martes, 11 de julio de 2017

MEDIOAMBIENTE, AMBIENTE ENTERO. CLARO QUE EL QUE NO QUIERE VER ES MÁS SORDO QUE UN MANCO DE LAS PATAS DE ATRÁS



Cambio climático: Estas son las 100 empresas más contaminantes del mundo, causantes del 70% de las emisiones
 
Por Kaos. Ecología
11.07.2017

Son sólo cien las empresas que producen más del 70% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero desde 1988. De todas las firmas a nivel mundial, millones y millones, apenas un centenar es la responsable de una gran parte de los golpes que sufre el planeta por el cambio climático.













Son sólo cien las empresas que producen más del 70% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero desde 1988. De todas las firmas a nivel mundial, millones y millones, apenas un centenar es la responsable de una gran parte de los golpes que sufre el planeta por el cambio climático.

La información surge de un estudio de The Carbon Majors (CDP), una organización sin fines de lucro que indica cómo “un grupo relativamente pequeño de productores de combustibles fósiles puede ser la clave del cambio sistémico en las emisiones de carbono“, según Pedro Faria, director de CDP.







Si bien los datos a gran escala sobre emisiones de gases de efecto invernadero suelen recopilarse a nivel nacional, este informe se centra en los productores de combustibles fósiles del mundo, de acuerdo a lo publicado por el diario The Guardian. Elaborado a partir de una base de datos de emisiones públicas, busca ser el primero de una serie de publicaciones para destacar el papel que las empresas y sus inversores podrían desempeñar en la lucha contra el cambio climático.

El informe encontró que más de la mitad de las emisiones industriales mundiales desde 1988 -el año en que se estableció el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático- se puede rastrear en sólo 25 empresas y entidades estatales. La escala de emisiones históricas asociadas con estos productores de combustibles fósiles es lo suficientemente grande como para haber contribuido significativamente al cambio climático, según el informe.







ExxonMobil, Shell, BP y Chevron están entre las empresas más emisoras. Y de acuerdo con el informe, si los combustibles fósiles siguen siendo extraídos al mismo ritmo durante los próximos 28 años, las temperaturas medias subirían cerca de 4 grados centígrados para el final del siglo.

¿Cuáles podrían ser las consecuencias? Entre otras: desertización, extinción sustancial de especies, riesgo de escasez mundial de alimentos.

Lista de las cien empresas más contaminantes:
China (Coal) 14.3%
Saudi Arabian Oil Company (Aramco) 4.5%
Gazprom OAO 3.9%
National Iranian Oil Co 2.3%
ExxonMobil Corp 2.0%
Coal India 1.9%
Petróleos Mexicanos (Pemex) 1.9%
Russia (Coal) 1.9%
Royal Dutch Shell PLC 1.7%
China National Petroleum Corp (CNPC) 1.6%
BP PLC 1.5%
Chevron Corp 1.3%
Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) 1.2%
Abu Dhabi National Oil Co 1.2%
Poland Coal 1.2%
Peabody Energy Corp 1.2%
Sonatrach SPA 1.0%
Kuwait Petroleum Corp 1.0%
Total SA0.9%BHP Billiton Ltd 0.9%
ConocoPhillips 0.9%
Petroleo Brasileiro SA (Petrobras) 0.8%
Lukoil OAO 0.7%
Río Tinto 0.7%
Nigerian National Petroleum Corp 0.7%
Petroliam Nasional Berhad (Petronas) 0.7%
Rosneft OAO 0.7%
Arch Coal Inc 0.6%
Iraq National Oil Co 0.6%
Eni SPA 0.6%
Anglo American 0.6%
Surgutneftegas OAO 0.6%
Alpha Natural Resources Inc 0.5%
Qatar Petroleum Corp 0.5%
PT Pertamina 0.5%
Kazakhstan Coal 0.5%
Statoil ASA 0.5%
National Oil Corporation of Libya 0.5%
Consol Energy Inc 0.5%
Ukraine Coal 0.5%
RWE AG 0.5%
Oil & Natural Gas Corp Ltd 0.4%
Glencore PLC 0.4%
TurkmenGaz 0.4%
Sasol Ltd 0.4%
Repsol SA 0.3%
Anadarko Petroleum Corp 0.3%
Egyptian General Petroleum Corp 0.3%
Petroleum Development Oman LLC 0.3%
Czech Republic Coal 0.3%
China Petrochemical Corp (Sinopec) 0.3%
China National Offshore Oil Corp Ltd (CNOOC) 0.3%
Ecopetrol SA 0.3%
Singareni Collieries Company 0.3%
Occidental Petroleum Corp 0.3%
Sonangol EP 0.3%
Tatneft OAO 0.2%
North Korea Coal 0.2%
Bumi Resources 0.2%
Suncor Energy Inc 0.2%
Petoro AS 0.2%
Devon Energy Corp 0.2%
Natural Resource Partners LP 0.2%
Marathon Oil Corp 0.2%
Vistra Energy 0.2%
Encana Corp 0.2%
Canadian Natural Resources Ltd 0.2%
Hess Corp 0.2%
Exxaro Resources Ltd 0.2%
YPF SA 0.2%
Apache Corp 0.2%
Murray Coal 0.2%
Alliance Resource Partners LP 0.1%
Syrian Petroleum Co 0.1%
Novatek OAO 0.1%
NACCO Industries Inc 0.1%
KazMunayGas 0.1%
Adaro Energy PT 0.1%
Petróleos del Ecuador 0.1%
Inpex Corp 0.1%
Kiewit Mining Group 0.1%
AP Moller (Maersk) 0.1%
Banpu Public Co Ltd 0.1%
EOG Resources Inc 0.1%
Husky Energy Inc 0.1%
Kideco Jaya Agung PT 0.1%
Bahrain Petroleum Co (BAPCO) 0.1%
Westmoreland Coal Co 0.1%
Cloud Peak Energy Inc 0.1%
Chesapeake Energy Corp 0.1%
Drummond Co 0.1%
Teck Resources Ltd 0.1%
Turkmennebit 0.1%
OMV AG 0.1%
Noble Energy Inc 0.1%
Murphy Oil Corp 0.1%
Berau Coal Energy Tbk PT 0.1%
Bukit Asam (Persero) Tbk PT 0.0%
Indika Energy Tbk PT 0.0%
Southwestern Energy Co 0.0%


