domingo, 10 de julio de 2022

Yuri Afonin: “Debemos explicarle al mundo entero que nuestro país está librando una lucha antifascista hoy”

 

Yuri Afonin: “Debemos explicarle al mundo entero que nuestro país está librando una lucha antifascista hoy”


Yuri V. Afonin, Primer Vicepresidente del Comité Central del Partido Comunista de la Federación Rusa, participó en el programa 60 Minutos en el canal de televisión Rossiya-1.

 

INSURGENTE.ORG / 9 julio 2022


Yuri Afonin llamó la atención de los espectadores sobre las noticias sobre la liquidación de un nacionalista bielorruso con el distintivo de llamada «Brest» en la región de Lisichansk. Su nombre era Ivan Marchuk, era el comandante de un batallón de nacionalistas bielorrusos que luchaban del lado del régimen de Kyiv. El personal de este batallón son militantes nacionalistas que huyeron de Bielorrusia tras el fallido intento de golpe de Estado de 2020. Estas son personas que quieren convertir a Bielorrusia en una especie de Ucrania, en un estado nacionalista y rusofóbico, donde se suprimirá el idioma ruso y la cultura rusa. Estos son nacionalistas que creen que Bielorrusia debería estar completamente aislada de Rusia, a pesar de los mil años de nuestra historia común.

 

Debes entender, dijo Yuri Vyacheslavovich, que una verdadera “Internacional” nazi está luchando contra nosotros hoy. Europa ahora apenas entiende esto. La propaganda pro-ucraniana absolutamente dominante en Occidente les lava el cerebro a la mayoría de los europeos. Pero nosotros, los comunistas rusos, trabajamos con nuestros camaradas de los partidos comunistas de diferentes países. A través de ellos, logramos transmitir a la audiencia occidental información sobre la imagen abiertamente fascista del enemigo contra el que ahora lucha Rusia. Esto permite romper el bloqueo informativo y destruir el mito propagandístico de una Ucrania “pacífica”, que supuestamente se convirtió en “víctima de agresión”.

 

El primer vicepresidente del Comité Central del Partido Comunista de la Federación Rusa invitó a todos a pensar: ¿por qué es completamente normal que las actuales autoridades de Kyiv lleven a cabo ataques terroristas en Donetsk y asentamientos en territorio ruso, aunque estos ataques no tienen un significado militar? ? La respuesta es esta: porque este gobierno profesa la ideología de Bandera, que no es más que una especie de fascismo. El embajador de Ucrania en Alemania, Andriy Melnyk, trató de rehabilitar a Bandera a los ojos de la audiencia occidental, y toda la propaganda de Kyiv intenta retratar a Bandera y otros líderes del nacionalismo ucraniano como simplemente “luchadores por la independencia de Ucrania”. Pero los hechos demuestran que estamos hablando de fascistas, no menos terribles que Hitler. Mataron a decenas de miles de civiles, y sus planes generalmente incluían un genocidio a gran escala: la destrucción de millones de personas por motivos étnicos.

Yuri Afonin habló sobre una fuente histórica que es clave para entender a Bandera. Se trata de un documento elaborado por Bandera en 1941 denominado «Lucha y actividades de la OUN durante la guerra». Esto no es algún tipo de periodismo, en realidad es una instrucción sobre cómo deben actuar los nacionalistas ucranianos.

 

Este documento contiene la famosa frase: «nuestro gobierno debe ser terrible». Es cierto que se agrega además: «para sus oponentes». Los opositores incluyen «traidores» y «enemigos extranjeros» (en ucraniano – «enemigos extranjeros»). Se declaran “traidores” a todos aquellos que aceptan el poder soviético. Y “extranjeros-enemigos”, como explica el documento, son tres pueblos en su totalidad: rusos, judíos y polacos. Contra todos ellos, según las instrucciones de Bandera, debe desencadenarse un terror despiadado. Mientras tanto, antes de la guerra, los rusos, judíos y polacos juntos constituían más del 20% de la población de Ucrania. Es decir, la instrucción de Stepan Bandera preveía directamente la destrucción de una quinta parte de la población del país, alrededor de 8 millones de personas. Y después de eso: la creación de un estado ucraniano casi monoétnico con la dictadura de un partido: la OUN. ¿En qué se diferencia esto del programa de Hitler? Básicamente, nada.

