miércoles, 2 de marzo de 2022

El diálogo entre Rusia y Ucrania se reanudará el jueves por la mañana NO...

La izquierda ante la guerra . [España NO ES territorio de la OTAN. Territorio OTAN que cae bajo el paraguas “defensivo” –porque que la OTAN sea una organización militar defensiva es tan mal chiste como otro cualquiera- es toda España exceptuando las Comunidades autónomas de Ceuta y Melilla, y parece no ofrecer mucha discusión que España sin Ceuta y Melilla, Comunidades autónomas tan Comunidades autónomas como Madrid, Aragón, Andalucía, Castilla-La Mancha o Murcia, no es España. Se plantea cuál es el papel de la izquierda –hay que empezar por definir qué es y en qué consiste eso de la izquierda. Lo que me parezca a mi o prefiera yo, NO, sino qué es y en qué consiste la izquierda-. Erradicar –sacar de raíz- las relaciones de producción capitalistas basadas en la explotación del ser humano por el ser humano para ser sustituidas por las relaciones de producción basadas en la colaboración entre seres humanos es la esencia de socialismo, y eso es lo que debe ser la izquierda, exista o no exista guerra en Ucrania. Guerra en Ucrania que con todos los matices que se quieran, que los tiene, y muchos y muy complejos, en esencia no deja de ser una guerra entre grupos de capitales. Hay que parar esa guerra, esto parece fuera de duda. ¿Es desacertado por parte de la “izquierda” contra la guerra el eslogan de OTAN NO, BASES FUERA? Desacertado no, más que desacertado. El eslogan debería ser a mi juicio: OTAN NO, CORRUPCIÓN POLITICA, CORRUPCIÓN ECONÓMICA Y BASES MILITARES EXTRANJERAS FUERA. La razón de la sustitución de las relaciones de producción capitalistas por las nuevas relaciones de producción socialistas es una razón histórica y objetiva, por tanto no responde al deseo o la elucubración intelectual personal de nadie, y esto debe ser explicado de forma generalizada a la sociedad entera, para lo cual la radio y televisión públicas son instrumentos fundamentales, y por aquí empieza el papel que debe desempeñar al izquierda y no solo respecto de la guerra de Ucrania. De no hacerse así la Tercera Guerra Mundial está asegurada, que en realidad empezó con la finalización de la Segunda Guerra Mundial, lo mismo que esta empezó al finalizar la Primera Guerra Mundial. Todo esto podría ser dicho en verso o en chino mandarín, pero la esencia no cambiaría.]

 

La izquierda debe considerar el marco geoestratégico de la guerra en Ucrania. Pero el “No a la guerra” necesita declinarse de modo concreto. La exigencia del momento es la retirada de las tropas rusas de Ucrania y la solidaridad con su población.


La izquierda ante la guerra

 

Lluís Rabell

El Viejo Topo

2 marzo, 2022 



La guerra siempre ha planteado severos desafíos a la izquierda. Ha causado incluso los más dolorosos desgarros en sus filas. Si la guerra representa la prosecución de la política por otros medios, éstos son de tal violencia y arrastran en su furia las pasiones y el destino de tantos seres humanos que la razón se tambalea. No resulta fácil mantener la cabeza fría en medio de la vorágine, ni discernir la verdad, primera víctima de todas las guerras. Basta con recordar el colapso de la Internacional Socialista en 1914, cuando sus principales partidos fueron arrastrados por el fervor patriótico de sus respectivas naciones. O el desconcierto del movimiento obrero europeo al inicio de la Segunda Guerra Mundial, aún bajo la conmoción causada por el pacto germano-soviético.

La odiosa agresión de Putin contra Ucrania suscita, desde luego, una repulsa unánime en las filas de la izquierda y entre la opinión pública democrática. Incluso la extrema derecha, profundamente identificada con el modelo autoritario del presidente ruso, se ve obligada estos días a adoptar un perfil bajo. Aquí y allá surgen manifestaciones contra la guerra, movimientos de solidaridad con la población ucraniana. A pesar de todo ello, sin embargo, subsisten muchos matices en el enfoque que se da a esta gravísima crisis desde la izquierda. Y su discurso no siempre resulta inteligible para una ciudadanía perpleja ante los acontecimientos.