(Pie de foto del Ojo Atípico por poner algo de pie donde debería haber cabeza. Y ya que se menciona cabeza, es en esta donde tiene que cristalizar la conciencia de los trabajadores./ Caricaturas criminaloides con mando en plaza como si fuera la corrala de la Tía de Luis del Val, la Pascualina, de la panda de bandidos que además de robarnos están destruyendo el Planeta por la gracia del mercado, Dios, Señor de ellos, del que forman parte. Amén Jesús)
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EL ROBO CON GARBO Y TRONIO DE NUESTRAS PENSIONES ES PECADO CAPITAL?

  
Totalmente de acuerdo. Las pensiones públicas no se pueden mantener. Tanta gente, robando tanto, durante tanto tiempo el dinero de los pensionistas acaba con las pensiones, el fondo de reserva de las pensiones, el contra fondo de refuerzo de las pensiones, la bolsa pensional inducida, el carrito de los helados y hasta el culebrón pardo si es que le da por pasar cerca del saco del dinero donde está el mete y saca con más saca que mete de las pensiones.

Alguien de ustedes a votado a algún político para que les robe hasta el aliento si llega el caso? Yo me parece que sí.

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EL FONDO DE RESERVA Y LAS PENSIONES



Mikel de la Fuente
Viento Sur
 07/07/2017

La aprobación por el Consejo de Ministros de un crédito de 10 192 millones para hacer frente a las pagas extraordinarias de pensiones en 2017, cuando todavía el Fondo de Reserva de la Seguridad Social tenía recursos suficientes para hacer frente a la paga de junio, ha tenido el objetivo evidente de evitar, por razones de imagen, aparecer como responsable del agotamiento de ese Fondo. Sin embargo, la utilización de esta vía de financiación mediante crédito parece poco sostenible en el tiempo. Por una parte, porque no es un instrumento de financiación contemplado en la ley y, por otra parte y sobre todo, porque muy probablemente la Comisión Europea no aceptaría esa política. Además, esos préstamos los tendría que devolver la Seguridad Social al Tesoro Público, asunto complicado cuando está previsto el mantenimiento de los déficits de la Seguridad Social. En este artículo, tras indicar la evolución del Fondo de Reserva, vamos a tratar de explicar los orígenes de los déficits del sistema que han dado lugar al agotamiento del Fondo de Reserva y las alternativas que se abren.

Hasta el año 2010 incluido, el sistema de Seguridad Social mantenía superávits, si bien a partir del 2008 se han venido reduciendo a un ritmo muy rápido y, a partir del 2012, la entrada en déficits dio lugar a que para hacer frente al pago de pensiones el gobierno acordase disposiciones del Fondo de Reserva por un importe global de 69 915 millones de euros entre el 2012 y junio de 2017. A esa cifra hay que añadir la utilización en el mismo período de una cantidad próxima a ocho mil millones del Fondo de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y de Enfermedades Profesionales.

Las razones de los déficits de la Seguridad Social han sido varias. Por una parte, la reducción del empleo y la caída salarial. Aunque durante la crisis una parte del empleo formal perdido se haya refugiado en la economía sumergida, las tasas de ocupación de la población de edades comprendidas entre 16 y 64 años han caído (salvo la excepción del colectivo de mujeres de 55-64 años).

