domingo, 24 de marzo de 2019

EN ESPAÑA HABÍA UNA BANCA PÚBLICA (De todos los españoles, aunque la inmensa mayoría de los mismos no lo supiéramos) QUE FUNCIONABA SIN PROBLEMAS (El banco Hispano Americano si tuvo problemas): BANCO EXTERIOR DE ESPAÑA-BANCO HIPOTECARIO DE ESPAÑA-BANCO DE CRÉDITO INDUSTRIAL-BANCO DE CRÉDITO AGRICOLA-BANCO DE CRÉDITO LOCAL-BANCO DE CRÉDITO AGRICOLA-INSTITUTO DE CRÉDITO OFICIAL-CAJA POSTAL DE AHORROS, HASTA QUE LLEGÓ FELIPE GONZÁLEZ, UN DESMOCHADO SOCIALISTA (Luego no era socialista) Y MEDIANTE EL PRIVI-ROBO (O sea, que nos robó a todos los españoles) SE LOS ENDOSÓ A LA BANCA DEL PRIVE. POR QUÉ NO SE PUEDE HACER UAN BANCA PÚBLICA PARA FINANCIAR EL DESARROLLO ECONÓMICO DEL ESTADO ESPAÑOL?


Activistas e investigadores relacionan a las corporaciones con los paraísos fiscales, los megaproyectos y la industria militar
Ibex 35, el lado oscuro de los grandes negocios

Rebelión
23.03.2019


Banco Santander (7.809 millones de euros), BBVA (5.324 millones), ArcelorMittal (4.532 millones), Telefónica (3.330 millones), Iberdrola (3.014 millones), IAG (2.884 millones), Inditex (2.438 millones, de febrero a octubre) y Repsol (2.341 millones). Son las empresas del Ibex 35 –índice de las principales cotizadas en bolsa- con mayores beneficios en 2018, según la información de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de la que da cuenta El País. Las 35 empresas sumaron en 2018 unos beneficios de 42.000 millones de euros (16.676 millones los seis grandes bancos, un 22,4% más que en 2017). Además la alta dirección de las sociedades del Ibex percibió unos sueldos de 387,7 millones de euros, un 6,6% por encima que en 2017; destaca la cúpula del Banco Santander (62,4 millones), seguido de los altos directivos de ACS (33,3 millones), Acciona (23,8 millones) y Ferrovial (23,1 millones). El artículo subraya que Rafael Villaseca, expresidente de Naturgy (antes Gas Natural Fenosa), percibió 15,4 millones de euros en 2018 (14,2 millones por el finiquito). Diferentes ONG, investigadores y analistas críticos han aportado información sobre las prácticas que subyacen a estos balances. En febrero Oxfam Intermón publicó el informe “Reparto desigual. Cómo distribuyen valor las empresas del Ibex 35”, a partir de los datos de las cuentas anuales y un cuestionario al que contestaron 13 de las 35 firmas. La recesión de 2008 hizo que las grandes sociedades se orientaran hacia los mercados internacionales (la facturación exterior de las empresas del Ibex pasó del 45% del volumen total de su negocio en 2009 al 68% en 2017). En ese contexto, el documento de Oxfam Intermón aborda la fiscalidad y señala que, según los informes de la Agencia Tributaria, el tipo efectivo que pagaron los grandes grupos empresariales por el impuesto sobre sociedades pasó del 15,3% en 2000 a un 6,14% en 2016; además en 2017 el impuesto devengado por las 35 firmas (el calculado sobre los beneficios, no el que finalmente pagan) fue un 11% menor que en 2016, aunque los beneficios aumentaran un 16,2%, sostiene la ONG (los “créditos fiscales” –la mayor parte en manos de la banca- son uno de los mecanismos de descuento impositivo). 

Otra cuestión es la presencia de filiales de las empresas del Ibex 35 en paraísos fiscales, que se elevó de 273 en 2009 a 850 en 2017 (casi una cuarta parte pertenecen al Banco Santander, seguido de ACS y Repsol, y el 41% de las filiales se ubican en Delaware). En cuanto a las diferencias salariales, Oxfam Intermón incluye en el informe el titular de una entrevista al expresidente del BBVA, Francisco González, en el diario ABC (junio 2014): “No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita”; González percibió en 2017 una retribución de 5,79 millones de euros (el 17% más que en el año anterior), y acumuló una pensión por su salida del banco de 80 millones de euros. Las sociedades del Ibex son territorio de desigualdades: el primer ejecutivo de ACS tuvo en 2017 una remuneración 627 veces mayor que el salario medio de la empresa, 561 veces el de Inditex y 438 veces el de Acciona. 