La tradición marxista aconseja orientarse siguiendo criterios de clase. Por supuesto, la guerra no se reduce a ese factor, ni expresa el enfrentamiento en términos nítidos. El desarrollo concreto de una guerra pone en movimiento agravios seculares, conflictos nacionales, étnicos o culturales mal resueltos… Eso es innegable en el caso de Ucrania, si consideramos la atribulada historia de esta República desde su nacimiento al calor de la Revolución de Octubre hasta la caótica desintegración de la URSS. Pero la guerra desatada por la invasión rusa no responde tan solo a esos factores nacionales y regionales. En realidad, Ucrania es teatro – y víctima – de una confrontación mucho más amplia y prolongada, una confrontación de naturaleza imperialista.  La caída del muro de Berlín y el colapso del bloque soviético situó a Estados Unidos en la vía de una nueva expansión de su influencia económica, diplomática y militar. Pero esa expansión hacia el Este de Europa no podía “engullir” sin más a Rusia: a pesar del hundimiento del régimen burocrático y del desmembramiento de la URSS, Rusia conservaba una extensión territorial, una población, unos recursos naturales, un desarrollo industrial, una capacidad militar y una conciencia nacional que seguían haciendo de ella una gran potencia.

Algunos comentaristas hablan del “error” que habría supuesto en su día no afianzar la amistad con Rusia cuando ésta tendía sus brazos a Occidente. ¿Por qué no haber tratado de integrarla en la OTAN? ¿No hablaba acaso Gorbachov de levantar “una casa común europea”?  ¿Por qué no, si Moscú abrazaba con entusiasmo la economía de mercado? Quienes así razonan pierden de vista algo esencial: la globalización ha supuesto un salto cualitativo en la interdependencia de las distintas economías del planeta, pero no ha disuelto la base del Estado-nación sobre la que se levantó el imperialismo. Un imperialismo cuya armadura militar recubre en nuestra época moderna la política de expansión del capital financiero dominante. Más allá de titubeos y matices entre sucesivas administraciones, no hubo “error” en la política americana de las últimas décadas, sino la expresión de una implacable lógica interna. Estados Unidos no quiere una Europa con autonomía en la arena mundial, ni podía convivir en un mismo marco de dominación con Rusia. Con la hegemonía pasa como con el mando en el ejército: se ejerce o se acata, pero nunca se comparte.

Estados Unidos se ha aprovechado de la lentitud de la construcción europea para subordinar a su estrategia a los distintos países de la UE – países cuyo peso, tomado separadamente, es cada vez menos decisivo en un mundo globalizado. La OTAN ha cumplido esa función, ya sea dando cobertura a aventuras como la de Afganistán, o incorporando en oleadas sucesivas a la alianza militar a los países que habían estado bajo la órbita soviética. Ucrania representa una pieza clave en esa estrategia. Las crisis políticas que ha vivido en la última década, así como la exacerbación del nacionalismo,  han estado inequívocamente marcadas por la voluntad desestabilizadora occidental, deseosa de tener un gobierno “amigo” en Kiev. Pero nada sería más ingenuo que considerar la intervención de Putin como una “guerra defensiva” o una “acción preventiva”. Su régimen autocrático representa los intereses de una oligarquía cuyas aspiraciones no son menos imperialistas. Putin ni siquiera reconoce la singularidad cultural y nacional de Ucrania, que tacha de creación artificial leninista. A estas alturas de la invasión, parece evidente que su deseo sería instalar un régimen vasallo en Kiev por la fuerza de las armas. Semejante proyecto resulta más que dudoso, dada esa tozuda realidad nacional que desprecia el amo del Kremlin. Pero, en este caso también, más que de “error” habría que hablar de la lógica de conquista de un poder plenamente imperialista. Putin no se defiende de la presión occidental por métodos democráticos, sino mediante la agresión y la represión de su propio pueblo.

