jueves, 2 de junio de 2022

Una caravana de vehículos recorrerá mañana jueves Usera para llamar a una gran manifestación contra el robo de la sanidad pública

 

Una caravana de vehículos recorrerá mañana jueves Usera para llamar a una gran manifestación contra el robo de la sanidad pública

TERCERAINFORMACION / 01.05.2022

  • Coches, motos, patinetes y bicicletas animarán a la vecindad a que asista a la manifestación convocada para el siguiente jueves 9 de junio.
  • Bajo el lema “Nuestra salud es un derecho y nos lo están robando” la caravana de vehículos pasará por los centros de salud del distrito.
  • A la manifestación de la semana próxima se unirá una columna procedente de Villaverde para llegar al Hospital 12 de Octubre.


Vecinas y vecinos de Usera, y asociaciones y colectivos que los representan, marcharán en una caravana de vehículos para llamar a manifestarse y revindicar que la sanidad es un derecho y exigir que las autoridades sanitarias tomen medidas para protegerla y mejorarla.

Las entidades convocantes (asociaciones vecinales, organizaciones de personal sanitario, feministas y juveniles, servicios de atención a la ciudadanía, taxistas, así como partidos políticos y sindicatos) sostienen que con estos responsables políticos, “la salud de la ciudadanía está en grave peligro porque la Sanidad Pública está en grave peligro”.

La demanda es exigir la reapertura inmediata de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), la vuelta a la asistencia presencial, con plantillas completas y sin diagnóstico digital, y defender unos centros de salud abiertos todo el año y con el máximo horario posible.

Mañana, jueves 2 de junio, la caravana de vehículos saldrá a las 19:00 del centro de salud de Calesas para dirigirse al de Almendrales, al Joaquín Rodrigo, Cestona, Orcasur y San Fermín y convocar así a las vecinas y vecinos a la manifestación de la semana siguiente.

La gran manifestación del jueves 9 por las calles de Usera, partirá desde la Junta Municipal a las 7 de la tarde, para llegar al Hospital 12 de Octubre. A ella se unirá una columna procedente de Villaverde, donde las asociaciones convocantes comparten las reivindicaciones en defensa de la sanidad pública

El movimiento asociativo de Usera llama a la ciudadanía a no olvidar que la salud es un derecho y que para que sea efectivo los poderes públicos han de asignar los recursos suficientes para crear y mantener las infraestructuras imprescindibles y dotarlas de plantillas y recursos suficientes.



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Los fondos buitre ya controlan el 100% de cinco de los siete hospitales de gestión mixta de Madrid

 

Los fondos buitre ya controlan el 100% de cinco de los siete hospitales de gestión mixta de Madrid

 

 

Por Dani Domínguez 

Rebelion /España

01/06/2022 

Fuentes: La Marea

En dos de ellos, el del Henares y el de Parla, la participación de los fondos buitre en el accionariado es del 49% (*)

Los fondos buitre han duplicado su participación en el accionariado la mayoría de hospitales de gestión mixta (modelo PFI, Private Finance Initiative) de Madrid en apenas cinco años. Mientras que en 2018 tenían una participación media del 49%, en 2022 ya controlan la totalidad del accionariado en cinco de los siete centros que operan bajo este modelo*. Así lo denuncia la Plataforma contra los Fondos Buitre, que ha actualizado recientemente los datos en esta materia.

Fondos especuladores como Quaero Capital, LBEIP BV, Brookfield, Meridiam, Bestinver o DIF son los propietarios actuales de la concesión de los hospitales del Tajo (Aranjuez), del Sureste (Arganda), del Henares (Coslada), Puerta del Hierro (Majadahonda), Infanta Cristina (Parla), Infanta Sofía (San Sebastián de los Reyes) e Infanta Leonor (Vallecas). La mencionada plataforma extiende el concepto «fondos buitre» a «todos los fondos de inversión que especulan con los sevicios públicos y las necesidades básicas de la población».

Los siete hospitales modelo PFI de la Comunidad de Madrid fueron levantados durante los años de Esperanza Aguirre en la presidencia del Gobierno regional. Su construcción se adjudicó a diferentes empresas que, posteriormente, serían las encargadas de gestionar la parte no sanitaria del mismo durante 30 años. De esta forma, la UTE compuesta por FCC, OHL y Bankia se quedó con la concesión del Hospital del Suroeste, Acciona con el Infanta Sofía o Dragados, de Florentino Pérez, con el Puerta de Hierro, por poner algunos ejemplos.

