martes, 28 de noviembre de 2023

La cuestión palestina

 

Los medios convencionales (es decir, los más influyentes) suelen ocuparse de la cuestión palestina como si hubiera surgido hace unos días, olvidando que el sufrimiento del pueblo palestino dura ya más de siete décadas. Vijay Prashad nos lo recuerda aquí.


La cuestión palestina


Vijay Prashad

El Viejo Topo

28 noviembre, 2023 



Charla en el Panel Palestina e Israel, Luchando por una causa. Del grupo Palestina y América Latina de CLACSO

Junto a Martín Martinelli, Silvana Rabinovich, Berenice Bento, Odette Yidi David, Rodrigo Karmy, Moisés Garduño, Jorge Ramos Tolosa, 20 de noviembre de 2023.


La cuestión de Israel y Palestina ha estado vigente desde, al menos, la década de 1930 cuando personas que eran refugiados de Europa donde eran víctimas del antisemitismo europeo, huyeron de la región y llegaron, con la ayuda del Imperio británico a lo que pensaban como Tierra Santa: el área llamada Palestina.  Ahora bien, hay que entender que en Palestina había musulmanes palestinos, había cristianos  palestinos y había palestinos judíos que vivieron en armonía durante mucho tiempo.

Sin embargo, los judíos europeos que fueron expulsados por el antisemitismo europeo, llegaron a Palestina y buscaron tierras que pudieron obtener con la ayuda del Imperio británico. Esto creó tensiones y estalló la lucha en la década de 1930 que propició una rebelión de los palestinos contra Gran Bretaña y contra los nuevos colonos que llegaron. El imperialismo inclinó la mano de los colonos y parte de eso, seguramente, responde al profundo antisemitismo que empujaba a los judíos de Europa. Por eso, no hay que subestimar las profundas raíces antisemitas de Europa y la culpa por el Holocausto.

Esta culpa, sin embargo, no fue manejada hacia adentro de Europa sino que se subcontrató a Palestina para ello. En 1948 se creó  el estado de Israel al mismo tiempo que hubo una catástrofe por el nakba en el que los palestinos fueron expulsados de sus hogares. Fue un acto de limpieza étnica y, además, fue el momento de nacimiento de las Naciones Unidas ya que muchas de sus primeras agencias fueron creadas para abordar el problema de los palestinos refugiados y trasladados a Jordania, al Líbano, a Egipto, a Gaza, a Cisjordania, Jerusalén del Este, etc.

Israel estaba, desde su fundación en 1948, atrapado en una contradicción entre el deseo de crear un estado secular moderno y el deseo  de crear un estado etnocrático. Las tendencias de las fuerzas políticas para hacer de Israel un estado nacional etnocrático, un estado de un pueblo, una etnia y una religión fueron fuerzas que se desarrollaron entre 1948 y 1977 cuando finalmente esta idea triunfó con la llegada de Likud al poder. Likud era una organización partidaria que tenía la ambición de crear un Israel más grande que abarque desde el río Jordán hasta el Mar Mediterráneo. De hecho, ese lema ‘desde el río hasta el mar’ se trata de una imposición de la supremacía judía en esa tierra.

Ha habido una tendencia, no sólo reducida a antes de 1948 sino que se aceleró después de 1977, a expulsar a los palestinos, a hacer su vida tan difícil para los cristianos palestinos restantes, judíos palestinos, armenios y otras poblaciones minoritarias que no tengan más salida que irse. El estado de Israel, en otras palabras, es un estado nacional étnico y esto fue la política declarada del gobierno de Israel a lo largo de los años.

Por supuesto, los palestinos contraatacaron creando un grupo llamado Al Fatah y, finalmente, la Organización  de Liberación Palestina con las  que buscaron estrategias tanto civiles como la lucha armada. En esencia, los palestinos fueron defendidos desde 1948 hasta 1973 por los ejércitos árabes de Egipto, de Jordania, de Siria y, hasta cierto punto los del Líbano pero después de la derrota de éstos en 1973 la situación cambió y Egipto y Jordania acordaron la paz con los israelíes. Siria y el Líbano no continuaron con la lucha armada por lo que desde fines de la década de 1970, los palestinos quedaron solos.