La izquierda debe considerar el marco geoestratégico que envuelve la guerra en Ucrania. Pero no por ello debe confundir los distintos planos ni los tiempos del conflicto. El “No a la guerra” necesita declinarse de modo concreto, proponiendo objetivos a la movilización ciudadana y formulando exigencias a los gobiernos. La huida hacia delante de Putin ha reforzado a la OTAN y al liderazgo americano. Más allá de las franjas militantes o muy politizadas, una amplia opinión pública difícilmente puede asimilar en estos momentos consignas tradicionales del movimiento contra la guerra como “OTAN no, bases fuera”. Hoy por hoy, eso puede ser entendido como una actitud neutral. O peor, como una pose de superioridad moral por parte de la izquierda. Hay que dar tiempo al tiempo. La conciencia política progresa bajo el impulso de la experiencia. En la fase actual, se libra un combate desigual entre una gran potencia y la República de Ucrania. Eso es lo que ve la gente. La OTAN se mantiene en segundo plano. Es percibida como una alianza defensiva frente a la agresividad desmedida de Putin, capaz de amenazar a Suecia y Finlandia o de poner en alerta su fuerza nuclear. La exigencia del momento es la retirada de las tropas rusas de Ucrania y la solidaridad con su población. La resistencia popular es legítima, por encima de las discutibles credenciales del régimen ucraniano, que arrastra un pasivo de represión antisindical y de connivencia con fuerzas abiertamente fascistas. Tanto es así que el gobierno alemán, opuesto por razones históricas a brindar apoyo militar a cualquier contendiente de un conflicto bélico, acaba enviando armas a la República asediada.

La cuestión no es menor. España “es territorio OTAN”, como le gusta decir a Enric Juliana. Su posición estratégica se ha acrecentado notablemente. En particular por lo respecta al abastecimiento energético del continente, que puede verse comprometido en el próximo período. El gobierno de Pedro Sánchez es consciente de ello y por eso se afirma tan ostensiblemente como un socio comprometido de la alianza. La nueva posición de España condicionará todo el desarrollo de su política interna, empezando por las tensiones territoriales. Unidas Podemos sabe que no es momento de “moverse en formación”. Es necesario hilar muy fino para explicar las cosas. Es cierto, la izquierda alternativa – y, al cabo, el conjunto de la izquierda – no pueden y no podrán ser indefinidamente atlantistas. La OTAN es un dispositivo de naturaleza imperialista que maniata a Europa y no corresponde a sus intereses, al progreso de sus pueblos. Si la OTAN no desapareció con la guerra fría fue por la necesidad americana de proseguir una expansión que parecía encontrar una vía expedita a finales del siglo XX. Pero Europa sólo puede superar ese marco avanzando en la integración política de la UE. Es decir, a través de una construcción federal que le permita tener un peso específico determinante en la economía-mundo y en la arena internacional, con una firme acción diplomática a favor de la paz, con voluntad de cooperación y un sistema autónomo de defensa. La UE aún se asemeja demasiado a un club presidido por viejas potencias venidas a menos, que no han tomado conciencia de su debilidad. El proyecto federal constituye la única manera de rebasar esa impotencia, que sólo puede engendrar reacción y vasallaje. El retraso histórico del proyecto federal facilita que, una vez más, los conflictos imperialistas se diriman a costa de las castigadas naciones de Europa.

Pero la conciencia de tal necesidad – de esa urgencia – sólo se abrirá paso entre la ciudadanía a la luz de los acontecimientos. La izquierda debe exponer con paciencia su perspectiva y acompañar esa evolución. No hay atajos.

Fuente: Blog de Lluís Rabell.



