viernes, 17 de julio de 2020
La Mujer en la URSS de 1920
100 AÑOS DEL TEXTO DE
INESSA ARMAND “LA OBRERA EN LA RUSIA SOVIÉTICA”
Diario
Octubre / 17.07.2020
La obrera en la Rusia soviética
El poder soviético ha sido el primero en crear las
condiciones en la que la mujer podrá coronar, finalmente, la obra de su propia
emancipación.
En el curso de los siglos, ha sido esclava. Al
principio, bajo el reino de la pequeña producción, lo fue de la familia;
después, con el desarrollo del capitalismo, pasó a serlo por triplicado: en el
Estado, en la fábrica, en la familia.
Ha sido así no solo bajo el régimen zarista,
bárbaro y subdesarrollado, sino también en las «democracias» más «civilizadas»
de Europa occidental y de América.
Bajo el régimen burgués se priva a la obrera de los
escasos derechos políticos que se otorgan al obrero. En la fábrica, en el
taller, está todavía más oprimida, más explotada que el obrero, porque el
patrón usa su poder para oprimirla no solamente en su calidad de proletaria,
sino también para infligirle todo tipo de ultrajes y violencia en tanto que
mujer. Y en ningún sitio ni en ningún momento, la prostitución, el fenómeno más
repugnante, el más odioso de la esclavitud asalariada del proletariado, se ha
extendido tan escandalosamente como bajo el reino del capitalismo.
Las obreras, las campesinas, son esclavas en la familia
no únicamente porque sobre ellas pesa el poder del marido, también porque la
fábrica, que las arranca de su hogar familiar, no las libera al mismo tiempo de
las preocupaciones de la maternidad y de la economía doméstica, con lo que
transforma esa maternidad en una pesada cruz insoportable.
Mientras exista el poder burgués, la obrera, la
campesina, no podrá escapar de esa triple servidumbre, que es la base sobre la
que reposa el régimen capitalista y sin la que no puede existir.
El poder soviético, el poder del proletariado, abre
ampliamente las puerta ante la mujer y le da la posibilidad absoluta de
emanciparse.
La obrera en la Rusia soviéticaLa Constitución
Soviética ha entregado a las mujeres la totalidad de los derechos políticos y
cívicos. Las obreras y las campesinas tienen los mismos derechos de voto que
sus compañeros masculinos. Como ellos, pueden elegir y ser elegidas; pueden
ocupar el puesto que les convenga en los comités de fábrica, en las
instituciones soviéticas, hasta las comisarías del pueblo.
La socialización de la producción, la expropiación
de los capitalistas y de los grandes propietarios, conducen hacia la anulación
completa de toda explotación y de toda desigualdad económica.
En la Rusia soviética, la obrera de la fábrica o el
taller ya no es una esclava asalariada, sino la dueña, provista de todos los
derechos que – junto y en igualdad con el obrero – y a través de las
instituciones soviéticas y de los sindicatos, organiza, administra, dirige toda
la producción y la distribución.
Pasa lo mismo con la familia y el matrimonio. El
poder soviético ha realizado ya la igualdad concreta de los derechos del marido
y la mujer. El poder del marido, del padre, ya no existe. Las formalidades del
matrimonio y del divorcio se han reducido al mínimo, a simples declaraciones de
las personas interesadas en los comisariados correspondientes.
El poder soviético ha suprimido toda diferencia de
derechos entre el hijo “legítimo” y e “ilegítimo”. De esa manera se ha
suprimido una de las peores manifestaciones de la iniquidad burguesa. En la
Rusia soviética ya no hay “hijos ilegítimos”. Para ella todos los niños sin
distinción son sus futuros ciudadanos, todos tienen derecho a la misma
consideración y cuidados.
El poder soviético tiende a tomar a su cargo toda
su educación e instrucción, desde los primeros días de su nacimiento hasta la
edad de 16 o 17 años. Aspira a tomar a su cargo todo el cuidado de los niños.
Bajo el reino del capitalismo, a los hijos de los
proletarios, desde la más tierna infancia, la fábrica y el taller los privaba
de los cuidados maternos, mientras el gobierno burgués no manifestaba ninguna
preocupación por ello. Por culpa de ello, los niños proletarios se atrofiaban
física y moralmente, languidecían, morían.
El poder soviético, en estos momentos, y a pesar de
la desorganización, el bloqueo, las agresiones ininterrumpidas de los guardias
blancos, de las dificultades inauditas, ya asegura parcialmente el
mantenimiento público de los niños (una parte de los productos se entrega
gratuitamente con la tarjeta infantil; se han creado comedores y cantinas
escolares gratuitos). La instrucción es en su totalidad gratuita, desde la
escuela elemental hasta la universidad y las escuelas superiores. Se han creado
guarderías y parvularios. En las escuelas se provee a los niños de zapatos y
vestidos. La previsión social se amplía constantemente bajo la forma de
protección de la maternidad, de la infancia, de creación de casas y hogares
infantiles, de guarderías, de parvularios.
Se ha prohibido el trabajo infantil hasta los 16
años. De 16 a 18 años los jóvenes no trabajan más de 6 horas al día. Se libera
a las madres de todo trabajo durante ocho semanas antes de dar a luz y otras
tantas después; y durante todo este tiempo se les paga una cantidad que equivale
a su salario habitual. Además, se han aprobado una serie de decretos que
protegen a la mujer embarazada y sobre la protección general de la mujer en el
trabajo.
