lunes, 18 de febrero de 2019

PSOE. DE OCA A OCA Y AL 14-M DE 2011, Y TIRO OTRA VEZ, PORQUE HAY QUE VOLVER A EMPEZAR OTRA VEZ EL 15-M



Las tesis de abril
Kaosenlared
17.02.2019

La jugada del secretario general del PSOE se ajustaría más a desembarazarse de las alianzas tóxicas que le llevaron a la Moncloa para luego darle el finiquito. Lo que está en el alero es un largo adiós a los nacionalistas, tanto vascos como catalanes, porque el zascandil PNV se ha quedado con un multimillonario cestón de competencias a verlas venir.


Vuelve la política escaparate. Retrocedemos al punto de partida. Adiós a intentar ir más allá de lo establecido. Otra vez hay que optar entre lo malo conocido y lo peor por desconocer. Hasta ahora la excusa era la herencia recibida, de aquí en adelante será lo prometido por hacer, la herencia impedida. Los responsables son otros, ellos tenían una agenda social al servicio de la gente. Tenemos libertad de elegir pero no libertad de decidir. Ese es el dilema que ofrecen elecciones del 28 abril. Que bascula entre votar PSOE para continuar las reformas decaídas o abrir las puertas a la derecha trifálica (Dolores Delgado). Un manual de resistencia que copia el prontuario de Susana Díaz en los pasados comicios andaluces y que tan escaso éxito logró. El “no pasarán” que quedó en “pasaron y se quedaron”.
Con esos marciales antecedentes un observador inocente podría pensar que lo que está haciendo Sánchez al disolver las Cortes es tomar impulso para un osado salto adelante. Con ello la convocatoria a urnas para el 28-A sería algo así como una suerte de Tesis de Abril, el programa de grandes reformas que plasmó Lenin al llegar a la estación de Finlandia en Petrogrado tras su viaje desde Suiza en un tren blindado facilitado por el alto mando alemán. Pero no parecen que las cosas vayan a ir por ahí. Sino todo lo contrario. La jugada del secretario general del PSOE se ajustaría más a desembarazarse de las alianzas tóxicas que le llevaron a la Moncloa para luego darle el finiquito. Lo que está en el alero es un largo adiós a los nacionalistas, tanto vascos como catalanes, porque el zascandil PNV se ha quedado con un multimillonario cestón de competencias a verlas venir.
Pero también quiere distanciarse de Podemos y sus aledaños. Esas serían las líneas rojas impuestas por la vieja guardia socialista que ya le sacó tarjeta roja cuando el rigodón del relator, y por los poderes económicos, que recelan de lo que Sánchez trame en petit comité con Iglesias. Especialmente complicada se presenta la consulta para la formación morada. Después de haber cortejado sin demasiado éxito al gobierno socialista durante los últimos ocho meses se verá obligada a hacerle oposición, y como mucho presentarse como baluarte frente a los “trillizos reaccionarios” (Irene Montero, feliz madre de mellizos). Un ejercicio rayano en el funambulismo para un partido que ha cambiado tantas veces de eje como una veleta. Para buena parte de sus afiliados y simpatizantes desempolvar otra vez el postulado izquierda-derecha, ofreciéndose ahora para gobernar con el PSOE que apoyó el 135 y el 155, puede significar un viaje a ninguna parte. Pero también es cierto que en pleno descalabró en las encuestas y con sus alianzas a la greña, a Iglesias no le queda más que ponerse a las órdenes de Sánchez. Tuvo y no retuvo, y durante la legislatura de la moción de censura dilapidó sus 71 escaños en los fastos de ese parto de los montes que supuso la firma del compromiso presupuestario en La Moncloa.

La clase política (ya casi nadie habla de casta, el signo de los tiempos institucionales se ha impuesto) pretende que el personal se va a decantar por el formato de la “alerta antifascista” o por el de la “alarma antiseparatista”, ambos declinaciones frentistas del “a por ellos”. Como si el votante medio fuera una prolongación de las figuraciones ideológicas que perfilan las direcciones de los partidos a la hora de la siesta. Un vaivén amigo-enemigo de intensidad desigual. Las elecciones andaluzas ya demostraron la resiliencia de la categoría derecha, incluso extrema, en el acervo popular. Cuatro décadas de desmemoria histórica dan para mucho esperpento. Y por idéntica razón, pero en otro sentido, si parece que la opción contraria, españolismo versus independentismo, puede contar con más hinchas. Así las tornas, ganaría lo emocional sentido a lo racional percibido. Otra cosa es que en las generales VOX no alcance a ser partido bisagra, como pasó en las andaluzas. Aumentará en votos pero su representación parlamentaria será modesta debido a las cautelas que estableció la Ley Electoral ante una posible irrupción de grupos antisistema (se pensó para la izquierda antes de su doma, pero es reversible). Otra cosa será lo que pase en la circunscripción única de las próximas europeas, con su euroescepticismo a cuestas.
Por tanto, si la política de bloques izquierda-derecha se muestra difícil de conjugar en el contexto del conflicto catalán, todo hace indicar que habrá un mar de fondo para buscar una salida transversal por el flanco moderado. La Marca España ambiciona una entente entre Ciudadanos y el PSOE que ofrezca la estabilidad que las demás variables niegan. Al fin y al cabo esa fue la primera apuesta de Sánchez para desalojar a Rajoy que Podemos frustró. Además ahora comparten la “mochila austriaca”. El problema es que Albert Rivera, poniéndose la venda antes de recibir la pedrada, ha manifestado que eso nunca se producirá con el sanchismo en Ferraz. La alternativa a marchas forzadas pasaría por investir “presidenta encargada” a una Susana Díaz que ya gobernó en Andalucía sostenida por el partido naranja. Entonces habríamos pasado de las tesis del abril al condominio democrático. Pero para que tal ocurra tienen que agotarse muchas pantallas, ver quién controla el senado y rodar algunas cabezas.
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VENEZUELA. INFORME DE LA CRUZ ROJA INTERNACIONAL DESENMASCARA LA SUPUESTA AYUDA HUMANITARIA DEL INTERVENCIONISMO USA Y COMPAÑA A VENEZUELA



