jueves, 9 de febrero de 2023

2023 un año complicado

 

2023 un año complicado


Por José Avilés

launiondelpueblo.es / Enero de 2023 - Edición 135- AÑO VI - Número 27- Gratuito



Scholz afirma que no se debe permitir un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN

Si tuviéramos que caracterizar el momento político que vivimos habría que decir que la situación política de España se encuentra enmarcada en una crisis estructural del sistema capitalista, y que este se expresa por el retroceso de EEUU frente al avance de China, una de cuyas consecuencias es la guerra de Ucrania.

 Esa guerra es un intento de EEUU de solucionar sus propias contradicciones internas, provocando una tercera guerra mundial de baja intensidad limitada al territorio de Ucrania con el objetivo de debilitar al aliado económico-político más importante de China que es Rusia. Una ofensiva estadounidense que no duda en sacrificar a sus aliados europeos (Alemania, Francia, Italia, Reino Unido etc.) para sostener una recomposición económica del capitalismo en EEUU). También es un segundo intento de controlar los inmensos recursos naturales de Rusia, por la vía de postrarla de rodillas; cosa que no pudieron hacer cuando la caída de la URSS, debido a la rápida reacción de la nueva élite capitalista Rusa que utilizó al Estado no ya para reimplantar el socialismo, sino para asegurar el dominio de una oligarquía que bascula entre un hibrido de economía de mercado y un capitalismo de Estado. En Rusia, incluso siendo un país capitalista, regido por normas capitalistas y con grandes diferencias de clases, los sectores estratégicos principales de la economía están bajo control estatal –que no siempre propiedad legal estatal-. Eso no nos debe extrañar, el capitalismo es perfectamente compatible con un potente sector publico; recordemos el INE durante el franquismo

De este intento de descargar la crisis de EEUU sobre la Europa capitalista se derivan las reservas en primer lugar de Alemania, y en segundo lugar de Francia de implicarse en la guerra de Ucrania con la contundencia que pide la OTAN. La contradicción principal del momento político que vivimos, la que condiciona la contradicción entre pueblos oprimidos-imperialismo, la que influye sobre la contradicción clase obrera-burguesía, y aún la de países socialistas y capitalistas, están condicionados por las contradicciones inter-capitalistas, y en concreto por el intento del imperialismo norteamericano en descomposición, en mantener un mundo unipolar. De ello que EEUU sea en estos momentos la potencia más agresiva y peligrosa para la paz mundial. En eso se diferencia el actual momento político de la situación de existente cuando la primera Guerra Mundial en la que varias potencias imperialistas se disputaban el reparto del mundo. Para nadie es un secreto que el destino de muchos de los países progresistas de América latina (incluido el de Cuba que proclama su voluntad de construir el socialismo) depende del triunfo de la victoria o derrota de EEUU en la Guerra de Ucrania. Pues no en balde la mayoría de estos países latinoamericanos tienen fuertes lazos políticos y económicos con Rusia y China, y que en cierta manera los sostienen con el fin de debilitar a su competidor: EEUU. La derrota de EEUU en la Guerra de Ucrania –por lo menos de momento favorece el avance de los pueblos contra el imperialismo. Por tanto identificar la actual guerra de Ucrania de una forma simplista equiparándola a una lucha entre imperialismos, similar a la I guerra Mundial, o a las comienzos de la II Guerra Mundial –como lo hacen algunos comunistas-, no conduce más que despistar al movimiento obrero, y a tirar piedras sobre el tejado de los pueblos que intentan liberarse del dominio norteamericano, especialmente los latinoamericanos (Venezuela, Colombia, Bolivia, Nicaragua, Cuba, y con menor intensidad México, Brasil, o Argentina).

Por otra parte, las consecuencias de la Guerra de Ucrania hacen que empeoren las condiciones de vida de la clase obrera europea que asiste asombrada a un descontrolado aumento de la inflación. Lo que está provocando una oleada de actos de protesta y movilizaciones en los países más cercanos y dependientes de las relaciones económicas con Rusia. Por tanto la contradicción clase obrera-burguesía en cada país también está influida por las contradicciones inter-capitalistas.

“Hay que echar al tigre, pero cerrar la puerta trasera para que no entre el lobo”

Todo apunta que nos vemos abocados a un largo periodo de fuerte agudización de la lucha de clases a nivel mundial, causada precisamente por la crisis del modelo capitalista inspirado en Occidente. Es pronto para vaticinar el camino que seguirá Rusia y China, países que aunque el uno proclame ideología capitalista y el otro declare su voluntad de construir el socialismo, su posicionamiento internacional se aproxima, y quizás también se asemeje la estructuración de clases interna. No obstante es obvio que hoy por hoy representan un importante contrapeso el enemigo principal que es el imperialismo norteamericano. Y en lo inmediato, al igual que se ven obligados a favorecer el avance de los pueblos por su liberación, pueden contribuir a crear un marco mundial que favorezca el socialismo en los países capitalistas. No obstante “hay que echar al tigre, pero cerrar la puerta trasera para que no entre el lobo”.

Las contradicciones inter-capitalistas en el Estado español El marco internacional no puede dejar de manifestarse en España. Aquí –a veces confusamente y no claramente deslindadas- también se expresan las dos propuestas ideológicas, políticas y económicas que atraviesa todo el mundo capitalista. Si por una parte hay un punto de coincidencia común en la persistencia del capitalismo, por la otra hay una discrepancia en cuanto al modelo ideológico a seguir para salvaguardarlo. Diferencias ideológicas –no muy definidas y no antagónicas-, que en ocasiones se traducen en desajustes de cómo tratar las cuestiones económicas. Por una parte asistimos al resurgimiento de una extrema derecha que intenta representar los sectores industriales de cada país, levantando la defensa ideológica de la patria en la dirección de conseguir un mejor posicionamiento en un mundo capitalista comúnmente aceptado. Esta corriente capitalista que tiene lazos comunes con el fascismo clásico intenta atraerse a clases medias fuertemente golpeadas por la crisis y siempre receptivas un discurso racista, y a las propuestas ideológicas más conservadoras y retrogradas (no al aborto, no a la inmigración, rechazo del feminismo, oposición frontal al movimiento LGTBI etc.). En algunos casos, como en Francia, defienden un confuso proteccionista social del Estado, limitado solo a los franceses. Eso no es nuevo, también lo hizo el fascismo italiano y el Nacional-socialismo de Alemania. El problema de su aplicación es que es incompatible con la dirección en la que camina el modo de producción capitalista –amenazado por a tendencia a la caída a tasa de beneficios empresariales-, y al que juran fidelidad los movimientos de extrema derecha y próxima al fascismo. El encuadramiento político en España de esta corriente de extrema derecha (participada por fascistas auténticos en sus cenáculos e intimidades), se localiza tanto en VOX, como en las corrientes más extremas del Partido Popular.

En España y en el mundo, el otro sector del capitalismo neoliberal adopta formas más sofisticadas. Por una parte no tiene escrúpulos en presentar a un régimen de clara orientación nazi, como un campeón de la democracia, aunque la represión que se aplica en Ucrania se ejerce contra toda la izquierda en general, incluidos los propios partidos socialdemócratas; y en eso coincide con el fascismo y la ultra-derecha clásica. Este sector del capitalismo neoliberal -que es quien en EEUU ha provocado la guerra de Ucrania- recibe el auxilio de toda la socialdemocracia internacional, que una vez dinamitada la capacidad de los estados nacionales para influir en su economía, han renunciado al proyecto keynesiano de conciliar las clases sociales dentro de la común aceptación del capitalismo. El PSOE –y el resto de sus partidos hermanos-, es directamente un partido de la alta burguesía, u oligarquía en la que predominan los criterios ideológicos capitalistas neoliberales, por mucho que en ocasiones se presenten como progresistas. Deslices que veces también se observan en el Partido Popular, que hora habla de ser de “centro”, y hora habla de ser de derecha clásica.