Actualmente, lo repito, a pesar de las dificultades
desconocidas hasta ahora, se puede decir con seguridad que en la Rusia
soviética los cuidados de la madre y el niño están mejor organizados que en
ningún sitio. Y no son más que los primeros pasos.
Además, gracias a la creación de los comedores
públicos, la cocina desaparece poco a poco de la economía doméstica.
La cocina casera, tan glorificada por los
burgueses, pero que desde el punto de vista de la economía no es en absoluto
adecuada al objetivo, es para las campesinas y en especial para las obreras un
castigo insoportable que les consume todo el tiempo libre, las priva de la
posibilidad de ir a las reuniones, de leer y de tomar parte en la lucha de
clases: la cocina doméstica, en el régimen burgués, es uno de los mejores
aliados del capital contra el obrero, al favorecer la ignorancia y el retraso
de las obreras.
El régimen soviético es el régimen de transición
del capitalismo al comunismo, un objetivo que es imposible de realizar sin la
emancipación absoluta de todos los explotados y entre ellos de las mujeres.
Esta es la razón por la que bajo los soviets se rompen y vuelan en pedazos las
cadenas que, durante siglos han oprimido a la obrera y la campesina.
Desde los primeros días que siguieron a la
Revolución de Octubre, las obreras comprendieron perfectamente que para ellas
se abría una nueva era de plena emancipación.
En sus primeras conferencias (conferencia de Moscú,
en mayo de 1918, conferencia de la provincia de Moscú, en junio de 1918, y
conferencia pan-rusa en noviembre de 1918, a la que asistieron más de mil
delegadas en representación de más de un millón de proletarias) las obreras
constataron este hecho. En su resolución sobre la cuestión familiar, la
conferencia de la provincia de Moscú indica que, con el paso del poder a manos
de los soviets, se ha vuelto posible no sólo la completa emancipación política
y cívica de las obreras, sino también la supresión completa de su esclavitud
del sexo y la familia y que ahora lo que corresponde es dilucidar y elaborar
las condiciones de esa emancipación.
En las resoluciones del congreso pan-ruso, en el
apartado de las tareas de la obrera, se dice entre otras cosas. “El poder
soviético, tras haber establecido la emancipación integral de toda la clase
obrera, tras haber realizado la igualdad de derechos del hombre y la mujer, ha
convertido a las obreras y a los obreros en los dueños absolutos de la vida, al
darles la posibilidad de organizarla desde las necesidades de la clase obrera y
de las clases pobres de la ciudad y el campo.
Con la Revolución de Octubre, tras el paso del
poder a manos de los soviets, la liberación completa de las obreras mediante la
supresión de las viejas formas de la familia y la economía doméstica, no sólo
se ha vuelto posible, sino que es una de las condiciones necesarias de la
instauración del socialismo.”
En esta misma resolución se formulan de la manera
siguiente las tareas que se plantean a las obreras de la Rusia soviética:
“La primera conferencia pan-rusa de las obreras
constata una vez más que para ellas no hay tareas específicamente femeninas,
distintas de las tareas comunes del proletariado, porque las condiciones de su
emancipación son las mismas de las del proletariado en su conjunto, es decir,
la revolución proletaria y el triunfo del comunismo…en el momento en que la
revolución socialista universal se desarrolle, lo que exige la mayor de las
tensiones de todas las fuerzas proletarias tanto para el desarrollo y la
defensa de la revolución rusa como para la organización socialista. Cada
obrero, cada obrera ha de convertirse en un soldado de la revolución, dispuesto
a entregar todas sus fuerzas para el triunfo del proletariado y el comunismo;
en consecuencia, la tarea esencial de la obrera es la participación más activa
en todas las formas y aspectos de la lucha revolucionaria, tanto en el frente
como en la retaguardia, tanto en la propaganda y agitación como en la lucha
armada directa… Además, constatando que las viejas formas de la familia y la
economía doméstica son un pesado fardo para la obrera y le impiden convertirse
en combatiente de la revolución y del comunismo, y que estas formas sólo pueden
ser abolidas mediante la creación de nuevas formas de economía, la conferencia
considera que la obrera, tomando parte activa en todas las manifestaciones de
la nueva organización, debe introducir en ella una atención especial a la
creación de nuevas formas de alimentación, de reparto público, gracias a las
cuales sea abolida la vieja servidumbre familiar.”
En la resolución sobre el partido comunista se
llama a las obreras a convertirse, no solo de manera nominal, sino en realidad,
en miembros del partido comunista y a entrar en las filas de las organizaciones
correspondientes, donde la obrera y la campesina puedan comprender el programa
del partido comunista y llegar a ser miembros conscientes de este partido.
En la resolución sobre la revolución internacional,
la conferencia, al indicar que en las llamas de la insurrección mundial de las
obreras y obreros se consumen el viejo modo capitalista y con él la esclavitud
de la mujer, invita a las obreras y campesinas de todos los países a levantarse
bajo la bandera del partido comunista para alcanzar la victoria de la
revolución universal.
En esta misma resolución de la conferencia
pan-rusa, en el apartado de la familia burguesa y capitalista, que para la
mujer era un yugo…”La Economía colectiva debe reemplazar a la economía
doméstica y liberar a la obrera de sus funciones de ama de casa. La educación y
el cuidado de los niños por cuenta del gobierno obrero (en las guarderías,
parvularios, campamentos, etc.) deben suprimir las preocupaciones materiales
del padre y la madre.. Una unión libre, pero sólida por los lazos espirituales
de camaradería de dos ciudadanos iguales del Estado obrero, este es el nuevo
matrimonio proletario.”
