martes, 4 de agosto de 2020

Las pensiones se defienden gobierne quien gobierne. Habría que añadir además, que no se permitirá que nadie juegue con ellas y menos que nos las quiten (rebajar pensiones es robar pensiones). ¿Por qué razón (que no sea política) deben bajar las pensiones?, si son fondos propios de los trabajadores ahorrado mes a mes durante la vida laboral y entregados al Estado. ¿Por qué razón (que no sea política) los gastos improductivos del ejército suben cada vez más? A la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) los españoles pagamos todos los años más del 1,5% de toda la riqueza nacional creada por el trabajo durante un año (PIB), con la pretensión de que suba al 2% por imposición de EE.UU. ¿Por qué razón (que no sea política) se le regalan casi 60 mil millones de euros a la banca y grandes empresas? Los 9 millones de jubilados no somos ninguna carga (salvo para el punto de vista del capital y de sus servidores) para la sociedad. Somos 9 millones de trabajadores (los únicos que crean y han creado la riqueza existente) que por razón de edad u otras ya no podemos trabajar, y que junto a los trabajadores actuales y a las generaciones de trabajadores pasadas hemos creado cuanta riqueza existe en la sociedad. ¿Los trabajadores que hemos creado cuanta riqueza existe no tenemos derecho a disfrutar de la riqueza creada, mientras que otros, que no han trabajado, se enriquecen y se gastan, de nuestros dineros, 65 millones de euros en una puta? Hay que volver a plantear el asunto de las pensiones en base a los textos de los profesores Juan López de Sevilla y Vicen Navarro de Barcelona, que como hombres de ciencia demuestran objetiva y lógicamente, que la campurriana de falsedades que se arguyen para desmontar el sistema público de pensiones (previo robo de sus fondos), como apunta el contenido del artículo que sigue, son absolutamente falsas. Eso sí, se han establecido como verdaderas, gracias a la modorra intelectual de los que pasan por ser de izquierdas y, lógicamente, con la intoxicación y deformación de la realidad social que han hecho y continúan haciendo los denominados grandes medios de comunicación. ¡Y son verdaderas! Pero son verdaderas desde el punto de vista del Capital, no desde el punto de vista del trabajo. ¡Ay, maño mío! Es que los intereses del capital y los intereses del trabajo son opuestos e irreconciliables, nos pongamos como nos pongamos.