El papel de la socialdemocracia clásica ha sido ocupado por los herederos de una izquierda genérica de procedencia ideológica comunista que ha sido ya engullida e integrada en la lógica ideológica del capitalismo. El horizonte político de partidos políticos como PODEMOS, movimientos como IU, y hasta en partidos como el PCE (que mantiene una indefinición suficiente para permitir la coexistencia de una referencia teórica a la supresión del capitalismo, con un pragmatismo de estrechas miras limitado al acceso a las instituciones). Pero esta última corriente de origen genérico inicialmente anticapitalista, ha proporcionado al capitalismo neoliberal un importante auxilio ideológico que permite a una parte del gran capital presentarse como progresista al aceptar propuestas ideológicas complementarias, nacidas en ambientes alternativos al sistema. De esta forma el feminismo, ecologismo, el antirracismo, la ideología LGTBI, y el animalismo se han convertido en unas señas de identidad detrás de las que se esconden los antagonismo de clases y la explotación de unos seres humanos por otros, sirven para embellecer a la fracción capitalista que las hace suyas, les permite deslindar campos ideológicos con la otra fracción del capitalismo de ultraderecha y desvía la lucha de clases hacia el logro de unos objetivos y libertades que en absolutos ponen en cuestión el capitalismo.

Al final, al grito de libertad y democracia en general se alinean tanto los partidos llamados “de izquierda” que han renunciado a la supresión del capitalismo, como aquellos del gran capital que utilizan esa frontera ideológica para trazar una línea divisoria con los que marcan su terreno en la defensa de valores tradicionales. Lo que ocurre es que este aparente enfrentamiento entre sectores del capital queda difuminado cuando de intereses económicos o geoestratégicos se trata, como ha quedado demostrado en el apoyo al régimen pro-nazi en la Guerra de Ucrania. El demócrata Biden es quien ha provocado la masacre de ucranianos pare servir a los intereses de empresas militares y gasísticas de EEUU, y de paso debilitar la competencia de una Europa capitalista industrializada.

¿En ese contexto como se presentan la situación en España en los próximos meses?

Todo el mundo conoce y vive día a día la subida desenfrenada de los precios de artículos de primera necesidad que se oculta detrás de medias estadísticas para cestas de compra en la que se incluyen otros artículos de no tan de primera necesidad. Nadie ignora un paro oculto detrás de los contratos por horas y de fijos discontinuos (es decir a la carta del empresariado); que además no han expulsado el trabajo en negro. Todo el mundo sufre un deterioro y empeoramiento general de la Seguridad Social en el conjunto del Estado. Empeoramiento que en su disputa con el Partido Popular el PSOE quiere focalizar exclusivamente en la Comunidad de Madrid. Tampoco se puede ocultar el aumento incesante de las bolsas de pobreza, y hasta un organismo oficial como la Agencia tributaria se ve obligada a reconocer que 7,3 millones de trabajadores seis de cada diez pensionistas cobran menos de 1.000 euros mensuales, cuando, si dividimos el PIB por la población activa, resulta que el valor medio producido por cada trabajador asalariado es de casi seis mil euros por mes. No es necesario, seguir porque sería abusar de la redundancia en lo que todo el mundo sabe.

Pero no es esa realidad sobre España la que perciben os grandes buitres capitalistas que se reúnen Suiza anualmente con el nombre de Foro de Davos Allí la gestión de Pedro Sánchez al frente del “Gobierno más progresista de la historia”, ha recibido el siguiente elogio del moderador del acto, Børge Brende:. “Enhorabuena por los buenos resultados económicos” ha comenzado diciendo el que también fuera ministro de Asuntos Exteriores, Industria o Medioambiente de Noruega. Dicho individuo ha destacado en relación a España que “la transición que España está realizando, la reforma laboral y otras reformas económicas han llevado a uno de los crecimientos más fuertes de Europa”: “Sois el decimosexto mayor exportador del mundo. ¿Hay cosas en la agenda de reformas que puedan ser aplicables a otras naciones para que aprendan? Porque hay veces que oyes que las reformas pueden hacer que los países sean menos competitivos, pero lo que has mostrado con algunas de estas reformas es que llevan decir que eso de que figure más gente trabajado se debe a que ya no se considera parado a una persona que trabaja dos o tres horas por semana. Es decir, cuando los grandes saqueadores mundiales felicitan a nuestro Gobierno por “su buen hacer”, lo más prudente es echarse mano a la cartera.

Aquí lo que está en juego ahora es que equipo de gobierno elige la oligarquía española para que gestione sus intereses durante los próximos cuatro años.

Pues bien, en este contexto este año caminamos hacia unas elecciones generales, que tendrán un ensayo en mayo con la celebración de elecciones municipales y autonómicas en la mayoría de comunidades. Aquí lo que está en juego ahora es que equipo de gobierno elige la oligarquía española para que gestione sus intereses durante los próximos cuatro años, y como previamente se reparte el pastel a nivel autonómico y local. En esta subasta los dos principales pujantes son la derecha clásica del Partido Popular auxiliada en su flanco más extremo por el filo-fascismo de Vox, y el neoliberalismo del PSOE atemperado en su flanco izquierdo por las lamadas izquierdas transformadoras –cada vez menos transformadoras- : Compromís, IU, Mas País, PODEMOS, Los comunes etc.

Pero estos últimos tienen el problema de que la porción de la tarta que les corresponde no da para saciar a todos; lo cual representa un problema para el PSOE. Razón por la cual desde hace tiempo han puesto en marcha su operación Yolanda Díaz. Y es que durante meses no hay un solo día en que no la tengamos invitada a nuestra mesa en horarios de máxima audiencia televisiva.

Mientras tanto esta llamada “izquierda de la izquierda” se pelea a cara de perro por las migajas que le ofrece el PSOE. Veamos con detalle que está pasando.

No pasa desapercibido que la prensa capitalista en su totalidad, desde la más reaccionaria hasta la de perfil progre”, se ha inclinado para favorecer a Yolanda Díaz. Esta se ha convertido en una carta de Pedro Sánchez para embellecer por la izquierda sus políticas neoliberales, en coherencia con toda la socialdemocracia europea. La coincidencia entre ambos es cada día más perfecta.

Por su parte, Yolanda Díaz no ha dejado de dinamitar con sus declaraciones -pero nunca con los hechos-, a un Podemos, que aunque incrustado en el sistema todavía cree que se puede dar un giro de timón a la izquierda.

La reforma laboral, presentada por los medios de comunicación como un triunfo personal de Yolanda Díaz la verdad es que de –grado o por la fuerza-, cedió a las propuestas de la CEOE, siguiendo obedientemente a una social-liberal confesa como es Nadia Calviño. No es extraño que patronal se felicitara de esta negociación, y que las direcciones de CCOO y UGT reclutadas desde hace años para servir a una paz social que siempre se ha traducido en empeoramiento de las condiciones de vida y trabajo, también aplaudieran la “gestión” y capacidad de dialogo de Yolanda Díaz. El peor aval que tiene Yolanda Díaz a su favor es el apoyo de las direcciones de CCOO y UGT, que desde la transición, ada vez que hablan sube el pan.

Con la guerra de Ucrania, ocurrió otro tanto de lo mismo: Yolanda Díaz apoyó claramente a Zelenski, para bochorno -un tanto escenificado-, de sus mismos compañeros de Podemos. Tanto Yolanda Díaz, omo Alberto Garzón se pusieron objetivamente a las órdenes de la OTAN.

Que la campaña mediática a favor de Yolanda Díaz es muy descarada es evidente. A su favor se apuntan todos aquellos que temen un estallido social, tanto se digan de izquierda como la derecha.

