lunes, 15 de abril de 2019

LA GUERRA ABIERTA (QUE UNOS TRABAJADORES MATEN A OTROS TRABAJADORES, PORQUE EL PADRE DEL CRIMINAL GUAIDÓ NO VA A LA GUERRA, NI BUSCH HIJO FUE A LA GUERRA, PORQUE SE CAGABA LITERALMENTE PATAS ABAJO CADA VEZ QUE SE SUBIA AL AVIÓN PARA MATAR ROJOS) ES EL ÚLTIMO RECURSO QUE TIENEN LOS CAPITALES PARA IMPONER SUS INTERESES, Y ESO ES LO QUE NOS ESPERA A PARTIR DE LA CRISIS DE 2008, FECHA EN LA QUE EL CAPITALISMO INAUGURA LA ÙLTIMA Y DEFINITIVA ETAPA DEL FASCISMO FINANCIERO ANTES DE SU EXTINCIÓN (Este artículo no me deja publicarlo el señor o señora Facebook, porque algún grupo en los que habitualmente venía publicando me ha denunciado por elemento peligroso, cosa que yo humildemente reconozco. Peligrosos para los simples, eso sí. Si alguien de algún grupo en lso que venia publicando lee esto y no es el fantasmilla de la öpera, mi denunciante, que me lo haga saber para intentar seguir publicando en esoo otros grupos donde no more el fantasmilla, mi denunciante)



EEUU ha pasado 222 de sus 243 años de existencia en guerra

15/04/2019
EE.UU., un país creado en 1776, ha pasado el 93 % de su existencia, es decir, 222 años, implicado en guerras y conflictos en diferentes países del mundo.



Pese a su largo historial de crímenes de guerra y de lesa humanidad y violaciones a los derechos humanos, Washington no duda en incluir a los demás en su lista de terroristas, tal y como que hizo recientemente con el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán.

Para que el mundo juzgue quién es el verdadero terrorista, a continuación haremos un breve repaso de algunos de los crímenes cometidos por la Casa Blanca desde principios del siglo XX.

1901: Las fuerzas norteamericanas de ocupación hacen incluir en la Constitución de la nueva República de Cuba la infame Enmienda Platt, por la cual Washington se arrogaba el derecho de intervenir en los asuntos cubanos cada vez que estimara conveniente.

1903: EE.UU. anima la creación de Panamá, que entonces era parte de Colombia, y adquiere derechos sobre el Canal de Panamá.

1904: Interviene en Marruecos y la península coreana.

1907: Pacta un acuerdo para controlar las aduanas dominicanas y cobrarse así lo que ese país debía a acreedores estadounidenses.

1907: Participa en el conflicto desatado entre Nicaragua y Honduras.
1908: Apoya a los golpistas en Nicaragua.

1911: Apoya a los golpistas en Honduras.
1912: Invade Nicaragua.

1912: Se inmiscuyen en las decisiones de los distintos gobiernos cubanos, a los que, de hecho, manipula a su antojo con el pretexto de proteger los intereses económicos estadounidenses en la isla.

1915: Ocupa Haití.

1916: Ocupa la República Dominicana y permanece allí hasta 1924.

1917: Entra en la I Guerra Mundial.

1918: Formó parte de la intervención aliada en la Guerra civil rusa.

1918: En Panamá, los marines ocupan la provincia de Chiriquí.

1919: Interviene en los asuntos internos de Costa Rica.

1924: Invade Honduras para “mediar” en un enfrentamiento civil.

1925: Ocupa la ciudad de Panamá.

1945: Bombardea las ciudades japonesas Hiroshima y Nagasaki, cuando la II Guerra Mundial estaba por acabar.

1954: La Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. orquesta el derrocamiento del gobierno democráticamente electo de Jacobo Árbenz en Guatemala.

1948: Apoya la creación del régimen de Israel.

1961: Fuerzas mercenarias reclutadas, organizadas, financiadas y dirigidas por Estados Unidos invaden Cuba.