En este contexto,  los palestinos del Líbano intentaron mantener la lucha armada y fue entonces cuando los israelíes en 1982 invadieron el Líbano llevando adelante una masacre en Sabra y Shatila empujando  a la Organización de Liberación Palestina y su líder Yasir Arafat que quedaron aislados de la base territorial palestina. En cierto sentido, este aislamiento y la caída de la Unión Soviética fue lo que llevó a los líderes palestinos que ahora luchan, a las mesas de negociaciones en Madrid, en Oslo y otros lugares pero, finalmente, en 1994 sin los soviéticos, sin un contacto directo con las personas y aislados, estalla la primera intifada de 1987. Ésta se desarrolla cuando la gente dentro del territorio palestino ocupado, particularmente en Cisjordania, se levantó bajo el liderazgo de la Organización de Liberación Palestina mientras otros aceptaron los acuerdos de Oslo. Esto es lo que Said llamó el momento en que los palestinos se dieron por vencidos acordando algo se llamó ‘la solución de los dos estados’ por el cual el estado de Palestina debía crearse en los lugares invadidos y ocupados por Israel en la guerra de 1967.

Los palestinos, prácticamente, tuvieron que renunciar al derecho a regresar consagrado en el derecho internacional. La resolución 194 de la Asamblea General de  las Naciones Unidas consagra el derecho de los palestinos que fueron  víctimas de la nakba, a regresar a casa.  Este pequeño territorio, el este de Jerusalén, Cisjordania y Gaza,  ya no iba a ser administrado completamente por los palestinos porque los israelíes tenían control sobre ciertas áreas al dividir el territorio ocupado en jurisdicciones diferentes.

Se suponía que el espacio de Cisjordania, Jersulén y Gaza era un paso seguro para los palestinos pero  como vimos el día después de que firmaron el Acuerdo de Oslo, los israelíes arrojaron a la basura la idea del paso seguro y comenzaron a construir el muro alrededor de Cisjordania que impide el paso a Jerusalén del Este y no permitieron el paso a Gaza que está separada de Jerusalén y Cisjordania. Así que desde el día siguiente del Acuerdo de Oslo, los palestinos fueron incapaces de establecer un estado por la división de las tres partes y la quita de paso seguro a lo que se suma que en todos esos espacios los israelíes han ido creando asentamientos ilegales.

Este fue un fenómeno muy interesante y vemos los mapas para observar el pequeño territorio que se suponía que era el estado de Palestina siendo devorada por los colonos, muchos de ellos inmigrantes judíos provenientes de Estados Unidos, de Canadá, de Europa, etc. Ni siquiera eran de las líneas de Israel de 1948 provenientes de Rusia después de la caída de la Unión Soviética y esto trajo ideas derechistas sobre el nacionalismo judío.

Durante todo este periodo se habló continuamente de la solución de dos estados, incluso hasta hoy, y parece que estructuralmente es imposible ya que los asentamientos invalidan la continuidad de la tierra, el control de los recursos y además porque los israelíes tomaron el control del agua, tomaron el control de las rutas, manteniéndose en esos asentamientos y negándose a salir de allí.

Israel estaba invadiendo Jerusalén del Este mientras se negaba a que la porción Oeste sea parte del estado de Palestina. Se habló de trasladar la capital de Tel Aviv a Jerusalén en su totalidad no sólo a la parte occidental y sacar a los armenios de sus barrios, expulsar a los antiguos residentes de la ciudad vieja, amenazar la histórica mezquita Al- Aqsa porque tiene continuidad  con las áreas de culto judío. Son cuestiones muy provocadoras que dan lugar a la segunda intifada cuando Ariel Shadon va al área del Monte del Templo en una demostración de fuerza. Las consecuencias de esta intifada fue que los palestinos de todas las facciones políticas fueron arrestados, particularmente los de izquierda. Casi todo el arco político y el Comité Central del Frente Popular para la Liberación de Palestina y el Frente Democrático para la Liberación de Palestina estaban detenidos en prisiones israelíes, tomados como rehenes para invalidar la posibilidad de que naciera un estado palestino.

