miércoles, 6 de mayo de 2020

Coronavirus. Dinero para los patriotas no hay, pero dinero de los patriotas para la Patria el que sea de menester. Los patriotas españoles aportamos a la Patria solamente el 1,5% de toda la riqeza creada por el trabajo durante un año para los ejércitos de la OTAN, que son los que más y mejor luchan contra los efectos del coronavirus. Todo por la Patria



¿Qué pandemia? Estados Unidos y Reino Unido lanzan una provocación al estilo de la Guerra Fría en el patio trasero del Ártico de Rusia

DIARIO OCTUBRE / 06.05.2020


Millones de estadounidenses y británicos que pierden sus medios de vida bajo los bloqueos de Covid-19 pueden alegrarse de que sus armadas estén abiertas para los negocios, presentando una demostración de fuerza en la puerta de Rusia por primera vez desde la Guerra Fría.

Tres destructores de misiles guiados y una fragata de la Royal Navy navegaron el lunes en el Mar de Barents para «afirmar la libertad de navegación y demostrar una integración perfecta entre los aliados», según la 6ª Flota de los Estados Unidos. El anuncio estuvo acompañado de hashtags como #openforbusiness, #Powerforpeace y #strongertogether.

«En estos tiempos difíciles, es más importante que nunca que mantengamos nuestro ritmo constante de operaciones en todo el teatro europeo», dijo el almirante Lisa Franchetti, comandante de la sexta flota, en un comunicado.

Los destructores de la clase Arleigh Burke, el USS Donald Cook, el USS Porter y el USS Roosevelt, se unieron al HMS Kent y el barco de apoyo literalmente llamado USNS Supply para la misión destinada a demostrar el compromiso de la OTAN «para promover la seguridad y la estabilidad regional, al tiempo que genera confianza y refuerzo una base de la preparación del Ártico «, según Franchetti.

La flota también hizo un punto para recordarles a todos que la última vez que los barcos de la OTAN se aventuraron en el Mar de Barents fue en la década de 1980, en el apogeo de la Guerra Fría entre el bloque liderado por Estados Unidos y la Unión Soviética que se había ido. Por alguna razón, los planificadores navales británicos y estadounidenses pensaron que la pandemia de Covid-19 era el momento perfecto para traer de vuelta esos buenos viejos tiempos y golpear un poco al oso.

El Mar de Barents es el equivalente ruso del Golfo de México a los Estados Unidos, ubicado entre sus principales puertos del Ártico y el Polo Norte. Con el Ártico asomándose en los planes estratégicos tanto de Moscú como de Washington, ¿recuerda los movimientos para «comprar» Groenlandia a Dinamarca? — el paseo de los cinco barcos a través de las aguas heladas es mucho más que seguir siendo «competente en todos los entornos operativos para garantizar la seguridad y el acceso continuos a los mares», como dice la 6ª Flota.

Sin embargo, el ejercicio no ha involucrado ningún barco de la Royal Navy noruega, una de las pocas armadas de la OTAN que realmente es competente en las operaciones del Ártico. Los noruegos parecen desconfiar de hostigar innecesariamente a Rusia. Si bien Oslo normalmente habla mucho sobre participar en los ejercicios de la OTAN, «esta vez no fue priorizado», dijo el ministro de Defensa Frank Bakke-Jensen al observador de Barents.

La Marina de Estados Unidos rutinariamente hace un punto de enviar sus barcos a lugares como el Mar del Sur de China para operaciones de «libertad de navegación» (FONOP), es decir, su libertad de ir a donde quieran. Dos barcos estadounidenses jugaron un juego de nervios con la marina china la semana pasada. La operación del mar de Barents parece estar diseñada en la misma línea. También implica dos barcos que tienen mucha experiencia en hurgar en Rusia, y recibir un empujón a cambio.

El Porter ha navegado repetidamente hacia el Mar Negro en los últimos años, donde fue sombreado por barcos y aviones rusos. El Donald Cook fue famoso por los aviones rusos en el mar Báltico en 2016, lo que provocó que el Pentágono se quejara de enfoques «agresivos» e «inseguros».

Ambos destructores se basan normalmente en Rota, España, donde el clima en los peores días no es tan duro como en el Ártico.

Los comentarios del almirante Franchetti sobre la importancia de mantener las operaciones sugieren que la Marina de los EE. UU. Está ansiosa por demostrar que puede continuar operando como una superpotencia global incluso en circunstancias pandémicas. Varias de sus naves han sido marginadas por los brotes de Covid-19, hasta el punto en que el Pentágono se niega a dar números específicos. En el incidente más notorio, el portaaviones USS Franklin D. Roosevelt tuvo que regresar a Guam después de que su capitán hizo un llamamiento público para poner en cuarentena a la tripulación, lo que provocó su despido y la renuncia del secretario interino de la Marina el mes pasado.