Respecto a la prostitución, la resolución se
pronuncia de esta manera: “…partiendo de que las raíces de la prostitución
están profundamente ancladas en la sociedad capitalista, la primera conferencia
pan-rusa de las obreras y campesinas pobres invita a combatir la prostitución
no solo con el cierre de las casas de tolerancia, no solo con el castigo a los
proxenetas, sino con la extirpación de todo el legado del régimen capitalista
por medio de la puesta en práctica de la maternidad segura, de la educación de
los niños y de la substitución de la familia burguesa por el matrimonio libre…”
Las obreras han comprendido perfectamente que sus
nuevos derechos y nuevas libertades únicamente servirán realmente al desarrollo
y la victoria de la revolución cuando no solo una pequeña vanguardia, sino las
masas de obreras mismas sean arrastradas a tomar parte activa en la vida del
partido y de los soviets y, en consecuencia, ante las obreras de vanguardia se
plantea precisamente la tarea de arrastrar a esta masa a la lucha
revolucionaria por el comunismo.
No es una de las tareas más fáciles. Se trata de
hacer que se interesen en la lucha revolucionaria, en la obra de organización,
de administración, los elementos mas atrasados, más ignorantes de las masas
obreras; hay que conquistar el bajo pueblo que hasta ahora, en todos los
países, ofrece un terreno poco propicio a la agitación y la propaganda y al que
todavía no se ha conseguido ganar en ningún sitio.
La obrera en la Rusia soviéticaBajo el reino del
capitalismo, las obreras y campesinas están complemente alejadas de toda vida
pública y política, tanto por las condiciones de la vida de la familia burguesa
como por su ausencia de derechos políticos. Por culpa de esto, con el paso del
poder a manos de los soviets, cuando la clase obrera se ha puesto a la obra de
administración y la obra compleja y difícil de la nueva organización, las
obreras en su conjunto se han mostrado todavía más inexpertas que los obreros.
Para atraer con éxito a las obreras a la causa común, era necesario ayudarlas,
en primer lugar, a aprender cómo trabajar, hacerles comprender dónde y cómo
pueden emplear sus fuerzas.
Era necesario elaborar nuevos métodos de propaganda,
nuevas maneras de abordar a las obreras y campesinas, adaptadas a sus
particularidades sicológicas y a las nuevas tareas que les esperan. Aquí la
propaganda para la acción adquiere un significado especial, es decir, la
propaganda que conducirá directamente a las obreras y campesinas a tomar parte
en tal o cual organización soviética u otro trabajo.
Se han organizado asambleas de delegadas obreras
que han dado muy buenos resultados en ese sentido. Estas asambleas de delegadas
están formadas por representantes de todas las fábricas y talleres de una
comarca dada, elegidas en reuniones generales de las diferentes empresas. Las
asambleas de delegadas son instituciones gracias a las cuales las obreras
aprenden en la práctica cómo debe ser llevada la acción soviética, cómo emplear
sus fuerzas y su energía revolucionaria en la lucha común del proletariado y en
la organización. Por otra parte, estas asambleas son un excelente enlace entre
las instituciones soviéticas y las masas obreras. Las delegadas se dividen en
grupos de personas que trabajan en tal o cual sección soviética (hasta ahora,
sobre todo, en la seguridad en el trabajo, en la instrucción pública, en la
salud preventiva) y allí llevan una acción para la inspección y el control de
los asilos, de los refugios, de las guarderías, de las escuelas para enseñar a
leer y escribir a los adultos y otras, así como para su creación; para el
control y la inspección de los comedores y de las cocinas y para la eliminación
de los abusos y desórdenes; para la observación en las escuelas del reparto
regular de zapatos y vestidos; para la recogida de información para los
inspectores de trabajo; para el control de una aplicación perfecta de los
reglamentos sobre la protección en el trabajo de la mujer y del niño; organización
de las ambulancias y los hospitales y cuidados y visitas a los heridos y
enfermos; inspección y control de los cuarteles, participación en las milicias;
acción para la justa distribución de la ración de los guardias rojos, para
empujar a los obreros a tener una participación más activa en todas las formas
de dirección y de administración de la producción, etc.
Por su parte, las secciones ponen a las obreras al
corriente de sus trabajos, las hacen entrar en las escuelas y en los cursos que
imparten para tal o cual rama del trabajo soviético (cursos de prevención
social, de instrucción preescolar, de enfermeras rojas, de auxiliar de
enfermería, etc.)
Además, las delegadas son parte activa en todas las
compañas que lleva el partido o los soviets (calefacción, nueva cosecha,
aprovisionamiento, cuidado de los heridos, lucha contra las epidemias, trenes
de agitación en las provincias, etc.).
Las asambleas de delegadas se reúnen dos o cuatro
veces al mes. En estos últimos tiempos, en Moscú y en algunas otras localidades,
se ha rebajado la ratio de representación; ahora las delegadas son elegidas en
razón de una por cada veinte obreras. De esta manera, a través de las asambleas
de delegadas, se consigue ganar a las grandes masas de obreras que poco a poco
se convierten en reservas de las que el partido y los soviets pueden obtener
fuerzas renovadas. Las “semanas del partido” lo han demostrado abundantemente.
En Moscú, por ejemplo, donde durante la semana del partido se han inscrito
cerca de 15.000 nuevos miembros, entre ellos algunos miles de obreras, un gran
porcentaje provino precisamente de las asambleas de delegadas.
