domingo, 18 de junio de 2023

Entrevista a José Saramago

 

Hoy hace trece años que nos dejaba José Saramago. Intelectual comprometido, excelente novelista y hombre de bien, en septiembre de 2005 contestó a las preguntas que le formulaba Francesc Ponsa, extraídas del libro de este último: Ensayo sobre José Saramago.


Entrevista a José Saramago

 

José Saramago

El Viejo Topo

18 junio, 2023 

 


¿Cuál es su definición de intelectual?

Creo que cuando decimos que el ser humano es un animal racional, es decir, que usa la razón, estamos diciendo implícitamente que es un animal intelectual, es decir, que hace uso del intelecto. Ahora bien, que yo sepa, todos hacemos uso del intelecto, ya sea para descubrir la ley de la relatividad o simplemente para aprender a leer. Veamos lo que escribe André Comte-Sponville (Diccionario Filosófico, ed. Paidós) en “Intelectual”: “Es quien vive de su pensamiento o por su pensamiento. Solo hay una elección entre una insignificancia (pensar para vivir) y una ilusión (vivir para pensar). No hay oficio tonto, pero tampoco vanidad inteligente”. Vale la pena reflexionar sobre estas palabras.

¿La suya es una literatura que actúa como resistencia al Poder?

Nunca pensé en ella como tal. Aunque, obviamente, entiendo que el poder es inseparable del hecho de que tenemos que vivir integrados en grupos, hasta el punto de que incluso aquellos a los que llamamos excluidos siempre están excluidos en relación a algo, por lo tanto integrados de alguna manera en lo que son. Esa es tu referencia. Supongo que esto es lo que pretenden mostrar mis libros.

¿La literatura puede cambiar el mundo? ¿Es con ese propósito que usted escribe?

Un médico podrá curar mil enfermedades, no podrá prevenir la muerte. Sin embargo, saber que vas a perder la última batalla no es motivo para que te rindas. La literatura nunca ha cambiado el mundo y no hay razón para esperar que lo cambie mañana. Y, sin embargo, seguimos escribiendo. ¿Por qué? Porque sí, simplemente.

¿Cree que su éxito mediático convierte sus libros en productos culturales? ¿Considera que el consumo de sus libros le desvirtúa como escritor marxista?

No soy un producto cultural, soy un productor cultural. Mis libros, sí, son productos culturales. Tampoco me reconozco como un personaje mediático, al menos en el sentido que le doy actualmente a esa palabra. No cultivo la fama por la fama. Todo lo que hago y digo está directamente relacionado con el ciudadano y el escritor que soy. En cuanto a ser un escritor marxista, no lo creo. O mejor dicho, soy eso, pero también más cosas y algunas seguramente contradictorias.

¿Cuál es su concepto de política?

No espere de mí una definición ideal de «política». Hemos estado en esto al menos desde Aristóteles y todavía no podemos ponernos de acuerdo. En lo que respecta a la democracia, considero que un sistema que limita el poder ciudadano a la mera representación política no puede ser catalogado como democrático. Vivimos bajo una plutocracia o, si prefiere decirlo así, bajo una dictadura económica.

¿Qué repercusión política pueden tener los desiertos interiores?

Los desiertos del interior no se llenan fácilmente. No faltan casos de personas que los llevan dentro de sí mismos a pesar de su intervención en el ámbito social y político. Somos demasiado complejos para que las cosas se resuelvan quitando de un lado para ponerlo en el otro.

¿Pueden los valores femeninos representar la sensibilidad que usted le pide a la política?

No nos precipitemos. Los llamados valores femeninos tienden a masculinizarse rápidamente cuando sus dipositarias conquistan o son llamadas a posiciones de poder. Los personajes femeninos de mis libros son meras posibilidades de ser, propuestas de acción, formas particulares de entender la relación entre humanos. Por ahora, solo papel y tinta.

¿Los actuales políticos son sensibles?

No seamos ingenuos. La persona puede ser sensible, pero el político nunca lo será.

¿La actual desorientación de Europa respecto a su Tratado Constitucional denota la artificialización de la construcción europea?

Europa ya era un fracaso antes. Su vicio original fue haber pensado que la planificación económica lo resolvería todo, comenzando por la política y terminando con los problemas sociales. No fue así, y en este momento Europa no sabe hacia dónde se dirige.

¿En qué consiste su concepto de lucidez?

