viernes, 25 de octubre de 2019

FMI. AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR, PERO LO QUE ES DEL CÉSAR, TAMBIÉN AL CÉSAR (César es un trabajador corriente y moliente)




No haber tenido durante decenios  políticas de izquierdas lo primero que supone es que a estas alturas, las clases trabajadoras, que somos la inmensa mayoría de la población, todavía no seamos conscientes del tipo de pólvora que contiene el barril donde nos hayamos sentados.
La crisis de 2008 no fue una crisis capitalista más ni ella se debió a la consecuencia de una mala administración por parte de los farruquitos del capital, que además eran unos sinvergüenzas, sino como consecuencia de la propia dinámica de funcionamiento del modo de producción capitalista.

 La crisis de 2008 representa la culminación del desarrollo del capitalismo financiero, última etapa del capitalismo como elemento de desarrollo. A partir de aquí, todo lo que antes habia constituido un desarrollo de la fuerzas productivas del capitalismo se convierte en elementos de regreso social de ese de ese mismo desarrollo con la entrada del capitalismo en su última etapa, EL FASCISMO FINANCIERO , antes de su extinción. Esto es lo que explica y no otra cosa las politicas sociales regresivas, la pérdida de derechos de lso trabajadores, el robo por parte del capital a las empresas más rentables del Estado, al robo de las pensiones, etc.

El capitalismo, salvo perecer, necesita obtener un determiando nivel de rentabilidad de los capitales invertidos, y al no poder obtenerla al nivel que necesita directamente ni de la producción ni de las finanzas, es por lo que los capitalistas a través de sus representantes en la politica y en el gobierno tienen que sustraer necesariamente el capital que necesitan recortando derechos y robando directamente a los trabajadores y al Estado lo que es suyo.

Y esto que lo pdemos ver como lo queramos ver: panza arriba, bocabajo, de costado,etc., lo unico que indica es que lo que nos espera es el caos social y económico de sguir pro el camono que llevamos, porque el modo de producción capitalista ya no puede aportar más que más penurias y sufirmientos, o una nueva frma de sociedad, el socialismo, que evidentemente no tiene nada que ver con el PSOE.

Así de necesario y urgente es poner en marcha los Círculos, grupos de trabajo, etc.

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Zozobra en el FMI

Rebelión
CTXT
25.10.2019

Para el Fondo, la solución al estancamiento de la economía es recuperar la globalización comercial. Confunde, sin embargo, el multilateralismo keynesiano de Bretton Woods con la agenda neoliberal




Kristalina Georgieva durante una rueda de prensa tras la reunión de la asamblea del FMI.
 