 

Los propagandistas actuales de Kyiv enfatizan que Bandera pasó tres años en un campo de concentración nazi. Pero, enfatizó Yuri Vyacheslavovich, esto es solo una consecuencia del hecho de que los dos fascismos, alemán y ucraniano, en 1941 divergieron en objetivos. Bandera proclamó su estado en el territorio de Ucrania ocupado por los alemanes, y Hitler en ese momento no lo necesitaba en absoluto, vio a toda Ucrania como parte del «espacio vital» alemán. Sin embargo, en el campo de concentración alemán, Bandera se sentó en condiciones cómodas, incluso su esposa vino a visitarlo. Vale la pena comparar esto con la situación de los presos comunes, millones de los cuales murieron de agotamiento. Y en septiembre de 1944, Bandera fue liberado del campo en excelente forma física, luego durante 8 meses, hasta el final del Reich, trabajó bajo el control total de los servicios especiales nazis y en sus intereses.

 

La ideología de Bandera es absolutamente misántropa. Y el hecho de que en la Ucrania actual las avenidas lleven el nombre de Bandera nos permite hacer un diagnóstico final: tenemos un estado fascista frente a nosotros. Rusia hoy está librando una lucha antifascista. Y esto es lo principal que debemos explicar persistentemente al mundo entero, concluyó el Primer Vicepresidente del Comité Central del Partido Comunista de la Federación Rusa.

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Reino Unido inicia entrenamiento de miles de soldados ucranianos

 

Reino Unido inicia entrenamiento de miles de soldados ucranianos

 

SIARIO OCTUBRE / julio 10, 2022

 


El primer grupo de nuevos reclutas ucranianos llegaron al Reino Unido para ser entrenados como soldados de primera línea por las fuerzas británicas.

Unos cinco meses después del inicio de la operación militar ruso en Ucrania, los reclutas, que operan en contingentes de alrededor de 200 personas, viajan al Reino Unido para comenzar un programa de entrenamiento intensivo ofrecido por los soldados británicos.

 

Según un comunicado del Ministerio de Defensa del Reino Unido, publicado este sábado, el ministro británico de Defensa, Ben Wallace, se reunió el jueves con la primera cohorte de soldados ucranianos.

“Usando la experiencia de clase mundial del Ejército británico, ayudaremos a Ucrania a reconstruir sus fuerzas y aumentar su resistencia mientras defienden la soberanía de su país y su derecho a elegir su propio futuro”, dijo Wallace, y agregó que el programa es la próxima fase del apoyo del Reino Unido al Ejército de Ucrania.

La Cartera británica informó que en el marco del principal programa militar liderado por Londres, 1050 soldados británicos se encargarán del entrenamiento de hasta 10 000 reclutas voluntarios ucranianos, y añadió que “el curso cubre el manejo de armas, primeros auxilios en el campo de batalla, embarcaciones de campo, tácticas de patrulla y la Ley de Conflictos Armados”

Desde el inicio del operativo de Rusia en Ucrania, el 24 de febrero, el Reino Unido ha suministrado más de 2,7 mil millones de dólares en equipo militar, incluidos más de 5000 armas antitanque NLAW y los sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple M270 (MLRS, por sus siglas en inglés), a Ucrania.

Las autoridades rusas han alertado que no dejarán sin respuesta los pasos del Occidente en su contra, instando a dejar de echar más leña al fuego del conflicto en Ucrania.

