martes, 4 de agosto de 2020

El combate contra el militarvirus USA. Aquí, allá y acullá, lo mismo que en Bilbao que es un barrio de Santiponce, lo que se necesitan son medios sanitarios y el aseguramiento de la alimentación de la población para la lucha contra el coronavirus, y no militares.

Estados Unidos quiere inmunidad para sus tropas antes del despliegue en Polonia

DIARIO DE OCTUBRE / 04.08.2020 

 

Estados Unidos quiere imponer condiciones extremadamente duras para el despliegue permanente de tropas y bases militares en Polonia. En junio la visita del presidente polaco Andrzej Duda a Estados Unidos para firmar un nuevo tratado en Washington fue un fracaso. No se firmó nada porque hasta un gobierno tan vasallo, como el polaco, se negó a a aceptar las condiciones.

El asunto no sólo interesa a Polonia, sino también a Estados Unidos, que tiene que sacar al menos a una parte de sus tropas de Alemania y no todas las puede traer a España.

Uno de los temas más controvertidos es el mismo que en 1953 impuso Eisenhower a Franco para respaldar al régimen con las bases militares: Estados Unidos quiere inmunidad para sus tropas, que son muy propensas a cometer toda clase de crímenes allá donde están.

Ahora los tribunales polacos son los competentes para juzgar a la soldadesca gringa, al menos en parte. Estados Unidos quiere que el nuevo tratado elimine esa competencia residual, de tal manera que las tropas no se puedan sentar en un banquillo en Polonia, cualquier que sea el delito que cometan, tanto por un accidente de tráfico como por una violación.

No quieren admitir que un policía polaco pueda detener a un delincuente gringo. Lo mismo que en España desde 1953, la chusma del ejército gringo está por encima de la ley porque son los monarcas de cada país que ocupan. Para detener a un soldado de Estados Unidos hay que llamar a la policía militar de Estados Unidos.

Ellos se lo guisan y ellos se lo comen. Los gobiernos locales no pintan absolutamente nada, aunque presuman de “nacionalismo”, como hacían los franquistas. Están obligados a tragar lo que Estados Unidos les ponga sobre la mesa.

Lo veremos en otoño, cuando el Parlamento polaco ratifique el tratado porque los “nacionalistas” polacos son como los franquistas. Su patriotismo sólo sale a relucir cuando se trata de enfrentarse a Rusia.

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Al César lo que es del César; hoy por ti mañana por mí y todo lo que ustedes quieran, pero que la Corinna no devuelve por vía monárquica los 65 millones de euros que se llevó de los españoles por saltos de la cama al catre y del catre a la cama por darle gusto a Juan Carlos palote (I), el emérito-viajante, campechanas aparte, que ahora estamos hablando enserio.

Juan Carlos I y la relación PSOE-Ciudadanos abren grietas en el Gobierno de coalición

  • Desde UP creen que "no existe motivo alguno" para seguir "cargando con la monarquía". Mientras, fuentes de Moncloa remarcaban la "ejemplaridad" de Felipe VI
  • El PSOE ha intentado 'salvar' a Felipe VI de las polémicas de su padre, mientras los morados creen que el debate sobre la institución ya está abierto
  • La relación con Ciudadanos tensa el Ejecutivo y deja claro que el Consejo de Ministros sigue siendo bicolor.

La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, durante la reunión con una delegación de Ciudadanos encabezada por su portavoz en el Congreso de los Diputados Edmundo Bal. EFE/ José María Cuadrado/ Moncloa/ Pool

Sara Montero

Cuarto poder

04.08.2020

Unos han calificado la marcha de Juan Carlos I fuera de España de "indigna" y piden que se investigue "la trama" que envuelve sus escándalos. Otros guardaron un escrupuloso silencio mientras Moncloa expresó su "reconocimiento del sentido de la ejemplaridad y transparencia" del rey Felipe VI. La reacción de Unidas Podemos y PSOE frente a la marcha de Juan Carlos I de España ha sido muy distinta, pero fue una más de una ristra de discrepancias entre los socios del Gobierno de coalición. La monarquía y la relación con Ciudadanos han provocado grietas públicas en el Ejecutivo. Por el momento, Pedro Sánchez comparecerá este martes para hablar del comunicado de la Casa del Rey, que sigue sin aclarar dónde vivirá el emérito.