La preocupación se palpaba en la asamblea del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial que terminó este domingo en Washington ante lo que algunos economistas consideran un gradual estancamiento de la economía mundial –ya se suma China a la desaceleración; su crecimiento ha bajado del 9% al 6% en los últimos cinco años y no hay indicios de que Pekín pueda frenar la ralentización–. 
Además, con tipos de interés cero o negativos y niveles record de endeudamiento (la deuda privada y pública iguala ya al 221% del PIB mundial), se agotan las herramientas monetarias y fiscales para prevenir una recesión y, tal vez, una segunda crisis financiera. Crece también la zozobra por las consecuencias políticas de esta impotencia macroeconómica. 
Mervyn King, el exgobernador del Banco de Inglaterra se sumó a las alertas sobre el futuro en un lúgubre discurso pronunciado en el cierre de la asamblea. “El mundo se ha puesto al revés; ya es un lugar turbulento”, dijo. “La economía está atrapada en una trampa de bajo crecimiento (...) estamos caminando dormidos hacia una crisis financiera”, anunció ante un público de hombres trajeados con cara de póquer. King insiste en los temores acerca de un estancamiento estructural provocado por una falta de demanda en la economía mundial que Larry Summers, el exsecretario del Tesoro de Bill Clinton y asesor económico de Barack Obama, viene resaltando desde hace dos o tres años. King acaba de escribir, junto con John Kay, el libro Radical uncertainty, un concepto de John Maynard Keynes   que plantea que los modelos de previsión son de uso muy limitado en un mundo complejo e imprevisible. 
Esta inquietud coincide con una preocupación, también palpable en la cumbre del FMI y el G20, respecto a la turbulencia política, manifestada en el auge de partidos que el FMI suele calificar como populistas e inward looking (nacionalista tal vez sería la traducción más amena) y rebeliones nacionalistas como el brexit. Se han comentado también las manifestaciones violentas y los disturbios que se producen en diversas ciudades desde Santiago de Chile y Quito a París y Barcelona, algunas de las cuales han sido la respuesta a las políticas del FMI. 
Aunque cada disturbio en las calles de ciudades de países ricos y pobres tiene raíces distintas, todo puede estar relacionado en un mundo inseguro y traumatizado por una tóxica frustración social. 
Es lo que ha dejado entrever Nadia Calviño, la ministra de Economía de España, esta semana durante su visita a Washington. Destacó en una rueda de prensa al final de la asamblea las “interesantes similitudes entre los diferentes tumultos violentos en la calle en contextos políticos y económicos absolutamente heterogéneos”. Calviño ya había comentado en un discurso pronunciado en el Atlantic Council en Washington el viernes que “las escenas de violencia en Barcelona me recuerdan a las protestas de los ‘chalecos amarillos’ en París. Denotan una rabia y una tensión subyacentes que no son propias de una sola zona del mundo”. 
Incluso en Hong Kong, el blanco de algunos ataques de los manifestantes eran los bancos chinos y la percepción de que existe una élite china (cada vez más enriquecida) que controla de forma férrea un Estado cada día más autoritario. King destacó los disturbios en Hong Kong como ejemplo del “estado precario del mundo”. 
SERÍA ABSURDO PENSAR QUE LA RADICALIZACIÓN DEL NACIONALISMO CATALÁN, ESCOCÉS E INGLÉS NO TIENE NADA QUE VER CON LA RABIA DESATADA POR LA RESOLUCIÓN INJUSTA DE LA CRISIS DEL 2008 
La rebelión en las calles se manifiesta de mil formas, muchas de ellas equivocadas. Pero sería absurdo pensar que la radicalización del nacionalismo catalán, escocés e inglés (manifestado en el brexit) no tiene nada que ver con la rabia desatada por la resolución injusta de la crisis del 2008-2012 y la recesión. King recordó en su discurso que la factura para el contribuyente de los rescates bancarios en 37 países tras la crisis fue de 3,5 billones de dólares. “No nos debe sorprender que estos rescates fueran extremadamente impopulares”, dijo. Esto contribuye a una cultura política cada vez menos tolerante. En el caso del Reino Unido “puedes estar a favor o en contra del brexit pero lo que es un peligro para nuestra democracia es la falta de tolerancia en ambos bandos”, dijo King, que apoya el brexit. 
Tal vez pasa lo mismo en España. Calviño destacó los elogios a la economía española que siempre se repiten en las asambleas del FMI donde España se exhibe como el alumno estrella de la devaluación interna (léase salarios descendientes) desde hace cinco o seis años. Pero ella sabe –más que los economistas del equipo europeo del FMI– que rebasar la media de crecimiento del PIB en la raquítica zona euro no bastará para garantizar la paz social. La desigualdad por renta y por territorio se dispara en España, el campo se vacía y la convergencia de las regiones con la media europea ya se ha convertido en divergencia. De modo que la ministra acertaba al decir en Washington: “El crecimiento económico por sí solo no es un buen indicador del bienestar social”. 
Asimismo, la nueva directora gerente del fondo, Kristalina Georgieva, alertó sobre la probabilidad de que el estancamiento del comercio mundial y la recesión manufacturera que afecta a países como Alemania y Corea del Sur incidan pronto en el consumo. “Hay una cadena de costes y consecuencias que conecta las tensiones comerciales, la inversión, y la erosión de puestos de trabajo”, dijo al cierre de la asamblea. Tras provocar la crisis manufacturera, “la próxima ficha en caer será el consumo”, afirmó. Georgieva advirtió de que el comercio mundial en estos momentos “está más o menos paralizado”. El FMI prevé este año el crecimiento más bajo desde la crisis financiera. 
Por si las imágenes de Barcelona no bastaran para confirmar la tesis de King de que estamos en un “mundo al revés” inestable y peligroso, llegaron las imágenes de la violencia callejera contra las políticas apoyadas por el FMI en América Latina, en Santiago de Chile, ya sumadas a las de Ecuador y Argentina. Todo esto ha complicado el rediseño de la imagen del fondo y la recuperada agenda neoliberal en la región. Al inicio de la asamblea la economista jefa del fondo Gota Gopinath tuvo que expresar públicamente su tristeza “por los heridos y los muertos en Ecuador”. 
“América Latina está ardiendo”, me comentó Richard Kozul-Wright, economista de la UNCTAD que propone un new deal verde para reactivar la economía mundial, igualar la renta y combatir el cambio climático. No solo en América Latina. 
Georgieva –la economista búlgara de 66 años que asumió el máximo cargo de la poderosa institución multilateral hace tres meses– insistió en que todo se arreglará si se recupera la agenda de globalización comercial. “Un sistema abierto y transparente de comercio multilateral” es necesario para “impulsar el crecimiento y garantizar la paz”, dijo, evocando en su 75 aniversario el espíritu de Bretton Woods, la cumbre multilateral de 1944 que, bajo la tutela de Harry Dexter y John Maynard Keynes, sentó las bases para un nuevo orden económico global que, para muchos economistas, fue la clave del crecimiento económico y la paz relativa de la posguerra. 
Pero Georgieva confunde el multilateralismo keynesiano de Bretton Woods con la agenda neoliberal instalada desde los años ochenta. “La idea de Bretton Woods fue exportar el new deal al resto del mundo; ahora necesitamos un new deal verde global con políticas reflacionistas para impulsar la demanda y nuevas instituciones”, afirma Kozul-Wright. Esto supondría también “proteger las economías nacionales frente a los mercados financieros”. El modelo del Consenso de Washington de liberalización comercial y financiera que Georgieva defiende “generó enormes desigualdades dentro de las economías avanzadas y desequilibrios entre países”, añade Michael Pettis de la Universidad de Pekín. Para Dani Rodrik, de Harvard, “la coexistencia pacífica” entre China y EE.UU. requiere abandonar para siempre y no recuperar el modelo de “hiperglobalización” en boga desde los años ochenta. 
Andy Robinson es licenciado por la London School of Economics en Ciencias Económicas y Sociología y en Periodismo por El País UAM. Fue corresponsal de ‘La Vanguardia’ en Nueva York y hoy ejerce como enviado especial para este periódico. Su último libro es ‘Off the Road. Miedo, asco y esperanza en América’ (Editorial Ariel, 2016).
 