FUENTE: hispantv.com

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El fin de los motores de combustión en Europa es una gran oportunidad para China

 

El fin de los motores de combustión en Europa es una gran oportunidad para China

 

DIARIO OCTUBRE / julio 10, 2022

 

Europa sigue su camino hacia el decrecimiento y la desindustrialización. El plan de Bruselas es dejar de producir vehículos con motor de combustión en 2035. Hasta hace muy poco tiempo la mayoría pensaría que era la gran oportunidad para Japón y monopolios como Toyota, Nissan, Honda, Mitsubishi o Suzuki. Quizá también para los coreanos, que tienen marcas como Hyundai o Kia.

 

Pero quien va a desembarcar en este Continente son las cerca de 80 multinacionales automovilísticas chinas. En el país asiático hay 190 fábricas de automóviles y la mitad de ellas se han levantado en los últimos cuatro años.

China venderá vehículos de combustión convencionales, pero si el comprador tiene escrúpulos “verdes”, se lo venderá eléctrico. No en vano China está a la cabeza de la producción de baterías, con un 60 por ciento de la producción mundial.

La industria automovilística china padece un serio problema de superproducción, estimado en un tercio de su capacidad instalada. Es el momento de exportar. Cuando les llegó la noticia de la prohibición de los motores de combustión en Europa para 2035, se agotaron las reservas de “baiju”, la bebida alcóholica con las que se hacen los brindis en China.

Es posible que en Europa los nuevos compradores de un vehículo no se den cuenta que si compran un MG último modelo, no es una marca inglesa sino china. Tampoco sabrán que la famosa empresa LEVC (London Electric Vehicle Company) que fabrica los taxis londinenses, es propiedad de Geely, una empresa china, que su fábrica está en China y que los vehículos son eléctricos.

Durante los seis primeros meses de este año, nada menos que 6.000 modelos fabricados en Pekín encontraron comprador, es decir, el 0,8 por ciento de la cuota de mercado. Pero en el mercado de los eléctricos, la cuota es del 2,7 por ciento.

La mayor parte del mundo seguirá viendo vehículos térmicos en sus carreteras, fabricados en Japón, Corea del sur y China. Los que en Europa dispongan de un mayor poder adquisitivo, los comprarán eléctricos, y caso todos ellos serán chinos.

El número de puestos de trabajo que van desaparecer en Europa se medirá en centenares de miles, que se sumarán los anteriores. Las fábricas de motores y cajas de cambio, como la que SEAT Componentes posee en Barcelona, desaparecerán.

En España la última Encuesta de Población Activa, de mayo de este año, indica que la fuerza de trabajo en el sector es de 555.600 empleos, por lo que se ha reducido un 3 por cien respecto al año pasado. En total 18.200 puestos de trabajo han desaparecido.

FUENTE: mpr21.info

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El BCE y la fragmentación de la Eurozona

 

El BCE no es el banco central de un país concreto, sino de 19 naciones a la vez con economías muy dispares entre sí, con lo que su política para contener la inflación puede tener efectos muy diversos en cada una de ellas.


El BCE y la fragmentación de la Eurozona


Juan Francisco Martín Seco

El Viejo Topo

10 julio, 2022 


Los bancos centrales parecen haberse convencido ya de que la inflación que sufre la mayoría de los países en la actualidad no es algo temporal, sino que, con toda probabilidad, si no se procede con contundencia, habrá venido para quedarse. El BCE, aunque quizás un poco tarde, no va a actuar de forma distinta a los demás y ha anunciado que interrumpe la compra de títulos y se dispone a subir el tipo de interés en 0,25% el 23 de julio y seguramente en 0,50% en el mes de septiembre.

El primer problema al que se enfrenta el BCE (en eso no es distinto de los otros bancos centrales) es saber si las medidas que pretende adoptar van a ser eficaces a la hora de controlar la inflación. Existe el precedente de la etapa anterior, cuando el objetivo consistía en que el incremento de precios alcanzase el 2% anual. A pesar de emplear todos los medios a su alcance, incluso los procedimientos tenidos hasta entonces por no ortodoxos, no logró que la inflación despegase del entorno del cero por ciento.