Como los salarios son la base de las cotizaciones sociales, la reducción de la masa salarial en el conjunto de la economía da lugar a una reducción de las cotizaciones sociales. Pues bien, los salarios han caído drásticamente desde el inicio de la crisis 1/. Esta reducción del peso de los salarios “pone de manifiesto la capacidad de los beneficios y las rentas de capital de apropiarse de una parte creciente de la riqueza generada” 2/ . Como se ha advertido por Luengo, para apreciar el estancamiento salarial hay que tener en cuenta que los primeros trabajadores que perdieron su empleo fueron en buena medida los que tenían contratos temporales que no se renovaron y que son también los que, de media, tenían salarios más reducidos. Por esta razón, los aumentos de la remuneración media, mínima o inexistente, no significan una progresión de los salarios de los trabajadores que han mantenido su puesto de trabajo.

El importante aumento del trabajo a tiempo parcial ha contribuido a profundizar la caída salarial ya que una parte importante de la deflación salarial se debe al aumento de la proporción de este tipo de trabajo, en su mayoría es involuntario; es decir, que se realiza por no poder acceder a un trabajo a tiempo completo. El tiempo parcial tiene una duración inferior a la de otros países europeos. Un informe del Banco de España indica que el cómputo del subempleo del trabajo a tiempo parcial involuntario haría aumentar al 30 % el desempleo. A ello se une una retribución horaria inferior (8 euros frente a los 11 de media de los asalariados a tiempo completo), lo que da lugar a que la retribución bruta del trabajador a tiempo parcial sea inferior a la mitad de la del trabajador a tiempo completo 3/.

A la inferior recaudación ha contribuido los regalos del gobierno a los empresarios bajo forma de tarifas planas y reducción de las cotizaciones con el pretexto de fomento del empleo, a pesar de que repetidos estudios muestran que su eficacia es prácticamente nula para la creación de empleo y que su efecto es una selección en el empleo de los colectivos objeto de las medidas. También se han reducido las aportaciones que realiza el SEPE a la Seguridad Social por las personas desempleadas mientras cobran la prestación. Esa menor recaudación asciende a cifras comprendidas entre tres mil y cuatro mil millones de euros anuales, y en los últimos años no son compensadas por el gobierno mediante transferencias a los presupuestos de la Seguridad Social.

También contribuye a la reducción de los ingresos el fraude a la Seguridad Social, a través del incumplimiento de las obligaciones empresariales con la Seguridad Social de dar de alta y cotizar a sus trabajadores y trabajadoras, así como mediante la fijación en las cotizaciones de cantidades inferiores a las percibidas o que no integran la jornada efectivamente trabajada. Un caso de infra-cotización “indirecta” es el de los llamados falsos autónomos, es decir, de aquellas y aquellos trabajadores que, en número creciente, se ven obligados para mantener una vinculación con una empresa a darse de alta como autónomos, lo que normalmente va acompañado por cotizaciones por la base mínima, inferiores a la retribución realmente percibida por la empresa y por la que se debiera cotizar como asalariado. La “uberización” está contribuyendo a la ampliación de estas prácticas.

La magnitud de la pérdida de ingresos por la vulneración de los límites sobre horas extraordinarias se puede apreciar por el dato de que en el año 2013 habría alcanzado la cifra de 2 482 millones de euros, a la que habría que agregar el pago que se debería haber evitado en prestaciones de desempleo de 1 627 millones de euros (además de la pérdida en la recaudación por el IRPF) 4/. En los sectores productivos de hostelería y comercio, en los que ha tenido lugar una mayor creación de empleo en 2015 y 2016, han tenido lugar decrecimientos salariales 5/. Estos sectores productivos experimentan tasas muy elevadas de contratación temporal y a tiempo parcial y una elevada proporción de horas extraordinarias no declaradas. Según un estudio de Comisiones Obreras en base los datos de la Encuesta de Población Activa 6/, durante la actual crisis ha crecido el número de horas extraordinarias realizadas pero no pagadas hasta alcanzar un porcentaje del 56 % de las 6,3 millones de horas extra trabajadas semanalmente. Las horas extra no pagadas se concentran en el sector servicios, en el que alcanzan el 80 %.

Esas prácticas están relacionadas con la economía sumergida, de especial importancia en el Estado español, donde alcanza cifras próximas o incluso superiores al 20 % del PIB. Según un estudio sobre el fraude fiscal y la economía sumergida en la Comunidad Autónoma del País Vasco (CAPV), la pérdida de recaudación por cotizaciones sociales habría ascendido durante el período 2011-2014, como mínimo (aspecto que se subraya en el estudio), a la cantidad media de 1 415,22 millones de euros anuales, equivalente al 37 % de la pérdida total de recursos 7/. Según otros estudios que se recogen en el ya citado, la economía sumergida representa en el Estado español entre 5,7 y 5,5 puntos porcentuales por encima de la correspondiente a la CAPV, por lo que teniendo en cuenta la proporción entre el PIB de la CAPV y el del Estado, la falta de recaudación de cotizaciones sociales ascendería en el Estado español a una cifra mínima de 22 676 millones de euros. Si la economía sumergida se situara en los niveles de países europeos como Francia o Alemania, el aumento sobre la recaudación de las cotizaciones sociales sería sustancial. La importancia conjunta de los aspectos citados ha dado lugar a una importante reducción de los ingresos durante los años de la actual crisis y a un crecimiento muy débil cuando ha tenido lugar un aumento del empleo a partir del 2014.