ECUADOR. ¿QUE PASARÁ EN ESPAÑA CUANDO EL FMI Y LOS DEMÁS CAPITALES EXIJAN LA APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 135 DE LA COSNTITUCIÓN?, OBRA MAESTRA DEL PSOE, PP, Y TODA LA DERECHA ESPAÑOLA


El FMI incendia la pólvora

Rebelión
CADTM/El Salto
25.10.2019

El FMI prosigue su labor de policía económica, cualquiera que sea el precio que deban pagar las poblaciones afectadas, para que ninguno de sus 189 Estados miembros se desvíe del camino neoliberal que les ha sido trazado. Ecuador y Argentina ilustran la situación actual.


Fluxus Foto - El Salto

Insurrección contra el FMI en Ecuador


Ecuador está experimentando un poderoso levantamiento insurreccional. Desde el 3 de octubre, la ira se ha desatado en las calles del país en respuesta al anuncio de un paquete económico antisocial a cambio de un préstamo de 4.200 millones de dólares del FMI. El 3 de octubre se convocó una huelga general de transportes para impugnar las medidas económicas del gobierno de Lenín Moreno, elegido en 2017 como sucesor de Rafael Correa.


Entre ellos se encuentra el Decreto 883, que incluye la eliminación de los subsidios a los combustibles por un total de 1.300 millones de dólares, vigentes en el país desde hace 40 años. Esta medida impopular duplica automáticamente los precios de los surtidores (123% de aumento en los precios de la gasolina) y también aumenta los precios de los alimentos al transportar los alimentos desde las áreas de producción. Es un elemento clave de un paquete de reformas económicas llamado «paquetazo» neoliberal. También incluye incentivos fiscales para las empresas exportadoras y una reforma laboral para reducir de 30 a 15 días las vacaciones remuneradas de los funcionarios. El Presidente Moreno, que optó por restablecer los vínculos con el FMI, que Correa rompió en 2006, debe ahora apreciar el alcance de sus implicaciones.


En respuesta al levantamiento insurreccional de movimientos populares, indígenas y estudiantiles, que tuvo lugar en todo el país, Moreno declaró el estado de excepción el 3 de octubre. Por su parte, el poderoso movimiento indígena ecuatoriano Conaie (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) declaró el 5 de octubre su propio estado de emergencia, amenazando con detener a los policías o militares que se aventuren en territorio indígena: «Los militares y policías que se acerquen a nuestros territorios serán detenidos y sometidos a la justicia indígena», dijo la organización. Al mismo tiempo, mientras realizaba su amenaza y retenía a unos 50 policías, la Conaie continuó su avance hacia Quito, la capital, que irrumpió el 8 de octubre, con algunos manifestantes que incluso entraron brevemente en la Asamblea Nacional gritando «nosotros somos el pueblo».