Yolanda Díaz ha hecho meritos par ser la candidata preferida por la patronal y los sectores neoliberales para encabezar una nueva “confluencia” de los partidos que situándose a la izquierda del PSOE se prestan gustosamente a servirle de muleta. Y esto no es por casualidad, el temor a un Podemos arraigado en la movilización todavía persiste en sectores de la derecha y en la parte más neoliberal del PSOE. Muchos creen de verdad que Podemos fue la consolidación política de la rabiosa protesta social que se dio en España desde 2011 al 2015, cuando en el fondo fue un exitoso intento de evitar que esa protesta social se desbordara fuera de los cauces institucionales. Recordemos que aquellos años Pablo Iglesias era invitado todos los días a nuestra sobremesa al igual que ahora lo es Yolanda Díaz.

Pero es que ni la misma propuesta de Podemos, ni del conjunto de Unidas-Podemos, sobrepasan las intenciones de reformar de la reforma del capitalismo, con la esperanza de conducirnos a la etapa dorada de la socialdemocracia (años 1950-1980).

La presencia durante tres años de Unidas Podemos en el Gobierno no ha servido ni siquiera para una reforma del capitalismo en sentido progresista

Ahora, estos dos partidos –al igual que el proyecto, entre comillas unitario de Sumar de Yolanda Díazse encuentran infectados por la pelea interna de la izquierda de la izquierda del PSOE para hacerse un hueco en su papel de muletilla. La verdad es que todos han hecho méritos suficientes para acreditarse como instrumentos útiles para que todo siga igual. Y eso a pesar de una bien orquestada y persistente campaña mediática para dar la impresión de que “algo se mueve” Pero a pesar del desfile de personajes, ministros y ministrillos anunciado esta o aquella llamativa reforma que beneficiará a tantos miles de personas, lo cierto es que nada de eso ha servido para arrancar conquistas concretas...

Podemos inicio su andadura declarando que el marxismo era una teoría superada y que ellos estaban llamados a enterrar la vieja cultura de los partidos. Así se promovió un ejército de arribistas pequeñoburgueses que no tardaron en despedazarse entre ellos para acomodarse al calor de las instituciones a la vez que se enterraba el hábito de la movilización y la presión de la calle. A partir de entonces –siguiendo los planes de Errejón- los encuentros se limitaron a promocionar a Podemos más que a la reivindicación de demandas sociales, laborales o políticas.

Si hacemos un rápido repaso de Podemos por el Go bierno, vemos que la Ley Mordaza sigue en vigor, y que se calla en lo que respecta a la actuación del ministro reprimiendo inmigrantes en Melilla o a las trabajadores del metal en Cádiz. Unidas Podemos dio la espalda a una ley sobre los alquileres promovidas por la Plataforma de afectados por las Hipotecas el Sindicato de Inquilinos y se conformaron con las promesas del PSOE... En el fondo Podemos ha encargado a Yolanda Díaz que gestionara estos incumplimientos de los acuerdos firmados con el PSOE. La reforma de las pensiones, defendida con uñas y dientes por Yolanda Díaz, ha puesto en pie de Guerra a los pensionistas. El Ingreso Mínimo Vital es un fracaso aplastado por la burocracia que no ha llegado ni al 20% de las personas previstas; pero se sigue presentando como gran avance social del gobierno “progresista” y en particular como un éxito de Podemos. De la “extraordinaria” reforma laboral que ha negociado Yolanda Díaz, ya hemos hablado.

Unidas Podemos no se cansa de repetir de que gra ias a su presencia en el Gobierno se ha conseguido aprobar la Lay si es si, -que ha sido una iniciativa de lrene Montero-ha sido tan burda que al final ha servido a la ultraderecha de Vox y sus seguidores dentro del PP para ganar posiciones.

Las consecuencias de la pandemia del Covid y en especial en lo que afecta a la atención primaria ha terminado favoreciendo a la sanidad privada. El gobierno respaldado por Unidas-Podemos, Mas País y compañía tiran balones fuera y dice que eso es un problema de las autonomías. En una situación sanitaria tan grave como la que vivimos la obligación de un Gobierno del pueblo seria intervenir directamente. ¿Era más importante auxiliar a la banca que a una población que sufre en sus carnes ausencia de médicos y largas listas de espera? ¿Quién puede afirmar que los criterios neoliberales de favorecer a la sanidad privada y favorecer a los grandes oligopolios farmacéuticos no se están aplicando?

Lo mismo ocurre con la educación. Si el ejecutivo quisiera podría poner coto al avance imparable de la enseñanza privada, tomaría medidas en ese sentido Pero eso sería enfrentarse directamente con la Iglesia, cosa que no está dispuesto a hacer.

Incluso con escenificadas, y más bien breves y rabietas, Unidas Podemos y todo el entorno parlamentario de la izquierda a la izquierda del PSOE ha terminando dando el visto bueno al aumento del presupuesto militar tal y como lo pedía la OTAN, y colaborando para presentar como un hecho menor el apoyo del Gobierno al régimen fascista de Ucrania, y a la traición al pueblo saharaui. Hay que decir que en esas rabietas de dirigentes de Podemos, Yolanda Díaz no ha participado, sino que directamente se ha posicionado públicamente a favor de las tesis del PSOE. Lo mismo ha hecho cuando de educción y sanidad se trata.

Pues bien, con los ojos puestos en las próximas elecciones generales, estos mismos fracasados en sus ilusiones reformistas del capitalismo quieren repetir la experiencia de un nuevo gobierno de coalición. Parece que no es cierto eso de que “el perro escaldado del agua huye” Que el PSOE pretenda reproducir un Gobierno de coalición tiene su lógica, porque todos los ministros han bailado al son de la música que toca Pedro Sánchez. Pero ¿Cuál es la causa que quieran reproducirlo aquellos que solo han hecho de teloneros? Pues no puede tener otra explicación que intentar asegurar trabajo durante cuatro años al conjunto de arribistas pequeño-burgueses que bajo el nombre de asesores y cargos de confianza se rodean los ministros y consejeros.

Izquierda Unida, Los comunes de Ada Colau, Compromís y hasta Podemos, incluido Pablo Iglesias –pese a las tensiones- están de acuerdo en aceptar el liderazgo de Yolanda Díaz para las elecciones generales; la pelea que tienen entre ellos es de momento secundaria y centrada en que entre el omento presente y la celebración de las generales hay que pasar el escollo de las elecciones locales y autonómicas, y en las que no en todos los lugares concurren juntos. Pero todos quieren aprovechar el tirón mediático que el PSOE de está facilitando a Yolanda Díaz, para que haga campaña a su favor en estos primeros comicios.

APRENDER DE NUESTROS PROPIOS ERRORES.

Los revolucionarios generalmente analizamos bien e identificamos las fallas del sistema, pero con frecuencia nos equivocamos en relación del camino a seguir. Desde hace años venimos practicando la táctica de unir todo lo unible contra el enemigo principal. Y hemos utilizado tanto la propuesta de un frente común republicano contra la Constitución del 78, como en ocasiones pedir el voto para PODEMOS o Unidas-Podemos. Eso sí, plasmando en el papel la importancia de tomar la calle, o volver a tomar la calle.

¡Pero eso ha sido solo en el papel Conscientes de nuestra propia debilidad, y ante la necesidad de favorecer un ambiente social de protesta y de ruptura con el régimen hemos hecho esfuerzos por arrastrar a esa izquierda institucional a la izquierda del PSOE a romper con el régimen. Nos hemos felicitado y considerado un éxito conseguir el apoyo testimonial –que no real- a cada una de las iniciativas de ruptura con el Régimen, de PODEMOS, Izquierda Unida, Mas País, Compromís, los Comunes etc. Y ello ignorando que tras un corto periodo de tambaleo la monarquía ha conseguido, que la república no esté en el orden del día. De ello que los partidos parlamentarios declarados republicanos se hayan recluido en la defensa de una Constitución democrático-burguesa. Al grito de ¡viva la República!, todos los partidos parlamentarios de izquierda se han apresurado a apuntalar la Constitución monárquica.