La caridad humanitaria del injerencismo
La guerra como avanzada de las corporaciones

Rebelión
CLAE / El Cohete a la Luna
18.02.2019


La ayuda humanitaria propuesta por Estados Unidos para morigerar la crisis económica y social y social que vive Caracas ha sido precedida por un programa orientado a disciplinar a la República Bolivariana, y a toda la región, con el objeto de evitar caminos soberanos alternativos al neoliberalismo.

Más allá de las controversias acerca de la existencia o no de responsabilidades de gestión y/o ineficiencia de las políticas del chavismo en la situación interna de Venezuela, la fingida ayuda humanitaria desplegada por la fuerza militar del Comando Sur del Pentágono no responde a los protocolos demandados por los organismos de cooperación internacional para ser catalogados como una contribución destinada a paliar el sufrimiento de los venezolanos.

El domingo 10 de febrero, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) señaló en un informe público que dicha ayuda carece de todo carácter humanitario dado que no está gestionada por organismos específicos dedicados a ese tipo de cooperación. Además, está gestionada por fuerzas militares que amenazan con invadir un territorio soberano, agregó.

Tanto la Asamblea de las Naciones Unidas como su Consejo de Seguridad –los pilares de la arquitectura institucional global— han rechazado, por mayoría, la intervención en los asuntos internos de Venezuela. Sin embargo, los países que fueron derrotados en las votaciones de ambas organizaciones multilaterales, entre ellos EEUU y una parte de los integrantes de la Comunidad Económica Europea, continuaron la ofensiva injerencista desconociendo los acuerdos internacionales y el principio de no injerencia suscripto en la carta fundacional de la ONU.

En ese marco, el Presidente Donald Trump abandonó el anunciado aislacionismo prometido en su campaña electoral y anunció que no descarta la intervención militar o la colaboración con las fuerzas militares de los países limítrofes de Venezuela, dispuestas a contribuir a la liquidación de la resistencia chavista.

En la última semana, el primer mandatario colombiano Iván Duque viajó a Washington para someterse a los planes resueltos por el Departamento de Estado. En forma paralela, el ex embajador de Estados Unidos asignado en Caracas, William Brownfield, subrayó que “quizá la mejor solución sería acelerar el colapso de la economía”, o sea aislar y producir una crisis terminal a la población caribeña. Por su parte, el canciller ruso Serguei Lavrov acusó a Trump de disimular una intervención militar en Venezuela a través de la llegada de ayuda humanitaria. Subrayó en total coincidencia con Brownfield, que se busca “camuflar provocaciones (…) con el envío de ayuda humanitaria, como medio para desestabilizar la situación en Venezuela y obtener el pretexto para una intervención militar directa”.

El posicionamiento de Rusia coincide con el de China y el de dos tercios de los países adscriptos a la ONU. En ese marco, el portavoz del secretario general de la ONU, Stephan Dujarric, aseguró que el organismo reconoce la legitimidad del Presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, como única autoridad de la nación. A través de su vocero, Antonio Guterres rechazó las demandas de Estados Unidos para validar al diputado de la Asamblea Nacional, en desacato, Juan Guaidó. (1)

https://youtu.be/Cn-4D4JK8js

Humanismo del garrote

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), una de las voces más representativas de la catalogación de emergencias internaciones, consigna 7 situaciones de gravedad humanitaria en el mundo durante 2018: Irak, Nigeria, República Democrática del Congo, Siria, Sudán del Sur, Yemen y Myanmar (en relación a los rohingyas) (2). En todos esos escenarios se han denunciado masacres, desplazamientos de población y crímenes de lesa humanidad.

} En tres de ellos (Irak, Siria y Yemen) las acusaciones de matanzas a población civil involucran a las fuerzas militares de Estados Unidos ya sea por bombardeos de su fuerza aérea y/o por asesoramiento, financiamiento o provisión de armamento a los grupos implicados en los respectivos crímenes masivos. En el caso específico de Siria han impulsado las operaciones de los grupos fundamentalistas islámicos (del ISIS), repitiendo el modelo de apoyo a Al Qaeda, en Afganistán, en su guerra contra la ex Unión Soviética en los años ’80.