También el aumento de los gastos ha contribuido a los déficits. En efecto, aunque los recortes de 2011 y 2013 lo han desacelerado, el coste de las pensiones, aunque a un ritmo muy inferior que al del pasado pre-crisis (el 3 % anual frente al 8 %), sigue aumentando, por tres razones principales. Primero porque el efecto de los recortes (de ampliación del período de cálculo, de aumento de la edad de jubilación, etc.) es paulatino y sus efectos principales son a medio y largo plazo. En segundo lugar, porque las nuevas pensiones son, de media, un 30% más elevadas que las que causan baja, debido al aumento de los salarios, algo más elevado que la inflación, en últimos decenios y por el acceso a las pensiones con períodos más amplios de cotización. Y por último, por el aumento en el número de pensionistas.

Perspectivas inmediatas en las pensiones...

Como producto de los recortes provocados por los recortes y por el deterioro del mercado laboral expresado en caída salarial y desempleo, por primera vez en los últimos decenios, desde enero de 2016 las nuevas pensiones de jubilación son muy próximas e incluso, en algún mes, inferiores a las del año anterior. Es muy previsible que esa tendencia se mantenga en el próximo futuro y que incluso se acentúe por la repercusión cada vez mayor de las medidas legales ya aprobadas.

El aumento del empleo está dando lugar a un aumento de la recaudación, si bien limitada por la contención salarial y el tiempo parcial y con ello a una reducción de los déficits financieros, pero no es previsible su desaparición en los próximos años, lo que muy previsiblemente dará lugar a tentativas de nuevos recortes, entre ellos la eliminación de las pagas extraordinarias. Para evitar los déficits que “justifican” esas propuestas sería necesario implantar una política de pleno empleo mediante la reducción del tiempo de trabajo y una recuperación de los salarios que les devuelva lo que han perdido a favor de los beneficios en el reparto de lo producido en los últimos decenios.

Para que la recuperación salarial permita la equiparación entre hombres y mujeres en las pensiones (en la actualidad inferiores en un 38 %), se requiere, entre otras condiciones, que se ponga fin a la brecha salarial y un reparto de las tareas de cuidado que facilite el acercamiento de la duración de la actividad profesional entre ambos sexos. Hasta la fecha la brecha se está reduciendo de forma muy lenta y es mucho más elevada que la diferencia salarial, a pesar de que ésta es también muy alta.

... y a largo plazo

En el Estado español, el gasto público en pensiones es del 11,8 % (2014), más de un punto inferior a la UE de 15. El impacto de los recortes en curso es de tal magnitud a largo plazo, que sin necesidad de nuevos recortes, según el Ageing Report 2015 de la Comisión Europea, el gasto público en pensiones pasaría del 11,8 % al 11 % en el año 2060. Esa caída es muy superior al 0,2 % de media de la Unión Europea y es el resultado de las reformas de 2011 (aumento de la edad de jubilación) y de 2013 (revalorización y “factor de equidad”).

Como el número de pensionistas va a aumentar de forma importante como resultado del aumento de la esperanza media de vida, esa contención en el gasto de pensiones solo es posible si tiene lugar una reducción de las pensiones en comparación con los salarios medios, que se mide a través de la llamada tasa de reemplazo, es decir, de la relación entre pensiones medias y salarios medios, que es reconocida por la Comisión Europea: según el Ageing Report 2015 la tasa de reemplazo de las pensiones va a caer en el Estado español 30,4 puntos entre 2013 y 2060, desde el 79,0 % hasta el 48,6 %. Así pues, las medidas citadas de aumento del empleo y los salarios no serán suficientes para mantener y, menos aún, para mejorar las pensiones más bajas.

Ante esta situación hay dos alternativas. Una de ellas, defendida por los think thanks y los servicios de estudios de las instituciones financieras, preconiza que a fin de estabilizar el gasto en pensiones o incluso reducirlo, el sistema público debe mantener pensiones mínimas y, más allá de ellas, se deben introducir los esquemas de las pensiones privadas en el sistema público de reparto, por ejemplo mediante el método llamado de “cuentas nocionales”, conforme al cual cada persona trabajadora cotizante tiene abierta una cuenta en la que constan los fondos acumulados, aplicándose a los saldos anuales un índice en función del crecimiento económico, de la evolución demográfica u otros criterios. También proponen flexibilizar al máximo la edad de jubilación y su compatibilización con el salario, lo que daría lugar a una prolongación del trabajo para asegurar una pensión decente y sería un obstáculo frontal para el empleo de los jóvenes.