Pero también son territorios endogámicos y atravesados por la “brecha” de género: 29 de las 35 sociedades tienen un consejero en la cúpula de más de una firma del Ibex (“esto revela lo reducido que es el círculo de poder de las grandes empresas”, subraya el informe); además el porcentaje de mujeres en puestos directivos se situó en 2017 en el 23%. El documento de Intermón apunta que ese año los inversores extranjeros eran propietarios del 46% de las acciones de las empresas cotizadas. En el caso del Ibex 35, se resalta el caso de los fondos de inversión: “30 grandes fondos, sean gestoras globales, de la banca extranjera o fondos soberanos controlaban –como promedio- un 27% de las acciones de las empresas del Ibex”; las entidades con mayor presencia fueron BlackRock, Crédit Agricole, Société Generale, Vanguard, UBS y Norges Bank. El 80% de los 30 fondos tienen relación con paraísos fiscales, a través de la empresa matriz o las filiales que invierten en empresas del selectivo (los fondos con presencia en paraísos fiscales recibieron en 2017 dividendos por valor de 5.600 millones de euros de las sociedades del Ibex). 

Desde una perspectiva ecofeminista, Ecologistas en Acción publicó en enero de 2018, en colaboración con el Fondo de Mujeres Calala y el Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL), el informe “El Ibex 35 en guerra contra la vida. Transnacionales españolas y conflictos socioecológicos en América Latina”. Algunos de los ejemplos mencionados son el proyecto hidroeléctrico de Belo Monte, en Brasil, con la participación de Iberdrola; “ha provocado la afectación de 1.500 kilómetros cuadrados de selva amazónica, la emisión de cantidades significativas de gases de efecto invernadero y el desplazamiento de cerca de 20.000 personas”, explica la autora del trabajo, Míriam García-Torres. 

Otro caso citado es la financiación, por parte del BBVA, del oleoducto Dakota Access Pipeline, “que en sus 1.770 kilómetros de longitud prevé transportar más de 500.000 barriles de crudo diarios, lo que entraña una grave amenaza social y ecológica para el territorio de la población sioux”. El documento se centra en tres actuaciones: el proyecto Camisea, para la extracción de gas en la Amazonía peruana con la participación de Repsol; la construcción del complejo hidroeléctrico Renace en Guatemala por el grupo ACS; y el corredor eólico del Istmo de Tehuantepec (México), con presencia de Iberdrola, Gas Natural Fenosa, Acciona y Renovalia. “El Ibex 35 en guerra contra la vida” señala también el reverso de los megaproyectos, a partir de los datos del informe de Global Witness de 2017 (relativos a 2016): un mínimo de 200 personas asesinadas “por defender sus tierras, bosques y ríos de los intereses de las grandes corporaciones”, el 60% en América Latina (cuatro de cada diez víctimas fueron indígenas). 


















Las corporaciones tampoco son ajenas al negocio de las armas. Integrada por las organizaciones Centre Delàs d’Estudis per la Pau, SETEM, Justicia y Paz, Observatori del Deute Global (ODG), Colectivo Redes, Alternativa Antimilitarista-MOC, HECHOS y Novessendes, la Campaña Banca Armada denuncia que las entidades financieras del estado español han financiado -entre 2011 y 2017- con 9.439 millones de euros a empresas que fabrican armamento; la financiación se canaliza a través de diferentes fórmulas: participación accionarial, créditos, emisiones de bonos y pagarés de las empresas de armamento o fondos de inversión de los bancos, que ofertan acciones de las compañías “bélicas”. 