Asustados por el hecho de que la segunda intifada se intensifique porque daba señales de ser más intensa que la  primera, los israelíes decidieron que iban a celebrar elecciones para dar autoridad política a la gente pues esperaban ganar esas elecciones en las que participaban sectores gordos de la Organización de la Liberación de Palestina que se sentían cómodos con la idea de ser segundos socios de los israelíes. Con la mayor parte de la izquierda en prisión,  con grandes contiendas contra Hamás, que es el movimiento islámico de resistencia fundado en 1989 y es muy fuerte en Gaza, los resultados de las elecciones mostraron que Hamás ganaba en Gaza, momento en  el que los israelíes decidieron retirarse de  Gaza pero continuaron la ocupación a través de medidas de asfixia, castigando al pueblo de Gaza por elegir a Hamás y luego bombardearlos sin piedad en 2008, 2009, 2010, 2012, 2014 devastando su infraestructura.

Este problema comenzó a dar muestras de que la política palestina no iba a ningún lado debido a la asfixia y a los bombardeos periódicos por lo que la supervivencia se convirtió en el problema principal en Cisjordania.  El aumento de los asentamientos, el aumento del acoso por parte de las tropas israelíes, el arresto de activistas y así mucho más. La política palestina estaba en un punto  muy bajo donde  comenzó a parecer que la solución de dos estados no podía llegar  a ninguna parte en ese momento porque los activistas ya hablaban de uno solo. Se trata de la posibilidad de tener un estado único de supremacía judía que fuera un estado libre que junto a todos los demás ciudadanos de segunda clases crearía un  estado secular y democrático. Fue en ese momento cuando los observadores comenzaban a decir  que el proyecto israelí se estaba convirtiendo en el de crear un solo estado. Es decir, se estaba erigiendo un estado apático donde la solución de los dos estados fue invalidada por lo que los activistas comenzaron a decir que  habría que analizar la posibilidad de un estado único secular y democrático para todos.

Había dos soluciones sobre la mesa: una es la solución expulsando a todos los palestinos al Líbano, Jordania y Egipto y los que se queden en Israel pasaría a ser ciudadanos de segunda clase. La otra solución era simplemente decir que los palestinos pueden quedarse pero  tendrán que ser de segunda clase. Esta guerra en Gaza muestra que es la primera la que está bajo operación de los funcionarios israelíes.

Por eso hablo de una segunda nakba en la que sacarán 2.3 millones de palestinos de Gaza y afirmando que enviarán a esos  palestinos al desierto del Sianí. Este es el proyecto en este momento: efectuar  bombardeos terribles, incluyendo instalaciones médicas, pero aquí surge otro problema y  es que los palestinos no se están moviendo y la opinión mundial le está dando la espalda de Israel,  pasando al lado de los palestinos. Creo que la opinión pública  se inclinará hacia el único resultado lógico para los pueblos de esa región, que es aprender a construir un estado en común.

Sin embargo, un estado de los dos no puede darse sin un paso seguro entre  las tres partes de los territorios ocupados y esto no puede suceder a menos que se disuelvan todos los asentamientos y que los palestinos puedan tener el control sobre sus  recursos. Lo primero que debemos tener es un alto en el fuego en Gaza para poder reconstruir ese espacio porque la gente tiene derecho a regresar a sus casas pero, más que nada, tiene que haber un gran proyecto y mucha presión pública contra la idea de un estado etnonacionalista, racista y apático.

Fuente: https://youtu.be/5St7yz0QQHU?si=PUcUTmjmD_Rwojyo y https://www.facebook.com/share/v/nrQhUwacy4kCfwBB/

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La tregua en Gaza se extenderá dos días más con intercambio de rehenes y prisioneros

 


La tregua en Gaza se extenderá dos días más con intercambio de rehenes y prisioneros


Publicado el 28 de noviembre de 2023 / Por Redacción Kaosenlared

El acuerdo incluiría la liberación diaria de diez rehenes en Gaza, mujeres y niños, a cambio de 30 prisioneros palestinos en cárceles israelíes.

El grupo de la resistencia palestina en la Franja de Gaza anunció este lunes que el acuerdo de tregua e intercambio de rehenes por prisioneros con Israel de cuatro días, que comenzó el viernes, se extenderá dos días más.