Su aparición en algún manifiesto republicano, o que siquiera sugería una ruptura con la monarquía siempre ha sido un acto simbólico destinado a no perder clientela electoral por su flanco izquierdo. ¿Cuál ha sido la implicación real de PODEMOS en la consulta monarquía o república del 14 de mayo, pese a que figuraba como uno de sus promotores?: ninguna.

Ahora tenemos ante nosotros un año de crisis capitalista, y el correspondiente empeoramiento de las condiciones de vida y trabajo, pero el sistema hará todo lo posible para que la atención de la gente se encauce hacia vacíos concursos electorales, como si de una competición deportiva se tratara. Y en el mejor de los casos, a que se vincule, muy confusamente, la solución de problemas reales al éxito de esta o aquella propuesta política.

Es cierto que la receptividad política se acentúa en momentos electorales. ¿Pero que podemos ofrecer los revolucionarios como propuesta a corto plazo, cuando al día de hoy apenas hay movilización ni presión social frente a la crisis económica y los partidos reformistas se centrarán en sus batallas para posicionarse en el espectro parlamentario?

Pues no nos queda más remedio que fortalecer nuestras propias organizaciones para intentar que los próximos intentos de unir todo lo unible contra el enemigo principal, los próximos intentos de construir unidades republicanas de ruptura con la monarquía oligárquica, podamos hacerlo desde una posición de fuerza.

Eso significa que dada la situación del momento, cualquier movimiento –y concretamente durante las próximas elecciones- debe ir destinado a fortalecer y hacer propaganda de las alternativas revolucionarios en los momentos de mayor receptividad política, y desechar cualquier fórmula de apoyo a esa izquierda parlamentaria a la izquierda del PSOE que ya ha demostrado que es lo que sabe hacer.

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Morir matando: Estados Unidos y su destino manifiesto

 

Morir matando: Estados Unidos y su destino manifiesto

 

DIARIO OCTUBRE / febrero 9, 2023

 


Marcos Roitman Rosenmann*.— El miedo a desaparecer como potencia hegemónica despierta el instinto de supervivencia. Estados Unidos ha entrado en una peligrosa deriva, cuyo final pone en riesgo el futuro de la humanidad. Si el holocausto nuclear se atisba en el horizonte no es casual. La razón cultural de Occidente enfrenta su peor pesadilla: estar atrapada en una guerra donde no visualiza la salida. Vivimos el fin de una etapa histórica, con muchos claroscuros. Genocidios, holocaustos, etnocidios, deterioro generalizado del ambiente, calentamiento global y la tozudez de Estados Unidos maniatando a la Unión Europea a sus planes. Mucha testosterona y poca cabeza. No importa quién sea el inquilino de la Casa Blanca, en política exterior, actúan al unísono republicanos y demócratas. Con argumentos pedestres, pero eficaces, fundamentan su belicismo. Ellos, señalan, han sido destinados por la Providencia como adalides de la paz mundial. No son beligerantes, pero en caso de sufrir un ataque, responderán con todo su poderío y arsenal nuclear, si fuese necesario. El modo de vida americano debe ser preservado, amén de proteger al planeta del comunismo e ideologías disolventes que atentan contra la familia y niegan a Dios. Quien fue presidente de la Universidad de Yale entre 1795 y 1819, Timothy Dwight IV, escribió: Por los enormes ámbitos de la tierra se extenderá tu gloria. Y naciones salvajes ante tu cetro se inclinarán. En torno de playas heladas navegarán tus hijos. O extenderán tu estandarte en los ámbitos de Asia.

 

Su política expansionista les precede. Desde la anexión de Texas y la guerra con México, pasando por el hundimiento del Maine en Cuba (1898), siguiendo por el falso incidente de Tonkín en 1964 para justificar su imbricación en la guerra de Vietnam, hasta la segunda Guerra del Golfo, en 2003, so pretexto de la producción iraquí de armas químicas de destrucción masiva, han actuado como verdaderos conquistadores. En América Latina no le han faltado excusas para enviar marines y bombardear a la población civil. Baste citar la invasión a República Dominicana (1965), Granada (1983) o Panamá (1989). Asimismo, fue el lanzamiento, en 1945, de dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki lo que terminó por darle la hegemonía mundial. Europa cedió a la naciente potencia nuclear la supremacía y el control de las decisiones a escala internacional. Su protagonismo ha seguido decayendo. Europa se ha trasformado en un defensor a ultranza de los intereses de Estados Unidos en el mundo. Baste ver cómo actúa en Naciones Unidas.

En la batalla por el control mundial del bloque occidental, Estados Unidos está dispuesto a provocar un tsunami político. Los síntomas son visibles. Fomentan conflictos y destruyen estados hasta llevarlos a la inocuidad. Igualmente, so pretexto de combatir el narcotráfico, lo alientan. Nada los detiene. En el ocaso de su hegemonía, patrocinan cárteles del crimen organizado bajo la protección de la DEA. Y, apoyándose en la CIA, urden y promueven golpes de Estado. Siembran muerte. Estados Unidos ve disminuir su poder donde antes no tenía oposición. Sus reveses y la crisis interna a la cual debe hacer frente confirman su frágil dominio. En esta coyuntura, China se encumbra como la primera potencia mundial en inteligencia artificial, producción de minerales raros, placas solares, baterías de litio, microchips, conductores y nanotecnología. Además de pasar a ser un inversor que lentamente desplaza a Estados Unidos en América Latina y África. La reciente declaración de Lula realizando una propuesta de paz en la cual esté presente China y rechazando el envío de armas a Kiev es un portazo a las pretensiones de Biden de incorporar a la región a su política belicista. Sin despreciar, las palabras del presidente brasileño, responsabilizando tanto a Zelensky, la Unión Europea y la Casa Blanca de ser instigadores de la guerra, en la misma proporción que Putin.

Occidente se retuerce. La declaración de la OTAN, firmada en Madrid el 29 de junio de 2022, incluyendo a la República Popular China como un peligro para la seguridad mundial, no sólo es un dislate, muestra el miedo de Estados Unidos a perder su hegemonía. Occidente se quita la careta. El llamado a proporcionar tanques y mercenarios para combatir en Ucrania se suma a los miles de millones de dólares entregados a Zelensky, no nos engañemos, indican debilidad.

Por último, el derribo de un globo meteorológico, propiedad china, que al pairo penetró en el espacio aéreo estadunidense, agrega más leña al fuego. La administración Biden travistió el globo en sonda espía y así lo hace saber a la opinión pública. Son las escaramuzas que avivan las llamas de una tercera guerra mundial. Pregunto: ¿no hubiese sido mejor recuperarlo y mostrar al mundo el carácter militar del globo? ¿Nadie pensó en ello? Otra vez, la cantinela: estamos siendo sido atacados, China debe pagar el agravio. Pero China no es Al Qaeda, talibanes que atacan las Torres Gemelas. Elevar a China al estatus de enemigo nos acerca al holocausto. Alguien debe recordárselo e impedir una tercera guerra mundial, de ello depende la sobrevivencia de nuestra especie. Pero, tal vez, Estados Unidos no contempla la paz como una alternativa viable. Prefiere morir matando. Así, todos a la tumba.