CUADRO Evolución de las empresas propietarias de los hospitales modelo PFI en Madrid

La concesión de estos centros sanitarios terminará en 2035

HOSPITAL

ADJUDICATARIAS INICIALES

PROPIETARIOS ACTUALES

Hospital del Tajo

Hispánica-Essentium-Assignia

Quaero Capital (Luxemburgo)

Hospital del Sureste

FCC-OHL-Bankia

LBEIP (Países Bajos)

Hospital del Henares

Sacyr-Tesla-Valoriza

LBEIP (Países Bajos) (49%)

Hospital Puerta de Hierro

Dragados

Brookfield (Canadá)

Hospital Infanta Cristina

Sacyr-Tesla-Valoriza

LBEIP (Países Bajos) (49%)

Hospital Infanta Sofía

Acciona

Meridiam (Francia) y Bestinver (España)

Hospital Infanta Leonor

Begar-Ploder-Cajamar

DIF Capital Partner (Países Bajos)

Fuente: Plataforma contra los Fondos Buitre

“Estas grandes constructoras adjudicatarias crearon empresas ad hoc para gestionar la parte no sanitaria del hospital. Lo que han venido haciendo es vender las acciones de la empresa gestora a los fondos, que ahora son los dueños de facto de la concesión hospitalaria”, explica Vicente Losada, miembro del Grupo de Trabajo de Auditoría Ciudadana de la Deuda en Sanidad (Audita Sanidad), una de las organizaciones que componen la Plataforma contra los Fondos Buitre.

Según explica Manuel Gabarre, autor de Tocar fondo. La mano invisible detrás de la subida del alquiler (Traficantes de Sueños, 2019), el objetivo de este tipo de inversores es “obtener la máxima rentabilidad en el menor tiempo posible, que no suele ser más de cinco años”. Por ello, desde que estos hospitales se construyeron, no solo se han producido ventas de acciones desde las constructoras adjudicatarias a algunos fondos, sino que ya se han llevado a cabo operaciones entre fondos.

Este es el caso del Hospital Puerta de Hierro, en el que el fondo de inversiones holandés DIF Capital Partners se hizo con el accionariado de la empresa gestora en 2016. Tras obtener la rentabilidad deseada, en 2019 vendió la participación al fondo canadiense Brookfield Asset Management. “El problema de todo esto es que cuando termine la concesión de estos hospitales, en 2035, habrán cambiado de mano varias veces y ya no sabremos ni quién es el propietario”, denuncia Vicente Losada.

El paralelismo con las residencias

Manuel Rico es director de Investigación del diario infoLibre y autor de ¡Vergüenza! El escándalo de las residencias (Planeta, 2021). En este trabajo, analiza los fallos estructurales en las residencias de ancianos que permitieron que más de 20.000 personas mayores murieran en la primera ola de la pandemia, muchas de ellas controladas por fondos: “Uno puede entrar en las webs de estos fondos y verá que en ellas nunca se habla de ratios de personal ni de cómo están de bien cuidados los mayores, sino que presumen de las ratios financieras. Y uno habla de lo que le preocupa”, explicó Rico durante su intervención en unas jornadas organizadas por la mencionada plataforma en el Ateneo La Maliciosa, de Madrid.

En su exposición, Rico desmenuzó cómo los beneficios de los fondos de inversión son contrarios al bienestar de los residentes: “Para ganar mucho dinero, o tienes muchos clientes o recortas, y suelen hacer las dos cosas a la vez. Recortar en personal o alimentación es recortar directamente en la calidad de vida”. Un hecho que también se puede extrapolar al caso de los hospitales PFI, donde los fondos son los encargados de gestionar los servicios no sanitarios.

En la actualidad, estos inversores han extendido sus tentáculos más allá de las centros sanitarios de la Comunidad de Madrid, y ya hacen negocio en la mayor parte de las Comunidades Autónomas, según los datos de la Plataforma contra los Fondos Buitre: Castilla y León (Hospital de Burgos), Castilla-La Mancha (Hospital de Toledo), Catalunya (Hospital Moisés Broggi y Sant Joan Despí), Extremadura (Hospital de Don Benito), Galicia (Hospital Álvaro Cunqueiro y de Vigo) e Islas Baleares (Hospital de Son Espases y Can Misses Ibiza). 