El Movimiento de Resistencia Islámica Hamas anuncia que se ha acordado prorrogar la tregua humanitaria temporal dos días más en las mismas condiciones que la tregua anterior“, informó el grupo en un comunicado difundido a través de Telegram.

Al mismo tiempo, Qatar, país que actúa como mediador, indicó que Israel y Hamas prolongarán dos días la tregua humanitaria en la Franja de Gaza.

El Estado de Qatar anuncia que, como parte de la mediación en curso, se ha llegado a un acuerdo para extender la tregua humanitaria dos días adicionales en la Franja de Gaza“, afirmó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Majed Al Ansari, en la red social X. Además, precisó que este acuerdo incluye la liberación diaria de diez rehenes en Gaza, mujeres y niños, a cambio de 30 prisioneros palestinos en cárceles israelíes, no estará permitido el vuelo de aviones de combate o drones israelíes en toda la Franja de Gaza y se permitirá la entrada de ayuda humanitaria, médica y de combustible a la zona.

Sobre la política de limpieza étnica y ocupación de la entidad sionista, el ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich afirmó el lunes:  “Hay dos millones de nazis en Cisjordania. Los árabes en Cisjordania dan más apoyo [al ataque de Hamás del 7 de octubre] que los gazatíes que pagan un precio.” Smotrich ha presentado estos días al gabinete la asignación del presupuesto especial con un aumento de las partidas para el mantenimiento y la expansión de las colonias en la Cisjordania ocupada, lo que da cuenta de la intención del Estado sionista de continuar con la limpieza étnica y ocupación de territorio palestino.

En relación al apoyo a la entidad sionista, el magnate Elon Musk recorrió de la mano de Benjamin Netanyahu algunos de los asentamientos de colonos próximos a la franja de Gaza.

 

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Vídeo difundido por la plataforma Palestina hoy.

Por otra parte, una buena muestra del grado de subordinación de los gobiernos árabes a los dictados occidentales y al sionismo, en  abierta contradicción con las masivas movilizaciones solidarias con Palestina de sus poblaciones, son las las declaraciones del presidente de Egipto, quien el pasado lunes planteó como posible “solución” la creación de “un Estado palestino desmilitarizado” con “garantías de fuerzas, ya sean fuerzas de la OTAN, fuerzas de las Naciones Unidas o fuerzas árabes o estadounidenses, hasta que logremos la seguridad para ambos estados, el naciente Estado palestino y el Estado israelí”.

Mientras en Cisjordania continúa la política de limpieza étnica de Israel con más de 200 palestinos, 3000 detenidos y destrucción de infraestructuras en algunas poblaciones, entre el pueblo palestino se producen emotivas imágenes de reencuentro familiar y recepción popular de las personas liberadas de las cárceles sionistas.

 

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Fuente: Plataforma Palestina hoy

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Colonos israelíes talan campos de olivos de palestinos en la Cisjordania ocupada (Plataforma Palestina hoy)

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Una de las cuestiones más complejas de la lucha de clases

 



Una de las cuestiones más complejas de la lucha de clases

 

HOJAS DE DEBATE 

24 de noviembre de 2023  Arturo Borges Álamo, miembro del Comité Nacional del Partido Comunista de Canarias (PCC)  1 Comentario

Esta entrada es la parte 3 de 4 en la serie El Partido Comunista de Canarias ante la Cuestión Nacional Canaria


El Partido Comunista de Canarias ante la Cuestión Nacional Canaria

§  Una aportación personal

§  El desarrollo de la contradicción nacional en Canarias

§  Una de las cuestiones más complejas de la lucha de clases

§  El programa nacional-popular (future)

§   

La militancia comunista debe tratar esta como cualquier otra cuestión, desde el ángulo del interés de clase, o más concretamente, en función de cuál sea el camino que de forma más previsible pueda conducirnos al socialismo.