Qué es, cómo funciona y para qué sirve el Pacto de Toledo

 | 13 MARZO, 2019 - Escrito por: Nvindi
El Congreso de los Diputados cuenta con una comisión formada por parlamentarios de distintos partidos políticos que trata y analiza el sistema de pensiones y su sostenibilidad para después emitir recomendaciones que, si bien no son vinculantes, suelen ser tenidas muy en cuenta por la cámara.
El futuro de las pensiones se encuentra en entredicho. Es más, el presente del sistema público de jubilación tampoco pinta precisamente de maravilla. Aunque varios son los frentes abiertos (el envejecimiento de la población o un mercado laboral insuficiente para sostener el sistema, por ejemplo), la falta de acuerdo político representa una seria traba para las pensiones.
Ello a pesar de que cada Gobierno que llega al poder manifiesta, invariablemente, su convencimiento e intención de lograr un pacto de Estado para garantizar las pensiones. Sea del signo político que sea. Sin embargo, nunca ha ocurrido. Al menos hasta el momento. Ni en educación ni en pensiones. Mientras tanto, el Fondo de Reserva de la Seguridad Social -la llamada ‘hucha de las pensiones’- se desangra, los pensionistas siguen protestando cada semana en la calle y la reforma de la paga de jubilación nunca llega.
Hace casi un cuarto de siglo, en aquel hoy lejano 1995, el problema de las pensiones comenzó a hacerse evidente. Para intentar solucionarlo o, como mínimo, encauzarlo se creó una comisión especial. Te contamos qué es, cómo funciona y para qué sirve el Pacto de Toledo.
Qué es el Pacto de Toledo
El Pacto de Toledo del Congreso de los Diputados es una comisión formada por parlamentarios de distintos partidos políticos. En ella se trata de alcanzar acuerdos para abordar las debilidades y los problemas del sistema de pensiones, así como proponer soluciones para hacerlo viable y sostenible. Si bien sus acuerdos no son estrictamente vinculantes, sí existe un acuerdo mayoritario -que a veces llega al consenso- para seguir las recomendaciones que emite. Es decir, para trasladar a los ámbitos político y legislativo sus conclusiones.
Quién forma parte del Pacto de Toledo
La composición actual de la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos Pacto de Toledo, cuya última fecha de fecha de Constitución se remonta al 28 de septiembre de 2016, queda como sigue a continuación.
  • Presidenta: Celia Villalobos (Grupo Popular).
  • Vicepresidenta primera: Carmen Cuello (Grupo Socialista).
  • Vicepresidenta segunda: Elena Faba (Grupo Ciudadanos).
  • Secretaria primera: Mar Cotelo (Grupo Popular).
  • Secretaria segunda: María del Carmen Pita (Grupo Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea).
  • Portavoces: Iñigo Barandiaran (Grupo Vasco), Gerardo Camps (Grupo Popular), Carles Campuzano (Grupo Mixto), Marcial Gómez (Grupo Ciudadanos), María Mercè Perea (Grupo Socialista), Jordi Salvador (Grupo de Esquerra Republicana), Aina Vidal (Grupo Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea).
  • Portavoces adjuntos: José María Barrios (Grupo Popular), Ignasi Candela (Grupo Mixto), Sergio Del Campo (Grupo Ciudadanos), Alberto Montero (Grupo Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea), Juana Amalia Rodríguez (Grupo Socialista).
A ellos se unen veinte vocales, diez adscritos y dos letrados, que pertenecen a algunos de los siete grupos parlamentarios mencionados.
Cómo funciona el Pacto de Toledo
El modus operandi del Pacto de Toledo no difiere de la forma de trabajo de cualquier otra comisión. Básicamente, se debaten en su seno las ideas del Ejecutivo que esté gobernando en un determinado momento y después sus miembros exponen las conclusiones a las que han llegado, así como las recomendaciones que de ellas se derivan.

Eso sí, antes de llegar a ese paso, los componentes del Pacto de Toledo -que como se ha visto pertenecen a diferentes formaciones políticas- deben alcanzar acuerdos y llegar a consensos, lo cual no suele ser tan habitual.
Para qué sirve el Pacto de Toledo
El objetivo del Pacto de Toledo era, en un principio, “el análisis de los problemas estructurales del sistema de Seguridad Social y de las principales reformas que deberán acometerse”, según rezaba el documento fundacional. En esencia, la Comisión del Pacto de Toledo trata y analiza cada aspecto y factor que guarde relación con el sistema de pensiones y su sostenibilidad presente y futura.
Cómo influye el Pacto de Toledo en las pensiones
Desde un punto de vista potencial, el Pacto de Toledo tiene capacidad para tener un fuerte impacto sobre la pensión de jubilación que cobras o la que, en un futuro, puedes llegar a percibir. Desde la estructura del sistema, pasando por las reformas que consideren los miembros o hasta las subidas anuales de la paga pública de jubilación. De hecho, se han logrado pactos relevantes en todas las legislaturas: retrasar de forma progresiva la edad de jubilación hasta los 67 años, crear el Fondo de Reserva de la Seguridad Social o ligar las pensiones al Índice de Precios de Consumo (IPC), entre otros puntos. 

Sin embargo, la falta de acuerdo político que se da en el Pacto de Toledo hace que esta comisión vea a veces limitadas sus acciones.
¿El fin del Pacto de Toledo?
Tan es así, que a finales de febrero se constató que, por primera vez desde su puesta en marcha en 1995, el Pacto de Toledo se vio incapaz de llegar a un consenso tras estar trabajando desde finales de 2016. Las distintas formaciones parlamentarias, entre acusaciones mutuas, certificaron dificultades insalvables para ponerse de acuerdo. Tanto PP como Podemos se borraron del acuerdo en el último momento, mientras que la presidenta de la comisión, Celia Villalobos, anunció que deja la política.
Ante tal situación, desde algunos sectores se vaticina el fin del Pacto de Toledo. De hecho, los pensionistas que de forma periódica se manifiestan en las calles de Zaragoza celebraron lo que denominaron “la muerte del Pacto de Toledo”. Aunque de manera oficial no hay previsión alguna en ese sentido y esa comisión esté, por ahora, ‘viva’.