Activistas de la Campaña Banca Armada han estado presentes esta semana en la junta de accionistas del BBVA, celebrada en Bilbao, donde han criticado que la entidad haya financiado con 2.678 millones de euros entre 2013 y 2018 a la industria militar; en un comunicado recordaron que, además de liderar la ratio en España de la banca armada, el BBVA invirtió 1.714 millones de euros en el periodo citado en siete empresas vinculadas al diseño, mantenimiento o modernización de armamento nuclear: Aecom, Airbus, Boeing, BWX Technologies, General Dynamics, Honeywell International y Jacobs Engineering; ocupa la segunda posición el Banco Santander y la tercera, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). El 22 de marzo, durante la junta de Bankia, la Campaña informó que esta entidad ha financiado con más de 125 millones de euros, durante el último quinquenio, a una decena de empresas del sector armamentístico; principalmente con créditos a MAXAM, empresa española que fabrica explosivos de uso civil y militar, y que los exporta a países como Arabia Saudí, según denunciaron. 

En el libro “IBEX 35. Una historia herética del poder en España” (Capitán Swing, 2017), el sociólogo Rubén Juste resalta en la portada la importancia de las 35 compañías del índice bursátil: representan cerca del 50% del PIB español, emplean al 7,3% del total de los trabajadores (2013) y pagan (vía sociedades) el 7,5% de los impuestos que ingresa el Estado (2015); en enero de 1992, año de los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla, nació el selectivo de la mano del presidente del Gobierno, Felipe González, y el ministro de Economía, Carlos Solchaga. “35 consejeros de estas empresas procedían de las entrañas del estado franquista”, recuerda Juste. 

El Estado ejerció un papel capital en la formación del Ibex (y las empresas públicas: seis de ellas representaban en los años 90 cerca del 40% de la capitalización del selectivo); “El estado lo crea y el Ibex se lo lleva”, resume el investigador, quien atribuye un peso significativo durante aquellos años a “la ‘beautiful people’ del PSOE y sobre todo a los “validos” de Solchaga; uno de los primeros objetivos fue “crear grandes empresas multinacionales privadas desde el Estado y con el apoyo y complicidad de sagas de empresarios afines”, resume. Además del tránsito de políticos y altos cargos del Estado a las corporaciones, Juste subraya –con datos de Forbes de los años 2008 y 2014- que el Ibex acoge a las cinco principales fortunas del estado español.

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LA MATANZA YUGOSLAVA DE HACE 20 AÑOS. LOS MISMOS (A los que se ha podido añadir algunas de sus crias) QUE ORDENARON AQUELLA MATANZA SON LOS QUE PLANEAN HOY, Y EJECUTAN EN LA MEDIDA QUE PUEDEN, LA MATANZA EN VENEZUELA Y LOS MISMO QUE NOS QUIEREN QUITAR LAS PENSIONES (entre otras cosas) Y LOS MISMOS QUE IMPIDEN EL EJERCICIO DE LA DEMOCRACIA SIN CALIFICATIVOS Y LOS MISMOS QUE SE ENRIQUECEN (Quitando al hijo de Aznar-Botella, que ese ya es rico) CON EL TRABAJO DE LOS TRABAJADORES, Y QUE SI NO SE HA ENTERADO YO SE LO VUELVO A REPETIR



20 años de la intervención humanitaria de la OTAN en Yugoslavia

Tercerainformación.es
22/03/2019 

Contrario a la opinión pública, el bombardeo de Yugoslavia no hundía sus raíces en el conflicto en Kosovo, aunque los medios nos hicieron creer que así fue. El bombardeo fue consecuencia del rechazo por parte de las autoridades yugoslavas a la ocupación militar. El objetivo de la OTAN liderada por EEUU se dirigía a cercar a Rusia y no estaba dispuesta a que hubiera ninguna posibilidad de acuerdo de paz.

(Demostración de la inteligencia de una bomba inteligente en una acción mili-humanitaria y el Dios que te emboquilló, que total, solamente mataba personas, bichos y plantas para mantener el medioambiente)

El día 23 de marzo de 1999, Momir Bulatović, el primer ministro de la República Federal de Yugoslavia, apareció en la televisión nacional y anunció el riesgo inminente de guerra -una guerra atípica que no fue declarada, cuyo trasfondo no ha llegado a los medios- que nos llevó a nuevos niveles de deshumanización de las víctimas y que nos mostró tanto el poder de las “relaciones públicas” (medios de comunicación de masas y empresas de comunicación) como el efecto devastador de las corrientes intelectuales que igualaban a la víctima con el agresor.