Moscú no ha comentado sobre el despliegue angloamericano. En lugar de una declaración, la Flota del Norte de Rusia simplemente anunció el martes que estaba «siguiendo» los movimientos de la flotilla, mientras que el crucero de misiles Marshal Ustinov se desplegó de Severomorsk para «ejercicios de combate en defensa contra barcos y aviones enemigos» en el Mar de Barents .

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Colombia. El hecho: un perro muerde a un niño: la noticia: niño muerde al perro



Los estudiantes impulsan la Constituyente por la Paz sobreponiéndose al terror paraestatal

El IV Congreso de la FEU que incomodó al Estado


Por Alexander Escobar / Colombia
Rebelión
 08/10/2014
Fuentes: http://remapvalle.blogspot.com.es/ 

El involucramiento del movimiento estudiantil en los diálogos de paz a través del Mandato Estudiantil es una propuesta directa hacia el logro de la paz con justicia social, y un triunfo del IV Congreso de la FEU que derrotó a la guerra sucia del Estado colombiano.

Nunca antes estuvo tan planificado un esquema de terror contra un congreso de estudiantes en Colombia. Seguimientos, amenazas con arma de fuego y mensajes de texto vía WhatsApp son algunas de las evidencias de un trabajo de inteligencia coordinado y financiado para intimidar la lucha estudiantil colombiana. 

No fueron simples amenazas improvisadas o encomendadas a cualquier delincuente para atemorizar e impedir la llegada de los tres mil jóvenes que asistieron al IV Congreso Nacional de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) que se realizó en Cali del 2 al 5 de octubre. No, lo que ocurrió fue la asignación de un grupo paramilitar en el suroccidente colombiano para cumplir una tarea definida y planificada con anticipación, y que actuó en complicidad con el silencio del Gobierno colombiano que no se pronunció frente a la gravedad de los hechos. 

Las amenazas ocurrieron en los departamentos de Cauca y Valle del Cauca. En total siete dirigentes estudiantiles, sociales y defensores de derechos humanos fueron amenazados desde el 21 de septiembre. Llamadas telefónicas, mensajes enviados desde teléfonos inteligentes, seguimiento e interceptación con arma de fuego, fueron las formas de acecho e intimidación paramilitar que hasta el dos de octubre debieron soportar los estudiantes del suroccidente que integraron el comité organizador del IV Congreso de la FEU. 

El silencio del Gobierno fue el común denominador. Ante las amenazas jamás se pronunció, dejó que avanzaran y llegaran a un estado crítico; amenazas que extrañamente cesaron solo cuando la imagen internacional del Gobierno se vio afectada por el pronunciamiento de la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos que le llamó a proteger a los estudiantes. 

Gobierno, medios y paramilitarismo 

Ocultamiento, tergiversación, desviación de la atención como tarea de los medios de comunicación, y asesinatos, amenazas e intimidación realizadas por los grupos paramilitares, van de la mano de la complicidad de los organismos de seguridad y el silencio institucional del Gobierno que completa el triángulo de la guerra sucia que actúa de manera coordinada contra las lucha sociales en Colombia. 

El IV Congreso de la FEU fue víctima de esta guerra. Empezando por el papel de los medios que ocultaron y omitieron información de un acontecimiento de carácter nacional que reunió a miles de estudiantes de colegios y universidades de toda Colombia. Medios como El País (prensa escrita) y Telepacífico (televisión), con su sede en la ciudad de Cali, no emitieron nota alguna durante los cuatro días que duró el congreso en esta ciudad. Aunque a lo mejor estamos siendo injustos, El País, ahora que lo mencionamos, sí realizó un pequeño informe. El 4 de octubre, día de la marcha que congregó a cerca de 6.000 personas en la capital del Valle, en un acto premeditado, y que acostumbra a usar como política editorial, publicó el siguiente titular: Marcha de universitarios generó congestión vehicular al sur de Cali

La falta de ética periodística en la elaboración de este tipo de titulares contiene una intencionalidad clara: desviar la atención de los problemas de fondo y generar un sentimiento negativo en la población contra los tres mil estudiantes que durante cuatro días discutieron sobre educación, planes curriculares, paz con justicia social y otros temas censurados por las corporaciones mediáticas como prisioneros políticos , montajes judiciales, y su oposición a la reforma a la Ley 30 que derrotaron en el 2011, pero que ahora el Gobierno revive bajo el nombre de Acuerdo por lo superior 2034. De igual manera se comportaron las grandes cadenas nacionales al no realizar comentario alguno sobre el congreso ni dar el despliegue necesario a las amenazas de los grupos paramilitares que desde el 21 de septiembre recibieron los estudiantes. Solo medios independientes como PaZífico Noticias informaron sobre las amenazas y realizaron notas sobre lo sucedido antes , durante y después del evento, así como los medios alternativos que también estuvieron atentos al desarrollo del congreso. 

