lunes, 11 de julio de 2022

NYT: Para EE.UU. “sería difícil” mantener el ritmo de envíos de armas a Ucrania sin comprometer su propia defensa

 

NYT: Para EE.UU. “sería difícil” mantener el ritmo de envíos de armas a Ucrania sin comprometer su propia defensa


DIARIO OCTUBRE / julio 10, 2022

 

"Si bien EE.UU. autorizó 54.000 millones de dólares en asistencia militar y otro tipo [a Ucrania], nadie espera otro cheque de 54.000 millones de dólares cuando se agoten", señala el artículo.

Marines de EE.UU. cargan obuses M777 de 155 milímetros en un avión en la Base de la Reserva Aérea March Joint, el 27 de abril de 2022. | U.S. Marine / ZUMA Press Wire Service / ZUMAPRESS.Com / Legion-Media


Mientras EE.UU. no parece dispuesto a alentar a Ucrania a resolver el conflicto con Rusia por vía diplomática, analistas y funcionarios estadounidenses señalan que para Washington “sería difícil” mantener el nivel de asistencia brindada a Kiev sin que ello conlleve la degradación de la preparación militar de su propio país, escriben los corresponsales de The New York Times Peter Baker y David E. Sanger.

 

Este viernes, el Departamento de Defensa de EE.UU. anunció que destinará otros 400 millones de dólares en concepto de asistencia militar a Kiev, paquete que contempla también el suministro de lanzacohetes múltiples HIMARS (Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad). En una declaración separada, desde el Pentágono también subrayaron que Washington ya está pensando “en lo que los ucranianos necesitarán en los próximos meses y años“.

Si bien se espera que el monto total de layudas aprobadas por el Gobierno del país norteamericano dure hasta el segundo trimestre de 2023, la pregunta sigue siendo cuánto más pueden durar las existencias de armas y municiones que EE.UU. puede permitirse entregar, escribe The New York Times.

“El presidente [estadounidense Joe] Biden se ha comprometido a apoyar a Ucrania ‘tanto como sea necesario’, pero ni él ni nadie más puede decir cuánto será esto o cuánto más puede hacer EE.UU. o sus aliados a distancia, sin una intervención militar directa”, señalan los autores del artículo.

Según el medio, los funcionarios estadounidenses reconocen que, tarde o temprano, “las existencias de armas estadounidenses y europeas se agotarán”. “Si bien EE.UU. autorizó 54.000 millones de dólares en asistencia militar y otro tipo [a Ucrania], nadie espera otro cheque de 54.000 millones de dólares cuando se agoten”, señala el artículo.

“Hay mucho espacio para maniobrar, pero, claramente, existe la sensación de que los próximos seis meses serán realmente críticos“, afirmó Ivo H. Daalder, presidente del Consejo de Asuntos Globales de Chicago y exembajador de EE.UU. ante la OTAN. “En los próximos seis meses, veremos a uno o a ambos lados demasiado cansados y empezarán a buscar una salida”, explicó.

FUENTE: actualidad.rt.co

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Deutschland über alles (pero mejor no lo digas muy alto)

 

Deutschland über alles (pero mejor no lo digas muy alto)

 

 

INSURGENTE.ORG / 11 julio 2022

 

No parece que últimamente, especialmente desde la intervención rusa en Ucrania, Alemania pueda verse reflejada con orgullo en un himno, el suyo, que no anda sobrado de semejante sentimiento. “Deutschland, Deutschland über alles/über alles in der Welt: Alemania, por encima de todo en el mundo”.

Si ya en febrero Alemania decidiera hacer aspavientos de castigar a Rusia como la que más, paralizando nada menos que el Nord Stream 2, ahora resulta que está alarmada e indignada, no vaya a ser que Rusia utilice políticamente el Nord Stream 1 cerrándolo. O sea, que me apunto como vulgar pirata a las sanciones caprichosamente calculadas por el gran sheriff occidental contra Rusia, pero que a esta no se le ocurra… sencillamente defenderse y sancionarme por más que le hayamos secuestrado miles de millones en dólares, en oro, etc. Papelón insostenible el de una Alemania, que con Francia, ha hecho dejación de su condición de garante de los acuerdos de Minsk que, entre otras cosas, obligaban al gobierno de Kiev a dejar de machacar al Donbass como venía haciendo desde el 2014 tras el golpe del Maidán.