 

Como hemos señalado, por lo común el problema nacional, dada la multiplicidad de elementos que lo determinan y de los intereses clasistas que confluyen es, y por lo visto lo ha sido siempre, para el movimiento obrero y singularmente para las y los comunistas, una de las cuestiones más complejas de la lucha de clases. Con mayor razón eso es así en el caso canario, por la propia singularidad de la correlación clasista y política isleña. Las Islas Canarias padecen ciertamente en todos los renglones de su sistema económico imperante, la mediatización, o en su caso el absoluto control del capital ajeno al Archipiélago, ya sea peninsular, o extranjero, y eso sucede hoy y eso ha prevalecido a lo largo de su historia, llámese prepotencia genovesa, inglesa o española. No obstante, además de esta clara realidad de dependencia también es rigurosamente cierto que los instrumentos del poder político que históricamente operan en Canarias, aunque profundamente sometidos por los gobiernos centrales: gobernadores civiles, delegaciones gubernativas, ministeriales…,  nunca han estado desarraigados de la clase dominante y del entramado social isleño. La Ley de cabildos, la Ley de Puertos Francos de Canarias, la propia división provincial, los órganos de poder autonómicos y la propia diferenciación política de la sociedad isleña así lo atestiguan.

La militancia comunista debe tratar esta como cualquier otra cuestión, desde el ángulo del interés de clase, o más concretamente en función de cuál sea el camino que de forma más previsible pueda conducirnos al socialismo. Esta es para nosotros la cuestión fundamental; las restantes son -sin bien importantes a la hora de conocer los entresijos de la realidad sobre la que nos desenvolvemos y actuar con acierto en ella- subsidiarias, y no se puede deducir de las mismas, concreciones políticas que contradigan al curso probable del triunfo del socialismo, o en palabras de Lenin: “... es intolerable confundir el derecho a la autodeterminación de las nacionalidades con la conveniencia de que se separe una u otra nación. El partido comunista debe de resolver esta última en cada caso concreto de modo absolutamente independiente, desde el punto de vista de los intereses de la lucha de clases del proletariado por el socialismo”. No se puede caer en la golosa trampa de enfrentarse a las diferentes alternativas en base solo, ni preferentemente, a criterios económicos, sociales o culturales, que por importantes que sean, están subordinados a los imperativos políticos. De esta subordinación se deduce que el problema fundamental de las transformaciones sociales, cualesquiera que sean, es el problema del poder, el problema de la táctica y la estrategia para acceder a ese poder, lo que es un problema propio de la correlación de fuerzas entre clases sociales antagónicas.

Concebimos la estrategia y táctica para el logro de transformaciones sociales profundas en beneficio de la mayoría social vinculada en sus trazos generales a las exigencias que a escala del Estado impone la lucha contra el gran capital y contra el imperialismo. Es por todo lo que precede que pensamos que deben de ser anudados estrechamente los destinos de la clase obrera, capas popularesy grupos democráticos canarios con los del resto del Estado y por lo que pensamos también que en las actuales condiciones solo un proceso de cambios sociales profundostriunfante en el Estado podrá desbrozar el camino hacia el socialismo y «en cuanto la clase obrera logre la dominación política se pondrá fin a todo motivo de enemistad entre las nacionalidades, porque la clase obrera es internacionalista por su propia naturaleza» (F. Engels).

 

No puede ocultarse que el tratamiento del problema nacional, ha sido cuestión de lo más vidriosa para el movimiento comunista y no es ilógico que así haya sucedido, de hecho, la burguesía ha utilizado en el pasado, y maneja en el presente, con no poco éxito, los prejuicios nacionales para oponerlos a la conciencia de clase. Se puede afirmar que es la excitación patriotera una de las bazas predilecta de la propaganda, de la ideología, y de la cultura burguesa y reaccionaria. Por lo demás, la historia del movimiento comunista internacional no está libre de muy serios problemas internos que tienen su raíz precisamente en el nacionalismo estrecho, en el exclusivismo y la autosuficiencia nacional.

Se entiende con facilidad entonces que apostemos por una opción federal, es más, no es difícil calcular que en ese supuesto de transformaciones sociales de alcance estatal será el imperialismo, la oligarquía local y sus aliados estatales quienes levantaran la bandera de la independencia. Y es que efectivamente, el nacionalismo pequeñoburgués, ha sido y es un pesado lastre para el desarrollo de la lucha de clases, y la construcción del socialismo. Es posiblemente una de las herencias de la cultura burguesa más difícil de apartar de la conciencia de las masas.