1965: Envía miles de efectivos a República Dominicana para reprimir un movimiento que intentaba restaurar en el poder al anteriormente derrocado presidente progresista y democráticamente electo Juan Bosch.

1966: Envía armas, asesores y boinas verdes a Guatemala, para implementar la llamada campaña contrainsurgente.

1971: El diario The Washington Post confirma que la CIA había intentado asesinar en distintas oportunidades al líder de la revolución cubana, Fidel Castro. Años después, a medida que los documentos secretos de la CIA eran desclasificados, se ha sabido que los intentos se cuentan por decenas y los planes por centenares.

1980: Organiza una intervención militar en el desierto de Tabas (centro de Irán).

1981: Inicia la guerra de los “contra” para eliminar al gobierno sandinista en Nicaragua.

1986: Lanza un ataque aéreo contra Libia.

1988: Derriba un avión de pasajeros iraní (un Airbus A-300) en el Golfo Pérsico, y mata a 290 civiles.

1989: Invade Panamá para arrestar a quien fuera su protegido, Manuel Noriega. La operación dejó no menos de 3 mil bajas civiles.

1990: Interviene masivamente en el proceso electoral de Nicaragua a través de acciones encubiertas y también públicas. Washington consolidó abiertamente a la coalición de oposición, aunque tales prácticas son ilegales según la ley estadounidense.

1991: Ataca Irak en lo que se llama la guerra del Golfo (Pérsico).

1998: Guiado por información incompleta o errónea, ataca Sudán.

1999: EE.UU., a la cabeza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), bombardea Yugoslavia y provoca su desintegración.

2001: Invade Afganistán.

2003: Invade Irak.

2011: Ataca Libia.

2011: Apoya a los terroristas y grupos armados para intentar derrocar al Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad.

2011: Reconoce el apoyo que brinda al régimen de los Al Jalifa en la represión de los opositores bareiníes.

2015: Da luz verde a la agresión saudí a Yemen.

2019: Apoya al golpista Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional (AN) —de mayoría opositora y declarada en desacato en 2016—, que se había autoproclamado presidente interino de Venezuela.

Las intervenciones, guerras y ataques de Estados Unidos a muchos otros países del mundo —en su mayoría latinos, asiáticos y africanos— han provocado tantos perjuicios y consecuencias tan negativas que hasta el día de hoy afectan a los civiles.

Las recientes intervenciones militares en Irak, Siria, Libia y Afganistán so pretexto de liberar a los pueblos de esos países y restaurar la democracia solo han contribuido a empeorar la situación y allanar el camino para el surgimiento de grupos terroristas como el EIIL (Daesh, en árabe).

ask/nii/

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COMUNISTAS ESPAÑOLES PRESENTAN UN MANIFIESTO ANTE LAS PRÓXIMAS ELECCIONES

Organizaciones comunistas en el Estado Español presentan manifiesto conjunto ante las elecciones 2019


Más vale no hacerse ilusiones. El escenario electoral repleto de actores, tan enfrentados y aparentemente tan diferentes, se erige una vez más para ocultar una misma y dramática verdad. Ninguno de los partidos del Parlamento tiene propuesta alguna capaz de cambiar las condiciones de vida y de trabajo de la cada vez más inmensa clase obrera, para la que nunca acabó la crisis y sobre la que pretenden descargar, nuevamente, las consecuencias de un nuevo estallido. 

Todos saben que está a la vuelta de la esquina, pero de eso – tampoco – nadie habla. La crisis rompió en pedazos el espejismo reformista de “mejoras” o de “bienestar”sin tocar el núcleo duro de la estructura de poder. Y para hablar mínimamente en serio de soluciones habría que decir alto y claro que el gran capital europeo, para intentar salvar sus bancos y sus multinacionales del naufragio, además de los rescates con dinero público, nos ha impuesto la camisa de fuerza del Déficit y del pago de una Deuda construida, precisamente, por esos rescates. Y sobre todo, porque si se hablara claro, la gente entendería y exigiría actuar en consecuencia, y no están dispuestos. El vergonzoso ejemplo de la “nueva izquierda” – Syriza – en Grecia o el más cercano del “cambio” de Pedro Sánchez apoyado por Unidos Podemos, nos ahorra más argumentos. 