Estamos hablando de más de 40.000 representantes de los pueblos originarios movilizados en la capital. Moreno, por su parte, huyó de Quito y trasladó los asuntos gubernamentales a la ciudad costera de Guayaquil, que había transformado en la nueva capital del país. El viernes 11 de octubre varios cientos de indígenas amazónicos con el rostro pintado como señal de combate y armados con lanzas, engrosaron las filas de la protesta en Quito, que se había convertido en una ciudad sitiada con muchas carreteras cortadas y tiendas cerradas. Los pozos de petróleo en el Amazonas estaban paralizados. Finalmente, el 14 de octubre, después de 11 días de revueltas, el presidente Lenin Moreno dio marcha atrás y acordó retirar el decreto del FMI que abolía los subsidios a los combustibles, restaurando así los precios a su valor inicial.


Se han producido ocho muertes, entre ellas la del dirigente indígena de la Conaie Inocencio Tucumbi


Según la Defensoría del Pueblo, órgano público de derechos humanos, se han producido ocho muertes [1] , entre ellas la del dirigente indígena de la Conaie Inocencio Tucumbi, 1.340 heridos y 1.192 detenidos desde el 3 de octubre. A pesar de este alto costo, podemos hablar de una victoria histórica del pueblo y del poderoso movimiento indígena ecuatoriano que ya había logrado movilizarse masivamente y provocar la caída de 3 presidentes: Abdala Bucaram (1997), Jamil Mahuad (2000) y Lucio Gutiérrez (2005). También es una bofetada para el FMI, que el 2 de octubre se apresuró a acoger con satisfacción la reforma tan pronto como fue anunciada: «Las reformas anunciadas ayer por el Presidente Lenin Moreno tienen como objetivo mejorar la resistencia y la viabilidad de la economía ecuatoriana y promover un crecimiento fuerte e inclusivo». [2


El 15 de octubre, en línea con la doctrina neoliberal de la institución, la economista jefe del FMI, Gita Gopinath, apoyó al gobierno de Moreno a pesar de su derrota histórica, defendiendo el acuerdo firmado en febrero con Ecuador y las impopulares medidas asociadas con ello. En una conferencia de prensa en Washington, confesó: “Apoyamos a las autoridades. Estos son tiempos difíciles y nos gustaría que las reformas se lleven a cabo y que sean exitosas.” [3] De hecho, incluso si se le anima a flexibilizar sus condiciones, el FMI tiene la intención de renegociar el programa de reformas del que depende el desembolso de los fondos prometidos.


Argentina sucumbe a las demandas del FMI


Diecisiete años después de la crisis de 2001 en Argentina, Mauricio Macri, que llegó al gobierno en diciembre de 2015, sumió al país en los mismos horrores de los que el Fondo Monetario Internacional tiene la receta: Macri puso en marcha un feroz plan de austeridad para su población a cambio del mayor préstamo en la historia del FMI: 57.100 millones de dólares en tres años [4] . Pero en un país donde 11 millones de personas son consideradas pobres según el Instituto Nacional de Estadística del INDEC, las medidas que acompañan a este préstamo aumentan la pobreza y la desnutrición en un contexto de inflación vertiginosa que se acerca al 60%. Las sopas se multiplican, el Parlamento argentino votó por unanimidad el 18 de septiembre «la emergencia alimentaria» y el gobierno de Mauricio Macri se ve obligado a aumentar su presupuesto de ayuda alimentaria para los comedores escolares.


Aunque el presidente Macri tomó algunas medidas sociales en agosto para calmar las cosas, todos los ingredientes para una nueva revuelta FMI están ahí


Un mes antes, varios miles de manifestantes habían acampado en el centro de Buenos Aires para exigir el estado de emergencia alimentaria. Mientras tanto, los capitales están huyendo masivamente del país a un ritmo de más de 20.000 millones de dólares desde principios de año. Aunque el presidente Macri, en un movimiento desesperado, tomó algunas medidas sociales en agosto para calmar las cosas, todos los ingredientes están ahí para una nueva “revuelta FMI” que el país conoce bien.