La posición respecto a Juan Carlos I no es un tema menor. Los ministros de Unidas Podemos dentro del Gobierno han sido muy duros. El vicepresidente Iglesias calificó de actitud "indigna" la "huida" del padre del actual rey y aseguró que "deja a la monarquía en una posición muy comprometida". Pero en Twitter fue más allá al opinar sobre la acción que debería tomar el Ejecutivo que comparte con el PSOE. "Un gobierno democrático no puede mirar hacia otro lado ni mucho menos justificar o saludar comportamientos que socavan la dignidad de una institución clave como es la Jefatura del Estado y que son un fraude a la Justicia", aseguraba en la citada red social.

La Corona supone una discrepancia profunda entre los socios de Gobierno que, además, ya se arrastraba desde las últimas semanas. Mientras el PSOE se empeña en preservar la institución y separar a Felipe VI de las acciones de su padre, Podemos apunta directamente a ella y quiere abrir un debate sobre la jefatura del Estado, al menos en la sociedad. Los morados podrían haber elegido un perfil bajo, pero han decidido cargas las tintas. De hecho, UP dispara directamente a la institución en un comunicado, en línea con lo que habían manifestado sus líderes en los últimos días: "No existe motivo alguno para seguir cargando con una monarquía carente de valores éticos".

Semanas anteriores, Pedro Sánchez ya había expresado que consideraba "inquietantes" y "perturbadoras" informaciones que se iban publicando en prensa, por lo que se esperaba algún movimiento de Zarzuela en este sentido. Este lunes, mientras los líderes del PSOE guardaban silencio en las redes, el único que rompió el hermetismo fue el secretario general de las Juventudes Socialistas, Omar Anguita, en su perfil de Twitter. "No hablemos de exilio, hablemos de huida. Hagámoslo por respeto a nuestra historia y a nuestra democracia", tuiteaba el también diputado madrileño. Tampoco supone una novedad. Los jóvenes socialistas se han mostrado explícitamente republicanos frente a los "valores" republicanos que dice practicar el PSOE. En realidad los socialistas sienten vigente el acuerdo constitucional del 78 y están dispuestos a defenderlo.

Por tanto, ante la marcha de Juan Carlos I desde Moncloa llegaban vientos de orientación muy diferente a los que salían de los despachos morados. Desde el Gobierno manifestaban "respeto" por las decisiones comunicadas por la Casa del Rey, pero lejos de cuestionar la corona, como hacían desde Podemos, expresaban su "reconocimiento del sentido de la ejemplaridad y transparencia" del rey Felipe VI. Un mensaje que iba más en consonancia con el que había expresado el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, que mostraba su "respeto por la decisión de Juan Carlos I" y "apoyo a Felipe VI".

No es la primera vez que PSOE y UP discrepan sobre la monarquía, aunque la marcha de Juan Carlos I haya hecho que se concreten los planteamientos. El pasado 10 de julio, el vicepresidente segundo ya advertía de que “es complicado desvincular los presuntos delitos de Juan Carlos I de su condición de rey”. Sus declaraciones no pasaban de ser opiniones que eran contrarrestadas públicamente por la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. 

Sin embargo, este lunes ha diferido la estrategia. El comunicado de Casa del Rey era esperado por el PSOE, que quería que Zarzuela diera un paso para separar al rey emérito, rodeado de escándalos, de Felipe VI.

Este lunes, se fraguaba durante hora y media una reunión en el Congreso entre la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, con una delegación de Ciudadanos, encabezada por su portavoz adjunto en el Congreso, Edmundo Bal. Durante la mañana, la ministra de Igualdad, Irene Montero, había estalló en Twitter: "Ciudadanos ha rechazado reunirse con el Gobierno de coalición y ha optado por reunirse sólo con el PSOE", decía en un tuit. El portavoz de UP en el Congreso, Pablo Echenique, redondeaba el rechazo a ese encuentro: "Los acuerdos que alcancen solo comprometen al PSOE".

