jueves, 3 de septiembre de 2009

YA SOMOS DOS ( ¡Viva la República! )

(Majestad, a lo que estamos -ya puede ir viendo el lector, en los brindis con la mujer de Sarkozy, la copa no se coje por el rabito. En otras circunstancias sí-)

Que alegría Dios mío. Los republicanos ya somos dos: aquí un servidor de ustedes y Cayo Lara, jefe gordo del sindicato Comisiones Obreras, que se me acaba de unir al carro republicano para darle la voltereta a la monarquía, y lo que es más importante, para decirle al Rey en toda su cara en Palma de Mallorca (donde la Casa Real gasta realmente el dinero como si no estuviéramos en crisis y no hubiera gente sin comer en España) como le vamos a dar el tumbo, afirmación está que quedaría en un decir por decir, o en una especie de ni chica ni limoná, si no estuviera como está, avalada por el rico y derechón periodista Federico Jimenez Losantos (que este si que sabe), el que literalmente ha afirmado que «Cayo Lara explica detalladamente al Rey cómo piensa llegar a implantar la III República»[1].
Y es que los republicanos somos así, gente sin recovecos, que vamos por derecho. Yo ya le he hecho saber a Su Majestad que puede contar con mi furgonetilla para el traslado de sus muebles, de su fortuna no, sólo de sus muebles, y ahora Cayo Lara va y le dice cuales son nuestros planes para la instauración de la III República en España, como debe ser.
Pero todavía existen más motivos de alegría. Uno es la pista que nos acaba de dar el gran Federico Jiménez Losantos para deslegitimar a la monarquía antes de que remonte el vuelo, porque claro, si la institución no queda previamente deslegitimada ante la sociedad, por ser algo asocial, insolidaria, obsoleta, fuera del tiempo y caduca, uno no logra adeptos contra ella, que es de lo que se trata, y por esta razón, los republicanos nunca la podremos pagar a Jimenez Losantos la pista que nos da en ese sentido del desprestigio de la monarquía: “Sexo y dinero han sido siempre los argumentos eficaces para el desprestigio. Y son los que cualquier republicano podría utilizar para no revelar a la víctima”
[2]
Que don Juan Carlos I la tiene muy larga (no sé si gorda) es algo sabido, según propia confesión en la televisión pública. Es debido a herencia borbónica, según dijo con la chabacanería que le es propia, pero que muchos lo toman como cosa campechana.
La tiene larga, pues vale, no meneemos más el asunto, que tampoco es cosa de que se la tengamos que hacer astillas, cada cual con la suya, que si Dios hace así las cosas por algo será. El tamaño no importa, y no crean que les digo esto en defensa propia y por que no tengo yo la largura cimitárrica del Borbón, que no es eso, que no van por ahí los tiros.
Nada sabemos de cómo la tienen ni el Berlusconi ni su compañero de putas Putin y vean la que han liado en Italia.
Se trata de la utilidad y aplicación que uno haga o haga que le hagan en las entrepiernas, palmo más palmo menos, que tampoco esto es fundamental.
Suiza. Dinero, ya, ya, dinero. Vale, pero que también hay dinero en los paraísos fiscales y nadie se rasga las vestiduras, pero es que en Suiza, hace algunos años, don Juan Carlos I en un grave asunto de su Reino, España, se rompió una pierna por un mal patinazo que dio esquiando. ¿Patinaba solo Su Majestad? No. Cómo va a patinar solo Su Majestad. Que gasta dinero como él solo, si, pero patinar solo en Suiza con la de suizos y suizas que hay allí… ¡Anda, anda!
Pues a esto del por sus patinazos los conocereis es a la conclusión que me ha llevado el leer el sexo y dinero de Federico Jimenez Losantos para el desprestigio de la monarquía. Gracias, Federico, anímate hombre, apúntate a la Republica con nosotros, pillín, que eres un pillín.

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[1] elPlural.com 02.09.09
[2] Federico Jimenez Losantos. Obra citada.