En esta pandemia la industria farmacéutica está siendo aclamada como la salvadora. Occidente es incapaz de arbitrar medidas realmente efectivas. Se prioriza el beneficio económico y el cortoplacismo antes que la salud.
Beneficios privados o vacuna pública
El Viejo Topo
23.02.2021
En esta
pandemia la industria farmacéutica está siendo aclamada como la salvadora. Los
desesperados políticos occidentales han puesto todas sus esperanzas en la
búsqueda del “Santo Grial” que representa la vacuna. Occidente es incapaz de
arbitrar medidas realmente efectivas. Se prioriza el beneficio económico y el
cortoplacismo antes que la salud: paradójicamente la mejora de las cifras
macroeconómicas no se producirá sino disminuyen los índices de contagio de
forma significativa..
El negocio
entorno a las vacunas genera un enorme beneficio (para unos pocos) y grandes
paradojas: las inversiones públicas en I+D para combatir la epidemia se han
traducido en una privatización de las patentes, el mercadeo al mejor postor de
las vacunas, el acaparamiento y la utilización de los viales como una forma más
de control político.
Las empresas
farmacéuticas han conseguido que EEUU y la UE impidan, como exigían la propia
OMS y la ONU, la liberalización de las patentes a pesar de haber sido pagadas
con fondos públicos. Las empresas farmacéuticas controlan la cantidad y el
precio de venta de las vacunas. La propia Comisión Europea ha decidido
prolongar la exposición de sus ciudadanos a la pandemia puesto que si la
patente fuera libre muchas más empresas podrían producir las dosis. Como señala
el Secretario General de la ONU: «Ningún
país es seguro y saludable hasta que todos los países son seguros y
saludables». La UE ha mostrado nuevamente no sólo su incapacidad para proteger
a sus ciudadanos sino su implicación directa en este proceso acelerado de
privatización y corrupción sanitaria.
En mayo del
2020 los ejecutivos de la farmacéutica francesa Sanofi ya anunciaron que
primero se serviría el producto a EEUU. Con esa premisa, la idea de negociar
los 27 para obtener mejores precios, aunque adecuada, se transformaba en
irreal; la carrera por las vacunas había hecho añicos esa supuesta unidad.
Reino Unido y EEUU habían acaparado la producción, incluso la contratada y
pagada por la UE. Las empresas BioNTech-Pfizer, Moderna y AstraZeneca
querían el monopolio aunque no cumplieran las condiciones de producción.
AstraZeneca argumentó para incumplir los contratos que lo firmado con Bruselas
sólo eran objetivos de producción, no compromisos reales. Esos objetivos de
producción provocaron que Bulgaria, que había apostado por la vacuna rusa,
fuera sancionada por EEUU y la UE. Nuevamente la desunida Europa mostraba
sus limitaciones.
Los Planes de
vacunación han fracasado. Las empresas han incumplido sus compromisos primando
los mercados donde podrían obtener mayores dividendos. Pfizer es una de las
grandes responsables. Su vacuna, si es que se demuestra eficaz, tiene un enorme
problema: su compleja logística ( su conservación a menos 70º ) condiciona su
expansión. De aquí a dos o tres meses, especialmente cuando lleguen la rusa
Sputnik o la china Sinopharn que no precisan de tales condiciones, Pfizer
perderá mercado; es por ello que la empresa maximiza sus beneficios
ahora, desviando su producción y dirigiéndola hacia los que pueden pagar
más ( Israel, EEUU e incluso el mercado negro). Presiona y vende.