La última emergencia internacional consignada por ACNUR se desarrolla en la actualidad muy cerca de la frontera de Estados Unidos y abarca al 50 % de la población de Haití, que sufre una situación de violencia interna, hambrunas y posibles pandemias capaces de extenderse peligrosamente a su vecina República Dominicana. En los últimos días las oficinas de las Naciones Unidas instaladas en su capital contabilizan 52 muertos y casi 300 heridos, en el marco de una confrontación social que incluye el pedido de renuncia de su primer mandatario dictatorial, Jovenel Mouse, curiosamente avalado por el Departamento de Estado, quien llegó en el marco de un fenomenal fraude electoral digitado desde Washington (3).

Las denominadas guerras democratizadoras impulsadas por Washington desde 1945 han impuesto dictaduras, como en Corea del Sur, o generado millones de muertos como en Vietnam, Afganistán, Irak, Somalia o Libia. La pretendida ayuda humanitaria es la fase actual de un proceso de larga duración que se inició en 2002 con el golpe de Estado al entonces presidente Chávez.

La ofensiva se complementó con una campaña mediática orientada a socavar las decisiones soberanas del gobierno venezolano, proceso que incluyó la protección a empresarios denunciados por Caracas que hallaron refugio en Miami. La campaña de desestabilización se completó con la aceptación por parte de los organismos de control de Washington de una gigantesca fuga de capitales canalizados por las entidades bancarias offshore, que administran capitales estadounidenses y británicos asentados en islas del Caribe y en el estado de Delaware. Las etapas posteriores incluyeron un progresivo bloqueo, que impidió la importación de medicinas y alimentos y un intento de magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro mediante la utilización de drones explosivos.

Las máscaras se derriten

La fase actual de la promocionada ayuda humanitaria abarca el intento de duplicidad del Poder Ejecutivo venezolano con el reconocimiento del auto erigido presidente Juan Guaidó (4) . En las cercanías de las oficinas de los congresistas estadounidenses circulan humoradas respecto a la crisis humanitaria que implicaría, para los empresarios norteamericanos, desaprovechar negocios respecto a la mayor reserva certificada de petróleo de mundo, la tercera de gas, la tercera de oro, la quinta de hierro y la hipótesis de contar con los yacimientos de coltán más importantes a nivel global, mineral vital para la elaboración de las futuras baterías de los dispositivos electrónicos necesarios para la cuarta revolución industrial.

Las bromas esparcidas en los despachos del Capitolio se hicieron más ácidas cuando se difundió que el jefe de la comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, el demócrata Eliot Lance Engel, descartó la autorización de su bancada, que posee la mayoría de los escaños, para una intervención militar en Venezuela, como la que sugirió reiteradamente el presidente Donald Trump.

Las humoradas se vieron justificadas por la intervención de la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, quien recientemente se refirió al rol de las corporaciones trasnacionales monopólicas, y sobre todo las petroleras y aquellas que producen aparatología bélica, para inficionar el sistema político estadounidense y lograr intervenciones militares e invasiones dirigidas a lograr ventajas estratégicas en el acceso a materias primas y control logístico territorial. Ocasio-Cortez también apeló al humor para desenmascarar el mecanismo por el cual parlamentarios y miembros del poder ejecutivo buscan ventajas basadas en la corrupción corporativa y empresarial. Frente a un comité de expertos en ética, convocados en una audiencia de la comisión de vigilancia del Congreso, pareció explicar las motivaciones últimas de la injerencia sobre Venezuela.(5)

Los mandatos del capitalismo monopólico global al interior de la política estadounidense. Una explicación de cómo funciona la ofensiva injerencista.  

A fines del siglo XX Hugo Chávez inauguró una etapa enfrentada al neoliberalismo que tuvoecos, continuadores y socios en varios países de América Latina . Ese proceso se condensó en 2005, en la ciudad argentina de Mar del Plata, con el “No al ALCA”, que significó un límite preciso a la manipulación de Washington en la región. La irrupción del supremacista Trump profundizó la guerra de baja intensidad basada en sanciones financieras, la pretendida dualización y la restricción a recuperar reservas de oro y divisas depositados en Gran Bretaña y Estados Unidos. }

Según un pormenorizado análisis reciente divulgado por el CELAG, el aislamiento humanitario –mejor denominado asfixia programada— supuso la pérdida de 350.000 millones de dólares en producción de bienes y servicios entre 2013 y 2017. “Desde que Nicolás Maduro asumió la Presidencia en 2013, el sector público venezolano dejó de recibir, en términos netos, flujos que en el quinquenio 2008-2012 habían supuesto más de 95.000 millones de dólares, es decir, unos 19.000 millones de dólares anuales” (6).

El bloqueo económico y la amenaza de la guerra civil para generar el colapso, la imposición de un imaginario justificador de la existencia de un poder dual y la invasión estadounidense que se anuncia entre los opositores con fecha precisa el 23 de febrero, disimulada en el caballo de Troya de la supuesta ayuda humanitaria: todo para terminar, de forma ejemplarizante en la región, con el virus de la Revolución Bolivariana.

Años atrás, un importante funcionario de la cancillería argentina participó en Washington de la presentación del libro de Henry Kissinger Orden mundial: Reflexiones sobre el carácter de las naciones, por entonces un best seller mundial. Luego de las acotaciones elogiosas de dos comentaristas y la pausada alocución del autor, se autorizó una ronda de preguntas los presentes. El funcionario diplomático argentino inquirió, respetuosamente, al autor: “¿Cuál es la razón, señor Kissinger, por la cual usted se refiere a América Latina en forma tangencial y exigua en su texto?” El ex jefe del Departamento de Estado apeló a una risa disimulada y respondió: “Porque America Latina no es un problema de política exterior de los Estados Unidos. Es una cuestión doméstica de nuestro país”. A confesión de parte, relevo de pruebas.