El Gobierno por su parte cumplió a cabalidad la tarea de guardar silencio ante la gravedad de las amenazas. Esperar otro comportamiento sería extraño y desfasado de la realidad. Es lógico, de haberlo hecho hubiese visibilizado y dado protagonismo a quien toma como su enemigo-a su enemigo de clase puntualizaran algunos-. Por tanto se limitó a cumplir su rol al evitar cualquier referencia o pronunciamiento para mantener oculto al movimiento estudiantil en su lucha contra el Acuerdo por lo superior 2034, así como a sus ideas y propuestas para mejorar la educación y la calidad de vida de los colombianos. 

El triunfo de las propuestas que incomodan 

Al pensar en estudiantes quizá la sociedad relacione sus actividades meramente con la problemática educativa, o dicho de otro modo, que el movimiento estudiantil se observe solo desde la óptica de una lucha sectorizada; y para ser más claros, en el momento actual, que la atención se centre en el papel protagónico que tendrá su lucha contra el Acuerdo por lo superior 2034. Aunque ello es real, y el hecho ya representa un problema para los intereses del modelo económico neoliberal, el posicionamiento de la lucha estudiantil tiene unos alcances mayores que preocupan a quienes financiaron, organizaron y desplegaron todo un dispositivo de amenazas contra los estudiantes en el marco de este IV Congreso. 

Las luchas en 2011 del movimiento estudiantil dieron nacimiento a la MANE (Mesa Amplia Nacional Estudiantil) y sentaron un precedente por el grado de favorabilidad que su imagen dejó en la sociedad. En términos de la guerra mediática que afronta las luchas sociales en Colombia el hecho es significativo, en tanto que los medios han programado a la sociedad para que realidad y verdad se basen en la imagen, es decir, en la forma y no en el contenido [1] . 

Sin embargo en las luchas sociales de nada sirve la favorabilidad de la imagen si ésta no está acompañada del trabajo organizativo que supere los momentos coyunturales. A este hecho puntual es que el Gobierno teme. Y la realización del IV Congreso de la FEU aumentó esos temores porque presentó unos objetivos y dinámicas de trabajo que nuevamente posicionarán en la opinión pública las propuestas del movimiento estudiantil durante el desarrollo de su lucha contra Acuerdo por lo superior 2034

Pero este no es el mayor temor de quienes gobiernan para satisfacer las injusticias del modelo económico, político y social del país. Su miedo más profundo está representado en el involucramiento de los estudiantes con problemáticas que traspasan lo sectorial. Su preocupación radica en que posterior al triunfo que se obtendrá contra la política educativa del Gobierno, paralela y seguidamente la imagen favorable de esa victoria se verá reflejada en la ganancia de espacios de decisión en la opinión pública frente al tema de la paz con justicia social y la propuesta de realizar una nueva Asamblea Nacional Constituyente. 

El IV Congreso de la FEU tenía trazado este objetivo. La propuesta de impulsar el Mandato Estudiantil por la Asamblea Nacional Constituyente y la paz con justicia social fue una de las decisiones de los tres mil estudiantes que durante cuatro días discutieron en Cali. Una decisión incómoda para el Estado que pretende hacer de los diálogos de paz con las Farc un simple desarme sin cambios a profundidad en lo económico, político, social y cultural. 

El involucramiento del movimiento estudiantil en los diálogos de paz a través del Mandato Estudiantil es una propuesta directa hacia el logro de la paz con justicia social, y un triunfo del IV Congreso de la FEU que derrotó a la guerra sucia del Estado colombiano. También aparece como una medida concreta frente a la necesidad de una nueva Asamblea Nacional Constituyente que realice cambios estructurales en el país que están por fuera de la discusión en los diálogos de La Habana. 

El llamado a la Asamblea Nacional Constituyente desde el movimiento estudiantil es la suma de más voces que invitan a pensarse el país, y donde el pueblo tomará medidas para que su participación sea directa y sin repetir los errores que dieron vida a la Constitución del 91. El proceso de Constituyentes por la Paz con Justicia Social que se adelanta en todo el territorio nacional es una muestra de cómo distintos sectores de la sociedad se involucran en la construcción de una nueva Colombia que defenderán en las calles, aulas y cualquier espacio del pensamiento donde haya que derrotar el mundo virtual que impone la dictadura mediática. 

Se aproxima el momento en que el pueblo apagará los televisores, despertará a su realidad y luchará hasta el final para transformarla. 

NOTAS:
[1] El tipo de sociedad formada por los medios se caracteriza por poseer una memoria tipo desechable donde no importan los argumentos y las razones sobre una problemática predeterminada. Durante décadas estructuraron una audiencia que otorga estatutos de verdad a la apariencia de un mundo moldeado al antojo del poder de quienes dominan el tiempo al aire en televisión, radio y prensa escrita para tergiversar, mentir y confundir.


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