Las conferencias de obreras sin partido tienen una
gran importancia de propaganda; en las diferentes ciudades, gobernaturas o
distritos, se reúnen tres o cuatro veces al mes (en toda Rusia sólo se ha
convocado una conferencia, el año pasado). Estas conferencias se han revelado
como un excelente medio para agitar y despertar a las masas que continúan
alejadas del movimiento y, en este dominio, han dado buenos resultados (ahora
las campesinas están interesadas en estas conferencias). En el último octubre,
por ejemplo, en Moscú, se ha reunido una conferencia de mujeres sin partido a
la que han asistido más de 3.000 delegadas, en representación de 60.000 obreras
moscovitas (en Moscú hay alrededor de 180.000 obreras).
La propaganda y la agitación se hacen también con
la palabra y por la prensa. Casi en cada órgano del partido aparece la “página
de la obrera”.
Podemos decir sin ninguna exageración (independientemente
de los defectos y lagunas de nuestra acción) que los resultados obtenidos
durante este año han sobrepasado nuestras expectativas. Hace un año no existía
más que un pequeño grupo de obreras conscientes; el espíritu del resto de la
masa obrera era revolucionario, pero todavía instintivo, inconsciente,
desorganizado.
Actualmente, hemos formado cuadros suficientemente
numerosos de obreras conscientes -miembros del partido comunista – que en el
curso de este año han conseguido cumplir este o aquel trabajo soviético o del
partido.
Se han formado obreras propagandistas de gran
talento y en este momento hay en vías de educación grupos de obreras
publicistas.
El movimiento de las obreras ya ha ganado las
grandes masas y se ha convertido en una fuerza política considerable.
Petrogrado, Moscú y las gobernaturas de Moscú y de Ivano- Voznecensk son los
lugares donde mejor ha funcionado el trabajo. En las otras gobernaturas se han
entablado acciones que en ciertas localidades funcionan suficientemente bien. En
la conferencia pan-rusa de las organizaciones del partido para el trabajo entre
las mujeres se reunieron las representantes de 28 gobernaturas; las del Ural,
Ufa, Orenburg y Astraján no pudieron llegar, aunque también allí se ejecutan
acciones. De hecho, el movimiento de las obreras abarca toda Rusia.
La obrera en la Rusia soviéticaLas obreras han
demostrado magníficas capacidades de organización y de trabajo. Han conseguido,
pese a las dificultades, prestar una buena ayuda a las secciones soviéticas,
crear un número importante de guarderías y parvularios, de escuelas, de
comedores públicos, etc. y en la medida en que el obrero está obligado a ir al
frente, en el ejército rojo, para defender el poder soviético contra las
agresiones de Denikin, de Yudénitch, de los imperialistas de la Entente, la
obrera lo reemplaza en la fábrica y en los soviets, los sindicatos, la milicia,
etc. Y han sido numerosas las obreras que han querido ir al frente a batirse
codo con codo con los obreros contra los guardias blancos.
Durante este año las obreras se han persuadido
definitivamente de que para tener la posibilidad de organizar tranquilamente
una vida nueva, para terminar con la crisis del transporte y alimentaria, se
necesita acabar ante todo con el ejército de los Yudénitch y de los Denikin; se
necesita dar el golpe definitivo a la burguesía y liquidar los intentos de
estrangular el poder soviético. Por esa razón, las obreras, en el curso de
estos últimos meses, han centrado la mayor parte de su atención a un amplio
apoyo al ejército rojo.
Ahora que le estamos dando a Denikin el golpe
decisivo, de nuevo podrán entregar más fuerzas a otras tareas, naturalmente sin
olvidar ni un momento su acción sobre el ejército rojo.
Frente al enemigo imperialista, la proletaria se ha
mostrado verdaderamente digna de su camarada proletario. Ha estado siempre
dispuesta a todo tipo de sacrificios, con tal de acabar con las fuerzas de la
burguesía. A los obreros les dice: “Ciertamente esto es, para nosotras,
difícil, penoso, pero id al frente, no penséis en nosotras, os reemplazaremos,
lo conseguiremos”. Durante la última ofensiva de Denikin, las obreras de Tula
declararon, en una resolución tomada por unanimidad, que Denikin sólo entraría
en Tula sobre sus cadáveres. Declaraciones como éstas se hicieron en muchas
otras ciudades.
Contra Denikin y Yudénitch, se ha levantado toda la
Rusia obrera, dispuesta a todos los esfuerzos y a los peores sufrimientos sólo
para salvaguardar el poder soviético.
El poder soviético enraíza en lo más profundo de la
clase obrera. Para su defensa, ha sabido sublevar a los elementos más
retrasados y oscuros. Y ésta es la mejor garantía de su solidez y su
imbatibilidad.
Las mujeres burguesas odian el poder soviético y se
esfuerzan, tanto como pueden, en desacreditarlo a los ojos de las masas,
utilizando para ello las mentiras, incluso las más inverosímiles y ridículas.
El último otoño, los representantes de los círculos
imperialistas franceses e ingleses han puesto en circulación la calumnia odiosa
y estúpida de que el poder soviético “ha socializado” o “nacionalizado” a las
mujeres.
En esta ocasión, la alta y no tan alta sociedad de
París y Londres ha creído necesario dirigirse solemnemente al tigre
imperialista Clemenceau, rogándole que defienda a las mujeres rusas contra la
bestialidad del poder soviético.
Semejante acusación contra los comunistas no es una
novedad. Marx, en el “Manifiesto Comunista” , ya desmontó y ridiculizó en
términos insuperables esta invención burguesa.