La segunda alternativa es aumentar el gasto en pensiones mediante cotizaciones sociales o mediante impuestos 8/. Las organizaciones patronales alegan, como motivo para reducir las cotizaciones de los empleadores y aumentar la de las personas protegidas y/o desplazar una parte de la financiación a la imposición indirecta, que la cotización empresarial es demasiado elevada en el Estado español y que la aportación de las personas protegidas es muy baja. Es cierto que la participación de las cotizaciones de los empleadores en el conjunto de los ingresos de la protección social es más elevada en el Estado español que en la UE y que la de las personas protegidas, es decir, de las personas trabajadoras o autónomas, es baja. En relación con esto último, hay que señalar que aumentar esa aportación reduciría los salarios, que son notablemente inferiores a la media de la UE.

Por otra parte, el cálculo de las cotizaciones en base a salarios da lugar a que, según Eurostat, el porcentaje de las cotizaciones empresariales sobre el PIB es más baja en el Estado español que en la UE y el coste laboral total sigue siendo inferior a la media de la UE: en el 2015 el coste laboral por hora trabajada era de 25 euros de media en la UE-28 (y de 29,5 euros en la zona euro)-, mientras que el correspondiente al Estado español era de 21,2 euros. En definitiva hay margen suficiente para, sin salirse de los muy discutibles esquemas de competitividad basada en salarios, aumentar las cotizaciones empresariales a fin de mejorar las pensiones públicas mediante la derogación de las medidas de recorte de los últimos años. El agotamiento del Fondo de Reserva no puede ser un pretexto para mantenerlos y menos aún para implantar nuevos recortes.

1/ Véase el detalle en Garí, M., “27J. El mísero legado de Rajoy”, 22-6-2016.Disponible en https://www.vientosur.info/spip.php?article11407

2/ Luengo, F., “Política salarial en tiempos de crisis en la economía española”. Disponible en https://fernandoluengo.files.wordpress.com/2016/05/5-ajustes-salariales-en-tiempos-de-crisis-pdf.pdf, 2016, 2.

3 Goerlich Gisbert, F.J., Distribución de la renta, crisis económica y políticas redistributivas, Fundación BBVA, Bilbao, 2016, 69.

4/ CCOO: Informe sobre horas extra ilegales, 2014.

5/ INE, “Índice de Coste Laboral Armonizado (ICLA). Base 2012. Primer trimestre 2016. Datos provisionales”,8-6-2016.

6/ Zarapuz Puertas, L., Las horas extraordinarias según la EPA, Gabinete Económico Confederal de Comisiones Obreras, marzo 2016.

7/ > Zubiri, I., Fernández-Macho, J. y Gallastegui, M.C., Economía sumergida y fraude fiscal en la C.A. de Euskadi, Instituto de Economía Pública UPV/EHU, 6-6-2016, 54-58.

8/ Sobre las alternativas de financiación de las pensiones me remito a mi artículo “Realidad y futuro de las pensiones públicas”. Disponible en http://vientosur.info/spip.php?article11535

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LABORISMO INGLÉS. SIN FORMACIÓN NI PARTICIPACIÓN POLÍTICA DIRECTA ES COMO ESPERAR QUE EL OLMO DE PERAS. AQUI ESTOY YO ESPERANDO A VER SI EL OLMO ME DA UN BUEN CANASTO DE PERAS



Reino Unido
Corbynismo desde abajo


Tom Blackburn
Viento Sur
10/07/2017 |
 
El partido laborista de Jeremy Corbyn ha tenido unos justos resultados por las encomiables y radicales campaña electoral y su programa, junto con un enorme esfuerzo de base en las actividades puerta a puerta. Con casi 13 millones de votos y 30 diputados más, el grupo parlamentario asciende a 262 escaños. Como afirma nuestro editorial sobre las elecciones, esta potente actuación —particularmente notable si tenemos en cuenta que tiene lugar tras dos años de guerra fraccional interna en el partido— deja ahora a Corbyn en una posición inexpugnable como líder.

Sería ingenuo, sin embargo, pensar que esos diputados que se han opuesto a Corbyn, se alinearán ahora con él, como resultado. No deberíamos permitir tampoco que una gran actuación en unas elecciones generares nos hicieran olvidar la necesidad de reconstruir la base social del laborismo, que en muchos casos sigue en un estado lamentable. Corbyn tiene ahora la oportunidad de avanzar con la transformación radical del partido laborista, pero esta no es sólo una cuestión de tomar el control del aparato existente al servicio la izquierda. El laborismo ha de dirigir urgentemente su atención a cómo aprovechar las capacidades de la militancia del partido, alentadas por su reciente éxito.