No es raro que el gran capital apele a la mixtificación de los sentimientos nacionales para sofocar la lucha de clases, o incluso para dar base social a sus más criminales proyectos. Hubo mucho de eso en el nazifascismo, y hay mucho de eso en la actual política imperialista. Sin embargo, la prevención ante las deformaciones nacionalistas ha podido quizás en algunas ocasiones situar a la militancia comunista en posiciones poco adecuadas para asumir y dirigir la lucha nacional. También hay que decir, no obstante, que nadie como ésta ha encarado de manera tan resuelta, clasista y rigurosa, la cuestión nacional, ahí está para recuerdo de los desmemoriados la gigantesca experiencia soviética.

Probablemente, también ha influido de manera negativa en la actitud adoptada de cara al problema nacional la idea de que tal cuestión tiene una relación más directa con los intereses de la burguesía de acotarse espacios económicos, que con el interés de la clase obrera y de las masas populares de ser solidaria e internacionalista. Sin embargo, lo que podría ser un planteamiento justo en épocas históricas caracterizadas por el surgimiento, desarrollo y auge del sistema capitalista en el que la delimitación de las naciones era un proceso objetivo indispensable para el desarrollo de las fuerzas productivas y por tanto progresivo, tiene poco que ver con los factores que de ordinario promueven a primer plano las contradicciones nacionales de nuestra época. Parece claro que lo que hoy late tras la generalidad de las luchas nacionales son las contradicciones propias generadas por el proceso de concentración del capital monopolista y el imperialismo. Al elevado nivel de concentración de capital que impera en el mundo capitalista corresponde necesariamente también un elevado nivel de centralización política.

Las contradicciones nacionales que se despliegan tanto en los Estados en vías de desarrollo como en los Estados capitalistas avanzados, pese a sus notables diferencias, tienen por común denominador la lucha contra la prepotencia o dominio del capital monopolista, por lo tanto es obvio que esta contradicción tiene un evidente contenido revolucionario, está enfilada a debilitar las posiciones de los sectores más poderosos del gran capital, lo que la diferencia sustancialmente de los problemas nacionales que tienen su base en la formación del capitalismo, aunque se dé el caso de burguesías nacionales que en nuestra época se proponen conquistar su parcela económica, dilucidando a su favor la contradicción nacional.

De lo que se trata entonces es de conquistar la hegemonía en la lucha nacional en aquellos lugares donde la clase obrera y las capas populares, por su nivel de desarrollo puedan estar en condiciones de pretenderla, y por tanto no forzados a aceptar la dirección de la burguesía nacional. Ello implica naturalmente la más dura lucha ideológica y política contra las fáciles desviaciones chauvinistas, de quienes al pasar por alto las contradicciones sociales debilitan el papel de la clase y en definitiva allanan el camino a las capas explotadoras, para que se sitúen al frente de la lucha nacional. Pero también implica la vigilancia ante los resquemores que la lucha nacional despierta entre la clase obrera y las capas populares que rehuyendo la necesaria depuración ideológica de la cuestión nacional se repliegan por el temor a las deformaciones de que ella es susceptible, y postulan de hecho, por una política que nos conduciría al aislamiento y a la automarginación. De la misma manera, valga por caso, que no podemos abandonar las luchas por las reformas por temor a caer en el reformismo, tampoco podemos despreciar la lucha nacional, por temor a caer en las deformaciones chauvinistas.

Fernando Sagaseta: un destacado comunista al frente de la lucha por los derechos nacionales del pueblo canario.

 

Ya antes de que se produjeran las primeras elecciones autonómicas en Canarias, en 1983, la contradicción nacional había impulsado algunas importantes manifestaciones electorales. Especialmente en los comicios generales del 79, cuando la Unión del Pueblo Canario (UPC), con un comunista muy destacado, Fernando Sagaseta, al frente, logra un escaño por Las Palmas en el Congreso de los Diputados. Y, asimismo, en las municipales de ese mismo año, en las que, con el apoyo del PSOE, alcanza las alcaldías de Las Palmas de Gran Canaria, de Telde, Santa Lucía o Agüimes y una importante presencia en Santa Cruz de Tenerife, La Laguna y otras localidades.

Tan importante expresión electoral tenía por bandera un programa que había calado hondo en un amplio sector del pueblo canario: el programa nacional-popular.

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