Verdaderamente ridícula y bochornosa la actitud del gobierno de Berlín, que ha hecho saltar todas las alarmas en un país que, de pasar a buscar (como siempre) su lebensraum (espacio vital), resulta que ve caer empresas enteras mientras se le anuncia que se le va a cercenar “a todo gas” sus condiciones más vitales… de vida. Y todo, mientras EEUU se pasa por el forro los “principios que hay que mantener ante el eje del mal” y decide que ahora igual no conviene castigar tanto a Venezuela y a Irán; en fin, los anglosajones apropiándose en exclusiva del término realpolitik…  alemán para más escarnio.

Cada vez más analistas se apuntan a que un objetivo primordial de EEUU (por más inconfesable que sea) es el de mantener atadas las pretensiones de Alemania de tirar por su cuenta en sus planes de creación de su propio bloque europeo. Unas pretensiones que, desde luego, no son menos imperiales que las de EEUU, pero necesitadas de una agenda bien diferente que la estadonuidense; lo que incluía, por un buen tiempo, no tener relaciones tumultuosas con el gigante ruso. Una agenda “pacífica” que, en definitiva, entraba en total contradicción con la de un elefante yanqui, que, herido en su hegemonía, necesita ir creando cacharrerías aquí y allá, a ser posible no muy lejos de sus aliados para que estos sigan siéndolos como en los mejores tiempos de la Guerra Fría. No en vano, EEUU sigue manteniendo más de 20 bases militares en suelo germano.

El caso es que, efectivamente, desde el principio de las sanciones a Rusia, surgen voces desde diversos estamentos alemanes, empezando por la misma patronal, asegurando que es la ruina para Alemania cortar sus relaciones con Rusia. En estos días ha sido Yasmin Fahimi, la lideresa de la Federación Alemana de Sindicatos, quien afirmaba (gritaba desesperadamente habría que decir) al Bild am Sonntag que “los cortes de gas natural en Alemania provocarían el colapso de industrias enteras”, que industrias enteras en Alemania están en riesgo de colapso debido a los cuellos de botella del gas: aluminio, vidrio y la industria química [y que] tal colapso tendría consecuencias masivas para toda la economía y el empleo en Alemania». Ya antes, desde la municipalidad de Hamburgo se anunciaba que, de seguir así las cosas, habría que racionar el agua caliente.

En realidad, desde hace mucho años, los gobiernos de Alemania dejan que otros países, y otros actores de “la sociedad civil” en el suyo propio, digan lo que al ejecutivo alemán no se le puede ocurrir decir. Ya se lo advertía a Merkel en 2006 el presidente iraní, Ahmadinejad, en una carta donde le recordaba lo que ella sabía de sobra: la constante utilización contra Alemania de su derrota en la Segunda Guerra Mundial y del Holocauto. Y añadía algo de rabiosa actualidad: “lo más lamentable [es] que algunas autoridades de esta nación [alemana] consideren que ellos y su pueblo merecen esta situación y la defienden. ¿No es esto una de las cosas extrañas del mundo?” (*)

Un año antes, en medio de los crecientes acuerdos entre Alemania y Rusia (impulsados a todo lo alto por Gerard Schröder), oh casualidad, la administración Bush decidía “defender a sus aliados europeos”, que no habían solicitado nada, colocando en Checoslovaquia un escudo antimisiles dirigidos hacia el este, provocando la legítima cólera del gobierno de Putin, a quien entonces el inefable George Bush-hijo le tranquilizaba diciendo que no iban dirigidos contra el “amigo que es Rusia” sino contra «radicales o extremistas” a algún que otro régimen renegado (léase Irán) que intente “extorsionar al mundo libre para promover sus objetivos ideológicos”. Como por casualidad también. Alemania, que se había añadido al grupo de 5 potencias que negociaba con Irán el acuerdo nuclear, estaba interesada en rebajar tensiones con la gran nación persa.

Que la Alemania del “lebensraum” se está viendo entrampada letalmente en un callejón sin salida (y no precisamente por Rusia) – y que, por tanto, no es de fiar lo que diplomáticamente exprese- se ve en que la marioneta anglosajona de Zelensky se atreve a tratarla con agresividad y desprecio, evidentemente con el aval de la administración de Biden, a quien tampoco le interesa decirle a las claras a Alemania que “si yo no, tú tampoco”. Que la marioneta de Zelensky no se fíe del apoyo unánime occidental tiene su lógica. Empezando por no dar crédito a Alemania. Y presiona y presiona para que esta se siga humillando.