Renovando solidaridades

En un artículo en The Guardian, la militante de Momentum Deborah Hermanns traza un posible camino para avanzar. Teniendo en cuenta las luchas del partido en sus antiguos núcleos post-industriales —una crisis multifacética de la que se responsabilizaba habitualmente a Corbyn a pesar de llevar muchos años gestándose— hace un llamamiento a un proceso de "renovación cultural de arriba abajo" llevado a cabo por las bases del partido laborista.

Citan a la red griega Solidarity4All como un posible modelo para el laborismo, sugiere que este proceso puede implicar la formación de "espacios sociales, clubs de cine, bancos de alimentos y centros deportivos", a lo que se podría añadir campañas de sindicación, clubs de desayuno y proyectos de educación política. Otro antecedente es el Partido de las Panteras Negras que organizó un conjunto de programas sociales —desde clubes de desayuno a clínicas sanitarias— en ciudades de todo Estados Unidos a finales de los 60 y principios de los 70. Quizá no haya sido ésta una omisión consciente, aunque citar este ejemplo no hubiera sentado demasiado bien a los afectados lectores del Guardian.

Este tipo de trabajo solidario no debe considerarse como otro mero medio para conseguir votos ni como un intento de calmar algún impulso caritativo, ni de crear una "Gran Sociedad" de la izquierda. Debería, más bien, ser visto como parte de un proceso de construcción del "mundo del trabajo" de nuestros días, de renovar la cultura del movimiento obrero para el siglo XXI y de reconstruir los puentes entre el partido laborista y aquellas comunidades obreras que han sido abandonadas durante tanto tiempo.

Aunque Corbyn necesita asegurarse de que cuenta con un aparato de partido a su disposición —y al haber recibido en dos ocasiones un mandato claro por el cambio en la lucha por el liderazgo del partido, tiene derecho a hacerlo—, las estructuras existentes del partido laborista son inadecuadas en muchos sentidos. Por tanto, la tarea que afronta Corbyn es reorientar la forma en la que el partido se organiza y hace campañas, convertir las secciones del partido en centros de discusión continuada, de educación y cultura con un ethos democrático y participativo. Para tener éxito, el corbynismo debe empezar el proceso vital de reconstruir una auto-confianza popular y la capacidad del pueblo trabajador de tomar un control colectivo real en su vida cotidiana.

Un trabajo de solidaridad de las comunidades de este tipo será vital para combatir los profundos sentimiento de aislamiento, frustración, alienación e impotencia política tan extendidos en muchos pueblos y ciudades británicas, incluyendo Middlesbrough, donde el laborismo perdió por poco un escaño local frente a los conservadores en las elecciones. Sin embargo, este trabajo y la construcción de nuevas instituciones del movimiento obrero no deben ser un fin en sí mismo. Más bien, debería aspirar a formar las bases de un movimiento de masas que pueda dar poder a un futuro gobierno laborista, no sólo para acceder al gobierno, sino para ejercer el poder con el objetivo de llevar a cabo una transformación social de largo alcance.

A contrapelo

Dadas las circunstancias es sorprendente que el partido laborista se quedara tan cerca de acceder al gobierno en estas elecciones. Como tan convincentemente plantea Leo Panitch en su ensayo seminal The Impasse of Social Democratic Politics, cualquier intento de hacer girar significativamente al partido laborista hacia la izquierda, provocará inevitablemente el tipo de guerra fraccional que hemos visto desde 2015. Esta inevitabilidad afecta a las previsiones en las encuestas del partido. Lo que el laborismo de Corbyn ha demostrado es que puede compensar en gran medida en este terreno en un corto espacio de tiempo. Pero habrá más batallas fraccionales en los próximos meses y años y es claro que vendrán más turbulencias si el proyecto de Corbyn hace lo que hay que hacer.

El corbynismo representa una tentativa, un intento embrionario de romper con cuatro décadas de hegemonía ideológica neoliberal. Realizar con éxito esta ruptura requeriría por tanto una escalada significativa en el nivel de organización popular, movilización y auto-afirmación política. De hecho, este tipo de actividad es seguramente un requisito para conseguir incluso el tipo de concesiones socialdemócratas que planteaba el programa del laborismo en las recientes elecciones. Incluso el programa de 1980 del Consejo del Gran Londres ponía un gran énfasis en la participación de masas. Hilary Wainwright observa en su Labour: A Tale of Two Parties 1/que este despliegue de recursos y de intervención en las comunidades era lo que distinguía a la nueva izquierda del CGL del llamado "socialismo de gas y agua", que había sido habitual en los consejos laboristas.

Todo esto representaría también abandonar la práctica política del laborismo ortodoxo. Como Panitch afirma en su ensayo, mencionado más arriba, el modo de operar tradicional del laborismo ha tendido a ser de arriba abajo, parternalista y tecnocrático. Panitch observa que esto ha servido muy a menudo para aplacar el radicalismo de la clase obrera, para truncar expectativas y reforzar la pasividad. Aunque el laborismo ha ganado 12.8 millones de votos en estas elecciones —demostrando ciertamente que una gran capa de votantes están dispuestos a escuchar y responder positivamente a propuestas políticas abiertamente de izquierda—, sería un error interpretar este resultado como 12.8 millones de votos para el socialismo. La nueva izquierda del partido debe recordar que tiene que cultivar activamente un apoyo popular para una alternativa política radical, antes que asumir que exista ya suficiente apoyo latente a la espera de ser recogido.

