domingo, 21 de abril de 2013

MARIANO RAJOY Y SU BANDA DEL TRINQUE EN LA CUEVA DE LA MONCLOA, APROVECHAN LOS MECANISMOS DEL ESTADO PARA ROBAR AL ESTADO. A ESTA BANDA DE CINICOS Y LADRONES POR DIGNIDAD PERSONAL HAY QUE HACERLA DIMITIR Y JUZGARLA EN LOS TRIBUNALES QUE NO ESTÉN CORROMPIDOS


Comienza la subasta para gestionar hospitales públicos en Madrid

(Mariano Rajoy el plasma y su banda de Ali Babines en la puerta de la empresa que utilizan para desvalijar las riquezas del Estado Dios mediante y hasta que los hagamos dimitir)


Raúl Rejón 
eldiario.es
Rebelion/19-04-2013 

La subasta de hospitales públicos en Madrid ha comenzado. El Gobierno de Ignacio González pone encima de la mesa una tarta de 563 millones de euros al año para las empresas que pujen. Son más de cien millones por encima de la primera estimación. La Consejería de Sanidad ha dejado conocer algunos datos del borrador de pliegos de condiciones con el que pasará la gestión médica de seis centros a manos privadas.

El Ejecutivo de la Comunidad de Madrid (PP) pide a las empresas que aspiren a hacerse con la dirección de alguno de estos hospitales (Infanta Leonor, Hospital del Tajo, Infanta Cristina, Infanta Sofía, Sureste y del Henares) que gaste 496 euros por paciente y año de media. Asegura que se ahorrará el 20% de lo que marcan los presupuestos conjuntos de esos centros (718 millones). 

Esto supondría unos 143 millones de euros menos de gasto. Desde ahí, las aspirantes podrán pujar a la baja. Sin embargo, por hospitales la cuota de salida queda como sigue: Hospital Infanta Sofía: 486,7 euros por paciente y año (146 millones para 300.000 personas); Infanta Leonor: 518,73 euros (168,5 millones para 350.000 tarjetas); Hospital del Sureste: 473 euros por paciente (70,9 millones para 150.000 madrileños); Hospital del Henares: 512,83 euros (87,18 millones para 170.000 vecinos) y un lote conjunto Hospital del Tajo e Infanta Cristina: 492,49 euros (91,1 millones para una población conjunta de 185.000 personas). La suma total da 563 millones de euros.

 Para plantear estas cifras con las que se están redactando los documentos, el consejero Javier Fernández Lasquetty utiliza el cálculo que plasmó en su Plan de Medidas de Sostenibilidad y que atribuye a los hospitales por privatizar un gasto de 600 euros por persona y año. Pero esa cuota fue inflada un 40% en apenas 20 meses para presentarse en ese plan que promulgaba la cesión a contratas "más eficientes". En 2011 la consejería les calculó un gasto de 428 euros por paciente. Cuando Sanidad presentó el plan en noviembre de 2012 contó que los hospitales de gestión totalmente privada funcionan con 441 euros de coste.

Además, según ese borrador, las compañías que entren en las gerencias deberán asumir toda la plantilla actual que da el servicio en la actualidad aunque no reseña si también tendrán que respetar las condiciones de trabajo. Otro de los aspectos con los que se saca a concurso la dirección hospitalaria es el tiempo de la concesión: diez años sin prórroga. Una misma empresa podrá aspirar a dos centros. La Consejería de Sanidad subraya que las propuestas económicas de las empresas "tendrán el mismo peso" que las técnicas. 

Fuente:
 http://www.eldiario.es/sociedad/sanidad-privatizacion-hospitales-madrid_0_123187742.html 

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MERKEL Y SU GOBIERNO NO SOLO SON EL ENEMIGO NÚMERO UNO DE EUROPA, SINO TAMBIÉN DE LA INMENSA MAYORÍA DE LOS ALEMANES




Más trampas del BCE para cubrir a Merkel


21-04-2013

  Hace unos días publiqué un artículo mostrando cómo el presidente del Banco Central Europeo había presentado a los líderes europeos unos datos sobre la evolución de la productividad y los salarios en diferentes países que o estaban manipulados o manifestaban un desconocimiento tremendo de cuestiones económicas básicas ( Las trampas de Draghi para bajar salarios ). Califiqué ese hecho como una trampa porque de esa forma se confundía a la gente para poder sacar adelante propuestas que no tienen otro fundamento que la ideología neoliberal de quien las propone.
Ahora de nuevo hay que denunciar otra publicación del Banco Central Europeo cuyos resultados confunden a la población y que se difunden para ayudar a la política reaccionaria de la señora Merkel y su gobierno, empeñados en justificar su guerra económica contra Europa diciendo a sus conciudadanos que la desidia de los países del sur de Europa obliga a que las familias alemanas, que son las más pobres, paguen sus excesos.