Así, en esta semana, el vicecanciller y ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, hacía un llamado público a Canadá para que liberase la turbina del gasoducto Nord Stream 1 que está varada en el país debido a las sanciones impuestas a Rusia y que es clave para los flujos de gas. «Necesitamos capacidades en Nord Stream 1 para llenar nuestro almacenamiento», afirmaba Habeck en declaraciones a Bloomberg, agregando que “las capacidades de almacenamiento llenas en Alemania no solo son importantes para el mercado alemán, sino también para el mercado europeo y para la seguridad del suministro en Europa«. La verdad es que leyendo esto no es para fiarse de la determinación del núcleo central de la UE con las sanciones, por más que el cabo furriel Borrell vaya lanzando amenazas horribles contra el malvado Putin.

Rápidamente el gobierno de Kiev expresaba su oposición a que Canadá devolviese la turbina del gasoducto Nord Stream, ni a Alemania ni a la rusa Gazprom, pues de hacerlo ambos países (Canadá y Alemania) atentaban contra las sanciones a Rusia. Pues bien, este domingo (10 de julio) Europa Press publicaba que el ministro canadiense de Recursos Naturales, Jonathan Wilkinson, ha anunciado que se devolverá la turbina a Alemania porque su economía está sufriendo “dificultades muy significativas, y los propios alemanes correrán el riesgo de no poder calentar sus hogares a medida que se acerca el invierno».  Pendientes estamos de la reacción del monigote de Zelensky; más bien, de cómo sus jefes anglo-occidentales  le dictan que le conviene reaccionar.

Sin duda que EEUU, tal como desde estas páginas se venía alertando desde hace años, ha terminado por lanzar un misil a Europa, dirigido a la sala de máquinas teutona. Y se está cargando el proyecto de autonomía imperial de Alemania. Desde luego que no es cuestión de quejarse de que a esta le estén saliendo mal sus intentos de reeditar el Tercer Reich por vías “más amables”, utilizando para ello el señuelo de la interminable construcción de la Unión Europea.

Por lo que se ve, este golpe geostratégico de envergadura en el corazón de Europa –que llevaba EEUU queriendo dar buscando para ello la provocación constante a Rusia-  no dejará de traer nefastas consecuencias en lo económico y en lo social a todos los pueblos del viejo continente empezando por el pueblo alemán. Es de esperar que sea este pueblo el que rompa definitivamente contra toda veleidad “reichana” en su país. Y se decida a tomar el testigo de lo mejor de la república de Weimar. De lo mejor, es decir, a partir de la semilla ensangrentada plantada por la gran Rosa Luxemburgo y el gran Karl Liebknecht. Y que, si grandeza quiere, retome la no menos grande historia del partido de Marx y Engels que terminó por ser traicionado cuando sus dirigentes avalaron la política de guerra del 14. Bueno será recordarlo en este ambiente cada vez más bélico que actualmente vivimos en nuestro continente.

Al fin y al cabo, el pueblo alemán daría así el verdadero sentido de grandeza con que el que los revolucionarios liberales redactaron el himno a mitad del siglo XIX, que era a favor “sobre todo” (über alles) de la unidad de Alemania, hasta entonces dividida en estados de corte autoritario. Promovían una construcción alemana que no rindiera pleitesía a ninguna monarquía o keiser alguno. Ojalá el pueblo alemán sacara provecho de la degeneración y la degradación imperialistas a varias bandas en curso para retomar lo mejor de su historia. Ciertamente, el único proyecto “vital” de grandeza que le queda por probar, para que no fracase, es el de convertir a su país en un “espacio” de la liberación social para sí mismo y para Europa toda entera. Ese sí que es un lebensraum que (nos) merece la pena.

 

(*) https://adversariometapolitico.wordpress.com/2012/10/16/carta-de-ahmadinejad-a-merkel-2006/

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El voto contra el dictamen del CESS sobre la situación social y económica de Sevilla.[Voto, voto, Gorgorito, dónde estás que no te he visto. Y ahora pregunto yo. Los señores y señoras, si las hay, dictaminadores dictaminantes de la dictaminación de Sevilla: ¿Sobré qué y para qué han dictaminado?]

 

El voto contra el dictamen del CESS sobre la situación social y económica de Sevilla

·         El economista José Carlos González Lorente votó en contra por el "evidente déficit de indicadores adecuados" que contiene el dictamen "para la medición del impacto socioeconómico en las personas y el planeta"

·         Ha dimitido tras formar parte como experto independiente de la representación del sindicato CCOO 

·         El CESS aspira a que los sevillanos no se muden a ciudades dormitorios


Vista aérea de la ciudad de Sevilla, sobre la que se habla en el dictamen del Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS). / JUAN CARLOS MUÑOZ


ANA S. AMENEIRO

DIARIO DE SEVILLA

11 Julio, 2022


El dictamen del Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS) al informe socioeconómico de la ciudad se aprobó el 28 de junio pasado con un único voto particular en contra, el del economista José Carlos González Lorente, consejero que formaba parte como experto independiente del grupo trabajadores, por CCOO, en este órgano asesor del Ayuntamiento de Sevilla. 