Todo ésto ha
provocado una nueva crisis y un duro enfrentamiento entre las dos mujeres
más poderosas de la UE (las dos alemanas por otra parte); la señora Merkel (que
ha tenido que tragarse su orgullo y ha pedido ayuda a Putin) y la
presidenta de la Comisión Europa Ursula Von del Leyen (que se negaba, por el
desgaste político que sufriría su imagen). Una vez que Alemania, para salvar
sus niveles de vacunación, haya recurrido a la Sputnik, otros dignatarios
europeos seguirán los pasos de la canciller. Alemania se asegura un buen
negocio puesto que la vacuna se fabricará en ese país bajo patente rusa. De
todas formas el gran vencedor es Vladimir Putin, que podrá presentarse casi como
el salvador de Europa. Curiosamente esta vacuna que era carne de memes en
las RRSS ahora se presenta como la nueva salvadora. Los tertulianos y
periodistas a sueldo callarán durante unos días hasta que sus dueños les
indiquen los nuevos objetivos. La Sputnik abre camino a otras vacunas como la
china Sinopharn que ha entrado en territorio europeo de la mano de Serbia con
muy buenos resultados y de lo que no se habla. China ha apostado por su zona de
influencia más directa que es Asia y ayudará en África (cuatro países
inocularan vacunas chinas a costes bajísimos tal y como se prometió) un
continente que había sido completamente ignorado por las empresas
occidentales. Es otra de las consecuencias colaterales de la lucha por el
control de las vacunas; el control geopolítico y el uso de la enfermedad como
medio de presión. Si como sabemos la enfermedad afecta con mayor intensidad y
gravedad a las clases más desfavorecidas, igualmente afectará más a los países
periféricos. Es por esa razón que los países ricos en su conjunto intentan
acaparar el máximo posible de vacunas (más 10000 millones de dosis han
apalabrado cuando la población mundial es de unos 7000 millones). El objetivo
es establecer un nuevo colonialismo sobre los países más pobres, que serán los
que no pueden pagar las vacunas. La política rusa y especialmente la china va
camino de romper ese esquema colonial.
Para las
multinacionales farmacéuticas occidentales está siendo el sueño dorado. Es un
negocio absolutamente redondo, dinero público para investigar ( a fondo
perdido), patentes que se privatizan, precios al alza en función de la fuerte
demanda…. Todo eso lo estamos viendo a nuestro alrededor, mientras la UE calla.
Si en Bruselas hubiera algo de dignidad ya se habría producido un rosario de
dimisiones. Frente al envite de las farmacéuticas, Bruselas ha admitido una
reducción de los viales del 50% en el primer trimestre del año, acabando así
una guerra que jamás ha existido más que en los titulares de los diarios.
Finalmente la cifra inicial de vacunas para el primer trimestre que era de 80
millones ha pasado a 42, invalidando los planes de vacunación de toda la UE. El
ejecutivo europeo ha querido pasar página rápidamente, que no se hablara del
tema, sin embargo, la oposición en el Parlamento Europeo, ha exigido algo de
claridad provocando el enésimo enfrentamiento interno. Las declaraciones de la
presidenta de los socialistas europeos, los liberales y de la izquierda
exigen más claridad y transparencia en los contratos. El Parlamento europeo espera
que la presidenta de la Comisión de explicaciones, algo improbable o en el caso
que se produzca con escasas repercusiones reales.
La Comisión
europea calló frente a la cuestión de las patentes en la esperanza de que se
cumplirían los compromisos. Todo se descubre cuando las compañías decidieron
hacer caja rápidamente restringiendo la oferta. Las farmacéuticas decidieron
negociar al alza sus contratos desde una posición de fuerza. Los políticos
europeos estaban atrapados, se habían encomendado a esas empresas, porque no
saben que hacer, y las farmacéuticas aprovechan para cambiar y reinterpretar
los contratos en su favor. Las grandes empresas bien posicionadas en las altas
instancias de gobierno de la UE han usado ampliamente sus capacidades y Thinks
Thanks farmacéuticos. Han conseguido que los contratos puedan incumplirse y que
los países europeos se resignen; lo nunca visto. La pandemia es el
paraíso del especulador. Todo tiene explicación. La industria
farmacéutica gasta grandes cantidades en reforzar su influencia política: las
10 compañías más importantes gastan de 14,75 a 16,5 millones al año en
cabildeo en Bruselas según el registro de transparencia de la UE, Este
mismo registro nos informa que la gran industria emplea 175 cabilderos cuyo
trabajo es influir en la toma de decisiones de la UE, hay unos 60
dedicados a la cuestión sanitaria. Des el inicio de la Pandemia estos grupos se
han reunido unas 85 veces con la cúpula de la Comisión Europea..
La reacción
social muy sensibilizada ha provocado que el debate sobre los contratos se
abra. Ya en 2019 la Corporate Europe Observatory (una
institución que denuncia las relaciones en la UE con los grandes grupos de
presión empresarial) revelaba como la industria busca y consigue contratos que
privatizaban y protegen la Propiedad Intelectual. La consecuencia es el alza en
los precios de los medicamentos dejando fuera las economías más débiles. Los
documentos que hacía público este observatorio demostraban como la
investigación de I+D, incluso la que procedía de fondos públicos, se orientaba
a lo rentable en el corto plazo. Se descuidaban intencionadamente otros campos
menos interesantes desde el punto de vista económico y que están relacionados
con la pobreza y especialmente con la protección de futuras pandemias. En
agosto del 2020 un periódico belga revelaba que Richard Bergström uno de los 7
negociadores de la UE cobraba a su vez de dos empresas farmacéuticas (Hölzle
Buri & Partner Consulting y PharmaCCX), los otros 6 nombres son un secreto.