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*Chileno-español, sociólogo y escritor

FUENTE: correodelalba.org

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Sergei Lavrov (Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia): 7 minutos de máster de una entrevista magistral

 

Sergei Lavrov (Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia): 7 minutos de máster de una entrevista magistral

 

 

INSURGENTE.ORG / 8 febrero 2023

 


 Lavrov mantiene que la guerra es impulsada por EEUU para mantener su hegemonía y que para ello hay que destruir a Rusia pasando por hundir a Europa. También habla de las provocaciones a China. Pero afirma que Rusia tiene todo lo que tiene que tener para impedirlo. Igualmente, habla de la necesidad occidental de promover el neonazismo con especial interés de que sea a las puertas de Rusia, intentando repetir la historia.

Reproductor de vídeo

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§  Extracto de una entrevista de RT

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Francia, 11 y 16 de febrero: Continúan las movilizaciones contra la reforma de las pensiones

 


Francia, 11 y 16 de febrero: Continúan las movilizaciones contra la reforma de las pensiones


Publicado el 9 de febrero de 2023 / Por Redacción Kaosenlared

 

Los sindicatos franceses han anunciado este miércoles la convocatoria de una nueva jornada de huelgas y manifestaciones contra el proyecto del Gobierno de Emmanuel Macron de retrasar la edad de jubilación para el próximo 16 de febrero. Esta jornada de protestas será la cuarta desde que inició el año.  Además, el próximo sábado 11 de febrero tendrá lugar otra movilización contra el Ejecutivo en forma de manifestaciones en las principales ciudades francesas.

De esta forma, los ocho principales sindicatos del país pretenden mostrar que el movimiento de protesta no pierde fuerza. Así, las movilizaciones continúan la senda que iniciaron desde que la reforma de las pensiones emprendió su andadura parlamentaria el pasado lunes.

El Gobierno pretende convencer a los partidos conservadores para obtener la mayoría. Tanto la izquierda como la extrema derecha, sin embargo, se oponen de forma frontal a la reforma.

Las encuestas continúan mostrando que la mayoría de los franceses (un 71%) desaprueba el plan de Macron de elevar la edad de jubilación a 64 años y aumentar la cantidad de años que las personas deben hacer contribuciones para una pensión completa. La edad de jubilación actual de 62 años es la más baja de cualquier economía europea importante.

Los sindicatos pretenden mantener la presión en las calles con las nuevas jornadas de huelgas y manifestaciones. La primera de ellas, el 19 de enero,  reunió a más de dos millones de personas, según los datos de los convocantes y 12 días más tarde fueron 2,8 millones de manifestantes.  Y este martes una nueva jornada de movilización se habría aproximado a los dos millones.


Si el Ejecutivo no retira su proyecto para retrasar la jubilación mínima de 
62 a los 64 años la edad, esperan seguir con las protestas. El trámite de la reforma en la Cámara Baja en esta primera fase puede prolongarse hasta el día 17 de febrero. No obstante, su andadura parlamentaria continuará en el Senado y se calcula que el trámite durará unos dos meses hasta su aprobación definitiva.

 

Casa Farfara. Agricultura emocional desde la Alpujarra almeriense. [Andalucía, España]

 

Casa Farfara. Agricultura emocional desde la Alpujarra almeriense

 

Antonia Bonet Álvarez y Matías Ruiz Antequera.

Elportaldeandalucia.org

31 enero 2023

 


Casa Farfara es un proyecto de agricultura emocional que ponemos en valor los pilares básicos dónde se sostiene la agroecología: el mejoramiento de la calidad del suelo, incluyendo la diversidad de organismos que viven en él, y el manejo del hábitat mediante la diversificación temporal y espacial de la vegetación, que fomenta la biodiversidad, especialmente la de los insectos beneficiosos.

Las semillas como principio de la vida es nuestro primer objetivo. Empezamos a buscar semillas naturales libres y arraigadas en el territorio. Tarea complicada y difícil teniendo en cuenta que más del setenta por ciento de las semillas del mundo están en manos de cuatro multinacionales. Nosotras a día de hoy contamos con más de sesenta especies y unas trescientas variedades, “auténtica libertad”.

Otra pieza clave son los insumos. La dependencia de los químicos (nitratos y venenos), también en manos de las mismas multinacionales, hacen de los agricultores esclavos del modelo agroindustrial. Nosotras pusimos en marcha un manejo permacultural de la zona cultivo, manejo holístico de rumiantes, preparación de tés y biofertilizantes con recursos de la propia finca, caminando con la idea de bosque comestible y siempre con cubierta vegetal permanente. De esta manera se multiplica la biodiversidad, evitamos plagas y conseguimos algo indispensable; hacer de las zonas de cultivo auténticos sumideros de carbono (a más carbono, más fertilidad). De paso contribuimos de forma eficaz a reducir los gases de efecto invernadero. Por tanto, nuestra huella de carbono es baja, bajo cero.

Al hablar de comercialización surgió un problema. El mercado no comercializa los productos de semillas locales. ¿Y ahora qué? Contactamos con la Cooperativa Integral Granadina, nos pusimos manos a la obra, generando y colaborando con la puesta en marcha de grupos de consumo y tiendas de consumo responsable. Y en esas estamos, esta es una tarea que tratándose de lo social está siempre viva, y hay que cuidar con esmero. Ponemos en valor los canales cortos de comercialización con las ventajas que tiene como modelo de soberanía alimentaria.

¿De dónde venimos? Nacemos como proyecto en el corazón de la bestia de plástico (poniente de Almería) buscando una alternativa viable desde el campesinado. Nuestro comienzo se hace desde la agroindustria. Eso supuso ser esclavos de un eslabón de la cadena alimentaria. Rompimos con esa cadena para dejar de ser un eslabón más en el funcionamiento de ese sistema.

Con la crisis del 2007 fuimos víctimas de una ejecución hipotecaria por parte de Unicaja. Esto nos llevó a participar muy activamente en las plataformas de Stop Desahucios, para que desde el colectivo salvar nuestra vivienda y nuestra zona de trabajo (la finca).

Sin dinero, y muy activamente en la calle luchando por lo social contra una banca asesina, teníamos que financiar el proyecto. Y como hay un refrán que dice que cuando se cierra una puerta se abre una ventana, ahí apareció COOP57, a través de un compañero del SAT. Presentamos el proyecto, pasó por la comisión social, y después de intensos debates por mi característica de autónomo, pasé a ser entidad socia de COOP57 y poder poner el proyecto en marcha.

Hay algo en lo que quiero hacer hincapié. Cuando todo estaba listo, la finca en marcha, las redes de grupos de consumo funcionando, la ilusión por las nubes, una tormenta hundió el invernadero y destrozó la cosecha en diez minutos. La comprensión por parte de todas las partes implicadas fue indispensable para hoy poder escribir estas letras. Quiero dar las gracias a la COOP57 por su paciencia y comprensión en todo el proceso de restauración (casi tres años), a los grupos de consumo y tiendas de consumo responsable por dar prioridad a los productos nuestros aunque algunos estaban dañados, a las amigas que ayudaron con trabajo a recuperar lo caído, gracias.

En el 2018 trasladamos el proyecto a Almócita, en la Alpujarra almeriense, con el objetivo de estar en un entorno mucho más amable y participar de algo tan bonito como es el proyecto Almócita en Transición, y a la vez contribuir al desarrollo rural desde la mirada de la soberanía alimentaria y la agroecología.

Siendo zona de montaña, en un parque natural, es todo un reto aplicar nuestro manejo de cultivo por la altitud y por la climatología; los tiempos en suelos vivos son de respuesta calma. Pese a ello, lo estamos consiguiendo, tener producción todo el ciclo; despacio, como la madre tierra.

En Almócita hemos diversificado incluyendo la pedagogía a través de talleres y cursos de formación. Para el albergue del alumnado contamos con una casita rural que restauramos en las cuadras de nuestra vivienda y aquí está COOP57 esta vez acompañada de FONREDESS, echando una mano para terminar las obras. Turismo consciente, soberanía alimentaria, agroecología, todo dentro de la mirada de la agricultura emocional. Gracias.