Notas

1.- No todos los países de la Unión Europea (UE) se suman al desconocimiento de Maduro. Hasta el momento Italia, Grecia, Rumanía, Irlanda, Bulgaria, Chipre, Malta y Eslovaquia han omitido la legitimación de Juan Guaidó. En total, sólo 40 países de las 193 reconocidas por las Naciones Unidas avalaron al autoproclamado primer mandatario Guaidó.
2.- https://www.acnur.org/emergencias.html
3. https://www.miamiherald.com/news/nation-world/world/americas/haiti/article41860518.html
4. El bloqueo proscribe el acceso de Venezuela a los mercados financieros internacionales, lo que impide renovar sus títulos de deuda pública o solicitar nuevos. Imposibilita la compra de crudo liviano para la refinación de la materia prima lo que genera fuertes caídas en la generación de divisas. Un proceso generado por Estados Unidos para empujar el colapso.
5. El video de Alexandria Ocasio-Cortez sobre la corrupción institucionalizada se convirtió en el video político más visto de la historia de Twitter con 40 millones de reproducciones. Ver: https://youtu.be/8xBUJGdy3GU

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HAITÍ. EL BURRO ES UN PRIVILEGIADO MENTAL PORQUE ÚNICAMENTE TROPIEZA DOS VECES CON LA MISMA PIEDRA, EL SER HUMANO EN CAMBIO ES CAPAZ DE PASARSE GENERACIONES TROPEZANDO CON LA MISMA PIEDRA



Crónica desde un Haití al rojo vivo
“Debemos vivir como personas”

Rebelión
Nodal
18.02.2019


El clima social viene caldeándose en Haití, conforme las frustraciones sociales se acumulan en un polvorín que nunca termina de desactivarse. Después de las intensas movilizaciones del año pasado, con epicentros masivos y radicales en los meses de julio, octubre y noviembre, la tregua tácita de fin de año dio lugar a unas navidades materialmente precarias, pero tranquilas. Pero las festividades no fueron más que un interludio breve.