Diversos medios de comunicación tan influyentes como The Wall Street Journal, Financial Times o Frankfurter Allgemeine se han hecho eco en los últimos días de un trabajo publicado por el Banco Central Europeo en la revista Statistics Paper ( “The Eurosystem Household Finance and Consumption Survey, Results from the First Wave” ) en la que se cuantifica la riqueza de las familias de los países europeos mostrando que la de las alemanas es menor que las de otros países de la periferia europea.

Los titulares de esos medios son significativos: “Ricos chipriotas, pobres alemanes” Reiche Zyprer, arme Deutsche ) en Frankfurter Allgemeine, “¿Los más pobres de Europa? Mire al Norte” ( Europe’s Poorest? Look North ) en The Wall Street Journal, o “Los pobres alemanes cansados de rescatar a la eurozona” ( Poor Germans tire of bailing out eurozone ) en Financial Times.

Pero ese estudio que sirve para proclamar a los cuatro vientos lo injusto que resulta que sean precisamente los alemanes quienes paguen la deuda de esos países con familias más ricas, tiene truco. Como acaban de demostrar los investigadores Paul de Grauwe y Juemey Ji en un artículo publicado en Social Europe Journal (Are Germans Really Poorer Than Spaniards, Italians And Greeks? ) de los datos que el Banco Central Europeo proporciona en ese estudio no se pueden extraer semejantes conclusiones porque se refieren a la riqueza mediana de las familias estudiadas y no a la riqueza media.

Para quienes no estén habituados a estos conceptos, mostraré su diferente significado con un sencillo ejemplo.

Supongamos que se trata de comparar la riqueza de las familias de dos países A y B, que la riqueza de las cinco familias del país A es 12,13,14,15,16 y la de las familias del país B de 7,8,9,10,71.

La mediana es el valor de la variable que tiene por debajo y por encima el mismo número de observaciones. Por tanto, en el país A la riqueza mediana sería 14 y en el país B sería 9.
Pues bien, veamos por qué es muy incorrecto decir que las familias del País A son más ricas que las del B, o que el país A es más rico por esa razón que el B.

Si en lugar de tomar la mediana tomamos la media (que es el promedio de la observaciones, es decir, el resultado de dividir su valor total entre el número de familias, en este caso) resulta que la riqueza media de las familias del país A es de 14, mientras que la de las familias del país B es de 21.

Lo que ha ocurrido es lógico: la mediana ha “ocultado” la gran riqueza que se acumula, sobre todo, en la quinta familia del país B.

Este simple ejemplo permite comprobar, por lo tanto, que lo relevante no es la mediana (en este caso de la riqueza) sino tener en cuenta la diferencia que hay entre la mediana y la media porque esa diferencia es la que indica el grado de desigualdad que existe entre las variables observadas.

En el ejemplo se ve claramente que el País B que aparece como más pobre si la riqueza se mide por la mediana es en realidad bastante más rico.

En su comentario al estudio del BCE, de Grauwe y Ji muestran que si se toma en cuenta la desigualdad los resultados a los que se llegan son otros. Así, comprueban que la diferencia entre la riqueza del 20% de las familias más ricas y el 20% de las más pobres es de 149 a 1 en Alemania, una desigualdad entre diez y quince veces mayor que la que se registra en España, Italia, Grecia o Portugal, por ejemplo.

Por tanto, no se puede afirmar, como se está haciendo, que las familias alemanas como un todo sean más pobres que las de los demás países. Al decir esto, se oculta que lo que pasa en Alemania es que la riqueza familiar está mucho más concentrada que en los demás países y que allí una parte pequeña de las familias, las muy ricas, se quedan con la mayor parte de la riqueza.

Además, de Grauwe y Ji indican que contemplar solo la riqueza de las familias a la hora de sacar conclusiones sobre lo injusto de que un país rescate a otro es también muy inadecuado. Afirman con razón que habría que tener en cuenta, además de la riqueza de las familias, la que tienen las empresas y el gobierno.