Autoría: Antonia Bonet Álvarez y Matías Ruiz Antequera. Casa Farfara.

 

Amor y anticapitalismo

 

Defender la familia, ¿es de izquierdas o de derechas? ¿O tal vez es de ambos? La Teoría de Género ¿es de izquierdas o de derechas? ¿Cómo incide en la estructura social contemporánea la liberalización de las prácticas sexuales? Preguntas sobre las que tan vez convendría repensar.


Amor y anticapitalismo


Diego Fusaro

El Viejo Topo

9 febrero, 2023 

 


Diego Fusaro visitó España para presentar su libro “El nuevo orden erórico. Elogio del amor y de la familia”. Vidal Arranz le hizo para Vozpópuli la entrevista que reproducimos aquí.


El filósofo italiano Diego Fusaro había dado ya muchas muestras de ser un pensador a contracorriente dentro de la izquierda, pero podría decirse que su nuevo libroEl nuevo orden erótico (El Viejo Topo), es su afirmación de disidencia más formidable. Fusaro no sólo describe las claves de ‘desregulación’ sentimental y afectiva que marcan a nuestra sociedad desde los años sesenta, sino que las interpreta como un ‘neoliberalismo de las costumbres’ que sirve a los intereses de la fase actual capitalista. Y, desde ahí, arremete contra la izquierda dominante, la izquierda fucsia, por ser la avanzadilla ideológica de este movimiento y cómplice de los procesos de destrucción social que provoca. En lo que Fusaro se revela marxista ortodoxo es en su convicción de que tales problemas sólo se resolverán con la destrucción del capitalismo –no concibe la posibilidad de nuevas modulaciones– aunque vuelve a resultar provocador cuando alienta a superar el marco de la división izquierda/derecha en busca de nuevas formas de pensar los conflictos en los que estamos inmersos. Hace unos días visitó España para presentar su ensayo, que, con toda seguridad, dará mucho que hablar.

Pregunta: Su libro es original por muchos motivos. El primero de ellos: siendo usted marxista, se desmarca de forma radical de lo que es el discurso dominante en la izquierda sobre sexualidad, identidad y afectividad. ¿Cómo llegó a esa posición personal?

Respuesta: No creo que sea una posición personal, porque si lo fuera sería poco interesante. Creo que es una posición filosófica basada en fundamentos sólidos. La paradoja de la izquierda fucsia y neoliberal de hoy radica en el hecho de que ha aceptado plenamente el mercado y el clasismo que lo acompaña, y también las consecuencias dañinas del mercado. Aceptó la desregulación económica y la desregulación antropológica, la precariedad laboral y el precariado sentimental.

P: ¿Qué es el nuevo orden erótico al que se refiere su libro?

R: El nuevo orden erótico no es más que liberalismo aplicado a la esfera sentimental, la fluidificación y precarización del amor acorde con la fase flexible de acumulación capitalista. Si la izquierda deja de interesarse por Marx, hay que dejar de interesarse por la izquierda y seguir con Marx.

P: Usted denomina, provocadoramente, neolibertinaje al discurso de la izquierda actual, y lo considera de naturaleza neoliberal e individualista.

R: La izquierda fucsia y neoliberal representa la traición completa a Marx y a Gramsci, así como a la clase obrera. Comparte la perspectiva neoliberal, según la cual la sociedad es una serie de átomos que deben realizarse de acuerdo con sus caprichos individuales. En el terreno de los sentimientos, esto se desarrolla como un nuevo orden erótico de soledades que buscan el goce usando al otro como herramienta. El libertino utiliza al otro para disfrutar sin límites y ve en la familia al enemigo principal porque la familia regula el amor. De un modo análogo a como el liberal usa al otro para obtener ganancias ilimitadas y ve al estado como el principal enemigo porque el estado regula la economía.

P: La segunda sorpresa, no menos radical, es su defensa del amor desinteresado y comprometido.

R: El amor es una fuerza revolucionaria y podríamos decir que anticapitalista por definición. Amar significa querer la plenitud del ser del otro, sin compensación, sin interés egoísta, sin interés personal. Volo ut sis, quiero que seas: ésta es la fórmula del amor según Agustín de Hipona. En el amor de una madre por un hijo, o de un padre por una madre, hay un amor desinteresado que vuelca la lógica mercantil que hoy pretende ser la única válida en todos los ámbitos. El turbocapitalismo sin fronteras reduce la sociedad a un mercado global: no acepta padres y madres, ciudadanos y ciudadanas, quiere ver siempre, y en todas partes, consumidores desarraigados que se relacionan entre sí según la lógica del do ut des, doy para que des, del mercado.

P: El amor ha sido visto siempre, y todavía hoy, como lo único que puede salvarnos de la tragedia de vivir, pero ahora está también bajo sospecha.

R: El amor es una fuerza vivificante, porque nos permite completarnos gracias al otro, alcanzar una plenitud para ser superiores a través de la síntesis dual con el ser amado. Entre otras cosas, también nos muestra cómo la antropología neoliberal es falsa: el amor revela cuán incompletos somos en nuestra individualidad pues para realizarnos necesitamos una relación vital con el otro. Es por eso que hoy el capital no quiere amor, sino solo disfrute, que es más bien una forma de individualismo egoísta.

P: Es especialmente lúcida su idea de que el amor ha sido reducido al placer, al plusgoce, y con ello se ha convertido en mercancía.

R: Por supuesto, el amor tiene que ver con el disfrute, pero no se reduce al disfrute. La sociedad neoliberal separa totalmente el amor del goce y sólo permite que sobreviva el segundo. ‘Debes gozar’, el imperativo del Marqués de Sade, se convierte en el imperativo categórico de la civilización neoliberal. El amor es incompatible con el capital, mientras que el goce lo expresa plenamente. El goce y el consumismo se influyen dialécticamente: el libertino y Don Juan son consumidores eróticos, que ven al otro solo como un instrumento y que siempre buscan nuevos placeres según la lógica que Hegel habría llamado el «infinito del mal».

P: Otra sorpresa es su apología del matrimonio como institución sólida a defender, en tiempos de promoción del poliamor.

R: En Italia y en Francia en los años 30, 40 y 50 del siglo XX había carteles del Partido Comunista que decían «vota comunista, defiende a la familia». Después de todo, el proletariado era la clase basada en la descendencia. Hoy la izquierda neoliberal fucsia, complementaria de la derecha neoliberal azulada, se opone al matrimonio al igual que se opone al Estado, viendo en ambos límites con respecto a la desregulación económica y antropológica propia del capital.

P: ¿Y por qué es importante defender el matrimonio?

R: El matrimonio representa el corazón de la vida familiar ética, el amor que se transforma en un proyecto estable y que, al engendrar hijos, se estructura en una nueva vida. El hecho de que la izquierda se ría del matrimonio revela la pequeñez de la propia izquierda, que se ha convertido en un baluarte del nihilismo relativista de la civilización del capital y se ha convertido aún más en el tonto útil de los jefes sin fronteras. Todo lo que quieren los amos de la derecha del dinero, los tontos útiles de la izquierda fucsia lo defienden.

P: ¿Por qué querría la derecha del dinero debilitar a la familia?

R: La derecha del dinero quiere individuos sin familia, es decir, sin ataduras éticas, y la izquierda fucsia de las costumbres dice que la familia es homofóbica y represiva y que debe ser superada. Pero es que la derecha del dinero quiere la economía sin la soberanía democrática del Estado, y la izquierda fucsia dice que debemos vencer al Estado porque es naturalmente fascista. Y así hasta el infinito.