Y es una verdadera vergüenza que el representante
de la 2a Internacional, Kautsky, haya tenido la impudicia de defender y repetir
esta innoble calumnia contra el poder soviético.
Todos estos intentos de separar a las obreras y de
sublevarlas contra la revolución no conducirán a nada. Entre las obreras de los
otros países, la Constitución, los decretos del poder soviético, toda su
actividad, lo mismo que las resoluciones y declaraciones de las propias obreras
rusas, son la mejor y la más irrefutable de las respuestas. Los señores de la
2a Internacional solo han ganado con todo esto el odio y el desprecio de las
obreras de todo el país. Cada obrera de Rusia responderá a esos señores algo
así como: bajo el régimen del capitalismo, nosotras éramos esclavas, se
traficaba con nosotras en el matrimonio y fuera de él. Bajo el reino del poder
soviético, hemos sido las primeras en librarnos de nuestro pesado fardo, en
sentirnos libres. Lo que nos parecía que era un sueño lejano, un cuento
espléndido que no nos atrevíamos a creer, ahora se ha hecho posible, palpable,
realizable y desde ahora ya empezamos a instaurar el comunismo.
¡Es ridículo pedirnos que volvamos atrás!…Sean
cuales sean los esfuerzos de las damas de la burguesía y de sus auxiliares de
la 2a Internacional, no conseguirán desviar a la obrera de su camino.
Porque ya ha hecho su elección. ¡Ella va con el
poder soviético, con la III Internacional, contra ustedes, señores!
Helène Blonina
(Traducido directamente de: Bulletin Communiste,
1er año, no 17, 8 de julio de 1920, páginas 12-15. Bibliothèque Numérique du
CERMTRI . Firmado como Helène Blonina, pseudónimo de Inessa Armand,
revolucionaria rusa, dirigente del Departamento de la Mujer del Secretariado
del Comité Central del Partido Bolchevique.)
Fuente: El
Viejo Topo
*++
Cualquier parte del mundo es un Barrio de Bilbao, así como Bilbao es un Barrio de mi pueblo, Isla Mayor. Y es que hasta que los trabajadores de Bilbao y de fuera de Bilbao no nos quitemos de encima la capa de ignorancia que nos embadurna, para lo cual los Círculos de Podemos; las Asambleas locales de Izquierda Unida y las Agrupaciones locales del PSOE, entre otras agrupaciones, son los instrumentos más a mano de que disponemos, la Nueva realidad (y que te subas aquí que verás Madrid) que se construirá (jódete y baila) en el pas, pes, pis, pus y post coronavirus, cuya nueva realidad (así como yo soy San Juan Bautista de paisano) que se va a crear ya está creada desde 2008, irá empeorando nuestras condiciones de vida. De modo que: el que tenga ojos que oiga; el que tenga pies que se ponga a escuchar y el tonto la gaita empedernido que haga lo que quiera, faltaría más.
VACÍO ÉTICO ENTRE LA POSVERDAD Y EL VIRUS
Rebelion
17/07/2020
El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no
participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el
precio del arroz, del pan, de la harina, de la ropa, del calzado y de los medicamentos, dependen de decisiones políticas. El analfabeto
político es tan estúpido que se enorgullece y ensancha el pecho
diciendo que odia la política. El imbécil no sabe que de su ignorancia política
nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los
bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas
nacionales y multinacionales.
BERTHOLT BRECHT
Según el
artículo La posverdad en la prensa, del posgraduado en Comunicación
Empresarial en la U. de São Paulo, Luis H. Carrijo, este ensayo se propone
sustentar el vacío ético, relativo a la posverdad, de los medios en Fosa Común;
apoyado en el video sobre el DirCom, como en el poder de persuasión y la
autorregulación de los medios masivos. Aunque la posverdad haya sorprendido en
2016 por sus nocivos efectos socio-políticos y sea un sustantivo adjetivado por
el Oxford para conceptualizar eventos en los que las creencias
personales pasan por encima de los hechos imparciales, esos dos aspectos son
eufemismos para lo que realmente es: la mentira legitimada por el poder para
hacerla pasar por verdad, en tiempos de corrupción sin límites con jueces
(sistema Lawfare) y medios también corruptos, aunque con absoluta libertad de
acción, como si no lo fueran. Entretanto, el vacío ético crece en proporción
directa a la manera con que se manejan los problemas internos: el
virus/negocio; los abusos de autoridad (militar/policial); las medidas
represivas/autoritarias; el incremento en los impuestos, bajo el
sofisma/pretexto del gasto e inversión en el Covid-19 (lo que entraña un gasto
fantasma de 117 billones, sin justificación oficial alguna); el desempleo; la
miseria. Y, cómo no, el asesinato de líderes sociales, el incremento en los
feminicidios, la violación de niñas y niños en todo el territorio na(z)ional;
el incremento desmedido del narcotráfico y, con ello, presencia de los carteles
de Sinaloa, Jalisco y Los Zetas, en casi 20 departamentos.
Con esa
libertad de acción, sin límites, se da patente de corso a lo que, con otros
fines, creó Orwell en 1984: la neolengua, el precario lenguaje del
poder, se convirtió en herramienta para manipular las ideas: ya el lenguaje a
secas no es una herramienta, positiva, para modificarlas. Se controla el
pasado, enterrando la historia a través del negacionismo y, claro, de la
desfachatez, borrando todo intento de hacer memoria. Historia que, además,
ahora no se enseña o, por ahí derecho, se pervierte, para justificar cualquier
acción que se tome hoy. Se dice que una mentira repetida mil veces acaba por
convertirse en verdad, vía Hitler/Goebbels, lo que con el aporte de Carl
Schmidt dio paso en EEUU a la Doctrina de Seguridad Nacional, también aplicada
aquí desde Turbay hasta Santos/Uribe y su hijo putativo el subpresidente.