González Lorente explica que se opuso al dictamen por considerar que las conclusiones y recomendaciones del CESS son "insuficientes". Contrario al voto unánime que caracteriza las decisiones de este organismo, el economista lamenta que "en este como en otros informes y dictámenes se ha constatado un evidente déficit de indicadores adecuados para la medición del impacto socioeconómico de la ciudad en las personas y el planeta". Y lo resume en que al informe le falta en general "coherencia con el espíritu de la Agenda 2030 y las diversas emergencias en las que vivimos (climática, energética, democrática, de derechos humanos, de desigualdad...)". Por esa razón presentó su dimisión como consejero tras aprobarse el dictamen. 

En su opinión, estos déficits se dan en cinco aspectos fundamentales, según detalla.● Sobre la calidad del aire de Sevilla, señala que "no aparece, ni en el informe ni en el dictamen, ninguna mención a la calidad del aire que respiramos". ● Sobre la situación del agua, lamenta que tampoco menciona nada sobre el río, Doñana, las amenazas y dependencias, ni refiere alguna medida o posibles datos positivos.● Sobre el uso de la energía, cuestión directamente relacionada con la movilidad, se queja de que no hay ninguna mención al uso y dependencia de la ciudad respecto a las fuentes de energía, ni a su impacto socioeconómico. Y concluye que "no hay coherencia ni mención a la declaración de emergencia climática de la ciudad".● Sobre la vivienda y el suelo, aunque hay referencias a la cuestión de la vivienda, "no se citan las amenazas al patrimonio (histórico, natural), suelo y urbanismo, ni la principal amenaza que es la posible burbuja-especulación turística, energética….". Tampoco se menciona el impacto del ruido, otro factor clave sobre la calidad de vida, eternamente olvidado, recalca.

En Movilidad considera que no hay datos e indicadores suficientes, al igual que sobre Biodiversidad/especies amenazadas-invasoras, "pese a la importancia que tiene en relación con las pandemias (de nuevo, perdemos la memoria...) y a que somos la puerta de Doñana, patrimonio de la humanidad amenazado", recalca.

● El quinto punto que echa en falta es la referencia a las personas, la calidad democrática, los derechos humanos, la educación/sanidad. Sobre esta materia, explica que en el capítulo sobre pobreza/equidad "solo se constata que tenemos los barrios más pobres del país" sin más detalles sobre "la evidente cronificación de la desigualdad (barrios pobres…) no sólo material, sino cultural".

Critica también que no se hable en el informe del CESS "de muertes por mala calidad del aire, o por suicidios. No hay ninguna mención a la situación o a las medidas tras uno de los episodios más graves de nuestra reciente historia: las muertes en las residencias de ancianos a consecuencia de la pandemia del COVID (tras la que todo iba a cambiar...)". Sí se citan datos sobre siniestralidad laboral, aunque asegura que "nunca suficientes".  

Otra crítica se refiere a "cierto déficit de Memoria - Histórica, y memoria de las crisis recientes. Suvalor como elemento de justicia, verdad y reparación, pero también su valor como previsión ante las amenazas citadas".

El economista José Carlos González Lorente es natural de Jerez, pero lleva 25 años viviendo en Sevilla. Es miembro del Consejo Estatal de Responsabilidad de las Empresas (CERSE). Trabajó en varias cajas de ahorro hasta que se prejubiló en La Caixa. Es miembro de Economistas Frente a la Crisis, de Economistas Sin Fronteras, y de la Plataforma por la Democracia Económica, entre otras organizaciones.    

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Los grandes medios de comunicación, meros turiferarios de los grandes poderes económicos

 

Los grandes medios de comunicación, meros turiferarios de los grandes poderes económicos

 

Cándido Marquesán Millán 

Rebelión /España

11/07/2022 | 


Fuentes: Nueva Tribuna

La mayoría de los medios, incluso algunos de los ubicados en el ámbito socialdemócrata, consideraron poco importantes, e incluso, irrelevantes para nuestra democracia algunos problemas en estos últimos años. Paso a citarlos y describirlos brevemente.