La oligarquía europea, hegemonizada por Alemania, asegura sus políticas en el Estado español a través del engranaje institucional que garantizó, con la Monarquía y Constitución de 1978, la continuidad de la dominación de la oligarquía financiera y terrateniente y de las estructuras de poder del franquismo, con el añadido de los nuevos ricos de las privatizaciones de PSOE y PP. Las contrarreformas laborales, de las pensiones, la privatización de todo lo rentable, de los desahucios, la opresión de las mujeres trabajadoras, la sobre-explotación de la clase obrera inmigrante son políticas salvajes que impone la Unión Europea y que aplican gobiernos capitalistas de todo color político. La exhibición de patrioterismo por los mismos que hipotecan toda soberanía a los pies de la UE y de la OTAN y el criminal recurso al enfrentamiento entre los pueblos en el caso de Cataluña, con el silencio cómplice de la supuesta izquierda, ha mostrado en primer plano la reedición de todo el esperpento del Régimen del 78. Frente a él, ni siquiera una lección de dignidad y de voluntad de lucha tan impresionante como la que ha ofrecido el pueblo catalán ha sido capaz de romper – él solo – en muro del Régimen del 78. El marco general en el que se desarrollan y se agudizan estas contradicciones es el de la enorme crisis general del capitalismo que afecta a todas las estructuras sociales y políticas, al tiempo que alimenta el recurso al fascismo y a la guerra para controlar el acceso barato a materias primas y anular competidores. Y es esa lucha feroz la que intensifica las contradicciones interimperialistas y abre oportunidades de victorias. La creciente agresividad de la OTAN y el incipiente Ejército Europeo son ejemplos de esas tensiones crecientes entre el imperialismo europeo y el estadounidense. Hechos estos de gran trascendencia para quienes estamos convencidos de que no hay otra salida que la que abren los procesos revolucionarios y de que, en ese camino, tiene importancia decisiva la división y la confrontación interimperialista. Quienes apoyamos este Manifiesto creemos que es precisamente esa izquierda pusilánime y engañosa, que resalta aspectos colaterales para evitar enfrentar a los auténticos responsables de tanto dolor y tanta desesperación, una de las principales responsables del resurgimiento de la extrema derecha como expresión de la confusión y la canalización de la rabia del pueblo estafado. 

Y para enfrentarla no sirven histéricos llamamientos a formar “Frentes Antifascistas” liderados por los mismos que han defraudado toda esperanza de transformación. La derrota popular gestada en la Transición se hizo sobre la base del debilitamiento hasta la extenuación del poder de la clase obrera y el sometimiento de sus principales organizaciones a los dictados de la burguesía. Y se consiguió, unas veces mediante el soborno, otras usando la represión y siempre fomentando la desmemoria. La ruptura de la continuidad histórica de las luchas obreras y populares es la principal herramienta ideológica de la dominación. La destrucción de la conciencia de que cada generación, para poder enfrentar los problemas que cada época depara, necesita recoger y actualizar el tesoro de experiencia y de lucha de quienes le precedieron, es su arma de destrucción masiva de la conciencia colectiva y facilitar su dominación. Otra es fomentar la división dentro de la clase, de forma que el enfrentamiento entre sectores de la misma confunda, distraiga y divida.

La ofensiva es múltiple: la multiplicación de las diferentes situaciones laborales, la individualización y el vaciamiento del poder de negociación colectiva, el racismo para enfrentar a la clase obrera de diferentes nacionalidades o la más reciente, que intenta usar la legítima lucha de las mujeres trabajadoras contra el patriarcado para contraponer a mujeres en abstacto contra hombres. Todas ellas son cargas de profundidad de la burguesía contra su mayor enemigo: la clase obrera unida, en toda su diversidad, e independiente, es decir, consciente de sí misma y de su poder. La lucha antifascista organizada y coherente pueblo a pueblo, barrio a barrio, en las fábricas o en las universidades, debe ser el resultado de la unificación de las luchas obreras y populares contra el enemigo común. Y debe ir dirigida tanto a levantar un muro popular frente al fascismo, como a rescatar de sus filas la rabia y la desesperación obreras hartas de tanto engaño. Y para ello no sirven discursos vacíos. 