“Ejemplo” negativo/patético de posverdad es quien tras llegar a la presidencia
se auto desprestigió tanto, que hoy es el Pato Donald Hitler Trump:
y no es para reír. Otro: Sebastián Piñera. Otro más: Jair Messias Bolsonazi,
tal cual lo llaman en Brasil.
Aunque
Carrijo diga que la responsabilidad “recayó un poco sobre Mark Zuckerberg”,
creador de Facebook, ambiente digital “donde prosperó la banalización de
noticias falsas”, lo real es que el caldo de cultivo de la posverdad ha sido el
Poder, gobiernos de aquí y allá, con sus contenidos manipulados/manipuladores,
incompletos y tendenciosos en prensa, radio y TV. Se exagera el papel de las
redes en este asunto y eso tal vez obedezca a la necesidad de los poderosos por
no caer en manos de la nada despreciable fuerza de los jóvenes ansiosos de
cambio, así como de la muy visible recuperación de los movimientos sociales
para criticar, hoy, en tiempos del virus/negocio, las políticas gubernamentales
signadas por el abuso de autoridad, las exageradas medidas represivas, el
incremento en los impuestos (entiéndase, tumbes al pueblo, como los de ahora,
aprovechando la epidemia, convertida en pandemia, gracias a la inoculación del
pánico entre la población) y las cada vez más crecientes tasas de desempleo y
pobreza: aunque el DANE diga que el primer ítem, desempleo, es de apenas un
dígito y que todo el que gane $241.700 pesos “no es pobre”, sino, de ñapa,
clase media. (1)
En el
sentido de que se habla, basta citar cinco casos recientes de la nociva alianza
Gobierno/medios tendiente a manipular la conciencia colectiva: el de la
destitución de María A. Nieto del Sena por “haber perdido la confianza del
Gobierno” (2) y por “violar el conducto regular para tramitar sus graves
denuncias de corrupción en la entidad” (3), cuando ella sostiene que “durante
tres semanas intenté denunciar ante el Gobierno” (4); el de la Masacre de
Tumaco, una actuación irregular de la Fuerza Pública, negada sistemáticamente
por el Gobierno y en particular por el entonces vice Naranjo, quien atribuyó el
hecho a “disidencias de las FARC”, que los propios disidentes niegan y cuando
se sabe ya que el Ejército mató a más de 8 campesinos y dejó heridos a 43 (5);
el de la niña embera/chamí, de 12 años, a quien todavía no se le conoce su
nombre: como si no importara; el de Claudia Nayibe López y su esposa Angélica
Lozano, que se fueron de compras al mercado y fueron acusadas por “violar la
cuarentena”: lo cual fue cierto, pero no como para lapidarlas; por último, el
del viaje a San Andrés, en compañía de su hija, una amiga de ésta y Procurador,
del “mejor fiscal de la historia de Colombia”, dicho por él mismo, claro, en el
avión de la Fiscalía (que luego estuvo dos semanas en Florida y nadie da razón
de ello), sí, pero cuyos gastos corren por cuenta de los impuestos que pagan
los habitantes de Fosa Común; avión en el cual, desde su posesión, ha hecho 13
viajes, la mayoría sin justificación, y contrató servicios de “catering” por
$45 millones, mediante contrato que finaliza en dic/2020. (6) Estos son
ejemplos claros de posverdad, manipulación mediática, delitos y no “errores” del
(des)Gobierno, las FFMM y los medios que ocultan la verdad, con el fin de
vender una imagen positiva de todos ellos, en medio del desprestigio por
corrupción al más alto nivel y de la degradación de la Justicia.
Sobre esto,
la única salida es recuperar la ética en la política, así como hacer una
reforma a la Justicia, ajustar cada vez más el Acuerdo de La Habana, v. gr.,
respecto a la erradicación voluntaria de la coca y a la protección del
campesinado, hoy en manos de los paracos que, tras la salida de las FARC del
conflicto, actúan libremente bajo otros nombres: GAO (7), Bacrim, Clan del
Golfo, Águilas Negras, con un registro de 442 líderes sociales asesinados,
según el Programa Somos Defensores. (8) Habermas tenía razón al
afirmar que los medios cambian la percepción y los sentidos de la gente en la
medida “en que un elemento tiende a ser destacado en perjuicio de otro”; pero,
se equivoca Carrijo al señalar que “las redes sociales se han convertido en un
ambiente provechoso y lucrativo para la industria de la mentira”, toda vez que
son los grandes medios (CBS, BBC, CNN) sus reproductores, con un agravante: sin
censura ni autocensura, salvo la de la pauta comercial, la de los respaldos
corporativos, la del dueño del medio o la oficial, la más extendida vía fascismo
hoy por el planeta Tierra.