Pero la atención está en otra parte: Argentina se encuentra en medio de una campaña electoral con las elecciones presidenciales programadas para el 27 de octubre. El ganador de las elecciones, que con toda probabilidad será el candidato Alberto Fernández en el Frente de Todos -con Cristina Fernández de Kirchner como vicepresidenta- tendrá que pagar 223.000 millones de dólares durante su mandato, un regalo envenenado del FMI que será el principal beneficiario junto con otros acreedores [5] .


En consonancia con su reputación como punta de lanza del movimiento de mujeres, Argentina ha marcado la agenda para un nuevo éxito de la movilización. A pesar de las fuertes lluvias, más de 200.000 mujeres se reunieron el 13 de octubre en las calles de La Plata, a sesenta kilómetros de Buenos Aires, para el 34º Encuentro Nacional de Mujeres. Dirigieron sus principales demandas -el derecho al aborto, la lucha contra la violencia de género, la educación sexual en las escuelas y los derechos de las minorías- al gobierno saliente de Mauricio Macri, pero también a Alberto Fernández, el ganador de las elecciones primarias de agosto.


Macri y su política neoliberal a favor del FMI han llevado al país a la ruina, o incluso a una crisis humanitaria tomada de la hambruna, es obvio, pero queda una pregunta: ¿puede su sucesor conducir sus propias políticas sin estar limitado por los colosales reembolsos que se supone que debe servir al FMI o tendrá que romper con la institución controlada por Washington para liberarse de su engorrosa supervisión?


Ver en línea : El Salto



Notas:

[1] “Hasta la fecha, existe la confirmación de 8 personas fallecidas a escala nacional, siendo Pichincha la provincia con la mayor incidencia en este sentido. Raúl Chilpe, Marco Otto, José Daniel Chaluisa Cusco, Inocencio Tucumbi, José Rodrigo Chaluisa, Abelardo Vega Caizaguano, Silvia Marlene Mera Navarrete, Edison Eduardo Mosquera Amagua.” “1.192 detenidos hasta el 13 octubre durante protestas”, Patricio Peralta, Pichincha Universal, 14 de octubre de 2019.

[2] “The reforms announced yesterday by President Lenin Moreno aim to improve the resilience and sustainability of Ecuador’s economy and foster strong, and inclusive growth.” IMF Statement on Ecuador, FMI, 2 de octubre 2019.



[5] “El peso de la deuda cae sobre el próximo gobierno”, Página 12, 13 de septiembre 2019. https://www.pagina12.com.ar/218157-el-peso-de-la-deuda-cae-sobre-el-proximo-gobierno.

Jérôme Duval es miembro del CADTM, Comité para la abolición de las deudas ilegítimas (www.cadtm.org) y de la PACD, la Plataforma de Auditoría Ciudadana de la Deuda en el Estado español (http://auditoriaciudadana.net/). Es autor junto con Fátima Martín del libro Construcción europea al servicio de los mercados financieros, Icaria editorial 2016 y es también coautor del libro La Deuda o la vida, (Icaria, 2011), libro colectivo coordinado por Damien Millet y Eric Toussaint, que ha recibido el Premio al libro político en Lieja, Bélgica, en 2011.

Chile. EL FINAL DE LAS POLITICAS NEOLIBERALES DE LA UE, BCE, FMI, ES ESTE VIDEO (¿QUÉ PASARÁ EN ESPAÑA CUANDO SE APLIQUE EL ARTÍCULO 135 DE LA CONSTITUCIÓN? OBRA MAGISTRAL DEL PSOE-PP Y TODA LA DERECHA ESPAÑOLA)

VALE, HOY ES LUNES 11 DE NOVIEMBRE, ¿Y AHORA QUÉ?


De seis guantazos Pedro Sánchez le rompe las narices a Pablo Iglesias. Este se entorbellina y de nueve dentelladas le afosfatina al primero las espinillas y medio codo del brazo derecho, a expensas todo ello de lo que diga el parte medico oficial que daré yo un día de estos. 