Pronto se reanudarían las batallas contra la carestía de la vida, la corrupción endémica, la crisis social y económica y la ausencia de un modelo de nación para la primera república independiente surgida a la historia de este lado del Río Bravo. Las protestas ya llevan ocho intensas jornadas, y nada parece señalar que vayan a detenerse.
Los primeros síntomas de este nuevo ciclo de protestas se manifestaron en nuestro propio pueblo, cuando jóvenes descontentos por el accionar policial en un conflicto de tierras prendieron fuego a la comisaría de policía de la localidad de Montrouis, en el departamento Artibonite. La respuesta, previsible, fue la rápida militarización de un poblado por lo demás pacífico. Al día siguiente del hecho, las fuerzas especiales del CIMO ya dormían su siesta larga frente al mercado del pueblo, y nadie podía recordar cómo era que habían ido a parar allí, ni con qué propósito. Pero pronto el conflicto comenzó a multiplicarse en diferentes focos del país hasta llegar a la explosiva jornada del 7 de febrero, aniversario de la huida del país del dictador Jean-Claude Duvalier. Desde entonces comenzó a combinarse todo el repertorio de acciones callejeras habidas y por haber: concentraciones esporádicas, inmensas movilizaciones espontáneas, caravanas de motocicletas, huelgas de transportistas, la quema de comisarías y edificios gubernamentales, y, sobre todo, miles de barricadas que rápidamente tabicaron la capital y los diez departamentos del país.
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Hace semanas que la escasez de combustible no deja de agravarse. Las largas colas que poblaban las estaciones de gas han cedido paso a puertas cerradas y playones vacíos, sin autos ni transeúntes. Los últimos galones de circulación legal fueron engullidos por el contrabando, y ahora sólo es posible conseguir combustible en la calle, tras arduas negociaciones y a precios imposibles. En estas refriegas es el pequeño consumidor quién lleva todas las de perder, desde el chofer que necesita echar a rodar su motocicleta para comprar su ración diaria de arroz con frijoles, hasta la vendedora que precisa encender su mechero para continuar sus ventas al menudeo en las horas sin sol.
Las causas del desabastecimiento tienen que ver con las responsabilidades contraídas por el deficitario estado haitiano, que adeuda pagos millonarios a la empresa que concentra las importaciones. Los monopolios, sin remordimientos, ajustan cuentas haciendo rechinar los dientes de toda la población con su poder de paralizar el país. Las calles están casi vacías, y los precios de todas las cosas, desde el transporte hasta la alimentación, se han disparado por los aires. La economía cotidiana está deshecha, y está paralizado el trajinar diario de quiénes cada día luchan por su subsistencia en el país más pobre (o más bien, empobrecido) de todo el hemisferio.
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Mientras la agenda internacional se empecina en volver la mirada hacia la agredida Venezuela, la grave crisis haitiana pasa, una vez más, prácticamente desapercibida. Y es que a los motivos del aislamiento que sufre la nación caribeña, en dónde los factores políticos y económicos son aún más determinantes que su condición insular o su singularidad lingüística, se suma un hecho fundamental. El ensimismado gobierno nacional de Jovenel Moïse, jaqueado por ocho días de protestas y repudiado por prácticamente todos los sectores de la vida nacional haitiana, viene de dar una significativa señal de alineamiento a la diplomacia de guerra norteamericana, al reconocer en la OEA al autoproclamado Juan Guaidó. “White dog”, como se ha dado en llamar al recientemente ungido “presidente” del Departamento de Estado.
La política abstencionista que Haití venía sosteniendo junto a otras naciones caribeñas, había sido determinante para evitar que los Estados Unidos y el Grupo de Lima expulsaran a Venezuela del mismo organismo inter-regional en el mes de febrero del 2018. Ahora bien, la política pragmática y mendicante de Moïse malamente podría ser confundida con afinidad ideológica con el socialismo del siglo XXI. Al ser jalado de la correa Moïse volvió rápidamente al redil, traicionando los vínculos históricos del país con Venezuela y sobre todo la generosa política sostenida por Hugo Chávez Frias y la plataforma de integración energética Petrocaribe desde el año 2005.
Así es que a casi nadie conviene hoy señalar que si se trata de urgencias humanitarias, éxodos migratorios, inseguridad alimentaria, represión estatal y ausencia de democracia, el foco de las preocupaciones debería recaer sobre el devastado Haití y las miradas admonitorias sobre su clase política y sus puntales internacionales. Pero es evidente, dado el apoyo irrestricto de los Estados Unidos al apartheid israelí o al desquiciado régimen de la monarquía absolutista saudí, que de lo que se trata es de garantizar la explotación del crudo venezolano y de completar el proceso de recolonización continental inaugurado con el golpe de estado en Honduras hace ya exactamente una década. Lo demás son tan sólo coartadas más o menos imaginativas, como las armas de destrucción masiva de Iraq o el patrocinio de Cuba al terrorismo.
Resultado de imagen para haiti racismo. A esta resonante indiferencia ante la crisis haitiana, debemos sumar también una explicación ligada al secular racismo de un mundo colonialmente estructurado desde los tiempos de la esclavitud plantacionista y el comercio triangular. Racismo que hace que diversos sectores, incluso progresistas o de “izquierda”, se encandilen ante la “elegancia” con que luchan en las calles parisinas miles de chalecos amarillos (ciertamente dignos), pero despreciar las batallas desesperadas de un pueblo negro y tercermundista que no ha cesado de movilizarse de a cientos de miles, e incluso de a millones, desde la insurrección popular de julio de 2018.
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La palabra “ladrón” tiene en creol, la lengua nacional de los haitianos, una connotación mucho más subida que en otras lenguas continentales como el portugués, el español y el inglés. No es un término de uso tan frecuente ni un vocablo para dispensar a la ligera. El robo es considerado una ofensa grave a toda la comunidad, por lo que en algunas zonas rurales aún se lo castiga severamente, con métodos de justicia autogestionados por las propias comunidades. Por eso es que caracterizar al presidente de la república y a toda la clase política como viles ladrones, es un hecho menos frecuente y aún más significativo que en muchos de nuestros países. Resultado de imagen para haiti pobreza
La acusación se relaciona al desfalco de fondos públicos, probado por el Senado haitiano e investigado por el propio Tribunal Superior de Cuentas, que inculpa a altos funcionarios de estado de la actual administración y de la anterior gestión presidencial de Michel Martelly. La suma, dilapidada por la clase política local en convenio con capitales diversos, es de unos 3.800 millones de dólares, previstos para atender las infinitas urgencias infraestructurales que tiene el país. Se trata de fondos que la Revolución Bolivariana otorgara generosamente en el marco de los programas de desarrollo de la Plataforma Petrocaribe.
Si a esta corrupción endémica sumamos la delicada situación de la economía y la sociedad haitianas, podremos comprender fácilmente los rencores acumulados y las ansias de transformación social, expresadas en las calles por un mosaico que expresa contradictoriamente a sectores sindicales y políticos, urbanos y campesinos, eclesiásticos y empresarios, conservadores y radicales.
Algunos indicadores económicos pueden ayudarnos a resumir rápidamente la situación: una devaluación de la moneda nacional, el gourde, de un 20 por ciento a lo largo del 2018; una inflación de dos dígitos que algunos analistas estiman en el orden del 14 o 15 por ciento; el derroche de recursos públicos en prebendas de todo tipo absorbidas por la clase política; el desmanejo económico de un estado que ni siquiera cuenta con un presupuesto oficial desde que fuera retirado el previsto para el ciclo 2018-2019; los niveles alarmantes de desempleo y la completa informalidad del mundo laboral; la ruina pronunciada de la producción agrícola; el éxodo permanente de las jóvenes, expulsados del campo a la ciudad y de allí a países dónde son discriminados y superexplotados; y por último, el hambre que golpea duramente a prácticamente un 60% de toda la población.
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Un carro blindado de las Naciones Unidas, conducido por militares extranjeros, perdió el control y embistió de lleno a un tap tap, el popular medio de locomoción haitiano. El saldo, trágico, fue de cuatro muertos y nueve heridos. Un accidente involuntario, sin dudas. Pero el estupor y la bronca de los ciudadanos de a pie no parece deberse a la impericia del conductor, sino al hecho de no poder entender por qué un carro blindado, un vehículo de guerra, circula amenazante por un país pobre y sin fuerzas armadas que no representa una amenaza para la seguridad de terceros países. Hace 15 años comenzó la llamada pacificación de Haití, impulsada por las Naciones Unidas y plasmada en la intervención de una fuerza militar y civil multilateral, la MINUSTAH (hoy MINUJUSTH).
Pero al día de hoy, la principal amenaza para la población, más que la inseguridad local (baja si la comparamos con su incidencia en el resto de la región) y aún más que el accionar sus propias fuerzas policiales, lo constituye la presencia de una fuerza de ocupación. Entre los atropellos se cuentan las violaciones sistemáticas a mujeres de los llamados “guetos”, entre 7 mil y 9 mil víctimas fatales por la epidemia de cólera traída al país por un contingente de soldados nepalíes, y un número incierto de jóvenes asesinados en las barriadas de la capital Puerto Príncipe. En Haití, cómo podría suceder en Venezuela, la llamada “ayuda humanitaria” no ha sido más que una excelente coartada para violar la soberanía territorial de nuestras naciones. La pequeña nación caribeña es hoy un muestrario de lo que el “capitalismo humanitario” podría generar en Venezuela.
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10 muertos reconocen ya las fuerzas policiales. Una media centena, e igual número de heridos, afirman enfáticamente sectores de la oposición y los movimientos sociales. En los últimos días las calles y las redes sociales muestran una serie de imágenes escabrosas. Jóvenes y niños tendidos, agonizando, en las calles de la capital. Un militante popular socorrido por sus compañeros, tras ser derribado por una bala policial en las inmediaciones del parlamento. Una densa humarada negra que cubre la ciudad de forma casi permanente, generando un clima irrespirable.
El mercado de Croix-des-Bossales, mil veces incendiado, mil veces reconstruido, otra vez reducido a una maraña de hierros retorcidos. Pero también hay imágenes indudablemente heroicas, con ese heroísmo propio de las gentes sencillas, sin margen, que se animan. Estar en las calles de Haití es hoy mucho más que una opción política y un gesto de coraje: es una necesidad vital, el cross desesperado de un pueblo contra las cuerdas. Hombres en sillas de ruedas o en muletas marchando bajo el sol abrasador de mediodía. Vendedoras y mujeres ancianas gritando sus consignas desaforadas frente a la represión policial. Y también, pequeños de gestos de solidaridad internacional que titilan como luces tenues, y llegan al país saltando las barreras del idioma y la desidia.
Nou gen dwa viv tankou moun. “Tenemos derecho a vivir como personas”, se lee en una pancarta que sintetiza un programa mínimo, elemental, meramente humano. El programa de un pueblo que aún recuerda las glorias pasadas, que aún cree en las posibilidades de regeneración nacional y que busca fanáticamente y por segunda vez, su independencia y su dignidad. Un pueblo que sufre, sí, pero que jamás se resigna.
Lautaro Rivara es sociólogo y miembro de la Brigada Dessalines de Solidaridad con Haití.
Fuente: https://www.nodal.am/

