En ese afán, ha ideado máquinas y herramientas, con la intención de maximizar resultados y minimizar esfuerzos.
De esta forma, al llegar a preguntarse sobre el origen del tiempo, la ciencia se desvanece a favor de la filosofía, y el conocimiento se hace etéreo en pro de la imaginación.
Es aquí, donde el individuo adquiere su propia identidad, diferenciándose del resto de las bestias del Universo.