LA SITUACIÓN DE LA CLASE OBRERA CHINA
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07.10.2016
Más huelgas
En junio de 2011 hubo una huelga en la fábrica de relojes Citizen, una planta
de 2.000 trabajadores con buenos salarios y beneficios sociales. La huelga tuvo
dos demandas: el cambio de la organización de los turnos porque afectaba las
horas extras, que son voluntarias, y la eliminación de una reunión corporativa
de 10 minutos que se realizaba diariamente a expensas del tiempo libre de los
trabajadores.
Las fábricas de Guangdong, que han sido el centro tradicional del activismo
obrero en China, siguen desempeñando un papel clave en el movimiento obrero,
pero las huelgas se están extendiendo claramente, tanto geográficamente como en
todos los sectores industriales.
Mientras que el número de huelgas en Guangdong sigue siendo aproximadamente el
mismo, su participación en el total nacional sigue disminuyendo, del 34,6% en
el tercer trimestre de 2013 al 19,1% en 2014.
La industria manufacturera sigue representando una proporción considerable
(45,2%) de todo movimiento de huelgas, pero el mayor aumento de las protestas
de los trabajadores del tercer trimestre de 2014 fue en el sector de la
construcción, pasando de sólo el 2% (cuatro de cada 185 conflictos) en el
tercer trimestre de 2013 al 14,8% (55 de 372 conflictos) en 2014. La bien
documentada crisis del mercado inmobiliario chino es la principal fuerza
impulsora de la ola de protestas. Los promotores tienen que hacer frente a la
disminución de ventas, menor disponibilidad de crédito y la continua presión de
los gobiernos locales para que compren tierras. En esta situación, son siempre
los trabajadores de la construcción los últimos en ser pagados.
Además, muchas otras huelgas se han realizado en el país. Según una encuesta no
oficial de la organización CLB (China Labour Bulletin) de Hong Kong, se
produjeron más de una huelga por un día desde la mitad de 2011 hasta finales de
2013. Sin duda, las cifras reales son mucho más grandes, pero no son suministradas
por el gobierno. En 2014, este promedio se elevó a 2,2 huelgas por día, hasta
abril. Según la organización, hubo un aumento de 31% de las huelgas en el
primer trimestre de 2014, en comparación con el mismo período del año pasado.
Las industrias de manufacturas representan 35% de las huelgas en el primer
trimestre de 2014, mientras que el sector del transporte suma 26%,
principalmente de los taxistas. Las huelgas en los servicios públicos han ido
aumentando, con 15 huelgas de maestros y 13 de trabajadores de la salud. Los
reclamos son los mismos: reducción de las horas de trabajo, incremento
salarial, final de la presión de los jefes y la creciente orientación de
transformar los productos de salud en mercadería.
Algunas huelgas que tuvieron mayor impacto fueron en IBM, cuando anunció la
venta de su filial para Lenovo y sus más de 1.000 empleados se declararon en
huelga, en marzo, exigiendo una indemnización superior a la ofrecida. También
en marzo, mil trabajadores de Shanmukang, en Dongguan, se declararon en huelga
contra los recortes salariales y lograron revertirlos, además de obtener un
aumento de horas extras y bonificaciones. Una huelga de siete meses en Cooper
Tire & Rubber, una empresa estadounidense de neumáticos, impidió su venta a
una empresa de la India. El perjuicio con la huelga fue de 70 millones de
dólares y la empresa dejó de recibir 2.500 millones de dólares por la venta.
Miles de trabajadores metalúrgicos de la ciudad de Wugang (en el centro de
China) entraron en huelga el primer fin de semana de febrero de 2015 por
salarios más altos. Más de 10.000 trabajadores de una de las principales
productoras de acero chino, la estatal Wuyang Steel & Iron Co. en la
provincia de Henan, bloquearon carreteras y portaban pancartas exigiendo mejores
salarios y una mejor gestión.
La situación de los migrantes internos es la raíz de las huelgas
Los trabajadores de las empresas estatales continúan en la retaguardia de las
luchas en China, aunque algunos sectores de la administración pública se han
puesto en marcha. Desde 2007, la vanguardia indiscutible son los inmigrantes
internos, cuando las huelgas se concentraron en la provincia de Guangdong,
sureste de China. Desde entonces, su situación económica no ha tenido ningún
cambio significativo, pero ha aumentado su potencia, principalmente por la
experiencia adquirida en estos años y por factores sociales y demográficos.
Oficialmente, hay 269 millones de “migrantes” en China. Pero, por un
envejecimiento de la población y por la baja tasa de natalidad, ahora hay 35
millones de trabajadores potenciales (entre 15 y 39 años) menos de los que
existían hace 5 años.
En 2004 se registró por primera vez escasez de mano de obra. Desde el máximo
que tocó en 2001, la población en edad de trabajar ya se redujo en unos seis
millones de personas y el número de chinos mayores de 15 y menores de 30 viene
cayendo desde 2011.
Esos obreros jóvenes, que por primera vez eran menos de los que necesitaba la
industria, no estaban dispuestos a trabajar 14 horas diarias por un salario
miserable. Esto provoca, junto con la exigencia de una mayor especialización,
una disminución de la oferta de trabajo, alentando a los trabajadores a luchar.