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LATINO-AMÉRICA. MÁS ALLÁ DE LOS BARRIOS DE BILBAO TAMBIÉM HAY VIDA (¡Y LA QUE TIENE QUE HABER1)



La hipocresía de los presidentes latinoamericanos aliados con Trump

Rebelión
Barómetro Internacional
15.02.2019


De los avances progresistas al ataque del fascismo

Realmente los avances alcanzados en la primera década del Silgo XXI, marco un periodo de intercambios entre la principales países de la región, luego de la derrota de EEUU en la Reunión de Mar del Plata, dio un frenado al intento de profundizar el neoliberalismo en Sudamérica, pero los acuerdos de Argentina apoyado por el presidente Néstor Kirchner, Brasil por el presidente Lula, con el presidente uruguayo del Frente Amplio (FA), Tabaré Vázquez, con el presidente de Cuba Fidel Castro y el comandante presidente Hugo Chávez, marcaron un parado al imperialismo y abrieron el camino a una vía progresista, llegando a acuerdos de intercambio económicos, sociales, culturales, generando una década de prosperidad e integración.

Los acuerdos propuestos por la República Bolivariana de Venezuela desempeñan un papel protagónico en la edificación de la unidad latinoamericana y caribeña. Ha impulsado desde convenios de cooperación energética hasta nuevos espacios de integración regional y es a través de estos acuerdos, que se propone fomentar el desarrollo económico en los países mediante la creación de una agenda científica y tecnológica vinculada a una eficiente integración regional energética en la región.

Es por esto que la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Alianza Petrolera entre países del Caribe y Venezuela (Petrocaribe) plantearon la posibilidad de crear un mercado común para fomentar la producción sostenible en los países ubicados en estas dos regiones.

El Mercosur cuenta con una población de 292.579 millones de haitantes y durante el 2013, sus exportaciones totalizaron USD343,7 millones y las importaciones USD348,2 millones. El ALBA tiene una población de 73.222 millones, las exportaciones de este grupo de países fueron de USD 47,3 millones y las importaciones cerraron el año pasado en USD88 millones.