Es necesario identificar y llamar a la lucha contra los verdaderos enemigos del pueblo. La construcción del poder obrero y popular debe hacerse sobre la base de ineludibles propuestas de ruptura. 

-Ruptura con las estructuras de poder del franquismo travestidas en el Régimen del 78 y cuyos pilares son la Monarquía y la Constitución de 1978. Sólo la confluencia de las luchas obreras y populares por la República con la de los diferentes pueblos del Estado español por el ejercicio de su Derecho de Autodeterminación puede crear una correlación de fuerzas favorable para llevar a cabo una tarea histórica pendiente desde hace más de cuarenta años. Y junto a ella la lucha por la Amnistía que vacíe las cárceles de presos políticos antifascistas. 

-Negar el pago de una Deuda infame construida a base de transferir fondos públicos a los grandes bancos y rebelarse ante el dictado del Déficit, con la reducción del gasto en servicios públicos que conlleva. Todo ello en el marco de la confluencia con otros pueblos de Europa con el objetivo común de romper con el Euro y con la UE, así como con su parafernalia de guerra dirigida contra otros pueblos o contra nosotros mismos: la OTAN y el Ejército Europeo. La expropiación de la banca y de las empresas estratégicas, y la planificación de la economía colocando las necesidades humanas como máxima prioridad social, son herramientas indispensables. 

Los elementos políticos que aquí señalamos no saldrán en los debates, ni en las tertulias electorales. Son, sin embargo cruciales, y constituyen los pilares del programa político que debe permitir a la clase obrera y a los pueblos del Estado español empezar a construir sólidamente su propio poder, dejando atrás ilusiones y espejismos que tan caro estamos pagando. 

Las organizaciones firmantes de este Manifiesto nos hemos comprometido a iniciar un proceso de debate y de unidad de acción que nos permita avanzar juntas para recuperar lo perdido y continuar la lucha hasta realizar la plena emancipación social. 

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NOS VIENEN ENGAÑANDO DESDE QUE ÉRAMOS NIÑOS. POR QUÉ AHORA QUE SE VIENE ABAJO TODO EL SISTEMA, QUE ES CUANDO MÁS NECESITAN DE LA MENTIRA PARA MANTENERLO EN PIE, NOS VAN A DECIR LA VERDAD?



El cómic como herramienta de propaganda del imperio

REVISTALACOMUNA.COM
Ago 03, 2017



Niño leyendo un cómic en Nueva York, 1946.

Propaganda y cómics: Stalin, Fidel Castro o Mao Zendong contra Marvel. La construcción del enemigo del imperio.

Primer episodio de una serie de análisis sobre cómics y propaganda. 1ª guerra mundial, 2ª guerra mundial y Guerra fría a través de personajes e historietas de la industria estadounidense. Origen, desarrollo y contexto histórico. La construcción del enemigo: del enemigo puntual Adolf Hitler a  la lucha contra el comunismo: Stalin, Fidel Castro o Mao Zendong. 

“Todas las luchas que se libran dentro del Estado […] no son sino las formas ilusorias bajo las que se ventilan las luchas reales entre las diversas clases.” Friedrich Engels y Karl Marx en La ideología Alemana.

El origen del cómic como elemento satírico para explicar elementos de la sociedad se remonta a mediados del siglo XIX. Es precisamente en 1830  en Francia a través de la revista Le Caricature con una campaña contra Luis Felipe el llamado “Rey burgués”; la caricatura reflejada en esta campaña indica el grado de ironía y sátira política que impregnaba la época histórica.