Nota:

* En una primera versión de la información se decía que los fondos controlaban el 100% del accionariado de todos los hospitales modelo pfi de la Comunidad de Madrid, tal y como se afirmó durante la rueda de prensa. Sin embargo, en los hospitales del Henares y de Parla solo tienen el 49%, según figura en la documentación facilitada por la propia Plataforma contra los Fondos Buitre.

Fuente: https://www.lamarea.com/2022/05/30/los-fondos-buitre-ya-controlan-el-100-de-los-hospitales-de-gestion-mixta-de-madrid/

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Voces de dignidad contra la desmemoria

 

Hora habrá de llegar en que añadamos el término antifascista a la memoria democrática. Reivindicar el antifascismo debería ser de obligado cumplimiento en todas partes, pero sobre todo en un país donde las derechas nunca han sido antifascistas.


Voces de dignidad contra la desmemoria


Alfons Cervera

El Viejo Topo

2 junio, 2022 

 


Aquí nadie se acuerda de nada. Es como si nos hubieran cocinado lentamente “en la olla podrida del olvido”, como escribía Juan Marsé en su magnífica novela Un día volveréEl pasado es hoy, digan lo que digan quienes defienden a machamartillo que lo mejor es dejar tranquilo ese pasado. Lo que no saben esos defensores es que vivir es una mezcla de donde venimos y donde estamos ahora mismo, que somos una parte de lo que fuimos, que lo de antes y lo de ahora se mezclan para que la historia no se convierta en un chantaje burdo y permanente a la verdad. Hablar de lo que pasó en este país desde el 14 de abril de 1931 hasta anteayer es como mentar a la bicha, como abrir la caja de los truenos, como romper la tranquilidad de un país que nunca ha podido presumir mucho de demasiada tranquilidad. La memoria histórica fue un nombre que se le puso a la recuperación del pasado para salir del paso en momentos de una cierta efusión memorialista, allá por los principios del siglo actual. Ahora ya la llamamos memoria democrática para ajustar los protagonismos y destapar, aunque sea un poco, el cinismo de la equidistancia y el revisionismo histórico. Hora habrá de llegar —para mí, ya mismo— en que añadamos el término antifascista a la memoria democrática. Reivindicar el antifascismo debería ser de obligado cumplimiento en todas partes, pero sobre todo en un país donde las derechas nunca han sido antifascistas, sino que, más bien, se han acercado muchas veces a lo que fueron los viejos fascismos con caretas aparentemente renovadas. Ya se ha dicho muchas veces en los últimos tiempos: no se puede ser demócrata si no se es antifascista. En España, el PP nunca le dio la espalda al fascismo, al menos en la parte que al franquismo le tocaba. Y no digamos de Vox: levitan cuando escuchan o pronuncian el nombre de su Generalísimo. Menuda tropa.

La dictadura prohibió todo lo que hiciera referencia a la Segunda República. Y la transición consideró que no era conveniente esa referencia, no sólo a la Segunda República sino a la misma dictadura. Pelillos a la mar. Si no contamos lo que pasó, lo que pasó deja de existir. Aquí no hubo unos años republicanos, ni un golpe de Estado contra esos años, ni una dictadura feroz y larga como pocas. Para esa historia amañada y el olvido, sólo ha existido la guerra. La guerra sí que cuenta porque sirve para remendar la historia con mentiras y eufemismos. La guerra entre hermanos, la llaman, para ocultar su carácter político, cultural, ideológico y de clase. La guerra que nadie ganó y todos perdieron: qué horror esa afirmación cuando aún quedan más de cien mil cadáveres en fosas comunes y cunetas dejados caer ahí, como fardos de ropa inútil, por los vencedores. La guerra que el rey Juan Carlos I ganó —con más sombras que luces— una madrugada de febrero de 1981. Esa noche fue el definitivo final de la guerra, dijeron algunos como si hubieran ganado la Champions League en un partido en que se jugaba —otra vez con pésimos resultados— la verdad de la historia. Por cierto, el Borbón ganó la guerra aquella noche y ahora, con el aplauso de sus palmeros habituales, sigue goleando a la democracia en una Operación Retorno que a mucha gente nos llena de indignación y de vergüenza.