La expansión cuantitativa acometida por el BCE en los últimos años ha tenido múltiples resultados positivos, entre otros el de superar la primera crisis grave del euro, pero no consiguió situar los precios en el porcentaje del 2% fijado por el propio banco emisor. Es lógico que nos preguntemos si va a tener éxito en la trayectoria inversa, y si no existe el peligro de que la política restrictiva impacte más sobre el crecimiento real del PIB que sobre los precios, de manera que, lejos de reducir la inflación, contraiga la actividad.

En estos momentos, a pesar de que algunos se han aprendido la palabra y no dejan de usarla, estamos lejos de la estanflación. El crecimiento real es un hecho. Lo cual es lógico, porque por ejemplo España no ha recuperado el PIB anterior a la pandemia. Pero que en la actualidad no nos encontremos en estanflación, no quiere decir que tal situación no nos amenace para el futuro, si la política restrictiva del BCE termina por ahogar la economía.

El segundo aspecto importante es el hecho de que el BCE es diferente. No es el banco central de un país concreto, sino de 19 naciones a la vez con economías muy dispares entre sí, con lo que su política puede tener efectos muy diversos en cada una de ellas. Ese es el problema eterno de la Unión Monetaria, la ausencia de una verdadera integración; es esta condición la que crea todos los conflictos y el origen de que el euro entre en crisis cada cierto tiempo. En 2011, los mercados pusieron en jaque a la Eurozona, fraccionándola y colocando contra las cuerdas a los países del Sur; expulsaron del mercado a Grecia y a Portugal, y elevaron a niveles insostenibles la prima de riesgo de Italia y de España. Solo la actuación decidida y heterodoxa del BCE, bordeando –si no violentando- los tratados logró enderezar la situación.

Ahora nos vamos a encontrar en una circunstancia similar. La inflación va a obligar al BCE a invertir la política, de manera que se interrumpa la compra de activos y no efectúe la reinversión según se vayan produciendo las amortizaciones. La cuestión radica en saber cómo se van a comportar los mercados con respecto a la deuda soberana de cada uno de los países. El fantasma de la prima de riesgo vuelve a hacer su aparición. Ha bastado con que el BCE anunciase el giro de su política para que las primas de riesgo de Italia, España, Portugal y Grecia comenzasen a subir.

En una verdadera unión económica las primas de riesgo no deberían existir. Se supone que el riesgo de invertir en deuda pública de cada uno de los países tendría que ser el mismo ya que, al estar nominadas todas ellas en idéntica moneda, está ausente el riesgo de cambio y porque, además, no hay razón para que haya peligro de insolvencia de ninguno de los miembros, a no ser que la Eurozona se fraccionase. En el fondo, lo que mide la prima de riesgo es el grado de credibilidad de la moneda única, la probabilidad de que la Unión Monetaria se rompa. Cuanto mayor sea la divergencia entre los países, mayor será la prima de riesgo de algunos de ellos.

Lo cierto es que la Eurozona es un conjunto de países enormemente heterogéneo y sin los mecanismos de integración adecuados. Hay exposición, por tanto, de que se retorne a la situación anterior a la compra masiva de deuda pública por el BCE, y en consecuencia a que el mercado reaccione de manera desigual frente a los bonos soberanos de los diferentes Estados. Existe además el agravante de que en los momentos actuales el stock de deuda pública en los países del Sur es muy superior al de entonces.

La etapa de relativa tranquilidad conseguida a base del dopaje de la deuda por el BCE no debe ocultar que la divergencia entre países es cada vez mayor y la división entre sus ciudadanos, más acentuada. Contrastan los stocks de deuda pública de Grecia (193% del PIB), de Italia (150%), Portugal (127%), España (118%) e incluso Francia (113%) con los de Alemania (69%), Holanda (52%), Dinamarca (44%) y Austria (70%). La causa principal de esas diferencias no está en el mal comportamiento fiscal de los países del Sur, sino en la misma configuración de la Unión y de los contenidos de los tratados, que permiten que los países del Norte puedan vetar las medidas necesarias para que las diferencias desparezcan.