Por supuesto mucho antes en la historia había habido numerosos casos de dibujos caricaturescos que pretendían ejemplificar lo mismo pero que no tenían la estructura de lo que podemos llamar hoy en día una historieta, de hecho no es hasta finales de ese siglo cuando podemos encontrar los primeros ejemplares de revistas ilustradas que serían las pioneras en este campo.

Como consecuencia (precisamente) de la incorporación de la infancia (como sector) a la vida pública, surgen las primeras revistas ilustradas para el entretenimiento de la familia en general y de este sector en particular. Aparecen los primeros personajes fijos, es decir, que perdurarían en más de una historieta e incluso haciendo aparición en otras de la misma revista.

Los comics bélicos empiezan a aparecer como tentativa de vender una realidad ficticia hacia la juventud que en verdad enmascaraba la lucha de clases hacia un incipiente mundo de realidad ficción, donde los “malos” y los “buenos” están muy claros. Comienza así la etapa de la propaganda.

Ya superando el primer cuarto del siglo XX es cuando comienzan a aparecer los comics (propiamente dichos) para enaltecer las victorias tácticas de un país sobre otro, a raíz (sobretodo) de la 1º guerra mundial los comics bélicos empiezan a aparecer como tentativa de vender una realidad ficticia hacia la juventud que en verdad enmascaraba la lucha de clases hacia un incipiente mundo de realidad ficción, donde los “malos” y los “buenos” están muy claros. Comienza así la etapa de la propaganda.

Cómics y propaganda: El nacimiento de las grandes editoriales, la propaganda de Estado a través de los superhéroes.

En 1937 y 1939 nacen Action comics (DC COMICS) y Timely comics (MARVEL COMICS) respectivamente, en unos años marcados claramente por el avance dentro del territorio del pensamiento comunista mediante focos y semillas de revolución en fábricas, centros de estudios y sobretodo en la calle entre las clases populares cuando los Estados comienzan a atacar estas ideas desde cualquier ángulo posible, el mundo de los cómics es un plano propagandístico perfecto para atraer a la infancia.

En un contexto así comienzan a salir (en tiradas nacionales) los cómics con equipos de superhéroes, los cuales incluían un equipo de personajes bien desarrollados muy atractivos para la infancia cuyo enemigo común son los comunistas, sembrando la semilla de lo que serán los cómics en la “guerra fría” o la “caza de brujas” de McCarthy, con un enemigo común bien claro los jóvenes ya sabían a quién debían enfrentarse.

Cómics y propaganda: Nace el Capitán América.

En la primera aparición del personaje (1944) la portada del cómic reflejaba al Capitán América dando un puñetazo y noqueando a Adolf Hitler.

Con el estallido de la 2º guerra mundial los cómics de, la industria norteamericana (la más influyente en el mercado) cambió brevemente su enemigo para promocionar las victorias de sus soldados frente a las tropas del eje, falseando así la historia de lo que realmente pasaba.



Capitán América golpea a Adolf Hitler.

La aparición de un personaje de MARVEL COMICS que a la postre fue fundamental para el desarrollo de la propaganda capitalista, el “Capitán América”, ofrecía al público un personaje que podía ser cualquiera de ellos, (soldado del ejército norteamericano con una inteligencia táctica y estratégica propia de un genio, pero un cuerpo débil al cual se le inyecta el llamado “suero del supersoldado” convirtiéndose así en el azote de los nazis y comunistas a la par). En las historietas de este personaje, el ejército de Estados Unidos acababa con el eje casi sin pestañear, en la primera aparición del personaje (1944) la portada del cómic reflejaba al Capitán América dando un puñetazo y noqueando a Adolf Hitler. Con el paso del tiempo se crearon grupos de super seres que luchaban en la 2º guerra mundial y se apoderaban de los hechos reales como la derrota del ejército nazi en Stalingrado o la toma de Berlín. El falseamiento de la realidad se hacía patente en todos los planos de la historia.

