Concluye XX
Congreso del Partido Comunista Chino: Ratifican rumbo pro desarrollo, equidad y
coexistencia pacífica internacional
Diario
octubre / octubre 22, 2022
István
Ojeda Bello*.— Al concluir la sesión plenaria
del XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China
(PCCh) se ratificó la línea de la organización política
gobernante pro desarrollo económico con mayor equidad y la coexistencia
pacífica en el plano internacional.
“Debemos tener claras las aspiraciones
fundacionales y misiones del PCCh; que el país es el pueblo y el pueblo es el
país; y tener bien presente lo que es primordial para el Estado”, expresó su
secretario general Xi Jinping, tras la ceremonia en la cual se presentaron los
integrantes plenos y suplentes del Comité Central y de la Comisión Central de
Control Disciplinario.
En total son 376 los
miembros del XX Comité Central (205 plenos y 171 suplentes) quienes resultaron
electos luego de una sesión plenaria iniciada el pasado 16 de octubre. Mientras
que 133, son los militantes que conforman la XX Comisión Central de Inspección
Disciplinaria. Los primeros, luego de reunirse
este sábado nombrarán a su Buró Político y dentro de este a su Comité
Permanente, nombres que se darán a conocer este domingo.
Tras una semana de sesiones, los casi 2
300 delegados ratificaron que en el plano programático la guía del Partido
continuará siendo el pensamiento de Mao Zedong, la teoría de Deng Xiaoping
sobre la triple representatividad y la concepción científica del desarrollo;
unido a la implementación íntegra del pensamiento de Xi Jinping.
Tras encomiar los éxitos alcanzado por el país en la última década, especialmente en el combate a la pobreza y en el fortalecimiento del liderazgo de la organización política a lo interno y de China en los foros internacionales; el cónclave planteó en sus conclusiones que “desde ahora, la tarea central del PCCh es unir y conducir al pueblo de las diversas etnias del país en la materialización del propósito de construir un país poderoso socialista y moderno”. Dicha aspiración, dijo, deberá concretarse en dos fases: hasta 2035, con la modernización socialista; y desde 2035 hasta mediados del siglo, transformando a China en un “país socialista moderno, próspero, democrático, civilizado, armonioso y bello”. El próximo lustro, afirmaron, será crucial en ese empeño.
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Cortesía del autor.
En el plano económico, el XX Congreso
reiteró que Beijing persevera en “la economía de mercado socialista como rumbo
de la reforma y en la apertura al exterior de alto nivel”; destacando que lo
hará con una configuración de desarrollo protagonizada por la circulación
nacional en promoción mutua con el exterior; aseguró que el gigante asiático
continuará vigorizando sus áreas rurales. En el plano del ejercicio de
gobierno, enfatizó el apego al estado de derecho, “perfeccionando el sistema
jurídico socialista con peculiaridades chinas”.
“El mejor ordenamiento institucional
para mantener en Hong Kong y Macao una prosperidad y una estabilidad duraderas
tras su retorno, se debe fortalecer con firmeza a largo plazo”, expuso con
respecto a ambas zonas administrativas especiales. En lo tendiente a la
provincia de Taiwán recalcó que bajo similares principios de “Un país, dos
sistemas”, y de “Una sola China”; el Partido continuará trabajando por la
reunificación, luchando resueltamente contra la independencia de la isla y
llevando “con firmeza el poder rector y la iniciativa en las relaciones entre
las dos orillas del estrecho de Taiwán”. Advirtió que, si el PCCh
quiere contar con el apoyo del pueblo y consolidar su rol gobernante deberá
perseverar en su “disciplinamiento integral y riguroso”.
En la arena internacional, los
participantes en la cita más importante de los comunistas chinos, manifestaron
su conformidad que con su país sea firme en la “aplicación de una política
exterior independiente y de paz”, edificada sobre la base de la coexistencia
pacífica y los beneficios mutuos.
Tras la revisión de los estatutos del PCCh, el XX Congreso acordó, entre otros, incluir en los mismos los aportes del pensamiento de Xi Jinping al socialismo con peculiaridades chinas y el propósito de materializar gradualmente la prosperidad de todo el pueblo chino, mediante un concepto de desarrollo innovador y ecológicamente sustentable. También quedaron asentadas como tales sus ideas sobre la construcción política del Ejército Popular de Liberación, su fortalecimiento y constante modernización. “Los cuadros dirigentes del Partido en sus diferentes niveles deberán luchar contra la mentalidad de los privilegios”, concluyó.
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István Ojeda Bello
Graduado de Periodismo. Labora en el
Periódico 26 de Las Tunas. Ganador del Premio Nacional Juan Gualberto Gómez de
Periodismo Digital en 2018 y 2019.
FUENTE: cubadebate.cu