El funcionamiento de la democracia parlamentaria misma —desempeñada generalmente por diputados, periodistas y por una selecta colección de parásitos— tiende también a transmitir una profunda sensación subordinación, deferencia y pasividad. Pero el mensaje laborista de esperanza, solidaridad y renovación nacional —y su campaña potenciada por los determinados esfuerzos de miles de militantes de base— tuvo eco en un electorado cada vez más insatisfecho con la austeridad y tecnocracia neoliberal. Sólo fortaleciendo más la creatividad de base y creando nuevas instituciones de participación popular puede el corbynismo triunfar en el largo plazo.

Wainwright, en su libro ya mencionado, describía el laborismo como "esencialmente una ideología de la subordinación decente y digna" 2/El corbynismo ofrece una oportunidad histórica para construir una política del movimiento laborista totalmente nueva, abandonando esta inveterada tendencia al paternalismo y la tecnocracia por el compromiso popular, la creatividad y el empoderamiento. Su capacidad para alcanzar esto es, al final, la piedra de toque del proyecto de Corbyn.

Desafíos inminentes

El trabajo de solidaridad en las comunidades es vital para re-insertar al partido laborista en las comunidades y preparar el camino para un gobierno radical laborista. Pero esto es algo ajeno a la ortodoxia política dominante. Habitualmente, las demandas de los medios de noticias impactantes diarias le harían extremadamente difícil a la dirección laborista articular este tipo de estrategia sin ser objeto de mofa.

Sin embargo, los éxitos del laborismo en la última campaña electoral —y su naturaleza de base— le han dado a Corbyn el derecho a fomentar ciertos experimentos. Pero aquí está también el riesgo de que, tras un resultado electoral tan bueno, algunos en la izquierda corbynista subestimen el trabajo fundamental necesario antes de ser capaces de gobernar efectivamente como izquierda radical. Esto sería peligroso, puesto que no tenemos mucho tiempo para hacerlo.

Cualquier intento de adoptar este enfoque afrontaría no sólo la burla de gente de fuera del partido, sino una seria oposición interna. El control de la dirección sobre el aparato del partido es aún débil y una burocracia poco colaboradora podría sencillamente retener los recursos y el apoyo logístico necesaria para convertir la organización de la comunidad radical en una realidad en todo el país. Los miembros que traten de abrir las secciones locales del partidos y experimentar con nuevos métodos de organización no encontrarán gran apoyo en unas estructuras sin reformar del partido.

Nada de esto sugiere que la izquierda laborista de base debe quedarse sentada esperando la ayuda de algún organismo desde arriba antes de organizar sus comunidades. Ciertamente, hay experiencias muy útiles y relevantes de organización de base entre los laboristas: la experiencia hands-on de los activistas anti-recortes y de militantes sindicalistas son importantes. Pero para que este tipo de enfoque arraigue a nivel nacional, un aparato central de partido atento y colaborador será de inestimable ayuda.

El laborismo de Corbyn ha conseguido ya desarrollar una impresionante operación para atraer el voto, como ha mostrado la última campaña. Legiones de militantes post-Corbyn se unieron a miembros veteranos recorriendo las calles por todo el país con la esperanza de una victoria laborista. Pero antes, había habido momentos en los que la dirección no tenía claro qué hacer con estos nuevos militantes, más allá de movilizarlos para defender el liderazgo de Corbyn el verano pasado. Dadas las improbables circunstancias en las que Corbyn llegó a la dirección esto era inevitable, pero la dirección debe ahora empezar a proporcionar a sus bases una orientación clara y ánimos si este proyecto ha de avanzar.

Lo que se necesita es también claridad y honestidad sobre la altura de la tarea que afronta la nueva izquierda laborista y también sobre la naturaleza de esa tarea: restablecer al partido laborista como una fuerza movilizadora en las comunidades obreras, democratizar sus estructuras de toma de decisiones y legar a la siguiente generación del laborismo cuadros, candidatos y militantes de izquierda. De nuevo, articular esto de manera efectiva en la atmósfera política actual es difícil. Pero Corbyn tiene que encontrar caminos que conduzcan a los que le apoyan a este trabajo. Su posición recientemente fortalecida como líder le da potencialmente más margen de maniobra en este sentido.

Limitaciones y potencial

Hermanns dice también que los militantes laboristas podrían llenar el vacío que han dejado los recortes en servicios públicos. Deberíamos tener cuidado en no exagerar la capacidad de los programas de organización de la comunidad radical. A pesar del potencial real que tienen, la organización de base y las campañas no pueden hacer más que mejorar parcialmente el daño producido por la austeridad. Su intención principal es demostrar la solidaridad práctica con gente trabajadora, oprimida y marginada, para reconquistar su confianza tras muchos años de abandono de sus preocupaciones y necesidades.