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Soldados ucranianos capturados por Rusia cuentan su historia

Crisis de Ucrania. Algunas claves para entender el conflicto y la conducta de la OTAN, EE.UU y España

 

Crisis de Ucrania. Algunas claves para entender el conflicto y la conducta de la OTAN, EE.UU y España  

 

Sociología Crítica

Pedro A. García Bilbao

26.01.2022



En breve:

 

1º Ucrania no ha denunciado peligro alguno de invasión ante la ONU.

 

2º Ucrania no es miembro de la OTAN y por ello no se puede apelar a la autodefensa automática entre sus miembros.

 

3º Ucrania vive una situación de guerra civil con partición de su territorio (el Dombás y sus repúblicas de Doñesk y Lugansk).

 

4º La guerra civil se encuentra en situación de Alto el Fuego y hay unos acuerdos para resolver el conflicto.

 

5º Esos acuerdos son MINSK II.

 

6º Los MINSK II que facilitaron el Alto el Fuego en el Dombás y buscaban una solución negociada fueron impulsados por FRANCIA y ALEMANIA, y. contaron con RUSIA y UCRANIA (Cuarteto de Normandía).

 

7º En MINSK II, los EE.UU no estaban. No apoyaban esos acuerdos.

 

8º España no jugó papel alguno en MINSK II y el Cuarteto de Normandía. El Interés de España por la crisis del Dombás y Ucrania no llegaba al extremo de ayudar a lograr un proceso de paz.

 

9º La crisis del Dombás que sigue abierta, fue consecuencia directa del golpe de estado en Kiev en 2014. El golpe puso en el gobierno a fuerzas etnicistas y de extrema derecha, apoyadas por EE.UU. Hubo resistencia al golpe en la capital y en las provincias.

 

10º Siendo el nuevo gobierno de Kiev una fuerza hipernacionalista y supremacista, los equilibrios étnicos de Ucrania quedaron rotos. El empleo de la extrema derecha como fuerza de choque causó miedo y alarma en todo el país.

 

11º En muchas regiones de Ucrania, la resistencia al golpe se desmoronó muy rápido, pero en otras las fuerzas de policía locales y unidades del ejército se negaron a obedecer al nuevo gobierno.

 

12º En el este de Ucrania, en el Dombás, los oligarcas locales apoyaban al gobierno derrocado pero empezaron a plegarse y a aceptar al nuevo. Esto a aceleró la resistencia y facilitó un desarrollo popular y antioligárquico.

 

13º Comisarías, cuarteles, ayuntamientos y, atención a esto, oficinas de empresas, bancos y fábricas empezaron a ser asaltados y ocupados por milicias populares formadas por los vecinos locales y los obreros de la región. Policía y Soldados se unieron.

 

14º Las zonas resistentes incluían Jarkov ciudad y otras muchas provincias. El gobierno de Kiev envió tropas pero muchas unidades desertaron. Se formaron milicias de Extrema Derecha armadas con material del ejército y las mandaron a reocupar las zonas. Esto causó pánico.

 

15º Hubo resistencia en zonas de población de habla húngara y polaca, se negaban a ser movilizados por ejemplo. En Odessa, los resistentes ocuparon la Casa de los Sindicatos. La extrema derecha organizada suplantó a la policia y rodeó el edificio que ardió; murieron decenas.

 

16ª El nuevo gobierno de Kiev, apoyado por EE.UU afrontó una gran resistencia y el país entró en caos, pero el apoyo norteamericano les daba luz verde. Las unidades BERKUT de la policia, fuerzas especiales, fueron disueltas y diezmadas. Cientos huyeron al Dombás.

 

17ª Odessa y Jarkov fueron recuperadas por Kiev y hubo una gran represión. El Partido Comunista, pero sobre todo sus militantes, fue perseguido. Solo resistió la región del Dombás.

 

18ª El Dombás resistió esas primeras semanas con sus propias milicias y las tropas y policias que se les unieron, pero el empuje de las milicias de extrema derecha y el ejército les hizo retroceder y perder terreno, el peligro de ser derrotados era real.