En 1940 Action comics presentaba una historia llamada “Cómo Superman acabaría con la guerra”, en ella la conclusión final es la del protagonista dando una paliza a Stalin y Hitler y llevándolos hasta Ginebra donde serían condenados a cadena perpetua. Esto supondría el primero de numerosos especiales donde los “héroes americanos” acabarían con el terror rojo marcado en la figura de Iosif Stalin.



Superman lleva a Ginebra a Hitler y Stalin.

Otro ejemplo más podemos verlo en lo que se llamó en el mundo de los cómics como “la transición de nazi a comunista en los villanos”, en este caso el mayor enemigo al que se enfrentaba el Capitan América en la época era “Cráneo Rojo” un científico nazi encargado del departamento de misticismo que con el tiempo pasaría a engrosar las filas del terror rojo.

Cómics y propaganda durante El Macartismo y la lucha contra el comunismo en Estados Unidos. El “Terror Rojo”.

“Captain America: Commie Smasher” o lo que es lo mismo “El Capitán América: El azote del Comunismo.”

La época conocida como el Macartismo fue conocida así por la lucha ideológica y política llevada por Joseph Raymond McCarthy (senador de EEUU) en la que con un discurso anticomunista se arremetía contra distintos sectores de la población acusándoles de traición al Estado y condenándoles a penas de prisión. Gracias al Comité de Actividades Antiestadounidenses, la propaganda volvió a cambiar el enemigo reflejándose (otra vez más) en el mundo del cómic.

Con la guerra fría en el mundo, los cómics volvieron a establecer una clara diferenciación entre los “buenos y los malos”, los equipos de superhéroes como la “Sociedad de la justicia de América” (DC comics) o “Los Invasores” (Marvel comics) reflejaban un juego de espías en los que los americanos salvaban al mundo de diversos complots contra el mismo. La guerra de Corea o la llegada al poder Mao Zedong convirtieron la histeria anticomunista en el pan de cada día para miles trabajadores.

Es el caso de los cómics de “The Flash” (DC comics), en esta época el villano por antonomasia de esta colección era “Ming” (Una especie de recreación de Mao Zendong), la representación era la de una especie de vampiro amarillo que quería poseer el mundo a través de una sociedad sin clases.

El Capitan América y su compañero Bucky (Marvel) en esta época reciclaron su serie para bautizarla como “Captain America: Commie Smasher” o lo que es lo mismo “El Capitán América: El azote del Comunismo.” Donde sus personajes luchaban contra los tentáculos que harían desparecer los privilegios de clase de los ciudadanos del mundo. En esta etapa se pueden apreciar la creación de personajes que englobarían la galería de villanos del personaje a lo largo de la historia como los supersoldados soviéticos, Dinamo Carmesí o el Fantasma Rojo.

A partir de 1950 el género superheroico languideció en favor de otros como la ciencia ficción o el de Terror. Ejemplos de la propaganda realizada en la época serían Marvel Boy , (Medalion Publishing Group) cuyo personaje principal establecía una cruzada (con armas atómicas) contra rusos y chinos o haciendo una metáfora más implícita, los alienígenas del espacio exterior que venían a esclavizar al mundo siempre enarbolaban símbolos comunistas.

Menos sorprendente es el caso de los cómics de espías, que allá por la década de los cincuenta contaba con personajes que desarticulaban los planes del terror rojo, en estos cómics los protagonistas eran fieros defensores de la libertad encarnados en agentes del FBI o la CIA que liberaban al mundo del yugo soviético.

Cómics y propaganda: La Edad de Plata del cómic superheroico americano. La invasión de la propaganda anticomunista.

Iron Man representa asimismo una suerte de “playboy” capitalista (empresario de la mayor fábrica armamentística del mundo) que tiene sus versiones menos actualizadas detrás del Telón de acero.

El renacimiento del género superheroico allá para las décadas de los sesenta y setenta se convirtieron en un caldo de cultivo para la propaganda anticomunista, el individuo como representación del poder para ejecutar al mal era un canto de sirena para la sociedad individualista frente a una sociedad comunista. En esta época además Marvel Comics tuvo un cambio de táctica al situar a sus personajes en una geografía real, lo que otorgaba al público una referencia espacio-temporal en la lectura de los cómics.