Ciertamente, la izquierda laborista —cuya representación en los consejos es aún débil— tiene que empezar a pensar seriamente en el gobierno local. Los tiempos de los enfrentamientos tipo Liverpool de los 80 han terminado, pero para los socialistas en el partido laborista es vital que empiecen a diseñar una estrategia nacional de izquierda para los consejos. Este es un debate que aún hay que tener seriamente; la dirección del laborismo se ha mostrado reacia a sacar el tema. Pero tiene poco sentido conseguir consejeros de izquierda sin una idea clara de cómo pueden usar sus competencias. Un esfuerzo de construcción de la comunidad socialista podría dar formar e influenciar esa estrategia de izquierda de gobierno local, dando a los militantes laboristas la experiencia y conocimiento necesarios para reorganizar drásticamente los consejos dirigidos por le laborismo.

Par ser realmente transformador y racial, el activismo de las comunidades debe ir acompañado con un programa político ambicioso, coherente y riguroso que aspire a la transformación social y económica. Por primera vez en muchas décadas, la izquierda socialista británica tiene la responsabilidad de elaborar ese programa. Tenemos que ofrecer a la gente con la que tratamos de organizarnos y a la que tratamos de servir un visión de futuro alternativa definida y socialista. Joshua Bloom y Waldo E. Martin plantean correctamente en Black Against Empire, su historia de las Panteras Negras 3/que sin esto, la organización de la comunidad corre el riesgo de ser poco más que un servicio social.

Hay, sin embargo, un gran peligro potencial. La izquierda laborista cuenta con organizadores capaces, pensadores y militantes, pero la base corbynista como tal sigue siendo de algún modo inexperta. Cuando Syriza llegó al gobierno en enero de 2015, sus cuadros más competentes fueron pronto absorbidos por el parlamento, lo que significó que los intentos de mantener el movimiento social que inicialmente lo habían sostenido, quedaron inevitablemente marginados. Existe el peligro de que algo similar le ocurra al laborismo de Corbyn, especialmente si ganara las elecciones en un futuro próximo.

Dada la debilidad de los Tories en el parlamento, existe una posibilidad muy real de que un gobierno de la izquierda laborista llegue al gobierno más pronto que tarde. Podemos darnos cuenta de que tenemos menos tiempo del que habíamos pensado en el que desarrollar un programa sociales a la altura de la tarea. La izquierda debe desarrollar una infraestructura intelectual adecuada. Hay que animar a los militantes de base a desarrollar y aportar sus propias ideas y no esperar a que les caigan de arriba. Aparte de aplicar nuevos métodos de movilización de las comunidades, los procesos de toma de decisiones en el laborismo debe ser radicalmente reformada para facilitar mayores aportaciones desde la base.

Hay informes que indican que el número de miembros del partido laborista vuelve a crecer con rapidez tras las elecciones generales. Aunque no se ha confirmado oficialmente, la afiliación que, potencialmente, se dirige potencialmente al millón tiene una gran fuerza, aunque la dirección laborista debería organizar una campaña activa de afiliación para asegurarse de que alcanza este objetivo. No solo podemos esperar que el laborismo despliegue una campaña aún más impresionante cuando se convoquen las siguientes elecciones, con miles de militantes trabajando por conseguir un gobierno laborista desde el principio, sino que abre también la posibilidad de situar al partido laborista en el corazón de los centros de trabajo y de las comunidades de una manera poco vista antes en el Reino Unido. El laborismo podría ser tan central en muchas comunidades, como lo fue el Partido Comunista de Italia en la posguerra mundial. Evidentemente esta es una perspectiva muy emocionante. Por eso, cae sobre la dirección la responsabilidad de enganchar con estos recién llegados, y darles autonomía para organizarse y para hacer campañas de forma que sirvan a su gente.

La impresionante actuación del laborismo en las elecciones nos indica hasta dónde ha llegado el corbynismo en un espacio de tiempo tan corto. Deberíamos recordar que hace dos años ninguno nos veíamos en esta posición. Sin embargo, la promesa real del corbynismo está menos en sus demandas políticas existentes que en aquello a lo que conduce. Una participación activa en las luchas de las comunidades y centros de trabajos será crucial si la nueva izquierda laborista ha de lograr la renovación política y social a la que aspira.

12/06/2017

Traducción: viento sur

Notas:
1/ Hilary Wainwright, A Tale of Two Parties, London, Hogarth, 1987, p. 28.
2/ Wainwright, A Tale of Two Parties, p. 294.
3/ Joshua Bloom and Waldo E. Martin, Black Against Empire: The History and Politics of the Black Panther Party, Berkley, University of California Press, p. 385.

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