Cinco casos
históricos: el del NYT al hablar de armas de destrucción
masiva en el Irak de Hussein pues Bakos, agente de la CIA, en entrevista
con The Intercept, de Greenwald, juró que la entidad usó
“información falsa, informes no revisados, escogió a dedo los que provenían de
fuentes […] no confiables”. La prensa “respaldó la tesis, justificando la
decisión del gobierno de George W. Bush de invadir de manera criminal a Irak,
con la pérdida de miles de vidas, sufrimiento y destrucción” (9); el del
periodista Peter Osborne, quien debió renunciar al Daily
Telegraph por el engaño a sus lectores al no divulgar el escándalo del
HSBC en Suiza; el de la prensa brasileña (TV Globo), una “adepta [a] la
posverdad”, como lo prueba la persecución a Dilma y a Lula, con un mismo fin:
sacar del poder a la Izquierda, con la injerencia probada de EEUU y de las
élites brasileñas, STF, Policía Federal, así como de jueces corruptos, Moro,
Mendes, Barbosa, políticos ídem, Temer, Neves, Cunha y, of course,
Bolsonazi, como llaman al enemigo público Number One del
pueblo brasileño, máximo responsable de la quema de indígenas, víctimas ya
antes del Covid-19, y luego exterminador de la Amazonía, para favorecer soya,
industria cárnica y narcotráfico. (10)
Otros dos
aberrantes casos: mientras Salud Hernández, dice que la niña embera/chamí no
fue violada, sino que uno de sus ocho violadores “le había caído bien”,
la Mafe Cabal dice ¡cuidado! porque es un “falso positivo” en
contra del Ejército: el pene como cuchillo (11). Vicky Dávila,
señala a ciertos “influencers” de las redes sociales, entre ellos a Levy
Rincón, como “sicarios morales” que incitan al odio/crimen y a la polarización,
cuando ella misma ejerce las funciones que denuncia, proyecta en los Otros lo
que hay en sí (12): y lo que sin decir practica Semana, bajo un
eufemismo: delito cometido, también en materia periodística, es de exclusiva
obligación personal. Sin que en la práctica autoridad alguna, determine una
sanción para la infractora, que actúa con total y mediática irresponsabilidad
individual: no sobra decir, nada la obliga a responder desde su orilla, ni al
medio desde la suya. Periodista y medio siguen lavándose las manos a la manera
de Pilatos/reportero frente a una sociedad cada vez más sometida a la dictadura
mediática/judicial y al narcotráfico, en el que ya figuran hasta diplomáticos.
Y aquí, se disiente de El Tiempo, porque no se trata de un solo
laboratorio, que producía 500 kilos al mes, sino de una Ton/mes y de tres laboratorios,
ubicados a 300 metros de la casa principal; así que el cuento de que la otra
parte se arrendó “para garantizar el sostenimiento del predio”, solo se lo cree
el exembajador en Uruguay, Sanclemente. (13)
Por otro
lado, curioso que sea un periodista como Carrijo, perteneciente a Folha o Estado
de São Paulo, el que diga sobre la prensa brasileña que “cava el
abismo con los propios pies”, aludiendo a la crisis de credibilidad traducida
en cierre de medios, intervención proselitista ciega en planes nacionales y
poca objetividad informativa. Así, en 2016, 13 medios dejaron de circular en
papel, lo que causó la dimisión de 500 periodistas profesionales: ni se diga
cuántos periodistas desempleados hay hoy en Fosa Común ni a qué nivel ha caído
la ética.
Al no
informar de modo equilibrado los medios crean un vacío ético que por
acomodamiento lo llenan nativos digitales cuyo actuar, irresponsable, conlleva
un peligro: cubrir, escribir, grabar hechos tal cual son, pero sin compromiso
ideológico, solo con criterio de mercado y con el prurito de producir
periodismo profesional conforme a las reglas, lo que es apenas un pretexto
para, por contraste, contribuir a la expansión del caos y la posverdad dentro
de una generalizada y profunda crisis ética, social, política, mediática y,
cómo no, judicial. Que, no sobra recordarlo, es lo que hoy interesa a los
grandes pulpos mediáticos: solo hacer dinero, sin otra consideración que la de
“contribuir” lo menos éticamente posible a la difusión del pensamiento único,
para acabar, de un tajo, con aquel “subversivo” pensamiento complejo. De ahí
que no sea gratuito, v. gr., el incierto regreso de estudiantes a clase, sea a
la escuela, al colegio o a las universidades, en tiempos de ese virus producido
en laboratorio y utilizado para generar conflicto entre los pueblos, caos en
sus sociedades, crisis en la salud: en unos sistemas de salud que, valga la
aclaración, hoy son irrefutables sistemas de muerte y si no que lo digan en
cualquier zona de Fosa Común o de cualquier otro lugar de la aldea global.
En cuanto al
video de apoyo Manifiesto DirCom, cabría rescatar lo esencial de
sus siete puntos para entender su función social: direccionar la comunicación
hacia el bien común, considerando que el éxito personal será el éxito
profesional llevado a empresas, organismos e instituciones; para construir y
controlar la imagen de las empresas antes hay que hacerlo con imagen/reputación
y posicionamiento personales; aparte de la eficacia y el rendimiento económico
de las empresas, el administrador de negocios, vía DirCom, se responsabiliza de
toma de decisiones, rendimiento social y sostenibilidad del negocio; DirCom es
responsable del Dpto. de Comunicación que da servicio a los demás de la empresa
y antes es comunicador que estratega, porque primero que comunicar hay que
saber qué y si hay que hacerlo o no; la formación del DirCom es científica,
basada en ciencias sociales (Comunicación, Economía, Psicología) y ante todo en
Sociología porque toda empresa u organización es un conjunto de personas y es
universal porque es científica; por último, esta clase de formación es única y
tiene un triple horizonte profesional: Corporativo (grandes empresas y Pymes),
Institucional (organizaciones de bien común), Consultor (para toda clase de
organizaciones) (14).