Conclusión, estamos hoy como ayer, con la casa sin barrer. Y ello es lógico. Sin escobas no hay Cristo bendito que pueda barrer, y la cosa es de barridos, no de acuerdos formales por las alturas.
La muerte de Franco coincide con la crisis capitalista de los años 70. Otra cosa es que los padres de la Patria; hijos y abuelos, empezaran a comer como nunca lo habían hecho y todavía sigan comiendo algunos por medio de lo que se dio en llamar entonces la transición política, que efectivamente se hizo.
Pero aquella transición no se hizo por la visión estratosférica y virtudes políticas a mogollón de Adolfo Suarez; Santago Carrilo o Manuel Fraga, actuando como artista invitado Felipe González,  sino por la dicha crisis capitalista del los años 70 que para su "salida" requería de una nueva forma de explotación del trabajo, lo que a su vez necesitaba de nuevas estructuras económica y políticas que es donde hay que buscar todos los "cambios" del franquismo a la monarquía de Juan Carlos I (decidido por el propio Franco). 

Esto podía y fue negociable entre unos y otros porque permitia envolver en el papel de colorines el caramelo de la democracia, a la que se podía confundir, y se confundió, con la democracia representativa actual (oye, tú me votas, que ya veré yo lo que decido según lo que me digan que tengo que decidir, y si no te gusta, te aguantas cuatro años, y depues me vuelves a votar).

Aquel papel acaramelado de la democracia, que no era tal, sino democracia representativa (que me votes, que ya veré yo lo que hago no hago o tengo que obedecer o que tanto por cien tengo que cobrar) concedió tantas libertades como las necesarias para darle un lavado de cara al Régimern sin que cambiara en la sustancial, y al tiempo se establecieron las bases para el empeoramiento de las condiciones de vida que han llegado hasta hoy (el contrato basura y el inicio de las perdidas de derechos sociales y laborales datan que aquellas fechas).

Hoy el capital no puede conceder ni siquiera papelillos coloreados. Después de la crisis de 2008 el capital no puede conceder nada por la sencilla razón de que para mantenerse en pie lo necesita todo: el dinero de la seguridad social, la precariedad laboral, el robo del patrimonio público, etc., mediante eso que llaman privatizaciones, el saqueo por la fuerza de los recursos naturales de pueblos, la anulación del poder sindical de los trabajadores, la prohibición legal de cualquier critica al sistema establecido, el dominio de la enseñanaza, el control de los medios de información, etc. Todo esto es innegociable para el capital y por tanto para Pedro Sánchez, por lo que sería ingenuo esperar que después del 10- N (Sea el resultado que sea) se produjera un acuerdo de gobierno entre PSOE y UP, salvo que, Pablo Iglesias en nombre de no se sabría qué y por razones de politicia de Estado, se pasara al bando de Pedro Sánchez, tal que Errejón, por ejemplo. 

La negociación que necesitamos la inmensa mayoría de la población es incidir en la información y formación para lograr organizaciones sociales efectivas, sin renunciar a estar en las instituciones y en la politica oficial, pero lo que mola para nuestros intereses, son menos representaciones, menos tuli tuli y menos declaración detelgráfica y, más poder efectivo através de las organizaciones sociales.


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Enseñanzas para el 11-N



24.10.2019



El gobierno de coalición no ha sido posible, fundamentalmente, por el proyecto socialista de continuismo programático, neutralización de la dinámica del cambio de progreso y subordinación de la representación política que lo expresaba. El interrogante para el 11-N, por tanto, es pertinente: ¿Es posible un auténtico gobierno de coalición, plural, pactando el Partido Socialista un programa común para articular un proyecto compartido de país, sin el sometimiento o la marginación de Unidas Podemos? No valoro la contribución de Más País que se ha pronunciado por garantizarle la gobernabilidad, ya que todas las encuestas consideran que no va a ser determinante para garantizarlo, si no hay un acuerdo a tres. 

Pues bien, Sánchez insiste en que no. Su opinión es difícil que cambie a través de una estrategia unitaria y de cooperación de las fuerzas del cambio, necesaria pero insuficiente. La experiencia de la investidura nos dice que, aunque concilió durante dos días con el nombre de coalición, su concepción de un gobierno homogéneo, no dos, implicaba la ausencia de autonomía para Unidas Podemos, el factor principal de desconfianza. Ya lo manifestó en la propia investidura y lo podía haber impuesto como pretexto definitivo para romper la breve negociación y convocar elecciones en el caso de haber admitido UP su propuesta ministerial. La exigencia socialista era la renuncia a una gestión reformadora significativa y, sobre todo, a la correspondiente legitimidad social para fortalecer el espacio y la dinámica de cambio de progreso. Para vencer esa reticencia socialista a la pluralidad es necesario la generación de un importante problema de legitimidad social, sin que sea posible su apoyo en las derechas.