La izquierda se convierte en la avanzadilla ideológica de la justificación del capital y, por lo tanto, de la derecha del dinero. Incluso en la discusión sobre el matrimonio. Hoy el Cuarto Estado se vuelve revolucionario en el matrimonio, es decir, resistiendo la lógica del capital. Da risa, pero al mismo tiempo pena, ver a jóvenes precarios y explotados que nunca podrán formar una familia y que salen a las calles a manifestarse contra la familia, revelando así su total subordinación al proyecto capitalista.

P: No sé si esta defensa del matrimonio no entra en conflicto con el libro de Engels sobre el origen de la propiedad privada y la familia, que es una de las fuentes de la ideología sexual dominante.

R: Mi libro ciertamente entra en conflicto con Engels, pero mi interpretación de Marx a menudo entra en conflicto con Engels. Como traté de mostrar en mi libro «Marx otra vez», también traducido al español, Marx y Engels no son gemelos monocigóticos. Y, de hecho, voy tan lejos como para decir que Engels es para Marx lo que San Pablo es para Cristo. Engels es ciertamente un gran pensador, pero no idéntico a Marx. También sobre el tema de la familia, en mi opinión, Engels dice cosas interesantes, pero no compartibles y que no se pueden extender a Marx.

P: Deduzco que no considera que la izquierda dominante actual sea la verdadera izquierda.

R: Por supuesto que no. La verdadera izquierda era la de la hoz roja y el martillo de Marx, Gramsci y Lenin. Me identifico con aquello porque se basaba en la lucha por la emancipación de la sociedad y contra el imperialismo. La nueva izquierda, la izquierda simplemente representa la evaporación de la izquierda hacia el neoliberalismo.

Esta es la razón por la cual la izquierda no puede ser la solución hoy, sino que es una parte integral del problema. Hoy no se trata de refundar la izquierda, se trata de ir más allá de la derecha y la izquierda para fundar una nueva geografía de la política y un nuevo proyecto de emancipación socialista que lleve adelante el discurso de Marx y Gramsci en el contexto cambiante de la globalización neoliberal. Derecha e izquierda son hoy sólo los mayordomos del capital. Hoy en España el mayordomo lleva delantal fucsia, mientras en Italia es azul. Pero absolutamente nada cambia para los de abajo, es decir, para las clases trabajadoras y las clases medias. Por eso necesitamos fundar una política de abajo y para abajo, para el pueblo y los trabajadores.

Desde los años sesenta, el turbocapitalismo tiene como objetivo superar tanto a la familia como al estado nacional soberano para producir un modelo anarquista.

P: La izquierda realmente existente interpreta ese neolibertinaje como la máxima expresión de la libertad, y como una conquista. Usted lo ve como una trampa y un problema.

R: El neolibertinismo, que es el neoliberalismo aplicado a la erótica, no representa la libertad sino el triunfo del capricho individualista del consumo: el capricho individual es la forma más baja de libertad, como ya dijo Hegel. La verdadera libertad se da en una sociedad de individuos igualmente libres que se relacionan en solidaridad y comunidad. La monadología neoliberal defendida tanto por la derecha como por la izquierda nos presenta en cambio un agregado de átomos que se relacionan entre sí de acuerdo con la lógica del beneficio económico y erótico. Como nos enseña la historia de Don Juan estudiada por Kierkegaard, Don Juan se cree libre cuando en realidad es una contradicción viviente porque busca algo nuevo que es siempre lo mismo, y está atrapado en esta mecánica de goce continuo que nunca puede encontrar la paz. Por tanto, en mi opinión, es preferible la vida ética del padre de familia estudiada por Kierkegaard, que estabiliza su propia vida en el amor y hace una elección estructurada y planificada: la precariedad, el precariado, nos obliga a vivir como Don Juan sin estabilidad en ningún ámbito, ni siquiera el sentimental.

P: Llama también la atención su contundente crítica al transgenerismo, que, como sabrá, ha dividido al movimiento feminista en España, con una parte que se opone a la Ley de Autodeterminación de Género que acaba de aprobarse.

R: Es significativa la exaltación mediática permanente de las personas transgénero en la sociedad de mercado: el capitalismo no tolera la existencia de reglas y normas fijas, ni siquiera las naturales, porque su esencia hoy es la desregulación. El capitalismo de hoy ya no es autoritario, sino anárquico y de consumo liberalizado, como Pasolini ya había comprendido. El transgénero es celebrado como la quintaesencia del individuo anarquista que rompe todas las fronteras y que también representa la esencia de un capitalismo sin fronteras.

Además, representa la esencia de un individuo unisex que, como un superhombre, tiene una voluntad ilimitada de poder y que decide todo soberanamente, sin tener que respetar tabúes, leyes, límites ni fundamentos. La idea de que el individuo pueda decidir su propio sexo es un simple disparate, ya que el sexo nos es asignado por la naturaleza, incluso antes de que nazcamos, a través de los cromosomas. La violencia contra la naturaleza y el ser como tal representan la esencia de la visión capitalista de que todo está disponible para la voluntad tecno capitalista de poder.

P: Llega a decir que el trans es la figura que mejor define el marco ideológico del capitalismo actual. ¿Sería una de las razones por las que está siendo tan apoyada y promocionada?

R: Sí, precisamente por eso lo transgénero se convierte en objeto de permanente celebración mediática: mientras que el padre de familia o la madre de familia son burlados por la sociedad del espectáculo y presentados como modelos anticuados y ridículos, el transgénero es presentado como la vanguardia de la sociedad libre de individuos progresistas que han traspasado todas las fronteras y que ya no tienen leyes de la naturaleza a las que referirse. Se presenta el movimiento trans como revolucionario simplemente porque sirve a la lógica del turbocapitalismo.

P: En su libro distingue dos momentos en el desarrollo del capitalismo en relación con el asunto de la sexualidad y la familia.

R: Sí, mi libro distingue dos momentos fundamentales: el capitalismo en la modernidad se basa en la familia y el estado nacional soberano, pero el turbocapitalismo desde los años sesenta tiene como objetivo superar tanto a la familia como al estado nacional soberano para producir un modelo de turbocapitalismo anarquista basado en el ius sive potentia, el derecho como poder, a escala planetaria. Ya no necesita la familia, ni el Estado y todo lo que Hegel llamó las raíces éticas, porque reduce el mundo entero a un mercado, a un ‘espacio abierto’ de libre circulación de mercancías y personas mercantilizadas, el condominio exclusivo de la clase plutocrática internacional sin fronteras.

P: Pero, en última instancia, todo es una deriva del hecho de que somos la primera civilización estrictamente materialista de la historia…

R: Ciertamente nos hemos convertido en una civilización de puro materialismo ateo y cínico. La cantante Madonna cantó ‘I am a material girl/ in a material world’ (soy una chica material en un mundo material), describiendo así perfectamente la esencia del materialismo capitalista.

P: Adam Smith reconocía que el capitalismo es un sistema ciego, sin moral, y por eso era importante que la sociedad tuviera convicciones morales y religiosas firmes que hicieran de freno.

R: En Adam Smith ya encontramos plenamente lo que, en mi opinión, es el error del pensamiento conservador de derecha contemporáneo, y que podemos ver, por ejemplo, en un pensador interesante como Roger Scruton. El pensamiento conservador quiere defender tradiciones, identidades y culturas: y estoy totalmente de acuerdo con ello. Sin embargo, acepta el libre mercado, que es precisamente lo que causa la destrucción de la identidad de las tradiciones y culturas. En otras palabras, el pensamiento conservador de la derecha combate los efectos y cultiva las causas. La única manera de ser verdaderamente conservador es luchar contra el libre mercado. Por esa razón, hoy debemos ser revolucionarios en las ideas políticas y económicas y conservadores en los valores éticos y morales. Más allá de la derecha y la izquierda, o si lo prefiere, tanto de derecha como de izquierda, tomando lo mejor de cada una y descartando lo peor.