La corrupción política interminable del PP y cuyo máximo dirigente actual aduce que eso es cosa del pasado; las cloacas del Estado con un Villarejo que en sede parlamentaria alardeaba de patriotismo y que a cualquier persona de bien le tiene que generar hastío cada vez que irrumpe en los medios; la actuación de una policía patriótica para perseguir a partidos políticos, encabezada por un ministro que condecoraba a vírgenes; los comportamientos vergonzosos de algunos personajes de la familia real, y que a pesar de los cuales algunos afamados y condecorados “periodistas” se vanaglorian por hacerse una foto en Abu Dabi, cabe pensar para enseñársela a sus nietos; la esclerosis de una justicia militante, profundamente conservadora y endogámica, que ha proporcionado dossiers a determinados medios y que ha perseguido a determinados dirigentes políticos de una manera encarnizada y cruel; el avance irrefrenable de una extrema derecha xenófoba, homófoba y negadora de la violencia de género, que rompe muchos de los consensos alcanzados en nuestra democracia, y que ha sido acogida y ensalzada mediáticamente con auténtico frenesí; el mantenimiento del voto rogado, que imposibilita a muchos españoles en el extranjero poder votar, circunstancia que debería avergonzar a una democracia normal; los terribles niveles de desigualdad –afectando fundamentalmente a los jóvenes, mujeres e inmigrantes–; las políticas austericidas contra nuestro Estado de bienestar; los desahucios a muchas familias en un país con un exceso de viviendas; la ausencia de competencia en un mercado de la comunicación audiovisual –ahí es culpable el gobierno de Rodríguez Zapatero, que permitió su concentración en dos únicos grupos de televisión, ambos en manos extranjeras, algo inconcebible en una democracia europea de nuestro entorno–. La atención mediática, casi con exclusividad, la ocuparon el independentismo y Podemos. Y continúa.

La irrupción de ambos, del independentismo y Podemos, se consideró no un síntoma de la crisis de nuestra democracia, sino un ataque. Una democracia plena debería haber encontrado los instrumentos para encauzarlos políticamente. Y trabajaron muy bien los medios, ya que evitaron un gobierno de coalición PSOE-Podemos tras las elecciones de 2015 de 20-D, ya que los resultados electorales eran muy semejantes a los de 10-N de 2019. Y luego se llevaron por delante a Pedro Sánchez, tal como manifestó este ante Jordi Evole. Y en la cuestión territorial despreciaron la vía política para defender la represión y el código penal. Había que ser implacables con los líderes independentistas. Todo este sesgo mediático tiene un porqué.

Madrid, epicentro hegemónico

Madrid es el epicentro hegemónico de las comunicaciones en España y, por lo tanto, el principal centro emisor de mensajes de todo tipo: políticos, económicos, culturales, deportivos… Ha sido siempre así, pero los especialistas en medios de comunicación subrayan que esta concentración ha ido en aumento. Dos grupos de televisión, Atresmedia y Mediaset, absorben el 83% del mercado publicitario de la televisión generalista. Algo semejante ocurre con las cadenas de radio, ya que las cuatro primeras en audiencia –la SER, COPE, Onda Cero y RNE– dominan el mercado de las ondas en España, excepto en Cataluña. Y ya conocemos en manos de qué grupos empresariales están estos medios.  Y en los programas de Ángels BarcelóCarlos Alsina y Carlos Herrera para valorar la situación política de España recurren siempre a El MundoEl PaísABC La Razón, en alguna ocasión a La Vanguardia o El Periódico. ¿Los medios de provincias no existen? Los que escribimos en y desde las provincias, somos analfabetos.

Esta enorme concentración mediática en Madrid supone una sobrerrepresentación de la capital respecto a la periferia y un grave daño a la pluralidad informativa, que necesita una democracia. De hecho, del equilibrio y la variedad de voces que se expresen en los medios de comunicación depende, también, la calidad de una democracia ¿Ha habido pluralidad informativa en relación al Procés y a Podemos, y sobre el gobierno de coalición? En absoluto. Es una información parcial y sesgada, al estar en manos de Ana Rosa QuintanaSusana GrisoCarlos HerreraFrancisco MarhuendaVicente VallésPablo Motos y Antonio García Ferreras… Sería muy distinto el panorama informativo si se hubiera evitado el oligopolio de las licencias privadas de televisión, pero también con canales de ámbito estatal instalados en Valencia, Barcelona, Sevilla, Zaragoza… No se puede entender el problema territorial de España, exclusivamente desde el kilómetro Cero, de la Puerta del Sol.