Desde esa perspectiva, se puede remarcar como un error menor la oposición de la dirección de UP de la propuesta socialista de una vicepresidencia y tres miniministerios. Su argumento era su insuficiencia y falta de clarificación sobre sus competencias; y aspiraba a algo más (las políticas activas de empleo), confiando en la prolongación de la negociación, cosa que se desveló ilusa, sin prever el portazo socialista. Se estaba infravalorando la firme determinación de Sánchez y su equipo, si no tras el 28 de abril sí después del 26 de mayo, de imponer su proyecto programático y de gestión gubernamental prácticamente sin negociar o bien convocar nuevas elecciones con la expectativa de incrementar su representatividad y su poder. Su plan fue ratificado durante la investidura fallida de julio. Los meses de agosto y septiembre ya han sido un mero postureo para justificarlo.


El plan hegemonista de Sánchez


Ese plan también conllevaba su interés hegemonista de seguir debilitando a Unidas Podemos, neutralizando su proyecto autónomo. Sus condiciones pretendían asegurar, al menos, la continuidad de la tendencia electoral, expresada el 28 de abril, en que a pesar del acuerdo político y presupuestario, sin gobierno compartido, se incumplió la mayor parte y no impidió el trasvase de más un millón de votantes y una treintena de escaños hacia el PSOE desde UP; aunque en ello hubiera también otras causas, como el favoritismo mediático en el primer caso y su división interna y la acción de las cloacas en el segundo. 


La dirección socialista ha vuelto a plantear el auténtico escollo: la falta de garantías del sometimiento de la representación de Unidas Podemos, la llamada falta de confianza o fiabilidad. Es el pretexto definitivo para romper la negociación y convocar elecciones para volver con similares objetivos al mismo sitio… pero con mayor ventaja. Además, la restricción a la libertad de crítica a determinadas actuaciones problemáticas de la mayoría gubernamental o su presidente la extiende al resto de líderes no presentes en el Ejecutivo, como el propio Pablo Iglesias o Ada Colau. 


O sea, exige una defensa colegiada y disciplinada del conjunto de ambas formaciones a todo el proyecto gubernamental, incluido las llamadas políticas de Estado, que además de la política económica, exterior, de seguridad y las medidas punitivas ante el conflicto catalán, podrían llegar a temas sensibles como la reforma del sistema de pensiones, el pacto educativo, la inmigración, la sostenibilidad medioambiental, la igualdad de género o las libertades civiles (ley Mordaza). Todo ello sin negociar su sentido, con su letra pequeña, su concreción y su financiación, en un programa común detallado, y con probables pactos con las derechas y sin garantías de un cumplimiento beneficioso para la mayoría social, con perspectiva igualitaria y democrática. 


Por tanto, la decisión socialista contra un gobierno plural está basada en su prepotencia y su percepción de la imposibilidad de doblegar a Unidas Podemos para que acepte su total liderazgo en un proyecto unilateral, centrista de apariencia progresista. No dejaba un hueco razonable para implementar algunas políticas sociales transformadoras beneficiosas para las personas y el correspondiente refuerzo del espacio del cambio. 


En los tres ámbitos se producía el choque: dimensión transformadora frente a continuismo gestor; ampliación del campo progresista frente a las derechas, considerando mutuamente la legitimidad de ambas fuerzas sin ventajismo para el Partido Socialista, como en el periodo anterior, y cohesión y disciplina respecto del conjunto de las políticas de estado y las decisiones presidenciales frente al reconocimiento pactado de cierto pluralismo político y autonomía, particularmente ante los desacuerdos. 


La dirección de Unidas Podemos, desde el realismo y su afán de llegar al acuerdo de gobierno de coalición, ya había hecho importantes concesiones. Dejaba en mano socialista las grandes políticas de Estado, económicas, institucionales y territoriales. Es decir, acataba la implementación gubernamental de su continuismo en esos campos con probables pactos con las derechas. Igualmente, retiraba el ‘escollo’ de la presencia del propio Iglesias en el Consejo de ministros, imposición que era un indicio de la prepotencia y ambición de poder de Sánchez y tener el pretexto de la ruptura. Además, aceptaba una gestión no proporcional a los votos y unos miniministerios. 