Montero daba un paso hacia una crítica explícita a la reunión del PSOE con Ciudadanos, una incomodidad que ya expresaban en privado. Sin embargo, en esta ocasión, la ministra de Igualdad ha dejado claro que hay dos facciones claras en el Ejecutivo. Si no está representado UP, está solo una parte del Gobierno, la tesis contraria de Calvo, que se defendía diciendo que "cuando hay un ministro, el Gobierno está representado".

Esta segunda reunión de delegaciones entre PSOE y Ciudadanos ha venido a confirmar una relación estable entre ambas formaciones. Los naranjas negociaron y apoyaron las prórrogas de los estados de alarma, han dado luz verde a tres de cuatro documentos de reconstrucción en el Congreso y esta semana se sentaban con el PSOE a hablar de cuestiones sanitarias, las repercusiones económicas y sociales o la vuelta al colegio en septiembre. Sin embargo, nadie niega ya que hablarán de unos Presupuestos Generales del Estado que Ciudadanos quieren que sean "moderados".

Podemos también ve claro ese horizonte político. Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales y responsable de Economía de Podemos, expresaba su preocupación en Twitter: "Poner en marcha las ocurrencias económicas de Ciudadanos sería desastroso en este momento: aplicar recortes del gasto en plena recesión agravará la crisis, como ya comprobamos años atrás".

Lo cierto es que el PSOE siempre ha aceptado con complacencia el apoyo de los naranjas. Les permite jugar con la deseada "aritmética parlamentaria", no estar siempre sometido a las exigencias de los nacionalistas y además amplía el espectro ideológico de sus decisiones. Con las elecciones catalanas cercanas, aunque sin fecha, Ciudadanos resta poder de exigencia a unos partidos catalanes que se tensarán en periodo electoral.

Sin embargo, los socialistas saben que "la política" de vetos  puede darles más de un quebradero de cabeza a la hora de trazar mayorías en el Congreso. Ciudadanos es un grupo que se "repele" ideológicamente con muchos de sus socios de la investidura. Las posiciones recentralizadoras en materia territorial poco tienen que ver con las aspiraciones de PNV o ERC. En materia económica, colisionan los naranjas con los morados. Aún así, el Gobierno necesita reclutar una mayoría en un Congreso fuertemente dividido.

De cara a la negociación de presupuestos, Irene Montero se coloca en posición de salida: "Cumplir el acuerdo de gobierno implica cuidar la mayoría parlamentaria que lo hizo posible".

La migración y otras discrepancias

Las discrepancias en los Consejos de Ministros son evidentes, ya sea entre Irene Montero y Carmen Calvo o entre Iglesias y Calviño. Las discusiones se han alargado más de una vez por los escollos, como en las negociaciones de las medidas sociales en plena crisis de la covid-19 en marzo. Sin embargo, el Ejecutivo había navegado las discrepancias hasta ahora de manera más o menos natural.

La política migratoria también supone divergencias públicas. Mientras Unidas Podemos pide la regularización de los migrantes que estuvieran en España antes del estado de alarma, el PSOE no ha modificado ni un centímetro su estrategia en este campo. El Ejecutivo continúa con su línea de "cooperación" con países como Marruecos para que no se produzcan salidas. A pesar de las iniciativas moradas, la política del Gobierno la sigue marcando Marlaska.

Aún así, en momentos de tensión, como en la propia pandemia o en procesos como el caso Dina, donde la presión mediática ha sido fuerte, el Gobierno se ha mostrado cohesionado. En el mismo acuerdo de coalición se establecían mecanismos para limar las diferencias, como la Comisión Permanente de Seguimiento del Acuerdo, que se reunió por última vez el 16 de julio.