Por lo expuesto se comprende que la gran mayoría de los medios capitalinos y muchos autonómicos estén trabajando a conciencia para la llegada de las derechas a la Moncloa. Vox ya está blanqueado y Feijoo es un nuevo Churchill, a pesar de que todo su mensaje político se reduce a “rebaja de impuestos” y “estamos al borde una gravísima crisis económica”. De no producirse un cambio político imprevisible, a golpe de editoriales, tertulias, artículos y encuestas lo van a meter en procesión en una peana en volandas a La Moncloa, sin haber hecho propuesta alguna. Mediaset ya le ha hecho una entrevista «humana» en casa de Bertín Osborne, Atresmedia le rinde pleitesía en sus informativos con Vallés -la actuación manipuladora de este caballero, no quiero honrarle con el título de periodista, es para estudiar en las Facultades de Ciencias de la Información- y demás palmeros; la Triple Alianza de ABCLa Razón y El Mundo se rompen en empalagosos halagos en sus editoriales y en sus columnistas, mientras arremeten sin cuartel y siembran una fuerte animadversión contra el gobierno de coalición -y sobre todo las ministras de Unidas Podemos como Irene Montero e Jone Belarra, sobre la persecución a ambas por los grandes medios hablaré más tarde-  que, con sus aciertos y errores, está tratando de mejorar la vida de una buena parte de la sociedad con los ERTE, la subida del Salario Mínimo Interprofesional, Ingreso Mínimo Vital, revalorización con el IPC de las pensiones, la Reforma Laboral, las medidas para rebajar el precio de la energía, etc.

Mas, a pesar del crecimiento económico y el descenso del paro en mayo en casi 100.000, con más de 20 millones de afiliaciones y un récord en los contratos indefinidos de 730.427 –¿Sr. Vallés esto no es noticia? ¿Sr. Feijóo, de verdad, le alegran estos datos? ¡Ah! Claro, están maquillados– hay un problema económico de la inflación en toda la UE con pérdida de poder adquisitivo y subida de las hipotecas, que exige medidas más contundentes de intervención, para repartir con más justicia los costes de esta situación.  Para tal objetivo se aprobó el Real Decreto-ley 11/2022, de 25 de junio, por el que se adoptan y se prorrogan determinadas medidas para responder a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania, para hacer frente a situaciones de vulnerabilidad social y económica y para la recuperación económica y social de la isla de La Palma. Decreto que será insuficiente, por lo que cabe esperar nuevos Decretos. No obstante, como decía recientemente, Enric Juliana, este sí que es periodista, hay que gente que está rezando para que en otoño llegue una recesión devastadora. Esos rezos obviamente serán profundamente patrióticos.

Tal como he expuesto, la libre circulación de ideas y opiniones se ve amenazada por los grandes medios de comunicación cada vez más concentrados y vinculados con los poderes financieros y empresariales, que, al alcanzar tanto poder, pueden contrariar o delimitar la soberanía expresada por la sociedad en las urnas y poner en peligro la democracia, de ahí que el profesor Luigi Ferrajoli, les denomine poderes salvajes. Las empresas de comunicación son poderes de hecho, influyentes sobre los asuntos públicos y con agendas que no responden necesariamente a los intereses de la sociedad. Según Sánchez Noriega “tienen capacidad en el espacio político para boicotear leyes o difundir determinadas demandas y, a la vez, una gran resistencia a las imposiciones del poder político”.

Los medios al ser tan poderosos pueden encumbrar a personas ineptas, como Isabel Díaz Ayuso. Y todavía soy moderado dedicándole el calificativo de ineptitud. Para valorar mi afirmación recomiendo mi artículo publicado en este medio el 2 de mayo de 2021, La libertad para Ayuso: Puedes cambiar de pareja y no encontrarla nunca más, que escribí motivado por una entrevista que le hizo Carlos Alsina en Onda Cero. De verdad, es que no sabe lo que dice. Debería sentirse avergonzada una sociedad tan preparada y culta como es la madrileña que esta señora esté al frente de su comunidad.

Y en contraposición los medios pueden destruir a determinados personajes como Pablo Iglesias. Los audios recientes publicados en El País y La Ser entre Villarejo y Dolores de Cospedal son suficientemente explícitos. Lo que se hizo mediáticamente en perfecta confabulación desde las cloacas del Estado, determinados jueces y policías, con Iglesias lo valoré en el artículo en este mismo medio Sobre la renuncia a la vicepresidencia del gobierno de España de Pablo Iglesias el pasado 17 de marzo de 2021.