El día siguiente, el 24 de marzo de 1999, cayeron las primeras bombas de la OTAN, liderada por el español Javier Solana (socialista y antiguo activista anti-OTAN, que llegó a ser el secretario general de la Alianza), apoyado por Tony Blair (social-liberal que siguió al conservador estadounidense George W. Bush en todas sus aventuras bélicas posteriores), al igual que Gerhard Schröder (social-demócrata alemán). Sin embargo, la persona clave fue la secretaria de estado de EEUU durante la administración de Bill Clinton, Madeleine Albright, hija del embajador checoslovaco en Yugoslavia.

La guerra duró 78 días, costó la vida a 2.500 civiles (de los cuales, 89 fueron niños, 1.002 policías y soldados) y 12.500 personas resultaron heridas. Los medios hablaban sobre las víctimas civiles usando el término “daño colateral”, como si de insectos se tratara y no de personas1. El cinismo de ese término se refleja en las victimas albanesas que huyeron de sus hogares como consecuencia de los ataques aéreos.

En Đakovica, 64 refugiados albaneses murieron2, en el pueblo Koriša, 87… Entre las masacres de civiles en los que la nacionalidad no importa: 40 personas fueron asesinadas en el ataque de la OTAN a un autobús cerca del pueblo Lužani3; en el pueblo Surdulica, 20 personas, de los cuales, 12 niños4; en Niš, 16 personas fueron asesinadas por bombas de racimo5, 13 en Grdelica, 12 en Aleksinac6, 11 en Novi Pazar7, 10 in Varvarin8.

Los 19 países democráticos componentes de la OTAN, los defensores de la civilización, la libertad y la prensa libre, atacando a un país pequeño y destrozado, no tuvieron ningún problema ético ni moral en bombardear la televisión estatal y matar a 16 trabajadores en el acto9, ni en bombardear la embajada de la República China, matando a 3 diplomáticos10.
Como consecuencia del uso de uranio empobrecido, el número de casos de cáncer maligno ha aumentado tanto como para tener la tasa de mortalidad por esta enfermedad más alta de Europa11.

Mientras tanto, las Naciones Unidas (NNUU) mostraron su incapacidad de cumplir incluso su propia Carta, pues la guerra fue llevada a cabo sin la aprobación de este organismo internacional.

Contrario a la opinión pública, el bombardeo de Yugoslavia no hundía sus raíces en el conflicto en Kosovo, aunque los medios nos hicieron creer que así fue. El bombardeo fue consecuencia del rechazo por parte de las autoridades yugoslavas a la ocupación militar. El objetivo de la OTAN liderada por EEUU se dirigía a cercar a Rusia y no estaba dispuesta a que hubiera ninguna posibilidad de acuerdo de paz.

En el periodo entre enero y marzo de 1999, Yugoslavia participó en las negociaciones con la delegación albanesa, apoyada por EEUU, celebradas en el palacio de Rambouillet en Francia. El acuerdo final, aparte de más autonomía para Kosovo, demandó libertad de movimiento para las tropas de la OTAN en el territorio yugoslavo. En particular:

El personal de la OTAN tendrá, junto con sus vehículos, buques, aeronaves y equipo, el paso libre y sin restricciones y el acceso sin obstáculos a lo largo de la República Federativa de Yugoslavia como asociados del espacio aéreo y aguas territoriales. Esto incluirá, sin limitaciones, el derecho de acceso, maniobra, y la utilización de los lugares o las facilidades requeridas para el apoyo, entrenamiento y operaciones12

La delegación yugoslava aceptó las provisiones políticas del acuerdo en relación a Kosovo, pero rechazó las provisiones militares que entregaban su soberanía13.

Las consecuencias inmediatas de la agresión de la OTAN fue la instalación de la segunda base militar estadounidense más grande de Europa en el territorio yugoslavo: Camp Bondsteel. Al mismo tiempo, la autonomía de Kosovo acabó convirtiéndose en la autoproclamación de un estado independiente, al que los imperialistas reconocieron violando el derecho internacional.

La expansión de la OTAN no ha parado con Camp Bondsteel. En las últimas dos décadas, a la OTAN se han incorporado las ex repúblicas yugoslavas de Croacia, Eslovenia, Montenegro y Macedonia, mientras que en 2016, Serbia aceptó la libertad de movimientos de las tropas de la OTAN y les dio inmunidad diplomática. Todo eso para poder eliminar la competencia de Rusia en el ámbito político y en el suministro de gas natural líquido14.