En cuanto a la Celac, los países latinoamericanos y del Caribe reúnen 601.906 millones de habitantes, las exportaciones sumaron USD601,9 millones y las importaciones USD1,0 billones. Petrocaribe, cuenta con 94.426 millones de habitantes, mientras que sus exportaciones fueron de USD40,3 millones y las importaciones USD103,2 millones. Para finalizar, Unasur posee una población de 403.087 y sus exportaciones cerraron el 2013 en USD 560,8 millones y las importaciones en USD 600,1 millones.

De acuerdo al XV Congreso Latino-Iberoamericano de gestión tecnológica sobre las nuevas condiciones y espacios para el desarrollo científico, industrial y la cooperación internacional, los principios de esta integración económica que se proponen crear estarán basados en la capacitación, el desarrollo de la infraestructura y aprovechamiento de fuentes alternativas, así como la cohesión de las capacidades y fortalezas que en materia de comercio puedan desarrollarse.

El ministro de Comercio de Venezuela, Dante Rivas, en esa etapa destacó que la unificación de estos países y el desarrollo de esta alianza permitirán el avance de un mercado potente, con grandes desafíos positivos, el cual facilitará los trámites de importación y exportación. Así mismo, sostuvo que el objetivo principal será llevar a la práctica la visión continental que tenía el libertador, Simón Bolívar.

Para los miembros de estas alianzas se trata de una etapa decisiva y madura, ya que, para ellos, durante la última década, la mayoría de las naciones están capitalizadas. La meta de este proyecto es que haya mayor igualdad y que se acorte la brecha entre ricos y pobres.
Esta afirmación fue sustentada durante el Primer Encuentro de Ministros de Economía, Comercio e Industria de la Celac, desarrollado en Costa Rica, en donde los representantes de las carteras sustentaron que se deberá hacer un esfuerzo para sacar al 32% de la población pobre que aún existe en la región.

Igualmente, manifestaron que es necesario aprovechar que la economía latinoamericana está experimentando un gran crecimiento gracias a la unificación de bancos, empresas multinacionales, servicios, industrias, etc., lo cual traerá consigo un aumento del consumo por parte de la población, elevando así la calidad de vida en la mayoría de los países.

La Celac sustenta que ningún país tiene viabilidad política por sí solo, en el mundo del mañana, ni siquiera los más poderosos ya que habrá que enfrentar retos propios de naciones gobernadas por líderes diferentes al espectro político y sólo así, los ciudadanos de Latinoamérica tendrán un mejor futuro y podrán superar la profunda "crisis civilizatoria que tiene en el capitalismo y el imperialismo" según los mandatarios de los estados caribeños.

Este es el tiempo, la hora y la época de Latinoamérica, momento de avanzar y crecer, de integrarse. "Es el momento de compartir buenas prácticas que permitan un desarrollo económico acelerado de nuestros países. Especialmente utilizando el poder de compra del Estado, donde las adquisiciones de los entes gubernamentales son motor de desarrollo de la producción local" afirmó Rivas.

Frente a estos análisis y afirmaciones, no cabe duda que Venezuela genero un gran interés por lograr que esta alianza se lleve a cabo, sin embargo, es de vital importancia analizar hasta dónde quieren llegar y si es viable la unificación de estos países.

La hipocresía de los presidentes latinoamericanos aliados a Trump

El denominado acuerdo de Perú fue creado como un mecanismo de presión, contra los países sudamericanos, la inserción de modelos de ultraderecha y en el diciembre del 2019, se amplió en modelos fascista de Brasil, con el presidente de ultraderecha Bolsonaro, un en enfermo capitán del ejército brasileño, en el golpe a Joao Gulart, siendo este personaje un torturador y asesino de líderes de izquierda, fue expulsado del ejército y ahora renace para aplicar el fascismo en las escuelas, con esvástica en la aulas, llegando acuerdos con el Sionismo de Israel, creando políticas de exterminio a los pueblos originarios del amazonas y los movimiento sociales de los Sin tierra, creando una grave crisis en el pulmón de Sudamérica, ante la destrucción de las riquezas y destruyendo el ecosistema.

En ese mismo sentido los países de Perú, Chile, Argentina, Ecuador, Colombia, han creado a través de acuerdos con el mandatario de EEUU Donald Trump, han reestablecido la políticas de agresión de ultra derecha, bajo la egida de los gringos, en una campaña contra Venezuela, apoyando los ataques de EEUU a la economía venezolana, creando una crisis creada por el FMI, la Unión Europea (UE), para crear un intento de vacío de poder, del presidente constitucional Nicolas Maduro, por un apátrida de la ultraderecha venezolana, autoproclamándose como presidente interino, apoyado por los crápulas de las naciones de derecha del continente,

La farsa montada por EE.UU. con Juan Gerardo Guaidó Márquez (La Guaira, estado Vargas, Venezuela; 28 de julio de 1983) es un ingeniero y político venezolano, actual presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y parcialmente reconocido como presidente encargado de Venezuela. Es diputado nacional por el estado Vargas y pertenece al partido Voluntad Popular. Desde el 5 de enero de 2019 ejerce como presidente de la Asamblea Nacional, siendo la persona más joven en ocupar dicho cargo. Pero la realidad es la mentira del terrorista Guaidó, guarimbero inmoral, asesino matando chavistas y estudiantes, miembro de Voluntad Popular grupo terrorista, con un golpe de estado, como terrorismo, ingreso de mercenarios colombianos, detenidos y expulsados de Venezuela, entre otros crímenes de lesa humanidad.