 

19ª Entre las milicias del Dombás emergieron desde abajo comandantes populares, muchos de ellos con experiencia militar, veteranos del ejército soviético o ruso. Casi todos ellos eran antioligarcas. Esto causaba miedo en Moscú y en Kiev. Y en Washington.

 

20ª Rusia no podía dejar que la población del Dombás fuese masacrada por unidades de Kiev con emblemas nazis y lemas antirrusos, tampoco podía dejar que la resistencia tuviera solo un componente antifascista y y anticapitalista.

 

21º Rusia empezó a enviar ayuda en forma de voluntarios, material y algunos especialistas, mandos sobre todo. El objetivo de Rusia era reorganizar a los resistentes e impedir que Kiev les aplastase. La escalada era real.

 

22º Se crearon varios frentes: por un lado la guerra civil de Ucrania, la Junta de Kiev aplastando a los resistentes usando como puño a los voluntarios de extrema derecha; por otro, las luchas internas en cada frente por la hegemonía.

 

23º Ucrania había estallado en pedazos y una guerra real la asolaba. El experimento de una revolución de colores favorecida por Washington había fracasado y derivado a una masacre. Era 2014.

 

24ª ¿Qué llevó a Washington a intervenir en Kiev en 2014? Básicamente que a Kiev le iba bien firmando acuerdos con Rusia por un lado y con la UE por otro. Esto reforzó al gobierno de Kiev, la población deseaba entrar en la UE, no en la OTAN. Pero tal situación…

 

25º … tal situación le era positiva a Rusia al disminuir las tensiones y favorecer los acuerdos con Alemania y la UE, La OTAN pasaba a segundo plano ante el avance en los negocios conjuntos. Washington no quería este escenario.

 

26ª Por esos motivos, y apoyados por el loby ucraniano de EE.UU ferozmente antirruso, decidieron favorecer un cambio de gobierno en Kiev. Hubo una intervención encubierta que tiñó de sangre Ucrania. Esto se hizo contra los intereses también de la UE y de Alemania, de Europa.

 

27ª La resistencia del pueblo ucraniano en muchas partes del país al golpe de estado, visto como un retorno de los peores fantasmas «banderistas» (los nacionalistas pronazis de 41-45), arruinaron el plan, vino la guerra y la partición del país.

 

28ª El apoyo ruso más o menos encubierto a la resistencia del Dombás se afianzó y pronto controlaron a los lideres de las nuevas repúblicas. Los comandantes populares seguían en el frente pero políticamente no mandaban nada.

 

29º Cuando Kiev lanzó una ofensiva en todo el frente en el verano de 2014, el Dombás estuvo a punto de caer, pero resistieron. En 2015 vinieron los Acuerdos de MINSK.

 

30º Cuando en 2014, las milicias del Dombás derrotaron a la ofensiva de Kiev, su impulso le hubiera podido ocupar Mariupol, toda la costa del Mar de Azov, llegar al Dniper y tal vez ocupar Jarkov en pocos días. Putin lo impidió, su juego no era la guerra y la invasión.

 

31º Los Acuerdos de Minsk II fueron vistos como una traición por muchos comandantes del Dombás (Mozgovoy, por ejemplo). Casi todos morirían en atentados en los años siguientes.

 

32º MINSK II incluía AMNISTíA para los resistentes, federalización de Ucrania, autogobierno por tanto, y libertad de partidos de forma que los electos en el Dombás pudieran acudir a la Rada de Kiev.

 

33º Fueron Alemania y Francia los países que hicieron posible el alto el Fuego en Ucrania y MINSK II. EE.UU, actor en el golpe de 2014 quedó desplazado.

 

34º Desde 2015 a 2022, la guerra en el Dombás quedó congelada. Ucrania no acababa de poder aplicar los acuerdos de Paz pues eso les causaba contradicciones con su extrema derecha y el loby EE.UU

 

35º La llegada de Biden cambió la cosas. Victoria Nuland, diplomática USA implicada en el golpe de colores de 2014 fue reactivada por Biden. Ucrania fue estimulada a no respetar MINSK II

 

36º EE.UU con Biden dio pasos en Ucrania, desplazando a Alemania y Francia. El peligro de una reactivación de la guerra en el Dombás creció. Armas, asesores, apoyo, intoxicaciones se reforzaron.