Y ahí resulta también que lo que ocurre en Alemania es que la parte de la riqueza total que le corresponde a las familias, en relación con la de empresas y sector público, es más reducida que en otros países europeos.

Si se contempla la riqueza en su conjunto, y no solo la familiar, por ejemplo a través del stock de capital per capita, resulta que la que hay en Alemania es casi el doble que la que corresponde a países como España, Grecia, Portugal, Irlanda o incluso Italia.

En definitiva, otra vez hace trampas el Banco Central Europeo difundiendo una visión parcial de la realidad que es utilizada por los grandes medios de comunicación para apoyar la estrategia del gobierno alemán orientada a favorecer cada día más a sus grandes empresas y bancos.

El BCE es un instrumento de los grandes grupos de poder empresarial y financiero europeo cuyo mejor representante político es el actual gobierno alemán y en esta ocasión lo demuestra ayudando a que se oculte que lo que ocurre en Alemania no es que el país en su conjunto, o la totalidad de sus familias, se esté empobreciendo por culpa de los países del sur. Es otra cosa: allí hay cada vez más familias alemanas que se empobrecen pero porque la riqueza se concentra en cada vez menos ricos alemanes. Ricos alemanes que también lo son gracias al expolio que sus empresas y bancos, con la inestimable ayuda del Banco Central Europeo, están produciendo en los países del sur.

Merkel y su gobierno no solo son el enemigo número uno de Europa sino también de la inmensa mayoría de los alemanes.

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POR UN PROCESO CONSTITUYENTE DE TODOS Y PARA TODOS



Carlos Jiménez Villarejo y Gema Sanz Botey
La Lamentable 
Rebelion 20-04-2013

A muchos nos ha despertado gran interés la noticia de la iniciativa de Arcadi Oliveres y de Teresa Forcades. A lo largo de sus respectivas trayectorias, con su discurso y su activismo ideológico y social han mostrado, junto a miles de ciudadanos, la capacidad para impulsar una ciudadanía participativa capaz de promover un profundo cambio social y político ante el gravísimo deterioro de las instituciones democráticas, su creciente descrédito, y sobre todo las indignas condiciones de vida a que están sometiendo a millones de personas y familias. No cabe duda de que es urgente crear un nuevo marco político y social que impulse alternativas a un Estado tomado por las oligarquías financieras con la entusiasta colaboración de políticos conservadores, catalanes y españoles. Para este fin, es muy positiva la iniciativa de Oliveres y Forcades. Pero, la apelación a un proceso constituyente es ya una realidad en España, como lo expresan las Mesas de Convergencia Ciudadana impulsadas por personas y organizaciones de la izquierda, que no coinciden necesariamente con los partidos de la izquierda real. Por ello, entendemos que todos estos esfuerzos deben generar alianzas sólidas con las fuerzas democráticas del conjunto del Estado sin división alguna.

Es la respuesta necesaria ante las durísimas condiciones de vida y trabajo, así como privaciones de derechos humanos, que el capitalismo está imponiendo. Respuesta que ya se vaticinaba hace años. Desde que hemos vivido tan de cerca la miseria y la carencia de derechos (Tayikistán, Sierra Leona, Guatemala, son algunos de los muchos lugares que siempre han estado en crisis)… la verdadera cuestión moral es qué responsabilidad tenemos en que determinadas estructuras perduren y qué estaría en nuestra mano hacer para sustituirlas por otras como apuntaba Carlos Fernández Liria en Los diez mandamientos y el siglo XXI (El Viejo Topo, 2008). 

En este contexto, una parte importante de la ciudadanía ha reaccionado, está movilizada exigiendo mayor información y haciendo frente a los abusos constantes de poder. Son quienes han creado o se han unido a movimientos sociales, quienes están presentes en la calle, secundan huelgas, etc. Y, ante esta marea social incontenible, es posible que resulte más útil y hasta necesario, más que una candidatura electoral como la que plantean Oliveres y Forcades -que sería una más de las ya existentes- un proceso riguroso y constante de coordinación que supere de una vez por todas aquello que decía Freud, “el narcisismo de las pequeñas diferencias”.

