lunes, 30 de septiembre de 2024

Pobreza y desigualdad en España

 


Pobreza y desigualdad en España

 

Por Germán Gorraiz López

Kaosenlared

30 de septiembre de 2024 /

 

El índice de Gini del 2023 (indicador utilizado para medir si la distribución de ingresos o de gastos entre individuos u hogares de una economía se aleja o acerca a una distribución perfectamente equitativa), en España sería del 35%, lo que le convierte en el quinto país más desigual de la UE.

Por otra parte, el último informe de Intermon Oxfam sobre “Crisis, desigualdad y pobreza”,se advierte que de continuar los recortes sociales, la pobreza en España podría llegar a afectar al 40 % de la población en el horizonte de la próxima década, de lo que se deduce que España habría fracasado en su compromiso europeo de la “Estrategia 2020” que implicaba reducir su pobreza en 1,5 millones de personas.

Así, en la actualidad, según dicha ONG, la tasa de pobreza se situaría en el 20,2% de la población y afectaría ya a casi 10 millones de personas y según el INE , 4 millones de personas vivirían ya en situación de “pobreza severa” (menos de 307 euros al mes). Al mismo tiempo y según datos de Eurostat,  el número de millonarios en España habría aumentado un 13% en el último año con lo que se está agudizando de forma vertiginosa una fractura social de resultados impredecibles.

Nueva arquitectura  poblacional

La posible entrada en recesión de la locomotora alemana en el 2025 provocará una sensible reducción de las exportaciones, el consiguiente incremento de la tasa de paro y la reducción de la Renta Per Cápita.Ello, aunado con la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores debido a la dramática reducción de los sueldos y la ausencia de la cultura del ahorro doméstico, provocará una severa contracción del consumo interno que podría provocar en un futuro mediato una desertización productiva que fuera incapaz de satisfacer la demanda de productos básicos.

Asimismo, la severa contracción del consumo interno, provocará la desertización comercial de amplias zonas urbanas, con la progresiva desaparición del pequeño comercio (alimentación, ropa, calzado y concesionarios de automóviles) y de establecimientos de ocio y diversión (bares, cines, restaurantes, discotecas y centros comerciales) que llevará aunado la extinción de incontables medios de comunicación impresa y audiovisual ante la pérdida de ingresos por publicidad, quedando Internet como refugio para navegantes.

Igualmente, asistiremos a un severo estancamiento del mercado inmobiliario por lo que las entidades bancarias intentarán mediante subastas y la creación de sociedades de gestión de activos inmobiliarios dar salida a los pisos embargados que acumularán en sus carteras (considerados “bienes ilíquidos”), lo que originará drásticas caídas de los precios de los inmuebles, precios artificialmente revalorizados debido a la especulación inmobiliaria de los últimos años.

También es previsible una revitalización de los cascos antiguos y centros urbanos de las ciudades en detrimento de los barrios periféricos, motivado por la falta de liquidez de las arcas municipales al disminuir los ingresos por impuestos y que forzará al endeudamiento crónico de los ayuntamientos para seguir manteniendo los mínimos servicios públicos. Finalmente, se producirá el éxodo al medio rural de una población urbana afectada por la asfixia económica, embargo de viviendas e ingreso en las listas del paro, con la consiguiente revitalización de extensas zonas rurales, rejuvenecimiento de su población y regreso a escenarios ya olvidados de economía autárquica.

Germán Gorraiz Lopez- Analista

Imagen de portada: Pobreza – Licencia C. C.

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¿Es inevitable una represalia de Irán?

 

Estados Unidos desempeñó un papel importante en el asesinato de Nasrallah y de los líderes de Hezbolá. Varios aviones espías estadounidenses y un portaviones cercano brindaron apoyo a la masacre. Provocar la guerra con Irán podría ser el real objetivo.


¿Es inevitable una represalia de Irán?


Martin Jay

 El Viejo Topo

30 septiembre, 2024 

 


El asesinato de Nasrallah ha conmocionado y provocado un gran dolor a la mayoría de los libaneses, sobre todo a las comunidades chiítas que viven en los suburbios del sur, donde vivían los líderes de Hezbolá.

Las bombas antibúnkeres de 2.000 libras, fabricadas en Estados Unidos, por supuesto, fueron diseñadas para derribar bloques de apartamentos y el ataque fue diseñado para matar al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, pero también para mostrar a los libaneses la verdadera fuerza que tiene Israel: su poder aéreo.