La última barrera explícita era la aspiración a competencias claras en varias políticas sociales, con alta importancia práctica para la gente, particularmente la precaria y desfavorecida: regulación del precio de la luz y los alquileres, derogación de la reforma laboral, nueva subida del SMI, actualización de las pensiones por ley según el IPC… Tenían también un gran valor político-simbólico. Expresaban, parcialmente, el proyecto propio y el conflicto de fondo. No obstante, a pesar de tantas concesiones, para la dirección socialista no eran suficientes y esa última reclamación intolerable; fue el punto de ruptura.


Así, relacionado con esto último, el problema principal estaba en el choque de intereses y proyectos que significaba. No estaba cercano el acuerdo, ni era fácil. La propuesta socialista de ministerios estaba supeditada a su modelo de ‘un’ gobierno cohesionado. No había salido a la luz la divergencia de ambos proyectos, solo la fórmula de gobierno en solitario o en coalición. Por un lado, el carácter continuista y normalizador del proyecto socialista y su concepción prepotente del poder. Por otro lado, los objetivos mínimos de Unidas Podemos que no puede renunciar: implementar un avance social significativo, con un refuerzo de una mínima dinámica de cambio real para la mayoría social y su representación institucional. Su prioridad, tal como se ha demostrado, no son los sillones, sino su utilización para esos dos objetivos: mejoras para la gente y refuerzo del cambio, con los reequilibrios simbólicos y de poder correspondientes. Parece que en gran parte de la ciudadanía va quedando claro a pesar de la campaña gubernamental. El Partido Socialista tiene un problema de credibilidad ciudadana al haber bloqueado un gobierno de progreso plural. 


La pugna estratégica


En definitiva, el trasfondo de la pugna estratégica ha estado subsumido, lo que ha impedido un debate público, mediatizado por la propaganda de parte. No hay un bloque progresista (de izquierda o centroizquierda). Entre la ciudadanía sí hay una mayoría progresista, más o menos firme, diferenciada de las corrientes conservadoras. Pero en la representación política no; aparte de las derechas (y los nacionalismos periféricos) hay dos tendencias: una, centrista o continuista, aun con componentes y retórica progresista junto con elementos prepotentes; otra, transformadora y de cambio de progreso, de talante democrático e igualitario, aun con sus errores analíticos y políticos. Las dos posiciones ya estaban presentes el 29 de abril, cuando se planteó la dicotomía entre gobierno socialista en solitario o en coalición con UP. Pero el debate entre esas fórmulas lo ha acaparado prácticamente todo y solo a partir de la investidura fallida ha ido aflorando la distancia de ambos proyectos. 


O sea, como ha expresado posteriormente el propio Sánchez, el motivo principal para su rechazo al Gobierno de coalición propuesto por Unidas Podemos no era una dirección general más o menos (dentro de las menores), sino la no garantía de la subordinación a su estrategia: una línea política centrista con algunos componentes progresistas y un control del poder definido e impuesto unilateralmente. Es lo que apenas se discutió y que explotó con el asunto de las competencias ministeriales y el veto a Iglesias. 


El plan de Sánchez tiene dos características. Por una parte, un sentido continuista vinculado al modelo socioeconómico e institucional dominante, en el marco del eje europeo liberal conservador. Por otra parte, su concepción monopólica del poder y su ejercicio antipluralista, como freno a las dinámicas y expresiones transformadoras y democráticas. Este aspecto es el que el propio Iglesias reconoce ahora que tenía Sánchez y no advirtió. Y es el tema de fondo que debía de haber sido objeto de negociación y acuerdo. El no hacerlo ha dado ventaja al Partido Socialista en su relato de justificación de su prepotencia y su responsabilidad en el bloqueo institucional y la nueva convocatoria electoral, antes que girar a la izquierda y acordar con Unidas Podemos


Y es el asunto para tratar tras el 10-N, con la hipótesis de unos equilibrios representativos similares, aunque con algunas variaciones respecto de los posibles acuerdos y estrategias. La triple opción básica es entre avance social y democrático, continuismo socioeconómico e institucional e involución política y regresiva. El ciclo de pugna por el cambio sustantivo de progreso no ha terminado. Hay tendencias cívicas que lo siguen defendiendo más allá del propio electorado del espacio del cambio. El gobierno de coalición es difícil pero no imposible. Su utilidad como emplazamiento creíble es dudosa. Lo principal es la ampliación del contrato sociopolítico de un proyecto de progreso entre el espacio del cambio y una amplia corriente progresiva que condicione al Partido Socialista. Veremos lo que dictamina el conjunto de la ciudadanía.

Antonio Antón. Profesor de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid.

@antonioantonUAM

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