Pero no sólo altos funcionarios de la UE sino embajadores acreditados en
Bruselas han sido debidamente “recompensados”.
La polvareda
levantada por el tema de los contratos con las farmacéuticas ha obligado a la
Comisión europea a mover ficha. Se arbitró un método para que los europarlamentarios
tuvieran acceso a la documentación. Las condiciones impuestas para la consulta
de esos documentos muestran el miedo a la transparencia. Tienen miedo a que
sepamos, entre otros cosas, que los acuerdos incluyen una serie de cláusulas
que eliminan la responsabilidad de las farmacéuticas sobre los efectos
secundarios de la medicación así como de la eficacia de los tratamientos.
La ocultación
de estos contratos leoninos es ahora el objetivo de la Comisión. El acceso a la
información está terriblemente restringida, los parlamentarios europeos tendrán
habilitada una sala especial donde se expondrá el contrato que se demande. En
el caso concreto de Pfizer el parlamentario tiene prohibido entrar con móvil,
papel ni lápiz, no podrá tomar notas de ninguna forma en un documento que
aparece previamente lleno de tachones precisamente en las zonas más sensibles.[1] El
parlamentario tiene acceso controlado a una de tres franjas horarias a escoger
y tendría un tiemplo limitado de unos 50 minutos para analizar un documento de
65 páginas que es especialmente denso; previamente está obligado a firmar un
contrato de confidencialidad conforme que no podrá hacer público lo que ha
leído.
Occidente se
enfrenta a un enorme dilema: al permitir comportamientos fuera de toda ética
por parte de la industria farmacéutica se está prolongando la pandemia y la
muerte de decenas de miles de personas en nombre del beneficio. De nuevo la
pandemia pone de manifiesto una cosa mil veces denunciada que son los efectos
de las políticas de austeridad sobre el sector público sanitario. En realidad
la pandemia es un regalo del cielo para impulsar los planes de recorte y
privatización en sanidad, enseñanza, pensiones.…
Los fondos
europeos de Reconstrucción tal y como dejábamos escrito en otras ocasiones[2] no
serán gratuitos; están condicionados. La Comisión europea propone incluir
determinados recortes sanitarios a cambio de recibir los Fondos de
Próxima Generación. Los planes de rescate y las recomendaciones del
semestre europeo recién estrenado son un buen ejemplo. Esos recortes tienen
como objetivo el cada vez más escuálido Estado de Bienestar. La propuesta
enviada por la ministro Calviño a la UE incluye por ejemplo, las pensiones
públicas españolas como garantía de devolución de las mencionadas ayudas
europeas, mientras ya se plantea en el nuevo semestre europeo la reducción en
los tratamientos hospitalarios, la disminución de la estancia en los
centros médicos [3] y
la introducción de fórmulas de financiación que sancionen a los “pacientes
reincidentes” (pacientes crónicos). Todo esto tiene una base muy sólida no son
especulaciones ni Face News. Los informes de Corporate Europe
Observatory ponen de manifiesto que el desmantelamiento de los sistema
de salud pública son responsabilidad de la Unión Europea, el documento dice
textualmente: «la presión de la UE para recortar el gasto público, incluso a lo
largo del Semestre Europeo, ha contribuido a la mercantilización de los
sectores de la salud y el cuidado de las personas mayores, con efectos
catastróficos durante el Covid-19». En los últimos años en no menos de 63
ocasiones la Comisión europea ha recomendado a los países la reducción de los
presupuestos de sanidad. Las privatizaciones y recortes a los que han sido
sometidos los países especialmente del Sur forman parte de un proyecto
impulsado por la Comisión Europea al que tienen acceso franco los lobbys
médicos como la UEHP (Unión Europea de Hospitales Privados). La Comisión
Europea ya ha constatado que la mitad de los fondos sanitarios del fondo Next
Generation van a ir al complejo privado, aunque será pagado con el esfuerzo de
todos.