Y no ha cambiado nada mediáticamente. Tras triturar políticamente a Iglesias, ahora lo intentan con las ministras de Unidas Podemos, Irene Montero e Ione Belarra. El reciente tratamiento mediático sobre unas declaraciones de Irene Montero en torno a lo ocurrido en la valla de Melilla; y el viaje oficial a los Estados Unidos por temas relacionados con su Ministerio de Igualdad, parece un auténtico esperpento, además de ser un insulto al código deontológico del periodismo. Es una muestra del nivel de abyección y de degradación al que pueden llegar algunos, que alardean de ser periodistas. Prepárate Yolanda, que tú serás la próxima.

Reinaldo Spitaletta 

Termino con unos fragmentos de un artículo del periodista colombiano Reinaldo Spitaletta -¡qué periodismo más comprometido y arriesgado existe en Sudamérica!- Periodismo prostituido. Muchos periodistas sudamericanos su compromiso lo pagan con su vida. Este artículo de Spitaletta debería estudiarse en todas las Escuelas de Periodismo y estar enmarcado en las redacciones de todos los periódicos. Dice así:

” La tía Betsabé (protagonista de mi novela El último puerto de la tía Verania), que era una señora de mucha guasa, advertía sobre tres oficios que la mayoría de gente creía que eran muy fáciles de ejercer. Los denominaba las tres “pes”: periodista, panadero y puta. Hoy quiero referirme al primero de ellos…

El periodismo nació en la modernidad en medio de la lucha entre las viejas y las nuevas ideas; la Ilustración le dio un carácter de servicio a los más desprotegidos, de servir de vocero de los oprimidos y olvidados de la historia. De ser un vehículo para la defensa de aquello que apenas surgía como una novedad revolucionaria, los derechos del hombre y del ciudadano.

Se iba aclarando que el periodismo se destinaba para narrar las desgracias del hombre, de los explotados, de los humillados y ofendidos. La prensa (aparte de tener la posibilidad en el capitalismo de ser una empresa comercial, con plusvalías y ánimos de lucro) se erigía como el “cuarto poder”, fiscalizador de los otros poderes y portador de cultura, transmisor de lo más avanzado y también de lo más vergonzoso del hombre. Cabían en sus trabajos desde las ideas de progreso y los descubrimientos científicos hasta las bajezas de un político y las desventuras de las víctimas de la guerra.

El periodista era parte de los ilustrados. Y el periódico estaba para ser vocero de las luchas contra las injusticias y los atropellos. Ejemplos históricos como Yo acuso de Emile Zola hasta los reportajes de denuncia de Apten Sinclair, o los de Reed sobre trabajadores norteamericanos, sin contar sus narraciones sobre las revoluciones de México y Rusia, pasando por sus informes sobre la guerra en Europa oriental.

Abundan, ni más faltaba, los grandes periodistas de todos los tiempos. Lo que se quiere decir es que, tras desaparecer el “cuarto poder”, absorbido por los otros, y puesto en general el periodismo al servicio de los poderosos, con lo cual la esencia del periodismo se vulneró, para ser solo propaganda, el asunto ha venido de mal en peor. Noticiarios y periódicos de baja estofa, que es más lo que ocultan que lo que revelan. Embriagados con la promoción de la estupidez y la banalidad. Y periodistas sometidos a destacar lo bobería por encima de la inteligencia. Medios que son un atentado contra la razón y el buen gusto. Con reporteros que no salen a las calles, ni son capaces de mostrar los entresijos de la ciudad, las causas de la violencia, las brechas sociales, las infamias del sistema de salud, las injusticias cotidianas. Nada. Solo bazofia y superficialidad. El periodismo, en general, ha perdido su esencia combativa, su capacidad crítica y de poner en calzas prietas al poder. Y se ha mudado a la otra posición, la de servir de mampara de los desafueros oficiales. No revela; tapa. No cuestiona; bate incienso. Se ha prostituido, aunque, como decía la tía, tampoco es fácil el ejercicio de vender la carnita…”.

Fuente: https://www.nuevatribuna.es/articulo/actualidad/grandes-medios-comunicacion-turiferarios-grandes-poderes-economicos/20220709164957200435.html

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La gran aceleración y el tiempo del capital

 

La velocidad de la vida moderna despoja de sentido a la existencia, amenaza peligrosamente el equilibrio del planeta y, sobre todo, atenta contra el buen vivir. Son los tiempos peligrosos del capital.


