Sigue adelante la
convocatoria de movilizaciones, con el referente de converger en Lima el 19 de
julio, bajo el lema de «Tercera toma de Lima» (que evoca la marcha de julio de
2000, Marcha de los Cuatro Suyos, que significó el inicio de la caída de Fujimori).
Perú a la espera
El Viejo Topo
11 julio, 2023
Sigue adelante la convocatoria de movilizaciones, con el referente de converger en Lima el 19 de julio, bajo el lema de «Tercera toma de Lima» (que evoca la marcha de julio de 2000, Marcha de los Cuatro Suyos, que significó el inicio de la caída de Fujimori). La convocatoria se ha ido configurando como una masiva concentración de delegados de las regiones, sobre todo de la Macrorregión Sur, en la capital peruana, combinado con acciones locales de paro y manifestaciones por todo el país. La iniciativa correspondió a las organizaciones sindicales y ronderas de Puno, pero ha ido extendiéndose y en este momento ya está apoyada formalmente por la Central Única de Rondas Campesinas del Perú, la CGTP, y la Federación de la Construcción Civil vinculada a la CGTP, SUTEP y FENATEP (sindicatos de enseñantes), la Asociación de Movimientos Regionales del Perú, el Comando Unitario de Lucha del Perú (CNUL) y la Asamblea Nacional de los Pueblos (ANP), de la que entre otras organizaciones forman parte los dos partidos comunistas legalizados.
También se ha
unido una plataforma de comerciantes, minoristas autónomos, denominada «Andrés
Avelino Cáceres» (militar héroe de la guerra contra Chile, que organizó la
resistencia de la población indígena); tiene representaciones en Puno, Cusco,
Arequipa, Apurímac y Ayacucho. Estos cuatro departamentos, todos del Sur,
parecen los más movilizados ya de cara al 19 de julio: hay que ver qué
presencia tendrán finalmente los ronderos y las organizaciones sindicales del
centro y norte. En cualquier caso el gobierno Otárola se ha tomado en serio la
convocatoria, ya se ha anunciado un desplazamiento extraordinario de 8.000
efectivos de la Policía, que según como vayan las cosas seguro que será mayor.
Desde el Departamento de Puno, el mejor organizado, se ha insistido en que
llevarán a Lima 13.000 personas (1.000 por provincia), que empezarán a marchar
sobre la ciudad el 10 de julio. La consigna es renuncia de Dina Boluarte y
elecciones generales ya; también se recuerda, no en primer término, la cuestión
de la Constituyente y nadie –o casi nadie– plantea la restitución de Castillo
en la Presidencia de la República.
En cada región
se decidirán las formas de acción y movilización. En principio se proponen
paros entre el 19 y el 21, y también entre el 27 y el 29.
En el campo político
parlamentario y partidario lo más significativo estos días es la cuestión de la
renovación de la Mesa del Congreso para el período 2023-2024. Importante, en la
medida en que constitucionalmente ante una renuncia o desautorización de Dina
Boluarte su sustituto sería el Presidente del Congreso, que es el de la Mesa
Directiva. No sé si tiene alguna relación con el calendario de movilizaciones y
cuál es, pero el hecho es que la elección de la nueva Mesa y Presidente será el
26 de julio. Perú Libre ha avanzado una maniobra, con apoyo de sectores de la
derecha -de los fujimoristas incluidos- para estar presente en esa nueva Mesa
Directiva a la que ha presentado a Waldemar Cerrón, hermano del Vladimir, como
candidato a la presidencia. Sus maniobras parlamentarias ya le han dado la
Defensoría del Pueblo; si realmente consiguiera hacerse con la Presidencia de
la Mesa Directiva sería un golpe político importante, tanto más cuanto que
coincide en fechas con la movilización convocada.
Fuente: https://slopezarnal.com/peru-a-la-espera-2/#more-9792