Y es que somos muchos los que creemos posible armar un proyecto político que vaya hacia un modelo de sociedad infinitamente más justa, somos muchos los que creemos que la humanidad puede crear un sistema que produzca las cosas que necesita y en la medida que las necesita para pasar de la lógica del beneficio de muy pocos a la lógica del beneficio de todos. Por eso, estamos de acuerdo con el proyecto de cambio social y de ruptura con el orden establecido que propugnan Oliveres y Forcades y que enumeran en su Manifiesto (nacionalización de la banca, fin de la especulación financiera, fiscalidad justa, impago de la deuda ilegítima, salarios y pensiones dignas, vivienda digna para todo el mundo, medios de comunicación públicos… etc.). 

Pero hacemos pública aquí nuestra preocupación ante el eje nacional de su iniciativa. Porque muchos de nosotros no compartimos que el objetivo de esta plataforma deba ser crear una asamblea constituyente para hacer una Constitución para la República catalana. ¿Por qué no contribuir ya desde Catalunya a la construcción de una República española? Nos preguntamos por qué poner vallas al campo. Ante el lobby neoliberal fuertemente organizado y globalizado, ¿por qué limitar nuestra sensibilidad hacia los grupos más próximos cuando tantos movimientos afines (Juventud sin Futuro, Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Plataforma de Afectadas por los Recortes Sanitarios, 15 M…) actúan por toda la geografía española? Estamos seguros que ésta sería una muy buena oportunidad para compartir este proyecto político con Girona, por ejemplo, pero también con Madrid y Sevilla y París y Argel. Los derechos no son de los territorios, sino de los ciudadanos.

Y es que, en nuestra experiencia, cuando se mezcla el eje nacionalista con un proyecto social que podría ser creíble, el nacionalismo acaba abduciendo el proyecto, el nacionalismo despolitiza la política, le roba su propia naturaleza, la hace finalmente conservadora. Nos explican sus impulsores que el eje nacional de la plataforma ya está encarrilado por la Asamblea Nacional Catalana, pero nosotros nada tenemos que ver con el “España nos roba” que predica esta asamblea, porque creemos rigurosamente en el reparto de la riqueza, que tan bien expone el artículo 31 de nuestra Constitución (aunque no haya Gobierno con voluntad política para aplicarlo): todos contribuiremos al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con nuestra capacidad económica. Y por eso mismo, como ciudadanos que vivimos y trabajamos en Catalunya expresamos aquí que nos parece muy bien que parte de nuestros impuestos sirvan para construir un colegio en Cáceres y que ojalá también sirvieran para levantar hospitales en Andhra Pradesh.

Muchos queremos independizarnos del capitalismo, y sabemos que ese objetivo no tiene relación alguna con la independencia de España, si hay que independizarse sería necesario también hacerlo de Catalunya. Es cierto, hemos salido a la calle en distintas ciudades de España, de Catalunya y de Europa porque ni esta España, pero tampoco esta Catalunya ni esta Europa, son las nuestras. No hace falta creer, lo hemos visto, la lucha contra el capital no depende de lugares ni de lenguas, depende de gentes que quieran vivir de otra manera, más justa y más digna, y eso significa creer en otras cosas que no sea el PIB y atender a otras cosas que no sean la prima de riesgo. Queremos crecer en conocimiento, poesía, deporte, ciencia, lectura, cine, danza y, sobre todo, lentitud… No necesitamos tanto dinero y sí queremos más tiempo. Paremos esta rueda loca capitalista. 

Para construir otro modelo de sociedad tenemos que contar con otros compañeros y compañeras de otras partes de nuestra geografía, y sería loable que nuestra sensibilidad fuese más allá de nuestro grupo más próximo y se extendiese hacia Lisboa, Nápoles, Atenas, Nicosia, Touluse, Tinduf, Kampala… Queremos ser ciudadanos y no meros consumidores y para eso necesitamos todos un marco más justo, más democrático y más plurinacional. Ni catalanes, ni españoles, ni europeos, ni africanos, nuestro común enemigo son unos que roban a otros, estamos ante la revolución de los ricos contra los pobres. Es urgente añadir y no restar. Todos saldríamos, saldremos ganando.

Carlos Jiménez Villarejo, ex-Fiscal Anticorrupción | Gema Sanz Botey, periodista 

Fuente: http://lamentable.org/?p=10208 

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NOTICIARIO ESPAÑOL DE PURA CEPA