 

37º La OTAN pasó a alzar la voz. Relanzaron su presencia en los países ya miembros pero sobre todo pasó a dar cobertura a la política de EE.UU para Ucrania.

 

38ª Al dar el paso EE.UU a una operación Ucrania 2.0 tras el fracaso relativo de 2014, la Unión Europea, Alemania y Francia, recularon. Los debates pro-polo europeo de Defensa cesaron.

 

39º Con la intervención en Ucrania, EE.UU frena a Alemania y Francia, recuerda a la UE sus límites y busca empujar a Rusia a un pulso y una escalada de tensiones.

 

40º Rusia responde con movimientos de tropas dentro de la propia Rusia y afirmando que defenderá su espacio. Esto es sobre todo un aviso a la tentación de reactivar la guerra del Dombás más que una amenaza a Europa. EE.UU ha destruido MINSK II.

 

41º El gobierno español ha respondido haciendo pública su sumisión a Washington más allá de toda vergüenza. Las razones son la debilidad de España en su relación con Marruecos. La OTAN no cubre la defensa de Ceuta y Melilla. Solo cabe que EE.UU contenga a Marruecos.

 

42º La reacción de la izquierda del R78 (Unidas Podemos) es tan sistémica como pueril. Han renunciado a hacer política exterior y a plantear alternativas a la dependencia de EE.UU. La crisis actual muestra las miserias de la España del R78.

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Comunicado de la FAI contra la guerra de Ucrania

 

FAI: Guerra en Ucrania

 

DIARIO OCTUBRE / marzo 1, 2022



Después de décadas de acoso y sabotaje militar, político y económico a Rusia por parte de los países del eje anglosajón seguidos por la OTAN, los países europeos lacayos y las instituciones europeas, que ha implicado cinco ampliaciones de la OTAN hacia las fronteras de Rusia, con la instalación de innumerables bases militares y unidades de ataque terrestre, aéreo y marítimo.

Después de décadas de criminalización, tanto de Rusia con la infame tergiversación de la gran victoria soviética sobre el nazismo, como de su presidente, Vladimir Putin, con todo tipo de montajes, calumnias y perversiones históricas.

Después de 8 años de matanzas y limpieza étnica anti-rusa tras la usurpación del poder gubernamental en Ucrania por grupos banderistas y nazis, financiados y organizados por EE.UU. Reino Unido (RU) y sus socios de la OTAN y la UE.

Después de 8 años de sabotaje de los acuerdos de Minsk, patrocinado por los tutores norteamericanos e ingleses del gobierno usurpador de Ucrania para revertir la independencia de los territorios del Donbass y detener la masacre de su pueblo, a cambio de la concesión de autonomía y el respeto a su lengua y cultura, acuerdos validados por el CS de las NNUU y de los que eran garantes Rusia, Francia y Alemania.

Después de que Ucrania y Georgia, otro país cuyo gobierno fue cooptado por los mismos agentes, solicitasen su adhesión a la OTAN, suponiendo un riesgo existencial para Rusia, cuyo gobierno declaran querer eliminar, facilitando la descomposición del país.

Después de que le fuese negada a Rusia su solicitud, por vía diplomática, de que se frenase la ampliación de la OTAN hacia sus fronteras, hacia el corazón del país en la práctica y que se aplicasen los acuerdos para la pacificación de Ucrania.

Después de la campaña masiva de propaganda, por la que se ridiculizó a Rusia y se la presentó como una amenaza, cuando, en la realidad de sus comunicados no dejaba de insistir en firmar acuerdos vinculantes que garantizasen la seguridad de todos, incluido el propio país.