¿Cuántas veces hemos visto este mismo escenario en otros países? Muchas, y muchas más lo veremos. Vimos los mismos actores en Afganistán, Iraq, Libia y Siria, con escenarios casi idénticos. ¿Cuál fue el crimen de Iraq? Rechazar el dólar estadounidense en favor del euro en la venta de petróleo. No fue el petróleo como tal lo que quería EEUU, sino proteger su hegemonía económica basada en el sistema del “petrodólar”15. ¿Y el crimen de Libia? Proponer una moneda independiente para el continente africano basado en el estándar de oro. Esta moneda devolvería la soberanía fiscal a los países actualmente bajo el yugo francés16. ¿Siria? Gas. Assad favoreció el plan de gasoducto iraní en lugar del katari17.

¿Cuantas veces más tenemos que ser testigos de la impunidad imperialista antes de hacer algo al respecto? La respuesta a esta pregunta la tienen los intelectuales de la izquierda pro imperialista y los supuestos “antiimperialistas” que desmovilizan todo tipo de respuesta efectiva. Mientras los primeros se esforzaban en legitimar la guerra y darle rostro humano a la vez que demonizaban a las víctimas, los segundos consideraban a ambas partes igualmente malas y, por tanto, indignas, tanto de su apoyo como de cualquier esfuerzo para evitar el derramamiento de sangre.

Si la respuesta todavía no está clara, proclamamos que la impunidad imperialista se acabará una vez que, en lugar de defender intereses imperialistas, en lugar de dar más importancia al puritanismo ideológico abstracto divorciado de la realidad y del sufrimiento humano, adoptemos la solidaridad y el Internacionalismo como nuestras banderas. 

22 de marzo de 2019

Frente Antiimperialista Internacionalista

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LOS CHALECOS AMARILLOS SIGUEN EN PIE. LO QUE NO SABEMOS ES POR QUE NO ESTÁN COORDINADOS, AL MENOS INFORMATIVAMENTE, CON LOS MOVIMIENTOS SOCIALES DEL ESTADO ESPAÑOL QUE APARENTEMENTE QUIEREN LO MISMO, O HAY GATUELO ENCERRADO EN TODO ESTO DE LAS MOVILIZACIONES?



Francia

Llamamiento de los chalecos amarillos reunidos el 16 de marzo en París



Viento sur
Colectivo
22/03/2019 

[El 16 de marzo, los chalecos amarillos celebraron el Acto XVIII -decimoctavo sábado de movilización desde el 17 de noviembre- con un recrudecimiento del conflicto con las fuerzas represivas, en un momento en el que el poder pensaba que el movimiento estaba bajo control tras la enorme represión ejercida contra el mismo. Y Macron ha decidido dar una vuelta de tuerca más en la escalada represiva: involucrar al ejército en la represión del movimiento. Militarización del orden público que retrotrae las prácticas del Estado al siglo XIX. 

Aunque limitada a la preservación de los edificios emblemáticos, a nadie escapa la gravedad de la medida. Como señala Romaric Godin en Mediapart: se trata del retorno a la guerra social. "El orden a defender no es el de un clan, una casta o una clase. Es el de todos". 

Una medida que se justifica por la actividad de los chalecos amarillos, si bien este 16 de marzo produjo menos daños que muchas otras movilizaciones, pero que tiene como objetivo impedir que el clima social de rechazo a las políticas de Macron vaya en aumento en un contexto de malestar social creciente y de movilizaciones que van tomando una amplia dimensión social (manifestación multitudinaria el mismo día 16 contra el Cambio climático en París, exitosa huelga de la función pública contra las reformas de Macron en la enseñanza y contra la supresión de 100.000 puestos de trabajo…) en un contexto en el que, poco a poco, va instalándose la necesidad de ir saliendo del impasse frente a la ofensiva gubernamental. 

En este contexto, tanto la iniciativa de la reunión de los chalecos amarillos en París como la resolución política adoptada es importante: muestra la determinación de seguir en la brecha de un movimiento que semana a semana no baja de 50.000 activistas y aborda problemas que afectan a la mayoría de la sociedad. 