En
conclusión, los líderes de opinión y la gente no necesitan vehículos
informativos que notifiquen lo que quieren oír, salvo noticias confirmadas,
precisas y confiables, sin pasión ni sesgo; y, claro, en clima de verdad por
objetividad, así como de ética por honestidad. Cosa clave y justa: que el
periodista contribuya no solo a calificar el contenido noticioso, sino a
fiscalizar manejos oscuros o tratos mafiosos, buscando de paso quebrarles el
lomo a las pautas comerciales, a las presiones de los directores o presidentes
de medios o cadenas noticiosas, ofreciendo informaciones objetivas, confirmadas
y de calidad a toda prueba.
Los
contenidos espurios o tendenciosos debilitan a la prensa y afectan a una
sociedad, máxime si su democracia es débil/precaria o no existe: para
fortalecerla, hay que combatir a la rancia mezcla de nihilismo/narcisismo en la
que no hay verdad (15) sino posverdad, mentira oficial/clandestina legalizada a
favor del amo opresor y en perjuicio del pueblo oprimido, bajo la falsa bandera
de un Nuevo Orden Mundial, que no es sino el capricho de unos cuantos por
seguir aplicando la dialéctica del amo y del esclavo, de la que hablaba Hegel,
luego combatida por Marx a través del motor de la Historia, la lucha de clases:
entonces, a la vaga idea hegeliana de que el ser humano desea ser reconocido
por el otro, dentro del capitalismo, se opondría esta otra concreta: el ser
humano es ignorado/sometido por el otro: el esclavo por el amo; el súbdito por
el rey; el empleado por el patrón… el jornalero por el hacendado. (16)
Producto de
la posverdad, el vacío ético que hoy se da a todo nivel y se refleja en la
hipocresía de un Gobierno que manda a sus ovejas al matadero de los “tres días
sin IVA” (mientras muchos piden “un día sin IVA-N”) y ellas acuden a sabiendas
de que es de tal modo como luego habrá unas cifras escandalosas por contagio
del virus/negocio, cifras que, en este caso sí, se exageran sin reparo alguno,
para poder justificar una nueva cuarentena obligatoria, inicialmente para 2.4
millones de habitantes y luego las asociaciones de médicos piden aumentarla al
total de la población bogotana, obvio, dado el descuido oficial del inicio y,
más allá, el deliberado hecho de confinar para reprimir y limitar la protesta
social. (17)
Todo, en medio
de una crisis socio/política sin precedentes (lo que siempre que se dice suena
a peor desgracia hacia el pasado o a simple consuelo hacia el futuro), en la
que la pobreza, peor, miseria, y el desempleo distan mucho de las que orquesta
el DANE y que hoy se dan como secuelas del coronavirus: más para justificar
virtudes del Estado que para apuntar a sus desaciertos y, más allá, al rotundo
fracaso al aplicar políticas sociales, si es que pudiera hablarse de ellas en
medio de semejante/siniestro panorama existencial/metafísico. (18)
Para así, de
paso, justificar la militarización de casi toda la ciudad mientras al tiempo se
ha sabido, por testimonios de muchos jóvenes, que a la par corre la
paraquización (no solo) de Bogotá, por cuenta de Los Rastrojos que,
en distintas zonas con arma en mano, les piden “documentos y celular”: contacto
que figure en una lista que ellos llevan, se convierte de inmediato en sujeto
de desaparición y/o asesinato. Si esto no es lo usual en una dictadura, regida
por un subalterno del mandamás, entonces habrá que preguntarle a Perogrullo; si
esto no es marca evidente de que el virus es un tongo y a la vez pretexto para
la instalación de un chip subcutáneo, para la vacuna planetaria, para el
control biopolítico, como lo sostiene el presidente de Ghana, Akufo (19); si
esto no es evidencia irrefutable del vacío ético que ronda las estructuras de
Poder, vía posverdad, entonces que entre el dios/diablo y escoja y determine
para dónde va el ex país y ante todo hacia dónde iremos los que ya no
soportamos tanta mentira legalizada vía medios masivos, áulicos de un
(des)Gobierno ilegítimo (20) que ya no puede justificar más la farsa, porque el
tinglado está más corrompido que nunca antes en la historia de Fosa Común y, en
tal sentido, lograr un umbral más alto sería una utopía al revés.
A Valentina, quien no tuvo que soportar el virus y a Santiago, quien con
ética resiste la posverdad.
Notas:
(15) https://visionholista.com/wp-content/uploads/2017/04/Trump-y-el-mundo-de-la-postverdad.pdf 81
pp.: 16 y ss.
Luis Carlos Muñoz Sarmiento (Bogotá, Colombia, 1957) Padre de Santiago
& Valentina. Escritor, periodista, crítico literario, de cine y de jazz,
catedrático, conferencista, corrector de estilo, traductor y, por encima de
todo, lector. Colaborador de El Magazín de EE, desde 2012, y columnista, desde
el 23/mar/2018. Corresponsal de revista Matérika, Costa Rica. Su libro Ocho
minutos y otros cuentos, Colección 50 libros de Cuento Colombiano
Contemporáneo, fue lanzado en la XXX FILBO (Pijao, 2017). Mención de Honor
por Martin Luther King: Todo cambio personal/interior hace progresar al
mundo, en el XV Premio Int. de Ensayo Pensar a Contracorriente, La Habana,
Cuba (2018). Invitado por UFES, Vitória, Brasil, al III Congreso Int.
Literatura y Revolución – El estatuto (contra)colonial de la Humanidad (29-30/oct/2019).
Autor, traductor y coautor, con Luis Eustáquio Soares, en portal Rebelión.
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