Lucidez, para mí, es sinónimo de visión crítica. De acción crítica, por lo tanto. Pero, por lo visto, pido más de lo que la gente está dispuesta a dar.

Fuente: extraído de Ensayo sobre José Saramago

 *++

PCOE: “El Estatuto del Becario: La última puñalada a la clase obrera”

 

PCOE: “El Estatuto del Becario: La última puñalada a la clase obrera”

 

DIARIO OCTUBRE / junio 17, 2023

 


El gobierno actual, conformado por la izquierda del sistema, no para de maquillar medidas claramente dañinas para la clase trabajadora. La reforma laboral, por poner un ejemplo, es y ha sido vendida como una suerte de ingeniería política, llegando a afirmar la propia Yolanda Díaz que es objeto de estudio en universidades debido a su impacto positivo en lo que el oportunismo llama “la gente”. Sin embargo, la realidad es que la reforma laboral es exactamente la misma que la firmada por Fátima Báñez en 2012 con una adenda para legalizar aún más la temporalidad y facilitar los ERTE.

Sin duda, Lenin tenía razón cuando afirmaba que “Salvo el Poder, todo es ilusión”. La clase trabajadora, al no haber roto sus cadenas de la barbarie imperialista, se conforma con palabras, eslóganes y promesas que en ningún momento se fundamentan en la realidad, sino que más bien provienen de la ciencia ficción.

Como medida de despedida antes de las próximas elecciones, el Ministerio de Trabajo, CCOO y UGT pactaron el pasado viernes 9 de junio un preacuerdo para el Estatuto del Becario. Noticia, por supuesto, adornada por los medios de comunicación los cuales se encargan de que parezca una medida transgresora y revolucionaria que enfada a los empresarios. Nada más lejos de la realidad.

Sin ir más lejos, al inicio de las negociaciones tanto los sindicatos vendidos al Capital (CCOO-UGT) como el Ministerio de Trabajo apostaban por eliminar la figura del becario extracurricular y, en el pacto actual, esa figura sigue apareciendo. Tampoco se menciona que las empresas que se beneficien de tener becarios en sus plantillas podrán adquirir ayudas públicas, con lo que en la práctica podrán disfrutar de un 20% de trabajadores con costo 0. Sin embargo, los comunistas no debemos perdernos entre la burocracia burguesa porque, de lo contrario, lo único que estaríamos haciendo es apostar por el reformismo. Y es que este pacto va mucho más allá.

Lo primero de lo que nos debemos de dar cuenta es que la creación de un Estatuto del Becario es aceptar que los becarios no son trabajadores y que, por lo tanto, no merecen sus mismos derechos. De lo contrario, los becarios estarían inscritos dentro del Estatuto de los Trabajadores. Así que la medida es, como mínimo, una apuesta para dividir a la clase trabajadora.

Por otro lado, la clase obrera podemos comprobar sin lugar a dudas cómo a pesar de tener regulada su situación, esto no tiene efectos en la práctica. Por ejemplo, en el Estado español, cada semana se producen 2’8 millones de horas extra sin pagar, a pesar de que la legislación supuestamente regula y persigue estas prácticas. Esto mismo pasará con el Estatuto del Becario, se presenta como un gran avance pero en la práctica los empresarios y universidades ejercerán su voluntad puesto que el carácter de clase del Estado es puramente burgués.

Para más inri, abrir una vía legal para los becarios permite también ir deformando su cometido en función de los intereses del capitalismo. De la misma forma que el Estatuto de los Trabajadores ha sido reformado numerosas veces siempre en contra de la clase obrera, el Estatuto del Becario irá por el mismo camino, precarizando y alargando en la vida laboral esta condición.

Nos encontramos entonces con un movimiento más contra la clase obrera para dividirla, alienarla y exprimirla lo máximo posible. La única respuesta que los trabajadores podemos dar ante esta situación es la organización de clase: fortalecer el sindicalismo de la Federación Sindical Mundial en los centros de trabajo y en las universidades, dar respuesta revolucionaria a las políticas capitalistas que sufrimos día a día y desarrollar estructuras de poder obrero que nos lleven a aplastar las instituciones burguesas e instaurar el Socialismo.

¡Organicémonos como clase!
¡No más agresiones contra los trabajadores!
¡Por la Revolución Socialista!

Comisión de Movimiento Obrero y de Masas del PCOE

FUENTE: analisis.pcoe.net

 *++