El nuevo colonialismo
El mundo puede
necesitar algo más de 10 mil millones de dosis de vacunas COVID-19. La
desigualdad distribución de las mismas revela nuevamente la existencia de una
auténtica lucha por su control. No se entiende de otra forma el acaparamiento
de todas las dosis posibles: EEUU tiene encargadas 2600 millones de dosis, el
393% más de lo necesario. Canadá puede proporcionar cinco vacunas de dos dosis
a toda su población. La Comisión Europea no va a la zaga dice que
controla 2300 millones potenciales de dosis (para una población de 447
millones) tras sellar acuerdos con seis empresas diferentes: BioNTech-Pfizer (hasta 600 millones de
dosis); AstraZeneca (hasta 400 millones de
dosis); Sanofi-GSK(hasta 300 millones de
dosis); Johnson and Johnson (hasta 400 millones
de dosis); CureVac(hasta 405 millones de dosis);
Moderna (hasta 160 millones de dosis). Falta por incluir los viales que se
quieren comprar a Sputnik. Por si no fuera suficiente se mantienen
conversaciones con Novavax (200 millones) y Valneva (60 millones) Tres empresas
están comercializando su productos en este momento: BioNTech-Pfizer (
autorizada el 21 de diciembre de 2020), Moderna (6 de enero de 2021) y AstraZeneca
(29 de enero). Es evidente que los países ricos han hecho causa común con las
compañías farmacéuticas. Según indicó el director ejecutivo de la
estadounidense Pfizer, Albert Bourla, «los inversores dan dinero para que
podamos desarrollar soluciones» , se olvidó mencionar las enormes inversiones
públicas realizadas en favor de estas empresas en infraestructuras y
preparación de científicos a cambio de nada. Este acaparamiento no tiene
sentido ni desde la perspectiva ética ni lógica puesto que mientras existan
países que no puedan vacunarse el riesgo sigue siendo global. El Director
General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, denunciaba que mientras los 49
Estados más ricos habían administrado 39 millones de dosis en África un país
sólo había obtenido 25, ni 25000, ni 250000 sino únicamente 25. Por otra parte
el acaparamiento trae consigo un alza artificial de los precios que deja, aún
más, a los países pobres completamente desprotegidos. Más de 79 países en el
mundo no tendrán ningún tipo de vacuna durante el 2021, la OMS especula que
otros muchos deberán esperar hasta el 2024. Lo señalábamos en anteriores
análisis. El acceso a las vacunas abre aún mas la brecha social entre personas
y países. Vemos como los poderosos se saltan los protocolos médicos en la
misma medida que aparece el mercado negro, por ejemplo la Pfizer y Moderna se
venden a precios asombrosos en la red oscura. Los medios de comunicación
japoneses también revelaron como vacunas chinas fueran robadas desde su lugar
de destino e introducidas en el mercado negro japonés. Igual ha ocurrido en
Medio Oriente.
El Plan COVAX
La OMS Y LA ONU
han diseñado un mecanismo internacional de intercambio de vacunas denominado
COVAX que comenzará a operar aunque a pequeña escala en febrero o marzo. El
director general de la OMS y el coordinador del proyecto afirmaron que habían
podido recaudar 6000 de los 7000 millones necesarios para promover la entrega
de vacunas a 92 países de ingresos bajos. Tres grandes fabricante chinos
Sinovac, Sinopharm y CanSinoBio han presentado solicitudes para unirse al plan.
Es un proceso lento y laborioso puesto que la OMS exige los mismos estándares
de calidad que para las vacunas en países occidentales. Hasta ahora las compras
confirmadas cubren 7.200 millones de dosis, con otros 5.200 millones de dosis
actualmente en negociación o reserva según datos de la Universidad de Duke. El
gran problema de la OMS es que es un organismo que proporciona asesoramiento
únicamente y no supervisión obligatoria.
Los países ricos juegan para sus nacionales con un argumento excluyente. Europa lo transcribe como si se tratara de: “ nosotros o el resto del mundo”, cuando el planteamiento debería ser; ¿Que queremos, beneficios privados a través de las patentes o una vacuna pública y común? En realidad esa es la elección. Una pregunta a la que el Capitalismo Neoliberal responde con más muertes y más sufrimiento.
Notas:
[1]Es interesnate a este respecto consultar la entrevista a Marc Botenga un
Eurodiputado del Parti du Travail belga en : “Hemos pagado cuatro veces el valor de la vacuna. Las
patentes deben retirarse, es una pandemia” | ctxt.es
[2]Ver artículo https://www.elviejotopo.com/topoexpress/europa-muchas-sombras-y-poca-luz/
[3]https://corporateeurope.org/en/2021/01/when-market-becomes-deadly