 

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Las pensiones se defienden gobierne quien gobierne. Habría que añadir además, que no se permitirá que nadie juegue con ellas y menos que nos las quiten (rebajar pensiones es robar pensiones). ¿Por qué razón (que no sea política) deben bajar las pensiones?, si son fondos propios de los trabajadores ahorrado mes a mes durante la vida laboral y entregados al Estado. ¿Por qué razón (que no sea política) los gastos improductivos del ejército suben cada vez más? A la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) los españoles pagamos todos los años más del 1,5% de toda la riqueza nacional creada por el trabajo durante un año (PIB), con la pretensión de que suba al 2% por imposición de EE.UU. ¿Por qué razón (que no sea política) se le regalan casi 60 mil millones de euros a la banca y grandes empresas? Los 9 millones de jubilados no somos ninguna carga (salvo para el punto de vista del capital y de sus servidores) para la sociedad. Somos 9 millones de trabajadores (los únicos que crean y han creado la riqueza existente) que por razón de edad u otras ya no podemos trabajar, y que junto a los trabajadores actuales y a las generaciones de trabajadores pasadas hemos creado cuanta riqueza existe en la sociedad. ¿Los trabajadores que hemos creado cuanta riqueza existe no tenemos derecho a disfrutar de la riqueza creada, mientras que otros, que no han trabajado, se enriquecen y se gastan, de nuestros dineros, 65 millones de euros en una puta? Hay que volver a plantear el asunto de las pensiones en base a los textos de los profesores Juan López de Sevilla y Vicen Navarro de Barcelona, que como hombres de ciencia demuestran objetiva y lógicamente, que la campurriana de falsedades que se arguyen para desmontar el sistema público de pensiones (previo robo de sus fondos), como apunta el contenido del artículo que sigue, son absolutamente falsas. Eso sí, se han establecido como verdaderas, gracias a la modorra intelectual de los que pasan por ser de izquierdas y, lógicamente, con la intoxicación y deformación de la realidad social que han hecho y continúan haciendo los denominados grandes medios de comunicación. ¡Y son verdaderas! Pero son verdaderas desde el punto de vista del Capital, no desde el punto de vista del trabajo. ¡Ay, maño mío! Es que los intereses del capital y los intereses del trabajo son opuestos e irreconciliables, nos pongamos como nos pongamos.


Qué es, cómo funciona y para qué sirve el Pacto de Toledo

 | 13 MARZO, 2019 - Escrito por: Nvindi
El Congreso de los Diputados cuenta con una comisión formada por parlamentarios de distintos partidos políticos que trata y analiza el sistema de pensiones y su sostenibilidad para después emitir recomendaciones que, si bien no son vinculantes, suelen ser tenidas muy en cuenta por la cámara.
El futuro de las pensiones se encuentra en entredicho. Es más, el presente del sistema público de jubilación tampoco pinta precisamente de maravilla. Aunque varios son los frentes abiertos (el envejecimiento de la población o un mercado laboral insuficiente para sostener el sistema, por ejemplo), la falta de acuerdo político representa una seria traba para las pensiones.
Ello a pesar de que cada Gobierno que llega al poder manifiesta, invariablemente, su convencimiento e intención de lograr un pacto de Estado para garantizar las pensiones. Sea del signo político que sea. Sin embargo, nunca ha ocurrido. Al menos hasta el momento. Ni en educación ni en pensiones. Mientras tanto, el Fondo de Reserva de la Seguridad Social -la llamada ‘hucha de las pensiones’- se desangra, los pensionistas siguen protestando cada semana en la calle y la reforma de la paga de jubilación nunca llega.
Hace casi un cuarto de siglo, en aquel hoy lejano 1995, el problema de las pensiones comenzó a hacerse evidente. Para intentar solucionarlo o, como mínimo, encauzarlo se creó una comisión especial. Te contamos qué es, cómo funciona y para qué sirve el Pacto de Toledo.
Qué es el Pacto de Toledo
El Pacto de Toledo del Congreso de los Diputados es una comisión formada por parlamentarios de distintos partidos políticos. En ella se trata de alcanzar acuerdos para abordar las debilidades y los problemas del sistema de pensiones, así como proponer soluciones para hacerlo viable y sostenible. Si bien sus acuerdos no son estrictamente vinculantes, sí existe un acuerdo mayoritario -que a veces llega al consenso- para seguir las recomendaciones que emite. Es decir, para trasladar a los ámbitos político y legislativo sus conclusiones.
Quién forma parte del Pacto de Toledo
La composición actual de la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos Pacto de Toledo, cuya última fecha de fecha de Constitución se remonta al 28 de septiembre de 2016, queda como sigue a continuación.
  • Presidenta: Celia Villalobos (Grupo Popular).
  • Vicepresidenta primera: Carmen Cuello (Grupo Socialista).
  • Vicepresidenta segunda: Elena Faba (Grupo Ciudadanos).
  • Secretaria primera: Mar Cotelo (Grupo Popular).
  • Secretaria segunda: María del Carmen Pita (Grupo Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea).
  • Portavoces: Iñigo Barandiaran (Grupo Vasco), Gerardo Camps (Grupo Popular), Carles Campuzano (Grupo Mixto), Marcial Gómez (Grupo Ciudadanos), María Mercè Perea (Grupo Socialista), Jordi Salvador (Grupo de Esquerra Republicana), Aina Vidal (Grupo Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea).
  • Portavoces adjuntos: José María Barrios (Grupo Popular), Ignasi Candela (Grupo Mixto), Sergio Del Campo (Grupo Ciudadanos), Alberto Montero (Grupo Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea), Juana Amalia Rodríguez (Grupo Socialista).
A ellos se unen veinte vocales, diez adscritos y dos letrados, que pertenecen a algunos de los siete grupos parlamentarios mencionados.
Cómo funciona el Pacto de Toledo
El modus operandi del Pacto de Toledo no difiere de la forma de trabajo de cualquier otra comisión. Básicamente, se debaten en su seno las ideas del Ejecutivo que esté gobernando en un determinado momento y después sus miembros exponen las conclusiones a las que han llegado, así como las recomendaciones que de ellas se derivan.

