidad y de la argumentación serena, usan palabras extremadamente agresivas y hacen encendidos llamamientos al odio. No les perturba el doble rasero con el que comentan los conflictos y la muerte (por ejemplo, entre muertos en Ucrania y en Palestina), ni la hipocresía de apelar a valores que desmienten con sus prácticas (denuncian la corrupción de los adversarios para esconder la suya). En esta corriente de opinión conservadora se mezclan cada vez más posiciones de derecha y de extrema derecha, y el mayor dinamismo (agresividad tolerada) proviene de estas últimas.

Este dispositivo pretende inculcar la idea del enemigo a destruir. La destrucción por las palabras predispone a la opinión pública a la destrucción por los actos. A pesar de que en democracia no hay enemigos internos sino solo adversarios, la lógica de la guerra se traslada insidiosamente a supuestos enemigos internos, cuya voz ante todo debe ser silenciada. En los parlamentos, las fuerzas conservadoras dominan la iniciativa política, mientras que las fuerzas de izquierda, desorientadas o perdidas en laberintos ideológicos o en cálculos electorales incomprensibles, giran en torno a un defensismo tan paralizante como incomprensible. Como en la década de 1930, la apología del fascismo se hace en nombre de la democracia; la apología de la guerra se hace en nombre de la paz.
Pero este clima político-ideológico está marcado por un síntoma opuesto. Los observadores o comentaristas más atentos se dan cuenta del fantasma que acecha la sociedad y convergen de modo sorprendente en sus preocupaciones. Recientemente me he sentido identificado con algunos análisis de comentaristas que siempre he reconocido como pertenecientes a una familia política diferente a la mía, es decir, comentaristas de derecha moderada. Lo que tenemos en común entre nosotros es la subordinación de las cuestiones de la guerra y la paz a los asuntos de la democracia. Podemos diferir en lo primero y coincidir en lo segundo. Por la sencilla razón de que sólo el fortalecimiento de la democracia en Europa puede conducir a la contención del conflicto entre Rusia y Ucrania e, idealmente, a su solución pacífica. Sin una democracia vigorosa, Europa caminará, sonámbula, hacia su destrucción.

¿Estamos a tiempo para evitar la catástrofe? Me gustaría decir que sí, pero no puedo. Los signos son muy preocupantes. Primero, la extrema derecha crece globalmente impulsada y financiada por los mismos intereses que se reúnen en Davos para salvaguardar sus negocios. En los años 30 del siglo pasado, tenían mucho más miedo al comunismo que al fascismo; hoy, sin la amenaza comunista, temen la revuelta de las masas empobrecidas y proponen como única respuesta la represión violenta, policial y militar. Su voz parlamentaria es la de la extrema derecha. La guerra interna y la guerra externa son dos caras de un mismo monstruo y la industria armamentística se beneficia por igual de ambas.

En segundo lugar, la guerra de Ucrania parece más confinada de lo que realmente es. El flagelo actual, que azota las llanuras donde hace ochenta años murieron tantos miles de personas inocentes (principalmente judíos), tiene las dimensiones de un autoflagelo. Rusia hasta los Urales es tan europea como Ucrania, y con esta guerra ilegal, además de vidas inocentes, muchas de ellas de habla rusa, está destruyendo la infraestructura que ella misma construyó cuando era la Unión Soviética. La historia y las identidades étnico-culturales entre los dos países están mejor entrelazadas que con otros países que anteriormente ocuparon Ucrania y ahora la apoyan. Tanto Ucrania como Rusia necesitan mucha más democracia para poder poner fin a la guerra y construir una paz que no las deshonre.

Europa es mucho más vasta de lo que parece desde Bruselas. En el Cuartel General de la Comisión Europea (o de la OTAN, que es lo mismo) prevalece la lógica de la paz según el Tratado de Versalles de 1919, y no la del Congreso de Viena de 1815. La primera humilló a la potencia vencida (Alemania) y la humillación condujo a la guerra veinte años después; la segunda honró a la potencia vencida (la Francia napoleónica) y garantizó un siglo de paz en Europa. La paz según Versalles presupone la derrota total de Rusia, tal como la imaginó Hitler cuando invadió la Unión Soviética en 1941 (Operación Barbarroja). Incluso admitiendo que esto ocurra al nivel de la guerra convencional, es fácil predecir que, si la potencia perdedora tiene armas nucleares, no dejará de usarlas. Será el holocausto nuclear. Los neoconservadores norteamericanos ya incluyen esta eventualidad en sus cálculos, convencidos en su ceguera de que todo sucederá a miles de kilómetros de sus fronteras. America first… and last. Es muy posible que ya estén pensando en un nuevo Plan Marshall, esta vez para almacenar los desechos atómicos acumulados en las ruinas de Europa.

Sin Rusia, Europa es la mitad de sí misma, económica y culturalmente. La mayor ilusión que la guerra de información ha inculcado a los europeos en el último año es que Europa, una vez amputada de Rusia, podrá restaurar su integridad con el trasplante de Estados Unidos. Justicia sea hecha a los Estados Unidos: cuidan muy bien sus intereses. La historia muestra que un imperio en declive siempre busca arrastrar consigo sus esferas de influencia para retrasar la decadencia ¿Y si Europa supiese cuidar de sus intereses?

Traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez.

Fuente: Other news.

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