La gran aceleración y el tiempo del capital

 

Víctor Manuel Toledo

El Viejo Topo

11 julio, 2022 

 

Los peligros que enfrenta la humanidad, y en general la vida en la Tierra, son tan vastos, complejos e impredecibles que son difíciles de comprender, y uno de los más importantes tiene que ver con el tiempo. Varios pensadores han contribuido brillantemente a develar los peligros del tiempo en la sociedad contemporánea. Gracias a sus aportes hoy podemos conectar el fenómeno global de aceleración súbita de todo lo existente con las consecuencias conductuales de ese fenómeno, es decir, con los impactos sobre el comportamiento de los individuos y sobre las instituciones. Se trata de una conexión virtuosa en torno al tiempo en el mundo moderno.

Debemos a J.R. Mc Neill, historiador estadunidense, la historia ambiental del siglo XX. En su magnífica obra Algo nuevo bajo el Sol, 2011, reveló con sumo detalle lo ocurrido entre los años 1900 y 2000 y sus mayores efectos sobre el equilibrio del planeta. Un segundo libro, escrito con P. Engelke ( The Great Acceleration, 2016) develó con gran fineza un proceso inédito de aceleración general. “La Tierra ha entrado a una nueva era –el Antropoceno– en la cual los seres humanos se han convertido en la más poderosa fuerza sobre el ecosistema global.

Desde la mitad del siglo XX, el ritmo acelerado del uso de la energía, las emisiones de gases tipo invernadero y el crecimiento de la población han llevado al planeta a un experimento sin control”. Y agregan: “… el periodo de 1945 al presente representa el lapso más anómalo de toda la historia. Tres cuartas partes del bióxido de carbono que se ha inyectado a la atmósfera se ha acumulado desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, y el número de humanos en el planeta se ha triplicado (de 2.3 mil millones a 7.2 mil millones entre 1945 y 2015)”.

En estas siete décadas ocurrió una explosión en el uso del petróleo y los otros combustibles fósiles, además de otros factores, consecuencia de innovaciones tecnológicas, como la producción de fertilizantes artificiales, la aparición de los contenedores para el transporte de mercancías y la proliferación de los plásticos. Todo lo anterior quedó demostrado por las curvas de 24 factores. Todo se aceleró de manera súbita a partir de 1950 en una sincronicidad sorpresiva: la población humana, los habitantes de las ciudades, el número de au-tomóviles, los teléfonos celulares, el producto interno bruto mun-dial, el uso de la energía, los gases de efecto invernadero, el uso del agua, las presas, la deforestación, el consumo de papel, el turismo, los McDonalds, etc. (https://www.scinapse.io/papers/2139274755).

Pero esta aceleración global que ha tenido lugar en el mundo de las cosas también se expresa en la dimensión concreta del mundo de los seres y tiene además un origen. Obedece al principio del deseo insaciable de la ganancia, es decir, es consecuencia directa de las necesidades del capitalismo, como lo ha demostrado de manera brillante el filósofo e historiador mexicano Luciano Concheiro (LC) en su libro Contra el tiempo”, 2016. El mecanismo rector que impone el capital lo encierra la fórmula por la cual el dinero se convierte en mercancía y luego de nuevo en dinero (D-M-D). Sin embargo, el dinero obtenido al final es siempre mayor que el dinero inicial, y este excedente es lo que se conoce como plusvalía.

“La historia del capitalismo–afirma LC– puede ser leída como una sucesión permanente de innovaciones técnicas y tecnológicas, todas ellas encaminadas hacia la aceleración de los tiempos de producción o de circulación”. En otras palabras, entre más se acorte el tiempo de rotación del capital, mayor será la ganancia. La velocidad aparece entonces como un aliada de la acumulación infinita de riqueza. En la era industrial el tiempo se fue acelerando conforme se pasó de la máquina de vapor al motor de combustión interna, a los motores de reacción y a los propulsores iónicos. O del telégrafo al teléfono y a Internet. La vida se fue haciendo más veloz conforme se pasó del capitalismo mercantil, al industrial y al financiero (o turbocapitalismo). En este último las ganancias se logran en fracciones de segundo gracias a las supercomputadoras y a los algoritmos desarrrollados (véase la serie Billions, en Netflix).

LC examina magistralmente los efectos de este proceso sobre la política (el cortoplacismo), lo efímero de las mercancías (la obsolescencia programada), el consumo frenético, las relaciones de pareja, los cuerpos, y la salud síquica. Bajo la dictadura de la velocidad los individuos se tornan seres estresados y ansiosos y por ende viven permanentemente cansados (consúltese La sociedad del cansancio, de Byung-Chul Han, 2012). En suma, la velocidad de la vida moderna despoja de sentido a la existencia (LC), amenaza peligrosamente el equilibrio del planeta y, sobre todo, atenta contra el buen vivir. Son los tiempos peligrosos del capital.

Artículo publicado originalmente en La Jornada.

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