Hay que tener en cuenta que desde el inicio, este movimientos ha pagado caro: 10 manifestantes muertos en las rotondas por embestidas de vehículos, una anciana muerta a causa de los gases lacrimógenos en su domicilio, 22 personas que han perdido el ojo a causa de las pelotas de goma y otras 6 que han perdido la mano debido a las granadas lacrimógenas que contienen 2gr de TNT.

Es a esta determinación de los chalecos amarillos y al riesgo de contagio a otros sectores que se ponen en movimientos al que está dirigida la nueva vuelta de rosca represiva de Emmanuel Macron. Las próximas semanas y meses, van a ser importantes para calibrar cómo se desenvuelve esta crisis. Redacción vs]

Llamamiento

Cuatrocientos cincuenta chalecos amarillos provenientes de 71 ciudades nos hemos reunido en París con motivo del Acto 18 en convergencia con las movilizaciones contra el cambio climático y en solidaridad con el pueblo argelino, para compartir nuestras experiencias y definir la continuidad del movimiento. Mientras el gobierno sigue expresándose a través de las porras y los gases lacrimógenos, el éxito de nuestra Asamblea da testimonio de nuestra firmeza y de nuestra voluntad para coordinar el movimiento. Previamente ha habido otras asambleas y coordinaciones regionales. Y habrá otras. Convencidos de que la multiplicación de nuestros contactos y los lazos que se establecen garantizará el éxito de nuestra acción común, volveremos a reunirnos en Saint-Nazaire [Departamento del Loira-Atlántico] el 6 y 7 de abril.

Cuatro meses después, ¡seguimos aquí!

A pesar de la represión y las calumnias de Macron, desde el 17 de noviembre miles de chalecos amarillos se organizan para resistir y transformar lo más injusto que existe en nuestra sociedad. A todo lo largo y ancho de Francia, con la cabeza alta, nos ponemos los chalecos amarillos en las rotondas y en las empresas. Nuestra reivindicación no se limita al precio de los carburantes. También queremos contribuir a sentar las bases de una sociedad democrática que no nos condene a la pobreza mientras los ricos siguen aumentando su riqueza. La conclusión del gran debate [organizado por Macron para contrarrestar al movimiento. ndt] no marca el fin del movimiento.

Nuestro combate sigue contando con el apoyo de la población que comparte los problemas que planteamos en torno a la carestía de la vida y la organización democrática [de la sociedad].

¡Ha concluido el gran blablá [debate nacional] y nuestras reivindicaciones siguen pendientes!

La lista de nuestras reivindicaciones es larga, pero las reivindicaciones fundamentales son que la gente está harta de matarse a trabajar para ganar cada vez menos y pagar cada vez más; que ya no soporta más el no poder decidir por sí misma sobre las cuestiones que le afectan. ¡Porque queremos vivir, no sobrevivir!

Exigimos:
  • Medidas inmediatas contra la carestía de la vida: incremento generalizado de salarios, pensiones y subsidios, así como que sean indexados al IPC; la suspensión de la CSG [impuesto sobre las pensiones] y el IVA para los productos de primera necesidad;
  • Justicia social mediante la supresión inmediata del CICE [subvenciones a la patronal para crear empleo] para las grandes empresas y restablecimiento del ISF [impuesto sobre las grandes fortunas suprimido por Macron];
  • Un poder realmente democrático, lo que conlleva la puesta en pie del Referéndum de Iniciativa Ciudadana sobre todas las cuestiones, así como la revocación [de los cargos electos];
  • Un compromiso real con el cambio climático que no está opuesto a la justicia social que reclamamos;
  • Amnistía para todos los chalecos amarillos y el cese inmediato de los juicios y la violencia contra los chalecos amarillos.
¡Todos y todas juntos para expulsar a Macron y su política al servicio de las y los ricos y la gran patronal!

Nos volvemos a ver en Saint-Nazaire el 6 y 7 de abril para la próximo etapa, que no será la última. Nuestro combate continúa. Las manifestaciones, bloqueos y otras acciones continuarán. La reunión de hoy, la cantidad de gente reunida y nuestra determinación, son buena expresión de ello.

París, 16/03/2019

Traducción: viento sur

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