Eso sí, antes de llegar a ese paso, los componentes del Pacto de Toledo -que como se ha visto pertenecen a diferentes formaciones políticas- deben alcanzar acuerdos y llegar a consensos, lo cual no suele ser tan habitual.
Para qué sirve el Pacto de Toledo
El objetivo del Pacto de Toledo era, en un principio, “el análisis de los problemas estructurales del sistema de Seguridad Social y de las principales reformas que deberán acometerse”, según rezaba el documento fundacional. En esencia, la Comisión del Pacto de Toledo trata y analiza cada aspecto y factor que guarde relación con el sistema de pensiones y su sostenibilidad presente y futura.
Cómo influye el Pacto de Toledo en las pensiones
Desde un punto de vista potencial, el Pacto de Toledo tiene capacidad para tener un fuerte impacto sobre la pensión de jubilación que cobras o la que, en un futuro, puedes llegar a percibir. Desde la estructura del sistema, pasando por las reformas que consideren los miembros o hasta las subidas anuales de la paga pública de jubilación. De hecho, se han logrado pactos relevantes en todas las legislaturas: retrasar de forma progresiva la edad de jubilación hasta los 67 años, crear el Fondo de Reserva de la Seguridad Social o ligar las pensiones al Índice de Precios de Consumo (IPC), entre otros puntos. 

Sin embargo, la falta de acuerdo político que se da en el Pacto de Toledo hace que esta comisión vea a veces limitadas sus acciones.
¿El fin del Pacto de Toledo?
Tan es así, que a finales de febrero se constató que, por primera vez desde su puesta en marcha en 1995, el Pacto de Toledo se vio incapaz de llegar a un consenso tras estar trabajando desde finales de 2016. Las distintas formaciones parlamentarias, entre acusaciones mutuas, certificaron dificultades insalvables para ponerse de acuerdo. Tanto PP como Podemos se borraron del acuerdo en el último momento, mientras que la presidenta de la comisión, Celia Villalobos, anunció que deja la política.
Ante tal situación, desde algunos sectores se vaticina el fin del Pacto de Toledo. De hecho, los pensionistas que de forma periódica se manifiestan en las calles de Zaragoza celebraron lo que denominaron “la muerte del Pacto de Toledo”. Aunque de manera oficial no hay previsión alguna en ese sentido y esa comisión esté, por ahora, ‘viva’.