Después de todo esto y no antes, el Gobierno y el conjunto del Estado y la sociedad rusa dieron por rotos los acuerdos de Minsk y decidieron reconocer la independencia de las repúblicas del Donbass, advirtiendo muy claramente de su compromiso para detener las matanzas que las tropas ucro-nazis perpetran a diario allí.

La reacción de EEUU, RU y sus socios consistió en la aplicación de medidas coercitivas contra Rusia y sus gobernantes que implicaban el aislamiento político y económico de Europa y un gravísimo perjuicio material para el pueblo ruso. En este contexto, el gobierno usurpador de Ucrania insistió en incorporarse a la OTAN y bajo su protección, emprender un ataque sobre
la población rusa de Ucrania para eliminarla o expulsarla y otra sobre Crimea para tratar de reincorporar este territorio ruso a su país.

Solo después de todo esto y no antes, el gobierno de Rusia decidió lanzar una operación militar a gran escala destinada a revertir la situación en Ucrania, deponiendo al gobierno usurpador, desnazificando el país y asegurando la paz para las repúblicas del Donbass.

Es de destacar, que la totalidad de los países sometidos a agresiones y chantajes del mundo, Cuba, Venezuela, Bolivia, Siria, … y muchos más han manifestado su comprensión o su apoyo a la decisión de Rusia.

Deseando que las actividades bélicas concluyan a la mayor brevedad, con mínimos daños para la población civil ucraniana y que el grueso del ejercito ucraniano no presente resistencia militar, el Frente Antimperialista Internacionalista hace un llamamiento para:

·         Cesar inmediatamente la campaña de embustes y manipulaciones que perpetran los medios de comunicación públicos y privados, españoles y europeos, contra Rusia

·         Que el gobierno español deje de seguir instrucciones de la embajada de los EEUU, retire a todas las tropas españolas de la región y apoye el retorno de Ucrania a la legitimidad democrática, acabando con la camarilla nazi que controla el país.

·         Que las fuerzas de izquierda en España dejen de colaborar con la campaña contra Rusia y entiendan de una vez que el mundo unipolar, sometido a una sola potencia económica política y militar está terminando sus días y apoye decididamente unas relaciones internacionales reciprocas, pacíficas y de respeto mutuo, libres de coacciones, agresiones y amenazas, como reclama Rusia.

La hora del final de la OTAN y los acuerdos militares con EEUU ha llegado. Es hora de desmantelar esta organización criminal y erradicar la ocupación militar de Europa por EEUU.

La hora de recuperar la soberanía ha llegado; por un mundo en Paz y libre de la dominación imperialista,

¡No pasarán!

28 de febrero de 2022,
Frente Antiimperialista Internacionalista

·         TEMAS:

·         Operación antinazi de Rusia en Ucrania

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Los precios del trigo suben más de un 5 % y registran su máximo de los últimos 14 años

 

Los precios del trigo suben más de un 5 % y registran su máximo de los últimos 14 años

Diario octubre / marzo 1, 2022

 Los precios del trigo subieron este martes un 5,22 %, según los últimos datos actualizados a las 14:20 (GMT) de CME Group, compañía estadounidense que opera en el mercado de futuros y opciones Chicago Board of Trade (CBOT).

Según la cadena de televisión NBC, la fanega de centeno ha alcanzado los 974 centavos de dólar, su valor más alto desde el 4 de abril de 2008, cuando llegó a los 985,5 centavos. Una fanega de centeno equivale a unos 41,40 kilogramos.

Los expertos indican que el aumento del precio de esta materia prima se debe a la actual situación geopolítica. Rusia es el mayor exportador de trigo del mundo, responsable del 17 % del total, mientras que su vecina Ucrania ocupa el cuarto lugar, con el 12 %.


Parece que viene el hambre

Ucrania y Rusia, entre los dos, controlan el 25% del mercado de cereales en el mundo. Sin SWIFT nadie podrá comprar estos productos. ¿Cual creen nuestros “estrategas” será el resultado?

FUENTE: actualidad.rt.com

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