lunes, 7 de diciembre de 2020

Qué, ¿me van entendiendo ya en el asunto este del patio de mi casa que es particular que cuando llueve se moja como los demás, agáchate y vuélvete a agachar? O sea, que Francia es un barrio de Bilbao, pero no porque yo lo diga, que ni sé por dónde está Bilbao ni qué hay que hacer para ir a Francia, sino porque hacen las mismas cosas, varia el grosor, peso, volumen, densidad o longitud de la porra, pero el servidor público, la policía, pega los mismos estacazos limpios de polvo y paja y, lo que es lo más guatipedi de todo, los estacazos se los pega precisamente a la población, a la que sirve y protege. Ya digo, como en San Antolín del Campo, que es también Barrio de Bilbao, o como en Palosanto de los Campechanos que es otro Barrio de Bilbao, que no es ya que la policía caliente a quien debería defender, al pueblo, que para eso le paga el mismo pueblo, sino porque este sale a la calle para decirle a su gobernante-representante (aunque yo me sé mejores chistes que este del gobernante-representante): oye, tú, ¿que tú por qué me tienes que imponer lo que yo ni he pedido ni quiero? Y, es más, tú, ¿el orden público no lo estas alterando tú, aunque los palos me los estoy llevando yo, por hacer tú lo que nadie te ha mandado hacer? Y, por último, tú, que no puedo entretenerme contigo más tiempo, ¿no sería más justo, puesto que la policía te defiende a ti y no a mí, que este mes el sueldo de los servidores públicos los pagues tú de tú bolsillo y no yo del mío, que soy quien me estoy llevado los palos?

 

Las protestas estallan en Francia por tercer fin de semana consecutivo

  • Prosiguen las movilizaciones contra la violencia policial y un polémico proyecto de ley de seguridad, que quiere restringir la toma de imágenes de policías.

La policía carga contra los manifestantes en plenos Campos Elíseos / Eulixe 

Tercerainfomación / 06.12.2020

La indignación ciudadana hizo reunir a más de 52 mil personas en unas 90 ciudades del país, según cifras ofrecidas por el Ministerio de Interior.

Las protestas no cesan pese a que el partido de Gobierno, La República En Marcha, había cedido a las presiones y se comprometió a reformular algunos puntos del texto que fue aprobado hace dos semanas por la Asamblea Nacional y tiene pendiente la votación en el Senado. Sin embargo, los manifestantes quieren su derogación definitiva.

Las manifestaciones coincidieron en esta ocasión con otras convocadas por los sindicatos por la precariedad social, con el aumento del desempleo y la pobreza.

Y quizás esto, motivó aún más los disturbios, en los que hubo al menos 64 detenciones y ocho policías heridos. Los incidentes más violentos se registraron en la capital, París, y Nantes. Toda esta situación ha multiplicado los desafíos del Gobierno de Emmanuel Macron.

Las manifestaciones se han intensificado tras dos polémicos casos de violencia policial a fines de noviembre: la brutal paliza propinada a un productor musical negro, por la que tres policías fueron inculpados, y la evacuación de un campo de migrantes en el centro de París.

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