El miedo al pasado, casi cincuenta años después de muerto el dictador, hace crujir los cimientos de la democracia. El Estado no ha hecho sus deberes, claro que no. El Estado sigue sin dar un palo al agua en materia de memoria democrática. La Ley de Memoria que se aprobó en 2007, cuando el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, fue y sigue siendo una Ley débil, con demasiadas brechas para contentar al PP. La que prometió el gobierno de coalición, que mejoraba en algunos aspectos la de 2007 y seguía dejando en la orilla otros fundamentales, dormirá como un muerto hasta que se discuta en la próxima legislatura. Si las elecciones de 2023 las ganan la derecha y la extrema derecha, esa Ley irá a la basura. Y volveremos a la casilla de salida. Al punto cero de la memoria democrática. A la nada.

Sin embargo, no todo es desierto cuando hablamos del pasado. Hay voces que cuentan ese pasado desde su propia experiencia, que vivieron una parte importante de ese pasado y, aunque ya con muchos años encima, la están contando para que este país sea cada vez menos el país de la desmemoria. Hace unos días, en València, se celebró un acto que llena de orgullo a quienes siempre pensaron que una memoria sin justicia siempre será una memoria insuficiente. Una memoria, la suya, la de quienes ese día, en la sede valenciana de CCOO, contó como si fuera ahora lo que pasó el 1º de Mayo de 1967 en las calles de la ciudad. Hacía poco que se habían fundado las CCOO en València. Y ese día, desde el sindicato y con el apoyo de otras organizaciones antifranquistas, se organizó una manifestación que sería la primera convocada públicamente en lo que se llevaba de franquismo. Hubo muchas detenciones, muchas torturas después de esas detenciones, condenas por el TOP y en Consejo de Guerra. La plataforma Acció Ciutadana contra la Impunitat del Franquisme al País Valencià, Querella Argentina y las propias CCOO, con el respaldo de asociaciones, sindicatos y partidos políticos, organizaron un acto de gran relevancia política y sentimental: seis de los manifestantes detenidos y torturados aquel 1º de Mayo de 1967 habían presentado querellas contra aquellas detenciones y torturas. Y estaban allí, aquella mañana de viernes, para contarlo. Tuve el honor inmenso de presentar ese acto, de escuchar sus testimonios a su lado, de sentir esa emoción que no lleva a un sentimentalismo engañoso sino a lo que las emociones tienen de político, de búsqueda de esa verdad, de esa justicia y de esa reparación que buscamos cuando hablamos de memoria democrática. Eran voces con mucha vida encima, claro que sí. Pero no pesaba en ellas ninguna clase de cansancio. Sonaban como aquel 1º de Mayo de hacía cincuenta y cinco años por las calles de València. Allí estaban, como si aún fueran los jóvenes de entonces, Paco VenturaManolo SanmartínJuan MontalbánRobert SánchezJoan Castejón y Salvador Ayala. No sabemos cuál será el resultado final de sus querellas. La Ley de Amnistía de 1977 es el muro donde se estrellan todos los intentos de que la justicia sea de verdad justicia y no un apaño mal cosido entre el pasado y el presente. No sabemos ese resultado final, pero sí que sabemos que las voces que intentan recuperar un tiempo de dignidad abolido por la desmemoria en nuestro país seguirán sonando para que el pasado no sea una obra muerta enterrada en la fosa común de la vergüenza democrática.


Homenaje a sindicalistas de 1967. Cedida

Aquella olla podrida del olvido que contaba Juan Marsé habrá de enfriarse algún día y soltar por la espita el vapor de la buena memoria. Ahí, en esa esperanza hermosa, escuché las voces de esos viejos sindicalistas que nunca renunciaron a que lo que defendían aquel lejano 1º de Mayo de 1967 seguía siendo válido y necesario más de medio siglo después. A ellos, a sus voces y otras voces como las suyas está dedicada esta columna de infoLibre. Con mi gratitud infinita, claro que sí. Con mi gratitud infinita y ojalá que la de ustedes. Ojalá que también la de ustedes. Ya me gustaría.

Artículo publicado originalmente en Infolibre.

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