A pesar de que la presidenta del BCE mantuvo en la rueda de prensa que el BCE tiene mecanismos suficientes para impedir que se fragmente el mercado de deuda soberana, no especificó ni concretó nada acerca de qué medios pensaba emplear, lo que alarmó a las bolsas produciendo cuantiosas pérdidas. No es la primera vez que la circunspección de la señora Lagarde, lejos de calmar a los mercados los enerva. Nada más ser nombrada presidenta del BCE, en su primera rueda de prensa en marzo de 2020, ante el acoso de los periodistas, solo se le ocurrió exclamar que “no estaba allí para cerrar diferenciales” Se refería a diferenciales en los tipos de interés de la deuda pública. Todas las bolsas europeas cayeron en picado. La frase era demoledora, casi letal. Era una invitación a los mercados a que jugasen al tiro al blanco contra aquellos países miembros que considerasen menos solventes.

Algo parecido ha ocurrido ahora en la rueda de prensa en la que anunció el cambio de política. Los mercados querían saber los instrumentos en concreto que se iban a emplear para evitar los diferenciales de tipo de interés y no les bastaron las promesas abstractas, con lo que las primas de riesgo de los países del Sur se dispararon y los mercados de valores acabaron acumulando bastantes días de perdidas. Al Consejo del BCE no le quedó más remedio que reunirse de urgencia y emitir un comunicado que pretendía ser más explícito.

Sin lugar a dudas, una forma de evitar la fragmentación sería que el BCE comprase en el mercado deuda de los países que se encontrasen presionados, con primas de riesgo elevadas, al tiempo que vendiese por el mismo importe bonos de los países que no sufrieran dificultades. El problema surge desde el momento en que el instituto emisor quiere (o le obligan a) mantener el criterio del capital, es decir, cumplir una proporción entre cómo distribuye por naciones su cartera de deuda soberana y la participación de cada una de ellas en el capital del banco.

Solo hay una excepción, el PEPP (por sus siglas en inglés), instrumento de emergencias de compra de activos frente a la pandemia y que admite cierta flexibilidad en la aplicación de la regla de capital, en otras palabras, que la determinación de la nacionalidad de los títulos que se compran o se venden no esté sometida a demasiadas condiciones. El comunicado del SME señala a esta herramienta como el medio más inmediato al que recurrir para impedir, a través de las reinversiones, la fragmentación del mercado de deuda.

Sin embargo, hay dudas de que los 1,7 billones de euros que conforman el PEPP sean suficientes para poner orden en los mercados y, dado que el programa convencional resulta inválido para este objetivo al estar sometido al criterio de capital y además se encuentran excluidos de él los bonos de Grecia, el SME está construyendo una herramienta ad hoc para evitar la fragmentación del mercado de deuda pública. Es previsible que en el diseño aparezca la obligación de esterilizar cualquier liquidez creada, y que los halcones impongan que los países beneficiarios se sometan a determinadas condiciones, tal como se hizo en la crisis anterior.

De nuevo las autoridades comunitarias, al igual que los gobiernos, llevan camino de cometer el mismo error que en la pasada recesión. La política de recortes y ajustes solo comenzó a partir de la mitad de 2010, mientras que en 2007, 2008 y 2009 se adoptó una política fiscal básicamente permisiva, con proyectos de lo más descabellado como el del Plan E. En los momentos actuales se puede repetir la historia. Durante los años 2020 y 2021, escudándose en la pandemia y dopados por el BCE, los Estados, con el beneplácito de Bruselas, han incrementado el endeudamiento hasta niveles difícilmente asumibles. Me temo que ahora los países del Norte y la Unión Europea nos fuercen a la misma ducha escocesa.

Artículo publicado originalmente en Contrapunto.

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