Fue armada por Trump la Unión Europea, para crear una farsa que solo tiene validez, para el intento de EEUU, y la propuesta del mandatario Donal Trump. En su propuesta de controlar el petróleo venezolano y el oro, de manera rapaz como el Condor, intenta volver a la política del gran garrote y la famosa frase del presidente Monroe, en su consigna de "América para los americanos", siendo una mentira, con decenas de invasiones a las naciones latinoamericanas.

Estamos ante una realidad de un continente arrasado por el fascismo criollo y el imperio destruyendo las economías, llevando el hambre y la pobreza a los pueblos latinoamericanos, como ejemplo de Colombia que ataca a Venezuela, por los emigrantes venezolanos, mientras mas de 5 millones de Colombianos viven en Venezuela, por las masacres y asesinatos, como el hambre y muerte de los pueblos indígenas, producto de los mercenarios y los carteles de la Droga, con el principal capo Uribe expresidente y principal asesino de Colombia, como lo calificado la ONU, muchas mentiras contra Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, han mostrado la inmoralidad y el terror de nuestra Latinoamérica, ante un crecimiento del fascismo.


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VENEZUELA: GUAIDÓ, TIRANDO POR LO BAJO, ERES UN AUTÉNTICO CRIMINAL AL BUSCAR QUE LOS TRABAJADORES VENEZOLANOS SE MATEN ENTRE SÍ, PORQUE QUEDAMOS QUE TU PADRE QUE ESTÁ EN TENERIFE, LEJOS DE LA QUEMA, NO VA A INTERVENIR PERSONALMENTE EN DICHA MATANZA, NO? A VER, PAPA FRANCISCO, HERMANO MIO, LEÍ TU CARTA, PEDAZO DE EMBUSTERO, DIRIGIDA A MADURO PARA QUE CUMPLIERA LO HABLADO, LE DECÍAS, Y RESULTA, EMBUSTERO MÍO EN LA PAZ Y CONCORDIA DEL REBAÑO DE OVEJAS Y OVEJOS DEL SEÑOR, QUE ES MADURO, PRECISAMENTE EL QUE CUMPLE CON LAS INSTITUCIONES DE SU PAÍS, VENEZUELA. ESCUCHA, QUE ESTO LO DICE EL PARLAMENTO ALEMÁN, O SEA, QUE YA TE VEO ESCRIBIENDO UNA NUEVA CARTA EN LA QUE LE DIGAS QUE TE RETRACTAS DE TUS MENTIRAS, Y ASÍ, LO MISMO PARA TODO EL BANDIDAJE DE PERIODISTAS QUE CON SU BABA SANGUINOLENTA AZUZAN LA MATANZA DE LOS TRABAJADORES VENEZOLANOS ENTRE SÍ. ANDA, VE ESCRIBE Y NO MIENTAS MÁS, QUE POR ESTA VEZ VOY A HACER LA VISTA GORDA Y TE VOY A PERDONAR



Informe del Parlamento de alemán considera ilegal reconocimiento de Guaidó

Rebelión
avn.info.ve
15.02.2019


Según un informe del Servicio de Investigación del Bundestag de Alemania (Cámara baja del Parlamento), las amenazas de Estados Unidos contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro y el reconocimiento de Juan Guaidó, son ilegales e interfieren con los asuntos internos de esta nación suramericana. 

El informe titulado "sobre el reconocimiento de jefes de Estado extranjeros", fue solicitado por el legislador del Partido de Izquierda, Andrej Hunko, quien considera que el reconocimiento de Alemania a Guaidó, fue "un grave error", reseñó la agencia News Front.  

Además, la investigación consideró que las declaraciones de Donald Trump y sus asesores sobre la posibilidad de agredir  militarmente a Venezuela, violan los principios establecidos en la Carta de las Naciones Unidas (ONU). 

"La violencia y la amenaza de violencia contra la integridad territorial o la independencia política de un Estado se descartan en la carta de la ONU como un medio de aplicación unilateral", expresa el documento. 

Además, el informe considera que las declaraciones del asesor de la Casa Blanca, John Bolton, sobre su deseo de encarcelar en Guantánamo al presidente Maduro, pueden considerarse como una amenaza de violencia física.

 "En vista de la práctica anterior de las administraciones estadounidenses, la referencia explícita a Guantánamo podría incluso interpretarse como una amenaza de detención arbitraria", destacaron en el informe del parlamento alemán. 

Igualmente, los especialistas alemanes expresaron en el documento que el "mero reconocimiento" de Juan Guaidó, no le otorga legitimidad, ya que eso corresponde a las instituciones venezolanas.

Además, Andrej Hunko, declaró a Sputnik que las acciones del gobierno alemán no se ajustan al derecho internacional y pueden considerarse peligrosas. 

Según el legislador, Guaidó no tiene poder real debido a que todas las instituciones responden a los lineamientos legales del presidente Maduro. Además resaltó que el partido al que pertenece Guaidó, cuenta con alrededor del diez por ciento del respaldo de la población. 
Finalmente, Hunko instó al gobierno alemán a retirar formalmente su apoyo a Guaidó e impulsar una solución pacífica de la situación en el Consejo de Seguridad de la ONU.


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