Su lucha ha significado que los salarios se incrementaran dos dígitos en los
últimos años. En 2013, el incremento medio fue de 13,9%. Sin embargo, los
precios de los bienes esenciales han aumentado a mayor velocidad, cancelando
los aumentos obtenidos. Según el Departamento Nacional de Estadísticas, el
costo per cápita de la vida ha aumentado un 21,7% en 2013. La vivienda tuvo un
incremento de 27% y representa la mitad del costo de la vida de un trabajador
migrante.
Las estadísticas también muestran que la mayoría de los migrantes no tiene
ninguna forma de seguro social. En 2013, sólo 15,7% de ellos tenía seguridad
social, 17,6% tenía plan de salud, 9,1% contaba con seguro de desempleo y sólo
6,6% de las mujeres tiene seguro de maternidad.
La desigualdad en China no ha parado de crecer. En 2010, el coeficiente de
Gini, que mide la desigualdad con valores entre 0 y 1 (las sociedades más
desiguales se acercan a 1), dio un valor de 0,61 para China, más que Brasil
(0,52) y que EE. UU. (0,47). China venía de tener tan poca desigualdad como
Suecia en los ’80.
Esto demuestra, en primer lugar, que no existen las supuestas ventajas de un
capitalismo férreamente controlado por un gobierno “comunista”, capaz de
garantizar la “paz social” para la explotación de los trabajadores. Lo que
prevalece en China es la más completa anarquía en la producción y la puesta en
práctica, en las relaciones empleador/empleado, de “la ley del mercado”.
La gran “ventaja” para los capitalistas es la existencia de una dictadura que
reprime cualquier movilización de los trabajadores en nombre de la
“estabilidad”. Es decir, de permanecer en el poder.
En segundo lugar, muestra que el capitalismo en China no es capaz de resolver
la pobreza de clase obrera, especialmente su sector más explotado (los
migrantes), porque el crecimiento económico del país se basa en esta explotación.
Las reformas económicas (la restauración capitalista) tuvieron un resultado
contradictorio, que incluyó el surgimiento de un nuevo proletariado aglomerado
en gigantescas concentraciones obreras en los nuevos bastiones industriales, al
tiempo que ha significado el cierre y/o declinación de los viejos bastiones de
la antigua economía burocráticamente planificada.
Este proceso impactó con fuerza en la configuración de la clase obrera y sus
luchas. En un primer momento, resultó en un movimiento obrero semiproletario en
el que todavía pesaban las costumbres campesinas. Esta primera generación,
educada en el trabajo en el campo y la disciplina social de la aldea, vivió la
llegada de la industria, aun con ritmos de explotación brutales, como una
mejora en sus condiciones de vida.
Los hijos de esa primera generación, nacidos después de 1980 y que hoy componen
el 60% de la clase obrera migrante, son los protagonistas del proceso actual.
Se distinguen de sus padres en que no están resignados a soportar los abusos,
bajos salarios y malas condiciones de trabajo que habían impuesto los
empresarios a sus padres y su nivel educativo más alto ya que el 67,2% terminó
la secundaria, casi un 20% más que sus padres y su identificación con la
cultura urbana -solo el 11% tiene experiencia en trabajo rural, contra un 35,7%
entre sus padres.
Esta es la nueva generación de trabajadores migrantes, que está en el ojo de la
tormenta de la resistencia obrera que recorre China.
La escasez de mano de obra no es la única explicación del poder creciente de
los trabajadores. Según CBL, también tiene que ver con el uso de redes sociales
y celulares por parte de los trabajadores migrantes ya que internet facilita la
comparación de sueldos y provoca el aumento de la visibilidad de las protestas.
A mis hermanos y hermanas que ya no están
Yo soy igual a ustedes
Yo era igual a ustedes:
Una adolescente que se fue de casa
Con ganas de abrirse camino en el mundo
Yo era igual a ustedes:
Mi mente se esforzaba en medio de la prisa de la cadena de montaje
Mi cuerpo estaba atado a la máquina
Día tras día anhelaba dormir
Y sin embargo luchaba con desesperación por conseguir horas extras
En el dormitorio, yo era igual a ustedes:
Cada uno era un extraño para el resto
Hacer la cola, abrir la canilla, lavarse los dientes
Salir a toda prisa cada uno hacia la fábrica
A veces pienso en irme a casa
Pero si me voy a casa ¿después qué?
Yo era igual a ustedes:
Me gritaban todo el tiempo
Mi autoestima era pisoteada sin piedad
¿Acaso la vida se trata de convertir mi juventud y mi sudor en materia prima?
¿De vaciar mis sueños, de colapsar en un estallido?
Yo era igual a ustedes:
Trabajar duro, seguir las instrucciones y callarse
Yo era igual a ustedes:
Mis ojos, solitarios y exhaustos
Mi corazón, agitado y desesperado
Yo era igual a ustedes:
Atrapada por las reglas
Con un dolor que me hace desear que esta vida se termine
La única diferencia es
Que yo al final me escapé de la fábrica
Y ustedes murieron jóvenes en una tierra extraña
En su decidida sangre roja
Una vez más, me veo a mí misma
Tan presionada y exprimida
Que no me puedo mover
Yan Jun, ex trabajadora de Foxxcon
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