En las últimas semanas se ha especulado mucho en Internet sobre si Israel va a invadir el Líbano. En realidad, esto es poco probable por varias razones. Pero, sobre todo, porque Netanyahu sabe que de enfrentarse a un ejército o milicia, Israel estaría en desventaja con la infantería, ya que las FDI no son buenas en combates cuerpo a cuerpo; su especialidad es matar niños y golpear a mujeres.

Combatir a Hezbolá cuerpo a cuerpo sería un baño de sangre para los israelíes, lo que haría que el bombardeo de Beirut pareciera un «ejercicio militar».

Otra razón por la que Netanyahu no invadirá el Líbano es que los recursos que ello requieren llevarían a Israel mucho más allá de su capacidad y lo dejarían vulnerable en dos frentes: primero, el combate cuerpo a cuerpo que las FDI tendrían que librar con los combatientes de Hezbolá; y segundo; Irán no tendría otra opción que llevar a cabo ataques masivos con misiles balísticos contra ciudades de Israel.

Hasta el momento, Irán y Hezbolá no han sacado a la luz sus misiles de mayor alcance que puedan igualar los que Israel disparó contra los suburbios del sur de Beirut.

Esto plantea la pregunta: ¿cuál es el punto de inflexión para Irán? ¿Y cuándo considerará Hezbolá efectuar su propia invasión terrestre del norte de Israel?

En cuanto a la segunda pregunta, los líderes de Hezbolá probablemente esperan que Israel invada su territorio, ya que es allí donde sus combatientes pueden estar en su elemento. Por esta razón, es probable que Hezbolá no quiera estirar demasiado sus propios recursos.

Si Irán ahora juega con la idea de una represalia sería porque afectaría a Netanyahu y su efímera euforia política, aunque los persas saben que le estará dando al líder israelí lo que siempre ha soñado: una guerra con Irán en la que Estados Unidos no tendrá más opción que involucrarse directamente.

A pesar que Joe Biden afirma que no sabe nada del reciente bombardeo de Beirut contra Israel, la verdad es que Estados Unidos desempeñó un papel importante en él, con varios aviones estadounidenses en el cielo brindando apoyo, por no mencionar un portaaviones cercano.

Estados Unidos ya no puede fingir que no está en guerra con Irán, pero los periodistas que conforman el equipo de «corresponsales de guerra» de los periódicos occidentales harán todo lo posible para seguir engañando.

Por supuesto, Israel hace oídos sordos a las críticas internacionales del Sur Global, a pesar de la masiva retirada de la mayoría de los embajadores ante la ONU durante el reciente discurso de Netanyahu en la ONU.

Pero, al parecer a Netanyahu tampoco le molestan los países árabes, que están demostrado que ya les está horrorizando su propio nivel de depravación: la ausencoa de solidaridad con el pueblo palestino ha alcanzado un máximo histórico.

Los delegados de Arabia Saudí en la ONU también abandonaron la asamblea, junto con Kuwait e Irán, lo que da una indicación que, sin duda, el mundo árabe está dividido en cuanto a su apoyo a Israel y sus ambiciones regionales.

El Líbano bien puede resultar el punto de ruptura para los estados árabes que consideran que el pequeño país está protegido por esa lógica banal de; «sólo nosotros podemos patear a nuestro propio perro, y no el poderoso vecino».

Y la frágil alianza que Israel mantiene con un puñado de países árabes que firmaron los Acuerdos de Abraham también está al borde del colapso.

Hace poco, un soldado israelí, que estaba de «vacaciones» en Marruecos, fue arrestado por un tribunal de Rabat acusado de crímenes de guerra, una acción que no puede considerarse accidental, dado que en Marruecos no ocurre nada sin la aprobación del Rey.

Países como Marruecos, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Sudán se enfrentan cada día a un dilema imposible, ya que salir del acuerdo negociado por Trump es casi imposible, especialmente para Marruecos, que tiene enormes inversiones de proyectos israelíes a largo plazo.

Estos países ya se habían distanciado de Hezbolá y, en cierta medida, de Irán. Pero, a pesar de su alianza con Washington, están observando con mucha atención hasta dónde llegará ahora Israel.

Netanyahu cree que está en una muy buena posición, ante la ausencia de una respuesta de Irán y de una represalia de las organizaciones de la resistencia. Por el momento, la superioridad aérea es una mano fácil de jugar. A menos, por supuesto, que Irán decida cortarle la cabeza a esa serpiente.

Fuente: Observatorio de la crisis

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