P: ¿En qué medida el derrumbe de la Cristiandad (entendida como cosmovisión dominante en Occidente) ha contribuido a la deriva en la que nos encontramos?

R: Reflexioné sobre el cristianismo en mi último libro, titulado El fin del cristianismo. La muerte de Dios en el tiempo del mercado global y el Papa Francisco. Mi tesis básica es que la sociedad del capitalismo global o turbocapitalismo ya no necesita la religión de la trascendencia y debe descartarla como un elemento perturbador para su reproducción. En la modernidad, el poder capitalista ha utilizado el cristianismo para legitimarse de varias maneras. Hoy el capitalismo se basa en el nihilismo relativista y, por lo tanto, debe matar a todas las figuras de lo sagrado y lo trascendente.

El cristianismo nos enseña que el otro es un hermano porque, como nosotros, es una criatura de Dios, nos enseña que el templo es sagrado porque no está a la venta, nos enseña que Dios da leyes que los hombres deben respetar, nos enseña que somos seres comunitarios hechos para la fraternidad. Para el discurso neoliberal nada debe ser sagrado porque todo debe estar a la venta, el otro no es un hermano sino un competidor, la sociedad no existe, sino que solo existen los individuos, la hermandad es una ficción porque en realidad hay competencia. Es por eso que hoy no estamos en una guerra de religión, sino que estamos en una guerra contra la religión librada por el nihilismo capitalista contra la religión de trascendencia, que en Europa es el cristianismo.

P: ¿Qué papel cree que puede jugar la religión en el escenario actual, en el que incluso un papel como Benedicto XVI auguraba que la Iglesia Católica volvería a ser pequeña?

R: En mi opinión, la Iglesia Católica se enfrenta ahora a una encrucijada fundamental: la neoiglesia postcristiana de Bergoglio representa la evaporación del cristianismo, o si se prefiere, la disolución del cristianismo en la civilización relativista del consumo, ya que en Bergoglio ya no hay ninguna referencia a la trascendencia y lo Divino, sino que solo existe el discurso único de la globalización capitalista. La alternativa es la iglesia de Ratzinger, el pequeño remanente que quiere agradar a Dios y no al mundo y que, por lo tanto, éste es el punto fundamental, entra en conflicto con el mundo, se encuentra en oposición y se ve obligado a luchar contra un mundo nihilista que ya no quiere el cristianismo. El verdadero cristiano de hoy debe oponerse al capitalismo y al nihilismo, o no ser ya cristiano, como ocurre con gran parte del cristianismo que sigue a Bergoglio hacia el precipicio del nihilismo relativista. Este es el tema fundamental que desarrollé en mi libro, El fin del cristianismo.

Mayo del 68 fue un movimiento capitalista de emancipación, no un movimiento de emancipación del capitalismo

P: En varias ocasiones ha hablado de la necesidad de acabar con la economía de mercado y apostar por el socialismo, pero los resultados del socialismo real no han sido demasiado satisfactorios, y los ejemplos actuales (Cuba, Venezuela…) resultan muy poco estimulantes, para empezar por su falta de respeto de la libertad y los derechos humanos.

R: El hecho de que las curas para la enfermedad del capitalismo no hayan sido del todo satisfactorias no debería impedirnos intentar de nuevo curar el capitalismo. Al igual que el hecho de que los tratamientos contra el cáncer a veces no tengan buenos efectos no debería impedirnos buscar nuevos tratamientos. Usted menciona Cuba y Venezuela, ciertamente no estados perfectos y en gran medida perfectibles: pero el hecho de que no sean perfectos no puede usarse como argumento para justificar la sociedad de mercado, o los gobiernos occidentales en general, serviles como están al imperialismo estadounidense y la cosificación capitalista. Al menos Cuba y Venezuela son estados soberanos, mientras que los estados europeos son ahora colonias de Washington, simplemente obedeciendo como esclavos las órdenes del imperialismo estadounidense.

P: Usted parece prestar insuficiente atención a las causas culturales, e ideológicas, que pueden estar detrás de la mutación del modelo de economía de mercado. Estoy pensando en la revolución cultural, que coloca al deseo del individuo en el centro; la cultura juvenil y antiautoritaria que surge en torno al rock; la revolución sexual auspiciada por el invento de la píldora; y la gran explosión de Mayo del 68.

R: En mi opinión, Mayo del 68 fue un movimiento capitalista de emancipación, no un movimiento de emancipación del capitalismo: el capitalismo estaba pasando de la fase autoritaria burguesa a la fase hedonista del libre consumo y la liberalización individualista de las costumbres y el consumo. El 68 propone un modelo de liberación que coincidía con el nuevo espíritu del capitalismo: prohibido prohibir, disfrutemos ilimitadamente, todo y ya. Son los mismos lemas de la sociedad de mercado contemporánea. 68 representa el año en que no se golpea al capitalismo, sino a la burguesía como clase con su conciencia infeliz potencialmente anticapitalista, y con su propio panteón de valores no mercantilizables y puntos sólidos incompatibles con un capitalismo de libre consumo indiferenciado.

P: Dadas las fuertes raíces que soportan esta ideología neolibertina y su utilidad para el sistema actual ¿Cómo ve el futuro? ¿Hay motivos para la esperanza?

R: Para impugnar la globalización capitalista primero debemos pensar de otra manera, como dice el título de mi libro Pensar diferente. No creo que la salvación venga ni de la derecha ni de la izquierda. La única salvación consistirá en ir más allá para proponer nuevos mapas filosóficos y políticos. Su estructura fundamental se basa en la dicotomía arriba y abajo: derecha e izquierda representan el interés de lo de arriba frente a lo de abajo, escenificando una alternancia sin alternativa en la que el camarero azulado y el fucsia se alternan para llevar a cabo las órdenes impuestas desde arriba por la plutocracia neoliberal.

Gramsci diría que hay que ir al pueblo, es decir, mirar desde abajo y hacia abajo. Hoy debemos ser revolucionarios en economía y política y conservadores en ética y valores. Las dos categorías políticas fundamentales deben ser soberanía y pueblo. Pero la soberanía del Pueblo existe en el Estado, así que para que exista la soberanía del Pueblo debe existir la soberanía del Estado. Esta es la razón por la cual los amos liberales han estado deconstruyendo la soberanía popular durante años deconstruyendo la soberanía de los estados nacionales. Y esto es para que los lugares de decisión soberana pasen de los parlamentos nacionales a organismos supranacionales como el BCE o el Fondo Monetario Internacional.

P: ¿O la Unión Europea?

R: La Unión Europea representa un ejemplo de libro de esta supranacionalización mediante la cual se quita la soberanía del Estado nación para eliminar la soberanía del pueblo en el Estado nación. Por esta razón, como también dice Manolo Monereo, la lucha de clases en Europa hoy es ante todo una lucha contra la Unión Europea y sus instituciones neoliberales. El proyecto es ambicioso y solo estamos al principio.

P: Esa lucha ¿pasa por el desmantelamiento de la Unión Europea o por su reforma?

R: Mi posición respecto a la Unión Europea la he dejado escrita en mi libro Europa y el capitalismo. Allí sostengo que debemos abandonar la Unión Europea y la eurozona lo antes posible. Cuando un rinoceronte comienza a correr y se prepara para cargar, lo único inteligente que se puede hacer es apartarse de su camino, en este caso salir de la Unión Europea lo antes posible, antes de verse abrumado y seguir el camino de la desventurada Grecia. La Unión Europea es un proyecto de simple dominación del capital financiero contra las clases medias y trabajadoras, el triunfo del capitalismo financiero. La Unión Europea niega la idea de Europa. Cualquiera que ame la historia y la civilización europeas debe oponerse a la Unión Europea y a su destrucción de identidad y derechos.

Fuente: vozpópuli.

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