En estos años se pretendía mostrar desde las páginas de los cómics una superioridad moral, política, económica y tecnológica por parte de los norteamericanos frente a la decadencia (física e intelectual) de los países comunistas. En estos años la caricatura de los mandos soviéticos y de los países comunistas era sin duda de un marcado carácter inferior, con rasgos físicos más parecidos a los de un neandertal, además de conferirles una superfuerza (para inducir al lector al yugo del dirigente comunista hacia el pueblo sometido) y poder enfrentarlos a los héroes de rasgos cuasi divinos norteamericanos.

Ejemplos de estos son la llegada del Fantasma Rojo (Marvel Comics) que quería recrear el experimento que confirió poderes a los 4 fantásticos con un ejército de supersimios, o como Ant Man (Marvel comics) en una aventura acudía a la RDA para descubrir como los soviéticos estaban creando un ejército de orangutanes superinteligentes para dominar al mundo y por supuesto el “héroe” revertía la situación hasta el punto de convertir a los soviéticos en primates y encerrarlos en jaulas.

Fue entonces cuando comenzaron a aparecer las caricaturas del “dictador latinoamericano” (en una clara referencia a Fidel Castro) causado por la crisis de los misiles, numerosos héroes norteamericanos tenían que liberar a los pueblos oprimidos del yugo comunista al que eran sometidos. En la serie “Tales of Suspense” (Marvel) la figura de Fidel Castro es sometida por un Iron man que ejercía de libertador para un pueblo que le aclamaba.

Frente a lo que ocurría en la realidad, con una superioridad tecnológica e intelectual por parte del mundo soviético, la historia en los cómics daba una vuelta de tuerca a este mundo afianzando la carrera espacial en la llegada de los norteamericanos al espacio (4 Fantásticos frente al Fantasma Rojo) o con la creación de la bomba Gamma y el intento de sabotaje del experimento dando como resultado la creación de Hulk (Marvel Comics). Iron Man representa asimismo una suerte de “playboy” capitalista (empresario de la mayor fábrica armamentística del mundo) que tiene sus versiones menos actualizadas detrás del Telón de acero, así en una aventura se enfrenta a una de esas versiones (Hombre de titanio) en una especie de “justa modernizada” retransmitida a nivel internacional donde queda clara la superioridad tecnológica de Estados Unidos frente a la Unión Soviética.

La espía soviética era caracterizada como una mujer de gran belleza que embaucaba con sus encantos a los ingenuos ciudadanos norteamericanos para poder conseguir información o dinero.

Otro reflejo característico de la edad de plata del cómic superheroico es el papel de la mujer como espía soviética. En este caso en contraste con su contrapartida masculina la espía era caracterizada como una mujer de gran belleza que embaucaba con sus encantos a los ingenuos ciudadanos norteamericanos para poder conseguir información o dinero usando todos los recursos que podían atender, es así como surgen las hermanas Romanova (Marvel Comics). Dos espías soviéticas que después de robar información y enfrentarse a los héroes norteamericanos durante casi una década entera se dan cuenta de los privilegios individuales del capitalismo y deciden abandonar la Unión Soviética (Con tentativas de asesinato por traición) y finalmente acaban apoyando a la “democracia occidental”.


Marvel contra el “fantasma rojo”.

Este último aspecto es de una fuerte influencia en los cómics de la época, la legitimidad y las bondades del capitalismo frente a la opresión y la tiranía del comunismo que hacía que numerosos ciudadanos (héroes o pueblo) de la Unión Soviética descubrieran su “lado bueno” y actuando de tránsfugas se enmarcaran en la aniquilación del Terror Rojo.

Hasta la caída del muro de Berlín este será el marco en el que se moverá la fantasía superheroica, pasando después el manto de villanos por antonomasia al mundo islámico, convirtiendo las mismas historias del pasado en historias del presente.

Militante comunista en Red Roja.

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